Conduct Is Mo

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Universidad

Nacionalista México

Licenciatura en Psicología
Social

TEORÍAS PSICOLÓGICAS
DEL APRENDIZAJE I

CONDUCTISMO
Docente: Mtra. Nayelli Rodríguez
Cortés
Alumna: Liliana Monserrat Olivera
Valeriano
INTRODUCCIÓN

Watson, uno de los psicólogos estadounidenses más importantes de ese siglo, fue el que fundó el conductismo, es
decir, centró a la conducta humana como su objeto de estudio. Él mismo dejó a las claras su teoría de estímulo-
respuesta, que describe a los humanos como seres moldeables y condicionales.

“Dame una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos
al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger —médico,
abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón— prescindiendo de su talento, inclinaciones,
tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados”. (Watson, 1913)

Su pensamiento se conduce por investigaciones y pruebas realizadas por él mismo con niños, descubriendo (según
su parecer) que lo que el humano es y sus acciones, son consecuencia de conductas aprendidas observables de su
entorno, de forma repetitiva. El caso del niño Albert es el más reconocido de este psicólogo.

Habló del poder ilimitado del condicionamiento, y del control del entorno para modelar el comportamiento, tanto de
animales como de seres humanos. En resumen, consideraba que todo lo que una persona incorpora se realiza de
afuera hacia adentro, sin importar lo que haya vivido o pensado previamente.

Quien se adhiere a esta teoría es Pavlov (1927), fisiólogo ruso cuya orientación va a estar ligada a su
experimentación sobre el sistema digestivo, y luego con las conclusiones que llega tras estudiar la segregación de
saliva de un perro, que interfiriéndolo con distintos estímulos (condicionados), genera como respuesta repetir esta
conducta cada vez que los asocia con la comida (que lo hacen segregar). Éste es llamado justamente aprendizaje
asociativo, ya que, en este caso, el animal relaciona un objeto con los estímulos condicionados. "Y más adelante la
secreción puede ser provocada con la sola vista de la persona que trae la vasija, o por el sonido de sus pisadas”.
(Pavlov, 1927).

Pavlov consideraba a la conducta humana como una cadena de reflejos, dividiéndolos en dos tipos, los innatos
(conducta instintiva) y los segundos, (según él, los de mayor presencia), los condicionados (el resultado de la
adaptación del organismo a cierto medio ambiente).

Skinner, el padre de la educación de EE.UU., continúa el concepto de que las conductas pueden ser modeladas
desde afuera, pero además, desarrolla el concepto de refuerzos. Explicó en su libro Walden Dos (1948), que la
conducta recompensada tiende a repetirse. Continúa diciendo que para que una persona repita una conducta, debe
tener de sostén reforzadores, que desempeñen el rol de premios o recompensas por haberlo cumplido. Estos
reforzadores pueden ser positivos o negativos, el primero conllevará a un estímulo positivo como respuesta, y el
segundo lo contrario. Hay reforzadores innatos, y otros condicionados (o impuestos). Y también primarios y
secundarios dependiendo de la relevancia o importancia del hecho. En contraposición a esto está el castigo, que
funcionaría teó- ricamente para que la persona deje de realizar determinada conducta, en verdad, para disminuir o
reducir la frecuencia de un comportamiento, ya que extraerlo de la misma sería casi imposible. Lo que se supo a
través de psicólogos es que los castigos traen como efecto secundario miedos, traumas, e incluso si tiene un
trasfondo violento, más violencia para la persona que lo recibe. “Asumimos que se puede predecir y controlar el
comportamiento del organismo individual. (Skinner, 1953). Describió dos tipos de condicionamientos, el
respondiente y el operante. 

La clase de conducta que se correlaciona con un estímulo provocador específico, puede llamarse conducta
respondiente y la correlación misma denominarse respondiente. El término implica el sentido de una relación con un
evento previo. La conducta que no está bajo esta clase de control le llamaremos operante y cualquier caso
específico una operante. (Skinner, 1938).

