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M.Sc. Ing.

LUIS FELIPE SEXTO


(felipe@ceim.cujae.edu.cu)

El presente documento expone una serie de puntos relacionados con el control


pasivo de ruido. Se orienta hacia los descriptores más utilizados, el programa de
control, los protectores auditivos entre otras medidas. Ofrece una imagen de
conjunto sin agotar las herramientas y técnicas relacionadas con el tema. Se
brindan datos básicos y algunos poco tratados, como la declaración de emisión de
ruido y el enfoque de la integración de la función mantenimiento en la práctica de
un programa de control de ruido. Constituye un resumen del capítulo 1 del libro
inédito ELEMENTOS PARA EL ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD EN EL CONTROL DE RUIDO,
del autor.

FUENTE

CAMINO

SUPERFICIE

GENERACIÓN

TRASMISIÓN

RADIACIÓN

IMPACTO AMBIENTAL POR RUIDO.


ELEMENTOS PARA LA PROTECCIÓN PASIVA

LUIS FELIPE SEXTO

CENTRO DE ESTUDIO DE INNOVACIÓN Y MANTENIMIENTO TEL.: (537) 267. 18. 72


DIVISIÓN DE INGENIERÍA DE LAS VIBRACIONES, RUIDO Y DIAGNÓSTICO (537) 267. 90. 74
CIUDAD DE LA HABANA, CUBA FAX: (537) 267. 20. 46
Contenido

1.1 INTRODUCCIÓN................................................................................................................................... 1
1.2 DESCRIPTORES PRINCIPALES DE RUIDO .......................................................................................... 2
1.3 EMISIÓN, INMISIÓN Y EXPOSICIÓN..................................................................................................... 6
1.4 DECLARACIÓN DE EMISIÓN DE RUIDO ............................................................................................... 8
1.5 PROGRAMA DE CONTROL DE RUIDO (PCR) ..................................................................................... 12
1.6 MANTENIMIENTO Y ECOCONCEPCIÓN............................................................................................. 14
1.7 PROTECTORES AUDITIVOS .............................................................................................................. 15
1.8 PANTALLAS Y ENCAPSULAMIENTOS................................................................................................ 18
1.9 OTRAS MEDIDAS BÁSICAS DE CONTROL DE RUIDO ........................................................................ 22

DEL AUTOR............................................................................................................................................... 25

Tablas

Tabla 1.2-1. Otros descriptores de ruido......................................................................................... 5


Tabla 1.3-1. Valores máximos recomendados de ruido de fondo, según ISO 11690-1. ................... 7
Tabla 1.4-1. Modelo de ficha de emisión de ruido de una máquina, basado en la ISO 11690-1...... 9
Tabla 1.4-2. Rangos típicos de niveles sonoros según el tipo de máquina. ................................... 10
Tabla 1.4-3. Niveles sonoros típicos para algunos tipos de máquinas........................................... 10
Tabla 1.4-4. Nivel sonoro estimado de motores eléctricos. ........................................................... 11
Tabla 1.4-5. Estimación del Nivel sonoro ponderado A para Bombas. .......................................... 11
Tabla 1.5-1. Chequeo de la estrategia de control de ruido. ........................................................... 13
Tabla 1.6-1. Comparación de procesos de alto y bajo ruido, según ISO 11690-2.......................... 14
Tabla 1.7-1. Valores de α para diferentes porcentajes de protección. ........................................... 17
Tabla 1.7-2. Correcciones en función de la frecuencia, según la curva de ponderación A. ............ 18
Tabla 1.8-1. Rango típico aproximado de frecuencias con mayor nivel sonoro según las fuentes. 20

Figuras

Figura 1.3-1. Emisión, inmisión y exposición. ................................................................................. 6


Figura 1.5-1. Los tres frentes de un Programa de Control de Ruido.............................................. 13
Figura 1.7-1. Curvas de atenuación típicas según el tipo de protector auditivo.............................. 16
Figura 1.8-1. Esquema de una pantalla. ....................................................................................... 19
Figura 1.8-2. Efectividad del encapsulamiento en una turbina de gas. .......................................... 20
Figura 1.8-3. Variación del espesor de las paredes para igual atenuación. ................................... 21
Figura 1.9-1. Aislamiento de tuberías utilizando colgantes de resorte y tira de goma. ................... 22
Figura 1.9-2. Trasmisibilidad de las vibraciones............................................................................ 24

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1.1 INTRODUCCIÓN
Una de las formas de realizar el control de ruido es estableciendo una estrategia de control
pasivo de ruido (CPR). La base principal de esta orientación consiste en la integración de una serie
de aspectos que se sintetizan en un Programa de Control de Ruido. Lo anterior considera los
estudios de ruido, la selección precisa de los protectores, la construcción de pantallas y
encapsulamientos, el aislamiento de las vibraciones, la formación y motivación del personal en la
elevación de la cultura técnica, el efectivo mantenimiento y otras acciones que dependen del punto
de vista y la actitud que sobre el medio ambiente asuma la alta dirección de las empresas y las
exigencias impuestas por la sociedad. El control pasivo a diferencia del activo no utiliza elementos
electrónicos o electromecánicos para atenuar los ruidos indeseados.
Las acciones de control de ruido actúan directamente sobre los mecanismos de generación
de ruido originados por los elementos de la cadena causal. Lo primero es identificar las fuentes de
ruido, después le sigue la descripción de las vías de propagación y luego el análisis de las
superficies radiantes más la determinación de las contribuciones al nivel sonoro en los receptores
(puestos de trabajo, personal, comunidades aledañas, en conjunto, todos los que reciben el
impacto sonoro).
Es muy importante lograr identificar los llamados componentes acústicos pasivos y activos
dentro de la cadena causal. Los activos son todos aquellos que generan ruido durante su
funcionamiento (superficies en choque o contacto dinámico, fuerzas) y los pasivos son aquellos
que trasmiten el ruido originado por las partes activas. Los pasivos no constituyen en sí una fuente
sonora pero pueden ser radiadores importantes. Elementos pasivos tradicionales son las
estructuras y cubiertas de las máquinas, paredes ligeras, pisos y techos elaborados con planchas
finas metálicas, conductos, tuberías, etc.
Una vez que se logra entender e identificar los elementos de la cadena causal, es posible
incidir con medidas de control de ruido en la fuente, el camino de propagación y el receptor
respectivamente. Se alcanzarán los mejores resultados si esas medidas están imbricadas
coherentemente dentro de un Programa de Control de Ruido sistemático, sistémico y a largo
plazo. En este capítulo se presentan aspectos relacionados con el control de ruido que podrían
contribuir a la interpretación y concepción de una estrategia de control pasiva de ruido.
Entre otros aspectos el control de ruido se ocupa de:

1. Elaborar y verificar el cumplimiento de las normas y legislaciones vigentes, y de esa


manera comparar los resultados obtenidos con los niveles admisibles.
2. Prevenir el incremento de los eventos sonoros dañinos al medio ambiente.
3. Evaluar el estado de los equipos, ya sean los que se explotan o los que se prevé colocar
en explotación.
4. Ejecutar medidas destinadas a la protección de las personas afectadas acústicamente.
5. Determinar las zonas riesgosas desde el punto de vista sonoro (y esto va desde un
puesto de trabajo hasta áreas urbanas o rurales).

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El ruido es un factor a combatir socialmente. Especialmente en los ambientes industriales, el
mantenimiento constituye una función propicia para ejecutar acciones y estrategias, coordinadas
con otros departamentos, de control de las emisiones sonoras excesivas y nocivas considerando
que la contaminación por ruido es de las más perjudiciales y comunes y que las máquinas e
instalaciones técnicas son las principales emisoras de ruido.

