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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA CIENCIAS POLÍTICAS Y JURÍDICAS

FACILITADORA:
Abg (a) NANCY ORTIZ

PARTICIPANTES:
Hernández, Yasmina. C.I. V-12.990.884
León, Gilberto. C.I. V-18.909.838
Salinas, Lidice. C.I.V-12.990.455
Solarte, Anaily. C.I.V-26.920.212
Sosa, Evelyn. C.I.V-27.698.800
Tovar, Rafael. C.I.V-28.519.278
4TO Año Secc. 02
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CALABOZO, MARZO 2021


DESARROLLO

 PRINCIPIOS Y GARANTÍAS PROCESALES DEL PROCESO PENAL


VENEZOLANO
En el ámbito legal venezolano, nuestra Carta Magna del año 1999, viene a
considerar los derechos humanos y su privilegio como parte de los valores superiores del
ordenamiento jurídico, constituyendo la dignidad de la persona y la garantía de sus
derechos como "FIN ESENCIAL DEL ESTADO".

En ese sentido, la garantía de los derechos humanos impone al Estado el deber de


asegurar la efectividad en el goce de los derechos humanos con todos los medios a su
alcance, lo cual facilita al ciudadano que disponga de medios judiciales sencillos y eficaces
para prever lo necesario a la protección de sus derechos, implicando el deber de respetar los
derechos humanos, adecuar el sistema jurídico interno para asegurar la efectividad del goce
de los mismos.

Para tales efectos, el artículo 2° de la Constitución de la República Bolivariana


(1999) en su Titulo I de los Principios Fundamentales expresa:

“Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y


de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento
jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la
solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la
preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.”
En tal sentido, tomando en consideración la norma precitada, es tácito que las
garantías tienen gran importancia dentro del sistema jurídico venezolano, pues son los
mecanismos establecidos para asegurar el goce y el ejercicio de los derechos los cuales no
pueden ser suprimidos por el Estado, de allí que como Estado Democrático debe respetar
cada una de las garantías que a favor del ciudadano se han dispuesto.
En el mismo orden de ideas, pero orientados en el Proceso Penal venezolano, la
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doctrina establece que éste proceso acusatorio, tiene por finalidad la búsqueda de la verdad,
pero esa tan ostentada “VERDAD”, no puede obtenerse al libre albedrío, es por ello que,
surge la necesidad de plasmar positivamente una serie de normas para los sujetos
procesales intervinientes, y, entre ellos, fundamentalmente para el imputado, por lo que,
tomando en consideración los principios y garantías generales establecidos en nuestra carta
Magna (1999), en el Título Preliminar del Código Orgánico Procesal Penal venezolano, el
legislador establece una serie de principios y garantías procesales, los cuales vienen a
fungir como escudos protectores de los individuos, a los fines de, que el ejercicio del poder
penal del Estado no se convierta en una aplicación arbitraria y no termine siendo un
elemento opresor y tiránico dentro de la sociedad.

Por todo lo anteriormente expuesto, podemos decir que, que los Principios, es el
propósito de la norma, razón y fundamento del proceso, y una Garantía, es la disposición
legal que acoge un derecho fundamental para la protección del ciudadano. La garantía se
basa en preceptos constitucionales, en los pactos y acuerdos internacionales suscritos y
refrendados por nuestro Estado, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, entre
otros. A continuación se presenta una síntesis analítica de los veinte y tres (23) principios
tipificados en la norma adjetiva Ut supra, a saber:

