Está en la página 1de 29

DERECHO PROCESAL I (Teoría General del Proceso)

Generalidad: El Derecho Positivo está compuesto por normas sustanciales contenidas en los códigos de fondo (civil,
penal, etc.)y por normas procesales que generalmente se encuentran en los códigos de rito o procesales.
Ante la violación del orden jurídico por incumplimiento de una orden sustancial, cabe la posibilidad de resolver la
controversia con o sin intervención judicial. Si la controversia se resuelve sin intervención, se llama recomposición
espontánea o directa, si debe intervenir la justicia se llama realización indirecta del derecho.
Hay situaciones que no se pueden resolver sin intervención del juez, como por ejemplo los delitos de acción pública,
divorcios (no hay divorcio hasta que no lo determine el juez), etc.
Concepto: Es el conjunto de principios y normas jurídicas que regulan la actividad judicial del estado y de los
particulares en la realización indirecta del derecho.
Objeto de estudio: Su objeto de estudio está compuesto por el análisis del derecho positivo contenido en las leyes
(constitución nacional y provincial, códigos de fondo, forma, etc.) y de los principios y reglas que hacen a los sistemas
procesales (bilateralidad, indemnización, lealtad, buena fe procesal, etc.)
El estudio de esta disciplina puede realizarse desde un punto de vista estático y dinámico.
El estático comprende el análisis de las reglas contenidas en las Constituciones, leyes orgánicas del poder judicial y
acuerdos de los Tribunales Superiores. La faz dinámica se ocupa de la actividad que desarrollan los sujetos
procesales en el trámite judicial y que varía según la materia y el sistema.
Por otra parte, puede conocerse esta ciencia por su aspecto subjetivo-objetivo. El primero analiza la actuación de los
sujetos según su posición en la litis, precisando sus deberes, facultades y cargas. El objetivo atiende a cuestiones
formales (circunstancias de lugar, tiempo y modo).
Contenido del derecho procesal: En ello existe acuerdo doctrinario en asignarle el siguiente:
1- Estudio de las reglas de organización y atribución de competencia del poder judicial (estructura de los
órganos judiciales, poderes y deberes de sus integrantes, garantías e incompatibilidades de jueces y auxiliares,
reglas de jurisdicción y competencia, organización del Ministerio Público).
2- Análisis del régimen jurídico aplicable a los sujetos procesales (Facultades, deberes y cargas del juez, las
partes, sus representantes y apoderados, como así también de terceros participantes y extraños al pleito).
3- Estudio de los requisitos y formalidades que deben reunir los actos procesales (circunstancias del actuar,
tiempo y modo de la actuación judicial, orden y etapas del trámite procesal).
Caracteres:
a) Es público en virtud de la regla de la oficialidad: Es ejercido por el Poder Judicial y persigue fines públicos.
b) Realizador porque está dirigido a la efectiva realización del derecho de fondo. Por regla general el derecho
procesal positivo se encuentra en los códigos procesales pero en algunos casos está contenido en la ley
sustancial. Ej. el trámite de separación personal o de divorcio por presentación conjunta se regula en los art.
215 y 236 C.C.
c) Secundario por cuanto el derecho sustancial o de fondo preexiste cronológicamente al procesal, aunque es
claro que ambos sirven recíprocamente y que uno no puede existir sin el otro.
d) Autónomo porque vive con independencia del derecho sustantivo y se rige por sus propias reglas
fundamentales. Son normas medio porque sirven para la aplicación o realización de las normas objetivas
materiales; también son normas instrumentales porque mediante ellas se realiza el derecho objetivo en los
casos concretos.

EL DERECHO PROCESAL CIVIL, PENAL, LABORAL Y DE FAMILIA


Corresponde al Estado administrar justicia por lo que debe organizar la magistratura y fijar las atribuciones y deberes
de sus integrantes. Le compete además según lo establecido en las Art. 75 inc. 12 y 121 CN sancionar las normas de
procedimiento.
El estado, entonces, ejerce el poder de jurisdicción que le permite conocer y resolver los conflictos que le son
presentados, los que pueden ser de diferente naturaleza: civil, penal, familiar, laboral, contencioso administrativo,
civil, penal, etc.).
La función jurisdiccional del Estado y sus principios fundamentales son comunes a todas sus ramas. Sin embargo,
conforme a la naturaleza de las normas de fondo que atañen al conflicto, puede dividirse en derecho procesal, civil,
penal, contencioso, administrativo, del trabajo, etc.
Los principios procesales se manifiestan como máximas o reglas generales del proceso y que son comunes a todas
las ramas.
Pero, además, en cada rama incide la vigencia de ciertos principios especiales que son impuestos por las
características particulares del dcho. sustancial en juego. A modo de ejemplo, en el proceso civil, se impone la nueva
regla denominada principio de colaboración o solidaridad y que resulta de un desprendimiento o ampliación de la
vieja máxima de buena fe o lealtad procesal, así la colaboración y la solidaridad se presentan como deberes
procesales de las partes para con el juez o para con el trámite.
Se impone, por ejemplo, el deber de veracidad, de claridad en la formulación de pretensiones, etc.
Otro tanto ocurre, en el proceso penal, en el que también rigen principios especiales, tales como el denominado de
legalidad, o el de inocencia, etc.
El dcho. procesal penal, se ocupa del estudio del proceso y la materia principal sobre la cual versa, consiste en la
hipótesis de infracción o violación al derecho penal.
La actividad que se cumple en el proceso penal está encaminada a la declaración de certeza del delito y la
imposición de una pena o a la declaración de certeza de la peligrosidad social y a la aplicación de medidas de
seguridad, o la declaración de certeza de responsabilidades civiles conexas al delito y a la inflicción de las
correspondientes sanciones.
Se inicia con la investigación preparatoria a cargo del fiscal o excepcionalmente del juez, quienes cuentan con
facultades amplias para conseguir pruebas y poder para fundar la acusación. La segunda etapa, es de trámite oral
y tiene lugar ante tribunal de juicio que puede actuar en forma unipersonal o colegiada y es quien dictará la
sentencia definitiva. Este tribunal tiene sus facultades acotadas por las reglas del acusatorio, carece
absolutamente de facultades de iniciativa probatoria.
El sistema es mixto ya que en la primera etapa, la instrucción fiscal es inquisitiva y escrita, y en la segunda etapa
es dispositiva, ya rigen las reglas del acusatorio que determinan la limitación de las facultades del tribunal.
El dcho. procesal civil, sirve como instrumento para restablecer el orden jurídico alterado y por su intermedio, se
procura una resolución jurisdiccional que declare un derecho, que lo constituya o que imponga una condena de
dar, de hacer o de no hacer. Pueden plantearse en este ámbito pretensiones de diversa naturaleza: declarativas,
ejecutivas y cautelares.
Por ello se ha dicho que, el proceso civil está instrumentado a fin que se resuelvan a través de los órganos
judiciales, conflictos o controversias generalmente de carácter patrimonial suscitadas entre personas de dcho.
privado.
Tradicionalmente el dcho. civil se ha realizado en base a sistemas prevalentemente dispositivos, escritos,
formales y de doble instancia. Es dispositivo porque el trámite, la fijación de la plataforma fáctica y la aportación
de pruebas, está reservada a las partes, el órgano jurisdiccional provee al trámite y su función principal es la
resolver respetando la regla de la congruencia.
Esto significa que sus decisiones están limitadas por las pretensiones esgrimadas en los escritos, especialmente
de demanda y en este tipo de trámite, el juez es sujeto pasivo y espectador.
Como los procesos civiles son escritos y formales, se transforman en largos y tediosos y rara vez el juez toma
contacto con el expediente o con las partes antes del momento de dictar sentencia.
Por ello actualmente se proponen nuevas formas procesales que sean más ágiles y menos formales con instancias
oralizadas y que aseguren el contacto directo entre el juez, las partes y los órganos de prueba.
El proceso civil, tiene notables diferencias con el penal, ya que el primero busca la verdad formal y los segundos la
verdad material.
El dcho. penal realiza un dcho. subjetivo del Estado para imponer penas, en tanto el proceso civil, es usado con el
fin de restablecer los derechos subjetivos conculcados y procura generalmente un resarcimiento económico.
En el proceso familiar, hay reglas específicas, tales como la reserva de actuaciones (confidencialidad). También se
impone como complemento de la regla de inmediación (contacto directo entre juez, partes y órganos de prueba),
el principio de personalidad que persigue un fin específico, el de permitir la efectividad de la función conciliadora
de los jueces.
En lo procedimental, el proceso de familia, adopta autonomía. Cuenta con una ley propia de organización y
funcionamiento y un fuero independiente adaptado a su realidad.
El trámite es de proceso oral, con una instancia única con procedimientos similares al del proceso por audiencia
en los que se otorgan un protagonismo a los magistrados judiciales.
Como característica particular, s impone el impulso procesal de oficio, se presentan instancias conciliatorias, se
impone la búsqueda de la verdad jurídica objetiva, que se acentúa por el principio sustancial de la búsqueda de la
verdad biológica sustentada por el Código Civil. Su vigencia hace que el juez tenga facultades no sólo en cuanto al
impulso del trámite, proposición de prueba, sino que además sus decisiones no están limitadas por las reglas de
la congruencia.
2
No puede regir en la relación patrón-obrero el principio de autonomía de la voluntad, atento la escasa capacidad
negocial que tiene el trabajador. Se imponen como reglas propias in dubio operario (inversión de la carga de
prueba) y la fijación de las reglas de la competencia a partir del domicilio del trabajador.
El procedimiento laboral, para Córdoba (ley 7887), establece el impulso procesal de oficio, con dos etapas. La
primera, se lleva a cabo ante el juez de conciliación, por medio de un procedimiento de carácter documental y
actuado. La etapa de juicio, de característica informal y oralizada, procura la búsqueda de la verdad real,
pudiendo el tribunal resolver ultra petita, esto es, más allá del monto reclamado. El juez dispone de amplias
facultades y rige la regla de la gratuidad para el trabajador.

LA NORMA PROCESAL
Definición: las normas procesales integran junto con las sustanciales lo que se denomina normas jurídicas generales,
estas son aquellas que imponen pautas de conductas en forma de hipótesis generales y abstractas que deben
cumplir los particulares. También establecen sanciones para el caso de su incumplimiento.
Las normas sustanciales son las contenidas en los códigos de fondo que establecen reglas de conducta y tienden a la
recomposición del orden jurídico, ya sea ordenando la reparación o estableciendo pena.
Las procesales son aquellas que señalan los caminos para la realización indirecta del orden jurídico lesionado. Son las
que organizan la magistratura estableciendo distintas categorías de magistrados y funcionarios, las facultades,
deberes y potestades. Fija la competencia de los tribunales y determina la actuación de los órganos jurisdiccionales,
de las partes, de sus auxiliares. Se ocupa de los requisitos y efectos de los actos procesales y del orden en que deben
ser cumplidos.
Caracteres:
1) Pública: regula la actividad que realizan los órganos públicos y en su cumplimiento está interesado el orden
público.
2) Secundaria: en relación con la norma sustancial.
3) Realizadora: no dice qué resolver sino cómo resolverlo.
4) General y abstracta: se dirige a todos los ciudadanos y regula situaciones jurídicas generales, no casos
particulares.
5) Vinculante: su vigencia es imperativa para los sujetos procesales.
6) Autárquica y coactiva: su aceptación y cumplimiento refleja la voluntad general, no depende de la anuencia de
las partes.
Fuentes: las fuentes se clasifican en directas o inmediatas e indirectas o mediatas.
• Fuentes directas: son las que tienen valor vinculante y obligatorio para los sujetos procesales: CN, Constitución
Provincial, tratados internacionales, interprovinciales, leyes nacionales y provinciales, Reglamentos del Poder
Ejecutivo y Acordadas del Tribunal Superior de Justicia.
• Fuentes indirectas: son aquellas que solo sirven para la aplicación e interpretación del derecho, no son
obligatorias. Puede citarse a la jurisprudencia, la doctrina o la costumbre.
• Fuentes históricas: se usan para la investigación y para identificar momentos en la vida de los pueblos o
concepciones jurídico políticas existentes a lo largo de la historia. Tienen escasa incidencia.
Eficacia en el tiempo y el espacio: Con relación a la aplicación de la ley procesal en el espacio, rige la regla de la ley
del lugar y el principio de territorialidad. Las leyes procesales son de competencia exclusiva de las provincias por ello
su vigencia está limitada al territorio en que fueron dictadas. En consecuencia, coexisten dentro de la Nación tantos
ordenamientos procesales, como autonomías provinciales (art. 5, 75, inc. 12 y 121 de la CN).
No obstante, existe un fuero federal con alcance nacional y asiento y vigencia en todo el país. Tiene competencia en
cuestiones que le han sido asignadas por la Constitución.
La vigencia temporal no ofrece inconvenientes en relación con procesos futuros, ellos se resuelven por la nueva ley.
Tampoco si ellos se encuentran terminados, que valen tal como lo ordenó la ley antigua. El problema se suscita
cuando el pleito está pendiente de solución y se dicta una ley nueva. En estos casos, lo primero que se debe observar
es si la ley nueva es derogatoria en forma total o parcial de la anterior. La solución que se ha brindado está dada por
la aplicación inmediata de la nueva normativa, pero sólo para actos futuros ya que para los anteriores a su entrada
en vigencia no se puede aplicar como consecuencia del principio de la irretroactividad de la ley procesal.
En caso de procedimientos en trámite, debe observarse la etapa procesal en que se encuentran. Las etapas que han
concluido lo serán bajo el imperio de la primera ley, mientras que aquellos que están pendientes de cumplimiento lo
serán por la nueva norma.
Por último, hay supuestos en que la ley antigua se aplica a procesos en trámite, ello se denomina ultraactividad, tal
sucede cuando existen actividades procesales que han comenzado a cumplirse y sobreviene el dictado de una nueva
ley que la regula en forma diferente. Ello hace que la norma pese a estar derogada, se aplique respeto de los
derechos adquiridos.
Interpretación e integración: interpretar es aclarar dudas acerca de la voluntad de las normas.
La interpretación, puede atenerse a lo lingüístico, hacerse de manera sistemática (la ley y la interpretación, las hace
el mismo sujeto), o puede ser jurisprudencial o doctrinal (realizada por 3º en obras científicas).
En materia procesal civil, los jueces pueden efectuar interpretaciones cuando la ley así lo requiera (art. 15 C.C.). En
materia penal, no existe delito sin que haya una ley que así lo disponga, por ello los principios de interpretación son
más estrictos y no cabe la integración.
La interpretación se diferencia de la integración, porque la primera se lleva a cabo ante la oscuridad, contradicciones
o deficiencias de la propia ley, mientras que cuando ésta contiene omisiones o se dan situaciones no previstas
(lagunas), se recurre a la integración judicial. Se utilizan a estos fines la analogía y la diferencia (que integra
constituyendo una norma que tenga consecuencias opuestas a la de otra u otra con fines semejantes).