1.2 DESCRIPTORES PRINCIPALES DE RUIDO


La cuantificación de los niveles de ruido constituye el punto de partida para la adopción de
medidas que tiendan a disminuir su efecto. La presión sonora es la magnitud que describe al ruido
más fácil de medir, efectuándose dicha operación generalmente, con un instrumento llamado
sonómetro. La obtención de registros sonoros es la base sobre la que descansa cualquier
estrategia de control de ruido. Existen varios descriptores de ruido, pero El nivel sonoro continuo
equivalente (LPAeq) [total y por frecuencias] y la dosis porcentual de ruido (D), resultan vitales
para los fines de un control de ruido sobre todo porque el nivel equivalente es básico para la
determinación de otros descriptores de ruido. Es posible trabajar en la concepción de un plan de
control de ruido si se conocen los valores de emisión sonora de las máquinas, unido a los niveles
de exposición del personal.
El nivel sonoro continuo equivalente (LPAeq) se define como el nivel sonoro medido en
dB(A) de un ruido supuesto constante y continuo durante toda la jornada, cuya energía después de
atravesar la red de ponderación A, del sonómetro, es igual a la correspondiente al ruido variable a
lo largo de la jornada laboral. Se expresa:
1 T 2
∫0 pA(t)dt
LPAeq,T = 10 log10 T [1.2-1]
Pref2
Donde pA(t) es la salida de la red de ponderación A, es decir, que corresponde a la presión
p(t) filtrada por la red A. El tiempo T puede ser la duración de una jornada de trabajo, la duración
de un espectáculo o la de cualquier actividad de interés. Siendo Pref la presión de referencia que
coincide con el umbral de audición normal para 1 kHz (Pref = 20 × 10-6 Pascal).
Si fuera posible subdividir una jornada laboral en intervalos Ti en los que el ruido pueda
considerarse de nivel aproximadamente constante (por ejemplo cuando la actividad durante la
jornada se compone de diversas tareas cada una con su ruido asociado), el nivel sonoro continuo
equivalente puede ser expresado por la ecuación:

1 n L10Ai
LPAeq,T = 10 log10 ∑10 Ti [dBA] [1.2-2]
T i=1
Donde LAi sería el LPAeq de cada uno de los intervalos de tiempo considerados. En este caso
(que el ruido en cada intervalo pueda ser considerado constante), se puede considerar que LPAeq =
LA, siendo LA el nivel sonoro instantáneo con ponderación A que caracteriza a cada intervalo de
tiempo. T, es el tiempo total de análisis y Ti, la duración de cada intervalo. Puede tenerse en
cuenta el siguiente ejemplo real, para disponer de una clara idea de este descriptor de ruido. A

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continuación se ofrece un ejemplo donde se analiza el nivel de exposición al ruido del personal de
una termoeléctrica. En la sala de máquinas que cuenta con tres grupos turbogeneradores de 100
MW cada uno, y se asume una jornada laboral de 12 horas. El personal se expone en 8 horas a
98 dB(A), 2 horas a 104 dB(A) y 2 horas a 75 dB(A). ¿Cúal será el Nivel Sonoro Continuo
Equivalente para la jornada (LPAeq,12h)?
Aplicando lo visto:
75 104 98
1
LPAeq ,12 h = 10 log10 (1010 ⋅ 2 + 10 10 ⋅ 2 + 10 10 ⋅ 8 )
12
Quedando:
LPAeq,12h = 96,2 dBA

El ejemplo mostrado permite la obtención del nivel equivalente utilizando un instrumento no


integrador, pero requiere que el ruido se pueda considerar constante a lo largo de los intervalos de
tiempo. Cuando el ruido no puede considerarse constante, el procedimiento manual para calcular
el LPAeq se vuelve muy trabajoso a menos que se diseñe una hoja de cálculo para facilitar el
procesamiento de datos. Tal situación es posible evitarla disponiendo de un sonómetro integrador
que es capaz de mostrar el LPAeq, para el intervalo de tiempo que se desee (desde un minuto hasta
24 horas). Será preciso hacer notar además que el valor obtenido supera ampliamente lo tolerado
para ambientes industriales (LPAeq,8h=85 dBA en 8 horas). Y como la jornada es de 12 horas el valor
del nivel sonoro continuo equivalente tolerable se reduce a 83 dBA.
Una variante del nivel sonoro continuo equivalente utilizado como descriptor de inmisión y
exposición (ver también acápite 1.2) al ruido se manifiesta en la formula 1.2-3:

Te
LPAeq,T = LPAeq,T + 10 log10 [dBA] [1.2-3]
T
Donde: T es el tiempo de referencia (8 horas para una jornada normal de trabajo) y Te es el
tiempo real de duración de la jornada de trabajo.
Si el ruido fluctúa de manera aleatoria durante un intervalo dado de tiempo (T), las
mediciones deberían efectuarse con un sonómetro integrador. Pueden utilizarse dos métodos:
- Método directo: el periodo de medición cubre la totalidad del intervalo de tiempo considerado.
Este método se debe utilizar cuando se desee la máxima precisión.
- Método por muestreo: varias mediciones se efectúan de manera aleatoria dentro del intervalo de
tiempo considerado. El nivel equivalente se calcula según la fórmula 1.2-4:

1 n L10Ai
LPAeq,T = 10 log10 ∑10 [dBA] [1.2-4]
n i=1
Siendo LAi el nivel de presión acústica ponderado A de la muestra i (i =1,2,...,n) y n, el
número de mediciones. LAi puede ser el nivel de presión acústica ponderado A instantáneo o,
preferentemente, el nivel sonoro continuo equivalente ponderado A, medido durante un corto
periodo de tiempo t, comprendido entre 1 y 15 minutos. La incertidumbre asociada al resultado es
función del número y duración de las mediciones.

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En dependencia de las características del ruido o de la norma que lo defina, del instrumento
del que se pueda disponer (integrador o no integrador) se establece un procedimiento para
obtenerlo. Más adelante, en la tabla 1.2-1, se ofrecen otras medidas de ruido relacionadas de
alguna manera con el nivel equivalente.
La Dosis porcentual de ruido (D) establece, con respecto a una referencia establecida por
las normas o leyes de cada país, el porciento de energía sonora absorbida por el personal que
trabaja en determinado puesto de trabajo. Este descriptor de exposición sonora puede medirse
directamente con un instrumento denominado dosímetro de ruido. Es posible obtener el nivel
sonoro continuo equivalente, para un tiempo determinado T, si se conoce la dosis de ruido E
(medida con el dosímetro), tal y como se muestra:

LAeqT = 10 log E − 10 log T + 94 [dBA] [1.2-5]

Definiéndose la Dosis porcentual de ruido como:

E
D= 100 (%) [1.2-6]
Eo
Donde Eo es la dosis de referencia (Eo=1,012 Pa2h, Pascal al cuadrado por hora),
correspondiente a un nivel sonoro equivalente de 85 dBA, para un tiempo de ocho horas (8h). Este
valor de Leq(8h)=85 dBA como promedio en una jornada laboral de 8 horas, es aceptado por muchos
países (incluyendo a Cuba), reflejándose en las normas y legislaciones al respecto. Otros países,
como Estados Unidos, todavía mantienen como tolerable para ambientes industriales, el valor de
Leq(8h)=90 dBA para 8 horas de trabajo.
A modo de ejemplo se exponen los valores obtenidos durante una jornada de 8 horas en una
2
planta de cemento. Allí se registró una dosis de ruido igual a 2,68 Pa h. Sustituyendo en la fórmula
[1.2-6] se obtiene una Dosis porcentual de Ruido igual al 265%. Es decir, una exposición que
sobrepasa en un 165% lo establecido como tolerable para ambientes industriales. Se requiere
protección efectiva y medidas de control.
A continuación, en la tabla 1.2-1, se exponen otros descriptores utilizados como criterios
para evaluar el impacto del ruido.