Artículo 1°. Juicio previo y debido proceso

“Nadie podrá ser condenado sin un juicio previo, oral y público, realizado sin
dilaciones indebidas, sin formalismos ni reposiciones inútiles, ante un Juez o Jueza, o
tribunal imparcial, conforme a las disposiciones de este Código y con salvaguarda de
todos los derechos y garantías del debido proceso, consagrados en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, las leyes, los tratados, convenios y acuerdos
internacionales suscritos y ratificados por la República”.
Éste principio es el considerado más importante, ya que el mismo, es quien posee un
mayor número de fuente Constitucional como origen para su creación, donde tiene inmerso
los valores que propugna el Estado venezolano, establecidos en el artículo 2° de nuestra
Carta Magna, el cual propugna como valores; la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la
solidaridad, la democracia, la responsabilidad social, la preeminencia de los derechos
humanos, la ética y el pluralismo político. De igual forma, se encuentra concordancia con el
artículo 3° de la Constitución (1999), toda vez que establece los fines del Estado, como son,
la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad.
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De igual manera, éste principio de Juicio Previo y debido proceso, está concordado con
el artículo 26° Constitucional, toda vez, establece el derecho que tiene toda persona al
acceso a la justicia para hacer valer sus derechos e intereses.
Siguiendo el mismo orden de ideas, también se debe hacer mención del artículo 44°,
Constitucional, toda vez que establece, que la libertad personal de cualquier individuo es
inviolable, por tal motivo, toda persona antes de llegar a un juicio debe haber sido
arrestado, de acuerdo a los preceptos normativos establecidos en éste artículo, toda vez que
indica en su ordinal 1°, que ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud
de una orden judicial, ó sorprendida in fraganti, por lo que, será remitida ante una autoridad
judicial en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas a partir del momento de la
detención. También nos viene a establecer que el juicio debe ser el imputado procesado en
libertad excepto por las razones determinadas por la ley y apreciadas por el juez, de igual
manera establecer el deber que tienen las autoridades que privan de libertad a n ciudadano
permitirles la comunicación inmediata con sus familiares, así como también ser asistidos
por un abogado, así como también los familiares tienen el derecho de saber del lugar donde
se encuentra la persona detenida, a ser notificados inmediatamente de los motivos de la
detención y a que dejen constancia escrita en el expediente sobre el estado físico y psíquico
de la persona detenida, y las condiciones físicas del detenido. Un punto importante, éste
artículo establece la pena máxima de privativa de libertad la cual no debe exceder de 30
años.

Otro artículo también fuente de éste principio del juicio previo, es el 49° Constitucional,
del debido proceso, que son aquellas garantías judiciales y administrativas que deben regir
en todo proceso, los cuales constituyen una serie de principios y garantías procesales que se
deben respetar en toda actuación de la administración de justicia penal, por cuanto esas
garantías de seguridad individual constituyen la base fundamental de nuestro ordenamiento
jurídico, no sólo por desarrollo constitucional sino, por compromisos internacionales
suscritos por nuestro país, tales como; derecho a la defensa, presunción de inocencia,
derecho a ser oído, derecho al juez natural, derecho a no confesión contra sí mismo, validez
de la confesión, nullum crimen nulla poena sine lege (Ningún delito, ninguna pena sin ley
previa), non bis in idem (No dos veces por lo mismo) y responsabilidad del Estado por
errores judiciales. 4

Por su parte el artículo 257° de nuestra Carta Magna (1999), nos establece la tutela
judicial efectiva, el cual es el instrumento fundamental para administrar justicia.
En tal sentido, tomando en consideración lo anteriormente analizado, podemos decir
que el juicio previo significa que, para que la ley pueda ser aplicada es indispensable que
haya habido una investigación preliminar y posterior discusión y evaluación, proceso
donde se respeten todas las garantías inherentes a la persona humana, derecho a la defensa,
es decir, el conjunto de garantías indisolubles que lo integran, por cuanto la violación de
una de ellas, es la violación de la otras, y una cuidadosa valoración crítica de los elementos
de convicción para poder obtener el resultado de una sentencia justa de culpabilidad o
inculpabilidad, garantizando al imputado (acusado, procesado) su seguridad en el derecho a
la defensa.

Artículo 2°. Ejercicio de la Jurisdicción

“La potestad de administrar justicia penal emana de los ciudadanos y ciudadanas, y se


imparte en nombre de la República por autoridad de la ley. Corresponde a los tribunales
juzgar y ejecutar, o hacer ejecutar lo juzgado”.
En éste artículo se viene a establecer el ámbito territorial, donde el administrador de
justicia, en éste caso el Juez penal, va a ejercer su autoridad a través del poder que el otorga
el Estado en un espacio determinado, es decir, se le establece un límite en el ejercicio de
sus funciones. Cabe destacar que ésta Potestad que tienen los jueces de administrar justicia,
debe estar orientada a los respeto de los derechos de los ciudadanos, con la finalidad de una
convivencia en sana paz, garantes de la integridad física, como por ejemplo el derecho a la
vida.

