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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


DECANATO DE INVESTIGACIÓN, EXTENCIÓN Y POSTGRADO (DIEP)
MAESTRÍA DERECHO PENAL Y CRIMINOLOGÍA
SAN CRISTÓBAL, ESTADO TACHIRA

SISTEMAS PROCESALES PENALES

ANÁLISIS DEL SISTEMA INQUISITIVO Y SISTEMA ACUSATORIO

AUTOR: ABOG. GERMAN ARELLANO.


PABLO A. ROMERO F.
NAYIT VIVAS.
STERLING

NOVIEMBRE DE 2.018
INTRODUCCION

En el presente trabajo nos corresponde desarrollar los sistemas penales q


existen en nuestro País, el sistema inquisitivo y el sistema acusatorio, sus
ventajas, fortalezas y debilidades, con respecto al primero podemos decir que era
un sistema arbitrario ya que era el Juez quien acusaba, enjuiciaba y sentenciaba
según su libre arbitrio, que se usaba hasta la tortura para conseguir lo que ellos
consideraban como la verdad, violando los derechos de estas personas, era
escrito y se apegaban al principio de legalidad en la investigación del delito,
mientras que el sistema acusatorio es un sistema adversarial, donde las partes
(fiscalía y defensa) se enfrentan en igualdad de oportunidades ante un juez
imparcial, quien, con base en las pruebas y argumentos, decide si condena o
absuelve. También pueden intervenir el ministerio público y la víctima: el primero
para salvaguardar el orden jurídico y la segunda para que se le garanticen la
verdad, la justicia y la reparación. Las pruebas se presentan ante el juez oralmente
y con testigos, se someten a debate y confrontación por las partes ante el juez,
quienes se esfuerzan para convencerlo de sus posiciones. La principal
característica que difiere al sistema acusatorio de un sistema inquisitorial es por
supuesto la oralidad. Todo el juicio se desarrolla llevando a cabo audiencias
públicas, dependen mayormente de la prueba verbal verificando esta mediante la
contra interrogación de testigos. Todo lo que vaya a formar parte del expediente
en determinado caso, se presenta oralmente, así sea alguna prueba física, algún
documento, este se presenta de manera oral durante el juicio. En nuestro País
contamos por fortuna con un sistema acusatorio en el que todos tienen
oportunidades donde lo más importante es garantizar un juicio justo y respetar los
derechos de los acusados e imputados.
SISTEMAS PROCESALES PENALES.

Los sistemas procesales hay que enumerarlos según el devenir histórico.

1.- Sistema acusatorio

2.- Sistema inquisitorio

Los sistemas de enjuiciamiento desarrollados por la humanidad son


esencialmente dos: El sistema acusatorio y el sistema inquisitivo; En el sistema
acusatorio, caracterizado por estar predominado por la oralidad, el juez no actúa
nunca de oficio, sino a instancia de la parte acusadora que tiene la carga de
probar los hechos que imputa. El sistema inquisitivo en cambio, se caracteriza por
ser totalmente escrito y funciona sobre la base de la actuación de oficio y sin
límites que tiene el juez.

Estos dos sistemas son absolutamente opuestos en esencia por su propia


naturaleza, representativos de los momentos de mayor esplendor (acusatorio) y de
mayor obscuridad (inquisitivo). Así pues el sistema acusatorio fue característico de
las grandes democracias esclavistas de la antigüedad (Atenas, Cartago, Roma),
en las cuales los hombres libres tenían derecho a un juicio oral, público y en
libertad, incluso podían aspirar a ser libres. Por el contrario no era así con el
inquisitivo, los habitantes de los estados feudales de la época medieval incluyendo
los nobles y los clérigos eran juzgados por jueces desconocidos y por causas que
en muchos casos jamás se llegaban a conocer sino hasta la sentencia definitiva.

Esta situación duró, en Europa continental desde el siglo VI, hasta


prácticamente la Revolución Francesa en 1789, durante la cual y como
consecuencia de las ideas del iluminismo, se echaron las bases para el
resurgimiento y desarrollo del procedimiento acusatorio y al juicio oral, que ya en
cambio venia abriéndose paso en Inglaterra a partir de la promulgación en la
llamada carta magna de 1215. De esta manera ya para fines del siglo XVIII y
principios de XIX, se encontraban perfilados los dos grandes sistemas de
enjuiciamiento criminal con sus variantes claro está, que ha conocido la
humanidad.

Sin embargo en la actualidad no existen en las legislaciones actuales


formas puras de estos dos sistemas, y solo podría hablarse de formas mixtas, las
que serán catalogadas como acusatorias o inquisitivas en la medida en que
recojan mayoritariamente las características de uno u otro sistema.

Formas del sistema de enjuiciamiento acusatorio.

Lo anterior nos lleva a pensar, que ya para en este momento y desde


mediados del siglo XX, se produce lo que se conoce como la consolidación del
sistema acusatorio y de juicio oral, esto es en los países más adelantados por
cuanto para ellos ya se encuentran claramente definidos los diversos modelos de
ordenamientos procesales con predominio del sistema acusatorio que podemos
encontrar en la actualidad los cuales podemos enunciar, Los modelos de oralidad
plena, y el modelo llamado acusatorio mixto.