EL PROCESO JUDICIAL
Definición: el proceso judicial es una serie gradual, progresiva y concatenada de actos jurídicos procesales cumplidos
por órganos predispuestos por el Estado y por los particulares que intervienen en él, en forma voluntaria o coactiva,
en ejercicio de las facultades y en cumplimiento de las cargas dispuestas por la ley para la actuación del derecho
sustantivo, el restablecimiento del orden jurídico alterado y la realización del valor justicia.
Caracteres y elementos: el proceso es público, autónomo, complejo y teleológico.
• Público, ya que sus fines responden a un interés que excede del privado y su trámite debe llevarse a cabo
conforme a los mandatos de la ley adjetiva de naturaleza pública y ante órganos jurisdiccionales del Estado.
• Complejo, porque en su desarrollo actúan diferentes sujetos procesales con diversas atribuciones y por ello es
susceptible de generar múltiples relaciones jurídico-procesales.
• Autónomo, en relación con el derecho sustantivo.
• Teleológico, por cuanto se dirige al cumplimiento de fines individuales o sociales.
En cuanto a los elementos del proceso, la doctrina distingue tres: el objetivo, el subjetivo y el teleológico.
• Elemento objetivo: hace a la serie gradual, progresiva y concatenada de actos.
• Gradual: porque los actos se realizan conforme a un orden determinado por la ley.
• Progresiva: ya que se van cumpliendo en forma paulatina. La culminación de un acto supone el inicio de otro, es
decir, que están concatenados.
El elemento subjetivo está representado por las personas que intervienen en el trámite procesal. Pueden ser sujetos
necesarios o eventuales. Los primeros indefectiblemente deben estar presentes en la relación jurídico-procesal. En el
proceso civil son protagonistas el actor, el demandado y el juez. En el proceso penal debe existir un órgano
requirente (Ministerio Público Fiscal), un órgano judicial y el imputado.
Cada uno de los sujetos ejerce poderes constitucionales. El actor tiene a su cargo el poder de poner en movimiento
el proceso (derecho constitucional de peticionar ante las autoridades). El juez ejerce el poder de jurisdicción y el
demandado ejerce el legítimo derecho de defensa. Asimismo, todos ellos precisan condiciones subjetivas de
actuación. El juez y el ministerio público deben ser designados conforme preceptos constitucionales y estructurados
de acuerdo a leyes orgánicas. Los particulares deben contar con capacidad y legitimación reconocida y pueden
intervenir a través de sus apoderados o representantes.
Los sujetos eventuales comprenden los auxiliares del tribunal y el personal subalterno que colabora (secretarios,
prosecretarios, testigos, peritos, etc.).
El elemento teleológico atiende a las expectativas colectivas de la sociedad y a los intereses individuales de las
partes. En el primer sentido, el fin principal de cualquier proceso, se identifica con la obtención de una sentencia
justa. Desde el punto de vista individual el fin consiste en la obtención de una sentencia favorable o desestimatoria.
El propósito fundamental de cualquier proceso está dado por la tutela general en la realización del derecho objetivo
sustancial en casos concretos con el fin de obtener la paz social.
Naturaleza jurídica:
Teorías:
1) Escuela privativista:
• Teoría contractualista: Según ella, la esencia del proceso está en un convenio que celebraban actor y
demandado y que luego plasman en una fórmula que presentaban al magistrado. Posteriormente, el
magistrado se pronunciaba sobre el contenido de la fórmula y no sobre los derechos primitivamente alegados
3
por las partes. Las principales críticas apuntan son que frecuentemente el demandado no concurre al proceso
(rebeldía) o es llevado contra su voluntad (imputado en el proceso penal). Sólo tiene valor histórico.

• Teoría cuasicontractualista: intenta purgar los defectos de la tesis anterior. Justifica cómo el proceso tiene
efectiva vigencia incluso en ausencia o sin el consentimiento de ambas partes a partir de una operación de
descarte. La fuente de las obligaciones son el contrato, el cuasicontrato, el delito y el cuasidelito. Atento que
el proceso no tenía naturaleza de contrato, delito o cuasidelito, solo quedaba la chance de entenderlo como
cuasicontrato.
2) Escuela científica pública:
• Teoría de la relación jurídica: el principal exponente fue VON BULLOW y sostiene que la fuente de los
derechos y obligaciones de las partes deriva de la propia ley. La relación entre los sujetos es netamente
procesal y autónoma con respecto a la relación sustancial que puede no existir sin que por ello la procesal
pierda su objeto. La vinculación procesal nace y muere con el proceso, es pública, compleja, autónoma y
teleológica. Se le critica porque habla de derechos y obligaciones dejando de lado las facultades de los sujetos
procesales, por ello es preferible conceptualizar como facultades y deberes.
• Teoría de la situación jurídica: (JAMES GOLDSCHMIDT) a parte de negar la existencia de una relación jurídica.
En el proceso no hay relación sino una situación jurídica que se define como un complejo de posibilidades de
obrar, expectativas y cargas. La confianza de llegar a una sentencia favorable y la posibilidad de llegar a ella
mediante el cumplimiento de un acto procesal constituyen los llamados derechos procesales. Al ser
expectativas representan situaciones jurídicas. Esta teoría aportó la distinción entre derecho, carga y deber
pero hace perder la noción de la unidad del proceso. El fin del proceso no es el beneficio de una de parte sino
la actuación del derecho o el restablecimiento del orden jurídico alterado.
• Teoría de la institución jurídica procesal: enunciada por GUASP, quien define al proceso como una
organización jurídica que está, al servicio de una institución o idea común representada por la paz social y la
justicia a la que adhieren los distintos sujetos. En esta tesis hay dos ideas centrales, la idea objetiva común y la
voluntad de los particulares que adhieren. Se le critica haber colocado a los sujetos en una relación de
subordinación cuando en realidad ambas partes tienen igualdad de posibilidades.
Objeto y contenido: objeto del proceso es la actividad de un juez por la cual ante la pretensión del actor y la
contrapretensión del demandado, aplicando las reglas de la sana crítica racional y de la lógica formal, se analizan los
hechos afirmados por el actor y contradichos por el demandado a la luz de las pruebas rendidas, llegando a una
sentencia definitiva.
El contenido del proceso está dado por las pretensiones o declaraciones de voluntad de la que se intenta obtener. El
actor al ejercer la acción y el demandado formulan una declaración de voluntad de tipo imperativo amparada por la
ley y exigiendo al juez que se pronuncie sobre la existencia o inexistencia de una obligación. Según CLARIA OLMEDO
el contenido del proceso es lo que él llama categorías procesales:
a) Atribución facultativa: es una facultad que tiene al actor para accionar en el campo del proceso civil (cuando se
produce una violación de una norma sustancial) para pedir su reparación.
b) Atribución impuesta: exigencia legal que tiene el juez, ya que dicho funcionario tiene la obligación de
pronunciarse ante el simple requerimiento de la parte.
c) Sujeción impuesta: cuando se requiere la actuación del sujeto por razones que atienden al interés público (v.gr.
posición de testigo que tiene la carga pública de comparecer, declarar y decir la verdad).
d) Sujeción facultativa: Es la carga procesal que tiene como significación satisfacerse a sí mismo para prevenir un
perjuicio futuro. Es una situación jurídica instituida en la ley, consistente en el requerimiento de una conducta de
realización facultativa normalmente establecida en interés del propio sujeto y cuya omisión trae aparejada una
consecuencia desfavorable para él. Ante el incumplimiento de la carga no existe sanción, sino tan solo traerá
como consecuencia posicionarse en un plano desfavorable (ej. la falta de contestación de la demanda o falta de
ofrecimiento de prueba no tienen una sanción jurídica, pero traen aparejado perjuicio para la parte que deje de
hacerlo). Se diferencia de la carga pública porque en esta puede haber coacción, mientras que en la carga
procesal sólo se realiza una advertencia de que se puede perjudicar.
En el proceso penal y en aquellos en que rige el impulso procesal de oficio, la existencia de la carga procesal se
diluye porque ella sería una forma de manifestación sui generis emparentada con la negligencia.
Presupuestos procesales y sentenciales: Son presupuestos procesales aquellos requisitos previos al proceso que
determinan la validez del nacimiento del proceso, su desenvolvimiento y normal culminación con la sentencia. Se
distinguen de los presupuestos sustanciales porque son indispensables para la constitución de una relación jurídica
procesal válida.
Entre los presupuestos procesales están:
a) Competencia del Tribunal: se funda en los límites territoriales, materiales y funcionales establecidos por la ley
para que el juez ejerza su jurisdicción. La competencia territorial se divide entre jurisdicción nacional y
provincial y dentro de cada una de ellas la competencia encuentra fundamento en la división del trabajo, en la
especialización y en la necesidad de que el juzgador se encuentre lo más cerca posible del lugar de los hechos.
b) Capacidad procesal de las partes: es una capacidad de hecho o de obrar y se relaciona con la aptitud para
poder realizar los actos procesales de parte. Es el requisito en virtud del cual debe mediar una coincidencia
entre las personas que actúan en el proceso y las personas a las cuales la ley habilita para requerir (actor) y
contradecir (demandado). En el supuesto de incapacidades como la de los menores, dementes, sordomudos o
ausentes, la ley autoriza que concurran a juicio con sus representantes.
c) Observancia de los requisitos de forma: todo planteo debe efectuarse respetando las formalidades establecidas
por la ley a tal efecto (art. 175 y 176 C.P.C.; arts. 315 y 316 C.P.P.).
Son presupuestos sentenciales los requisitos que son necesarios para que la sentencia sea válida. El proceso no
debe encontrarse impedido por la existencia de obstáculos, por ejemplo la existencia de privilegios
constitucionales.
El trámite debe haberse desarrollado con sujeción a las formas esenciales (idioma y documentación) y hallarse
en un estado tal que permita el pronunciamiento de una sentencia válida por haberse cumplido las etapas que
son necesarias (introducción de las cuestiones, prueba y discusión en el proceso escrito; debate en el proceso
oral). Los presupuestos sentenciales identifican las pretensiones del actor y el demandado.
Los presupuestos sentenciales del actor son:
a) Existencia real de la relación jurídica sustancial pretendida.
b) Prueba en legal forma de la situación de hecho relevante que sirvió de causa.
c) Exigibilidad del derecho que no se encuentra sometido a plazo o condición suspensiva.
d) Petición adecuada del derecho que se tenga, porque puede tenerse el derecho y haberse probado, pero si
se ha pedido cosa distinta se obtendrá sentencia desfavorable.
e) Haber enunciado en la demanda los hechos esenciales que sirven de causa a las pretensiones ya que su
falta ocasiona el fracaso en la sentencia. Aunque se tenga el derecho, el juez debe basar su decisión en
tales hechos.
Los presupuestos de la sentencia sobre el demandado: alegar las excepciones cuando así lo exija le ley y
acreditarlas.
En las sentencias penales, son presupuestos:
a) Adecuada imputación en la acusación fiscal al iniciar el enjuiciamiento.
b) Prueba diligenciada en legal forma y referida a la existencia de los hechos delictuosos que se investigan.
c) Que esos hechos sean precisamente los imputados al tiempo de la promoción de la acción.
d) Que no haya causas de justificación, inculpabilidad, inimputabilidad o que excluyan la responsabilidad
penal.
Los presupuestos sentenciales obstan al dictado de una sentencia, mientras la ausencia de presupuestos procesales
impide que el juicio pueda tramitarse.
Etapas en el procedimiento civil, penal, de familia y laboral: Si bien el proceso judicial es un fenómeno único, se
manifiesta a través de diversos procedimientos que se estructuran de manera diferente teniendo en cuenta: el
derecho de fondo que se pretende realizar, el sistema procesal elegido y la necesidad de imponer determinada
forma organizativa a los tribunales. El proceso civil, se rige por el sistema dispositivo, las etapas están estructuradas
en forma precisa y determinada, mientras que aquellos procesos que optan por la oralidad en instancia única (penal,
laboral y familiar), las etapas no se distinguen con tanta nitidez.
Etapas en el procedimiento civil: En el fuero civil, el proceso tipo, es el juicio declarativo ordinario, este tiene por
objeto que una pretensión inicialmente incierta sea conocida por el tribunal mediante la recepción de pruebas y
luego dicte sentencia, decidiendo en forma definitiva la cuestión. Se caracteriza por el efecto de cosa juzgada que
suscita la resolución final.
PALACIO define al proceso civil de conocimiento u ordinario como aquel que tiene por objeto una pretensión
tendiente a que el órgano judicial dilucide y declare, mediante la aplicación de las normas, el contenido y alcance de
la situación jurídica existente entre las partes.
Etapas del juicio ordinario: por lo general consta de cuatro etapas esenciales: la introductoria, la probatoria, la
discusoria y la decisoria.
a) Etapa Introductoria: En esta etapa las partes hacen conocer la existencia del conflicto a través de sus respectivas
versiones acerca de la cuestión, quedando delimitada la plataforma fáctica del juicio.
El actor hace una demanda en la cual efectúa las afirmaciones de hechos jurídicamente relevantes y sobre la base
de las cuales solicitará la tutela del derecho que invoca. Luego, el demandado debe contestar la demanda
ejerciendo de esta forma su derecho de defensa, en el plazo de diez días (art. 493 C.P.C.). Ésta debe versar sobre
cada uno de los puntos de la demanda, negando o reconociéndolos, debe realizarse con claridad porque en caso
de ambigüedad puede constituirse en una presunción de reconocimiento de los hechos afirmados en la demanda
(art. 192 C.P.C.). También es la única oportunidad en que el demandado puede oponer excepciones dilatorias.
Concluida esta etapa, si se ha producido controversia respecto de los hechos afirmados por cada una de las
partes, se abrirá una segunda etapa.
b) Etapa probatoria: Es el momento en el cual cada una de las partes deberá demostrar la veracidad de sus
afirmaciones, introduciendo en la causa elementos tendientes a probar los hechos invocados en la demanda y su
contestación.
Se inicia con el decreto de apertura a prueba y comprende recepción de audiencias, peritajes, inspecciones
oculares, diligenciamiento de oficios, etc. En ella participan todos los sujetos procesales y en especial los órganos
de prueba (testigos, peritos, intérpretes, etc.).
Esta fase se encuentra dominada por plazos perentorios fatales (art. 49, inc. 4 C.P.C.).
Según dispone el art. 498, el plazo ordinario de prueba asciende a cuarenta días pero el juez podrá designar uno
menor que se podrá prorrogar hasta completar aquel, sin necesidad de causa justificada. Existe un plazo
extraordinario mayor a cuarenta días reservado para casos especiales cuando la prueba deba rendirse fuera de la
provincia, ya sea dentro de la República o en el extranjero (art. 499 C.P.C.). La etapa probatoria concluye con el
decreto que ordena correr traslados para alegar.
c) Etapa discusoria: Es una etapa de discusión entre las partes representada por los alegatos. Cada parte aportará
los elementos que estime necesarios para convencer al juez de que le asiste la razón. También se interpretara la
ley y se acompañarán los argumentos jurídicos, doctrinarios y jurisprudenciales que avalen su posición y en su
caso, destacarán también la ausencia de elementos probatorios de los hechos afirmados por la contraria.
En el proceso ordinario los alegatos se realizan en forma de traslados de ley por su orden (art. 497 y 505 C.P.C.)
por seis días a cada litigante, reservándose los escritos en secretaría hasta el decreto de autos. Esto significa que
los alegatos de cada parte no son públicos y no se agregan al expediente hasta que se ordene el llamamiento de
autos para definitiva. Solo se deja una constancia de su presentación mediante una certificación puesta por el
secretario.
d) Etapa decisoria: Comienza con el decreto de autos y concluye con la sentencia (art. 506 y 121, inc. 3 C.P.C.). A
partir de este momento concluye la actividad de las partes y es el juez quien asume el expediente para
pronunciarse sobre la controversia.
Desde que el decreto de autos queda firme hasta el momento que se dicta sentencia, el juez puede ordenar las
llamadas medidas para mejor proveer que tienen como finalidad aclarar los hechos que no surjan con nitidez de
la prueba incorporada (art. 325 C.P.C.).
La sentencia es el modo normal de conclusión del proceso, es un acto formal, de características documentales y
que es propio de la jurisdicción. Esta decisión final debe responder al principio de congruencia, plenitud y
vastedad. El juez debe resolver sobre la base de los hechos fijados en los escritos de la etapa introductiva,
teniendo en cuenta los que efectivamente han sido acreditados por las partes y deberá contener decisión expresa
sobre cada uno de los puntos (arts. 326 a 331 C.P.C.). La Constitución de Córdoba en su artículo 155 exige que
toda resolución contenga fundamentación lógica y legal.
De las cuatro etapas referidas, son esenciales la introductoria de las cuestiones y la resolutoria, las otras dos son
importantes pero no esenciales. Si la cuestión debatida es de puro derecho, no habrá hechos controvertidos y por
ende no habrá etapa probatoria, en tanto no hay hechos que probar. Del mismo modo, en ciertos tipos de
procedimientos como el abreviado, la etapa discusoria está ausente (art. 514 C.P.C.).

