Lea
Fue a mi regreso de un viaje corto, sólo por cuatro días por cosas de
maestr@
Reseñas.
LIBROS Y AUTORES RECOMENDADOS
Por Manuel Pulido Calderón.
Para la Radiorevista “ADEM Informa”
DELIRIO Alfaguara, 2004.
Laura Restrepo
Laura Restrepo nos muestra en un marco de ficción una historia de
múltiples ejes y facetas que convergen en medio de la realidad
escalofriante de nuestro país en ese momento de narcotráfico, dinero
fácil, inversión de valores, perversión de la política, terrorismo,
superstición y nueva era, ante lo cual podemos estar acostumbrados o
tal vez ciegos. O quizá, nos sintamos ajenos. Delirio es una novela
fascinante.
“Supe que había sucedió algo irreparable en el momento en
que un hombre me abrió la puerta de esa habitación de hotel y vi a mi
mujer sentada al fondo, mirado por la ventana de muy extraña manera.
trabajo, dice Aguilar, y asegura que al partir la dejó bien”.
Es lo que afirma este hombre escéptico, profesor de
literatura de la Universidad Nacional, acaso también envuelto en la
locura de la Agustina, una joven mujer con quien ha estado viviendo
desde hace tres años. De tanto que venera su belleza de misterio tal vez
ha venido acostumbrándose a esa perniciosa situación hasta el punto de
que la ve en buen estado mental, contra toda evidencia. “Cuando me fui
no le pasaba nada raro. O al menos nada fuera de lo habitual,
ciertamente nada que anunciara lo que iba a sucederle…, salvo sus
propias premoniciones…”, de una manía, claro, de estar pronosticando
calamidades que él ignoraba siempre.
El principio, esta novela es una “gran historia de amor”, como lo calificó
José Saramago; el amor por Agustina a quien Aguilar le tolera a cambio
de su amor desinteresado, espontáneo y libre, y el amor confuso de un
antiguo amigo que aún la desea, y que le pone el toque de ironía y buen
humor al relato. Pero también lo es de violencia con un elemento
inoculable que la autora extrae de la realidad, según lo afirma: “Los
colombianos presumimos de estar muy cuerdos y creo que estamos
todos locos”.
Delirio da cuenta del progresivo delirium tremens de la bellísima
Agustina y del esclarecimiento de sus causas por parte de su marido.
Pero también pone en evidencia el delirio de su familia, una patricia
familia bogotana, y el de su país. Colombia padece un delirio nacional en
el que concurren la política y el narcotráfico bajo el influjo, el poder
corruptor y el terrorismo de Pablo Escobar, al lado de las supersticiones
en una sociedad que adopta con fuerza creencias de toda índole al
amparo de esa cultura light que prospera desde los medios de
comunicación. Es una historia puesta en la literatura con sucesos y
ambientes de la vida real, con temas similares a los de la crónica de
Germán Castro Caycedo narrada en su libro La Bruja.
Cuando Agustina oficia de vidente o lanza las
premoniciones de su febril imaginación, Aguilar compara su situación
con la trama de “Memorial del convento”, una novela de Saramago que
lo tenía atrapado por esos días del viaje y que trata de ese Portugal
barroco y oscurantista donde Blimunda, uno de los personajes, obra
como vidente con la credulidad de su marido. “Mi propia Blimunda”
decía para sí el profesor, en su arrobamiento por Agustina, sin creerle.
La historia se desarrolla en cuatro ejes o relatos que se despliegan
paralelos hasta el desenlace donde convergen para clarificar las causas
por las cuales Agustina con su mítica belleza fue a dar una habitación de
hotel, consumida en su demencia y alucinación severas hasta el día del
viaje únicamente se le había manifestado en episodios leves y
manejables. Expresiones de su libre albedrío y su aguzada mentalidad
supersticiosa, pensaba Aguilar.
Inicialmente, Aguilar, de cuyo nombre prescindió Agustina, se da a la
tarea de investigar las causas del delirio de su joven compañera,
viéndose lanzado a conocer una historia que había querido ignorar
siempre. Por otra parte, Agustina, quien desde niña juega en serio a la
adivina y de mayor funge de pitonisa y vidente reconocida, hace
rebrotar su infancia desolada y lacerante en una familia rica, almidonada
y rancia que lo le perdona su estilo de vida libre y descomplicada y el
haberse juntado con un profesor pobre y sin tradición. Un tercer relato
se ocupa de la vida de los abuelos maternos develada en cartas y diarios.
En particular trata de la personalidad y el destino fatal y liberador del
develada en cartas y diarios. En particular trata de la personalidad y el
destino fatal y liberador del abuelo Nicolás Portulinus, que conduce
hasta los antecedentes genéticos de la familia. Era un músico alemán,
solitario y culto, que acaba sus días ahogado en cualquiera de los ríos
que recuerda de su tierra natal, confundidos con el río de su finca en uno
de los recurrentes devaneos de su tinnitus. Y, finalmente, el monólogo
inicial, esclarecedor entre Pablo Escobar y algunas personalidades la alta
sociedad bogotana, quien le pone sarcasmo y humor a su relato aun en
la tragedia y la ruina.
Con una escritura y estilo semejantes a los de José Saramago, al que
admira como maestro, Laura Restrepo retrata a fondo el drama de una
de esas familias augustas, de abolengo, de una alta sociedad capitalina
alucinada en su doble moral con el dinero fácil. Devela, irreverente e
implacable, una sociedad delirante que ignora o no reconoce su desvarío premio es el beneficio de este país que sufre, y viene bien que se
en un mundo de hedonismo y apariencias. ventilen sus alegrías y dolores más allá de sus fronteras”. Además,
porque “ese delirio no es exclusivo de Colombia”.
Laura Restrepo “da vida a una singular amalgama entre investigación y
periodística y creación literaria. Así la miseria y la violencia que anidan “Delirio es una expresión de todo lo que Colombia tiene de
en el corazón de la sociedad colombiana están siempre presentes, pero fascinante, e incluso de terriblemente fascinante. Y cuando el nivel de la
también lo están en su fascinación por la cultura popular y en el juego escritura llega hasta donde lo llevó Laura Restrepo, hay que quitarse el
impecable de su humorismo, de una ironía a la vez ácida y tierna que sombrero. Lo digo en mi nombre y en el jurado que no ha ahorrado
salva sus novelas de toda tentación de patetismo o melodrama, aplausos para esta obra.”, señaló Saramago en su discurso de la
convirtiéndolas en una lectura irrefutablemente placenteras”, opina ceremonia de premiación.
Gabriel García Márquez de la escritora galardonada con el VII Premio
Alfaguara de Novela 2004 por su obra Delirio.
Seleccionada entre 635 novelas de las cuales 444 procedían de
Latinoamérica, Delirio es galardonada en Madrid el 23 de febrero de
2004, por decisión unánime del jurado integrado por José Saramago y
Daniel Samper Pizano, entre otros.
“El jurado ha considerado que se trata de una obra
completa, en la que caben tragedia y el humor, las pasiones más bajas y
los sentimientos más altruistas, la crueldad y la solidaridad. Un
caleidoscopio de la sociedad moderna, centrado en la realidad compleja
y exasperada de Colombia.”, destaca el acta del jurado presidio por el
nobel de literatura portugués José Saramago. “Colombia es un pueblo
sometido a mucho dolor durante décadas y décadas”, dice la autora. “El