Reformas en el primero, problemas en seguridad y Sendic en el segundo. Pese a todo terminó sus mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primero y en torno al 54% en el segundo. Compartir esta noticia Carlos ríos lunes, 07 diciembre 2020 04:00 Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. De los dos gobiernos de Tabaré Vázquez, el primero, que abarca el quinquenio 2005-2009 fue el más productivo en cuanto a reformas. Plan Ceibal, Mides, Fonasa, IRPF, campaña contra el cigarrillo, fueron algunos de los puntos altos. En política exterior dejó pasar el tren del TLC con Estados Unidos, pero logró un gran consenso político con la oposición en torno al conflicto con Argentina por la planta de UPM. En su segundo gobierno (2015-2019), a la economía ya no la impulsó el “viento de cola”, la seguridad pública fue un gran problema -no pudo cumplir su promesa electoral de bajar 30% las rapiñas-, tuvo duros cruces con los sindicatos de la educación, y el escándalo que llevó a la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic golpeó la imagen del gobierno y del Frente Amplio. Pese a todo, Vázquez terminó sus dos mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primer período y en torno al 54% en el segundo. Estos son algunos de los mojones de sus dos administraciones. Plan Ceibal: el buque insignia Inspirado en el proyecto One Laptop per Child de Nicholas Negroponte, el Plan Ceibal, otorgó una computadora a cada niño en edad escolar y a sus maestros. Cuando cumplió diez años, los resultados eran más que positivos. Para Miguel Brechner, entonces director del proyecto, “se logró la equidad”. Hace una década, “solo el 9% de los niños de los hogares más pobres accedían a una computadora, ahora la oferta supera ampliamente el 90% de esa población”, destacó en 2017. Mides: la emergencia social La crisis que cruzó el Río de la Plata en 2002 tuvo efectos terribles en la economía uruguaya. Jorge Batlle igual entregó el gobierno en 2005 con una economía en franca recuperación, pero quedaban sectores muy vulnerables a los que había que atender. Para eso Vázquez creó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Algunas de sus políticas asistencialistas fueron muy cuestionadas, y al final del ciclo de los tres gobiernos del Frente Amplio los resultados no fueron todo lo esperado. IRPF: la reforma tributaria “Que paguen más los que tienen más” fue de las frases más repetidas en la campaña de 2004 por Vázquez y por quien iba a ser su ministro de Economía, Danilo Astori. La frase resumía el espíritu de la reforma tributaria que a partir de julio de 2007 impuso el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que pasó básicamente a gravar en forma progresiva los ingresos, como los sueldos y las rentas inmobiliarias. Fonasa: la caja de la salud En 2007 también se creó el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), con el objetivo de financiar el acceso universal al sistema de salud de todos los aportantes al Banco de Previsión Social (BPS) y sus familias. Las mutualistas pasaron a cobrar sus prestaciones de este fondo, que se nutre de aportes de los trabajadores y jubilados. El Fonasa permitió el ingreso de miles de personas al sistema de salud, pero por ahora a costa de un importante déficit económico. Prohibido fumar: cruzada personalComo oncólogo, Vázquez siempre combatió el tabaquismo, y como presidente no iba a ser menos. En marzo de 2008 promulgó la ley de control del tabaquismo, que prohibió fumar en espacios cerrados de uso público y en los lugares de trabajo. Además prohibió toda publicidad de cigarrillos, entre otras medidas que desalentaban el consumo de tabaco. En 2010 la tabacalera Philip Morris llevó a juicio a Uruguay ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, el Ciadi. El juicio duró seis años y el fallo fue favorable a Uruguay. Su cruzada antitabaco le valió varios reconocimientos a nivel internacional. Desaparecidos: cerrando heridas La Comisión para la Paz de Jorge Batlle avanzó mucho para saber qué había pasado en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero faltaba encontrar restos de personas desaparecidas. En 2005, en el primer año del gobierno de Vázquez, comenzaron las excavaciones en predios militares. A fines de noviembre aparecieron los restos de Ubagesner Chaves Sosa y pocos días después los de Fernando Miranda. Desde entonces se han encontrado los restos de otros tres desparecidos: Julio Castro en 2011, Ricardo Blanco en 2012 y Eduardo Bleier en 2019. Seguridad: el Talón de Aquiles La seguridad pública fue uno de los grandes temas de la campaña de 2014. Vázquez prometió bajar un 30% las rapiñas, un delito que había tenido un fuerte crecimiento durante el gobierno de José Mujica. Eduardo Bonomi, el ministro del Interior que atravesó los últimos dos gobiernos frenteamplistas -el de Mujica y el segundo de Vázquez- estuvo siempre en la mira de la oposición, en particular de quien hoy ocupa ese cargo, Jorge Larrañaga. En este asunto los números no acompañan a Vázquez. En su segundo gobierno las rapiñas no solo no bajaron 30%, sino que aumentaron un 53,3%. Educación: decreto de esencialidad Agosto es siempre un mes de agitación sindical en el sector público, porque es cuando se comienza a tratar el Presupuesto o la Rendición de Cuentas en el Parlamento y los sindicatos presionan para obtener mejoras salariales. En agosto de 2015, apenas seis meses de iniciado su segundo gobierno, Vázquez enfrentó un duro conflicto en la educación. La lucha era por el 6% del PIB. Los docentes paralizaron Secundaria, Primaria y UTU, por lo que Vázquez decidió jugar fuerte: decretó la esencialidad en esas tres áreas de la educación. Fue un trago difícil de digerir para varios ministros y dirigentes del Frente Amplio, muchos de los cuales tenían pasado sindical o eran compañeros de sector político de quienes ahora estaban enfrentando a su gobierno. Aún hoy en el Frente Amplio se discute si Vázquez hizo bien en tomar esa medida. Sendic: la apuesta de Mujica que salió mal En las internas de 2014 el MPP apadrinó a la lista 711 de Raúl Sendic, a fin de posicionarlo como el vice de Vázquez para las elecciones de octubre. Como vicepresidente, Sendic fue un permanente problema para Vázquez y para el Frente Amplio. Todo comenzó con el título de licenciado en genética humana que nunca apareció; después los cuestionamientos a su gestión en Ancap producto de pérdidas por US$ 800 millones, y finalmente “la gota que rebasó el vaso”: el uso de la tarjeta corporativa de Ancap para compras personales, motivo por el cual la Justicia lo procesó sin prisión por abuso de funciones y peculado. Luego de idas y venidas, y cuando el Frente Amplio prácticamente había quebrado una lanza por él, Sendic renunció a la vicepresidencia en septiembre de 2017. Economía: buenos y malos números En los dos gobiernos el ministro de Economía fue Danilo Astori. En el primero, Astori consolidó el creciendo de la economía que venía de la administración Batlle, mantuvo controlado el déficit fiscal y la inflación, y logró bajar el desempleo. El segundo período no fue tan bueno. El déficit fiscalllegó al 5% del PIB -casi el doble de lo que había proyectado- y la desocupación alcanzó los dos dígitos, en ambos casos siguiendo una tendencia que venía de la administración de Mujica. ADEMÁS “Un país se construye todos los días” En la campaña electoral de 2004 que lo llevó a su primer gobierno, Tabaré Vázquez prometió “hacer temblar hasta las raíces de los árboles”. Ese primer gobierno tuvo una lista de reformas que mostrar, las cuales siguen hoy vigentes. Su segundo gobierno, en cambio, tuvo más sombras que luces. “Me siento con la conciencia tranquila, creo que hicimos todo lo que pudimos para que el pueblo uruguayo pudiera vivir mejor”, aseguró Vázquez en febrero, antes de entregar el gobierno al blanco Luis Lacalle Pou. Y reconoció que algunas cosas no se concretaron “por distintas circunstancias”. “Uno las plantea cinco años atrás no sabiendo cuál va a ser la realidad después. Es la intención. Algunas cosas hemos hecho y otras han quedado en el tintero. Pero bueno, la vida de un país se construye todo los días”. Último mensaje: unidad y análisis de la derrota El último discurso de Tabaré Vázquez fue en octubre pasado ante el Plenario del Frente Amplio. Debido a la pandemia, lo hizo a través de un video, en el que pidió a la dirección de la coalición de izquierda mantener la “unidad” y analizar la derrota electoral de 2019. “No la unidad de tolerémonos porque no hay más remedio, o la unidad de esto no se habla porque hay que evitar problemas o de la unanimidad hueca; sino de la unidad fuerte para encarar los problemas que tenemos y resolverlos positivamente, la unidad de reconocernos como compañeros, la unidad del diálogo leal y franco, de los principios y objetivos compartidos, la unidad del acuerdo posible y sostenible que no puede significar nunca cualquier arreglito. La unidad del accionar en consecuencia”, dijo entonces. En ese discurso, Vázquez marcó que el Frente Amplio tenía cuatro “asuntos ineludibles” que atender para los cuales “no hay atajos” que puedan hacer “tirarlos para adelante”. Allí planteó hacer un “balance del ciclo electoral 2019/2020”, “definir grandes líneas de acción política para 2021/2024”, la “actualización del Frente Amplio como proyecto estratégico y herramienta política fundamental para el país”. Los resultados de las elecciones de 2019 “indican que respecto al ciclo electoral anterior el Frente Amplio perdió y lo tenemos que reconocer”, dijo Vázquez en su mensaje al Plenario de al coalición de izquierda. “Perdió 185.000 votos tomando como referencia la primera vuelta de ambos ciclos, perdió la mayoría parlamentaria, perdimos el gobierno nacional, se perdieron tres gobiernos departamentales, nueve municipios o siete si se tienen en cuenta que recuperamos dos en los que éramos minoría, y claro tenemos que decir que no son solo asuntos electorales los que nos interpelan como fuerza política”, agregó Vázquez en lo que fue su primer análisis de la derrota. Luces y sombras de los dos gobiernos de Vázquez Reformas en el primero, problemas en seguridad y Sendic en el segundo. Pese a todo terminó sus mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primero y en torno al 54% en el segundo. Compartir esta noticia Carlos ríos lunes, 07 diciembre 2020 04:00 Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. De los dos gobiernos de Tabaré Vázquez, el primero, que abarca el quinquenio 2005-2009 fue el más productivo en cuanto a reformas. Plan Ceibal, Mides, Fonasa, IRPF, campaña contra el cigarrillo, fueron algunos de los puntos altos. En política exterior dejó pasar el tren del TLC con Estados Unidos, pero logró un gran consenso político con la oposición en torno al conflicto con Argentina por la planta de UPM. En su segundo gobierno (2015-2019), a la economía ya no la impulsó el “viento de cola”, la seguridad pública fue un gran problema -no pudo cumplir su promesa electoral de bajar 30% las rapiñas-, tuvo duros cruces con los sindicatos de la educación, y el escándalo que llevó a la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic golpeó la imagen del gobierno y del Frente Amplio. Pese a todo, Vázquez terminó sus dos mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primer período y en torno al 54% en el segundo. Estos son algunos de los mojones