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Tabla 1.2-1. Otros descriptores de ruido.
Parámetro Fórmula Descripción
Consiste en el aumento de 10 dBA al nivel
Nivel 1 1
equivalente obtenido entre las 22.00 horas y
1 L1 L2
las 7.00 horas. Se basa en el nivel
sonoro LDN = 10 log10 (1010 ⋅ 15 + 1010 ⋅ 9 ) equivalente con T=24 horas, considerando el
promedio 24
aumento de la molestia en horas nocturnas:
día-noche
(LDN). [dBA] L1= LPAeq,7-22
L2= LPAeq,22-7+10
El descriptor considera dos términos, el
Nivel de primero es una medida del nivel equivalente y
contamina LNP = LPAeq,T + 2.56σ el segundo, expresa el aumento de la
ción molestia provocado por variaciones de los
niveles en el tiempo de medida.
acústica
(LNP). σ = S: Desviación típica del nivel instantáneo
[dBA]
durante el mismo período de medición.
Se determinan los niveles estadísticos L10 y
L90, que son los niveles que han sido
Índice de
TNI = 4(L10 − L90 ) + L90 − 30
excedidos durante el 10 y el 90% del tiempo
ruido de de medición respectivamente. Es posible
tráfico interpretar L10 como un promedio de los
(TNI). niveles máximos y L90 como un promedio del
[dBA] ruido de fondo. Este indicador se aplica en la
evaluación de los niveles de tráfico vehicular.
Es el nivel constante durante un tiempo de
referencia de un segundo, que tiene la misma
energía ponderada A que el ruido producido
durante un intervalo determinado. Es un nivel
sonoro continuo equivalente con un tiempo
de promediación igual a un segundo. Es

[ ] dt
aplicable para evaluar eventos sonoros de
Nivel de 1 t2 p A (t ) 2
exposición
sonora
SEL = 10 log 10
to ∫ t1 p ref
corta duración y muy útil cuando se trabaja
en ambientes con diferentes fuentes y
características de ruido.
(SEL).
to :Tiempo de referencia igual a 1 s.
[dBA] pA(t) : Presión instantánea ponderada A.
Pref :Presión de referencia igual a 20 × 10-6 Pa
t2-t1 : Intervalo de tiempo suficiente como para
incluir el ruido significativo.

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1.3 EMISIÓN, INMISIÓN Y EXPOSICIÓN
Emisión, inmisión y exposición al ruido son tres conceptos que por su significación y parecido
semántico podrían causar confusión a la hora de interpretarlos. Los tres se vinculan con el impacto
sonoro pero con alcance y objetos distintos. En la figura 1.3-1 se ilustran las características que
marcan la diferencia entre una y otra definición.

EMISIÓN
-Se relaciona con la máquina
o grupos de máquinas.
-Es independiente del
ambiente.
-Depende de las condiciones
de funcionamiento.
-Depende de la tecnología.

INMISIÓN
-Se relaciona con el
PT puesto de trabajo
(PT).
-Es resultado de la
operación real.
-Es la contribución de
todas las fuentes
sonoras en el PT.
-Su valor depende del
tiempo de inmisión.

EXPOSICIÓN
-Se relaciona con las
personas en un puesto
de trabajo fijo, o con
personas en
movimiento.
-Es resultado de la
operación real.
-Es la contribución de
todas las fuentes.
-Depende del tiempo
de exposición

Figura 1.3-1. Emisión, inmisión y exposición.

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EMISIÓN
Los valores de emisión se relacionan con el ruido aéreo radiado por una o varias fuentes
especificas. Entre los descriptores para la emisión se encuentran el nivel de potencia acústica (LWA
) , el nivel sonoro ponderado A (LPA ) y el nivel sonoro pico con ponderación C (LpC,pico) . El valor de
la emisión de ruido siempre es determinado a través de mediciones. En el caso de pretender medir
la emisión de ruido in situ será necesario verificar la corrección que se requiere debida al ruido de
fondo (ver en el Capítulo 3 un procedimiento a propósito). La tabla 1.3-1 brinda valores máximos
recomendados de ruido de fondo en función del tipo de ambiente. Un modelo para determinar la
emisión de ruido de una máquina se presenta más adelante en la tabla 1.4-1.

Tabla 1.3-1. Valores máximos recomendados de ruido de fondo, según ISO 11690-1.

Local LF (dBA)
Salas de conferencias 30~35
Aulas 30~40
Oficinas personales 30~40
Oficinas colectivas 35~45
Laboratorios industriales 35~50
Salas de control industriales 35~55
Lugares industriales de trabajo 65~70

Las características de las emisiones de ruido constituyen un indicador de la eficiencia en el


funcionamiento de las máquinas, un parámetro de diagnóstico y un posible agente agresor a la
salud de los trabajadores y la efectividad del trabajo.

INMISIÓN
La inmisión, por su parte, considera todos los ruidos que en determinado tiempo (T) llegan a
un punto interesante de medida, se encuentren o no personas. Además de considerar el ruido de
las máquinas, suma también el de otras fuentes posibles y el ruido reflejado por el piso, las
paredes, el techo o cualquier obstáculo.

EXPOSICIÓN
La exposición se asocia con todos los ruidos que llegan a los oídos de las personas durante
un tiempo T bajo condiciones reales de trabajo o descanso.
Es preciso establecer cuanto tiempo es admisible tolerar determinado nivel de exposición. La
fórmula [1.3-1] presentada por el Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional (NIOSH) de
Estados Unidos, permite estimar este importante factor, con una base de tiempo de 8 horas, con
vistas a los programas de Protección auditiva y de seguridad operacional.

480 (Minutos) [1.3-1]


T= ( LPA − 85 ) / 3
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LPA-Nivel de exposición del personal (dBA).

Sustituyendo el nivel de exposición sonora del personal en la fórmula 1.3-1, se obtiene el


tiempo tolerable de exposición, y tolerable no significa exento de sufrir daños. Es menester
destacar que para niveles sonoros iguales o superiores a los 115 dBA, no se recomienda
exponerse (sin protección adecuada) ni siquiera por escasos segundos.
Una técnica muy ilustrativa para dejar establecidos, en forma de imagen momentánea los
niveles de emisión, inmisión y exposición, es la utilización de mapas de ruido. Aunque los mapas
necesitan actualización periódica, al menos reflejan objetivamente la situación sonora de
determinado ambiente considerando el espacio, y si fuera preciso, también el tiempo ya que
pueden existir diferentes “imágenes” en función del comportamiento de las emisiones sonoras en
las horas y los días que se estén reflejando.

