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Uno de las prácticas que permite obtener información sobre estos elementos, para
luego hacer una rigurosa segmentación, es la producción y difusión de contenidos
interactivos.
infografías,
videos,
quizzes,
encuestas,
y otros materiales visuales que motivan a la persona a interactuar y que la invitan
a señalar aspectos de interés.
Para que esto sea posible, se necesita llevar a cabo diferentes procesos y
acciones claves, y allí entra en juego la segmentación de clientes.
Precisamente, en este material te explicaremos de qué trata esta práctica, por qué
es tan importante y cómo llevarla a cabo, entre otras cosas.
¡Sigue leyendo!
¿Qué es la segmentación de
clientes?
Como su nombre lo refleja, es un proceso que consiste en categorizar a los
clientes en diferentes grupos, que respondan a las características y
particularidades de los mismos.
Por supuesto, cada segmento se conforma por usuarios que son similares en
diferentes criterios y aspectos, lo cual hace que se sientan motivados y a gusto
con los mismos estímulos y estrategias.
De esta manera, las marcas logran adaptar estratégicamente los procesos
comerciales a cada uno de estos grupos, con la finalidad de hacerlos más
efectivos y rentables.
Entre otras cosas, las marcas tienen certezas sobre quiénes son sus
consumidores, qué prefieren, cuánto están dispuestos a gastar y qué los motiva.
La importancia de la
segmentación de clientes
Destinar tiempo, recursos y esfuerzos para este proceso es, sin duda, una gran
idea.
Para que comprendas la importancia de la segmentación de clientes en su justa
magnitud, veamos algunos de los beneficios que proporciona.
De esa manera será mucho más sencillo mantener una interacción constante y
saludable con los diferentes segmentos, posibilitando escuchar la Voz del
Cliente y sus percepciones.
Optimización de recursos
Al segmentar a tus clientes ya no correrás el riesgo de hacer inversiones
incoherentes, en recursos, agregados de valor y elementos que no generen
ningún efecto positivo en el usuario.
Segmentación geográfica
Es la que se hace de acuerdo a los lugares en que se encuentran los diferentes
clientes.
Segmentación demográfica
Aquí se toman en cuenta aspectos como los grupos de edades, el tamaño familiar,
la cultura, la profesión, el nivel educativo y los ingresos familiares.
Segmentación Conductual
En esta segmentación se valora el comportamiento del usuario, analizando
elementos como los patrones de uso, la sensibilidad al precio y los temas de
interés.
Segmentación psicográfica
Consiste en segmentar a los consumidores actuales, e incluso a los potenciales,
considerando detalles asociados a la individualidad y el estilo de vida.
De esa manera nos topamos con clasificaciones con fines estratégicos, orientados
a optimizar la oferta e incrementar la personalización, entre otras cosas, y con
segmentaciones tácticas, que buscan beneficios de ventas y financieros
concretos, como la suscripción a programas de lealtad y el Cross Selling y Up-
Selling.
Para cerrar esta sección, debemos mencionar sistemas de clasificación que van
acorde a las características de la relación con los usuarios, por ejemplo: clientes
fieles y consumidores insatisfechos.
Por ese motivo, ahora mencionaremos los criterios de clasificación que deben
emplearse tanto en las empresas del segmento B2B (Business to Business) como
del B2C (Business to Consumer).
B2B
En este segmento se deben tomar en cuenta aspectos como la industria o
giro en que operan las empresas-clientes, pues esto influye en las necesidades
y problemas.
Esto quiere decir que debes analizar el total de empleados, el volumen estimado
de negocios, el lugar en el mercado y factores similares.
B2C
Como ya sabes, aquí se emplean criterios relevantes para segmentar al
consumidor final, como nivel de ingresos, educación, aspiraciones y problemas, a
la par que se toman en cuenta aspectos conductuales y de preferencias.
Por otro lado, debes saber que los criterios, al igual que la segmentación en sí, se
clasifican en diferentes tipos, como:
Específicos
Son aquellos criterios que dependen del tipo de producto o servicio que se
comercialice, por ejemplo, aquellos elementos de análisis conductual asociados a
la forma en que el cliente utiliza y aprovecha el mismo.
Generales
Son criterios que, al contrario, no dependen del tipo de producto o servicio, por lo
cual aplican en cualquier caso. Las variables demográficas son un claro ejemplo.
Objetivos
Se trata de criterios cuantificables, es decir, que pueden medirse. El promedio de
compras mensuales puede ser uno de estos.
Subjetivos
Estos, lógicamente, son criterios que no podemos medir, sino que nos aportan
información cualitativa del cliente. Aquí se encuentran distintas variables
demográficas y geográficas.
Sin más preámbulos, aquí te dejamos algunas de las estrategias claves que te
ayudarán a conseguirlo:
Uno de las prácticas que permite obtener información sobre estos elementos, para
luego hacer una rigurosa segmentación, es la producción y difusión de contenidos
interactivos.
Como su nombre lo indica, este tipo de materiales se caracterizan por estimular
reacciones y respuestas del usuario, que ayuden a descubrirlo y examinarlo.
infografías,
videos,
quizzes,
encuestas,
y otros materiales visuales que motivan a la persona a interactuar y que la
invitan a señalar aspectos de interés.
Un ejemplo de material interactivo que se puede utilizar para segmentar a los
clientes es el Assessment, que consiste en una serie de preguntas precisamente
dirigidas para entender quién es el usuario por detrás de la pantalla.
Para que lo visualices con más claridad, te compartimos el material que produjo
Merril Datasite, en la que el visitante puede contar cuáles son sus necesidades en
cuanto a la gestión interna de contratos, generando información crucial para la
segmentación de clientes de esa empresa:
Así, las marcas pueden hacer una radiografía del comportamiento del consumidor
para determinar qué lo estimula y qué tipo de acciones pueden ser favorables para
los procesos comerciales.
Si quieres saber más sobre los contenidos interactivos y el valor que aportan a la
segmentación de clientes, ¡descarga nuestra guía completa del tema!
Emplear un CRM
CRM son las siglas de Customer Relationship Management o, es español, gestor
de relaciones con clientes.
Esta clase de softwares son muy valiosos para escuchar la Voz del Cliente y, en
consecuencia, para poder segmentar a los usuarios.
En concreto, estas soluciones centralizan la información referente a los
comentarios y valoraciones que hacen los usuarios sobre una marca o sus
productos y servicios en redes sociales, páginas de recomendación y el mundo
web en general.
Esto ayuda a las empresas a conocer las percepciones de sus clientes, para luego
categorizarlos de acuerdo a las mismas.
No olvides que, como mencionamos líneas atrás, puedes clasificar a tus usuarios
según las características de la relación con estos y la impresión que tengan de tu
marca y su servicio.
Entrevistar a clientes
Esta clásica estrategia se lleva cabo para poder construir el Perfil del Cliente
Ideal y la Buyer Persona, ya que así se detectan patrones en los usuarios.
Esto te ayudará, por ejemplo, a conocer los diferentes dispositivos que utilizan tus
consumidores para acceder a tu web, y así adaptar su diseño y formatos a estos.
Google Analytics;
SEMRush;
Hotjar;
Buzzsumo;
Business Analytics;
Google Search Console;
entre otros.