de sus dos administraciones. Plan Ceibal: el buque insignia Inspirado en el proyecto One Laptop per Child de Nicholas Negroponte, el Plan Ceibal, otorgó una computadora a cada niño en edad escolar y a sus maestros. Cuando cumplió diez años, los resultados eran más que positivos. Para Miguel Brechner, entonces director del proyecto, “se logró la equidad”. Hace una década, “solo el 9% de los niños de los hogares más pobres accedían a una computadora, ahora la oferta supera ampliamente el 90% de esa población”, destacó en 2017. Mides: la emergencia social La crisis que cruzó el Río de la Plata en 2002 tuvo efectos terribles en la economía uruguaya. Jorge Batlle igual entregó el gobierno en 2005 con una economía en franca recuperación, pero quedaban sectores muy vulnerables a los que había que atender. Para eso Vázquez creó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Algunas de sus políticas asistencialistas fueron muy cuestionadas, y al final del ciclo de los tres gobiernos del Frente Amplio los resultados no fueron todo lo esperado. IRPF: la reforma tributaria “Que paguen más los que tienen más” fue de las frases más repetidas en la campaña de 2004 por Vázquez y por quien iba a ser su ministro de Economía, Danilo Astori. La frase resumía el espíritu de la reforma tributaria que a partir de julio de 2007 impuso el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que pasó básicamente a gravar en forma progresiva los ingresos, como los sueldos y las rentas inmobiliarias. Fonasa: la caja de la salud En 2007 también se creó el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), con el objetivo de financiar el acceso universal al sistema de salud de todos los aportantes al Banco de Previsión Social (BPS) y sus familias. Las mutualistas pasaron a cobrar sus prestaciones de este fondo, que se nutre de aportes de los trabajadores y jubilados. El Fonasa permitió el ingreso de miles de personas al sistema de salud, pero por ahora a costa de un importante déficit económico. Prohibido fumar: cruzada personalComo oncólogo, Vázquez siempre combatió el tabaquismo, y como presidente no iba a ser menos. En marzo de 2008 promulgó la ley de control del tabaquismo, que prohibió fumar en espacios cerrados de uso público y en los lugares de trabajo. Además prohibió toda publicidad de cigarrillos, entre otras medidas que desalentaban el consumo de tabaco. En 2010 la tabacalera Philip Morris llevó a juicio a Uruguay ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, el Ciadi. El juicio duró seis años y el fallo fue favorable a Uruguay. Su cruzada antitabaco le valió varios reconocimientos a nivel internacional. Desaparecidos: cerrando heridas La Comisión para la Paz de Jorge Batlle avanzó mucho para saber qué había pasado en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero faltaba encontrar restos de personas desaparecidas. En 2005, en el primer año del gobierno de Vázquez, comenzaron las excavaciones en predios militares. A fines de noviembre aparecieron los restos de Ubagesner Chaves Sosa y pocos días después los de Fernando Miranda. Desde entonces se han encontrado los restos de otros tres desparecidos: Julio Castro en 2011, Ricardo Blanco en 2012 y Eduardo Bleier en 2019. Seguridad: el Talón de Aquiles La seguridad pública fue uno de los grandes temas de la campaña de 2014. Vázquez prometió bajar un 30% las rapiñas, un delito que había tenido un fuerte crecimiento durante el gobierno de José Mujica. Eduardo Bonomi, el ministro del Interior que atravesó los últimos dos gobiernos frenteamplistas -el de Mujica y el segundo de Vázquez- estuvo siempre en la mira de la oposición, en particular de quien hoy ocupa ese cargo, Jorge Larrañaga. En este asunto los números no acompañan a Vázquez. En su segundo gobierno las rapiñas no solo no bajaron 30%, sino que aumentaron un 53,3%. Educación: decreto de esencialidad Agosto es siempre un mes de agitación sindical en el sector público, porque es cuando se comienza a tratar el Presupuesto o la Rendición de Cuentas en el Parlamento y los sindicatos presionan para obtener mejoras salariales. En agosto de 2015, apenas seis meses de iniciado su segundo gobierno, Vázquez enfrentó un duro conflicto en la educación. La lucha era por el 6% del PIB. Los docentes paralizaron Secundaria, Primaria y UTU, por lo que Vázquez decidió jugar fuerte: decretó la esencialidad en esas tres áreas de la educación. Fue un trago difícil de digerir para varios ministros y dirigentes del Frente Amplio, muchos de los cuales tenían pasado sindical o eran compañeros de sector político de quienes ahora estaban enfrentando a su gobierno. Aún hoy en el Frente Amplio se discute si Vázquez hizo bien en tomar esa medida. Sendic: la apuesta de Mujica que salió mal En las internas de 2014 el MPP apadrinó a la lista 711 de Raúl Sendic, a fin de posicionarlo como el vice de Vázquez para las elecciones de octubre. Como vicepresidente, Sendic fue un permanente problema para Vázquez y para el Frente Amplio. Todo comenzó con el título de licenciado en genética humana que nunca apareció; después los cuestionamientos a su gestión en Ancap producto de pérdidas por US$ 800 millones, y finalmente “la gota que rebasó el vaso”: el uso de la tarjeta corporativa de Ancap para compras personales, motivo por el cual la Justicia lo procesó sin prisión por abuso de funciones y peculado. Luego de idas y venidas, y cuando el Frente Amplio prácticamente había quebrado una lanza por él, Sendic renunció a la vicepresidencia en septiembre de 2017. Economía: buenos y malos números En los dos gobiernos el ministro de Economía fue Danilo Astori. En el primero, Astori consolidó el creciendo de la economía que venía de la administración Batlle, mantuvo controlado el déficit fiscal y la inflación, y logró bajar el desempleo. El segundo período no fue tan bueno. El déficit fiscalllegó al 5% del PIB -casi el doble de lo que había proyectado- y la desocupación alcanzó los dos dígitos, en ambos casos siguiendo una tendencia que venía de la administración de Mujica. ADEMÁS “Un país se construye todos los días” En la campaña electoral de 2004 que lo llevó a su primer gobierno, Tabaré Vázquez prometió “hacer temblar hasta las raíces de los árboles”. Ese primer gobierno tuvo una lista de reformas que mostrar, las cuales siguen hoy vigentes. Su segundo gobierno, en cambio, tuvo más sombras que luces. “Me siento con la conciencia tranquila, creo que hicimos todo lo que pudimos para que el pueblo uruguayo pudiera vivir mejor”, aseguró Vázquez en febrero, antes de entregar el gobierno al blanco Luis Lacalle Pou. Y reconoció que algunas cosas no se concretaron “por distintas circunstancias”. “Uno las plantea cinco años atrás no sabiendo cuál va a ser la realidad después. Es la intención. Algunas cosas hemos hecho y otras han quedado en el tintero. Pero bueno, la vida de un país se construye todo los días”. Último mensaje: unidad y análisis de la derrota El último discurso de Tabaré Vázquez fue en octubre pasado ante el Plenario del Frente Amplio. Debido a la pandemia, lo hizo a través de un video, en el que pidió a la dirección de la coalición de izquierda mantener la “unidad” y analizar la derrota electoral de 2019. “No la unidad de tolerémonos porque no hay más remedio, o la unidad de esto no se habla porque hay que evitar problemas o de la unanimidad hueca; sino de la unidad fuerte para encarar los problemas que tenemos y resolverlos positivamente, la unidad de reconocernos como compañeros, la unidad del diálogo leal y franco, de los principios y objetivos compartidos, la unidad del acuerdo posible y sostenible que no puede significar nunca cualquier arreglito. La unidad del accionar en consecuencia”, dijo entonces. En ese discurso, Vázquez marcó que el Frente Amplio tenía cuatro “asuntos ineludibles” que atender para los cuales “no hay atajos” que puedan hacer “tirarlos para adelante”. Allí planteó hacer un “balance del ciclo electoral 2019/2020”, “definir grandes líneas de acción política para 2021/2024”, la “actualización del Frente Amplio como proyecto estratégico y herramienta política fundamental para el país”. Los resultados de las elecciones de 2019 “indican que respecto al ciclo electoral anterior el Frente Amplio perdió y lo tenemos que reconocer”, dijo Vázquez en su mensaje al Plenario de al coalición de izquierda. “Perdió 185.000 votos tomando como referencia la primera vuelta de ambos ciclos, perdió la mayoría parlamentaria, perdimos el gobierno nacional, se perdieron tres gobiernos departamentales, nueve municipios o siete si se tienen en cuenta que recuperamos dos en los que éramos minoría, y claro tenemos que decir que no son solo asuntos electorales los que nos interpelan como fuerza política”, agregó Vázquez en lo que fue su primer análisis de la derrota. Luces y sombras de los dos gobiernos de Vázquez Reformas en el primero, problemas en seguridad y Sendic en el segundo. Pese a todo terminó sus mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primero y en torno al 54% en el segundo. Compartir esta noticia Carlos ríos lunes, 07 diciembre 2020 04:00 Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. De los dos gobiernos de Tabaré Vázquez, el primero, que abarca el quinquenio 2005-2009 fue el más productivo en cuanto a reformas. Plan Ceibal, Mides, Fonasa, IRPF, campaña contra el cigarrillo, fueron algunos de los puntos altos. En política exterior dejó pasar el tren del TLC con Estados Unidos, pero logró un gran consenso político con la oposición en torno al conflicto con Argentina por la planta de UPM. En su segundo gobierno (2015-2019), a la economía ya no la impulsó el “viento de cola”, la seguridad pública fue un gran problema -no pudo cumplir su promesa electoral de bajar 30% las rapiñas-, tuvo duros cruces con los sindicatos de la educación, y el escándalo que llevó a la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic golpeó la imagen del gobierno y del Frente Amplio. Pese a todo, Vázquez terminó sus dos mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primer período y en torno al 54% en el segundo. Estos son algunos de los mojones de sus dos administraciones. Plan Ceibal: el buque insignia Inspirado en el proyecto One Laptop per Child de Nicholas Negroponte, el Plan Ceibal, otorgó una computadora a cada niño en edad escolar y a sus maestros. Cuando cumplió diez años, los resultados eran más que positivos. Para Miguel Brechner, entonces director del proyecto, “se logró la equidad”. Hace una década, “solo el 9% de los niños de los hogares más pobres accedían a una computadora, ahora la oferta supera ampliamente el 90% de esa población”, destacó en 2017. Mides: la emergencia social La crisis que cruzó el Río de la Plata en 2002 tuvo efectos terribles en la economía uruguaya. Jorge Batlle igual entregó el gobierno en 2005 con una economía en franca recuperación, pero quedaban sectores muy vulnerables a los que había que atender. Para eso Vázquez creó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Algunas de sus políticas asistencialistas fueron muy cuestionadas, y al final del ciclo de los tres gobiernos del Frente Amplio los resultados no fueron todo lo esperado. IRPF: la reforma tributaria “Que paguen más los que tienen más” fue de las frases más repetidas en la campaña de 2004 por Vázquez y por quien iba a ser su ministro de Economía, Danilo Astori. La frase resumía el espíritu