1.4 DECLARACIÓN DE EMISIÓN DE RUIDO


Para poder llevar adelante cualquier programa de control de ruido es preciso conocer los
valores de emisión de las máquinas, y si no fuera posible, una estimación razonable sería útil. En
algunas legislaciones, sobre todo de países desarrollados, se contempla la Declaración de Emisión
de Ruido (DER) como obligatoria para los suministradores de máquinas e instalaciones técnicas.
El comprador de una máquina puede (y debe) solicitar a los posibles suministradores, que
junto a la documentación técnica, se adjunte la Declaración de Emisión de Ruido (DER) de la
máquina. Este documento es la base para el pronóstico del impacto sonoro que provocará el nuevo
equipo y las medidas posibles a ejecutar, antes de que se instale. En la norma ISO 4871, se define
el método para verificar los valores de emisión de ruido dados por el fabricante en la declaración.
La emisión sonora declarada de una máquina puede no coincidir sensiblemente, en los
lugares de trabajo, con lo declarado debido a diferencias esenciales de las condiciones de las
pruebas. Aunque se plantea que los valores de emisión de ruido son características intrínsecas de
cada máquina; esto sólo es verdadero, por ejemplo, para el valor de potencia sonora (LWA) que es
un sello de identidad para cada máquina; no siendo así para el valor tan común de nivel de presión
sonora ponderado A (LpA) que puede variar en función de las condiciones del ensayo.
Los niveles sonoros de inmisión en los puestos de trabajo pueden ser de 5 a 15 dBA
mayores que los niveles sonoros declarados. Esto puede estar condicionado por la reverberación
del recinto, condiciones de trabajo distintas a las que se realizó la declaración, existencia de otras
máquinas cercanas, formas de montaje y efectividad del mantenimiento. Lo anterior determina que
sin que medie ningún cálculo o análisis de campo, se pueda afirmar que una máquina en un local
de trabajo no excederá los 85 dBA, siempre que el nivel sonoro enunciado en la declaración no
supere los 70 dBA.
En la tabla 1.4-1 se muestra un modelo de ficha de emisión de ruido que puede ser utilizada
tanto por proveedores como por personal técnico de planta. Estos datos pueden resultar prácticos
para la selección y comparación de máquinas; evaluación del nivel de reducción de ruido
alcanzado con alguna medida; predicción de los posibles niveles de inmisión de ruido en el local de
trabajo o evaluación por el comprador de la conformidad con los niveles de ruido especificados en
el contrato, la normativa o legislación aplicable.

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Tabla 1.4-1. Modelo de ficha de emisión de ruido de una máquina, basado en la ISO 11690-1.

FICHA DE EMISIÓN DE RUIDO


1 MÁQUINA: Ubicación: Fecha: / /
1.1 Tipo: 1.6 Potencia eléctrica nominal:
1.2 Modelo: 1.7 Velocidad nominal:
1.3 Fabricante: 1.8 Velocidad Máxima:
1.4 No. de la máquina: 1.9 Nivel de emisión declarado:
1.5 Año de fabricación:
Lp+F LF Corrección (Lc)

2 CORRECCIÓN POR RUIDO DE FONDO (1) dBA dBA dBA


(2) dBA dBA dBA
(3) dBA dBA dBA
3 VALORES MEDIDOS DE EMISIÓN DE RUIDO
Condiciones de funcionamiento
DESCRIPTORES DE EMISIÓN DE RUIDO DE
LA MÁQUINA Carga nominal Carga máxima En vacío
(1) (2) (3)
3.1 Nivel de presión acústica Ponderada A, en el
dBA dBA dBA
puesto de trabajo (PT), LpA
Nivel máximo de presión acústica a 1 m de la
3.2 superficie de la máquina y 1,60m sobre el suelo, dBA dBA dBA
LpA,1m,máx
Nivel de presión acústica pico con ponderación
3.3 dBC dBC dBC
C, sobre el puesto de trabajo, LpC,pico
NIVELES Lw o Lp EN BANDAS DE OCTAVA PARA CONDICIONES DE FUNCIONAMIENTO
Frecuencias centrales (Hertz) 31,5 63 125 250 500 1000 2000 4000 8000
4
LWA LPA en el PT

Corrección por Ruido de Fondo CRITERIO NR:


8
EVALUACIÓN Lpeq,T T
7 5
DE LA
6 EXPOSICIÓN dBA h
5 CORRECCIÓN POR:
Lc [dB]

4
Ruido tonal, impulsivo o de dBA
3.02 impacto (Lpeq,T,corr )
3 2.2 D T (h, min, s)
1.65 7 DOSIMETRÍA %
2 1.25
1 Referencia para 8 h: 85 dBA 90dBA
0.75 0.58 0.45
1 Observaciones:
0
2 3 4 5 6 7 8 9 10 Medido por:
(Lp+F - LF ) [dB]

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Se ofrecen en la tabla 1.4-2 ejemplos de rangos típicos de emisión de nivel sonoro para
ayudar en la tarea de evaluar las distintas posibilidades de emisión de ruido características de
diversas familias de máquinas. Documentos de la Organización Internacional de Normalización
(ISO) han declarado la necesidad de trabajar en la elaboración de una base de datos
internacional con los valores de ruido declarados por familias comparables de fuentes sonoras.

Tabla 1.4-2. Rangos típicos de niveles sonoros según el tipo de máquina.

Fuente Rango típico*


(dBA)
Equipos neumáticos 90-115
Escapes de aire a
90-105
presión
Ventiladores 80-100
Compresores 92-100
Motores eléctricos 75-100
Bombas 80-92
Máquinas herramientas 80-95
Transformadores 83-85
Turbogeneradores 95-105
* A 1 metro.

También resulta útil considerar las cotas típicas de nivel sonoro en función del incremento
de algún parámetro característico de diferentes grupos de máquinas. En la tabla 1.4-3 se tratan
algunos ejemplos de correlación entre el incremento de las toneladas de refrigeración o la
potencia de distintos equipos, con el nivel sonoro.

Tabla 1.4-3. Niveles sonoros típicos para algunos tipos de máquinas.


Nivel
Equipo Característica sonoro a 1
m (dBA)
Chillers con compresores 10-50 TR 89
reciprocantes 51-200 TR 94
100-300 TR 90
Chillers con compresores
500 TR 97
centrífugos
>500 TR 103
Válvulas de vapor de alta de
- 94
presión
1~2 hp 91
Compresores de aire 3~9 hp 94
10~75 hp 97
500~1500 hp 92
1501~5000 hp 95
Turbinas de vapor
5001~15000 hp 99
Calderas 50-2000 bhp * 88
*1bhp =33 479 Btu/h

Como casos específicos, pero muy frecuentes en prácticamente todas las obras civiles, se
encuentran los motores eléctricos y las bombas para trasegar fluidos. Es posible estimar,

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aproximadamente cuando no se cuanta con más datos ni posibilidad de medir, el nivel sonoro de
estos equipos si pudieran ser encasillados dentro de las condiciones expuestas en las tablas 1.4-
4 y 1.4-5.

Tabla 1.4-4. Nivel sonoro estimado de motores eléctricos.


Potencia del Motor (hp)
Tipo de protección Menor de 50 Mayor de 50
Nivel de Presión Sonora estimado a 1 m (dBA)
Con ventilador Lp = 15 +17 log hp + 15 log Lp = 27 +10 log hp + 15 log
totalmente encapsulado rpm rpm
Con protección contra Lp = 10 +17 log hp + 15 log Lp = 22 +10 log hp + 15 log
salpicaduras rpm rpm

Es prudente trabajar los resultados que se obtengan de estás tablas con la discreción y
desconfianza natural de los modelos aproximados donde no consideran una serie de variables
reales muy propias de cada situación en particular y que evidentemente no se manifiestan en las
fórmulas.

Tabla 1.4-5. Estimación del Nivel sonoro ponderado A para Bombas.


Potencia del Motor (hp)
Rango de
Menor de 100 Mayor de 100
velocidad (r.p.m)
Nivel de Presión Sonora estimado a 1 m (dBA)
3000-3600 69+10 log hp 82+3 log hp
1600-1800 72+10 log hp 86+3 log hp
1000-1500 67+10 log hp 81+3 log hp
450- 900 65+10 log hp 79+3 log hp

Resulta de vital importancia la estimación de la inmisión del ruido en los puestos de trabajo.
Para esto se necesita conocer los niveles de presión acústica, ya sean medidos, declarados o
estimados. Estos aspectos pueden ser trabajados con mayor efectividad en las etapas del
proyecto de la edificación o las naves donde se ubicarán las máquinas. La verificación de la
inmisión se aconseja sea realizada estableciendo un procedimiento acordado entre suministrador
y comprador. Cuando se están verificando los valores declarados resulta esencial que las
condiciones de montaje y operación sean idénticas a las especificadas por el suministrador.