Hay dos procesos involucrados a través de los cuales los organismos individuales adquieren conductas apropiadas
en ambientes nuevos. A través del condicionamiento respondiente (pavloviano), las respuestas confeccionadas
previamente por la selección natural pueden ponerse bajo el control de nuevos estímulos. A través del
condicionamiento operante, pueden fortalecerse (“reforzarse”) nuevas respuestas mediante acontecimientos que
ocurren enseguida de la conducta. (Skinner, 1981)

LAS APLICACIONES EN LA EDUCACIÓN


Para los Teóricos Conductistas, lo relevante en el aprendizaje es el cambio en la conducta observable de un sujeto,
cómo éste actúa ante una situación particular. La conciencia, que no se ve, es considerada como “caja negra”. En la
relación de aprendizaje sujeto – objeto, centran la atención en la experiencia como objeto, y en instancias
puramente psicológicas como la percepción, la asociación y el hábito como generadoras de respuestas del sujeto.
No están interesados particularmente en los procesos internos del sujeto debido a que postulan la “objetividad”, en
el sentido que solo es posible hacer estudios de lo observable.

El conductismo considera al estudiante como una persona que no aporta nada al proceso, y que depende para
aprender de los estímulos que reciba del exterior. Tiene por lo tanto un papel pasivo, espera que el profesor le de la
información y le indique las tareas que debe realizar. No se tienen en cuenta las diferencias individuales de los
estudiantes.

Se pueden destacar las siguientes características respecto a los estudiantes:

 Los estudiantes son vistos como “tabula rasa” que reciben información del maestro.
 El estudiante cumple órdenes, obedece.
 El estudiante requiere constante aprobación.
 Depende del maestro.
 Ente pasivo en el proceso de enseñanza- aprendizaje.

La finalidad del conductismo es condicionar a los alumnos para que por medio de la educación supriman conductas
no deseadas, así alienta en el sistema escolar el uso de procedimientos destinados a manipular las conductas,
como la competencia entre alumnos.

Por lo tanto, el conductismo no tiene en cuenta la interacción del individuo con otros o con otro grupo, pues ésta es
irrelevante en el aprendizaje.

Cuando se evalúa en el marco del enfoque conductista se parte del supuesto de que todos los alumnos son iguales,
por lo tanto, todos reciben la misma información. Se evalúan generalmente de la misma manera, con los mismos
instrumentos y pautas establecidas para calificarlos.

La evaluación tiene como propósito recoger los resultados finales del proceso y valorar la eficacia del mismo en
función de los porcentajes de obtención de los objetivos prefijados.

En esta teoría conductista, el docente en el aula es la figura más importante, es la mayor autoridad, ya que es quien
posee el saber y se lo transmitirá a sus alumnos. Este último, en cambio, es quien recibe y replica la información
dada, una vez incorporada, actuando de un modo pasivo. No se tienen en cuenta los procesos cognitivos de este
sujeto, considerando que todos los humanos lo incorporan y replican de igual modo, viéndolo como una verdad
absoluta, generalizada.
El currículum es prescriptivo, se establecen las normas/reglas de programación que deben estar presentes en el
aula o institución educativa, son cerradas y obligatorias, y se cumplen rigurosamente, sin poder alterarse o
modificarse. Hay un ritmo prefijado de aprendizaje, de tipo enciclopedista.

La escuela está aislada del contexto, se presume que los estudiantes deben incorporar los saberes sin tener en
cuenta el entorno o situación que los rodea.

La evaluación directamente consiste en medir resultados, siendo arbitraria, no contiene flexibilidad. No se ve el


avance o evolución del alumno, sino que se espera que haga lo correcto según lo pactado, se evalúa el resultado
final.

El conductismo enseña que el sujeto no es responsable de sus acciones, sino que es cual máquina sin mente ni
alma, reaccionando a un estímulo y operando en su ambiente para conseguir ciertos fines, en donde cualquier cosa
que haga es inevitable. 