de la reforma tributaria que a partir de julio de 2007 impuso el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que pasó básicamente a gravar en forma progresiva los ingresos, como los sueldos y las rentas inmobiliarias. Fonasa: la caja de la salud En 2007 también se creó el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), con el objetivo de financiar el acceso universal al sistema de salud de todos los aportantes al Banco de Previsión Social (BPS) y sus familias. Las mutualistas pasaron a cobrar sus prestaciones de este fondo, que se nutre de aportes de los trabajadores y jubilados. El Fonasa permitió el ingreso de miles de personas al sistema de salud, pero por ahora a costa de un importante déficit económico. Prohibido fumar: cruzada personalComo oncólogo, Vázquez siempre combatió el tabaquismo, y como presidente no iba a ser menos. En marzo de 2008 promulgó la ley de control del tabaquismo, que prohibió fumar en espacios cerrados de uso público y en los lugares de trabajo. Además prohibió toda publicidad de cigarrillos, entre otras medidas que desalentaban el consumo de tabaco. En 2010 la tabacalera Philip Morris llevó a juicio a Uruguay ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, el Ciadi. El juicio duró seis años y el fallo fue favorable a Uruguay. Su cruzada antitabaco le valió varios reconocimientos a nivel internacional. Desaparecidos: cerrando heridas La Comisión para la Paz de Jorge Batlle avanzó mucho para saber qué había pasado en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero faltaba encontrar restos de personas desaparecidas. En 2005, en el primer año del gobierno de Vázquez, comenzaron las excavaciones en predios militares. A fines de noviembre aparecieron los restos de Ubagesner Chaves Sosa y pocos días después los de Fernando Miranda. Desde entonces se han encontrado los restos de otros tres desparecidos: Julio Castro en 2011, Ricardo Blanco en 2012 y Eduardo Bleier en 2019. Seguridad: el Talón de Aquiles La seguridad pública fue uno de los grandes temas de la campaña de 2014. Vázquez prometió bajar un 30% las rapiñas, un delito que había tenido un fuerte crecimiento durante el gobierno de José Mujica. Eduardo Bonomi, el ministro del Interior que atravesó los últimos dos gobiernos frenteamplistas -el de Mujica y el segundo de Vázquez- estuvo siempre en la mira de la oposición, en particular de quien hoy ocupa ese cargo, Jorge Larrañaga. En este asunto los números no acompañan a Vázquez. En su segundo gobierno las rapiñas no solo no bajaron 30%, sino que aumentaron un 53,3%. Educación: decreto de esencialidad Agosto es siempre un mes de agitación sindical en el sector público, porque es cuando se comienza a tratar el Presupuesto o la Rendición de Cuentas en el Parlamento y los sindicatos presionan para obtener mejoras salariales. En agosto de 2015, apenas seis meses de iniciado su segundo gobierno, Vázquez enfrentó un duro conflicto en la educación. La lucha era por el 6% del PIB. Los docentes paralizaron Secundaria, Primaria y UTU, por lo que Vázquez decidió jugar fuerte: decretó la esencialidad en esas tres áreas de la educación. Fue un trago difícil de digerir para varios ministros y dirigentes del Frente Amplio, muchos de los cuales tenían pasado sindical o eran compañeros de sector político de quienes ahora estaban enfrentando a su gobierno. Aún hoy en el Frente Amplio se discute si Vázquez hizo bien en tomar esa medida. Sendic: la apuesta de Mujica que salió mal En las internas de 2014 el MPP apadrinó a la lista 711 de Raúl Sendic, a fin de posicionarlo como el vice de Vázquez para las elecciones de octubre. Como vicepresidente, Sendic fue un permanente problema para Vázquez y para el Frente Amplio. Todo comenzó con el título de licenciado en genética humana que nunca apareció; después los cuestionamientos a su gestión en Ancap producto de pérdidas por US$ 800 millones, y finalmente “la gota que rebasó el vaso”: el uso de la tarjeta corporativa de Ancap para compras personales, motivo por el cual la Justicia lo procesó sin prisión por abuso de funciones y peculado. Luego de idas y venidas, y cuando el Frente Amplio prácticamente había quebrado una lanza por él, Sendic renunció a la vicepresidencia en septiembre de 2017. Economía: buenos y malos números En los dos gobiernos el ministro de Economía fue Danilo Astori. En el primero, Astori consolidó el creciendo de la economía que venía de la administración Batlle, mantuvo controlado el déficit fiscal y la inflación, y logró bajar el desempleo. El segundo período no fue tan bueno. El déficit fiscalllegó al 5% del PIB -casi el doble de lo que había proyectado- y la desocupación alcanzó los dos dígitos, en ambos casos siguiendo una tendencia que venía de la administración de Mujica. ADEMÁS “Un país se construye todos los días” En la campaña electoral de 2004 que lo llevó a su primer gobierno, Tabaré Vázquez prometió “hacer temblar hasta las raíces de los árboles”. Ese primer gobierno tuvo una lista de reformas que mostrar, las cuales siguen hoy vigentes. Su segundo gobierno, en cambio, tuvo más sombras que luces. “Me siento con la conciencia tranquila, creo que hicimos todo lo que pudimos para que el pueblo uruguayo pudiera vivir mejor”, aseguró Vázquez en febrero, antes de entregar el gobierno al blanco Luis Lacalle Pou. Y reconoció que algunas cosas no se concretaron “por distintas circunstancias”. “Uno las plantea cinco años atrás no sabiendo cuál va a ser la realidad después. Es la intención. Algunas cosas hemos hecho y otras han quedado en el tintero. Pero bueno, la vida de un país se construye todo los días”. Último mensaje: unidad y análisis de la derrota El último discurso de Tabaré Vázquez fue en octubre pasado ante el Plenario del Frente Amplio. Debido a la pandemia, lo hizo a través de un video, en el que pidió a la dirección de la coalición de izquierda mantener la “unidad” y analizar la derrota electoral de 2019. “No la unidad de tolerémonos porque no hay más remedio, o la unidad de esto no se habla porque hay que evitar problemas o de la unanimidad hueca; sino de la unidad fuerte para encarar los problemas que tenemos y resolverlos positivamente, la unidad de reconocernos como compañeros, la unidad del diálogo leal y franco, de los principios y objetivos compartidos, la unidad del acuerdo posible y sostenible que no puede significar nunca cualquier arreglito. La unidad del accionar en consecuencia”, dijo entonces. En ese discurso, Vázquez marcó que el Frente Amplio tenía cuatro “asuntos ineludibles” que atender para los cuales “no hay atajos” que puedan hacer “tirarlos para adelante”. Allí planteó hacer un “balance del ciclo electoral 2019/2020”, “definir grandes líneas de acción política para 2021/2024”, la “actualización del Frente Amplio como proyecto estratégico y herramienta política fundamental para el país”. Los resultados de las elecciones de 2019 “indican que respecto al ciclo electoral anterior el Frente Amplio perdió y lo tenemos que reconocer”, dijo Vázquez en su mensaje al Plenario de al coalición de izquierda. “Perdió 185.000 votos tomando como referencia la primera vuelta de ambos ciclos, perdió la mayoría parlamentaria, perdimos el gobierno nacional, se perdieron tres gobiernos departamentales, nueve municipios o siete si se tienen en cuenta que recuperamos dos en los que éramos minoría, y claro tenemos que decir que no son solo asuntos electorales los que nos interpelan como fuerza política”, agregó Vázquez en lo que fue su primer análisis de la derrota. Luces y sombras de los dos gobiernos de Vázquez Reformas en el primero, problemas en seguridad y Sendic en el segundo. Pese a todo terminó sus mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primero y en torno al 54% en el segundo. Compartir esta noticia Carlos ríos lunes, 07 diciembre 2020 04:00 Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. De los dos gobiernos de Tabaré Vázquez, el primero, que abarca el quinquenio 2005-2009 fue el más productivo en cuanto a reformas. Plan Ceibal, Mides, Fonasa, IRPF, campaña contra el cigarrillo, fueron algunos de los puntos altos. En política exterior dejó pasar el tren del TLC con Estados Unidos, pero logró un gran consenso político con la oposición en torno al conflicto con Argentina por la planta de UPM. En su segundo gobierno (2015-2019), a la economía ya no la impulsó el “viento de cola”, la seguridad pública fue un gran problema -no pudo cumplir su promesa electoral de bajar 30% las rapiñas-, tuvo duros cruces con los sindicatos de la educación, y el escándalo que llevó a la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic golpeó la imagen del gobierno y del Frente Amplio. Pese a todo, Vázquez terminó sus dos mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primer período y en torno al 54% en el segundo. Estos son algunos de los mojones de sus dos administraciones. Plan Ceibal: el buque insignia Inspirado en el proyecto One Laptop per Child de Nicholas Negroponte, el Plan Ceibal, otorgó una computadora a cada niño en edad escolar y a sus maestros. Cuando cumplió diez años, los resultados eran más que positivos. Para Miguel Brechner, entonces director del proyecto, “se logró la equidad”. Hace una década, “solo el 9% de los niños de los hogares más pobres accedían a una computadora, ahora la oferta supera ampliamente el 90% de esa población”, destacó en 2017. Mides: la emergencia social La crisis que cruzó el Río de la Plata en 2002 tuvo efectos terribles en la economía uruguaya. Jorge Batlle igual entregó el gobierno en 2005 con una economía en franca recuperación, pero quedaban sectores muy vulnerables a los que había que atender. Para eso Vázquez creó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Algunas de sus políticas asistencialistas fueron muy cuestionadas, y al final del ciclo de los tres gobiernos del Frente Amplio los resultados no fueron todo lo esperado. IRPF: la reforma tributaria “Que paguen más los que tienen más” fue de las frases más repetidas en la campaña de 2004 por Vázquez y por quien iba a ser su ministro de Economía, Danilo Astori. La frase resumía el espíritu de la reforma tributaria que a partir de julio de 2007 impuso el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que pasó básicamente a gravar en forma progresiva los ingresos, como los sueldos y las rentas inmobiliarias. Fonasa: la caja de la salud En 2007 también se creó el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), con el objetivo de financiar el acceso universal al sistema de salud de todos los aportantes al Banco de Previsión Social (BPS) y sus familias. Las mutualistas pasaron a cobrar sus prestaciones de este fondo, que se nutre de aportes de los trabajadores y jubilados. El Fonasa permitió el ingreso de miles de personas al sistema de salud, pero por ahora a costa de un importante déficit económico. Prohibido fumar: cruzada personalComo oncólogo, Vázquez siempre combatió el tabaquismo, y como presidente no iba a ser menos. En marzo de 2008 promulgó la ley de control del tabaquismo, que prohibió fumar en espacios cerrados de uso público y en los lugares de trabajo. Además prohibió toda publicidad de cigarrillos, entre otras medidas que desalentaban el consumo de tabaco. En 2010 la tabacalera Philip Morris llevó a juicio a Uruguay ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, el Ciadi. El juicio duró seis años y el fallo