M.Sc. Ing. Luis Felipe Sexto 11 felipe@ceim.cujae.edu.cu


1.5 PROGRAMA DE CONTROL DE RUIDO (PCR)
Lograr implantar un Programa de Control de Ruido no es tarea de un día. Tiene mucha
relación el éxito con la sensibilización de los directivos y el personal de ingeniería. Se precisa de la
formación técnica para enfrentar los retos, además de estar conscientes de los daños que
ocasiona la contaminación por ruido.
En un programa de este tipo, que forma parte de la inversión en prevención que realiza
cualquier empresa, necesariamente tiene que ser participativo. La colaboración interdepartamental
es necesaria para alcanzar resultados. Se trata de un proyecto para que participen los directivos
(sin estos la probabilidad de fracaso es casi segura), protección e higiene del trabajo,
mantenimiento, planificación, producción, el cuerpo técnico en su conjunto, el sindicato y todos los
trabajadores afectados.

Un programa de Control de Ruido deberá reflejar, preferentemente, lo siguiente:

• Identificación de las fuentes sonoras principales y la influencia relativa sobre el campo


sonoro.
• Si los niveles sonoros de las distintas áreas exceden los límites especificados por la
legislación (o normativas) al respecto.
• La emisión de cada fuente en las condiciones de operación características, la inmisión en
los puestos de trabajo y la exposición del correspondiente personal.

Para cada área ruidosa se debe:


• Definir los objetivos deseados (o necesarios) en relación con el ruido.
• Disponer de un programa para ejecutar acciones de control para cada fuente.
• Disponer de los medios de protección adecuados (si fuera necesario).
• Determinar la reducción alcanzable (técnica y financieramente) en cada área o puesto de
trabajo.
• Supervisar el cumplimiento del Programa.
• Corregir las desviaciones que ocurran.

La ejecución del PCR lleva implícito el desarrollo simultáneo de tres líneas principales de
trabajo. Estas se representan en la figura 1.5-1. Nótese como la formación y motivación del
personal constituye la “piedra angular” de la efectividad del Programa. El control técnico,
administrativo y legislativo resultan de vital importancia, pues son precisamente estos aspectos, los
que establecen las pautas para el enfrentamiento al ruido y reflejan la posición de las empresas, y
de la sociedad, en relación con el omnipresente contaminante. La orientación hacia la prevención
de la pérdida auditiva es fundamental, debido a que en ambientes de ruido industrial la hipoacusia
profesional es el efecto, atribuible al ruido, que con mayor transparencia se manifiesta y puede
probarse. Por ello, la protección auditiva y el seguimiento audiométrico resultan imprescindibles.

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Formación y
motivación
del personal

Control Técnico, Protección auditiva


administrativo y PCR y seguimiento
legislativo audiométrico

Figura 1.5-1. Los tres frentes de un Programa de Control de Ruido.

Antes o después de concebir un Programa de Control de Ruido se puede dar respuesta a la


lista de chequeo sugerida en la tabla 1.6-1. Cada uno de los aspectos respondidos de forma
negativa deberá ser objeto de ejecución, redefinición o corrección. El programa debe ser dinámico,
es decir, constantemente debe redefinirse y prever el mantenimiento de lo ya alcanzado.

Tabla 1.5-1. Chequeo de la estrategia de control de ruido.


Aspecto a verificar SÍ NO
1 ¿Se establecieron los objetivos y criterios a considerar?
2 ¿Se diseñó y previó la ejecución del estudio del ruido?
3 ¿Las fuentes de ruido principales están identificadas?
4 ¿Existe la documentación de emisión de ruido de las fuentes?
5 ¿Se determinó la inmisión en los puestos de trabajo?
6 ¿Se conoce el nivel de exposición al ruido del personal en áreas de riesgo?
7 ¿Existe un programa de mantenimiento?
8 ¿Se cumple admisiblemente el programa de mantenimiento?
9 ¿La formación para el programa de control de ruido incluye a los directivos, técnicos
y trabajadores afectados?
10 ¿Las soluciones para el control de ruido están documentadas y archivadas?
11 ¿Se cumple el cronograma de aplicación de medidas?
12 ¿Se han considerado medidas de control de ruido en la fuente?
13 ¿Se han considerado medidas de control de ruido en el camino de propagación?
14 ¿Se han considerado medidas de control de ruido en el receptor?
15 ¿Se verifica el cumplimiento y efectividad de las medidas aprobadas para alcanzar
los objetivos del programa?
16 ¿El programa cumple con el ciclo Deming de calidad (planear, hacer, chequear y
actuar sobre las desviaciones)?

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1.6 MANTENIMIENTO Y ECOCONCEPCIÓN
Aunque el ruido inherente a las fuentes sonoras resulta la causa raíz de los problemas
acústicos no intencionados en instalaciones técnicas, se reconoce al deficiente mantenimiento
entre los agravantes principales que provocan incrementos del ruido en ambientes industriales.
Generalmente, la falta de conocimientos acerca de la generación y control de fenómenos acústicos
trae consigo la insuficiencia en el diseño, la selección, la instalación, la ubicación y el
mantenimiento de las máquinas. Esto provoca, como uno de los tantos efectos inmediatos, el
incremento de la contaminación y los problemas generados por el ruido. Tales efectos ocurren
independientemente de los problemas de raíz que se manifiestan precisamente, como reflejo del
deterioro, con incrementos en los niveles sonoros.
Los entornos industriales son importantes emisores de sonidos excesivos debido a la gran
cantidad de fuentes generadoras de ruido que poseen. Por tal razón, es incuestionable que el
mantenimiento de planta tiene una singular implicación en la disminución (o incremento) de los
niveles de ruido inherentes.
Las máquinas incrementan sus niveles de emisión sonora cuando existe un mantenimiento
deficiente. Y expresiones de esto son: una mala lubricación, conjuntos desalineados, rotores
desbalanceados, montajes defectuosos, soluciones impropias en la ubicación de las fuentes,
aislamiento de vibraciones insuficiente (o inexistente), solturas mecánicas, descuidos en los
ajustes… De forma general todos los defectos que generan vibraciones excesivas incrementan los
niveles de ruido y pueden asociarse con pérdidas energéticas, deficiente funcionamiento y
desarrollo de defectos.
Se recomienda, siempre que sea posible, buscar alternativas a los procesos industriales
ruidosos. Por ejemplo, la norma ISO 11690-2 propone algunos ejemplos de sustitución de
procesos por otros de menor ruido. Algunos de ellos se presentan en la tabla 1.6-1.

Tabla 1.6-1. Comparación de procesos de alto y bajo ruido, según ISO 11690-2.

PROCESOS DE ALTO RUIDO PROCESOS DE BAJO RUIDO


Remachado por golpes Remachado por compresión
Movimiento por aire comprimido o motor
Movimiento por electricidad
de combustión interna
Corte por choques, troquelado Corte con rayo láser
Soldadura convencional TIG/TAG Soldadura por arco protegida TIG/TAG
Fijación por remaches Fijación por presión
Conformación por golpes Prensado hidráulico
Soldadura por puntos Soldadura continua

Particularmente importante resulta la acción sobre los problemas de propagación de


vibraciones y ruido en edificaciones y estructuras industriales. Y lo es, porque en una medida más
allá de lo que podría desearse, están asociadas con el incorrecto aislamiento acústico de las
instalaciones técnicas, fundamentalmente por el incumplimiento de recomendaciones de la
acústica arquitectónica, por deficiencias de montaje relacionadas con la no previsión del impacto
sonoro de las tecnologías que se adquieren y por deficiente mantenimiento de las mismas.