Etapas, de carácter de eventual en el juicio: hay etapas eventuales que pueden plantearse o no durante un juicio
ordinario: cautelares, impugnativas y de ejecución de sentencia.; y.
1) Etapa de medidas preparatorias: Dentro de esta primera etapa encontramos las medidas preparatorias, que
están previstas con el fin de obtener datos indispensables para que el actor pueda plantear correctamente
su demanda. Configuran casos de excepción, son de interpretación restrictiva e implican para quien las
propone la carga de demandar o de concretar la pretensión dentro de los treinta días de su realización bajo
apercibimiento de caducidad. Se encuentran previstas en el Art. 485 de nuestro código de rito y entre ellas
están la declaración jurada del futuro demandado sobre hechos relativos a su personalidad y sin cuyo
conocimiento no sea posible promover el juicio (inc. 1), la exhibición de la cosa mueble que fuere objeto del
pleito (inc. 2), o de algún testamento cuando el solicitante se crea heredero, coheredero, legatario o albacea
(inc. 3); se nombre tutor o curador para el juicio (inc. 7); se practique mensura del inmueble objeto de la
demanda (inc. 8), etc.
Las medidas de prueba anticipada ART.86, que también integran esta primera etapa eventual. Su finalidad es
la de preservar elementos de prueba cuando quien pretenda demandar o quien con fundamento prevea ser
demandado, tuviere motivos para temer que la producción de las pruebas pudiere resultar imposible o muy
dificultosa. Las pruebas a las que hace mención son: la declaración de testigos de muy avanzada edad,
gravemente enfermos o próximos a ausentarse del país; el reconocimiento judicial y dictamen pericial para
hacer constatar la existencia de documentos o el estado, calidad o condición de personas, cosas o lugares y
el pedido de informes o copias a entes privados, a reparticiones públicas o registros notariales.
2) Etapa de cautelares anteriores a la demanda: Esta etapa eventual se integra por la posibilidad de ordenar
medidas cautelares antes de la promoción de la demanda (arts. 466 C.P.C. y 231 C.C.).
3) Etapa de ejecución de sentencia: Esta etapa ejecutoria también tiene el carácter de eventual y tiene lugar a
solicitud de parte cuando no se hubiese cumplido voluntariamente la sentencia condenatoria. La resolución
debe encontrarse firme y haber pasado en autoridad de cosa.
4) Etapa impugnativa: Es cuando alguna de las partes o ambas se sientan perjudicadas por lo resuelto, dará
comienzo la etapa impugnativa que les permite interponer recursos ordinarios o extraordinarios para lograr
la revocación.

Etapas en proceso penal: En este proceso se distinguen dos etapas: la investigación penal preparatoria y el juicio
plenario.
a) La investigación penal preparatoria: se encuentra prevista en el Libro Segundo, Título I (Procedimiento),
Capítulo I (Disposiciones generales) del C.P.P. El artículo 301 establece que la investigación penal
preparatoria procede cuando se trate de delitos de acción pública, en cuyo caso la titularidad de la misma
recae en cabeza del Fiscal de Instrucción, salvo que el imputado goce de algún privilegio de índole
constitucional, en cuyo caso estará a cargo del Juez de Instrucción (art. 340 C.P.P.). En el caso de delitos de
instancia privada, la investigación también corresponde al Fiscal de Instrucción, pero la investigación no
procede de oficio sino a instancia de la víctima, salvo cuando el delito fuere cometido contra un menor que
no tenga padres, tutor ni guardador, o que el delito haya sido cometido por ascendientes, tutor o guardador.
(arts. 72 C.P. y 6 C.P.P.).
La finalidad de la investigación penal preparatoria (art. 302 C.P.P.) es impedir que el delito cometido
produzca consecuencias ulteriores y reunir las pruebas útiles para dar base a la acusación (art. 355 C.P.P.) o
determinar el sobreseimiento (art. 350 C.P.P.).
Tiene por objeto comprobar si ha existido un hecho delictuoso, establecer las circunstancias que califiquen el
hecho, lo agraven, atenúen o justifiquen, o influyen en la punibilidad, individualizar a sus autores, cómplices
e instigadores, verificar la edad, educación, costumbres, condiciones de vida, medios de subsistencia y
antecedentes del imputado y comprobar la extensión del daño causado (art. 303 C.P.P.).
El Fiscal de Instrucción carece de potestades jurisdiccionales, por ello, ante la necesidad de allanar una
morada, disponer en embargos, debe requerir la orden del juez de instrucción.
b) Etapa es la fase del juicio oral y público. Se desarrolla en base a una acusación y tiene por objeto la plena
discusión entre las partes y la decisión acerca del fundamento de las pretensiones que se han planteado.
Esta fase es esencial, contradictoria, pública y puede subdividirse en tres momentos:
1) El preparatorio del debate: es escrito y en él se ofrecen las pruebas, se interponen las excepciones y se
establece la fecha de la primera audiencia de debate.
2) El debate propiamente dicho: se desarrolla oralmente, se produce la prueba (recepción de testimonios,
prueba pericial, etc.) y las partes intervinientes alegan.
3) La sentencia: fase culminante en la cual el tribunal de juicio resuelve las cuestiones planteadas y aplica la
ley penal sustantiva.
El juicio común se desarrolla ante tribunales colegiados o en salas unipersonales si se tratare de cuestiones que no
resulten complejas y siempre que el imputado no requiera la constitución íntegra del tribunal.
El proceso penal prevé algunas etapas eventuales como son la fase impugnativa (oposiciones, recursos ordinarios y
extraordinarios) y la fase ejecutiva, llevada adelante por el juez de ejecución penal, quien brega por el respeto de las
garantías constitucionales de los condenados y a las personas sometidas a medidas de seguridad, controla el
cumplimiento por parte del imputado de las instrucciones e imposiciones establecidas en los casos de suspensión del
juicio a prueba, libertad condicional y condena de ejecución condicional, conoce de los incidentes que se susciten
durante la ejecución de la pena y de las peticiones que presentaran los condenados a penas privativas de la libertad
(art. 35 bis C.P.P.).

Etapas en el proceso laboral: El proceso laboral presenta dos fases: la de instrucción-conciliación y la de juicio.
La primera se lleva a cabo ante el juez de conciliación que cumple las funciones de un juez instructor. Ante él se
traba la litis en la audiencia de conciliación, recibe y despacha la prueba con excepción de la confesional, testimonial
e inspección ocular, que deben ser diligenciadas por ante el tribunal de juicio.
El trámite del proceso se lleva adelante con impulso procesal de oficio, esto es, promovida la demanda por el actor,
el trámite continúa sin requerimiento de parte.
El juez tiene competencia para resolver cuestiones que se planteen durante el desarrollo de la etapa de instrucción
en las que opera como tribunal de alzada la Cámara del Trabajo.
El juez de conciliación también tiene competencia para ordenar medidas cautelares.
La segunda principal etapa es la del juicio oral, público y continuo que se desarrolla ante la Cámara del Trabajo, esta
presenta una estructura colegiada aunque también puede entender en salas unipersonales.
Esta fase comprende lo que se denomina audiencia de vista de causa en la que se recepcionan las pruebas oralizadas
y los alegatos. El tribunal resuelve en forma definitiva sobre las pretensiones.
Las etapas eventuales que pueden señalarse son las de ejecución de sentencia y la impugnativa.
También existe en ciertos casos una etapa prejurisdiccional administrativa que se desarrolla ante el Ministerio de
Trabajo.
La etapa impugnativa se abre con la admisión del recurso de casación que debe ser interpuesto ante el tribunal que
dictó sentencia.
La etapa ejecutiva representa una excepción al principio de oficialidad ya que debe desarrollarse a instancia de
parte, ante el juez de conciliación y se rige por las normas del C.P.C. que actúa como ley supletoria.

Etapas en el proceso familiar: En Córdoba, el proceso de familia se encuentra instrumentado por ley nº 7676 que
prevé una etapa prejurisdiccional previa y de tránsito obligatorio para cierto tipo de asuntos. Ella tiene lugar ante un
funcionario especial, el asesor de familia, cuya función es la de avenir a las partes para lograr un acuerdo. Esta fase
puede también ser cumplida en los centros de mediación públicos o privados, por tal motivo, los sujetos en el
conflicto familiar podrán acudir a la utilización de esta técnica y en ese caso, la ley tiene por cumplida la etapa
prejurisdiccional.
El juicio común presenta dos momentos que se cumplen ante órganos diferentes: el juez y la Cámara de Familia.
Fracasada la etapa prejurisdiccional se abre una etapa intrajurisdiccional conciliatoria, que se desarrolla ante el juez
de familia. Ella abarca los actos de demanda, reconvención y contestaciones, todo se cumple en un solo acto
conocido como la audiencia establecida por el art. 60 de la ley. También comprende el ofrecimiento de la prueba,
salvo prueba oralizada que es recibida por la Cámara de Familia.
La segunda etapa o audiencia de vista de causa se desarrolla ante la cámara de familia. Se trata de un acto oralizado
donde se reciben las pruebas de testigos, se interrogan a las partes y es posible requerir a los peritos aclaraciones o
ampliaciones de sus informes. Luego se pasa al momento de la prueba de alegatos y por último, el tribunal dicta
sentencia.

REGLAS CONSTITUCIONALES DEL PROCESO


Bases constitucionales: El Art. 1 de la CN establece que la Nación adopta para su gobierno la forma representativa,
republicana y federal. Ello permite inferir además de la forma de Estado, su organización y los denominados
derechos fundamentales de los individuos.
El Art. 5 impone a cada Provincia el deber de organizar su administración de justicia respetando las reglas de la CN.
En virtud de lo expuesto, coexisten en nuestro sistema judicial dos órdenes que corresponden uno al nacional
federal y otro al de cada provincia.
El Art. 28 de la CN: las declaraciones, derechos y garantías proclamados por la Constitución no pueden ser alterados
por las leyes que reglamente su ejercicio.
1) Independencia del Poder Judicial: La Constitución sienta principios de corte procesal a los cuales deben
acomodarse las leyes. Ello da origen a la facultad del juez para declarar la inconstitucionalidad de una ley. Esto
es lo que se conoce como el control de constitucionalidad de las leyes, que se fundamenta en el Art. 31 CN.
De acuerdo al régimen republicano, el Poder Judicial es independiente de los demás poderes del estado.
Hacen a la imparcialidad del Poder Judicial los siguientes artículos de la CN: Art. 109: en ningún caso el
presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, Art. 110, los jueces conservarán sus empleos mientras
dure su buena conducta y recibirán por sus servicios una compensación que determinará la ley y que no podrá
ser disminuida en manera alguna, mientras permanecieren en sus funciones. Su forma de designación a través
de un Consejo de la Magistratura que debe convocar a concurso público y que luego efectúa una propuesta en
ternas vinculantes para la designación de los magistrados de los tribunales federales inferiores, quienes luego
son nombrados por el presidente de la Nación con acuerdo del Senado, coadyuva a la independencia (Art. 114,
inc. 1 y 2).
2) Juicio previo: El Art. 18 de la CN: Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en
ley anterior al hecho del proceso.
El término juicio previo alude al proceso o a la sentencia, como resultado final de un proceso, comprende un
juicio lógico integrado por tres elementos tesis, (demanda de acusador o actor), antítesis (contestación del
imputado o demandado) y síntesis.
La mención a ley anterior al hecho del proceso, implica que el juicio debe ser previo a la sanción, no al hecho
que motiva el proceso.
El principio constitucional de juicio previo tiene repercusión en el proceso penal del principio nulla poena,
nullum crimen sine lege praevia, que exige para condenar la adecuación del hecho criminal con el tipo legal.
Encierra tres subprincipios, el de reserva penal, el indispensabilidad del proceso previo y el del estado de
inocencia.
3) Juez natural: El Art. 18 también contiene el principio del juez natural al establecer que ningún habitante de la
Nación puede ser juzgado por comisiones especiales o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho
de la causa.
Juez natural es el juez u órgano jurisdiccional designado por la ley anteriormente al hecho que provoca el
proceso.
No son jueces naturales:
• Jueces ex post facto, creados con posterioridad al hecho.
• Jueces ad hoc, creados para juzgar determinados hecho o casos.
• Comisiones especiales, tribunales extraordinarios que sin ser competentes por no formar parte del Poder
Judicial, intervienen o deciden en un proceso dado. Son creados de manera inconstitucional.
Lo que se impone es un tribunal permanente, en el que aunque se sustituyan los jueces que lo personifican,
sigue siendo juez natural (ej. jubilación del juez) y un tribunal competente, que al contrario de la comisión
especial, aplique el principio de generalidad.
4) Inviolabilidad del derecho de defensa en juicio También expresado en el Art. 18, implica la posibilidad de todo
particular que intervenga en un proceso, ser escuchado, contradecir y de ofrecer prueba.
Presupone el proceso regular y legal, en el cual no se puede condenar a quien no ha sido oído y como
contrapartida, prohíbe la declaración en contra de sí mismo.
La defensa en juicio comprende la defensa técnica y la material. La material supone reconocer el derecho de
participar en defensa de sus intereses, mientras que la técnica importa establecer la exigencia legal de un
patrocinio letrado obligatorio y asegurarlo para el caso de carencia de recursos.
Esta garantía comprende diferentes sub-principios, el de la intervención en juicio, el de audiencia ante el
tribunal, el de prueba de las cuestiones planteadas, el de asistencia técnica y el de igualdad de oportunidades.
• La intervención en juicio: Es la oportunidad de todo sujeto para comparecer ante el tribunal y hacer valer sus
derechos directamente o por representación legítima.
• La audiencia ante el tribunal: funciona como impedimento para ser condenado sin ser oído previamente.
• La prueba de las cuestiones planteadas: hace a la posibilidad de las partes de acreditar los extremos fácticos
que el tribunal habrá de asumir en el proceso para la aplicación del derecho.
• La asistencia técnica: implica la facultad de las partes para hacerse asesorar por abogados y para el caso de
pruebas específicamente reguladas, por peritos. Esta asistencia debe ser dejada a la elección de las partes
interesadas. En el proceso penal la asistencia técnica es obligatoria y en el caso que el imputado no eligiere
un abogado de su confianza, el Estado le nombrará un defensor oficial.
• El subprincipio de igualdad de oportunidades: se refiere al equilibrio con respecto a las oportunidades que
deben tener las partes para hacer valer sus derechos y garantías. Siempre que se otorga una oportunidad a
una parte, hay una análoga para la otra.
La garantía de igualdad está contemplada en el Art. 16 de la CN y alude a la igualdad racial, de rango social,
laboral y principalmente, igualdad en el aspecto de la justicia.
Se trata de la igualdad de los iguales en iguales circunstancias. Procesalmente implica que debe atribuirse a
cada una de las partes idénticas posibilidades de actuación en el proceso.