fue favorable a Uruguay. Su cruzada antitabaco le valió varios reconocimientos a nivel internacional. Desaparecidos: cerrando heridas La Comisión para la Paz de Jorge Batlle avanzó mucho para saber qué había pasado en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero faltaba encontrar restos de personas desaparecidas. En 2005, en el primer año del gobierno de Vázquez, comenzaron las excavaciones en predios militares. A fines de noviembre aparecieron los restos de Ubagesner Chaves Sosa y pocos días después los de Fernando Miranda. Desde entonces se han encontrado los restos de otros tres desparecidos: Julio Castro en 2011, Ricardo Blanco en 2012 y Eduardo Bleier en 2019. Seguridad: el Talón de Aquiles La seguridad pública fue uno de los grandes temas de la campaña de 2014. Vázquez prometió bajar un 30% las rapiñas, un delito que había tenido un fuerte crecimiento durante el gobierno de José Mujica. Eduardo Bonomi, el ministro del Interior que atravesó los últimos dos gobiernos frenteamplistas -el de Mujica y el segundo de Vázquez- estuvo siempre en la mira de la oposición, en particular de quien hoy ocupa ese cargo, Jorge Larrañaga. En este asunto los números no acompañan a Vázquez. En su segundo gobierno las rapiñas no solo no bajaron 30%, sino que aumentaron un 53,3%. Educación: decreto de esencialidad Agosto es siempre un mes de agitación sindical en el sector público, porque es cuando se comienza a tratar el Presupuesto o la Rendición de Cuentas en el Parlamento y los sindicatos presionan para obtener mejoras salariales. En agosto de 2015, apenas seis meses de iniciado su segundo gobierno, Vázquez enfrentó un duro conflicto en la educación. La lucha era por el 6% del PIB. Los docentes paralizaron Secundaria, Primaria y UTU, por lo que Vázquez decidió jugar fuerte: decretó la esencialidad en esas tres áreas de la educación. Fue un trago difícil de digerir para varios ministros y dirigentes del Frente Amplio, muchos de los cuales tenían pasado sindical o eran compañeros de sector político de quienes ahora estaban enfrentando a su gobierno. Aún hoy en el Frente Amplio se discute si Vázquez hizo bien en tomar esa medida. Sendic: la apuesta de Mujica que salió mal En las internas de 2014 el MPP apadrinó a la lista 711 de Raúl Sendic, a fin de posicionarlo como el vice de Vázquez para las elecciones de octubre. Como vicepresidente, Sendic fue un permanente problema para Vázquez y para el Frente Amplio. Todo comenzó con el título de licenciado en genética humana que nunca apareció; después los cuestionamientos a su gestión en Ancap producto de pérdidas por US$ 800 millones, y finalmente “la gota que rebasó el vaso”: el uso de la tarjeta corporativa de Ancap para compras personales, motivo por el cual la Justicia lo procesó sin prisión por abuso de funciones y peculado. Luego de idas y venidas, y cuando el Frente Amplio prácticamente había quebrado una lanza por él, Sendic renunció a la vicepresidencia en septiembre de 2017. Economía: buenos y malos números En los dos gobiernos el ministro de Economía fue Danilo Astori. En el primero, Astori consolidó el creciendo de la economía que venía de la administración Batlle, mantuvo controlado el déficit fiscal y la inflación, y logró bajar el desempleo. El segundo período no fue tan bueno. El déficit fiscalllegó al 5% del PIB -casi el doble de lo que había proyectado- y la desocupación alcanzó los dos dígitos, en ambos casos siguiendo una tendencia que venía de la administración de Mujica. ADEMÁS “Un país se construye todos los días” En la campaña electoral de 2004 que lo llevó a su primer gobierno, Tabaré Vázquez prometió “hacer temblar hasta las raíces de los árboles”. Ese primer gobierno tuvo una lista de reformas que mostrar, las cuales siguen hoy vigentes. Su segundo gobierno, en cambio, tuvo más sombras que luces. “Me siento con la conciencia tranquila, creo que hicimos todo lo que pudimos para que el pueblo uruguayo pudiera vivir mejor”, aseguró Vázquez en febrero, antes de entregar el gobierno al blanco Luis Lacalle Pou. Y reconoció que algunas cosas no se concretaron “por distintas circunstancias”. “Uno las plantea cinco años atrás no sabiendo cuál va a ser la realidad después. Es la intención. Algunas cosas hemos hecho y otras han quedado en el tintero. Pero bueno, la vida de un país se construye todo los días”. Último mensaje: unidad y análisis de la derrota El último discurso de Tabaré Vázquez fue en octubre pasado ante el Plenario del Frente Amplio. Debido a la pandemia, lo hizo a través de un video, en el que pidió a la dirección de la coalición de izquierda mantener la “unidad” y analizar la derrota electoral de 2019. “No la unidad de tolerémonos porque no hay más remedio, o la unidad de esto no se habla porque hay que evitar problemas o de la unanimidad hueca; sino de la unidad fuerte para encarar los problemas que tenemos y resolverlos positivamente, la unidad de reconocernos como compañeros, la unidad del diálogo leal y franco, de los principios y objetivos compartidos, la unidad del acuerdo posible y sostenible que no puede significar nunca cualquier arreglito. La unidad del accionar en consecuencia”, dijo entonces. En ese discurso, Vázquez marcó que el Frente Amplio tenía cuatro “asuntos ineludibles” que atender para los cuales “no hay atajos” que puedan hacer “tirarlos para adelante”. Allí planteó hacer un “balance del ciclo electoral 2019/2020”, “definir grandes líneas de acción política para 2021/2024”, la “actualización del Frente Amplio como proyecto estratégico y herramienta política fundamental para el país”. Los resultados de las elecciones de 2019 “indican que respecto al ciclo electoral anterior el Frente Amplio perdió y lo tenemos que reconocer”, dijo Vázquez en su mensaje al Plenario de al coalición de izquierda. “Perdió 185.000 votos tomando como referencia la primera vuelta de ambos ciclos, perdió la mayoría parlamentaria, perdimos el gobierno nacional, se perdieron tres gobiernos departamentales, nueve municipios o siete si se tienen en cuenta que recuperamos dos en los que éramos minoría, y claro tenemos que decir que no son solo asuntos electorales los que nos interpelan como fuerza política”, agregó Vázquez en lo que fue su primer análisis de la derrota. Luces y sombras de los dos gobiernos de Vázquez Reformas en el primero, problemas en seguridad y Sendic en el segundo. Pese a todo terminó sus mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primero y en torno al 54% en el segundo. Compartir esta noticia Carlos ríos lunes, 07 diciembre 2020 04:00 Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. De los dos gobiernos de Tabaré Vázquez, el primero, que abarca el quinquenio 2005-2009 fue el más productivo en cuanto a reformas. Plan Ceibal, Mides, Fonasa, IRPF, campaña contra el cigarrillo, fueron algunos de los puntos altos. En política exterior dejó pasar el tren del TLC con Estados Unidos, pero logró un gran consenso político con la oposición en torno al conflicto con Argentina por la planta de UPM. En su segundo gobierno (2015-2019), a la economía ya no la impulsó el “viento de cola”, la seguridad pública fue un gran problema -no pudo cumplir su promesa electoral de bajar 30% las rapiñas-, tuvo duros cruces con los sindicatos de la educación, y el escándalo que llevó a la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic golpeó la imagen del gobierno y del Frente Amplio. Pese a todo, Vázquez terminó sus dos mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primer período y en torno al 54% en el segundo. Estos son algunos de los mojones de sus dos administraciones. Plan Ceibal: el buque insignia Inspirado en el proyecto One Laptop per Child de Nicholas Negroponte, el Plan Ceibal, otorgó una computadora a cada niño en edad escolar y a sus maestros. Cuando cumplió diez años, los resultados eran más que positivos. Para Miguel Brechner, entonces director del proyecto, “se logró la equidad”. Hace una década, “solo el 9% de los niños de los hogares más pobres accedían a una computadora, ahora la oferta supera ampliamente el 90% de esa población”, destacó en 2017. Mides: la emergencia social La crisis que cruzó el Río de la Plata en 2002 tuvo efectos terribles en la economía uruguaya. Jorge Batlle igual entregó el gobierno en 2005 con una economía en franca recuperación, pero quedaban sectores muy vulnerables a los que había que atender. Para eso Vázquez creó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Algunas de sus políticas asistencialistas fueron muy cuestionadas, y al final del ciclo de los tres gobiernos del Frente Amplio los resultados no fueron todo lo esperado. IRPF: la reforma tributaria “Que paguen más los que tienen más” fue de las frases más repetidas en la campaña de 2004 por Vázquez y por quien iba a ser su ministro de Economía, Danilo Astori. La frase resumía el espíritu de la reforma tributaria que a partir de julio de 2007 impuso el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que pasó básicamente a gravar en forma progresiva los ingresos, como los sueldos y las rentas inmobiliarias. Fonasa: la caja de la salud En 2007 también se creó el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), con el objetivo de financiar el acceso universal al sistema de salud de todos los aportantes al Banco de Previsión Social (BPS) y sus familias. Las mutualistas pasaron a cobrar sus prestaciones de este fondo, que se nutre de aportes de los trabajadores y jubilados. El Fonasa permitió el ingreso de miles de personas al sistema de salud, pero por ahora a costa de un importante déficit económico. Prohibido fumar: cruzada personalComo oncólogo, Vázquez siempre combatió el tabaquismo, y como presidente no iba a ser menos. En marzo de 2008 promulgó la ley de control del tabaquismo, que prohibió fumar en espacios cerrados de uso público y en los lugares de trabajo. Además prohibió toda publicidad de cigarrillos, entre otras medidas que desalentaban el consumo de tabaco. En 2010 la tabacalera Philip Morris llevó a juicio a Uruguay ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, el Ciadi. El juicio duró seis años y el fallo fue favorable a Uruguay. Su cruzada antitabaco le valió varios reconocimientos a nivel internacional. Desaparecidos: cerrando heridas La Comisión para la Paz de Jorge Batlle avanzó mucho para saber qué había pasado en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero faltaba encontrar restos de personas desaparecidas. En 2005, en el primer año del gobierno de Vázquez, comenzaron las excavaciones en predios militares. A fines de noviembre aparecieron los restos de Ubagesner Chaves Sosa y pocos días después los de Fernando Miranda. Desde entonces se han encontrado los restos de otros tres desparecidos: Julio Castro en 2011, Ricardo Blanco en 2012 y Eduardo Bleier en 2019. Seguridad: el Talón de Aquiles La seguridad pública fue uno de los grandes temas de la campaña de 2014. Vázquez prometió bajar un 30% las rapiñas, un delito que había tenido un fuerte crecimiento durante el gobierno de José Mujica. Eduardo Bonomi, el ministro del Interior que atravesó los últimos dos gobiernos frenteamplistas -el de Mujica y el segundo de Vázquez- estuvo siempre en la mira de la oposición, en particular de quien hoy ocupa ese cargo, Jorge Larrañaga. En este asunto los números no acompañan a Vázquez. En su segundo gobierno las rapiñas no solo no bajaron 30%, sino que