Los modelos de oralidad plena, vigentes fundamentalmente en los países


de llamado Common Law (Gran Bretaña, y Estado Unidos, Alemania y países
escandinavos); y el acusatorio mixto establecido en naciones como (Francia, Italia,
España, Japón, países de América Latina), aunque una gran cantidad de autores
se refieren a este sistema como (Sistema Mixto Francés), por tener su origen en el
Code d´Instruction Criminale Francés de 1810, elaborado bajo durante el imperio
de Napoleón Bonaparte. Pro tener una fase sumarial inquisitiva y una fase
plenaria de juicio oral. Otros autores prefieren llamarlo Sistema Acusatorio Mixto,
ya que la fase acusatoria, oral y publica determina realmente el curso determina
realmente el curso del proceso y priva sobre el sumario, pero sabiendo que este
solo existe por y para el juicio oral. Es por ello que muchos autores afirman que es
un sistema misto pero con predominio del principio acusatorio.
En Venezuela este sistema será el utilizado a partir de derogación del
Código de Justicia Criminal, la creación del (COPP), y sus varias reformas. En
este sentido es fácil identificar cuando nos encontramos frente a un sistema
acusatorio, simplemente volteando a ver a nuestro vecino país del norte, a casi
todo país de Europa, y últimamente a Sudamérica; una definición interesante,
bastante completa y simple para el entendimiento es, “el sistema penal acusatorio
es un sistema adversarial, donde las partes (fiscalía y defensa) se enfrentan en
igualdad de oportunidades ante un juez imparcial, quien, con base en las pruebas
y argumentos, decide si condena o absuelve. Pueden intervenir tanto el ministerio
público como la víctima: el primero para salvaguardar el orden jurídico y la
segunda para que se le garanticen la verdad, la justicia y la reparación del daño
causado”. Las pruebas se presentan ante el juez oralmente y con testigos, se
someten a debate y confrontación por las partes ante el juez, quienes se
esfuerzan para convencerlo de sus posiciones.

Su origen como ya lo dijimos anteriormente, conlleva la razón histórica que


terminó con creación de este tipo de sistema, nos daremos cuenta que fue
precisamente para buscar terminar con los abusos y arbitrariedades que se daban
en los procedimientos que antiguamente se empleaban en Inglaterra durante el
siglo XVII. Es decir, nació con el fin de impedir abusos de poder por parte del
Estado sobre los ciudadanos ingleses.

Hoy por hoy su razón de ser, incorporación a otros procesos penales sigue
siendo la misma, la salvaguarda de los derechos del individuo, se basa en el
respeto a ellos, particularmente en la protección de la libertad, considerada por
todo el mundo lo más sagrado para cualquier persona. Por supuesto, a pesar de
ser un sistema acusatorio utilizado en gran cantidad de países esto no significa
que el proceso sea igual en todos, es indispensable saber que cada país tiene su
proceso, es el mismo sistema, pero con variantes notables. Sin embargo las
similitudes que hay entre todos estos proceso son precisamente las que definen al
sistema acusatorio.
La principal característica que difiere al sistema acusatorio de un sistema
inquisitivo es por supuesto la oralidad. Todo el juicio se desarrolla llevando a cabo
audiencias públicas, dependen mayormente de la prueba verbal verificando esta
mediante la contra interrogación de testigos. Todo lo que vaya a formar parte del
expediente en determinado caso, se presenta oralmente, así sea alguna prueba
física, algún documento, este se presenta de manera oral durante el juicio.

Principios en el Sistema Acusatorio.

 Este sistema procesal concibe al juez como un sujeto completamente


separado de las partes, rígidamente pasivo, toma al juicio como una
contienda entre iguales que inicia con la acusación, a esta compete la carga
de la prueba, y se enfrenta a la defensa, en un juicio contradictorio, oral y
público, el cual se resuelve por el juez según su libre convicción.

 Funciona haciendo una separación entre las funciones de investigación,


acusación y sentencia, en este orden, quien investiga es la policía, quien
acusa es el fiscal, y quien sentencia es el juez. Se dan casos en algunos
países, como Estados Unidos igual en Venezuela, donde el fiscal puede
llegar a dirigir una investigación policial, pero la función de investigación la
dirige, la maneja, en la mayoría de los sistemas, una policía independiente.

Principios del Sistema Acusatorio.

El sistema acusatorio se rige por distintos principios que buscan garantizar


la seguridad y los derechos del individuo imputado y de los ciudadanos en
general, algunos de estos principios son los siguientes:

Oralidad: Quiere decir que toda audiencia que se desarrolle durante el


juicio se llevara a cabo de manera oral, a viva voz.
Publicidad: es la necesidad de dar a conocer a la sociedad, con toda
transparencia, todo sobre el proceso, así como el resultado del juicio penal,
esto constituye una garantía para todos los involucrados de que las
decisiones que se hayan tomado, fueron en estricto derecho. Este es un
modo de que la sociedad tenga un control sobre la actuación ministerial y
judicial durante el proceso.

Contrariedad: Este principio tiene como base la igualdad de las partes en


orden a sus atribuciones procesales. “Garantiza que la producción de las
pruebas se hará bajo el control de todos los sujetos procesales, con la
finalidad de que ellos tengan la facultad de intervenir en dicha producción,
formulando preguntas, objeciones, observaciones, aclaraciones y
evaluaciones tanto sobre la prueba como sobre los otros. Este control se
extiende a las argumentaciones de las partes, garantizándose que estas
puedan en todo momento escuchar de viva voz los argumentos de la
contraria apoyándolos o rebatiéndolos.

Inmediación: Consiste en exigir al juez que pronuncia la sentencia, el


asistir a la práctica de las pruebas de donde extrae su convencimiento, que
lo hicieren volverse de determinada postura, es decir que haya estado en
relación directa con las partes, con los testigos, los peritos y los objetos de
juicio, fundándose de este modo en la impresión inmediata que le hayan
dado estas personas y no en referencias ajenas.