TIPOS O SISTEMAS PROCESALES


Los sistemas procesales son los distintos modos de desenvolverse en el proceso, tienen estrecha vinculación con los
principios formativos del proceso y la teoría de los actos jurídicos procesales.
Sistema es una estructura orgánica diseñada por la ley teniendo en cuenta ciertos principios.
La clasificación de los procedimientos depende de criterios políticos relativos a la relación de los particulares entre sí
y de éstos con el Estado, de criterios jurídicos relativos a la manera de garantizar el ejercicio de los derechos y
garantías, criterios económicos, relativos a la posibilidad de abaratar costos y reducir el tiempo para la obtención de
una decisión final.
Caracteres:
a) Relatividad: significa que no hay tipos absolutos, sino prevalentes.
b) Neutralidad a los juicios de valor: los tipos procesales no son buenos ni malos, ni justos, ni injustos en tanto se
trata de formas metódicas con cierto grado de abstracción. Entre dos sistemas no podemos decir que uno sea
mejor que otro, sino que uno sirve mejor que el otro para determinados actos procesales.
c) Intercambiabilidad: en un ordenamiento pueden existir dos tipos antagónicos, dependiendo del legislador,
quien puede cambiarlos, transferirlos o hacerlos coexistir.
Tipo dispositivo:
• Se substancian pretensiones que no comprometen el orden público, sino sólo el interés particular.
• Las partes son protagonistas.
• El juez es espectador hasta el momento de la decisión.
• El impulso del proceso queda en manos de las partes, que tienen la facultad de renunciar a ciertos actos del
proceso.
• Las partes fijan los términos del litigio a resolver (la petición deducida por el actor marca el límite de lo que el juez
puede otorgar en la sentencia).
• Las partes son las que aportan el material probatorio.
Tipo inquisitivo:
• Está involucrado el orden público.
• El juez es protagonista.
• El juez tiene los poderes de actuar por si e investigar. Una vez que nació el proceso, el tribunal debe seguirlo de
oficio.
• Los hechos son todos aquellos que el juez considere útiles.
• El juez puede ordenar de oficio la producción e investigación de las pruebas.
Ningún sistema se manifiesta de manera pura, sino que se presentan combinaciones.
Sistema acusatorio:
• Separa las funciones del Estado en materia penal e instituye junto al juez al ministerio público.
• El juez deja de ser el protagonista de la búsqueda de la verdad y deriva esa responsabilidad al ministerio público
(órgano requirente).
• Las partes se posicionan en un plano de igualdad y se diferencian del juez, quien debe ser imparcial e
independiente.
• El debate se realiza en forma pública y oral y comprende las etapas de afirmación, reacción, confirmación y
alegación.
• El órgano jurisdiccional no puede impulsar la acción, sólo la proyecta y le está vedado suplir la inactividad de los
contendientes, ni siquiera en el aspecto probatorio.
• La separación entre el juez (imparcial) y el acusador (investigador) es el elemento más importante.
Sistema oral o escrito: El proceso oral es aquel en que los actos procesales se cumplen prevalentemente mediante el
uso de la palabra, en estos casos, el tribunal solamente puede tener en cuenta el material procesal enunciado
oralmente en la audiencia.
En cambio, será escrito cuando el tribunal solamente pueda tener en cuenta el material procesal suministrado bajo
la formalidad o recogido en actas. No existen tipos orales o escritos puros.
Ventajas del sistema oral:
• Inmediación: comunicación directa entre el juez, las partes y los órganos de prueba.
• Favorece la recepción de la concentración procesal en la unidad del debate oral. La concentración supone la
reunión de la mayor cantidad de actividad procesal en el menor número de actos posibles.
• Acelera los trámites judiciales.
Ventajas del sistema escrito:
• Facilita el estudio y la reflexión de los jueces.
• Aleja peligros de la improvisación y la ligereza.
• Favorece la publicidad y la permanencia porque las actuaciones quedan fijas y permanentes, por ello en
cualquier momento pueden ser reconstruidas y examinadas.
Dado que los sistemas no pueden encontrarse en estado puro y atento que el interés social reclama soluciones
rápidas y económicas, es que en la actualidad se requiere de un sistema que conjugue la oralidad y la escritura.
Sistema de instancia única o plural: La doble instancia supone la existencia de dos órganos jurisdiccionales que
actúan con un orden de prelación y jerárquico en momentos diferentes.
El superior tiene el poder-deber de revisar, por vía de recursos ordinarios, la apreciación de los hechos efectuada por
un juez de primer grado en su resolución.
El juez de primera instancia es competente desde la presentación de la demanda hasta la resolución, luego alguna o
ambas partes pueden interponer un recurso ordinario que abre la competencia del tribunal de segunda instancia.
En nuestro país, por lo general, el trámite de doble instancia domina en los procesos civiles, en tanto que la instancia
única se identifica con el trámite oral propio del proceso penal, familiar y laboral. En la doble instancia, el juez de
primera instancia actúa de manera unipersonal, mientras que el tribunal de alzada lo hace de manera colegiada.
Cuando el trámite es oral el tribunal se integra con tres miembros aunque en la actualidad se admite en casos
excepcionales, la integración con salas unipersonales.
Las ventajas del sistema de doble instancia se encuentran en las mayores garantías que ofrece el número de los
componentes del tribunal de alzada. A demás, la revisión permite que las partes aporten, en ciertas circunstancias,
nuevos elementos de prueba omitidos en la primera instancia.
Los defensores de la oralidad en única instancia argumentan en su favor la agilidad y la vigencia de la inmediación.

PRINCIPIOS O REGLAS QUE GOBIERNAN EL PROCESO


Los principios del proceso son los presupuestos políticos que determinan la existencia procesal. La adopción de un
principio y el descarte de otros por parte del legislador, responde a razones de política procesal.
Publicidad: los actos procesales deben ser pasibles de conocimiento incluso por quienes no participan del proceso
como partes. Reconoce su fundamento en la conveniencia de acordar a la opinión pública un medio para controlar la
conducta de magistrados y litigantes.
El Art. 68 del C.P.C., dice: el expediente será de conocimiento público, salvo que la ley disponga lo contrario, o que el
tribunal lo decida por razones de seguridad.
Podrán consultarlo en la oficina las partes o todos los que tuvieran algún interés en la exhibición.
La publicidad se manifiesta en las audiencias, en la discusión de las pruebas, en la motivación del fallo y en su
publicación.
En el proceso penal la publicidad del expediente queda restringida a las partes interesadas y existe un período
preliminar el cual es secreto, con el fin de resguardar y evitar que por el conocimiento de la investigación que se está
realizando, el imputado u otros interesados puedan entorpecer la investigación (art. 312 C.P.P.).
En cambio, la etapa del debate se asienta en la publicidad plena, aunque el tribunal puede restringir el acceso a la
sala por razones de moralidad, seguridad o de orden público (ej. juicios con menores imputados o por delitos contra
la integridad sexual).
En el fuero de familia, el principio de publicidad encuentra su antítesis, bajo la denominación del llamado principio
de reserva, secreto o confidencialidad.
Oralidad: Es por regla general pertenece al proceso penal, donde los actos procesales se realizan a viva voz,
dejándose algunas constancias escritas, no permitiéndose el uso de memoriales, salvo excepciones. Beneficia la
rapidez y la comunicación entre el tribunal, las partes y las pruebas ofrecidas.
Inmediación: Implica la directa, personal y pública comunicación del juez con las partes, sus letrados y el material
probatorio. Este principio tiene plena vigencia en los procesos orales.
El Art. 41 in fine del Código Penal de la Nación establece que el juez deberá tomar conocimiento directo y de visu del
sujeto, de la víctima y de las circunstancias del hecho en la medida requerida para cada caso.
Tanto en materia penal como en laboral, se necesita de inmediación.
Autoridad: Es un principio nuevo, refleja la incidencia que tiene el juez en el proceso, considerado como poder del
Estado político. El juez tiene un complejo de poderes-deberes limitados por la ley para administrar justicia y es
entendido como director y conductor del proceso.
Esta figura de juez director deriva del principio de publicidad del proceso en el que el Estado es también un sujeto
interesado en su resolución.
No obstante lo expuesto, la mayoría de los códigos procesales civiles del país aún sostienen la figura del juez neutral
derivada de una concepción liberal-individualista. El juez es un mero espectador de la contienda judicial y no
interviene en el proceso en forma activa. El juez no actúa de oficio sino a petición de parte (principio de rogación).
Bilateralidad o contradicción: Es un principio que encuentra raigambre constitucional en el legítimo derecho de
defensa. Hace alusión a la idea de que toda decisión judicial debe ser tomada previo a que se haya dado igual
oportunidad a todas las partes de ser oídas. Implica la posibilidad de alegar y probar (Art. 210 C.P.C.).
Los actos de comunicación procesal van desde la simple notificación, hasta el traslado o vista para contestar la
demanda.
En nuestra legislación hay numerosas disposiciones que imponen la noticia de las partes, como el art. 142 C.P.C.: las
providencias y resoluciones judiciales no obligan si no son notificadas y otras normas que prevén sanciones por la
violación del principio (teoría de las nulidades procesales (Art. 76 a 78), (recursos de apelación o casación por
violación de las formas o solemnidades (Arts. 362 y 383, inc. 1).
También existen excepciones a la obligación de comunicación, como por ejemplo, las medidas cautelares, que
pueden ordenarse sin ser notificadas.
Formalismo: Formas son las exteriorizaciones que deben presentar ciertos actos procesales, tanto del tribunal como
de las partes.
Este principio postula que la actividad que se cumple en el proceso debe llevarse a cabo de acuerdo a ciertas
condiciones de lugar, tiempo y modo.
Tradicionalmente el principio ha presentado dos formulaciones opuestas: el de libertad de formas y el de legalidad.
El de libertad de formas postula que el proceso debe desarrollarse sin formas predeterminadas, pudiendo las partes
cumplir la actividad según sea lo más adecuado para ellas.
El sistema de legalidad establece que la ley señala las condiciones que debe reunir un acto procesal. Las partes no
pueden convenir los requisitos y el juez no tiene facultades para arbitrar otras modalidades que las fijadas por la ley.
Las formas procesales son establecidas como garantía y se basan en el principio de seguridad jurídica.
Antiguamente, el apego riguroso al sistema de legalidad degeneró en lo que se denomina formalismo, que eleva la
forma en un ritual excesivo.
En la actualidad, respecto de los jueces, se postula un sistema de adecuación de las formas, de adaptabilidad y de
elasticidad o flexibilidad. El juez cuenta con un margen de discrecionalidad.
Economía procesal: Este principio comprende dos aspectos: la reducción de gastos y la reducción de esfuerzos.
La economía de gastos pone su acento en el aspecto financiero del proceso. Ello implica que el costo del juicio no sea
un obstáculo que impida a las partes su inicio. Los procedimientos generan gastos y ellos no pueden evitarse, pero sí
pueden ser postergados, resolverse su eximición por el contenido de la cuestión que se presenta.
Existen dos reglas que colaboran con la economía procesal, ellas son la regla de la eventualidad y la de la
concentración.
La eventualidad deriva de la economía y que se refiere al ejercicio de ciertas facultades de las partes. Supone la
simultaneidad en el ejercicio de una facultad, que puede ser de alegación o de impugnación.
Se aprovecha la oportunidad que la ley acuerda para la acumulación eventual de las actividades de ataque y de
defensa. Por ejemplo, el art. 183 del C.P.C. prevé que la oposición de excepciones dilatorias, deben deducirse
simultáneamente.
La concentración, procura reunir la mayor cantidad posible de actividad en el menor número de actos (el proceso
oral favorece la concentración). Apunta a evitar la prolongación de los procesos en el tiempo.
Son ejemplos de concentración los art. 507 y 508 del C.P.C. El primero de ellos establece que la prueba deberá
ofrecerse con la demanda bajo pena de caducidad. El art. 508 regula la contestación de la demanda en el juicio
abreviado y establece que el demandado deberá en el lapso de seis días comparecer, contestar la demanda y, en su
caso, oponer excepciones.
Adquisición procesal: Este principio sostiene que los resultados de la actividad procesal cumplida por las partes en el
proceso se incorporan a él de manera que los actos cumplidos benefician o perjudican a cualquiera, pudiendo el
juzgador valorarlo independientemente del sujeto que lo haya aportado.
Los actos incorporados al proceso son adquiridos por éste, se despersonalizan y desde entonces, las partes no tienen
disposición libre sobre ellos.
Moralidad: El principio de moralidad debe regir todas las etapas del proceso. Este principio puede conceptualizarse
como el conjunto de reglas de conducta, presididas por el imperativo ético, a que deben ajustar su comportamiento
procesal todos los sujetos (el juez, las partes y demás participantes). A la moralidad se le integran otros
subprincipios, la lealtad, la probidad y la buena fe procesal.
Estas reglas a su vez deben conjugarse con el legítimo derecho de defensa en juicio. Es decir, existen actitudes como
la reticencia, la intemperancia, la agresividad, la obstrucción o la ambigüedad que hacen a la inmoralidad, no
obstante, el juzgador deberá precisar los límites de estas conductas para no afectar tampoco la inviolabilidad de la
defensa en juicio.
En los códigos de forma no se encuentran previstos estos principios sino que se establecen expresamente las
sanciones por los desvíos.
El Art. 45 del C.P.C. de la Nación impone a la parte o a su letrado una multa, cuando la conducta sea declarada
maliciosa o temeraria.
El acceso a la justicia y el abuso del proceso. La duración razonable del proceso
El acceso a la justicia, en virtud del Art. 49 de la Constitución de Córdoba, el estado debe prestar el servicio público
de justicia a los interesados que la requieran.
No obstante ello, existen restricciones de carácter patrimonial que a veces condicionan la actuación en el proceso
por lo que tanto la Constitución como el C.P.C. de la Provincia, para evitar esta desigualdad, han creado el instituto
del beneficio de litigar sin gastos (art. 101 C.P.C.).
En igual sentido, se expresa en la Constitución de Córdoba en su Art. 39: todo proceso debe concluir en un término
razonable.
El Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia no establece expresamente un plazo de duración del proceso,
aunque si comprende ciertos plazos fatales como los del juicio abreviado.

REGLAS PROCESALES
Impulsión: Impulsar es hacer avanzar el proceso a través de las distintas etapas. Este principio caracteriza al sistema
dispositivo, ya que implica que el estímulo de la función jurisdiccional corresponde a las partes, que son las
encargadas de empujar el proceso.
La impulsión inicial en el proceso civil corresponde al actor (el juez no puede actuar de oficio), igual sucede en los
procesos de familia y laboral. En el proceso penal debe distinguirse entre delitos de acción pública, delitos
dependientes de instancia privada y acciones privadas. En el primer caso la acción será ejercida por el Ministerio
Público de oficio (art. 5 C.P.P. y art. 71 C.P.). Cuando dependa de instancia privada solo podrá iniciarla el ofendido
por el delito, sus representantes legales, tutor o guardador (art. 6 C.P.P. y 72 C.P.).
En caso de delitos de acción privada, la impulsión inicial corresponde a toda persona con capacidad civil que se
pretenda ofendida y se lleva a cabo mediante querella (art. 8, 424 y ss del C.P.P. y 73 C.P.).
La impulsión de mantenimiento en el proceso civil, también corresponde a las partes y en el caso que estas no
cumplan actividades para que el proceso avance, se produce su muerte por inactividad (perención de instancia). En
el fuero penal, también pueden impulsar el proceso el ministerio público, el imputado o el mismo órgano
jurisdiccional.
Preclusión: Regla procesal que parte de considerar al proceso dividido en etapas que se desarrollan en forma
sucesiva, siendo que el tránsito de una a otra implica la superación y conclusión de la anterior, por lo que la
preclusión impide el retroceso a la fase agotada. También impide la realización de la actividad cumplida.
Por efecto de la preclusión se genera la pérdida de un derecho por el incumplimiento de una carga procesal.
Cada actividad procesal destinada a una finalidad específica debe ser cumplida en un momento determinado, de
otro modo, la actividad no sería susceptible de producir efectos útiles.
La efectiva vigencia de la preclusión se garantiza a través de las sanciones procesales de nulidad o de inadmisibilidad.
Se aplica la primera cuando el acto procesal se cumple en inobservancia a la preclusión (no se cumple la carga
procesal)
La Constitución de Córdoba incorpora garantías de acceso a la justicia como son la acción de amparo (art. 48 y 52), el
acceso a la justicia propiamente dicho (art. 49) y el derecho de protección de intereses difusos o comunes (arts. 53).
En la CN también se encuentra prevista la acción de amparo (Art. 43). Por su parte, el Art. 42 consagra garantías para
los usuarios y consumidores de bienes y servicios, estableciendo la obligación de las autoridades de proveer a su
protección y a la educación de los habitantes.
Cuando un proceso excede los límites razonables de duración, se convierte en un serio obstáculo para el acceso a la
justicia porque se plasma en una sentencia tardía.
El abuso del proceso: El Art. 1071 del Código Civil regula el instituto del abuso del derecho, que también encuentra
recepción en los cuerpos normativos procesales a partir del principio de moralidad y sus derivados, el de lealtad y
el de buena fe procesal.
Las normas de derecho procesal asignan los poderes de actuación de los sujetos procesales con el objeto de hacer
justicia. Los sujetos del proceso deberían intervenir en el trámite observando la finalidad del proceso, sin embargo,
en muchas ocasiones las estructuras procesales se utilizan para obtener ilegalmente más de lo que la ley concede,
dando lugar al abuso procesal.
Para que este se configure deben reunirse ciertas condiciones, a saber:
a) Que se ejercite una prerrogativa-facultad o potestad procesal.
b) Que se observe una desviación del fin con que esa facultad, prerrogativa o potestad que fue conferida por la
ley.
c) Que dicha conducta no se encuentre prohibida por ninguna norma procesal.
El acto abusivo puede provenir de cualquiera de las partes, incluso del propio juez, quien podría incurrir en un
exceso de formas que impidiera el acceso a la justicia. Asimismo, el acto además debe generar un daño, graficado
como una dilación o un retardo injustificado que produce el acto.
Duración razonable del proceso: el Código Procesal Penal que expresamente establece en su Art. 1, bajo el título
garantías constitucionales, que el proceso no podrá durar más de dos años, salvo las excepciones previstas en el
Art. 337 de idéntico cuerpo normativo.
Por la sanción procesal de inadmisibilidad se aplicará cuando se intente producir un acto procesal una vez vencido
el plazo fijado por la ley para ello o cuando se hubiere declarado la pérdida del derecho a petición de parte.

JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA
Jurisdicción
Definición: es la función pública de administrar justicia emanada de la soberanía del Estado y ejercida por un órgano
especial. Tiene por fin la declaración o realización del derecho y la tutela de la libertad individual y del orden jurídico,
para obtener la armonía y paz social.
Es el poder-deber que tiene el Estado de aplicar justicia al caso concreto y nace desde el momento en que la
sociedad decide realizar indirectamente el derecho en su actuación coactiva, eliminando la actuación directa. El
Estado, como representante del grupo asume esa función, la que es puesta en actividad por medio de los órganos
predispuestos, en nuestro caso, conforme al sistema representativo y a la base del juez natural. Se desarrolla
mediante un trámite regular y legal.
En sentido amplio, la función jurisdiccional comprende la creación y constitución de los órganos encargados de
administrar justicia, la determinación de sus facultades y la fijación de las reglas para la tramitación de los juicios.
En sentido restringido, se refiere al poder o facultad conferida a ciertos órganos para administrar justicia en los casos
que les son presentados.
La jurisdicción es un poder que puede asimilarse a los poderes de acción y de excepción. Estos últimos implican
poner en actividad poderes que exhiben pretensiones subjetivas de las partes y se manifiestan como simples
facultades o eventualmente, como cargas procesales. La jurisdicción, en cambio, se presenta como el poder de
actuación de un órgano público con un criterio objetivo de justicia.
El derecho procesal, el proceso y la función jurisdiccional son instrumentos para la realización indirecta y coactiva del
derecho sustancial. El ejercicio de la función jurisdiccional requiere la existencia de un caso concreto (un conflicto de
intereses). La sentencia es el acto jurisdiccional por excelencia, ya que pone fin al pleito. La jurisdicción se manifiesta
a lo largo de todo el proceso mediante el dictado de decretos, autos o providencias. Comprende desde el acto inicial
de admisión de la demanda hasta la sentencia definitiva.
Caracteres:
• Pública: Es una potestad del Estado cumplida por órganos públicos y en consecuencia también es público el acto
jurisdiccional, aunque fueren privados los conflictos.
• Única: porque la jurisdicción es una sola. La Constitución de Córdoba en su Art. 153 dispone que el ejercicio de la
función judicial corresponde exclusivamente al Poder Judicial de la Provincia. Como función del poder no puede
ser dividida, sin embargo, por razones de división del trabajo, extensión del territorio, naturaleza de las
cuestiones y necesidad de especialización, existe lo que se denominan reglas de competencia, que imponen a
determinados tribunales la obligación de entender en ciertas cuestiones por razones prácticas.
• Exclusiva y excluyente: exclusiva porque solamente el Estado está habilitado para ejercerla. Es excluyente ya que
rechaza cualquier interferencia de particulares y de los demás poderes respecto del ejercicio de la función
jurisdiccional.
• Indelegable: el juez no puede despojarse de su ejercicio, para dejar que otras personas lo asuman sus funciones.
• Inderogable: porque no puede ser atribuida a otros órganos. Se trata de un poder-deber que proviene de la
soberanía del Estado y por ende no puede ser modificado por voluntad de los justiciables. En casos especiales la
ley otorga a los particulares un reducido ámbito para elegir otros métodos para la resolución de su conflicto (ej.
arbitraje, conciliación, mediación, etc.).
Límites: para el ejercicio de la jurisdicción, deben darse los siguientes requisitos:
• Límite territorial: la primera delimitación de la jurisdicción está dada por una cuestión geográfica ya que la
soberanía del Estado se ejerce dentro de su límite territorial, por ende, la jurisdicción es ejercida solamente
dentro de los límites de su territorio. Comprende a todas las personas físicas o jurídicas que habiten en nuestro
territorio. También comprende todas las cosas muebles o inmuebles que se encuentren situadas dentro del país.
• Caso concreto: el juez no aplica la ley a un caso hipotético elaborado por la imaginación. Esa es tarea de la ciencia
del derecho y del legislador. El juez requiere de la existencia de un caso de la vida real donde se encuentren
relacionadas personas físicas o jurídicas, con un verdadero conflicto de intereses. La sentencia es una norma
individual, porque sus efectos sólo alcanzan a las personas que intervinieron en el proceso como interesados.
• Ley anterior: el juez no crea derecho, lo interpreta y aplica. Por ese motivo el conflicto se tiene que haber
generado en situaciones de hecho contempladas por una norma, es decir, conductas reguladas previamente por
el derecho.
• En materia penal y en virtud del principio de legalidad, el juez jamás podrá juzgar como delictiva a una conducta
no tipificada en la ley, ya que no se admite la analogía. En materia civil, la analogía si está permitida.
• Excitación extraña: en materia civil, el juez no actúa de oficio. La demanda del actor producirá la excitación y
fijará los límites fácticos que serán impuestos al juzgador de modo tal que toda extensión efectuada por este será
invalida.
En materia penal, corresponde al Ministerio Público la potestad de excitar la jurisdicción, de promover la acción
ante la hipótesis de comisión de un delito. Su actuación se funda en los principios de oficialidad y de legalidad.
Una vez excitada la jurisdicción, su ejercicio es ineludible para el órgano jurisdiccional y debe continuar hasta la
decisión que pone fin al conflicto.
Elementos: tradicionalmente, la jurisdicción se descomponía en los siguientes elementos:
1) Notio: facultad conferida al órgano jurisdiccional para conocer una determinada cuestión litigiosa. Se trata de un
poder que habitualmente ejercita el juez en materia civil, familiar o laboral cuando le es presentado el caso. Ello
no sucede en el procedimiento penal, ya que esta facultad puede ocurrir antes del juicio propiamente dicho,
durante la investigación penal preparatoria.
2) Vocatio: facultad de llamar a las partes para que comparezcan o prosigan el juicio. En materia civil y familiar, el
juez convocará al demandado para que dentro del plazo fijado, asuma su calidad. Esto es una carga procesal, por
lo que en caso de no hacerlo, la ley le atribuye al juez la facultad de ordenar la prosecución del juicio en rebeldía.
En el proceso penal, la rebeldía es un estado de hecho en que se coloca el imputado en relación con la causa que
se le sigue en su contra. La declaración de rebeldía trae aparejada la orden de detención del imputado y el
consiguiente pedido de captura. Sobre el proceso, la declaración de rebeldía no suspende el curso de la
investigación, pero si fuere declarada durante el juicio, este se suspende en relación al rebelde y continua para
los demás imputados presentes. Cuando el rebelde comparezca, la causa continuará según su estado (arts. 86 a
90 C.P.P).
3) Coertio: facultad para utilizar la fuerza pública a fin de hacer cumplir las resoluciones que se dicten con motivo
del proceso y durante este. En todas las leyes de forma se prevén medidas para asegurar los fines del proceso
tales como el traslado por la fuerza pública para los testigos que no comparecieren, la posibilidad de ordenar el
allanamiento de un domicilio en búsqueda de medidas probatorias para el secuestro de bienes o ejecución de
alguna cautelar en materia civil, etc.
4) Iudicium: es el poder-deber de resolver el litigio. Se exterioriza en la sentencia y su efecto es que adquiere
autoridad de cosa juzgada.
5) Executio: facultad para hacer cumplir la sentencia. La sentencia puede cumplirse de manera espontánea, pero si
no es así, puede concederse su ejecución previo requerimiento de parte, aún con el empleo de la fuerza pública.
En el proceso penal, la ejecución es dispuesta de oficio por el tribunal.
En la actualidad estas cinco categorías se limitan a cuatro:
1) Poder de decisión: se puede dividir en dos aspectos, uno formal o extrínseco y otro material o intrínseco.
Desde el aspecto formal, se tienen en cuenta la forma en que se expresa el órgano jurisdiccional en su facultad de
juzgar. Ella se manifiesta a través de diferentes pronunciamientos como sentencias, autos interlocutorios,
decretos, etc.
El aspecto material se refiere al contenido del poder de decisión y se resume en el acto de autoridad dado por el
juez. El juez tiene el deber de emitir el juicio conforme a derecho, para lo cual debe explicitar los fundamentos
que le han llevado a resolver en un sentido determinado con fundamentación lógica y legal. La motivación es un
deber de la jurisdicción impuesto por la ley como garantía para los justiciables (art. 155 Const. Cba.).
2) Poder de ejecución: facultad del órgano para producir actos coactivos tendientes a la realización del interés
tutelado. En materia civil solamente puede ser ejercido a instancia de parte. En materia penal, los actos de
ejecución se realizan de manera compulsiva.
3) Poder de coerción: facultad conferida al juez para imponer sanciones a los sujetos que con su conducta
obstaculicen la tarea de administrar justicia. También comprende la facultad de emplear la fuerza para el
cumplimiento de las resoluciones judiciales. Alcanza facultades propias de la coertio y executio.
4) Poder de instrumentación: posibilidad de dar el carácter de instrumento público a las actuaciones que se realizan
con la intervención del Tribunal. Comprende la facultad que tiene el mismo tribunal de conservar documentos y
el deber de custodia.
Momentos del ejercicio de la jurisdicción:
a) Momento cognoscitivo: se inicia con la demanda, continúa con la contestación y producción de las pruebas y
finaliza con los alegatos de las partes.
b) Momento resolutivo: el juez resuelve acerca de las pretensiones esgrimidas.
c) Momento ejecutivo: tiene carácter eventual cuando el condenado no acata lo resuelto de manera voluntaria. En
ese caso el juez ejercita su imperium (poder de coerción) para hacer cumplir lo resuelto.

COMPETENCIA
Definición: es la medida de la jurisdicción. La jurisdicción por ser única no puede medirse, cada juez la tiene
íntegramente, pues la jurisdicción es una potestad relacionada con la soberanía del Estado. La competencia
responde a exigencias técnico-jurídicas de política procesal, a cuestiones de orden práctico. La competencia es el
resultado de un fraccionamiento del órgano jurisdiccional. Es la facultad que cada juez tiene para ejercer la
jurisdicción en determinados asuntos y dentro de cierto territorio.
Caracteres:
• Fijada previamente por ley: el justiciable debe saber de antemano que existe un órgano jurisdiccional con
competencia atribuida en la ley para conocer en su problema.
• Orden público: los particulares no pueden disponer de la regla de la competencia ni modificarla.
• Indelegable: los actos atribuidos al juez deben ser cumplidos indefectiblemente por él, salvo excepciones en que
puede encomendarse a otros órganos (art. 291 C.P.C.).
• Improrrogable: la competencia no es prorrogable, la distribución pertenece a la ley y las partes no podrán
conferir competencias a otro órgano jurisdiccional. La competencia es prorrogable solamente cuando en el caso
concreto no prima el interés público y las partes, mediante un convenio escrito, hayan elegido otro juez para que
conozca el conflicto (expresa), o cuando una de las partes realice actos que impliquen renunciar a la competencia
del juez determinado por ley y la otra no se oponga, ej. interponer demanda ante un juez incompetente y que el
demandado no se oponga (tácita).
Fundamentos: factores para fundamentar el reparto de la competencia:
a) Criterio institucional: existe un doble orden judicial fijado por la Constitución. Ello da lugar a la justicia ordinaria
de cada provincia y a la justicia nacional, federal de excepción. La primera existe en virtud de la reserva efectuada
por las provincias de organizar su Poder Judicial (art. 1 y 5 C.N.). La federal de excepción se fundamenta en los
artículos 116, 117 y 75, inciso 12 de la C.N.
b) Especialización y naturaleza de las causas: la mayor cantidad de situaciones que el ordenamiento jurídico tiende
a resolver, sería inconcebible que un magistrado tuviera que conocer todas las ramas del derecho y resolver con
justicia en cada una de ellas. Esto es lo que se denomina competencia material y permite dividir la jurisdicción en
civil, comercial, familia, penal, laboral, etc.
c) Territorio: tampoco es posible que un mismo tribunal atienda los conflictos suscitados en un extenso ámbito
territorial o densamente poblado. Entonces surge la competencia territorial por la que se distribuyen zonalmente
las causas de una misma materia entre diversos tribunales. Esta distribución persigue la aproximación del tribunal
a la persona, cosa o hecho que debe considerarse como el centro del despliegue jurisdiccional. La competencia
territorial puede distribuirse por el lugar de la cosa, el domicilio del demandado, el lugar de cumplimiento del
contrato o el lugar del contrato.
d) Funcional: este criterio se funda en la conveniencia de establecer la diversificación del órgano jurisdiccional para
el ejercicio de la función cognoscitiva y la ejecutiva. En los sistemas que admiten más de una instancia, el criterio
funcional se manifiesta en la existencia de tribunales de mérito y tribunales de alzada. Se trata de la competencia
por razón del grado.
En el fuero de familia permite distinguir entre los jueces de familia y la Cámara de juicio; en el fuero laboral entre
el juez de conciliación y la Cámara de juicio; en el fuero civil entre el juez de primera instancia y la Cámara en lo
Civil.
e) Turno: entre jueces de una misma circunscripción que atienden la misma materia y dentro del mismo grado,
existe además otra división en virtud de la cual se distribuyen las causas que ingresan. Existen dos métodos: la
recepción de causas dentro de un período limitado de tiempo (utilizado en materia penal, cada fiscalía de
instrucción se encuentra de turno una semana); y la recepción de un número determinado de causas (se utiliza en
materia civil).