Éste principio está en concordancia con el artículo 257° Constitucional, toda vez que se
establece en su encabezamiento que, la potestad de administrar justicia emana de los
ciudadanos o ciudadanas y se imparte en nombre de la República por autoridad de la ley.

Artículo 3. Participación ciudadana

“En ejercicio de la democracia participativa que consagra el artículo 6 de la Constitución


de la República Bolivariana de Venezuela, se garantiza la participación de todo ciudadano
o ciudadana en la administración de justicia penal. Los ciudadanos y ciudadanas
participarán en la administración de la justicia penal conforme a lo previsto en este 5
Código y en el reglamento correspondiente. La participación ciudadana en la
administración de justicia se ejerce a través de los mecanismos de control social previstos
en el ordenamiento jurídico, para la selección y designación de los jueces y juezas,
magistrados y magistrados, así como la asistencia y contraloría social, en los juicios
orales, y seguimiento para la aplicación de fórmulas alternativas a la prosecución del
proceso y cumplimiento de pena. Sin perjuicio de lo previsto en el presente artículo, la ley
podrá establecer otros mecanismos de participación ciudadana ante los tribunales con
competencias especiales.”
En éste principio se establece la participación ciudadana en la administración de
justicia como contralor social, la cual bien dada de dos formas. La primera tiene su
fundamento en el artículo 255° Constitucional, toda vez que se establece en su tercer
párrafo lo siguiente:

“La ley garantizará la participación ciudadana en el procedimiento de


selección y designación de los jueces.”
En tal sentido, se establece la participación de los ciudadanos como contralores para
la designación de jueces y magistrados, los mismos son realizados a elección pública dando
la oportunidad a la ciudadanía de conocer su reputación y reconocimiento en el ejercicios
de sus funciones, donde se da la oportunidad a través del control social, se existe una
objeción establecida por nuestra Carta Magna, en el comportamiento de algún ciudadano
para optar a un cargo de juez o magistrado se dé a saber, con la finalidad de que el Estado
tenga una representación digna al momento de administrar justicia.

La otra forma, es a través de un control social de la ciudadanía en la ejecución del


juicio oral público, para hacer seguimiento en los procesos que van a aplicar en las
formulas alternativas de la prosecución del proceso, bien sea en los acuerdos reparatorios y
la suspensión condicional del proceso, donde se aplica al imputado, previa admisión de los
hechos, se le considera otorgarles trabajos sociales, que vengan a resarcir su conducta
reprochada por el hecho de haber cometido un delito, y es allí donde a través de los
Consejos Comunales tienen su participación, los cuales van a ayudar a la administración de
justicia a través de la supervisión y seguimiento de los trabajos que se le imponen al
procesado para su justo cumplimiento.

Artículo 4°. Autonomía e Independencia de los Jueces

“En el ejercicio de sus funciones los jueces y juezas son autónomos e independientes de
los órganos del Poder Público y sólo deben obediencia a la ley, al derecho y a la justicia.
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En caso de interferencia en el ejercicio de sus funciones los jueces y juezas deberán
informar al Tribunal Supremo de Justicia sobre los hechos que afecten su independencia, a
los fines de que la haga cesar.”
Éste principio vine a establecer la autonomía o facultad que el Estado le otorga a una
persona o a una entidad la autoridad para encargase de una responsabilidad constitucional,
para ejerza el ejercicio de sus funciones con total independencia, es decir, tener criterio
propio de acuerdo a su conocimiento, ya que se presume que el Juez tiene conocimiento del
Derecho, por lo cual debe decidir de acuerdo a sus conocimientos científicos, a la lógica y a
sus máximas de experiencias, a la utilización de jurisprudencias, doctrinas y no al libre
arbitrio, con la finalidad de dar una decisión ajustada a derecho.

Cabe destacar, que éste principio está en concordancia con el artículo 254°
Constitucional, el cual en su encabezamiento establece, la autonomía funcional de los
jueces en la administración de la justicia.