Concentración: Gracias a este principio todas las pruebas deberán ser


presentadas durante la misma audiencia de juicio, ofreciendo los medios al
juez para que emita su resolución conforme a lo que fue materia durante la
audiencia. Su evidente ventaja es la gran rapidez con la que se actúa, el
proceso puede resolverse en unos cuantos días.
En Venezuela con las Reformas al COPP y el desarrollo de estos principios,
los cuales regirán en todo proceso penal, buscan la eficacia, rapidez, y mejores
resultados en el proceso de administrar justicia, así como la satisfacción
ciudadana, pero sobre todo garantizar los derechos de las partes y el debido
proceso.

Partes de un juicio en el sistema acusatorio.

Lo previamente dicho claramente nos deja entrever quienes intervienen en


un juicio del sistema acusatorio son:

El Fiscal.

Es un oficial del ejecutivo quien se encarga de la investigación, de la iniciación


exclusiva de la acción penal, y persecución de la acción, incluso podría recaer
sobre él la aportación de todas las pruebas acusatorias. Los fiscales en un sistema
acusatorio no tienen en sus manos el cumplimiento de funciones formales de
sentencia, no dirigen audiencias y mucho menos toman decisiones importantes
sobre el curso que vaya tomando el juicio.

Los fiscales toman decisiones informales en cuanto a entablar una acción


judicial o no, decisiones que se hacen por consideración de justicia. Es entonces
cuando un fiscal es considerado como ministro de justicia, sin embargo aun así no
forma parte del tribunal o de la corte sentenciadora.

El acusado y su abogado defensor.

De igual forma le corresponde hacer investigación, y por supuesto debe


hacerla para su eficaz defensa, tanto por parte del inculpado como del abogado
defensor. Debe lograr incluso aportar todas las pruebas posibles para conseguir
su absolución.
El Juez.

Fungirá como un árbitro totalmente neutral durante todo el juicio, no


investiga ni procesa, tan solo juzga.

El ofendido o víctima.

No tiene un papel formal durante el proceso, puede observar, estar por


supuesto presente en las audiencias, dar testimonio en caso de ser llamado por el
fiscal o por el abogado defensor.

Indudablemente las diferencias entre el sistema inquisitivo y el sistema


acusatorio son notables, especialmente si hacemos hincapié en los principios de
oralidad y de publicidad, ya que si nos encontramos en un sistema inquisitorio,
todo el proceso se desarrollara de manera escrita, un tanto secreto, y cerrado,
mientras que en un sistema acusatorio cada audiencia es pública, oral y
transparente para la sociedad en general.

Ambos sistemas reciben críticas, incluso algunos legisladores vieron al


sistema acusatorio y la implementación de los juicios orales como una violación a
las garantías del imputado por la rapidez con la que se resolvería (quizás en una
sola audiencia), sin embargo la mayoría vio esto como algo favorable,
especialmente tomando en cuenta que para la hora de haber llegado a dicha
audiencia ya deberían haberse recabado las pruebas necesarias que
determinarían si se le absuelve o no al inculpado.

Es decisión de los Estados elegir el que mejor se adecue a sus costumbres, y no


está de más saber que el mayormente aceptado es el sistema acusatorio, el cual
está siendo bien recibido como nueva forma de juzgar en aquellos países donde
sus procedimientos penales tenían en un descontento a sus sociedades. Estados
Unidos por ejemplo, posee un sistema jurídico del cual presume y que hasta la
fecha le ha dado buenos resultados siguiendo siempre procedimientos
transparentes y abiertos al conocimientos de sus ciudadanos.

Un proceso penal donde el juez es meramente un árbitro es precisamente


donde se respetarían los derechos de ambas partes e incluso mantendría una
mejor imagen ante su ciudadanía. Por otro lado, aquel juicio donde el encargado
de hacer la justicia, es decir, el juez, juega un papel más bien de acusador,
carecería de igualdad entre las partes que en el intervinieran, y quiérase o no, se
tendría todo el tiempo en un carácter de culpable al procesado sobre todo
tratándose de persona que no tuviera acceso a una buena defensa.

El Principio acusatorio como parte del sistema acusatorio

Varias son las consecuencias que surgen de la aplicación del principio


acusatorio que es diferenciable del sistema acusatorio. Habiendo hecho un esbozo
previo del aludido sistema pasamos ahora a precisar qué es el principio
acusatorio.

Así, encontramos que el principio acusatorio para el autor colombiano


Alberto Bovino “es el desdoblamiento, de las funciones de perseguir y de juzgar
en dos órganos estatales diferentes. El principio acusatorio no sería suficiente
para separar los roles persecutorios y decisorios, sino se asegura una efectiva
separación entre el Ministerio Público y Poder Judicial, así se mantiene el principio
de oficialidad, pero juez y acusador no son la misma persona”

Por su parte, el catedrático español José Abad Liceras considera que el


principio acusatorio consiste“…en que para que se abra un proceso y se dicte
sentencia, es preciso que exista una acusación formulada por el Ministerio Público
(…) que sean distintas las funciones de acusar u de juzgar. Ambas son funciones
públicas, pero en virtud del principio acusatorio, el Estado no puede acusar y
juzgar al mismo tiempo a través de sus órganos y funcionarios (…) debe existir
una dicotomía entre el ente acusador (Ministerio Público) y el Jurisdiccional, con el
fin de que se brinden las garantías necesarias al desarrollarse el proceso penal;
siendo estas garantías la oralidad del proceso, publicidad del procedimiento y la
igualad de las partes”.