aumentaron un 53,3%. Educación: decreto de esencialidad Agosto es siempre un mes de agitación sindical en el sector público, porque es cuando se comienza a tratar el Presupuesto o la Rendición de Cuentas en el Parlamento y los sindicatos presionan para obtener mejoras salariales. En agosto de 2015, apenas seis meses de iniciado su segundo gobierno, Vázquez enfrentó un duro conflicto en la educación. La lucha era por el 6% del PIB. Los docentes paralizaron Secundaria, Primaria y UTU, por lo que Vázquez decidió jugar fuerte: decretó la esencialidad en esas tres áreas de la educación. Fue un trago difícil de digerir para varios ministros y dirigentes del Frente Amplio, muchos de los cuales tenían pasado sindical o eran compañeros de sector político de quienes ahora estaban enfrentando a su gobierno. Aún hoy en el Frente Amplio se discute si Vázquez hizo bien en tomar esa medida. Sendic: la apuesta de Mujica que salió mal En las internas de 2014 el MPP apadrinó a la lista 711 de Raúl Sendic, a fin de posicionarlo como el vice de Vázquez para las elecciones de octubre. Como vicepresidente, Sendic fue un permanente problema para Vázquez y para el Frente Amplio. Todo comenzó con el título de licenciado en genética humana que nunca apareció; después los cuestionamientos a su gestión en Ancap producto de pérdidas por US$ 800 millones, y finalmente “la gota que rebasó el vaso”: el uso de la tarjeta corporativa de Ancap para compras personales, motivo por el cual la Justicia lo procesó sin prisión por abuso de funciones y peculado. Luego de idas y venidas, y cuando el Frente Amplio prácticamente había quebrado una lanza por él, Sendic renunció a la vicepresidencia en septiembre de 2017. Economía: buenos y malos números En los dos gobiernos el ministro de Economía fue Danilo Astori. En el primero, Astori consolidó el creciendo de la economía que venía de la administración Batlle, mantuvo controlado el déficit fiscal y la inflación, y logró bajar el desempleo. El segundo período no fue tan bueno. El déficit fiscalllegó al 5% del PIB -casi el doble de lo que había proyectado- y la desocupación alcanzó los dos dígitos, en ambos casos siguiendo una tendencia que venía de la administración de Mujica. ADEMÁS “Un país se construye todos los días” En la campaña electoral de 2004 que lo llevó a su primer gobierno, Tabaré Vázquez prometió “hacer temblar hasta las raíces de los árboles”. Ese primer gobierno tuvo una lista de reformas que mostrar, las cuales siguen hoy vigentes. Su segundo gobierno, en cambio, tuvo más sombras que luces. “Me siento con la conciencia tranquila, creo que hicimos todo lo que pudimos para que el pueblo uruguayo pudiera vivir mejor”, aseguró Vázquez en febrero, antes de entregar el gobierno al blanco Luis Lacalle Pou. Y reconoció que algunas cosas no se concretaron “por distintas circunstancias”. “Uno las plantea cinco años atrás no sabiendo cuál va a ser la realidad después. Es la intención. Algunas cosas hemos hecho y otras han quedado en el tintero. Pero bueno, la vida de un país se construye todo los días”. Último mensaje: unidad y análisis de la derrota El último discurso de Tabaré Vázquez fue en octubre pasado ante el Plenario del Frente Amplio. Debido a la pandemia, lo hizo a través de un video, en el que pidió a la dirección de la coalición de izquierda mantener la “unidad” y analizar la derrota electoral de 2019. “No la unidad de tolerémonos porque no hay más remedio, o la unidad de esto no se habla porque hay que evitar problemas o de la unanimidad hueca; sino de la unidad fuerte para encarar los problemas que tenemos y resolverlos positivamente, la unidad de reconocernos como compañeros, la unidad del diálogo leal y franco, de los principios y objetivos compartidos, la unidad del acuerdo posible y sostenible que no puede significar nunca cualquier arreglito. La unidad del accionar en consecuencia”, dijo entonces. En ese discurso, Vázquez marcó que el Frente Amplio tenía cuatro “asuntos ineludibles” que atender para los cuales “no hay atajos” que puedan hacer “tirarlos para adelante”. Allí planteó hacer un “balance del ciclo electoral 2019/2020”, “definir grandes líneas de acción política para 2021/2024”, la “actualización del Frente Amplio como proyecto estratégico y herramienta política fundamental para el país”. Los resultados de las elecciones de 2019 “indican que respecto al ciclo electoral anterior el Frente Amplio perdió y lo tenemos que reconocer”, dijo Vázquez en su mensaje al Plenario de al coalición de izquierda. “Perdió 185.000 votos tomando como referencia la primera vuelta de ambos ciclos, perdió la mayoría parlamentaria, perdimos el gobierno nacional, se perdieron tres gobiernos departamentales, nueve municipios o siete si se tienen en cuenta que recuperamos dos en los que éramos minoría, y claro tenemos que decir que no son solo asuntos electorales los que nos interpelan como fuerza política”, agregó Vázquez en lo que fue su primer análisis de la derrota. Luces y sombras de los dos gobiernos de Vázquez Reformas en el primero, problemas en seguridad y Sendic en el segundo. Pese a todo terminó sus mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primero y en torno al 54% en el segundo. Compartir esta noticia Carlos ríos lunes, 07 diciembre 2020 04:00 Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. De los dos gobiernos de Tabaré Vázquez, el primero, que abarca el quinquenio 2005-2009 fue el más productivo en cuanto a reformas. Plan Ceibal, Mides, Fonasa, IRPF, campaña contra el cigarrillo, fueron algunos de los puntos altos. En política exterior dejó pasar el tren del TLC con Estados Unidos, pero logró un gran consenso político con la oposición en torno al conflicto con Argentina por la planta de UPM. En su segundo gobierno (2015-2019), a la economía ya no la impulsó el “viento de cola”, la seguridad pública fue un gran problema -no pudo cumplir su promesa electoral de bajar 30% las rapiñas-, tuvo duros cruces con los sindicatos de la educación, y el escándalo que llevó a la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic golpeó la imagen del gobierno y del Frente Amplio. Pese a todo, Vázquez terminó sus dos mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primer período y en torno al 54% en el segundo. Estos son algunos de los mojones de sus dos administraciones. Plan Ceibal: el buque insignia Inspirado en el proyecto One Laptop per Child de Nicholas Negroponte, el Plan Ceibal, otorgó una computadora a cada niño en edad escolar y a sus maestros. Cuando cumplió diez años, los resultados eran más que positivos. Para Miguel Brechner, entonces director del proyecto, “se logró la equidad”. Hace una década, “solo el 9% de los niños de los hogares más pobres accedían a una computadora, ahora la oferta supera ampliamente el 90% de esa población”, destacó en 2017. Mides: la emergencia social La crisis que cruzó el Río de la Plata en 2002 tuvo efectos terribles en la economía uruguaya. Jorge Batlle igual entregó el gobierno en 2005 con una economía en franca recuperación, pero quedaban sectores muy vulnerables a los que había que atender. Para eso Vázquez creó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Algunas de sus políticas asistencialistas fueron muy cuestionadas, y al final del ciclo de los tres gobiernos del Frente Amplio los resultados no fueron todo lo esperado. IRPF: la reforma tributaria “Que paguen más los que tienen más” fue de las frases más repetidas en la campaña de 2004 por Vázquez y por quien iba a ser su ministro de Economía, Danilo Astori. La frase resumía el espíritu de la reforma tributaria que a partir de julio de 2007 impuso el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que pasó básicamente a gravar en forma progresiva los ingresos, como los sueldos y las rentas inmobiliarias. Fonasa: la caja de la salud En 2007 también se creó el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), con el objetivo de financiar el acceso universal al sistema de salud de todos los aportantes al Banco de Previsión Social (BPS) y sus familias. Las mutualistas pasaron a cobrar sus prestaciones de este fondo, que se nutre de aportes de los trabajadores y jubilados. El Fonasa permitió el ingreso de miles de personas al sistema de salud, pero por ahora a costa de un importante déficit económico. Prohibido fumar: cruzada personalComo oncólogo, Vázquez siempre combatió el tabaquismo, y como presidente no iba a ser menos. En marzo de 2008 promulgó la ley de control del tabaquismo, que prohibió fumar en espacios cerrados de uso público y en los lugares de trabajo. Además prohibió toda publicidad de cigarrillos, entre otras medidas que desalentaban el consumo de tabaco. En 2010 la tabacalera Philip Morris llevó a juicio a Uruguay ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, el Ciadi. El juicio duró seis años y el fallo fue favorable a Uruguay. Su cruzada antitabaco le valió varios reconocimientos a nivel internacional. Desaparecidos: cerrando heridas La Comisión para la Paz de Jorge Batlle avanzó mucho para saber qué había pasado en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero faltaba encontrar restos de personas desaparecidas. En 2005, en el primer año del gobierno de Vázquez, comenzaron las excavaciones en predios militares. A fines de noviembre aparecieron los restos de Ubagesner Chaves Sosa y pocos días después los de Fernando Miranda. Desde entonces se han encontrado los restos de otros tres desparecidos: Julio Castro en 2011, Ricardo Blanco en 2012 y Eduardo Bleier en 2019. Seguridad: el Talón de Aquiles La seguridad pública fue uno de los grandes temas de la campaña de 2014. Vázquez prometió bajar un 30% las rapiñas, un delito que había tenido un fuerte crecimiento durante el gobierno de José Mujica. Eduardo Bonomi, el ministro del Interior que atravesó los últimos dos gobiernos frenteamplistas -el de Mujica y el segundo de Vázquez- estuvo siempre en la mira de la oposición, en particular de quien hoy ocupa ese cargo, Jorge Larrañaga. En este asunto los números no acompañan a Vázquez. En su segundo gobierno las rapiñas no solo no bajaron 30%, sino que aumentaron un 53,3%. Educación: decreto de esencialidad Agosto es siempre un mes de agitación sindical en el sector público, porque es cuando se comienza a tratar el Presupuesto o la Rendición de Cuentas en el Parlamento y los sindicatos presionan para obtener mejoras salariales. En agosto de 2015, apenas seis meses de iniciado su segundo gobierno, Vázquez enfrentó un duro conflicto en la educación. La lucha era por el 6% del PIB. Los docentes paralizaron Secundaria, Primaria y UTU, por lo que Vázquez decidió jugar fuerte: decretó la esencialidad en esas tres áreas de la educación. Fue un trago difícil de digerir para varios ministros y dirigentes del Frente Amplio, muchos de los cuales tenían pasado sindical o eran compañeros de sector político de quienes ahora estaban enfrentando a su gobierno. Aún hoy en el Frente Amplio se discute si Vázquez hizo bien en tomar esa medida. Sendic: la apuesta de Mujica que salió mal En las internas de 2014 el MPP apadrinó a la lista 711 de Raúl Sendic, a fin de posicionarlo como el vice de Vázquez para las elecciones de octubre. Como vicepresidente, Sendic fue un permanente problema para Vázquez y para el Frente Amplio. Todo comenzó con el título de licenciado en genética humana que nunca apareció; después los cuestionamientos