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El mantenimiento en la industria tiende (y es una exigencia) hacia la ecoconcepción. Es
decir, orienta sus objetivos a considerar la protección del medio ambiente de manera
explícitamente declarada. Evidencia natural de un mantenimiento eficaz orientado hacia la gestión
medioambiental y la eficiencia energética. Este enfoque preventivo de los problemas
medioambientales caracteriza una visión global del ciclo de vida de los procesos, productos y
servicios que se prestan. En la actualidad surge, con fuerza, la declaración medioambiental (no
obligatoria, por ahora, pero tácitamente obligatoria). El etiquetado medioambiental (o
reconocimiento de la declaración) es una demostración del trabajo realizado en la gestión
ambiental, reconocido por una entidad independiente y autorizada.
Aunque en la práctica el alcance de las actividades de un departamento de mantenimiento
pueda verse determinado por las diferencias entre las empresas, la cultura de trabajo, el tamaño, la
ubicación, el nivel de competencia, etc; no deja de ser una obligación contemporánea y tácita la
eliminación de contaminantes y la protección del medio ambiente. Y en esto influye demasiado la
cultura de trabajo y el conocimiento e interés en las labores. Sobran los malos ejemplos donde
reina la política del no mantenimiento. Y lo anterior trae consigo, precisamente, todos los efectos
que se quisieran evitar.
El mantenimiento a los elementos o dispositivos de control de ruido (encapsulamientos,
pantallas, calzos antivibratorios, protectores, silenciadores, juntas, paneles absorbentes, medidores
de nivel sonoro, etc.) resulta fundamental en aras de lograr coherencia y efectividad en cualquier
programa de control de ruido.

1.7 PROTECTORES AUDITIVOS


Los protectores auditivos son dispositivos de singular importancia en el control pasivo de
ruido, que actúan como medida de control en el receptor. Ellos garantizan (cuando la selección es
correcta), la atenuación necesaria que asegura la disminución de la exposición efectiva al ruido. Se
requerirá de oficio el uso de protectores auditivos cuando el nivel de exposición al ruido supere los
85 dBA (90 dBA en algunos países) de nivel sonoro continuo equivalente durante una jornada de
ocho horas. Este valor de referencia tolerable variará según se extienda o reduzca la jornada de
trabajo y el nivel de exposición. No obstante, es preciso considerar que puede ser útil la protección
en presencia de ruidos con niveles inferiores a lo tolerable industrialmente ya que el riesgo de daño
auditivo comienza a ser importante a partir de los 75 dBA en ocho horas, según los resultados de
una investigación realizada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), en
la década del setenta del siglo pasado.
Es común la selección de dispositivos de protección auditiva sin considerar, seriamente, si
realmente el modelo que se trabaja es capaz de asegurar la mejor protección. Es preciso realizar
un estudio previo de las características del ambiente sonoro para el cual se busca el resguardo
más efectivo. El ingeniero de planta debe velar por la calidad del medio de protección auditiva.
Para ello, deberá considerar la información del fabricante (o suministrador), combinada con los
criterios que se exponen en este acápite. Existen dos tipos de protectores auditivos pasivos, los
tapones intraaurales y las orejeras o copas perimetrales.
Los tapones auditivos son protectores diseñados para ser ajustados en la parte externa del
conducto auditivo y permanecer en esta posición sin ningún dispositivo de fijación externo. Es
importante que queden bien ajustados y situados, ya que la más ligera filtración disminuye la

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atenuación del ruido incluso hasta 15 dB para algunas frecuencias. Por lo que ajustarán con una
presión determinada. Estos elementos se construyen en general de material no poroso y flexible,
que no produzcan daños o trastornos en el conducto auditivo. Generalmente son fabricados de
plástico, goma, material orgánico, algodón parafinado o neopreno. El algodón insertado en el oído
haciendo de tapón es de muy bajas propiedades atenuantes, de 4 a 15 dB, con lo cual se procura
poca o prácticamente ninguna protección.
Las orejeras por su parte son una especie de ventosas de material ligero y llenas de un
material absorbente del sonido. Los mismos cubren la parte externa del oído para propiciar una
barrera acústica. Sus propiedades para la disminución del ruido varían según el modelo. Es
importante que tengan un cierre de material blando para que se adapten bien a la forma de la
cabeza. Por medio de un aro flexible que une a las orejeras se logra la presión suficiente que debe
garantizar el aislamiento. Por encima de 1000 Hz, ellos proporcionan casi la misma protección que
los tapones. Con frecuencia por debajo de los 1000 Hz, las orejeras correctamente seleccionadas
procuran más protección que los tapones. En frecuencias elevadas, disminuye de 30 a 35 dB el
ruido, unos 5 dB más que los tapones, al menos en teoría.
Los cascos antirruidos son similares a las orejeras, pero cubren parte de la cabeza, además
del pabellón externo del oído. Son corrientemente utilizados no sólo para la protección del oído,
sino que combinan esta función con la de protección de la cabeza, contra los traumatismos y el
frío. Se hacen de diferentes medidas y son los más caros. Su acción no parece mejorar la
efectividad de las orejeras, por lo que su uso exclusivamente para la protección auditiva no tiene
gran significación.
En la figura 1.7-1 pueden observarse las características de atenuación de los distintos
protectores en función de la frecuencia. Se manifiesta la ostensible diferencia que puede haber
entre la atenuación teórica y la práctica. También la potencialidad de los protectores de atenuar
con mayor efectividad las altas frecuencias del rango audible, especialmente en el rango crítico
para la audición que se encuentra entre 1 y 6 kHz.

Atenuación para diferentes tipos y


combinaciones de protectores auditivos
0
5
10
15
20
Atenuación [dB]

25
30
35
40
45
50
55
60
63 125 250 500 1000 2000 4000 6000 8000
Orejeras
[Hz]
Tapones
Orejeras+Tapones
A dición teórica Orejeras + Tapones
A lgodón

Figura 1.7-1. Curvas de atenuación típicas según el tipo de protector auditivo

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Para seleccionar el protector auditivo adecuado para un ambiente sonoro particular, hay que
determinar primeramente cual es el nivel de ruido efectivo (LPA*) que el personal expuesto
soportaría utilizando dichos protectores. Para ello se precisa realizar una medición de ruido en
bandas de octavas y contar con algunos datos del protector, proporcionados por el fabricante,
para cada una de las frecuencias medidas.
El procedimiento que considera la atenuación para cada una de las frecuencias centrales de
las bandas de octava normalizadas, en esencia, consta de los siguientes pasos:
1- Determinar los niveles de ruido por bandas de octava, en el ambiente de trabajo.
2- Determinar el Valor de Protección Asumida (APVf) a partir de los valores de protección
media y desviación típica, para cada frecuencia central en bandas de octavas. Estos
datos los suministra el fabricante. El valor APVf se obtiene según la fórmula 1.7.1.
APVf=mf -αSf [dB] [1.7.1]
Dónde:
mf - Atenuación media en cada banda de octava normalizada (dB).
α- Valor que depende del porcentaje de protección (x). Se acostumbra a utilizar el valor
α=1, que corresponde con el 84% de la población protegida presumiblemente, ver tabla
1.7-1.
x - Porcentaje de protección: es la cantidad de situaciones expresadas en % donde el nivel
de ruido efectivo estimado es inferior o igual al valor calculado de atenuación pronosticada.
Tabla 1.7-1. Valores de α para diferentes porcentajes de protección.

X% α
75 0,67
80 0,84
84 1,00
85 1,04
90 1,28
95 1,64
98 2.00

Sf – Desviación típica en cada banda de octava normalizada (dB).

3- Determinar el nivel efectivo total (LPA*) según la fórmula 1.7-2.


8000 L f + A f − APV f
LPA* = 10 log10 ∑ (10
f = 63
10
) [dBA*] [1.7-2]

Dónde:
Lf - nivel de ruido en cada banda normalizada.
Af - Valor de corrección según la curva A para cada frecuencia central normalizada en
bandas de octava (ver valores de corrección en la tabla 1.7-2).