Aunado a lo anterior, y de manera precisa y resumida, el maestro Roxin


conceptualiza el principio acusatorio como la garantía que impide al juez actuar de
oficio “incluso tampoco cuando un hecho punible se comete en la audiencia, ante
los ojos del tribunal”, pues en su criterio debe regir de manera indefectible el
axioma según el cual “donde no hay acusador no hay juez”.

Dicho esto, corresponde distinguir entre el "principio acusatorio" y el


"sistema acusatorio" entendiendo al primero como parte integral del sistema
acusatorio y que, en garantía de la imparcialidad judicial, regula determinados
aspectos de él, en concreto.

 La necesaria separación de la función de acusar y juzgar.


 El hecho de que no puede haber ni juicio ni condena si no hay una
acusación previa,
 El hecho de que la condena no puede ir más allá de lo planteado por el
fiscal en su acusación,
 Que la promoción o proposición de pruebas queda en manos de las partes
intervinientes en el proceso.
 La prohibición de la reforma en perjuicio.

Por su parte, el sistema acusatorio comprende la vigencia de principios


procesales y su aplicación a la configuración propia del sistema penal.

El sistema acusatorio está referido al engranaje y aplicación concertada y


sinfónica de principios que informan el proceso penal y que son propios del
referido sistema, entre ellos, el principio de oralidad, publicidad, inmediación,
concentración y contradicción, incluso, el propio principio acusatorio. En sí, el
sistema acusatorio agrupa y aplica de modo lógico y armónico un grupo de
normas rectoras llamadas principios que en su conjunto determinan el desarrollo
del proceso penal.

Así, distinguimos entonces el principio acusatorio del sistema acusatorio al


explicar que, el primero, tiene como cimiento la garantía de la imparcialidad del
órgano jurisdiccional por aplicación de sus cinco elementos esenciales; mientras
que, el segundo, comprende al conjunto de principios -oralidad, publicidad,
inmediación, concentración y contradicción- que en su integración conforman el
sistema en sí.

Elementos esenciales del principio acusatorio,

Centrándonos ahora en lo que hemos denominado los cinco elementos


esenciales del principio acusatorio, pasamos a desarrollar su contenido desde el
punto de vista doctrinario y jurisprudencial.

1. Separación entre el órgano investigador/acusador y el juzgador.

El primer elemento esencial del principio acusatorio lo constituye el hecho


de que el órgano investigador/acusador no puede ser el mismo que el juzgador.
En garantía del principio acusatorio debe el funcionario encargado de la
investigación del imputado ser distinto y absolutamente independiente del
funcionario que se encargará de llevar adelante su juzgamiento. Si bien es cierto
que en ambos casos las funciones de investigar/acusar y juzgar son llevadas
adelante por funcionarios públicos que dependen de la Administración Pública
Central, no debe pasarse por alto que debe existir independencia absoluta entre
ellos.

2- No hay condena ni juicio sin acusación.


Nadie puede ser juzgado sin que exista una acusación o querella en su contra.
Esa es la premisa fundamental de este segundo elemento del principio acusatorio.
En efecto, la acusación fiscal o la interposición de una querella particular
constituyen presupuestos indispensables para que cualquier persona sea
sometida a juicio.

No puede iniciarse un proceso judicial de oficio en el que se pretenda


investigar la ocurrencia de algún hecho delictivo sin que previo a ello exista una
acusación por parte del Ministerio Público o la interposición de una acusación
privada. Al respecto, ha señalado la doctrina –López Barja De Quiroga- que el
principio acusatorio “…impone que si nadie (autoridad pública o persona privada)
sostiene una acusación no puede abrirse un juicio oral contra alguna persona. En
el caso de que hubiera acusación y se hubiera seguido un juicio oral, pero la parte
acusadora retirara la acusación, necesariamente el Tribunal no puede condenar y
debe dictar sentencia absolutoria”.

3. La sentencia condenatoria no puede ir más allá de la acusación.

El tercer elemento integrante del principio acusatorio exige, más que ningún
otro, la preponderancia y validez de su esencia pues vigila que exista estricta
correlación entre lo acusado y lo sentenciado. Ciertamente, el principio acusatorio
en este sentido exige que el tribunal penal esté vinculado estrechamente a los
términos de la acusación desde el punto de vista fáctico y jurídico. Señala la
doctrina comparada,“…la correlación entre acusación y sentencia debe ser
completa, en el sentido de que el Tribunal no puede referirse a hechos que no
sean objeto de la acusación ni a calificaciones distintas a la realizada por la
acusación”. De modo que, la incongruencia entre acusación y sentencia comporta
una grave violación al principio acusatorio.

4. La promoción o proposición de pruebas queda en manos de las partes


intervinientes en el proceso.
Atendiendo al principio acusatorio tenemos que la promoción o proposición de
pruebas en el proceso penal queda en manos de las partes. En principio, son las
partes intervinientes en el proceso las que tienen la carga de alegar y probar sus
alegatos y defensas quedando vedado al juzgador proponer o hacer evacuar
pruebas conforme a su voluntad.

Sin embargo, en el COPP encontramos una excepción a este cuarto


elemento integrante del principio acusatorio. En efecto, el artículo 342 del Código
adjetivo penal dispone que “Excepcionalmente, el tribunal podrá ordenar, de oficio
o a petición de parte, la recepción de cualquier prueba, si en el curso de la
audiencia surgen hechos o circunstancias nuevos, que requieren su
esclarecimiento. El tribunal cuidará de no reemplazar por este medio la actuación
propia de las partes”.