a su gestión en Ancap producto de pérdidas por US$ 800 millones, y finalmente “la gota que rebasó el vaso”: el uso de la tarjeta corporativa de Ancap para compras personales, motivo por el cual la Justicia lo procesó sin prisión por abuso de funciones y peculado. Luego de idas y venidas, y cuando el Frente Amplio prácticamente había quebrado una lanza por él, Sendic renunció a la vicepresidencia en septiembre de 2017. Economía: buenos y malos números En los dos gobiernos el ministro de Economía fue Danilo Astori. En el primero, Astori consolidó el creciendo de la economía que venía de la administración Batlle, mantuvo controlado el déficit fiscal y la inflación, y logró bajar el desempleo. El segundo período no fue tan bueno. El déficit fiscalllegó al 5% del PIB -casi el doble de lo que había proyectado- y la desocupación alcanzó los dos dígitos, en ambos casos siguiendo una tendencia que venía de la administración de Mujica. ADEMÁS “Un país se construye todos los días” En la campaña electoral de 2004 que lo llevó a su primer gobierno, Tabaré Vázquez prometió “hacer temblar hasta las raíces de los árboles”. Ese primer gobierno tuvo una lista de reformas que mostrar, las cuales siguen hoy vigentes. Su segundo gobierno, en cambio, tuvo más sombras que luces. “Me siento con la conciencia tranquila, creo que hicimos todo lo que pudimos para que el pueblo uruguayo pudiera vivir mejor”, aseguró Vázquez en febrero, antes de entregar el gobierno al blanco Luis Lacalle Pou. Y reconoció que algunas cosas no se concretaron “por distintas circunstancias”. “Uno las plantea cinco años atrás no sabiendo cuál va a ser la realidad después. Es la intención. Algunas cosas hemos hecho y otras han quedado en el tintero. Pero bueno, la vida de un país se construye todo los días”. Último mensaje: unidad y análisis de la derrota El último discurso de Tabaré Vázquez fue en octubre pasado ante el Plenario del Frente Amplio. Debido a la pandemia, lo hizo a través de un video, en el que pidió a la dirección de la coalición de izquierda mantener la “unidad” y analizar la derrota electoral de 2019. “No la unidad de tolerémonos porque no hay más remedio, o la unidad de esto no se habla porque hay que evitar problemas o de la unanimidad hueca; sino de la unidad fuerte para encarar los problemas que tenemos y resolverlos positivamente, la unidad de reconocernos como compañeros, la unidad del diálogo leal y franco, de los principios y objetivos compartidos, la unidad del acuerdo posible y sostenible que no puede significar nunca cualquier arreglito. La unidad del accionar en consecuencia”, dijo entonces. En ese discurso, Vázquez marcó que el Frente Amplio tenía cuatro “asuntos ineludibles” que atender para los cuales “no hay atajos” que puedan hacer “tirarlos para adelante”. Allí planteó hacer un “balance del ciclo electoral 2019/2020”, “definir grandes líneas de acción política para 2021/2024”, la “actualización del Frente Amplio como proyecto estratégico y herramienta política fundamental para el país”. Los resultados de las elecciones de 2019 “indican que respecto al ciclo electoral anterior el Frente Amplio perdió y lo tenemos que reconocer”, dijo Vázquez en su mensaje al Plenario de al coalición de izquierda. “Perdió 185.000 votos tomando como referencia la primera vuelta de ambos ciclos, perdió la mayoría parlamentaria, perdimos el gobierno nacional, se perdieron tres gobiernos departamentales, nueve municipios o siete si se tienen en cuenta que recuperamos dos en los que éramos minoría, y claro tenemos que decir que no son solo asuntos electorales los que nos interpelan como fuerza política”, agregó Vázquez en lo que fue su primer análisis de la derrota. Luces y sombras de los dos gobiernos de Vázquez Reformas en el primero, problemas en seguridad y Sendic en el segundo. Pese a todo terminó sus mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primero y en torno al 54% en el segundo. Compartir esta noticia Carlos ríos lunes, 07 diciembre 2020 04:00 Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. De los dos gobiernos de Tabaré Vázquez, el primero, que abarca el quinquenio 2005-2009 fue el más productivo en cuanto a reformas. Plan Ceibal, Mides, Fonasa, IRPF, campaña contra el cigarrillo, fueron algunos de los puntos altos. En política exterior dejó pasar el tren del TLC con Estados Unidos, pero logró un gran consenso político con la oposición en torno al conflicto con Argentina por la planta de UPM. En su segundo gobierno (2015-2019), a la economía ya no la impulsó el “viento de cola”, la seguridad pública fue un gran problema -no pudo cumplir su promesa electoral de bajar 30% las rapiñas-, tuvo duros cruces con los sindicatos de la educación, y el escándalo que llevó a la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic golpeó la imagen del gobierno y del Frente Amplio. Pese a todo, Vázquez terminó sus dos mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primer período y en torno al 54% en el segundo. Estos son algunos de los mojones de sus dos administraciones. Plan Ceibal: el buque insignia Inspirado en el proyecto One Laptop per Child de Nicholas Negroponte, el Plan Ceibal, otorgó una computadora a cada niño en edad escolar y a sus maestros. Cuando cumplió diez años, los resultados eran más que positivos. Para Miguel Brechner, entonces director del proyecto, “se logró la equidad”. Hace una década, “solo el 9% de los niños de los hogares más pobres accedían a una computadora, ahora la oferta supera ampliamente el 90% de esa población”, destacó en 2017. Mides: la emergencia social La crisis que cruzó el Río de la Plata en 2002 tuvo efectos terribles en la economía uruguaya. Jorge Batlle igual entregó el gobierno en 2005 con una economía en franca recuperación, pero quedaban sectores muy vulnerables a los que había que atender. Para eso Vázquez creó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Algunas de sus políticas asistencialistas fueron muy cuestionadas, y al final del ciclo de los tres gobiernos del Frente Amplio los resultados no fueron todo lo esperado. IRPF: la reforma tributaria “Que paguen más los que tienen más” fue de las frases más repetidas en la campaña de 2004 por Vázquez y por quien iba a ser su ministro de Economía, Danilo Astori. La frase resumía el espíritu de la reforma tributaria que a partir de julio de 2007 impuso el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que pasó básicamente a gravar en forma progresiva los ingresos, como los sueldos y las rentas inmobiliarias. Fonasa: la caja de la salud En 2007 también se creó el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), con el objetivo de financiar el acceso universal al sistema de salud de todos los aportantes al Banco de Previsión Social (BPS) y sus familias. Las mutualistas pasaron a cobrar sus prestaciones de este fondo, que se nutre de aportes de los trabajadores y jubilados. El Fonasa permitió el ingreso de miles de personas al sistema de salud, pero por ahora a costa de un importante déficit económico. Prohibido fumar: cruzada personalComo oncólogo, Vázquez siempre combatió el tabaquismo, y como presidente no iba a ser menos. En marzo de 2008 promulgó la ley de control del tabaquismo, que prohibió fumar en espacios cerrados de uso público y en los lugares de trabajo. Además prohibió toda publicidad de cigarrillos, entre otras medidas que desalentaban el consumo de tabaco. En 2010 la tabacalera Philip Morris llevó a juicio a Uruguay ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, el Ciadi. El juicio duró seis años y el fallo fue favorable a Uruguay. Su cruzada antitabaco le valió varios reconocimientos a nivel internacional. Desaparecidos: cerrando heridas La Comisión para la Paz de Jorge Batlle avanzó mucho para saber qué había pasado en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero faltaba encontrar restos de personas desaparecidas. En 2005, en el primer año del gobierno de Vázquez, comenzaron las excavaciones en predios militares. A fines de noviembre aparecieron los restos de Ubagesner Chaves Sosa y pocos días después los de Fernando Miranda. Desde entonces se han encontrado los restos de otros tres desparecidos: Julio Castro en 2011, Ricardo Blanco en 2012 y Eduardo Bleier en 2019. Seguridad: el Talón de Aquiles La seguridad pública fue uno de los grandes temas de la campaña de 2014. Vázquez prometió bajar un 30% las rapiñas, un delito que había tenido un fuerte crecimiento durante el gobierno de José Mujica. Eduardo Bonomi, el ministro del Interior que atravesó los últimos dos gobiernos frenteamplistas -el de Mujica y el segundo de Vázquez- estuvo siempre en la mira de la oposición, en particular de quien hoy ocupa ese cargo, Jorge Larrañaga. En este asunto los números no acompañan a Vázquez. En su segundo gobierno las rapiñas no solo no bajaron 30%, sino que aumentaron un 53,3%. Educación: decreto de esencialidad Agosto es siempre un mes de agitación sindical en el sector público, porque es cuando se comienza a tratar el Presupuesto o la Rendición de Cuentas en el Parlamento y los sindicatos presionan para obtener mejoras salariales. En agosto de 2015, apenas seis meses de iniciado su segundo gobierno, Vázquez enfrentó un duro conflicto en la educación. La lucha era por el 6% del PIB. Los docentes paralizaron Secundaria, Primaria y UTU, por lo que Vázquez decidió jugar fuerte: decretó la esencialidad en esas tres áreas de la educación. Fue un trago difícil de digerir para varios ministros y dirigentes del Frente Amplio, muchos de los cuales tenían pasado sindical o eran compañeros de sector político de quienes ahora estaban enfrentando a su gobierno. Aún hoy en el Frente Amplio se discute si Vázquez hizo bien en tomar esa medida. Sendic: la apuesta de Mujica que salió mal En las internas de 2014 el MPP apadrinó a la lista 711 de Raúl Sendic, a fin de posicionarlo como el vice de Vázquez para las elecciones de octubre. Como vicepresidente, Sendic fue un permanente problema para Vázquez y para el Frente Amplio. Todo comenzó con el título de licenciado en genética humana que nunca apareció; después los cuestionamientos a su gestión en Ancap producto de pérdidas por US$ 800 millones, y finalmente “la gota que rebasó el vaso”: el uso de la tarjeta corporativa de Ancap para compras personales, motivo por el cual la Justicia lo procesó sin prisión por abuso de funciones y peculado. Luego de idas y venidas, y cuando el Frente Amplio prácticamente había quebrado una lanza por él, Sendic renunció a la vicepresidencia en septiembre de 2017. Economía: buenos y malos números En los dos gobiernos el ministro de Economía fue Danilo Astori. En el primero, Astori consolidó el creciendo de la economía que venía de la administración Batlle, mantuvo controlado el déficit fiscal y la inflación, y logró bajar el desempleo. El segundo período no fue tan bueno. El déficit fiscalllegó al 5% del PIB -casi el doble de lo que había proyectado- y la desocupación alcanzó los dos dígitos, en ambos casos siguiendo una tendencia que venía de la administración de Mujica. ADEMÁS “Un país se construye todos los días” En la campaña electoral de 2004 que lo llevó a su primer gobierno, Tabaré Vázquez prometió “hacer temblar hasta las raíces de los árboles”. Ese primer gobierno tuvo una lista de reformas que mostrar, las cuales siguen hoy vigentes. Su segundo gobierno, en cambio, tuvo más sombras