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Tabla 1.7-2. Correcciones en función de la frecuencia, según la curva de ponderación A.

Frecuencia Curva A
central [Hz] [dB]
63* −26,2
125 −16,1
250 −8,6
500 −3,2
1000 0,0
2000 1,2
4000 1,0
8000 −1,1
*Opcional.

Este procedimiento de selección puede aplicarse en todos los puntos de inmisión donde se
encuentre expuesto el personal cotidianamente. Otros procedimientos utilizados para la selección
de protectores se comentan seguidamente, pero el lector debe considerar que el método basado
en el conocimiento de la distribución del ruido en bandas de octava es, comparativamente, el más
exacto. Con los diferentes valores de nivel de ruido efectivo (uno por punto de inmisión) se puede
calcular el nivel sonoro continuo equivalente al que se expone el personal con protección. Ahora
bien, si un protector es utilizado durante el 50 % del tiempo de exposición, su protección efectiva
se reduce a 3 dBA. Por ejemplo, si una persona estuviera expuesta a un nivel sonoro continuo
equivalente de 95 dBA durante una jornada de ocho horas, y utilizara el protector auditivo sólo
durante cuatro horas, puede considerarse que estuvo expuesta durante toda la jornada a un nivel
equivalente de 92 dBA (¡!). Naturalmente, esto no resulta válido para los intervalos de tiempo
donde el nivel sonoro no represente un riesgo para la salud auditiva del personal, ya que sería
posible prescindir del protector sin riesgo alguno.

1.8 PANTALLAS Y ENCAPSULAMIENTOS


Las pantallas y encapsulamientos constituyen posibles soluciones de control de ruido que
actúan en el camino de propagación. Las pantallas acústicas, generalmente se diseñan utilizando
láminas de acero, madera, vidrio o plástico. Se recomienda recubrirlas con algún material
absorbente por la cara que queda hacia la fuente sonora. Normalmente, pueden obtenerse
reducciones del nivel sonoro, ponderado A, de hasta 10 dBA. El efecto de una pantalla es poco
significativo para las frecuencias, cuya longitud de onda supere el ancho, o la altura, de la pantalla.
Por tal razón, se precisa de un estudio en frecuencias antes de decidir construir un artefacto de
este tipo (pese a no ser difícil su fabricación, si no se considera lo anterior, la mitigación podría
resultar despreciable).
Las pantallas se emplean con preferencia en la proximidad de máquinas pequeñas cuya
emisión acústica sea elevada. También, para separar en un local las áreas ruidosas del resto o
para proteger a operarios que trabajan en puestos cercanos a fuentes de ruido. La eficacia de una
pantalla se condiciona en gran medida a la distancia de la fuente de ruido. La norma ISO 11821
brinda los métodos para verificar in situ la eficacia de una pantalla móvil.

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Figura 1.8-1. Esquema de una pantalla.

Una pantalla es más eficaz cuando dominan las altas frecuencias. Para las bajas frecuencias
es más difícil realizar la protección de pantalla ya que en este caso la longitud de onda es grande
en comparación con las dimensiones de la pantalla y entra en juego la difracción de los rayos
sonoros.
Los encapsulamientos como su nombre indica, consisten en “encerrar” a la fuente sonora
para reducir la propagación del ruido que emiten. De manera general, se consiguen reducciones
entre 10 y 25 dBA para encapsulados de una sola capa con revestimiento absorbente. Se logran
reducciones de más de 25 dBA para encapsulamientos con doble pared y revestimiento acústico
absorbente. Vale agregar que la efectividad de un encapsulado, o de una pantalla, depende de la
característica frecuencial de la señal sonora. En la tabla 1.8-1 se muestran ejemplos de fuentes de
ruido comunes y su rango típico de frecuencias con mayor energía sonora. Esto resulta útil a la
hora de determinar las dimensiones y los materiales para elaborar con efectividad las pantallas y
encapsulamientos o, también, para seleccionar un tipo de protector auditivo de acuerdo al tipo de
fuente existente en el puesto de trabajo o cercano a él. Ayuda también a caracterizar con mayor
profundidad las fuentes sonoras existentes.
Para evitar la propagación de vibraciones en los encapsulamientos es menester dotarlos de
calzos antivibratorios en la base. Las puertas, registros y ventanas, previstas para las labores de
mantenimiento deben ser hermetizadas cuidadosamente después de realizados los trabajos. La
más pequeña ranura puede afectar sensiblemente el aislamiento, sobre todo si hay presencia de
altas frecuencias.

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Tabla 1.8-1. Rango típico aproximado de frecuencias con mayor nivel sonoro según las fuentes.
Rango típico
Fuente
(Hz)
Ventiladores centrífugos ~250
Ventiladores (general) 125-1000
Válvulas de presión 500-4000
Escapes de vapor 1000-4000
Cajas de engranajes 375-2000
Hornos (combustión) 90-500
Hornos (aspiración de aire) 500-4000
Difusores y rejillas 1000 o superior.
Compresores centrífugos 375-4000
Compresores reciprocantes 125-500
Bombas ~1000
Motores eléctricos 375-3000

El ejemplo que se muestra en la figura 1.8-2 es característico de un encapsulamiento con


doble pared y revestimiento acústico absorbente. Reflejan los resultados obtenidos con el
encapsulamiento de una turbina de gas. El encapsulamiento fue realizado con doble chapa de
acero de 1,5 mm y una distancia entre chapas de 100 mm. La cavidad fue rellenada con fibra de
vidrio (material absorbedor). La chapa interior presentaba el 38 % de su área con perforaciones
para facilitar una mejor absorción. Tal y como puede observarse, la reducción del nivel sonoro es
muy significativo sobre todo para las altas frecuencias del rango mostrado.

Figura 1.8-2. Efectividad del encapsulamiento en una turbina de gas.

En el caso de pretender convertir salas de máquinas en encapsulamientos propiamente,


aprovechando las propias paredes, será importante considerar el material que se empleará
(hormigón, ladrillos, bloques). Tal y como sugiere la figura 1.8-3 para igual capacidad aislante se

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requieren diferentes espesores. Muchas paredes tienen coincidencia en el comportamiento
aislante hasta aproximadamente los 100 Hz. Para frecuencias superiores la capacidad de aislar
aumenta proporcionalmente con el espesor y la densidad. Esto también es válido para cabinas u
oficinas dentro de las áreas técnicas (encapsulamiento del receptor).

Figura 1.8-3. Variación del espesor de las paredes para igual atenuación.

La condición básica de una pared separadora es que sea lo más pesada posible para que no
pueda ser excitada fácilmente por las vibraciones o el ruido aéreo. Si no es posible utilizar
materiales pesados entonces deben utilizarse los tabiques o paneles múltiples.
Cuando se trata del aislamiento con paneles ligeros, como los empleados usualmente para
separar oficinas o habitaciones de hoteles y hospitales, se precisa considerar la distancia entre
paneles ya que esta mientras mayor sea, más aislamiento proporcionará (debido al aumento del
volumen de la capa de aire intermedia). El aislamiento puede incrementarse todavía más si se
coloca en la holgura entre los paneles separadores, un material absorbente como por ejemplo fibra
de vidrio o lana mineral. Para obtener el mayor aislamiento los paneles deben estar completamente
desligados uno del otro, montados sobre marcos independientes. Se trata de eliminar en lo que se
pueda la formación de “puentes” que sirvan a la propagación de vibraciones. Si la conexión fuera
inevitable, entonces el mayor aislamiento se obtiene si las uniones son pequeñas, pocas y lo más
elásticas posible.