Artículo 5°. Autoridad del Juez o Jueza

“Los jueces y juezas cumplirán y harán cumplir las sentencias y autos dictados en
ejercicio de sus atribuciones legales. Para el mejor cumplimiento de las funciones de los
jueces y juezas, y tribunales, las demás autoridades de la República están obligadas a
prestarles la colaboración que les requieran en el desarrollo del proceso. En caso de
desacato, desobediencia a la autoridad o incumplimiento de la orden judicial, el juez o
jueza tomará las medidas y acciones que considere necesarias, conforme a la ley, para
hacer respetar y cumplir sus decisiones. Cuando el Juez o Jueza aprecie u observe la
comisión de algún hecho punible con ocasión al incumplimiento de la orden, está obligado
u obligada a notificar inmediatamente al Ministerio Público, a los efectos legales
correspondientes.”
No es más que la autoridad que le otorga el Estado a los jueces con pleno ejercicio
de libertades, donde los mimos deben estar apegados a nuestra Norma Suprema, leyes y
códigos, de garantizar los derechos personales (políticos, civiles, educación, trabajo, entre
otros) que gozan los ciudadanos, y por tanto, el juez será el garante de velar la protección
de que los mismos no sean quebrantados, todo esto en nombre de la República Bolivariana
de Venezuela y de las leyes.

Artículo 6°. Obligación de Decidir

“Los jueces y juezas no podrán abstenerse de decidir so pretexto de silencio,7


contradicción, deficiencia, oscuridad o ambigüedad en los términos de las leyes, ni
retardar indebidamente alguna decisión. Si lo hicieren, incurrirán en denegación de
justicia.”
Éste principio viene a garantizar que los jueces responsables de administrar justicia en
nombre de la República, deben velar de que todas las solicitudes que se le realicen y las
respuestas dadas a las mismas sean ajustadas a derecho. La no respuesta de un Juez, es
considerada una falta en el ejercicio de sus funciones bien sea por acción u omisión, bien
sea por retardo, o por no estar ajustada a derecho. Para tales efectos, el artículo 49°
Constitucional, en su ordinal 8°, establece en su encabezamiento que: Toda persona podrá
solicitar del Estado el restablecimiento o reparación de la situación jurídica lesionada por
error judicial, retardo u omisión injustificados”

Artículo 7°. Juez o Jueza Natural

“Toda persona debe ser juzgada por sus jueces o juezas naturales y, en consecuencia,
nadie puede ser procesado ni juzgado por jueces o juezas, o tribunales ad hoc. La potestad
de aplicar la ley en los procesos penales corresponde, exclusivamente, a los jueces y
juezas, y tribunales ordinarios o especializados establecidos por las leyes, con
anterioridad al hecho objeto del proceso”.
El artículo 49° Constitucional en su ordinal 4° establece:
“Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las
jurisdicciones ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en
esta Constitución y en la ley. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio
sin conocer la identidad de quien la juzga, ni podrá ser procesada por
tribunales de excepción o por comisiones creadas para tal efecto.”.
En tal sentido, en consideración a lo precitado, éste principio establece o exige que
el juez que habrá de conocer un hecho haya sido instituido con anterioridad al mismo,
es decir, que una persona no podrá ser procesada por Tribunales de excepción o omisiones
creadas para tal efecto, debiendo en todo caso, conocerse la identidad del juzgador.

Se considera que un juez es imparcial cuando llega al proceso virgen, con el


solo interés de administrar justicia, función que llevara a ejecutarse con base en el
resultado del debate probatorio y con respeto a los principios de oralidad, publicidad,
concentración e inmediación.

Artículo 8°. Presunción de Inocencia 8

“Cualquiera a quien se le impute la comisión de un hecho punible tiene derecho a que


se le presuma inocente y a que se le trate como tal, mientras no se establezca su
culpabilidad mediante sentencia firme.”.
Principio rector del proceso acusatorio. El mismo establece que toda persona se
presume inocente hasta que se desvirtúe esa presunción. Éste principio está establecido en
el artículo 49° Constitucional, ordinal 2°, del debido proceso, toda vez que establece:
“Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario”, ya que hasta el
momento de no existir una sentencia firme que indique que el ciudadano es culpable de un
hecho punible, el mismo debe ser considerado como inocente.

