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Clase Virtual Unidad 8 Iura in Re Aliena
Clase Virtual Unidad 8 Iura in Re Aliena
ajena)
IURA IN RE ALIENA
Vimos que el Derechos Real por excelencia es el de Dominio o Propiedad , pero para
completar el tema debemos decir que también existen limitaciones a ese poder absoluto del
Dominus, y a esos efectos estudiaremos a los Derechos Reales sobre cosa ajena (Iura in re
aliena)
Los “Iura In re Aliena” son derechos que una persona ejerce sobre una cosa que no es de
su propiedad . Es decir, constituyen facultades que un sujeto ejerce sobre una cosa AJENA,
lo que implicaría una limitación a la libertad del propietario de la cosa.
Un IURA IN RE ALIENA, supone por un lado un Propietario que ejerce un Derecho Real
de Propiedad sobre una cosa, y por otro lado, un sujeto que ejercerá derechos reales sobre
cosa ajena sobre la misma cosa.
Servidumbres Prediales
Servidumbres Personales
Fiducia
Pignus o Prenda
Enfiteusis
Superficie
1) SERVIDUMBRE:
Las Servidumbres son derechos reales sobre cosa ajena mediante los cuales una persona
goza de un derecho constituído sobre un fundo en ventaja de otro fundo (Servidumbres
Prediales o Reales) o sobre cualquier cosa corporal y en ventaja de una persona
(Servidumbres Personales)
Se procede a la distinción entre las Servidumbres Prediales, que benefician los fundos
suelo que pueden ser Rústicas y Urbanas; y las Personales en beneficio de las personas
como son el Usufructo, Uso y Habitación.
Los juristas romanos aplican principios comunes a las servidumbres prediales, y los
intérpretes construyen sobre ellos una serie de reglas, como son:
No puede cederse el uso o disfrute separado de una servidumbre. Por ser un derecho
vinculado al fundo dominante, la servidumbre no puede enajenarse separadamente del
fundo, ni construir sobre ella un derecho de uso o usufructo, ni tampoco cederla en
arrendamiento o en prenda. Las servidumbres por lo tanto , se transfieren junto a la
propiedad de la cosa.
Nadie puede construir una servidumbre sobre una cosa propia. Es esencial a la
servidumbre que el fundo dominante y sirviente pertenezcan a distintos propietarios. Si
hacen propiedad del mismo dueño, la servidumbre desaparece por confusión.
La servidumbre es indivisible como el uso en el que consiste.
De extraer arena o greda, o de cocer cal para atender a las necesidades del fundo
dominante.
o Recibir el agua de lluvia del fundo ajeno en el propio fundo, por conductos o
canalones.
o Abra ventanas
CONSTITUCIÓN DE LA SERVIDUMBRE
Derecho Clásico
Según el Ius Civile, las servidumbres de los predios situados en el suelo itálico se
constituyen por:
Confusión: cuando lo dos fundos se hacen del mismo propietario como consecuencia del
principio: “NADIE SE SIRVE A SÍ MISMO”
Renuncia del titular: mediante la cesión ante el pretor, en un proceso iniciado por la
Actio Negatoria del propietario del fundo sirviente.
2) SERVIDUMBRES PERSONALES
Características. Están establecidas en favor de una persona determinada, que es la única que
puede sacar los beneficios. Estos son: Usufructo, Uso, Habitación y Operae servorum.
1. EL USUFRUCTO
El usufructo es el derecho de usar cosas ajenas y percibir sus frutos respetando la natural
entidad de las mismas.
Este derecho consiste en el uso de la cosa ajena y en la facultad de percibir sus frutos, sin
poder consumir ni disponer de la cosa misma. El titular del derecho se llama usufructuario
o dueño del usufructo, mientras que el propietario o dueño es el que tiene la nuda
propiedad. El usufructuario tiene el derecho de usar y disfrutar, y el propietario, el derecho
de disponer de la cosa (HABERE) y la posesión, ya que el usufructuario es solo detentador.
El usufructo nace con la finalidad de atender a la viuda para que siga disfrutando de los
mismos bienes que tenia ya que en vida del paterfamilias, sin perjudicar el derecho a la
herencia de los hijos.
Por ello, el testador solía legar a la madre o hijas el usufructo de la casa y de los bienes y
esclavos que estaban a su servicio.