Competencia provincial: criterios para su determinación: De acuerdo a los At. 5 y 75, inc. 12 de la CN, nuestro
Estado se caracteriza por la coexistencia de dos órbitas judiciales: la de las provincias y la de la Nación.
El Poder Judicial provincial se encarga de todas las cuestiones relacionadas con el derecho común ocurridas dentro
de sus territorios, a excepción de las materias expresamente delegas a la Nación, que competen a la Justicia
Nacional.
En Córdoba, la competencia se divide en los siguientes fueros:
Civil y Comercial: en materia civil, Córdoba establece el Art. 5 del Código ritual (procesal), que la competencia se
determinará por la naturaleza de las pretensiones de la demanda y no por las defensas opuestas por el demandado.
Se organiza en doble instancia, la primera corresponde a juzgados unipersonales de primer grado. Sus resoluciones
son recurribles ante la Cámara de Apelaciones del mismo fuero, que son órganos colegiados integrados por tres
vocales. La resolución dictada en segunda instancia solamente admite recurso extraordinario (casación, revisión o
inconstitucionalidad ante el Tribunal Superior de Justicia).
Concursos y sociedades: entiende en causas vinculadas al concurso de acreedores, la quiebra y la constitución de
sociedades comerciales. Está organizado como el fuero civil y comercial.
Penal: entiende en materia de delitos, es de instancia única y se estructura en dos etapas:
a) La primera es la investigación penal preparatoria a cargo de Fiscales de Instrucción o jueces de instrucción
(cuando el imputado tuviere algún privilegio constitucional). Esta etapa concluye:
• Con el archivo de las actuaciones cuando el Fiscal no pudiere proceder.
• Cuando el hecho investigado no encuadre en figura penal alguna (art. 334 C.P.P.).
• Con el sobreseimiento del imputado (art. 350 C.P.P.), cuando:
1) El hecho investigado no se hubiere cometido o no lo hubiere sido por el imputado.
2) Cuando el hecho no encuadre en figura penal.
3) Cuando medie una causa de justificación, inimputabilidad, inculpabilidad o una excusa absolutoria.
4) Cuando la pretensión penal se haya extinguido.
5) Cuando habiendo vencido todos los términos de la investigación penal preparatoria y sus prórrogas, no
hubiere suficiente fundamento para elevar la causa a juicio y no fuese razonable objetivamente prever la
incorporación de nuevas pruebas.
6) También puede concluir con el requerimiento fiscal de elevación a juicio siempre que existieren
elementos suficientes para sostener como probable la participación punible del imputado en el hecho
intimado (art. 355 C.P.P.).
b) La segunda etapa es la del juicio y se lleva a cabo en una audiencia oral y pública ante la Cámara del Crimen,
colegiada con tres vocales, quienes tiene a su cargo el juzgamiento y el dictado de la sentencia. Contra dicha
sentencia solamente caben los recursos extraordinarios ante el Tribunal Superior de Justicia.
Dentro del fuero penal también se encuentran:
1) Los Juzgados Correccionales que juzgan en única instancia en los delitos de acción pública dolosos que
estuvieren reprimidos con prisión no mayor de tres años o pena no privativa de la libertad; delitos culposos y
delitos de acción privada (art. 37).
2) Los Juzgados de Menores que entienden en causas en las que haya menores que cometen delitos.
3) Los Juzgados de Ejecución Penal que tienen la competencia que establece el artículo 35 bis del C.P.P.
4) El fuero penal económico que está destinado a investigar delitos de los denominados de cuello blanco que
tienen trascendencia económica y son de gran complejidad.
Laboral: entiende en materia de contrato de trabajo y está organizado en instancia única. Se estructura en dos
etapas:
1) La primera ante el juez de conciliación que no dicta sentencia.
2) La segunda, ante la Cámara del Trabajo que lleva adelante el juicio y dicta sentencia solo recurrible ante el
Tribunal Superior de Justicia mediante recursos extraordinarios.
De familia: de instancia única y entiende en los conflictos de familia. Se integra con asesorías que intervienen en una
etapa prejurisdiccional con el fin de alcanzar el avenimiento de las partes, ejercen representación promiscua de los
menores y patrocinan a las partes carentes de recursos. Le siguen los jueces de familia que tienen función
conciliadora y homologan los acuerdos celebrados sin dictar sentencia. Finalmente, si se hace necesario el juicio,
este se sustancia ante las Cámaras de Familia constituidas por tres vocales, quienes resuelven en definitiva.
Contencioso administrativo: de instancia única en todas las causas salvo en aquellas en que la provincia sea parte.
En caso de instancia única se sustancia ante la Cámara mediante un procedimiento escrito que concluye en una
sentencia recurrible mediante recursos extraordinarios ante el Tribunal Superior de Justicia. En caso de doble
instancia, la primera se sustancia ante la Cámara y la segunda ante el Tribunal Superior mediante recurso ordinario.
En Córdoba, el máximo órgano del Poder Judicial es el Tribunal Superior de Justicia, está integrado por 7 miembros,
al cual se llega por vía de recurso o por vía originaria. Su competencia está establecida en el Art. 165 de la
Constitución Provincial:
1) Conoce y resuelve originaria y exclusivamente, en:
a) Las acciones declarativas de inconstitucionalidad de las leyes, decretos, reglamentos, resoluciones,
Cartas Orgánicas y ordenanzas, que estatuyan sobre materia regida por la Constitución.
b) Las cuestiones de competencia entre poderes públicos de la Provincia y en las que se susciten entre los
tribunales inferiores, salvo que estos tengan otro superior común.
c) Los conflictos internos de las Municipalidades, de una Municipalidad con otra, o de estas con
autoridades de la Provincia.
d) Las acciones por responsabilidad civil promovidas contra magistrados y funcionarios del Poder Judicial,
con motivo del ejercicio de sus funciones, sin necesidad de remoción previa.
2) Conoce y resuelve, en pleno, de los recursos extraordinarios de inconstitucionalidad.
3) Conoce y resuelve, por intermedio de sus salas, de los recursos extraordinarios que las leyes de
procedimiento acuerden.
4) Conoce y resuelve de la recusación de sus Vocales y en las quejas por denegación o retardo de justicia.
Desplazamiento de la competencia: por regla general, la competencia es de orden público e improrrogable, sin
embargo, existen supuestos que permiten que el pleito se radique ante un tribunal distinto al que tenía que
intervenir. Los desplazamientos encuentran motivo algunas veces: en la voluntad de las partes, otras, en una
disposición de la ley en circunstancias de conexidad o por efecto del fuero de atracción.
Prórroga: esta forma de desplazamiento transmite la competencia a un juez que en principio resultaba
incompetente.
Son prorrogables las cuestiones patrimoniales y en relación al territorio, sin embargo, no son prorrogables la
competencia en razón del grado y la materia.
La prórroga de competencia se encuentra regulada en los artículos 2, 3 y 4 del C.P.C.
Conexidad: cuando entre dos o más asuntos haya alguna conexión, la ley determina que sea un mismo juez el que
intervenga.
Existen causas de interés público y privado en la acumulación. Las primeras porque tienden a evitar el dictado de
sentencia contradictorias entre asuntos relacionados. Las razones de interés privado se vinculan con la economía
procesal y el ahorro de costos y esfuerzos.
La conexión puede existir por razones subjetivas, objetivas o causales y será competente para entender el juez que
entienda sobre la materia principal o el que intervino primero en el tiempo.
En materia civil las causas de conexidad se encuentran en el Art. 7 del C.P.C, mientras que en el fuero penal, la
conexidad está regulada en los artículos 47, 48 y 49 del C.P.P.
Fuero de atracción: tiene aplicación en los procesos universales como los juicios de sucesión y concursos o quiebras.
El desplazamiento se justifica en la necesidad de tratar en forma conjunta y simultánea todas las pretensiones
deducidas contra el caudal común.
En materia de sucesiones, el fuero de atracción está contemplado en el Art. 3284 del CC, por el hecho de que
pueden verse afectadas muchas personas, por lo general indeterminadas, el fuero de atracción es improrrogable e
irrenunciable y en consecuencia debe ser aplicado de oficio por el tribunal.
Una vez concluido el juicio sucesorio o finiquitada la quiebra o el concurso, el fuero de atracción también finaliza.

COMPETENCIA FEDERAL
Definición: facultad reconocida a los órganos que integran el Poder Judicial de la Nación para ejercer sus funciones
en los casos, respecto de las personas y en los lugares especialmente determinados por la Constitución Nacional.
Los Art. 116 y 117, CN establecen los asuntos que incumben a la competencia federal.
Caracteres:
a) Limitada: la CN establece sus límites, no hay ley, interpretación ni voluntad de parte que pueda extenderlos a
otros casos.
b) Privativa: en las causas asignadas a la justicia federal resulta excluida la justicia provincial que no puede entender
en dichas cuestiones y debe declarar su incompetencia de oficio. En casos de competencia concurrente, la ley nº
927 sustrajo del fuero federal este tipo de causas (o sea se hizo prórroga de competencias) en casos en que el
fuero federal proceda por distinta vecindad o nacionalidad de las partes, cuando la cuantía del asunto no exceda
de un determinado monto, así como los juicios universales.
También se admite la prórroga cuando el demandado extranjero o vecino de otra provincia no opone la
excepción pertinente, entendiéndose por ello que renuncia al fuero federal.
c) Improrrogable: la competencia material es improrrogable, no así en razón de las personas.
d) Contenciosa: nunca procede de oficio y solamente se ejerce la judicatura cuando es solicitado a instancia de
parte.
Criterios para la determinación (Si una causa corresponde a Nación o Provincia): En razón del territorio, la
competencia nacional corresponde cuando se hayan afectado derechos federales o intereses nacionales en aquellos
lugares que sean de propiedad del Estado Nacional, adquiridos a las provincias o cesión de estas, con el objeto de
instalar allí establecimientos de utilidad nacional (ej. Universidad Nacional de Córdoba). El solo hecho que se trate de
un lugar propiedad del Estado Nacional no le atribuye toda la potestad legislativa, administrativa y judicial, esta solo
corresponde a la Justicia Nacional cuando se haya interferido directa o indirectamente en la satisfacción del servicio
de interés público (ej. Municipios y provincias conservan la facultad de controlar las normas de tránsito dentro de la
órbita territorial de su competencia sobre rutas nacionales).
En razón de la materia, dentro del país existen leyes federales, leyes comunes y leyes provinciales.
La legislación federal se integra por la Constitución Nacional, los tratados con las naciones extrajeras o con los
organismos internaciones y las leyes dictadas por el Congreso que regulan la actividad propia de la Nación y sus
organismos.
La legislación común es aquella dictada por el Congreso de la Nación, haciendo uso de las facultades que las
provincias le delegaron en virtud del Art.75, inc. 12, CN, estas pueden ser aplicadas por los tribunales federales y por
los tribunales de provincia.
La legislación provincial es dictada por cada provincia, con validez espacial circunscripta al ámbito territorial de la
provincia que la dictó. Comprende todas las facultades no delegadas (ejs. Códigos de procedimiento civil, penal,
laboral, etc.).
Por último, en razón de las personas, la competencia federal se determina teniendo en cuenta la cualidad especial
de las personas que son parte en la controversia (ej. Si en el pleito intervienen ministros o embajadores extranjeros)
o por la presencia del Estado Nacional en el juicio, si existiese un interés federal en disputa.

COMPETENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN


1) Competencia originaria y exclusiva:
• Asuntos que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los vecinos de otra; entre los vecinos
de diferentes provincias; y entre una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero.
• Causas concernientes a embajadores y otros ministros diplomáticos extranjeros, personas que compongan la
delegación e individuos de sus familias.
• Causas que versen sobre privilegios y exenciones de los cónsules extranjeros en su carácter público, es decir,
por hechos o actos cumplidos en el ejercicio de sus funciones propias, siempre que en ellas cuestione su
responsabilidad civil o penal.
2) Competencia derivada:
• Competencia por apelación extraordinaria (prevista por ley 48, Art. 14; ley 4.055, Art. 6) y recursos directos
deducidos con motivo de la denegatoria del recurso extraordinario. Esta vía permite elevar a la Corte Suprema
un litigio sobre el cual haya recaído sentencia definitiva emanada de un tribunal superior de justicia de la
provincia. Esta competencia atiende al control judicial de la constitucionalidad de las normas.
• Competencia por apelación ordinaria: Se trata de un recurso contra las sentencias definitivas de las Cámaras
Nacionales de Apelaciones, pronunciadas en los siguientes casos:
• Causas en que la Nación es parte, en la medida que superen un monto determinado.
• Causas por extradición de criminales reclamados por países extranjeros.
• Causas suscitadas por apresamiento o embargos marítimos en tiempos de guerra, sobre salvamento militar
y sobre nacionalidad del buque, legitimidad de su patente o regularidad de sus papeles.
• Recurso de apelación que prevé el artículo 4 de la ley 4055 contra las sentencias dictadas en material
federal por la Cámara de Casación penal en los recursos de revisión.
• Recursos contra sentencias definitivas de la Cámara Federal de la Seguridad Social.
• Recursos directos que sean consecuencia de la denegatoria de los recursos mencionados
precedentemente.

ORGANIZACIÓN JUDICIAL
Toda organización judicial responde a las siguientes reglas:
a) Normatividad: La organización del Poder Judicial se halla instrumentada por reglas de naturaleza procesal que
integran el orden público.
b) Jerarquía: Existe una relación de subordinación del juez inferior al juez superior, en lo atinente al aspecto
funcional (control de legalidad y de legitimidad), que resulta delimitado por las normas adjetivas.
c) Sedentariedad: El tribunal tiene su asiento en un determinado lugar geográfico. Existen sedes y cada una tiene su
ámbito espacial en que habrá de administrar justicia.
d) Permanente: Se estructura sobre la base del criterio funcional, independientemente del sujeto que tiene a su
cargo prestarla.
En Córdoba, la organización judicial se estructura basándose en el siguiente esquema: Tribunal Superior, Cámaras de
Apelación, Cámaras de juicio, Jueces de primera instancia, Jueces penales, de familia y conciliación, Jueces de paz y
otros funcionarios judiciales y auxiliares de la justicia.
1) Tribunal Superior de Justicia: es la cabeza del Poder Judicial, colegiado con 7 miembros y tiene una
competencia limitada.
Además de ello, tiene funciones de control y vigilancia de los demás miembros del Poder judicial, conocidas
como funciones de superintendencia y, por último, su presidente ejerce la representación del Poder Judicial.
2) Cámaras de apelación: órganos colegiados que tienen competencia para conocer de los recursos que se
interpongan contra las resoluciones de los jueces de primera instancia por lo que constituye un tribunal de
segunda instancia. Además conoce de las recusaciones de sus propios miembros (con exclusión del recusado) y
entiende en la recusación con causa de los jueces de primera instancia y de los funcionarios del Ministerio
Público. Por último, conoce de los recursos de retardada justicia contra los jueces. Funcionan principalmente en
casos de procedimientos escritos.
3) Cámaras de juicio: Son las Cámaras del crimen, de familia y del trabajo. Son órganos colegiados que tienen por
fin decidir sobre la pretensión esgrimida y dictar sentencia.
Las Cámaras del crimen son aquellas ante las que se lleva a cabo el juicio plenario que habrá de resolver sobre si
existe certeza de que el acusado es penalmente responsable del delito que se le atribuye y eventualmente
imponerle una pena. Pueden funcionar a través de salas unipersonales (art. 34 C.P.P.).
Las Cámaras de familia intervienen en el juicio oral de instancia única para el denominado juicio común y actúa
únicamente a través de un tribunal colegiado.
La Cámara del trabajo constituye el órgano de sentencia que actúa luego que el juez de conciliación concluye
con la instrucción de la causa. Se encuentra autorizada para actuar de manera unipersonal y también conoce y
resuelve las apelaciones deducidas en contra de las resoluciones dictadas por los jueces de conciliación.
4) Jueces de primera instancia: son el primer escalón en la justicia, conocen el objeto litigioso en toda su
extensión, convocan a las partes, dirigen el proceso, reciben las pruebas y deciden sobre las pretensiones.
5) Jueces penales, de familia y de conciliación: el juez de instrucción lleva adelante la investigación penal
preparatoria cuando el imputado goce de privilegios constitucionales, juzga como tribunal de única instancia en
los casos del juicio abreviado previsto en el artículo 356 del C.P.P., ejerce control jurisdiccional y resuelve las
oposiciones planteadas por el imputado o su defensa en contra de las resoluciones del Fiscal de Instrucción
como juez de garantías.
El juez de familia puede intervenir como juez instructor o como tribunal de sentencia. En el primer caso lo hace
en cuestiones que deben tramitarse como juicio común, tales como divorcio, adopción o filiación. Como
tribunal de sentencia actúa en juicios especiales como medidas cautelares, guarda, tenencia o cuota
alimentaria.
Los jueces de conciliación actúan como jueces instructores en el caso de los procesos de conocimientos y son
jueces de sentencia para las cuestiones incidentales. En el primer caso, conocen de las actuaciones que se
practiquen para entablar y contestar la demanda y operan la conciliación previa propia del proceso laboral.
Además, cuentan con atribuciones para resolver las cuestiones incidentales, el despacho de las medidas
precautorias y en la ejecución de sentencia.
6) Jueces de paz: son nombrados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Poder Legislativo y durante el período de
su ejercicio sólo pueden ser removidos por el Tribunal Superior de Justicia si concurren las causales del artículo
154 de la Constitución Provincial. El procedimiento ante ellos es verbal, sumarísimo, gratuito y de características
arbitrales. Obtienen una escasa competencia y actúan como delegados del Estado como amigable componedor.
7) Otros funcionarios judiciales y auxiliares de la justicia: Dentro de las personas que colaboran con el juez se
encuentra el secretario que es el jefe de oficina, prepara el despacho, vigila a los empleados, lleva los libros,
entrega bienes, expedientes y documentos a las personas que la ley autorice, etc.
El prosecretario, que colabora con el secretario, cumple las tareas que éste le indique y lo reemplaza en sus
funciones. Firma cédulas de notificación, citaciones, oficios, cargos de escritos y mantiene actualizados los
ficheros de jurisprudencia.
Los oficiales de justicia ejecutan mandamientos de embargo, secuestro o desalojo. Los notificadores y ujieres,
practican las notificaciones dentro y fuera del radio respectivo y demás oficinas administrativas que colaboran
con la justicia, como la Dirección de Superintendencia, la Dirección de Administración o la Dirección de Servicios
Judiciales.

