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PREGUNTA EBAU

1. Explica los elementos fundamentales del


sistema político ideado por Cánovas.
Tras el fracaso de la I República y la inestabilidad durante todo el
Sexenio Revolucionario, Cánovas del Castillo busca atraer a las clases medias y
burguesas pero también a la Aristocracia y los grandes terratenientes, con un
sistema político con gobiernos fuertes y estabilidad parlamentaria, alejando así
además el peligro de una revolución social.
Este sistema tendrá como pilares a una monarquía incuestionable y fuera del
juego político, un ejército alejado de la vida política donde surge la figura del
rey soldado, y una nueva constitución, la de 1876, cuyas principales
características eran las siguientes:
- Desaparece la soberanía nacional del periodo democrático y aparece
de nuevo la soberanía compartida entre el Rey y las Cortes, al monarca
se le da amplios poderes como el derecho a veto, el poder legislativo
junto a las Cortes y el nombramiento de ministros.
- Las Cortes son bicamerales con el Congreso de los Diputados y el
Senado.
- Se establece la confesionalidad católica del Estado, para satisfacer a
la ideología más conservadora, pero los liberales consiguen que
también se reconozca la libertad de conciencia.
- Se establece el sufragio censitario masculino, que imponen los conservadores,
aunque la constitución permite ampliarlo hasta el sufragio universal masculino,
algo que harán posteriormente los liberales.
El sistema se basará en el bipartidismo, con un modelo similar al británico, con
el Partido Conservador, dirigido por Cánovas, y el Partido Liberal, dirigido por
Sagasta, y que se turnaran en el poder por medio de unas elecciones
manipuladas. Cuando un partido estaba en el poder pero su gobierno estaba en
una situación complicada o se desgastaba, el presidente dimitía ante el rey, que
llamaba al líder del otro partido que estaba en la oposición para que formara
gobierno. Una vez en el cargo, disolvía las Cortes y organizaba nuevas
elecciones que siempre ganaba por mayoría absoluta para contar con un
Congreso de los Diputados y un Senado favorable a su gobierno.
El sistema se basaba en el “encasillado”, que consistía en distribuir en el
Ministerio de la Gobernación los diputados que iban a salir elegidos por cada
provincia, luego se informaba a los gobernadores civiles de los nombres de los
diputados y senadores que saldrían en su provincia y éste organizaba con los
caciques de las zonas rurales y los dirigentes de las ciudades el resultado con
presiones sobre las personas que dependían económica y socialmente de ellos,
por lo que este sistema se denomina como “caciquismo”. Incluso, cuando no
salía el resultado esperado, directamente se metían más votos en la urna para
falsear el resultado, el llamado “pucherazo”.
El sistema funcionó bien hasta aproximadamente 1903, pero poco a poco se va
desgastando ante la falta de democracia y la defensa de los intereses de los
grupos dominantes y no del resto de la sociedad.

2. Resume el origen y evolución del


catalanismo, el nacionalismo vasco y el
regionalismo gallego

El origen de los regionalismos y nacionalismos como movimientos políticos


debe buscarse en la negativa, por parte del sistema canovista, a aceptar otros
intereses que no fueran los de los partidos del turno (Conservador y Liberal).
Los más importantes son:

El nacionalismo catalán
En el s. XIX se reavivaron los sentimientos de diferenciación política y cultural
con respecto a otras regiones de España; a ello contribuyeron determinados
factores económicos como el desarrollo del proceso de industrialización y el
avance de la urbanización en Cataluña, en contraste con el resto del país, más
agrario, rural y atrasado. Los momentos que configuraron la formación del
regionalismo y del nacionalismo catalán fueron los siguientes:

