La dura realidad de los 90s en Colombia

La dura realidad que mostraba Colombia en los 90s al punto de ser llamada “estado fallido”
muestra la flexibilidad del sistema judicial y político del país que, aunque contaba con una
nueva constitución que pintaba como la herramienta necesaria para el crecimiento político,
social y económico no mostraba resultados positivos.

Los 90s para Colombia fueron de los años más críticos, con el apogeo de dos movimientos
guerrilleros, por un lado los paramilitares y por el otro las guerrillas como el ELN y las FARC
estos últimos se encontraban posicionados en una gran parte del país, sumado a esto el
narcotráfico que tenía consumida en corrupción y terror la nación, cae escobar y el cartel de
Medellín junto con él, caen las cabezas del cartel de Cali y aunque parezca que el narcotráfico
podría estar en el limbo la historia y la realidad mostraba un panorama muy diferente, el
narcotráfico como cáncer de Colombia suele hacer metástasis constantemente de la mano de
diferentes políticos, militares y altos mandos del país, era tal el poder del narcotráfico después
de la era de pablo escobar que lograron posicionar al presidente Samper, periodo de
gobierno donde como estrategia política y militar las FARC emplearon la mayor cantidad de
secuestros de policías y militares.

En un intento de acabar con la guerra el presidente Pastrana entra en diálogos con las FARC
manteniendo una flexibilidad que muchos denotan como absurda y dando la oportunidad al
grupo guerrillero de establecerse de forma más solidad en el sur del país, donde afianzaron
vínculos con el narcotráfico y potenciaron su actividad de secuestro, es decir el grupo
guerrillero burlo al entonces presidente, acto que después pagarían con creces, ya que sin el
más mínimo apoyo del pueblo y perdiendo la identidad como grupo representante de los
campesinos y obreros a raíz de sus sometimientos forzados se verían con un presidente
dispuesto a todo por continuar con la guerra en armas y dispuesto a dar los golpes más
drásticos al grupo guerrillero con suficientes motivos personales.

Este era el panorama de Colombia, un país que no era bien visto por los ojos del mundo y que
se encontraba al borde del colapso, sin embargo a partir de la apertura de mercados
internacionales, dando posibilidades de privatización de entidades y abriendo las puerta a la
inversión extranjera esto con la ayuda de la constitución del 91 empezaron a cambiar las
relaciones del País, abriendo espacio al crecimiento de industrias como la construcción, la
explotación petrolera mejorando así la visión del país frente al mundo, sin embargo, una vez
más dejando de lado a los campesinos agricultores, ingresándolos en un mercado mas
competitivo pero sin las garantías necesarias para poder competir, esto es lo que siempre ha
hecho desde entonces el país, una vez mas se repite la historia de la desigualdad, una historia
donde se privilegian las grandes empresas, las grandes industrias generalmente extranjeras y
se deja de lado al agricultor y campesino. Esto es el capitalismo en los países “en vía de
desarrollo”. Por lo tanto se pone en tela de juicio la igualdad, los derechos y la rigidez judicial
que brinda la constitución para hacer un país más “civil” y de oportunidades.