EL JUEZ O TRIBUNAL
Definición: el juez o tribunal cumple la función jurisdiccional del Estado y se encuentra compuesto por un juez o un
conjunto impar de jueces.
Los poderes otorgados al juez son los de dirección formal y material del proceso, poderes disciplinarios y
ordenatorios, de iniciativa probatoria y de decisión. Su deber fundamental consiste en administrar justicia.
Caracteres:
a) Público: el tribunal es un órgano público creado para la administración de justicia. Su representación física es un
magistrado o funcionario del Estado.
b) Permanente: en virtud del artículo 18 de la C.N. el tribunal reviste el carácter de permanente, prohibiéndose la
constitución de comisiones designadas para resolver un caso. Los jueces no son permanentes sino inamovibles.
c) Sedentario: no existen los tribunales ambulantes. Cada uno desempeña sus funciones en una sede.
d) Letrado: el juez debe tener título de abogado, además de otros requisitos que la Constitución establece. Los
jueces de paz no necesitan ser abogados.
e) Normativo: Solamente la ley puede crear, modificar o extinguir un ordenamiento jurisdiccional.
Poderes y atribuciones:
• El poder característico de la función judicial es el jurisdiccional. La exteriorización de ésta, es la decisión que se
realiza por medio del dictado de decretos, autos interlocutorios y sentencias.
• Los jueces o tribunales pueden corregir errores materiales, aclarar conceptos oscuros o suplir cualquier omisión
en que hubieren incurrido en su sentencia.
• Tienen facultades ordenatorias que se ejercen a lo largo del juicio y que se manifiestan por el proveimiento que
efectúan los tribunales a las peticiones de las partes o a las necesidades en el trámite o en casos excepcionales,
oficiosamente.
• También tienen facultades instructorias.
• Tienen facultades disciplinarias que pueden ejercer a lo largo del trámite y que, generalmente, se manifiestan con
la imposición de multas u otras sanciones a los litigantes que violenten las reglas de la lealtad y buena fe procesal.
Deberes y garantías: es deber primario de los jueces, el de administrar justicia cada vez que les sea requerido. Entre
los deberes formales, los magistrados y funcionarios judiciales tienen el deber de prestar juramento antes de asumir
sus funciones, están obligados a concurrir a sus despachos en los horarios de atención al público y deben resolver las
causas dentro de los plazos fatales que las leyes procesales establezcan.
Garantías funcionales:
1) Sistemas de designación: se puede distinguir a los siguientes:
a) Por elección popular: sólo podría funcionar en sociedades de gran cultura cívica para evitar riesgos que
afecten la garantía de imparcialidad.
b) Por designación del máximo tribunal: conforme a un sistema de promoción y concursos o designación
efectuada por el tribunal jerárquicamente superior.
c) Por designación efectuada por los poderes públicos: utilizando métodos que tengan en cuenta la capacidad,
idoneidad, condiciones morales y antigüedad en la función judicial.

MODOS DE DESIGNACIÓN EN LA JUSTICIA NACIONAL


1) Miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación: designados por el Presidente de la Nación con acuerdo
del Senado por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública convocada al efecto (Art. 99, inc. 4,
CN). Para ser miembro de este tribunal se requiere cumplimentar con los requisitos del Art. 111 de la CN.
2) Jueces de tribunales inferiores: son designados por el Presidente de la Nación sobre la base de una propuesta en
terna vinculante emitida (previo concurso público) por el Consejo de la Magistratura, mediante acuerdo del
Senado. El Consejo de la Magistratura es un órgano consagrado en la reforma constitucional como una entidad
integrada por la representación de los órganos políticos, los jueces de todas las instancias y de los abogados de
matrícula nacional, como así también de personas del ámbito académico y científico (Art. 114, CN).
Modos de designación en la justicia provincial: por ley nº 8802 del año 1999 se crea el Consejo de la Magistratura
que asiste al Poder Ejecutivo en la tarea de selección de los jueces y magistrados. La designación comienza con una
convocatoria pública y abierta para que los aspirantes se inscriban a una evaluación escrita, oral y de antecedentes.
Sobre la base del resultado, el Consejo confecciona un orden de mérito que es remitido al Poder Ejecutivo y que este
no puede alterar.
Remoción: En el ámbito nacional los jueces sólo pueden ser removidos de sus cargos mediante el procedimiento del
juicio político (Art. 53, 110 y 115 CN) que puede iniciarse por mal desempeño o delito en el ejercicio de la función o
por crímenes comunes.
El juicio político contra un miembro de la Corte, requiere de acusación de la Cámara de diputados, que debe declarar
por mayoría de dos terceras partes de sus miembros dicha acusación. Efectuada la acusación, el juicio es realizado
por el Senado y se requiere para la declaración de culpabilidad el voto de dos tercios de los miembros presentes. Su
fallo tiene el efecto de destituir al acusado, quien quedará sujeto a acusación, juicio y castigo ante los tribunales
ordinarios si fuere el caso.
Respecto de los jueces de los tribunales inferiores de la Nación, la facultad de decidir la apertura del procedimiento y
de ordenar, la suspensión, corresponde al Consejo de la Magistratura y el juicio se realiza por un jurado integrado
por legisladores, magistrados y abogados. Su fallo es irrecurrible.
En el ámbito de la provincia de Córdoba, los miembros del Tribunal Superior de Justicia sólo pueden ser separados
de sus cargos mediante juicio político.
Para los magistrados y funcionarios del Poder Judicial y el Ministerio Público, la ley 7956 ha regulado un
procedimiento denominado juri de enjuiciamiento que tiene como único efecto la destitución del acusado. Esta ley
determina como causales de destitución las siguientes:
a) Mal desempeño.
b) Negligencia grave.
c) Desconocimiento inexcusable del derecho.
d) Supuesta comisión de delito. En el caso de delitos culposos, cuando tenga incidencia funcional.
e) Inhabilitación física o psíquica.
f) Morosidad. Salvo prueba en contrario, se presumirá configurada esta causal en caso de omisión reiterada de
pronunciamiento, dentro de los plazos fatales establecidos por las leyes. El Fiscal General llevará un registro y
promoverá automáticamente el procedimiento cuando se verifique la tercera omisión o en caso de
inobservancia inexcusable del término establecido en el Art. 47 de la Constitución de la Provincia con arreglo a
lo dispuesto por la ley respectiva.
El jurado está compuesto por un vocal del Tribunal Superior de Justicia y cuatro senadores, letrados si los hubiere,
dos por la mayoría y dos por la minoría. Contra la resolución no procederá recurso alguno, salvo el de aclaratoria que
podrá interponerse dentro de las 48 horas.
Inhibición y recusación: la recusación del juez es el medio que tienen las partes para que un juez determinado se
separe de su conocimiento por sospecharse, de su imparcialidad. Es una garantía de imparcialidad.
La inhibición es el medio que permite que el juez, al concurrir alguna de las circunstancias anteriores, se aparte
espontáneamente del conocimiento de la causa.
La recusación puede realizarse con o sin causa. La recusación sin causa es una garantía para el litigante, pues le
permite ejercer ese derecho cuando existiendo una causal legal, le resulta dificultosa o imposible la prueba de los
hechos, o se pueda afectar la dignidad de la magistratura. Como este recurso ha sido utilizado de manera abusiva
para entorpecer los trámites, la jurisprudencia ha limitado el recurso de la recusación sin causa a casos
excepcionales y de interpretación restrictiva.
Recusación sin causa: en el proceso civil, las partes podrán recusar sin causa al juez, al entablar o contestar la
demanda u oponer excepciones, o al finalizar la tramitación del pleito dentro de los 3 días de notificado el
llamamiento de autos para definitiva o el decreto de avocamiento.
El límite se impone también al establecerse que esta posibilidad de recusamiento sin causa sólo puede ser utilizada
una vez durante el proceso, por lo tanto sólo se puede hacer contra el juez de 1ª instancia, o contra uno de los de la
cámara o respecto de alguno de los del Tribunal Superior de Justicia en forma excluyente.
Este derecho, no procede en las cuestiones incidentales ni en la ejecución de sentencia (art. 19 C.P.C.). Tampoco
procede en los procesos concursales (art. 18, inc. 1º), en las diligencias preparatorias de los juicios, en las que tienen
por objeto asegurar el resultado del juicio, en la ejecución de diligencias comisionadas, a menos que fuesen
probatorias y en las diligencias para la ejecución de la sentencia, a no ser por causas nacidas con posterioridad a ella
(art. 24 C.P.C.).
Recusación con causa: se establecen límites temporales para deducir la recusación con causa. Cuando la causa de
recusación fuese anterior a la iniciación del pleito, deberá ser propuesta en el primer escrito que se presente.
Cuando fuese posterior o anterior no conocida, se propondrá dentro de los tres días de haber llegado a
conocimiento de la parte (art. 22 C.P.C.).
El tribunal competente para entender en la recusación es el superior inmediato al recusado: del juez de primera
instancia y funcionarios del Ministerio Público, la Cámara; de los vocales del Tribunal Superior y de la Cámara, los
restantes miembros.
Causales de recusación: son similares en todas las ramas. En el C.P.C. se encuentran previstas en el Art. 17; en el
C.P.P. están reguladas en el Art. 60; en la ley procesal del trabajo en el Art. 12
1) El parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad en línea recta y colateral hasta el segundo grado.
2) Interés del juez en el pleito.
3) Sociedad, salvo el caso de sociedad por acciones o cooperativas.
4) Pleito pendiente.
5) Crédito o deuda.
6) Denuncia o querella. Haber sido el juez denunciante o acusador o haber sido acusado o denunciado por la
parte.
7) Prejuzgamiento. Haber anticipado el juez opinión sobre el litigio en cualquier carácter.
8) Beneficio de importancia que haya recibido el juez o sus parientes de alguno de los litigantes.
9) Amistad o enemistad manifiesta.
10) Haber producido en el procedimiento nulidad que haya sido declarada judicialmente.
11) Haber dado lugar a la queja por retardada justicia.
EL MINISTERIO PÚBLICO FISCAL
Definición: es el órgano estatal encargado de hacer valer ante el órgano jurisdiccional la representación y defensa de
los intereses públicos y sociales del Estado.
En la Constitución de Córdoba (art. 171), el Ministerio Público fue incluido como órgano perteneciente al Poder
Judicial; en el orden Nacional (Art. 120) el Ministerio Público es un órgano EXTRAPODER.
Caracteres:
• Los funcionarios que integran el Ministerio Público carecen de facultades de decisión. Los ordenamientos
procesales penales acuerdan sus facultades de instrucción.
• En el proceso civil, los funcionarios del Ministerio Público aparecen a veces ocasiones como representantes de
parte y otras desempeñando funciones de vigilancia.
• El Ministerio Público se divide en Ministerio Público Fiscal y Pupilar. Dentro del primero se encuentra el que actúa
ante los tribunales penales, civiles y de familia. El pupilar se encarga de la defensa de los incapaces y de los que se
hallen en inferioridad de condiciones.
• Su intervención en el proceso reviste un carácter formal, porque se lo considera un representante de la ley, no de
un particular ni de la sociedad. Defiende el interés público.
• Su organización se asienta en los principios de:
a) Unidad orgánica: el Ministerio Público es único, a pesar de que para el ejercicio de sus funciones se efectúen
dentro de él una división del trabajo.
b) Legalidad: su actuación es reglada.
c) Imparcialidad:
d) Unidad de actuación: el dictamen o resolución de un miembro del ministerio público lo representa a todo.
e) Subordinación jerárquica: implica que un inferior debe obedecer las órdenes de su superior. La ley orgánica
del Ministerio Público nº 7826 que en sus Art. 11 a 13 establece las características de la subordinación
jerárquica.
En el orden penal, el Ministerio Público es el titular de la función requirente y actúa bajo las reglas de la
oficiosidad y del principio de legalidad. Cumple la función de excitar a los jueces para que se obtenga una
decisión adecuada. Es el encargado del ejercicio de la acción penal.
En el ámbito civil y comercial, el Ministerio Público Fiscal interviene en todos los procesos que rocen al orden
público y su intervención cesa cuando se encuentre desinteresado el orden social.
En los procesos de familia, su actuación responde al interés comunitario que se proyecta en la tutela de ciertas
instituciones que deben ser protegidas en su realización jurisdiccional.
El Ministerio Público Fiscal en la provincia de Córdoba
1) Está compuesto por un fiscal general, dos fiscales adjuntos y los fiscales de cámara, en lo correccional, de
instrucción, en lo civil y comercial, de familia, de menores y en lo electoral.
2) El fiscal general tiene a su cargo la misión de fijar las políticas de persecución penal e instruir a los fiscales
inferiores sobre el cumplimiento de sus funciones.
3) Las funciones, están explicitadas en el Art. 172 de la Constitución Provincial y son:
4) Preparar y promover la acción judicial en defensa del interés público y los derechos de las personas.
5) Custodiar la jurisdicción y competencia de los tribunales provinciales y la normal prestación del servicio de
justicia y procurar ante aquellos la satisfacción del interés social.
6) Promover y ejercitar la acción penal pública ante los tribunales competentes, sin perjuicio de los derechos que
las leyes acuerden a los particulares.
7) Dirigir la Policía Judicial.
Atribuciones: descriptas en el Art. 10 de la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal:
a) Interesarse en cualquier proceso judicial al sólo efecto de observar la normal prestación del servicio,
denunciando las irregularidades que observare.
b) Concurrir a los lugares de detención cuando lo estime conveniente.
c) Requerir el auxilio de las autoridades provinciales y de la fuerza pública.
d) Impartir órdenes e instrucciones generales y particulares a los integrantes de la Policía Judicial.
e) Impartir instrucciones a los inferiores jerárquicos.
Compete a los fiscales civiles y comerciales:
• Deducir toda acción fiscal que interese al orden público, con excepción de los asuntos encomendados a otros
funcionarios.
• Intervenir en los conflictos de competencia, en los juicios concursales, en los procesos sucesorios, actos de
jurisdicción voluntaria, en lo relativo al estado civil de las personas cuando no le corresponda intervenir al Fiscal
de Familia.
• En cuanto al ministerio pupilar, los constituyentes provinciales no han hecho referencia por lo que la ley 7982, de
Asistencia Jurídica Gratuita, ha salvado el olvido del legislador y se instituyen Asesores Letrados en lo civil y
comercial, penal, de familia, de menores y de trabajo.
• Los asesores en lo penal defienden a los imputados que no hayan designado abogado y también pueden
intervenir como querellante cuando la víctima careciere de recursos.
• Los asesores letrados en lo civil y comercial, representan a los incapaces, ejercen la representación y defensa en
juicio de los que hubiesen sido declarados rebeldes, en los casos que el código determine, defiende a los pobres o
carenciados. Cuenta con las mismas atribuciones y sujeciones que las partes, con la salvedad de que al Ministerio
Pupilar no se le impondrán costas por las actuaciones que promueva o por los recursos que entable en
cumplimiento de sus funciones (art. 137 C.P.C.).
• En el fuero de familia, pueden ejercer el patrocinio de la parte que por razones de pobreza no puede contratar
abogado, requiriéndose para ello un trámite sumario. También cumple una función y conciliadora de las partes en
una etapa prejurisdiccional.
• En el fuero del trabajo, cumple funciones como procurador del trabajo y actúa en defensa o patrocinio de la parte
obrera.