que luces. “Me siento con la conciencia tranquila, creo que hicimos todo lo que pudimos para que el pueblo uruguayo pudiera vivir mejor”, aseguró Vázquez en febrero, antes de entregar el gobierno al blanco Luis Lacalle Pou. Y reconoció que algunas cosas no se concretaron “por distintas circunstancias”. “Uno las plantea cinco años atrás no sabiendo cuál va a ser la realidad después. Es la intención. Algunas cosas hemos hecho y otras han quedado en el tintero. Pero bueno, la vida de un país se construye todo los días”. Último mensaje: unidad y análisis de la derrota El último discurso de Tabaré Vázquez fue en octubre pasado ante el Plenario del Frente Amplio. Debido a la pandemia, lo hizo a través de un video, en el que pidió a la dirección de la coalición de izquierda mantener la “unidad” y analizar la derrota electoral de 2019. “No la unidad de tolerémonos porque no hay más remedio, o la unidad de esto no se habla porque hay que evitar problemas o de la unanimidad hueca; sino de la unidad fuerte para encarar los problemas que tenemos y resolverlos positivamente, la unidad de reconocernos como compañeros, la unidad del diálogo leal y franco, de los principios y objetivos compartidos, la unidad del acuerdo posible y sostenible que no puede significar nunca cualquier arreglito. La unidad del accionar en consecuencia”, dijo entonces. En ese discurso, Vázquez marcó que el Frente Amplio tenía cuatro “asuntos ineludibles” que atender para los cuales “no hay atajos” que puedan hacer “tirarlos para adelante”. Allí planteó hacer un “balance del ciclo electoral 2019/2020”, “definir grandes líneas de acción política para 2021/2024”, la “actualización del Frente Amplio como proyecto estratégico y herramienta política fundamental para el país”. Los resultados de las elecciones de 2019 “indican que respecto al ciclo electoral anterior el Frente Amplio perdió y lo tenemos que reconocer”, dijo Vázquez en su mensaje al Plenario de al coalición de izquierda. “Perdió 185.000 votos tomando como referencia la primera vuelta de ambos ciclos, perdió la mayoría parlamentaria, perdimos el gobierno nacional, se perdieron tres gobiernos departamentales, nueve municipios o siete si se tienen en cuenta que recuperamos dos en los que éramos minoría, y claro tenemos que decir que no son solo asuntos electorales los que nos interpelan como fuerza política”, agregó Vázquez en lo que fue su primer análisis de la derrota. Luces y sombras de los dos gobiernos de Vázquez Reformas en el primero, problemas en seguridad y Sendic en el segundo. Pese a todo terminó sus mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primero y en torno al 54% en el segundo. Compartir esta noticia Carlos ríos lunes, 07 diciembre 2020 04:00 Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. De los dos gobiernos de Tabaré Vázquez, el primero, que abarca el quinquenio 2005-2009 fue el más productivo en cuanto a reformas. Plan Ceibal, Mides, Fonasa, IRPF, campaña contra el cigarrillo, fueron algunos de los puntos altos. En política exterior dejó pasar el tren del TLC con Estados Unidos, pero logró un gran consenso político con la oposición en torno al conflicto con Argentina por la planta de UPM. En su segundo gobierno (2015-2019), a la economía ya no la impulsó el “viento de cola”, la seguridad pública fue un gran problema -no pudo cumplir su promesa electoral de bajar 30% las rapiñas-, tuvo duros cruces con los sindicatos de la educación, y el escándalo que llevó a la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic golpeó la imagen del gobierno y del Frente Amplio. Pese a todo, Vázquez terminó sus dos mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primer período y en torno al 54% en el segundo. Estos son algunos de los mojones de sus dos administraciones. Plan Ceibal: el buque insignia Inspirado en el proyecto One Laptop per Child de Nicholas Negroponte, el Plan Ceibal, otorgó una computadora a cada niño en edad escolar y a sus maestros. Cuando cumplió diez años, los resultados eran más que positivos. Para Miguel Brechner, entonces director del proyecto, “se logró la equidad”. Hace una década, “solo el 9% de los niños de los hogares más pobres accedían a una computadora, ahora la oferta supera ampliamente el 90% de esa población”, destacó en 2017. Mides: la emergencia social La crisis que cruzó el Río de la Plata en 2002 tuvo efectos terribles en la economía uruguaya. Jorge Batlle igual entregó el gobierno en 2005 con una economía en franca recuperación, pero quedaban sectores muy vulnerables a los que había que atender. Para eso Vázquez creó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Algunas de sus políticas asistencialistas fueron muy cuestionadas, y al final del ciclo de los tres gobiernos del Frente Amplio los resultados no fueron todo lo esperado. IRPF: la reforma tributaria “Que paguen más los que tienen más” fue de las frases más repetidas en la campaña de 2004 por Vázquez y por quien iba a ser su ministro de Economía, Danilo Astori. La frase resumía el espíritu de la reforma tributaria que a partir de julio de 2007 impuso el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que pasó básicamente a gravar en forma progresiva los ingresos, como los sueldos y las rentas inmobiliarias. Fonasa: la caja de la salud En 2007 también se creó el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), con el objetivo de financiar el acceso universal al sistema de salud de todos los aportantes al Banco de Previsión Social (BPS) y sus familias. Las mutualistas pasaron a cobrar sus prestaciones de este fondo, que se nutre de aportes de los trabajadores y jubilados. El Fonasa permitió el ingreso de miles de personas al sistema de salud, pero por ahora a costa de un importante déficit económico. Prohibido fumar: cruzada personalComo oncólogo, Vázquez siempre combatió el tabaquismo, y como presidente no iba a ser menos. En marzo de 2008 promulgó la ley de control del tabaquismo, que prohibió fumar en espacios cerrados de uso público y en los lugares de trabajo. Además prohibió toda publicidad de cigarrillos, entre otras medidas que desalentaban el consumo de tabaco. En 2010 la tabacalera Philip Morris llevó a juicio a Uruguay ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, el Ciadi. El juicio duró seis años y el fallo fue favorable a Uruguay. Su cruzada antitabaco le valió varios reconocimientos a nivel internacional. Desaparecidos: cerrando heridas La Comisión para la Paz de Jorge Batlle avanzó mucho para saber qué había pasado en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero faltaba encontrar restos de personas desaparecidas. En 2005, en el primer año del gobierno de Vázquez, comenzaron las excavaciones en predios militares. A fines de noviembre aparecieron los restos de Ubagesner Chaves Sosa y pocos días después los de Fernando Miranda. Desde entonces se han encontrado los restos de otros tres desparecidos: Julio Castro en 2011, Ricardo Blanco en 2012 y Eduardo Bleier en 2019. Seguridad: el Talón de Aquiles La seguridad pública fue uno de los grandes temas de la campaña de 2014. Vázquez prometió bajar un 30% las rapiñas, un delito que había tenido un fuerte crecimiento durante el gobierno de José Mujica. Eduardo Bonomi, el ministro del Interior que atravesó los últimos dos gobiernos frenteamplistas -el de Mujica y el segundo de Vázquez- estuvo siempre en la mira de la oposición, en particular de quien hoy ocupa ese cargo, Jorge Larrañaga. En este asunto los números no acompañan a Vázquez. En su segundo gobierno las rapiñas no solo no bajaron 30%, sino que aumentaron un 53,3%. Educación: decreto de esencialidad Agosto es siempre un mes de agitación sindical en el sector público, porque es cuando se comienza a tratar el Presupuesto o la Rendición de Cuentas en el Parlamento y los sindicatos presionan para obtener mejoras salariales. En agosto de 2015, apenas seis meses de iniciado su segundo gobierno, Vázquez enfrentó un duro conflicto en la educación. La lucha era por el 6% del PIB. Los docentes paralizaron Secundaria, Primaria y UTU, por lo que Vázquez decidió jugar fuerte: decretó la esencialidad en esas tres áreas de la educación. Fue un trago difícil de digerir para varios ministros y dirigentes del Frente Amplio, muchos de los cuales tenían pasado sindical o eran compañeros de sector político de quienes ahora estaban enfrentando a su gobierno. Aún hoy en el Frente Amplio se discute si Vázquez hizo bien en tomar esa medida. Sendic: la apuesta de Mujica que salió mal En las internas de 2014 el MPP apadrinó a la lista 711 de Raúl Sendic, a fin de posicionarlo como el vice de Vázquez para las elecciones de octubre. Como vicepresidente, Sendic fue un permanente problema para Vázquez y para el Frente Amplio. Todo comenzó con el título de licenciado en genética humana que nunca apareció; después los cuestionamientos a su gestión en Ancap producto de pérdidas por US$ 800 millones, y finalmente “la gota que rebasó el vaso”: el uso de la tarjeta corporativa de Ancap para compras personales, motivo por el cual la Justicia lo procesó sin prisión por abuso de funciones y peculado. Luego de idas y venidas, y cuando el Frente Amplio prácticamente había quebrado una lanza por él, Sendic renunció a la vicepresidencia en septiembre de 2017. Economía: buenos y malos números En los dos gobiernos el ministro de Economía fue Danilo Astori. En el primero, Astori consolidó el creciendo de la economía que venía de la administración Batlle, mantuvo controlado el déficit fiscal y la inflación, y logró bajar el desempleo. El segundo período no fue tan bueno. El déficit fiscalllegó al 5% del PIB -casi el doble de lo que había proyectado- y la desocupación alcanzó los dos dígitos, en ambos casos siguiendo una tendencia que venía de la administración de Mujica. ADEMÁS “Un país se construye todos los días” En la campaña electoral de 2004 que lo llevó a su primer gobierno, Tabaré Vázquez prometió “hacer temblar hasta las raíces de los árboles”. Ese primer gobierno tuvo una lista de reformas que mostrar, las cuales siguen hoy vigentes. Su segundo gobierno, en cambio, tuvo más sombras que luces. “Me siento con la conciencia tranquila, creo que hicimos todo lo que pudimos para que el pueblo uruguayo pudiera vivir mejor”, aseguró Vázquez en febrero, antes de entregar el gobierno al blanco Luis Lacalle Pou. Y reconoció que algunas cosas no se concretaron “por distintas circunstancias”. “Uno las plantea cinco años atrás no sabiendo cuál va a ser la realidad después. Es la intención. Algunas cosas hemos hecho y otras han quedado en el tintero. Pero bueno, la vida de un país se construye todo los días”. Último mensaje: unidad y análisis de la derrota El último discurso de Tabaré Vázquez fue en octubre pasado ante el Plenario del Frente Amplio. Debido a la pandemia, lo hizo a través de un video, en el que pidió a la dirección de la coalición de izquierda mantener la “unidad” y analizar la derrota electoral de 2019. “No la unidad de tolerémonos porque no hay más remedio, o la unidad de esto no se habla porque hay que evitar problemas o de la unanimidad hueca; sino de la unidad fuerte para encarar los problemas que tenemos y resolverlos positivamente, la unidad de reconocernos como compañeros, la unidad del diálogo leal y franco, de los principios y objetivos compartidos, la unidad del acuerdo posible y sostenible que no puede significar nunca