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ESTACIONES DE NUESTRA FE

Coplitas de la Ascensión
“Y después de resucitado,
durante cuarenta días estuvo con ellos
hablándoles del reino de Dios “
Libro de Hechos 1.3
 
Cuando el Señor ascendió no quiso dejarnos solos.
Al contrario, como el sol, puede estar siempre, con todos.
 
Él volvió al Padre del cielo porque había descendido
viviendo aquí en este suelo como todo el que ha nacido.
 
Viviendo entre los humanos mostró la vida del cielo
siendo del dolor consuelo, y de todos el hermano.
 
Todo Dios y todo hombre fue el Señor aquí en la tierra
y hoy que ni el cielo lo encierra está sobre todo nombre.
 
Dejó este suelo Jesús y anunció que volvería
¿qué pensarás de esto Tú , que hoy sientes Su compañía?
 
Misterio para la mente es este estar y no estar
¡que el Señor siempre presente anuncie que volverá!
 
Dice Pablo que a la diestra del Padre rogando está
Así hace suya la nuestra carencia y necesidad.
 
Él intercede por todos los que ruegan en Su nombre
¡por eso, de ningún modo mediador precisa el hombre!
 
Que no es el cielo un lugar donde hoy habite Jesús
¡que no existe ningún velo que interrumpa esa  su luz!
 
Más bien es cielo en esencia toda ocasión o lugar
donde su Santa Presencia los transforme en celestial.
 
Ah! ¿qué sabemos del cielo que no sea este Jesús
hombre entre los hombres pleno y de Dios la plenitud?
 
Cuando el Señor ascendió no fue por dejarnos solos
Fue para estar ,como el sol, en todo lugar, con todos.
 
Gloria sea al Padre y al Hijo y al Espíritu también,
ausente y por ser divino siempre presente a la vez.
 
Domingo Ferrari, 1999
neldof@adinet.com.uy

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