Artículo 9°. Afirmación de la Libertad

“Las disposiciones de este Código que autorizan preventivamente la privación o


restricción de la libertad o de otros derechos del imputado o imputada, o su ejercicio,
tienen carácter excepcional, sólo podrán ser interpretadas restrictivamente, y su
aplicación debe ser proporcional a la pena o medida de seguridad que pueda ser impuesta.
Las únicas medidas preventivas en contra del imputado son las que este Código autoriza
conforme a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.”.
la privación de libertad durante el proceso se prevé que solo; podrá decretarse
cuando exista riesgo de fuga del imputado o de obstaculización de la averiguación.
Sin embargo, de acuerdo al artículo 44° Constitucional, en su ordinal 1°, se establecen solo
dos hipótesis para restringir la libertad de un individuo: los casos de flagrancia y la
detención por orden judicial. En tal sentido, en este artículo se evidencia el respeto por el
derecho a la libertad de todo imputado en un proceso penal, por lo que, la concatenación de
ambos artículos establecen que la privación preventiva de libertad es una medida
excepcional que sólo procederá cuando las demás medidas cautelares sean insuficientes
para asegurar la finalidad del proceso.

Artículo 10. Respeto a la Dignidad Humana

“En el proceso penal toda persona debe ser tratada con el debido respeto a la
dignidad inherente al ser humano, con protección de los derechos que de ella derivan, y
podrá exigir a la autoridad que le requiera su comparecencia el derecho de estar
acompañada de un abogado de su confianza. El abogado requerido, en esta circunstancia,
solo podrá intervenir para garantizar el cumplimiento de lo previsto en el artículo 1 de
este Código.”
EI reconocimiento de que un ciudadano presuntamente ha transgredido la ley no
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pierde por ello una serie de derechos que el ordenamiento jurídico le reconoce. Para tales
efectos, nuestra Carta Magna (1999) en su artículo 44°, ordinal 2°, no establece una serie de
derechos civiles que tiene todo ciudadano cuando es detenido, como es; comunicarse de
inmediato con sus familiares, con un abogado o persona de su confianza, tienen el derecho
a ser informados del lugar donde se encuentra la persona detenida, a ser notificados o
notificadas inmediatamente de los motivos de la detención y a que dejen constancia escrita
en el expediente sobre el estado físico y psíquico de la persona detenida.

La dignidad humana va referida a la integridad personal, reputación, los valores que


todo ciudadano tienen y los cuales no deben ser irrespetados.

Artículo 11.Titularidad de la Acción Penal

“La acción penal corresponde al Estado a través del Ministerio Público, que está
obligado a ejercerla, salvo las excepciones constitucionales y legales”
Éste artículo viene a establecer la facultad que le otorga el Estado al representante del
Ministerio Público, de ejercer la acción penal en su nombre, es decir, éste organismo tiene
la facultad de iniciar un proceso penal, a través de oficio, de una denuncia o de una
detención en flagrancia o por orden judicial, y por una querella de acción pública ejercida
por un ciudadano ante un Tribunal de Control.

Es importante destacar que las funciones del Ministerio Público están establecidas en
nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) desde el artículo
284° hasta el 286°.

Artículo 12. Defensa e Igualdad Entre las Partes

“La defensa es un derecho inviolable en todo estado y grado del proceso. Corresponde
a los jueces y juezas garantizarlo sin preferencias ni desigualdades. Los jueces y juezas, y
demás funcionarios y funcionarias judiciales no podrán mantener, directa o
indirectamente, ninguna clase de comunicación con alguna de las partes o sus abogados o
abogadas, sobre los asuntos sometidos a su conocimiento, salvo con la presencia de todas
ellas.”
Éste artículo esta en concordancia con los artículos 26°, referido al acceso a los órganos
de administración de justicia, el 49°, en su ordinal 1°, del debido proceso, el cual en
encabezamiento establece que la defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables
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en todo estado y grado de la investigación y del proceso, así como también con el artículo
257, donde se establece en su parte infini que las leyes procesales establecerán la
simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y adoptarán un procedimiento breve,
oral y público; siendo éstas facultades que tienen los jueces y deben garantizar por el fiel
cumplimiento de los derechos y garantías constitucionales del ciudadano que se encuentra
inmerso en la comisión de un hecho punible, y como primordial principio velar que se le
respete el respeto a la defensa en todas las etapas del proceso, es decir, de principio a fin.

Artículo 13. Finalidad del Proceso

“El proceso debe establecer la verdad de los hechos por las vías jurídicas, y la justicia
en la aplicación del derecho, y a esta finalidad deberá atenerse el juez o jueza al adoptar
su decisión.”
Este artículo viene a establecer cuál es la finalidad del proceso, es decir, buscar la
VERDAD, a ese fin deberá dirigirse la actuación de todos los sujetos procesales que
intervienen en el, correspondiendo a los jueces, al momento de decidir, apegarse a esa
verdad, con la finalidad que se le aplique la justicia a un ciudadano que se le ha vulnerado
un bien jurídico tutelado por el Estado de manera justa y humana.