Lo anterior, en nuestro criterio, debe interpretarse de manera taxativa y


literal para concluir que serán admisibles nuevas pruebas en la fase de juicio
cuando en el curso de la audiencia surjan hechos o circunstancias nuevas que
requieran esclarecimiento y que hayan sido desconocidas por las partes.

5. Prohibición de la reforma en perjuicio.

Nos corresponde revisar el último y quinto elemento que conforma el


principio acusatorio; la prohibición de reforma en perjuicio. Esta prohibición se
refiere al hecho de que quien recurre de una sentencia condenatoria no puede ser
perjudicado por la sentencia que resuelva sobre el recurso interpuesto. El
fundamento de la reformatio in peius encuentra su lógica. Roxin, en evitar que el
condenado no se atreva a recurrir de la sentencia por temor a resultar más
perjudicado por la nueva sentencia.

Conforme a este precepto, no podrá entonces el tribunal de alzada causar


mayor perjuicio al condenado del que ya recibió con la sentencia condenatoria.
Evidentemente, la prohibición de la reformatio in peius será aplicable
exclusivamente cuando sea el condenado quien apele de la decisión que le causa
el perjuicio. En el caso en que la fiscalía o el querellante ejerzan recursos en
contra de una sentencia sí es posible que la misma sea reformada en perjuicio del
imputado.

SISTEMA INQUISITIVO

Podemos decir que estamos en presencia de un sistema inquisitivo cuando


las facultades de acusar y juzgar recaen en manos de una misma persona, es
decir, el juez y el órgano acusador trabajan a la par, nos referimos al Ministerio
Público y al Poder judicial, lo que significa que el Juez no es neutral, ya que su
trabajo al mismo tiempo es acusar y no ser una especie de observador externo.
Todo el procedimiento es cien por ciento escrito, se maneja de una manera
secreta, no da lugar a la oralidad ni a la publicidad, sin mencionar la carencia de
otros principios que deben existir en un debido proceso penal. Existe la posibilidad
de la doble instancia, dada la jerarquía de los tribunales. El imputado casi siempre
declara durante el proceso y su simple confesión puede ser prueba suficiente para
dictarle una sentencia condenatoria. Según la gravedad del delito podría tener
lugar la prisión preventiva. Sin ser dicho abiertamente, el acusado tiene ante el
estado la calidad de culpable hasta que se demuestre lo contrario. Se encuentra
prácticamente en un estado de indefensión ante el juez “acusador” debido al poder
atribuido a este.
El sistema inquisitivo a la fecha ha funcionado entre comillas, en varios
países que tienen como raíces jurídicas el Derecho Romano-Germánico.
Históricamente nace conociéndose como la “inquisición”, la antigua forma de
juzgar en el Derecho Canónico, (el derecho canónico es del derecho de la iglesia
católica) creada en la Edad Media y que se extendería por toda Europa. El estado
y la Iglesia eran uno solo y juntos regulaban al hombre de la época.

Durante la inquisición los herejes eran considerados enemigos del Estado y


de la Iglesia como si fueran criminales públicos o terroristas que se oponían al
orden establecido, el Estado mismo los acusaba y juzgaba, de ahí parte el nombre
del sistema inquisitivo. Siendo el derecho romano la base de sistemas jurídicos en
la actualidad, siendo Roma la cuna de la iglesia católica, es como partiendo de
estas normas se va creando el derecho en tantos países.
El Sistema Penal Inquisitivo obtiene su nombre del término procesal
“inquirir”, esto era una manera de iniciar el proceso penal, la cual consistía en que
la investigación que se le iniciaba a la persona procesada tenía lugar sin
necesidad de que hubiera acusación o denuncia alguna, bastaba con rumores que
se hicieren sobre la persona o por otra u otras le imputaran algún delito.

El contexto de la legislación penal venezolana, antes estaba establecido el


sistema inquisitivo, reglamentado en el hoy derogado Código de Enjuiciamiento
Criminal. El proceso penal venezolano tutelado bajo este sistema, se hallaba bajo
la responsabilidad de una sola persona, que era el juez, quien tenía la facultad de
llevar la investigación, la cual era realizada en sumario (secreto del propio
acusado). Y una vez concluida la fase de investigación, el mismo juez presidía y
dirigía la discusión en el plenario (fase esta donde el acusado hipotéticamente
conseguía enterarse de su situación) y posteriormente pasaba a dictar sentencia.
El sistema inquisitivo, se desarrollaba, de forma estrictamente escrita, con
inmensos arrumes de papel, hay autores que afirman que el acceso a la justicia en
este sistema era de carácter selectivo y que de esta manera se intensificaba la
desigualdad de los ciudadanos ante la aplicación de la justicia penal.
Otra característica del sistema inquisitivo, se reflejaba en la inobservancia
de la normativa, sumado al hecho de que era una justicia lenta y dependiente de
los órganos policiales, que actuaban como órganos auxiliares de la administración
de justicia, por ser extremadamente formalista, riguroso y no público. El orden
jurídico, a través de este sistema, se encontraba vulnerado, porque le corresponde
al aparato judicial, disponer de la eficacia para impartir la justicia, según la
proporción que procede de la alteridad, la igualdad y la proporcionalidad, de los
justiciables.

Hasta la vigencia plena del Código Orgánico Procesal Penal (COPP, desde
el 1de Julio de 1999), y prácticamente desde la época colonial, rigió en
Venezuela un proceso penal inquisitivo, que se traducía en una justicia de
expediente, de papel; en definitiva, en una justicia sin rostro. El juez podía
condenar a una persona sin haberla visto jamás. El imputado podría haber sido
juzgado sin haber visto nunca en presencia al juez, por cuanto el sistema sólo
podía funcionar por mediación de una, inconstitucional e ilegal, delegación
de funciones. La persona no era juzgada por un juez sino por un
funcionario, primero policial, y luego judicial.