● La aparición de la “​Renaixença”, un movimiento intelectual, literario,


apolítico y de carácter burgués surgido a partir de los años treinta del
siglo XIX. Su propósito consistía en difundir el pasado de Cataluña y
recuperar sus señas culturales especialmente la lengua.
● La actividad de ​Enric Prat de la Riba,​ que redactó su programa conocido
como “​Las Bases de Manresa​”​, donde se pedía un régimen de
autogobierno para Cataluña y se proponía un reparto de funciones entre el
poder estatal central y el poder regional autónomo. Prat de la Riba era
miembro de la burguesía católica e industrail y, por tanto, conservador.
● La formación de la ​Lliga Regionalista​ en 1901, surgida tras el acuerdo
de varios grupos catalanistas moderados, entre los cuales se encontraba
Prat de la Riba. El equipo dirigente de la Lliga quedó encabezado por
Francesc Cambó, como líder principal, y por el mismo Prat de la Riba
como ideólogo de mayor valía. Este nuevo partido era burgués, católico,
posibilista, moderado de marcado carácter conservador y distanciado de
posiciones independentistas. Los dos objetivos primordiales del programa
de la Lliga consistían en demandar la autonomía política de Cataluña
dentro del Estado español. Sin embargo, los propósitos de la Lliga
colisionaron con el cerrado centralismo de los gobiernos de la
Restauración.

El nacionalismo vasco
Los signos diferenciales que identifican, en términos objetivos, a la nación
vasca son el idioma euskera (aunque estaba limitado al ámbito rural y, por tanto,
con escasa difusión entre la burguesía), los fueros históricos perdidos en 1876 y
la rápida industrialización de Vizcaya, que estaba cambiando la economía y la
cultura tradicionales.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) fue creado en 1895 por Sabino Arana
Goiri, quien formuló los fundamentos teórico-ideológicos del PNV, con fuertes
raíces carlistas y claramente conservador. Su lema era “Dios y ley vieja”. Sus
principios ideológicos son:

● Separación de España​ y creación de un País Vasco con gobierno.


● Exaltación de la etnia vasca​, así como r​echazo de los inmigrantes​, en su
mayoría obreros industriales procedentes de fuera de las provincias
vascas. Se rechazaba la “españolización”. Al principio fuerte radicalismo
antiespañol.
● Integrismo religioso católico ​y absoluta negación de cualquier otra
religión no católica. Aquí se observa de qué forma el carlismo se
encuentra en la raíz del nacionalismo vasco.
● Apología del mundo rural vasco,​ en trance de desaparición, como modelo
cultural mítico, idealizado, sin castellanizar y sin "contaminar" por ideas
modernas como el liberalismo, el socialismo o el librepensamiento.
Desde el punto de vista social, durante los primeros años el PNV la gran
burguesía industrial, financiera y comercial vasca se distanció del nacionalismo,
debido a su radicalismo. Por ello, desde comienzos del siglo XX evolucionó
hacia posiciones más moderadas.

Nacionalismo gallego
El nacionalismo gallego se desarrolló de forma mucho más lenta y con menor
arraigo social, debido al atraso económico de la región y a una burguesía
reducida. Una generación de intelectuales, eruditos y poetas, entre los que se
encontraban Rosalía de Castro, rescataron y difundieron la lengua gallega como
lengua literaria, impulsando así el resurgimiento ("​O rexurdimiento​") cultural
de la región durante el último cuarto del siglo XIX. El galleguismo político tuvo
un desarrollo más lento. En 1889 Murguía, esposo de Rosalía de Castro, fundó
la ​Asociación Regionalista Galega​, de tendencia tradicional.

3. Analiza las diferentes corrientes ideológicas


del movimiento obrero y campesino español,
así como su evolución durante el último
cuarto del siglo XIX
Durante la época de la Restauración se produjo una expansión extraordinaria de
la acción del movimiento obrero español debido a la progresiva
industrialización y la consolidación del capitalismo. De esta manera creció la
importancia social y numérica de la clase obrera cuyas formas de actuación
cristalizaron en la formación de asociaciones obreras, esto es sindicatos y/o de
partidos políticos. Por otra parte, en sintonía con la división del movimiento
obrero internacional, en España los socialistas y los anarquistas se fueron
organizando por separado. Y, a partir de 1879, aparecieron también las
organizaciones católicas, canalizadas por los jesuitas.