Artículo 14. Oralidad

“El juicio será oral y sólo se apreciarán las pruebas incorporadas en la audiencia,
conforme a las disposiciones de este Código.”
Éste principio viene a establecer la oralidad como principio rector, por lo que, sólo
podrán apreciarse las pruebas incorporadas en la audiencia oral y pública.

Artículo 15. Publicidad

“El juicio oral tendrá lugar en forma pública, salvo las excepciones de ley.”

Es una garantía de transparencia del proceso penal, por ello los actos procesales
deben realizarse públicamente, en aras de la legalidad y la justicia del fallo, salvo a
excepciones de la ley, tales como los delitos tipificados en la Ley Orgánica sobre Derechos
de la Mujer para una Vida Libre de Violencia, y donde las víctimas sean niños, niñas y
adolescentes, los cuales serán juicios privados, para salvaguardar el honor y la reputación
de la mujer y preservar la identidad del niño y adolescente.

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Artículo 16. Inmediación

“Los jueces o juezas que han de pronunciar la sentencia deben presenciar,


ininterrumpidamente, el debate y la incorporación de las pruebas de las cuales obtienen su
convencimiento”
Éste principio va referido a que el Juez que conozca del asunto en la fase de juicio debe
ser el mismo desde su inicio hasta su culminación, es decir, de manera ininterrumpida, ya
que se ese juez debe tener conocimiento directo e inmediato de todo lo que ha acontecido
en sala, a los fines de obtener una impresión directa en la recepción de las pruebas, bien
sean presentadas por la parte acusante que éste caso es el Ministerio Público, y por otra
parte la defensa desvirtúe lo presentado por el acusante, para ajustar a derecho la decisión
del juez en el momento de dictar sentencia.

Artículo 17. Concentración

“Iniciado el debate, éste debe concluir sin interrupciones en el menor número de días
consecutivos posibles.”
Consiste en que el examen de la causa debe realizarse en un período único, que se
desarrolle en una audiencia o en pocas audiencias próximas, de tal modo que los actos
procesales se acerquen en el espacio y en el tiempo ininterrumpidamente.

Artículo 18. Contradicción

El proceso tendrá carácter contradictorio.

Éste principio establece que, en el desarrollo del proceso todos los sujetos procesales
puedan controvertir las pruebas presentadas, los argumentos o las posiciones que alegue la
parte contraria, en éste caso el Ministerio Público quien será la parte acusadora.

Artículo 19. Control de la Constitucionalidad

“Corresponde a los jueces y juezas velar por la incolumidad de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela. Cuando la ley cuya aplicación se pida colidiere con
ella, los tribunales deberán atenerse a la norma constitucional.”
Éste principio le establece el deber que tienen los jueces de velar por que se cumplan las
normas establecidas en nuestra Constitución y que no exista nada contrario a ello. Éste
principio está en concordancia con el artículo 234°constitucional, toda vez que se establece
en su encabezamiento que; todos los jueces o juezas de la República, en el ámbito de sus
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competencias y conforme a lo previsto en esta Constitución y en la ley, están en la
obligación de asegurar la integridad de la Constitución.
Artículo 20. Persecución

“Nadie debe ser perseguido o perseguida penalmente más de una vez por el mismo
hecho. Será admisible una nueva persecución penal: 1. Cuando la primera fue intentada
ante un tribunal incompetente, que por ese motivo concluyó el procedimiento; 2. Cuando
la primera fue desestimada por defectos en su promoción o en su ejercicio.”
Éste principio está en concordancia con el artículo 49, ordinal 7°, del debido proceso,
tipificado en nuestra Carta Magna (1999), toda vez que establece: “Ninguna persona podrá
ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de los cuales hubiese sido juzgada
anteriormente”. En tal sentido, el legislador establece que, sin un individuo ha sido
procesado por un hecho por el cual fue imputado, acusado y celebrado el proceso de
manera completa, NO debe el Estado venir a seguirle a un ciudadano un procedimiento por
los mismos hechos, salvo unas excepciones, cuando el proceso fuera intentado ante un
tribunal incompetente, bien sea por jurisdicción, por materia o competencia (territorio); y
en segundo término se considere que la acusación presente algunos vicios formales (forma)
o materiales (investigación, pruebas).