Como era muy frecuente el usufructo vitalicio de todos los bienes, así el que se legaba a la
viuda, o de una parte de ellos, se planteaba el problema del uso y devolución de los bienes
consumibles, sobre todo el dinero.
Era una acción real semejante a la Vindicatio Servitutis que se ejercitaba contra al nudo
propietario que impedía u obstaculizaba el ejercicio del usufructo. A la acción
reivindicatoria del nudo propietario, el usufructuario podía oponer una Excepción de
Usufructo.
Muerte del usufructuario. Cuando se trataba del usufructo de una persona jurídica se fijó
el límite en cien años.
Desaparición o destrucción del objeto sobre el que recae, transformación que impide el
ejercicio del derecho o exclusión del comercio.
No uso durante los plazos de la usucapión o de la prescripción.
CONCEPTO DE USO: es el derecho de usar una cosa ajena para atender las necesidades
propias y de la familia, sin percibir los frutos que pertenecen al propietario.
En derecho Justinianeo se permite alquilar las habitaciones que el usuario no utiliza. Éste
garantiza, por una cautio usuaria, la conservación de la cosa y su devolución.
OPERAE SERVORUM (Servicios de los Esclavos), era un derecho real que facultaba a
valerse de la actividad (opera) de esclavos ajenos y aún a locarla.
Se discutió por los juristas clásicos si debía aplicárseles el régimen del uso o del usufructo.
Según Justiniano, se consideraba como una institución de "especial naturaleza".
Derechos Reales de Garantía son aquellos derechos que el deudor concede sobre una cosa
propia al acreedor en garantía del cumplimiento de una obligación. Estas garantías reales
atribuyen al acreedor un derecho sobre cosa ajena, el acreedor es titular de este derecho
desde que se constituye la garantía. Esto trae consigo una característica esencial de los
derechos reales de garantía: su accesoriedad. Depende siempre de la obligación principal,
se extingue el derecho real de garantía, que siempre es accesorio.
I. FIDUCIA
La Fiducia es un contrato formal por el que una persona llamada fiduciante transmite a otra,
llamada fiduciaria, la propiedad de una cosa mancipable mediante mancipatio o in iure
cessio y se obliga a restituir la cosa en un determinado plazo o circunstancia. Para
determinar la obligación de restituir la cosa, solía convenirse un pacto especial en el que se
concertaba el contenido del contrato, y el momento y circunstancia de la obligación del
fiduciario. Se distingue la Fiducia con:
- Un Amigo: donde servía para alcanzar distinta finalidades a las que se atendió después
con particulares contratos como el depósito, comodato o mandato. Para preservar los bienes
de confiscaciones o de embargos, solían confiarse al amigo que por su función social o
política diera mayores garantías de inmunidad.
El fiduciario podía servirse también de la Actio Fiduciae Contraria para el reembolso de los
gastos o impensas realizadas en la cosa.
Es la entrega de una cosa del deudor pignorante al acreedor pignoraticio para que la retenga
hasta que se cumpla la obligación. Podemos considerarlo un préstamo de garantía. La
obligación que se garantiza puede ser natural. El deudor o pignorante, puede oponer una
exceptio ante la acción que pueda utilizar el acreedor o pignoraticio.
Pueden ser objeto de prenda las cosas específicas que pueden ser restituidas, pero si se
pignora un patrimonio entero, la prenda comprende también las cosas genéricas
comprendidas en él. Se pignora los bienes inmuebles y los muebles.
El contenido del derecho de prenda puede extenderse a otras facultades sobre la cosa
pignorada mediante pactos, por los que el pignorante concede al acreedor pignoraticio:
1) El derecho de vender la prenda y cobrar su deuda vencida con el precio obtenido. Este
derecho solo podía mediarse si existía un pacto de venta.
2) El derecho de comiso (lex commissoria) o de hacerse propietario de la prenda si no se
cumplía la obligación. Este pacto fue prohibido por Constantino, ya que servía para
encubrir intereses ilegales.
EXTINCIÓN DE LA PRENDA
f) Por prescripción completada por un tercero que posee la cosa durante diez o veinte años,
según se trate de presentes o ausentes.
III. HYPOTHECA
Todas las cosas que pueden comprarse o venderse pueden ser objeto de hipoteca. Al no
darse el desplazamiento de la posesión, pueden ser objeto de hipoteca no sólo las cosas
corporales que pueden poseerse, sino también los derechos, los patrimonios en su totalidad
y los bienes futuros.
Las hipotecas legales o constituidas por disposición de la ley, pueden ser especiales o
generales.