El movimiento anarquista
El anarquismo fue la corriente mayoritaria dentro del movimiento obrero
español. Sus principales focos estaban en el campo andaluz y en el proletariado
urbano catalán. Sin embargo, la corriente anarquista se atomizó en múltiples
tendencias, entre las cuales destacó la Federación de Trabajadores de la Región
Española (FTRE) creada en 1881. Por su falta de disciplina interna, sus sistema
asambleario, su apoliticismo y su implantación en todos los ámbitos laborales
fue el sindicato con mayor número de afiliados. Los principales rasgos
ideológicos que definían a los anarquistas eran:

● Defensa de la revolución violenta y del recurso a huelgas


generales, insurrecciones, sabotajes y actos terroristas como medios para
destruir el Estado burgués capitalista opresor y liberar a la humanidad de
la explotación (asesinato de Cánovas del Castillo).
● Rechazo del juego político y de la participación en elecciones,
consideradas un engaño. Además, dentro de sus filas, empezó a ganar
adeptos, tanto entre los campesinos como entre los obreros, la táctica
propuesta por Kropotkin, partidario de la violencia terrorista o de la
«propaganda por el hecho». Los años noventa fueron ricos en esta
práctica, dentro de un círculo vicioso: atentado, represión con
fusilamientos, nuevo atentado como represalia anarquista y nueva
represión.
● Rechazo de cualquier autoridad impuesta, defensa utópica de la
autonomía individual total y abolición del Estado con todas sus
instituciones (gobierno, ejército, policía, etc.)
● Supresión de la propiedad privada y defensa del colectivismo,
entendido como articulación armónica de pequeñas unidades
económicamente autosuficientes donde la propiedad de los factores y
medios de producción (tierra, máquinas, capital) sería colectiva.
● Anticlericalismo, negación de la religión y de la Iglesia.

El movimiento socialista
La corriente marxista del movimiento obrero se organizó en 1879 alrededor de
un pequeño núcleo de trabajadores de imprenta madrileños (Pablo Iglesias)
seguidores de las doctrinas de Marx y Engels que decidieron pasar a la acción y
constituir en 1879 el ​Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Aprovechando
la Ley de Asociaciones de 1887 y la mayor concentración obrera de Cataluña se
creó en 1888 la ​Unión General de Trabajadores ​(UGT), que, aunque
estatutariamente independiente del Partido Socialista, estaba inspirada por él.
Las ideas básicas del programa socialista eran:

● Transformación de la propiedad individual en propiedad social o de


la sociedad entera.
● Posesión del poder político por la clase proletaria.
● Rechazo del terrorismo, esa "política demoledora", de los
anarquistas que era considerada por los socialistas una falsa vía para la
liberación de los trabajadores.
● El objetivo de los socialistas era la revolución, la toma del poder de
forma violenta por la clase proletaria. Pero hasta que llegara el momento
oportuno de llevarla a cabo era preciso atravesar una larga fase de
organización y propaganda, durante la cual la lucha del PSOE debería ser
pacífica y legal, participando en el juego político y presentándose a las
elecciones, más que para ganar votos, para difundir el mensaje marxista,
ya que la clase trabajadora sólo triunfaría cuando fuera más fuerte.
En cualquier caso, tanto el PSOE como la UGT fueron hasta inicios del siglo
XX grupos minoritarios, en comparación con los anarquistas.

Los sindicatos católicos


En 1879 el jesuita Antonio Vicent fundó los ​Círculos Católicos​, a imitación de
los Círculos obreros franceses. En la práctica eran casinos populares, para
apartar a los obreros de la taberna, y contaban con el apoyo de los patrones.
Pero su implantación fue muy escasa debido sobre todo a su «amarillismo»
–término derivado del color de la bandera del Vaticano–, es decir, su actitud
colaboracionista hacia los patronos y opuesta a los sindicatos obreros
reivindicativos.