En el anterior sistema el juez estaba normalmente encerrado en su


despacho. El sistema ponía a cargo del juez dos funciones incompatibles: la de
investigar y la de juzgar. ¿Cómo podía el juez ser imparcial al momento de juzgar
el resultado de la investigación que él mismo había sustanciado?. El grueso de
la instrucción era función policial y no jurisdiccional. La policía, a espaldas
del imputado, elaboraba el expediente y lo enviaba al tribunal, prácticamente
para su certificación. El fiscal leía expedientes y emitía dictámenes. Su actuación
era enteramente anodina, tanto para la investigación criminal como para
restar parcialidad al juez. El imputado era objeto de la investigación sin saberlo
hasta la ejecución del auto de detención. Por su parte el defensor entraba en
escena cuando el expediente estaba enteramente sustanciado.
Entre sus características tenemos que el procedimiento inquisitorial es un
procedimiento sumario que no está sujeto a formalismos. En este sistema el juez
(el inquisidor) era un técnico. Se trataba de un funcionario designado por autoridad
pública, que representa al Estado, que era superior a las partes y que no estaba
sujeto a recusación de las partes. El juez (el inquisidor) dirigía el proceso de
principio a fin, con iniciativa propia y poderes muy amplios y discrecionales para
investigar. La prueba, en cuanto a su ubicación, recepción y valoración, era
facultad exclusiva del juez (el Inquisidor).

El juez (el inquisidor) NO SOLO JUZGABA, sino que, antes de juzgar,


investigaba los hechos, dirigía la indagación (lo que ahora sería la investigación
policial), era INSPECTOR POLICIAL, buscaba culpables, acumulaba pruebas
contra ellos. No era necesario que existiese denuncia o acusación. El Inquisidor
podía inquirir, investigar, cualquier indicio razonable. El objetivo primordial era que
el acusado confesase y finalmente fuera castigado. El Proceso Inquisitorial era
un PROCESO BIPARTITO. Constaba de dos fases: una FASE SUMARIA o
INQUISITIVA (de investigación) y una posterior FASE JUDICIAL en sentido
estricto. En esta segunda fase o juicio, el «inquisidor» se convertía en «juez»
entre dos partes: el Promotor Fiscal que acusaba a los reos, y éstos, asistidos
entonces por sus abogados. El Fiscal esgrimía ante el juez las pruebas por éste
recogidas en la fase sumaria, contra las cuales tenía que defenderse en esta
segunda fase el reo.

Aunque el ofendido se desistiera, el proceso debía continuar hasta su


término. Todos los actos eran SECRETOS y ESCRITOS. Durante la primera parte
del proceso, la FASE SUMARIA o INQUISITIVA, es decir durante toda la
investigación policial, el sospechoso sobre el que recaían indicios de
culpabilidad ignoraba qué cargos se acumulaban contra él. No se le indicaba de
qué delitos se le suponía autor. La FASE SUMARIA o puramente INQUISITIVA, se
llevaba en secreto y por consiguiente el reo se hallaba en este sentido
enteramente indefenso hasta la apertura del juicio o segunda fase del proceso.

En la segunda parte del proceso, la FASE JUDICIAL, el reo continuaba


indefenso, pues aunque en la fase probatoria podía proponer pruebas a su favor,
éstas más que pruebas de su inocencia se concebían como meros escudos para
paralizar o disminuir los efectos probatorios de las pruebas de su culpabilidad
recogidas por el juez (inquisidor). Durante el curso del proceso, el acusado es
segregado de la sociedad, mediante la institución denominada prisión
preventiva en cárceles  secretas y no públicas. El juez no llega a una condena si
no ha obtenido una completa CONFESIÓN DE CULPABILIDAD.

La CONFESIÓN DE CULPABILIDAD es considerada como prueba plena,


como la reina de las pruebas. Los indicios de culpabilidad acumulados contra
alguien a través de la Fase Sumaria impulsaban al Tribunal a solicitar de él en la
fase final del proceso la confesión de que tales indicios eran señal cierta de su
verdadera culpa. Si se obtenía libremente la confesión, la prueba que ésta
implicaba se consideraba como muy fuerte. Si el presunto culpable no confesaba
su culpa voluntariamente, se le podía someter a TORMENTO. El ánimo humano
es a veces flaco y no siempre inclinado a reconocer las propias culpas, a confesar
los propios pecados. Por ello, para vencer la resistencia defensiva del presunto
culpable y para obtener de él su confesión de culpabilidad que permita establecer
la verdad (es decir, «ad eruendam veritatem», para averiguar la verdad) se le
atormenta. Las penas aplicadas eran absolutamente ARBITRARIAS.

La estructura formal del Proceso Penal Inquisitivo colocaba al reo en una


clara y definitiva situación de inferioridad. El hecho de que la indagación previa
sobre el delito la realice el mismo Juez (el Inquisidor) que luego habrá de juzgar el
delito disminuye notablemente su posible imparcialidad, toda vez que a la hora de
dictar sentencia el Juez (el Inquisidor) no podrá prescindir de sus convicciones
previas sobre aquellos a quienes él mismo inculpó en la fase Inquisitorial. Las
características procesales que más perjudicaban a los acusados eran el secreto
sobre los testigos (que favorecía el sistema de delación) y el secreto sobre la
acusación misma (que provocaba la indefensión del imputado), la prisión
preventiva en cárceles secretas y no públicas (con la consiguiente incomunicación
del reo), el uso de la tortura para obtener la confesión, la aceptación
de testimonios de escaso valor probatorio y la severidad relativa de las
penas impuestas.