cualquier arreglito. La unidad del accionar en consecuencia”, dijo entonces. En ese discurso, Vázquez marcó que el Frente Amplio tenía cuatro “asuntos ineludibles” que atender para los cuales “no hay atajos” que puedan hacer “tirarlos para adelante”. Allí planteó hacer un “balance del ciclo electoral 2019/2020”, “definir grandes líneas de acción política para 2021/2024”, la “actualización del Frente Amplio como proyecto estratégico y herramienta política fundamental para el país”. Los resultados de las elecciones de 2019 “indican que respecto al ciclo electoral anterior el Frente Amplio perdió y lo tenemos que reconocer”, dijo Vázquez en su mensaje al Plenario de al coalición de izquierda. “Perdió 185.000 votos tomando como referencia la primera vuelta de ambos ciclos, perdió la mayoría parlamentaria, perdimos el gobierno nacional, se perdieron tres gobiernos departamentales, nueve municipios o siete si se tienen en cuenta que recuperamos dos en los que éramos minoría, y claro tenemos que decir que no son solo asuntos electorales los que nos interpelan como fuerza política”, agregó Vázquez en lo que fue su primer análisis de la derrota. Luces y sombras de los dos gobiernos de Vázquez Reformas en el primero, problemas en seguridad y Sendic en el segundo. Pese a todo terminó sus mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primero y en torno al 54% en el segundo. Compartir esta noticia Carlos ríos lunes, 07 diciembre 2020 04:00 Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. Tabaré Vázquez y Rodolfo Nin Novoa. Foto: archivo El País. De los dos gobiernos de Tabaré Vázquez, el primero, que abarca el quinquenio 2005-2009 fue el más productivo en cuanto a reformas. Plan Ceibal, Mides, Fonasa, IRPF, campaña contra el cigarrillo, fueron algunos de los puntos altos. En política exterior dejó pasar el tren del TLC con Estados Unidos, pero logró un gran consenso político con la oposición en torno al conflicto con Argentina por la planta de UPM. En su segundo gobierno (2015-2019), a la economía ya no la impulsó el “viento de cola”, la seguridad pública fue un gran problema -no pudo cumplir su promesa electoral de bajar 30% las rapiñas-, tuvo duros cruces con los sindicatos de la educación, y el escándalo que llevó a la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic golpeó la imagen del gobierno y del Frente Amplio. Pese a todo, Vázquez terminó sus dos mandatos con altos niveles de aprobación: más del 60% en su primer período y en torno al 54% en el segundo. Estos son algunos de los mojones de sus dos administraciones. Plan Ceibal: el buque insignia Inspirado en el proyecto One Laptop per Child de Nicholas Negroponte, el Plan Ceibal, otorgó una computadora a cada niño en edad escolar y a sus maestros. Cuando cumplió diez años, los resultados eran más que positivos. Para Miguel Brechner, entonces director del proyecto, “se logró la equidad”. Hace una década, “solo el 9% de los niños de los hogares más pobres accedían a una computadora, ahora la oferta supera ampliamente el 90% de esa población”, destacó en 2017. Mides: la emergencia social La crisis que cruzó el Río de la Plata en 2002 tuvo efectos terribles en la economía uruguaya. Jorge Batlle igual entregó el gobierno en 2005 con una economía en franca recuperación, pero quedaban sectores muy vulnerables a los que había que atender. Para eso Vázquez creó el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). Algunas de sus políticas asistencialistas fueron muy cuestionadas, y al final del ciclo de los tres gobiernos del Frente Amplio los resultados no fueron todo lo esperado. IRPF: la reforma tributaria “Que paguen más los que tienen más” fue de las frases más repetidas en la campaña de 2004 por Vázquez y por quien iba a ser su ministro de Economía, Danilo Astori. La frase resumía el espíritu de la reforma tributaria que a partir de julio de 2007 impuso el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que pasó básicamente a gravar en forma progresiva los ingresos, como los sueldos y las rentas inmobiliarias. Fonasa: la caja de la salud En 2007 también se creó el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), con el objetivo de financiar el acceso universal al sistema de salud de todos los aportantes al Banco de Previsión Social (BPS) y sus familias. Las mutualistas pasaron a cobrar sus prestaciones de este fondo, que se nutre de aportes de los trabajadores y jubilados. El Fonasa permitió el ingreso de miles de personas al sistema de salud, pero por ahora a costa de un importante déficit económico. Prohibido fumar: cruzada personalComo oncólogo, Vázquez siempre combatió el tabaquismo, y como presidente no iba a ser menos. En marzo de 2008 promulgó la ley de control del tabaquismo, que prohibió fumar en espacios cerrados de uso público y en los lugares de trabajo. Además prohibió toda publicidad de cigarrillos, entre otras medidas que desalentaban el consumo de tabaco. En 2010 la tabacalera Philip Morris llevó a juicio a Uruguay ante el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones, el Ciadi. El juicio duró seis años y el fallo fue favorable a Uruguay. Su cruzada antitabaco le valió varios reconocimientos a nivel internacional. Desaparecidos: cerrando heridas La Comisión para la Paz de Jorge Batlle avanzó mucho para saber qué había pasado en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Pero faltaba encontrar restos de personas desaparecidas. En 2005, en el primer año del gobierno de Vázquez, comenzaron las excavaciones en predios militares. A fines de noviembre aparecieron los restos de Ubagesner Chaves Sosa y pocos días después los de Fernando Miranda. Desde entonces se han encontrado los restos de otros tres desparecidos: Julio Castro en 2011, Ricardo Blanco en 2012 y Eduardo Bleier en 2019. Seguridad: el Talón de Aquiles La seguridad pública fue uno de los grandes temas de la campaña de 2014. Vázquez prometió bajar un 30% las rapiñas, un delito que había tenido un fuerte crecimiento durante el gobierno de José Mujica. Eduardo Bonomi, el ministro del Interior que atravesó los últimos dos gobiernos frenteamplistas -el de Mujica y el segundo de Vázquez- estuvo siempre en la mira de la oposición, en particular de quien hoy ocupa ese cargo, Jorge Larrañaga. En este asunto los números no acompañan a Vázquez. En su segundo gobierno las rapiñas no solo no bajaron 30%, sino que aumentaron un 53,3%. Educación: decreto de esencialidad Agosto es siempre un mes de agitación sindical en el sector público, porque es cuando se comienza a tratar el Presupuesto o la Rendición de Cuentas en el Parlamento y los sindicatos presionan para obtener mejoras salariales. En agosto de 2015, apenas seis meses de iniciado su segundo gobierno, Vázquez enfrentó un duro conflicto en la educación. La lucha era por el 6% del PIB. Los docentes paralizaron Secundaria, Primaria y UTU, por lo que Vázquez decidió jugar fuerte: decretó la esencialidad en esas tres áreas de la educación. Fue un trago difícil de digerir para varios ministros y dirigentes del Frente Amplio, muchos de los cuales tenían pasado sindical o eran compañeros de sector político de quienes ahora estaban enfrentando a su gobierno. Aún hoy en el Frente Amplio se discute si Vázquez hizo bien en tomar esa medida. Sendic: la apuesta de Mujica que salió mal En las internas de 2014 el MPP apadrinó a la lista 711 de Raúl Sendic, a fin de posicionarlo como el vice de Vázquez para las elecciones de octubre. Como vicepresidente, Sendic fue un permanente problema para Vázquez y para el Frente Amplio. Todo comenzó con el título de licenciado en genética humana que nunca apareció; después los cuestionamientos a su gestión en Ancap producto de pérdidas por US$ 800 millones, y finalmente “la gota que rebasó el vaso”: el uso de la tarjeta corporativa de Ancap para compras personales, motivo por el cual la Justicia lo procesó sin prisión por abuso de funciones y peculado. Luego de idas y venidas, y cuando el Frente Amplio prácticamente había quebrado una lanza por él, Sendic renunció a la vicepresidencia en septiembre de 2017. Economía: buenos y malos números En los dos gobiernos el ministro de Economía fue Danilo Astori. En el primero, Astori consolidó el creciendo de la economía que venía de la administración Batlle, mantuvo controlado el déficit fiscal y la inflación, y logró bajar el desempleo. El segundo período no fue tan bueno. El déficit fiscalllegó al 5% del PIB -casi el doble de lo que había proyectado- y la desocupación alcanzó los dos dígitos, en ambos casos siguiendo una tendencia que venía de la administración de Mujica. ADEMÁS “Un país se construye todos los días” En la campaña electoral de 2004 que lo llevó a su primer gobierno, Tabaré Vázquez prometió “hacer temblar hasta las raíces de los árboles”. Ese primer gobierno tuvo una lista de reformas que mostrar, las cuales siguen hoy vigentes. Su segundo gobierno, en cambio, tuvo más sombras que luces. “Me siento con la conciencia tranquila, creo que hicimos todo lo que pudimos para que el pueblo uruguayo pudiera vivir mejor”, aseguró Vázquez en febrero, antes de entregar el gobierno al blanco Luis Lacalle Pou. Y reconoció que algunas cosas no se concretaron “por distintas circunstancias”. “Uno las plantea cinco años atrás no sabiendo cuál va a ser la realidad después. Es la intención. Algunas cosas hemos hecho y otras han quedado en el tintero. Pero bueno, la vida de un país se construye todo los días”. Último mensaje: unidad y análisis de la derrota El último discurso de Tabaré Vázquez fue en octubre pasado ante el Plenario del Frente Amplio. Debido a la pandemia, lo hizo a través de un video, en el que pidió a la dirección de la coalición de izquierda mantener la “unidad” y analizar la derrota electoral de 2019. “No la unidad de tolerémonos porque no hay más remedio, o la unidad de esto no se habla porque hay que evitar problemas o de la unanimidad hueca; sino de la unidad fuerte para encarar los problemas que tenemos y resolverlos positivamente, la unidad de reconocernos como compañeros, la unidad del diálogo leal y franco, de los principios y objetivos compartidos, la unidad del acuerdo posible y sostenible que no puede significar nunca cualquier arreglito. La unidad del accionar en consecuencia”, dijo entonces. En ese discurso, Vázquez marcó que el Frente Amplio tenía cuatro “asuntos ineludibles” que atender para los cuales “no hay atajos” que puedan hacer “tirarlos para adelante”. Allí planteó hacer un “balance del ciclo electoral 2019/2020”, “definir grandes líneas de acción política para 2021/2024”, la “actualización del Frente Amplio como proyecto estratégico y herramienta política fundamental para el país”. Los resultados de las elecciones de 2019 “indican que respecto al ciclo electoral anterior el Frente Amplio perdió y lo tenemos que reconocer”, dijo Vázquez en su mensaje al Plenario de al coalición de izquierda. “Perdió 185.000 votos tomando como referencia la primera vuelta de ambos ciclos, perdió la mayoría parlamentaria, perdimos el gobierno nacional, se perdieron tres gobiernos departamentales, nueve municipios o siete si se tienen en cuenta que recuperamos dos en los que éramos minoría, y claro tenemos que decir que no son solo asuntos electorales los que nos interpelan como fuerza política”, agregó Vázquez en lo que fue su primer análisis de la derrota. Y PODRIAMOS REPETIRLO HASTA EL CANSANCIO