4. Especifica las consecuencias para España


de la crisis del 98 en los ámbitos económico,
político e ideológico

La derrota de 1898 sumió a la sociedad en un estado de frustración, ya que


significó el fin del mito del imperio español (en un momento en que las
potencias europeas forjaban imperios coloniales) y la relegación de España a un
papel secundario. La prensa extranjera presentó a España como una nación
moribunda, con un ejército ineficaz y un sistema político corrupto (esta imagen
cuajó en la sociedad). Las repercusiones del desastre del 98 fueron:

● En el plano de la ​psicología colectiva​, el pueblo español vivió la


derrota como un ​trauma nacional​, extendiéndose los sentimientos de
inferioridad, desmoralización e impotencia.
● Se criticó severamente la ​torpeza de los gobernantes​, pero el
sistema político de los partidos del turno sobrevivió al desastre, aunque
muy erosionado. Aunque el desgaste fue de ambos partidos afectó
esencialmente al Liberal y a su líder Sagasta, a quien tocó la misión de
afrontar la derrota. Con él desapareció la primera generación de
dirigentes de la Restauración, que tuvo que ceder el terreno a los nuevos
líderes.
● En el ​plano exterior​, el 98 tuvo como consecuencia la liquidación
de los restos de nuestro imperio colonial ultramarino.
● En el ​plano intelectual y literario​, el desastre colonial influyó en
el desarrollo del "​Regeneracionismo​", así como en las amargas y
pesimistas reflexiones de los autores de la ​Generación del 98​. Entre
quienes analizaron las causas de esa situación destacó una serie de
intelectuales, los llamados regeneracionistas el más conocido de los
cuales fue Joaquín Costa. Para ellos, el origen del problema estaba en el
aislamiento del cuerpo electoral del país, la corrupción de los partidos del
turno y el atraso económico y social que España tema respecto a los
países europeos más avanzados. Criticaban el entramado político de la
Restauración y lo definían como un “organismo enfermo” y
“degenerado”. Para cambiar la situación propusieron programas basados
en la reorganización política, la dignificación de la vida parlamentaria, la
reforma educativa, la acción orientada hacia la ayuda social, las obras
públicas y, en definitiva, una política encaminada al bien común y no en
beneficio de los intereses de la oligarquía.
● En el ​plano demográfico​ se calcula que las guerras de 1895-1898
costaron en conjunto unas 230.000 muertes. La mayoría de las bajas se
debieron a enfermedades infecciosas. Si al principio los daños no
repercutían demasiado en una opinión pública adormecida, poco a poco
comenzaron las protestas y se fue extendiendo la amargura entre las
familias pobres cuyos hijos habían sido enviados a la guerra por no poder
pagar las quintas (los jóvenes podían librarse del servicio militar si
pagaban una elevada cantidad de dinero o cuota en concepto de redención
o, si retribuían a un sustituto).
● En cuanto a las ​consecuencias económicas​, las pérdidas
materiales, si bien no fueron excesivas en la metrópoli, salvo la fuerte
subida de los precios de los alimentos​ en 1898, sí fueron graves a largo
plazo. La derrota supuso la ​pérdida de los ingresos procedentes de las
colonias,​ así como de los mercados privilegiados que éstas suponían y de
las mercancías que, como el azúcar, el cacao o el café, deberían
comprarse en el futuro a precios internacionales. Por el contrario, la
repatriación a España de los capitales situados en América resultó
positiva, pues permitió un gran desarrollo de la banca española.
● Por último, lo más grave fue el ​desprestigio militar​, derivado de la
dureza de la derrota, a pesar de la capacidad demostrada aisladamente por
algunos generales y del valor de las tropas. Era evidente que las Fuerzas
Armadas no habían estado preparadas para un conflicto como el ocurrido.
Aunque en último extremo ​la responsabilidad era más política que
militar​, el ejército salía considerablemente dañado en su imagen, lo que
traería graves consecuencias en el siglo XX.

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