4. I.-SUPERFICIE
En el Derecho Clásico, esta posibilidad no existía en cuanto que la propiedad del dueño del
suelo era absoluta y cualquier concesión sobre el propio suelo sólo podía hacerse a título de
arrendamiento o de comodato sobre él.
La superficie se extingue por destrucción del edificio, por renuncia del titular, por
confusión y por prescripción extintiva.
II.-ENFITEUSIS: EVOLUCIÓN
Tanto la enfiteusis como la superficie son derechos reales sobre cosa ajena. La enfiteusis
fue la forma jurídica en que se valieron los grandes propietarios para poner en producción
sus tierras y obtener rentabilidad.
Por ello, fue una figura muy utilizada en la época medieval, reflejando las condiciones
políticas y económicas de la sociedad feudal. La iglesia, el soberano y los grandes señores
feudales utilizaron este instrumento jurídico justificando su posición de propietarios como
dominio eminente.
Concepto: la enfiteusis es un derecho real, enajenable y transmisible, tanto por actos Inter
Vivos como Mortis Causa, que consiste en tener el goce pleno y exclusivo de un fundo
ajeno con la obligación de no deteriorarlo y pagar un canon anual.
Orígenes: fundamentalmente parecen ser dos los filones en que pueden rastrearse los
orígenes de la figura:
1) La Enfiteusis surge en los arrendamientos a los particulares de los agri vectigales, en los
que se atribuía al particular en perpetuo o para largísimo tiempo la disponibilidad plena y
exclusiva del fundo, con la obligación de pagar un canon anual. El Ius Perpetuum se ejercía
sobre los fundos concedidos por el Estado, es decir, que era para los fundos públicos. Y el
Ius Emphyteuticarium se ejercía para los fundos privados del princeps.
2) Era frecuente en esta parte del Imperio otorgar concesiones a particulares de fundos con
la obligación de pagar un canon periódico o de cultivarlos si estaban baldíos.
De este modo se configura la enfiteusis como un derecho real sobre cosa ajena que se
atribuye en goce pleno y exclusivo de un fundo ajeno, obligándose a pagar un canon a no
deteriorar el fundo. Realmente no estaba obligado salvo pacto en contrario a mejorar el
fundo, ni incluso a cultivarlo siempre que no lo deteriorase.
Derechos del Enfiteuta: el enfiteuta puede ejercitar sobre el fundo las facultades que
corresponden al propietario: constituir servidumbre, darlo en usufructo, hipotecarlo. Podría
transmitir sus derechos a sus herederos o enajenarlo a una tercera persona, siempre que
notificara esta cesión al propietario a quien se reconocía un derecho de opción por el que
pagando al enfiteuta el precio ofrecido por el comprador, liberaba al fundo de la enfiteusis.
Obligación del Enfiteuta: el enfiteuta tiene que pagar el canon, que es invariable. Si durante
tres años el enfiteuta no paga el canon decae en su derecho y readquiere el propietario la
plenitud del fundo.
Defensa de su Derecho: el enfiteuta contaba con la Reivindicatio Utilitus, también con las
Actiones Confessoria y Negatoria, y con los interdictos y con los medios de tutela de las
relaciones de vecindad.
Extinción de la Enfiteusis: por destrucción del fundo, por renuncia del enfiteuta, por
ejercicio del rescate por parte del enfiteuta, por confusión, por prescripción, por falta de
pago del canon durante tres años, por no notificación al dueño directo de la cesión que
hiciere el enfiteuta a otro.
Sobre los terrenos del Estado y las comunidades a él sometidas (coliniae, municipio) se
acostumbraron a hacer en Roma arrendamientos de muy largo plazo o a perpetuidad a favor
de particulares, la tierra así arrendada era retribuida mediante el pago de un canon anual
llamado vectigal, por lo que, la tierra recibía el nombre de ager vectigalis.
En calidad de posesores y, por tanto con derecho a defender su posesión con los interdictos
unde vi y itu possidettis, los arrendatarios de aquellos predios estatales eran hechos
propietarios, pues podían disfrutar plenamente del inmueble y disponer de él. La acción que
el pretor concedió al vectigalista (locatario agri vectigali) habría sido una actio in rem,
análoga a la reivindicatio. Esto daba carácter real al derecho del vectigalista (ius in agro
vectigali) y no creditual, a pesar de tener por fuente una relación de esta última naturaleza.