Este sistema no cumplía con los estándares mínimos, establecidos en


el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y en el
artículo 8 del Pacto de San José de Costa Rica, (PSJCR, 1969) para calificar a un
proceso como regular o justo, o sea, respetuoso de las normas del debido proceso
legal. Tampoco cumplía el procedimiento inquisitivo con los baremos de la
Constitución de 1961, y menos los cumpliría con los de la Constitución de 1999.
En el proceso inquisitivo el poder estaba en el trámite (rito procesal) y no en la
sanción, en términos específicos las sentencia era sustituida por el auto de
detención, mientras que la prisión preventiva lo hacía con la pena: si evaluamos el
proceso inquisitivo de acuerdo a su eficiencia, a las garantías mínimas y a su
credibilidad, tendría necesariamente que concluirse en términos absolutamente
negativos.

Así, respecto de la eficiencia, más del 90% de las causas que ingresaban al


sistema salían de él por declararse que quedaba abierta la averiguación, porque
no existían indicios en contra de determinada persona, para imputarle el
hecho punible que se había perpetrado; o por sobreseimiento definitivo de la
causa por el transcurso del tiempo (prescripción).

En lo relativo a las garantías, la existencia en las cárceles de un 80%


de procesados, y sólo de un 20% de condenados, como promedio, habla muy
mal del respeto de garantías, tales como la presunción de inocencia y la
libertad durante el proceso. Este es el contexto en el que se originó la reforma
procesal penal.

APROXIMACIÓN AL SISTEMA INQUISITIVO Y AL SISTEMA ACUSATORIO

Constituye cuestión esencial al momento de efectuar el estudio de alguna


institución procesal penal, revisar el origen y evolución del sistema penal aplicable
en el país bajo estudio. En grandes rasgos el sistema de justicia penal a nivel
internacional evolucionó de sistemas inquisitivos propiamente dichos a sistemas
mixtos o acusatorios en los que los rasgos inquisitivos fueron quedando en desuso
con el paso del tiempo.

En principio, el sistema de justicia penal surgió de la mano de inquisidores de


carácter privado quienes se encargaban de investigar y juzgar al mismo tiempo, en
la mayoría de los casos, cumplimiento de órdenes superiores y sometiendo a la
aplicación de la justicia penal a no comulgantes o enemigos del régimen de
gobierno de turno. Ese primer sistema de justicia penal se denominó inquisitivo y
fue creado por el Papa Inocencio III y establecido “…en las Decretales de 1198,
1199, 1212 y 1213 y, más tarde, consagrado en el Canon 8 del 4° Concilio Letrán
de 1215. En este procedimiento el Juez actúa de oficio sin intervención de un
denunciante o de un acusador.

En la inquisición española –Kamen- nadie era aprehendido hasta tanto los


inquisidores reunieran pruebas “suficientes” en contra del investigado, pero en el
momento de su detención los inquisidores ya lo consideraban culpable y debía
entonces el privado de libertad tratar de demostrar su inocencia, muchas veces sin
al menos saber porque había sido detenido. Una vez detenido entonces, el
inquisidor instaba a la persona –en aplicación de cualquier medio de coerción
posible- a que confesara, lo cual hacía que en muchas oportunidades se
confesaran sujetos activos de delitos distintos por el que originalmente se había
originado su aprehensión. Así funcionó a groso modo el sistema inquisitivo.

Ahora bien, en Venezuela durante muchos años, señala la Profesora Magaly


Vásquez “…rigió un sistema inquisitivo (aun cuando algún sector de la doctrina lo
calificaba como mixto) el cual constituía una moderación de aquel propio del
absolutismo, ya descrito, caracterizado por una etapa secreta supuestamente bajo
la responsabilidad del juez pero efectivamente en manos de la policía, con un
Ministerio Público de escritorio, pues legalmente sólo le correspondía una función
supervisora y una defensa meramente simbólica”.   

CARACTERÍSTICAS FUNDAMENTALES DEL REFERIDO SISTEMA


INQUISITIVO
Tenemos que en él sistema inquisitivo las siguientes características:

(i) se actúa de oficio


(ii) las actuaciones son secretas
(iii) es permitido el empleo sistemático de la tortura
(iv) se permite la confiscación completa y absoluta de los bienes
(v) la finalidad u objeto del proceso es averiguar a toda costa la verdad y
(vi) se produce el tratamiento del sospechoso como objeto de prueba.

En ese sentido, señala el catedrático colombiano -José Urbano Martínez- que el


sistema inquisitivo está ligado de manera directa y formal al principio de legalidad
en la investigación del delito, a la indisponibilidad de la acción penal por las partes
del proceso, a la verdad material u objetiva utilizando cualquier medio posible para
alcanzarla, a la facultad del juez de decretar pruebas de oficio y de variar la
calificación jurídica de la conducta en cualquier instancia del proceso y a la
afectación de la imparcialidad u objetividad del juzgador.

VENTAJAS EN EL SISTEMA ACUSATORIO

De la persecución penal estatal con las del proceso acusatorio que consiste,
precisamente, en que juez y acusador no son la misma persona. Esto sólo puede
suceder si el Estado asume tanto la tarea del acusador como la del juez,
separando esa función en dos autoridades estatales distintas una autoridad de
acusación y el tribunal, esto solo es posible a través de la creación de una
autoridad de acusación estatal especial, la fiscalía (Ministerio Público)”.