Las conductas son aprendidas por el entorno/contexto, generalizando el aprendizaje de todos los humanos por
igual. Los condicionamientos y refuerzos son los que van a traducir y conllevar a las respuestas de estos humanos. 

CONCLUSIÓN

La realidad es que hay siempre elementos conductistas presentes en un ámbito de enseñanza, ya sea en las
escuelas o en los hogares de los estudiantes. A veces hasta inconscientemente, hay ciertas conductas de quien
enseña que se le son impuestas a los alumnos, por una cuestión innata, ya sea la forma de hablar, gestos,
metodologías de estudio, gustos o hasta creencias y pensamientos personales, etc., que el estudiante retiene y
adapta tras observar. Además, partiendo de la crianza, los niños aprenden de las conductas observables del resto
de las personas que conviven con ellos. 
De otro modo, en todo el período de educación/crianza, a las personas se las estimula según el interés o la mirada
del que enseña, es decir, qué objetivos quiere cumplir, y guiará su enseñanza por ese lado. Asimismo, también
sucede que se educa pensando en los estímulos que sirvan de incentivo o refuerzos para generar interés en los
estudiantes. Un niño recompensado siente que está yendo por el buen camino, y además lo ve alentador para
continuar con entusiasmo. Esto es una realidad que en todos los casos funciona, puesto a que su atención se debe
captar atrayéndolos por aquello que les va a resultar interesante, para que tengan efectos positivos los métodos de
enseñanza de los docentes. Esto funciona en un corto o mediano plazo. 
Los castigos, que suelen ser debatidos, siendo reemplazados más bien por retos, deberían ser utilizados
mínimamente y pensados con razonabilidad, sólo en ocasiones graves, no para humillar o debilitar al que está
aprendiendo, sino como un modo de llamado de atención para que reflexione, y (vale aclarar), cuando ya sea el
último recurso que quede por aplicar. Jamás está justificada la violencia, bajo ninguna circunstancia. En lo que es
educación básica, en situaciones que pongan en peligro a la persona (ej.: prohibirle a un niño que toque fuego y si lo
toca, retarlo para que entienda que está mal), suelen estar casi obligatoriamente presentes, puesto que el niño no
toma dimensión ni noción de lo que está haciendo o por hacer. El castigo, así todo, no funciona para reducir una
conducta, sino para bloquear la intención del sujeto de volverlo a hacer por una previa experiencia negativa. 
Otro aspecto conductista que está presente en las instituciones educativas es el mantener un orden y jerarquía en lo
académico, nivelando a los alumnos según evaluaciones cuantitativas, midiéndolos, en definitiva, según sus
resultados, y definiendo los roles de los integrantes de autoridad de la institución (directores, secretarios,
preceptores, docentes, etc.) según corresponda.
Todos deben aprender lo mismo, llegar a una misma respuesta o meta, pero no todos lo procesan igual, ni con los
mismos métodos, ni con los mismos tiempos. La generalización en cuanto al aprendizaje no es posible,
considerando que cada individuo es particular. 
La postura de autoridad del docente debe estar, pero no como quien tiene la verdad absoluta o el poder dentro del
aula, sino como mediador y facilitador, fomentando el diálogo y la escucha, el debate pacífico y constructivo para
aprender del otro. El error debe ser visto como experiencia, como un medio para llegar al resultado correcto, no
debe ser juzgado sino marcado para aprender de ello para un futuro. 
Todo individuo merece la enseñanza que se lo premie y valore, visto como sujeto capaz y pensante, pero que, al ser
humano, tendrá errores y aprenderá de sus propias experiencias.

REFERENCIAS
 Blogger, (2013). Características del conductismo. Recuperado 17 de febrero de 2021. Disponible:
http://multiconductismo.blogspot.com/2013/07/blog-post_31.html#:~:text=El%20conductismo%20considera
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