Artículo 21. Cosa Juzgada

“Concluido el juicio por sentencia firme no podrá ser reabierto, excepto en el caso de
revisión conforme a lo previsto en este Código.”
Cuando se habla de cosa juzgada se trata de un decisión que ha agotado todas las
instancias en el proceso penal con sentencia firme (la Primera Instancias, luego la Corte de
Apelaciones y finalmente la Instancia Superior) siendo la Sala Constitucional quien tiene la
última palabra.

Artículo 22. Apreciación de las Pruebas

“Las pruebas se apreciarán por el tribunal según la sana crítica observando las reglas
de la lógica, los conocimientos científicos y las máximas de experiencia.”
El artículo 22° del Código Orgánico Procesal Penal venezolano, establece; Las
pruebas se apreciarán por el tribunal según la sana crítica observando las reglas de la
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lógica, los conocimientos científicos y las máximas de experiencia.”. En tal sentido, el juez
en su función de administrador de justicia, tendrá en la fase de juicio, la responsabilidad de
valorar las pruebas presentadas de manera inmediata oral y pública, de acuerdo a su sana
crítica, la lógica, sus máximas de experiencias, sus conocimientos científicos, que debe
poseer como conocedor del derecho, para tomar una decisión definitiva.

Artículo 23. Protección de las Víctimas

“Las víctimas de hechos punibles tienen el derecho de acceder a los órganos de


administración de justicia penal de forma gratuita, expedita, sin dilaciones indebidas o
formalismos inútiles, sin menoscabo de los derechos de los imputados o imputadas o
acusados o acusadas. La protección de la víctima y la reparación del daño a la que tengan
derecho serán también objetivos del proceso penal. Los funcionarios o funcionarias que no
procesen las denuncias de las víctimas de forma oportuna y diligente, y que de cualquier
forma afecte su derecho de acceso a la justicia, serán sancionados conforme al
ordenamiento jurídico.”
El Estado venezolano, tiene el deber de garantizar la seguridad de las personas y sus
bienes, en los distintos ámbitos políticos territoriales, mediante la formulación de políticas
públicas, estrategias y directrices. Para tales efectos, el artículo 5 constitucional establece:

“Toda persona tiene el derecho de representar o dirigir peticiones ante cualquier


autoridad, funcionario público o funcionaria pública sobre los asuntos que sean de la
competencia de éstos, y a obtener oportuna y adecuada respuesta. Quienes violen este
derecho serán sancionados conforme a la ley, pudiendo ser destituidos del cargo
respectivo”.
En tal sentido, ésta garantía de protección de las víctimas viene a salvaguardar sus
derechos, así como también se protegen los derechos de los imputados, las víctimas quienes
son representadas por el Ministerio Público, también son protegidas por el Estado
venezolano al momento que ejercen su derecho de acción ante los órganos de
administración de justicia.

Para finalizar, podemos concluir que los principios procesales son garantías y
derechos establecidos para las personas que participan en un proceso legal venezolano,
tanto para las víctimas como para el imputado, como protección ante el poder del Estado, es
decir, estos principios son reglas generales sobre los cuales descansan las diversas
instituciones del Derecho Penal.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. N° 5.908, Caracas, 2009.

CÓDIGO ORGÁNICO PROCESAL PENAL Decreto N° 9.042. Recuperado de:


http://www.mp.gob.ve/LEYES/CODIGO_OPP/index.html

Principios procesales vulnerados con el efecto suspensivo del recurso de apelación


interpuesto por el Ministerio Publico contra la decisión que ordena la libertad del
imputado. Recuperado de:
http://biblioteca2.ucab.edu.ve/anexos/biblioteca/marc/texto/AAR8237.pdf

El juez natural como garantía fundamental para el imputado durante las fases
preparatoria e intermedia en el sistema penal venezolano. Recuperado de:
http://biblioteca2.ucab.edu.ve/anexos/biblioteca/marc/texto/AAS6574.pdf

Navas, P. La Aplicación del Principio de Oralidad en el Proceso Penal Venezolano


(2013) Recuperado de:
http://biblioteca2.ucab.edu.ve/anexos/biblioteca/marc/texto/AAS7633.pdf

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