En el derecho alemán vigente, señala el maestro –Roxin- rige soberanamente el


principio acusatorio formal en el que la apertura de una cognición jurisdiccional
está condicionada o supeditada a la interposición de una denuncia o querella en el
que nunca puede actuar jamás de oficio el órgano de carácter jurisdiccional.

En ese sentido, el sistema acusatorio se relaciona con el principio de oportunidad


para la investigación del delito y la acusación, la posibilidad de disponer de la
acción penal por las partes del proceso, la búsqueda de la verdad formal, la
proscripción de las pruebas de oficio y de la variación de la calificación jurídica de
la conducta y la no afectación de la imparcialidad del juzgador. En ese ámbito, el
sistema acusatorio como punto neurálgico del proceso penal contemporáneo
colaboró o produjo consecuencialmente el desarrollo del principio acusatorio.

Sistema acusatorio está referido al engranaje y aplicación concertada y sinfónica


de principios que forman el proceso penal y que son propios del referido sistema,
entre ellos, el principio de oralidad, publicidad, inmediación, concentración y
contradicción, incluso, el propio principio acusatorio. En sí, el sistema acusatorio
agrupa y aplica de modo lógico y armónico un grupo de normas rectoras
llamadas principios que en su conjunto determinan el desarrollo del proceso
penal.

Este elemento esencial del principio acusatorio ha sido ampliamente acogido y


ratificado por la jurisprudencia nacional. Al respecto ha señalado el Tribunal
Supremo de Justicia que “…nuestro actual sistema procesal adoptó el principio
acusatorio, según el cual resulta inviable un proceso penal sin la acusación del
Ministerio Público. El ejercicio del ius puniendi corresponde, pues, en nuestra
legislación, a esta institución, a excepción de los delitos reservados a la instancia
de la parte agraviada (artículos 285, numeral 4, de la Constitución, 11 y 24 del
Código Orgánico Procesal Penal y 11 de la Ley Orgánica del Ministerio Público)”.
DEBILIDADES DEL SISTEMA INQUISITIVO

 Existía el sumario, el juez acusaba, enjuiciaba y sentenciaba según su libre


arbitrio basado en la civitae Dei .
 Es Escrito, no da lugar a la oralidad ni a la publicidad.
 No existía contradicción.
 Había un absolutismo caracterizado por una etapa secreta supuestamente
bajo la responsabilidad del juez pero efectivamente en manos de la policía,
con un Ministerio Público de escritorio, pues legalmente sólo le
correspondía una función supervisora y una defensa meramente simbólica.
 Las actuaciones eran secretas.
 No había defensa, se privaba de libertad al imputado.
 Era permitido el empleo sistemático de la tortura.
 Se permite la confiscación completa y absoluta de los bienes.
 la finalidad u objeto del proceso es averiguar a toda costa la verdad.
Podemos concluir que El sistema Inquisitivo está ligado de manera
directa y formal al principio de legalidad en la investigación del delito, a la
indisponibilidad de la acción penal por las partes del proceso, a la verdad
material u objetiva utilizando cualquier medio posible para alcanzarla, a la
facultad del juez de decretar pruebas de oficio y de variar la calificación
jurídica de la conducta en cualquier instancia del proceso y a la afectación
de la imparcialidad u objetividad del juzgador.

SISTEMA ACUSATORIO

Comprende al conjunto de principios -oralidad, publicidad, inmediación,


concentración y contradicción- que en su integración conforman el sistema en sí.

 Requiere la denuncia o el oficio para investigar un hecho punible.


 se enjuicia en libertad a menos que circunstancia agravantes hagan solicitar
ante el juez de control, la medida privativa de libertad.
 El juicio es oral y público, previa fase preliminar privada derivada de la fase
de investigación fiscal y de los órganos de policía judicial, donde en la
audiencia preliminar se decide sobre la admisibilidad de la acusación penal,
las causas de sobreseimiento, de extinción o de suspensión condicional de
la pena o de la admisión de los hechos y los acuerdos reparatorios.
 El juez es un espectador que llega virgen de conocimientos al
juicio y solo tiene poder de decisión en base a los hechos probados.
CONCLUSION

Podemos concluir que el sistema acusatorio se relaciona con el principio de


oportunidad para la investigación del delito y la acusación, la posibilidad de
disponer de la acción penal por las partes del proceso la búsqueda de la verdad
formal, a garantizar los derechos fundamentales del acusado, trae grandes
ventajas a nuestro sistema penal, ya que separa la función de acusar y juzgar, el
hecho de que no puede haber ni juicio ni condena si no hay una acusación previa.

Por el contrario del sistema inquisitivo el cual no daba garantías ni derechos


al acusado, un sistema donde una sola persona “el juez”, era quien acusaba,
juzgaba y decidía.
Afortunadamente Venezuela cuenta con un sistema penal acusatorio, en el
que se garantizan los derechos del acusado, donde las partes (fiscalía y defensa)
se enfrentan en igualdad de oportunidades ante un juez imparcial, quien, con base
en las pruebas y argumentos, decide si condena o absuelve. También pueden
intervenir el ministerio público y la víctima: el primero para salvaguardar el orden
jurídico y la segunda para que se le garanticen la verdad, la justicia y la
reparación. Las pruebas se presentan ante el juez oralmente y con testigos, se
someten a debate y confrontación por las partes ante el juez, quienes se
esfuerzan para convencerlo de sus posiciones.

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