MINISTERIO PÚBLICO NACIONAL


El Art. 120 de la CN: el Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía
financiera, que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad, de los intereses
generales de la sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República.
Está integrado por un procurador general de la Nación y un defensor general de la Nación y los demás miembros que
la ley establece.
Características:
• Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones.
• El Ministerio Público no forma parte del Poder Judicial, ni se encuentra subordinado al Ejecutivo. Se trata de un
órgano extrapoder de característica bicéfalo porque por una parte está el procurador general de la Nación y por
otra el defensor general de la Nación.
Funciones de los integrantes del Ministerio Público Fiscal:
a) Promueve la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad.
b) Representa y defiende el interés público en todas las causas y asuntos que conforme a la ley se requiera.
c) Promueve y ejerce la acción pública en las causas criminales y correccionales, salvo cuando fuese necesario
instancia o requerimiento de parte.
d) Promueve la acción civil en los casos previstos por la ley.
e) Interviene en los procesos de nulidad de matrimonio y divorcio, filiación, venias supletorias, declaraciones de
pobreza.
f) Vela por la observancia de la Constitución Nacional, las leyes de la República y por el efectivo cumplimiento del
debido proceso legal.
g) Vela por la defensa de los derechos humanos en los establecimientos carcelarios, judiciales, de policía y de
internación psiquiátrica.

DEBERES Y ATRIBUCIONES DEL DEFENSOR GENERAL DE LA NACIÓN


Es la cabeza del Ministerio Público de la Defensa y tiene las siguientes atribuciones:
a) Ejerce ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, las facultades del Ministerio Público de la Defensa.
b) Delega sus funciones en los defensores oficiales ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
c) Imparte instrucciones a los integrantes del Ministerio Público de la Defensa para la adopción de todas las
medidas necesarias y conducentes al ejercicio de las funciones y atribuciones que las leyes le confieren.
d) Promueve y ejecuta políticas para facilitar el acceso a la justicia de los sectores discriminados.
e) Asegura la debida asistencia de las partes, designando diversos defensores.
Los defensores públicos de Menores e Incapaces aseguran la representación de los menores e incapaces (Art. 59,
CN).
Los defensores públicos oficiales tienen como función la de proveer lo necesario para la defensa de la persona en las
causas penales y en otros fueros cuando aquellos fueren pobres o estuvieren ausentes.
CLASIFICACIÓN DE LOS PROCESOS
Estructura del proceso civil: presenta una estructura dialéctica, se inicia por actos de postulación en los que se
plasman las pretensiones, se contesta la demanda y se desarrolla en etapas posteriores, de prueba, de discusión y de
sentencia.
El proceso civil puede clasificarse:
1) Por la naturaleza del órgano: Esta clasificación considera al sujeto que va a dirimir el conflicto y por ello puede
diferenciarse entre el procedimiento judicial público y el procedimiento arbitral realizado ante jueces privados.
Proceso judicial: hace referencia al que se desarrolla ante el órgano jurisdiccional, constituye el proceso por
excelencia. Se realiza ante un juez investido de la potestad de administrar justicia. Su fundamento
constitucional deriva de los principios de juez natural y debido proceso.
Proceso arbitral: es aquel que se lleva adelante ante un árbitro que recibe el mandato de las partes o de la ley,
con el fin de dirimir la contienda, respetando las garantías de imparcialidad y ecuanimidad. El órgano
jurisdiccional se sustituye por un juez privado. El límite está dado por los puntos propuestos por las partes y por
tanto carece de coertio y de executio. Dicta sentencia que se denomina laudo arbitral. Para que éste tenga
posibilidades de ser ejecutado, debe ser inscripto en los libros de un juzgado ordinario ante el que se llevaran a
cabo los trámites de ejecución de sentencia.
2) Por la naturaleza de la pretensión: Existen procesos universales y singulares. Los primeros tienden a la
distribución del patrimonio de una persona por causa de muerte o falencia.
En estos juicios se usa el denominado fuero de atracción por lo que todas las actuaciones que tengan terceros
contra el causante de la sucesión o el fallido, se acumulan para el juez que entiende en la sucesión o la quiebra.
Los procesos universales regulados en nuestro derecho son el juicio sucesorio, el proceso concursal (art. 22, ley
nº 24.552) y el juicio de quiebra (art. 136, ley 24.552).
Se denominan procesos singulares a aquellos en los que existen partes individuales en conflicto. Tanto actor
como demandado se encuentran en una posición doble, igual y contradictoria y deben contar con capacidad
procesal. Doble, porque deben existir dos partes con poderes de acción y excepción. Iguales, en cuanto a
oportunidades para defenderse.
3) Por la existencia o no de conflicto: Se distingue entre procedimientos contenciosos y de jurisdicción voluntaria.
Son procesos contenciosos: aquellos que tienden a la obtención de un pronunciamiento que dirima un conflicto.
Se consideran actos de jurisdicción voluntaria: a aquellos que tiene por objeto integrar, constituir o dar eficacia
a ciertos estados o relaciones jurídicas. En ellos participa un miembro del Ministerio Público para
descongestionar la actividad del Poder Judicial, se ha sostenido que sería conveniente que estos procesos se
tramitasen en sede administrativa.
4) Atendiendo al fin perseguido: Esta clasificación atiende al resultado del proceso y permite clasificarlo en
declarativos, ejecutivos y cautelares.
Son juicios declarativos: aquellos que tienen por objeto una pretensión inicialmente incierta y que busca lograr
que el tribunal reciba la prueba y dicte la sentencia, en definitiva, se pretende la declaración de un derecho.
Dentro de los juicios declarativos se encuentran el juicio ordinario y el abreviado (Art. 411 C.P.C.). La sentencia
que se dicte en estos procesos produce el efecto de cosa juzgada. En este tipo de procesos, las partes tienen la
posibilidad de discutir y alegar sus pretensiones como así también de ofrecer pruebas.
Son juicios ejecutivos: aquellos en los cuales preexistiendo un derecho cierto o presumiblemente cierto, se
procura su efectivización coactiva.
Los procedimientos cautelares: son aquellos que garantizan los derechos del actor o evitan que ellos se tornen
ilusorios durante la tramitación del proceso principal. Se tramitan inaudita parte.
5) Por su estructura: Los juicios declarativos y ejecutivos por su estructura, se sub-clasifican según las formas
procesales asignadas para su trámite.
Cuando la ley procesal no prevé un trámite especial, el juicio se lleva adelante por el procedimiento general o
de conocimiento amplio.
Son juicios declarativos generales:
a) Juicio ordinario: (Art. 420 y 423, C.P.C.) Es la forma más común de tramitación de una litis. La sentencia
produce el efecto de cosa juzgada material por lo que no podrá realizarse otro juicio entre las mismas partes,
con el mismo objeto y por la misma causa.
b) Juicio abreviado: (Art. 418 C.P.C.) se reserva para cuestiones de menor cuantía económica con un trámite
más escueto. Se usa para toda demanda cuya cuantía no exceda de doscientos cincuenta Jus, con excepción
de las que persigan la condenación de daños y perjuicios que siempre se sustanciarán por el trámite
ordinario. También comprende los juicios por consignación de alquileres, la acción declarativa de certeza, el
pedido de alimentos y litis expensas, los incidentes y todos los casos para los cuales la ley establece el juicio
sumario u otra expresión equivalente. La sentencia produce el efecto de cosa juzgada material.
Juicios declarativos especiales: (Art. 412 C.P.C.) son aquellos que la ley establece para determinadas relaciones
de derecho. Entre ellos se encuentran el juicio de división de condominio, el de mensura y deslinde, el desalojo.
a) Juicio ejecutivo general: es el procedimiento que permite a través de una sustanciación ágil obtener la
realización del crédito plasmado en el título, el cual goza goza de una presunción de autenticidad, siempre
que contenga ciertas condiciones indispensables como la de contener una obligación de pagar una suma de
dinero, que la cantidad sea líquida o fácilmente liquidable. Produce el efecto de cosa juzgada formal por lo
que tanto actor como demandado podrán entablar demanda en juicio declarativo (art. 529 y 557), aunque
no pueden volver a discutirse las defensas que hayan sido motivo de pronunciamiento.
b) Juicio ejecutivo especial: Son pretensiones de naturaleza ejecutiva que están contenidas en documentos a
los que la ley les asigna una forma particular de sustanciación. Comprende los juicios de ejecución
prendaria, hipotecaria, ejecución de sentencia, ejecuciones fiscales, cobro de multa y costas liquidadas,
cobro de honorarios regulados judicialmente (art. 801 C.P.C.).

DERECHO PROCESAL CIVIL ACTUAL. MODERNAS TENDENCIAS


Entre los mayores problemas que se presentan en la actualidad se pueden destacar el excesivo formalismo, la falta
de inmediación, la utilización abusiva de instituciones que prolongan innecesariamente los trámites como son los
incidentes o las recusaciones, la falta de infraestructura y escasez de recursos humanos y económicos del poder
judicial y por último, la imposibilidad de acceso a la justicia por las desigualdades económicas y culturales.
En pos de superar estos problemas, las tendencias actuales implican un paso hacia la oralidad con participación
activa del juez que pasa de ser un espectador, a transformarse en un verdadero director del proceso y se intenta
instaurar el denominado proceso por audiencias.
En este proceso se pasa de un trámite escrito, a uno mixto que comprenda un escrito inicial y luego una audiencia de
prueba (o preliminar) y otra de debate con el dictado de la sentencia al final de esta última.
Ambas audiencias se realizan de manera oral.

ESTRUCTURA DEL PROCESO PENAL


Se estructura sobre la base de dos momentos:
El primero denominado investigación penal preparatoria es llevado adelante por el Fiscal de Instrucción y
excepcionalmente por el Juez de Instrucción (arts. 301 y 339 C.P.P.). Culmina con la requisitoria fiscal de elevación a
juicio siempre que hubiere elementos probatorios para sostener como probable la participación punible del
imputado (art. 354 C.P.P.).
El segundo momento es el que se lleva adelante con el juicio plenario, oral, público y contradictorio que se realiza
ante el tribunal de sentencia (la Cámara del Crimen que puede ser unipersonal o colegiada).
Procedimientos especiales que comprenden el juicio correccional, el juicio abreviado y el juicio por delitos de
acción privada (Libro 3º del C.P.P.):
El juicio abreviado (Art. 415 C.P.P.) está previsto para casos en que el imputado confiese su culpabilidad. Aquí podrá
omitirse la recepción de la prueba, siempre que estuvieren de acuerdo el Tribunal, el Fiscal y los defensores. El
fundamento del juicio abreviado, se encuentra en buscar una solución que otorgue al justiciable una salida rápida y
justa a su conflicto. Este afecta sensiblemente el derecho de defensa en juicio. El verdadero motivo del juicio
abreviado es el descongestionamiento del Estado en su tarea de administrar justicia, reduciendo el juicio oral y
público a una audiencia en la que el imputado confiesa el hecho y el tribunal le aplica una pena previamente
acordada con el fiscal y el defensor.
El proceso de menores se rige por las mismas normas del C.P.P., con algunas salvedades como por ejemplo la no
aplicación de las normas relativas a la prisión preventiva y la audiencia de debate a puertas cerradas para preservar
la intimidad de los menores.
Los juicios por delitos de acción privada se denominan querella y se refiere a las acciones de calumnias e injurias.
Prevé en su procedimiento una audiencia de conciliación.

ESTRUCTURA DEL PROCESO LABORAL Y DE FAMILIA


En el proceso de familia, las normas procesales se encuentran en la ley procesal provincial y algunas en el Código
Civil.
Existe lo que se denomina juicio común que es de trámite oral y reservado, de única instancia, con tribunal colegiado
e impulso procesal de oficio. Por esta forma se resuelven en general los asuntos referidos a divorcio, separación
15

personal, nulidad de matrimonio, filiación y adopción. Es un procedimiento mixto que prevé el impulso procesal de
oficio y potestades jurisdiccionales para proponer y diligenciar pruebas.
También se prevén juicios especiales más breves para cuestiones menores tales como la determinación de la guarda,
fijación de régimen de visitas, cuotas alimentarias y autorizaciones en general. La resolución de estos juicios están
atribuidos al juez de familia, apelables ante la Cámara de Familia.
El ordenamiento procesal laboral comprende la regulación de los conflictos de trabajo derivados de la relación de
contrato de trabajo, las acciones emergentes de la ley nacional de accidentes y enfermedades del trabajo y acciones
de cobros de aportes y contribuciones de fondos sindicales. Este procedimiento de trámite común se resuelve en
forma de juicio con trámite de juicio oral, público y continuo en instancia única.
La ley del fuero laboral prevé procedimientos especiales como un trámite ejecutivo para el cobro de deudas
plasmadas en títulos ejecutivos que provengan de una relación laboral o para el cobro de costas judiciales (art. 68,
ley nº 7987). Asimismo, prevé el juicio de desalojo cuando se pretenda obtener el lanzamiento de un trabajador de
la vivienda.
MEDIOS ALTERNATIVOS PARA LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
1) Arbitraje: El arbitraje es un modo de solucionar con equidad una controversia sin ataduras jurídicas. A pesar de
ser un procedimiento útil, tiene poco uso.
El arbitraje puede ser voluntario, está regulado en los artículos 601 y 602 del C.P.C., o forzoso, previsto en el Art.
603 C.P.C. y comprende los juicios declarativos generales entre ascendientes y descendientes o entre hermanos y
todas las cuestiones que deban decidirse por árbitros conforme la legislación.
• Árbitro: es la persona elegida por las partes para que decida la cuestión, sustrayendo de ese modo el asunto
del tribunal de derecho al que hubiese correspondido. Ese modo es una excepción al proceso ordinario porque
la decisión de recurrir al arbitraje debe ser tomada por todos los interesados. Los árbitros deben ser 1 o 3.
• Compromiso arbitral: es el acto por el cual, en cumplimiento de una cláusula compromisoria o de una
disposición de la ley, las partes someten a la decisión arbitral las cuestiones.
• Cláusula compromisoria: es el acuerdo en virtud del cual las partes se comprometen a someter la controversia
a un juicio arbitral.
• El procedimiento arbitral: está establecido en los artículos 624 a 629 del C.P.C. y el fallo de los árbitros recibe
la denominación de laudo arbitral que se diferencia de la sentencia judicial porque en esta, el órgano
jurisdiccional está obligado a fallar, mientras que el laudo puede no ser pronunciado.
2) Mediación: La ley nº 24.573 de Mediación y Conciliación impone para todo proceso judicial nacional, una
instancia de conciliación obligatoria.
El Art. 1 establece que el objetivo de la mediación que responde a la intención de proveer a las partes de una
instancia que les permita, sin importantes erogaciones, alcanzar una solución extrajudicial.
El C.P.C. de la Nación no admite una demanda que no sea acompañada del certificado en el que conste la
realización de la mediación.

También podría gustarte