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1.9 OTRAS MEDIDAS BÁSICAS DE CONTROL DE RUIDO
Todas las máquinas, conductos y tuberías en activo vibran y por tanto trasmiten oscilaciones
a la estructuras sobre las que descansan (pisos, paredes, tuberías...). Una parte del ruido
estructural (vibraciones) se convierte, por radiación, en ruido aéreo. De manera que el correcto
aislamiento de las vibraciones es una forma de atenuar los niveles de ruido en el camino de
propagación, que es capaz de generar una o varias fuentes de ruido. Generalmente, para reducir la
transmisión de vibraciones de la máquina a la base o viceversa, se pueden aplicar las siguientes
acciones (debidamente explicadas en la bibliografía existente al respecto):
• Montaje de la máquina sobre calzos antivibratorios (ello implica el cálculo y selección de
dichos calzos).
• Preparación de una base adecuada en cuanto a masa y rigidez.
• Utilizar juntas flexibles en los sistemas de tuberías o el encapsulamiento de tuberías,
siempre que sea posible.

Las tuberías y conductos de ventilación y climatización, como vehículo idóneo para la


propagación de vibraciones, constituyen un objetivo principal en la ejecución de medidas de control
de ruido. Una solución para evitar o atenuar la propagación de las vibraciones a través de tuberías
se representa en la figura 1.9-1 donde se emplean los colgantes de resorte o de tira de goma
como alternativa preferible al colgante rígido tan extendido en la práctica industrial.

Figura 1.9-1. Aislamiento de tuberías utilizando colgantes de resorte y tira de goma.

Con la introducción de tramos con elementos flexibles en tuberías y conductos de


climatización se logra mitigar la transmisión de vibraciones a las estructuras más rígidas De igual
forma la aplicación de acoplamientos flexibles entre máquinas o trenes de máquinas contribuye a
la disminución del incremento del nivel de vibraciones y ruido causado por desalineamiento,
aunque en este caso no elimina las fuerzas que surgen y provocan el deterioro del equipo.

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Particularmente, la alineación es una actividad proactiva de mantenimiento que favorece en
muchos aspectos la salud de la máquina y del medio ambiente y que no debe soslayarse aunque
se cuente con acoplamientos flexibles.
En el caso del aislamiento de máquinas y estructuras empleando calzos antivibratorios, se
pretende impedir que las vibraciones de una máquina pasen al suelo y se propaguen, o visto desde
otro punto, evitar que las vibraciones de otros equipos no se trasmitan a alguna máquina sensible.
El aislamiento es más efectivo cuando la estructura sobre la que descansa la máquina (y a la cual
se quiere evitar pasen las vibraciones), tiene suficiente masa y rigidez, para evitar, en un caso, las
resonancias, y en otro las deformaciones indeseables.

La figura 1.9-2, muestra el grado de transmisión de las vibraciones de una fuente de ruido
(por ejemplo una máquina) con relación a la frecuencia de excitación f (a aislar) y la frecuencia
natural del sistema fo (inherente a la máquina sobre sus calzos), empleando calzos con diferente
amortiguación. Obsérvese que el comportamiento aislante es muy favorable cuando la frecuencia a
aislar (f) es, como mínimo, 10 veces la frecuencia natural del sistema máquina-calzos, para calzos
con bajo amortiguamiento interno.
En la práctica, muchas veces, es posible emplear un modelo masa (máquina y,
eventualmente, una placa base unida a ella rígidamente) y resorte (calzo) de un solo grado de
libertad. Se evidencia que, cuando f<fo no hay aislamiento (trasmisibilidad igual a 1); cuando f=fo
ocurre la resonancia en la máquina, incrementándose la amplitud de las vibraciones y por tanto
aumentando la trasmisibilidad de las vibraciones a la fundación. Cuando f>>fo se obtienen los
mejores resultados en el aislamiento, utilizando calzos con baja amortiguación interna. De aquí se
deduce que los materiales con alta amortiguación interna no mejoran sensiblemente el aislamiento.
Sin embargo, pueden resultar muy útiles para reducir la amplitud de las vibraciones en caso de
resonancias u otras vibraciones indeseadas.

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Figura 1.9-2. Trasmisibilidad de las vibraciones.

Como elemento importante, vale hacer notar que el rango fundamental de resonancia de los
órganos del cuerpo humano se encuentra alrededor de los 5 Hertz y entre los 12 y los 30 Hertz, en
dependencia de las características de la vibración y de la forma que la recibe el que se expone
(vibraciones verticales u horizontales).
Otra medida de mitigación del ruido se asocia con el empleo de silenciadores. Estos pueden
ser de absorción o disipativos (revestimiento poroso) y de reflexión o reactivos (variaciones bruscas
de sección). Generalmente, es posible alcanzar con ellos reducciones del nivel de ruido entre 10
dB y 20 dB. Los silenciadores están concebidos para disminuir el ruido a través de las salidas,
escapes, aberturas. Los de absorción generalmente se aplican más a las fuentes encapsuladas
donde se garantice la toma de aire y evacuación del calor sin afectar el encapsulamiento y donde
predominen los ruidos de banda ancha. Usualmente se adhiere material poroso a las paredes de
los propios conductos Los silenciadores reactivos, por su parte, presentan su mejor aplicación
donde existan bajas frecuencias. Por ello un ejemplo típico de utilización es los silenciadores para
el escape de gases de combustión en los motores de combustión interna. En la práctica suelen
emplearse en combinación. El poder de absorción de los silenciadores es dependiente de las
frecuencias que se quieran mitigar. Por ello resultará vital conocer el contenido en frecuencias del
ambiente sonoro donde se pretendan aplicar.

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DEL AUTOR
Graduado de Diseñador Mecánico (1992) y de Ingeniero Mecánico (1998), en el Instituto
Superior Politécnico “José Antonio Echeverría” (CUJAE) de La Habana. Master en Ingeniería del
Mantenimiento Mecánico (CUJAE, 2003). Ha desarrollado investigaciones y trabajos de asistencia
técnica vinculados con el desarrollo y aplicación de tecnologías de mantenimiento, y temas
vinculados, en empresas fundamentalmente pertenecientes a los ministerios de la Industria Básica,
la Alimentación y el Turismo. Ha realizado trabajos de consultoría en la gestión de los servicios
técnicos de la cadena hotelera dominicana Sol de Plata. Ha participado como ponente en varios
congresos nacionales e internacionales. Sus trabajos se han expuestos en países como Perú,
Bolivia, Argentina, República Dominicana y México. Las temáticas principales de investigación se
asocian a la contaminación acústica, el diagnóstico por vibraciones de máquinas rotatorias y los
sistemas de calidad.
Colabora asiduamente con revistas y sitios web nacionales e internacionales. Tiene
publicados varios artículos y notas de divulgación científico-técnica, autor de dos libros inéditos
acerca del ruido. Es profesor y especialista del Centro de Estudio Innovación y Mantenimiento,
perteneciente a la CUJAE. Es miembro de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la
Construcción de Cuba (UNAICC); de la Sociedad de Ingenieros Mecánicos, Eléctricos e
Industriales (SIMEI). Forma parte del Comité Técnico Nacional de Mantenimiento de la UNAICC y
es uno de los fundadores del Comité Técnico Nacional de Normalización No. 98, Vibraciones y
Acústica, perteneciente a la Oficina Nacional de Normalización. Forma parte del equipo de trabajo
que recibió premio de La Academia de Ciencias de Cuba 2001. Fue nombrado, en junio de 2002,
Coordinador Regional de Cuba ante el Comité Panamericano de Ingeniería de Mantenimiento
(COPIMAN), perteneciente a la Unión Panamericana de Asociaciones de Ingenieros (UPADI).

M.Sc. Ing. Luis Felipe Sexto 25 felipe@ceim.cujae.edu.cu

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