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Larvas de Anisakis simplex (ss) (Nematoda: Anisakidae) escondidas en el manto del

calamar volador europeo Todarodes sagittatus (Cephalopoda: Ommastrephidae) en el


Océano Atlántico nororiental: implicaciones para la seguridad alimentaria.
Paolo Cipriani, Marialetizia Palomba, Lucilla Giulietti, Miguel Bao, Simonetta
Mattiucci, Arne Levsena, (2021).
Jefer Danny Cano Calderon – 164003910

Los calamares voladores como Todarodes sagittatus son de gran importancia comercial
debido a que son consumidos ampliamente por todo el mundo y explotados para su
exportación y consumo principalmente en Japón, España e Italia. Además, cumplen un
papel importante en los ecosistemas marinos debido a que son depredadores oportunistas y
se alimentan de peces pelágicos, mesopelágicos, crustáceos y otros cefalópodos. Sin
embargo, son huéspedes de una amplia variedad de parásitos como Anisakis simplex,
causante de la enfermedad zoonótica llamada anisakiasis humana que genera cuadros
digestivos o alérgicos que pueden conllevar a la muerte (Moreira y López, 2010), causada
principalmente por el consumo de estos calamares crudos o poco cocidos. Además, de
existir poca información sobre la presencia de estos patógenos en los cefalópodos.
Por esta razón, los objetivos del estudio fueron identificar los nematodos a nivel de especie
a partir de morfología y métodos moleculares, determinar los niveles de infección y definir
los sitios anatómicos de infección. Con el fin de establecer que especies son más frecuentes
y que zonas del cuerpo del calamar tienen mayor abundancia representando un mayor
peligro para la salud pública. Para esto los autores adoptaron una metodología que permite
una observación y búsqueda más detallada de los nematodos que se encuentran en el cuerpo
de T. sagittatus, facilitado por la florescencia emanada por los parásitos muertos expuestos
a luz UV.
El énfasis de la investigación es establecer la presencia del tercer estadio larvario de
Anisakis sp. el cuál es el causante directo de la anisakiasis humana. La investigación se
desarrolló en aguas del Océano Atlántico por pesca de arrastre de Micromesistius
poutassou, obtuvieron ejemplares de T. sagittatus por pesca incidental. A estos ejemplares
los diseccionaron sacaron el contenido estomacal, las vísceras y el manto lo abrieron en dos
para dejar expuesta toda su superficie. Estos fueron presionados para compactar el material
y ocasionar la muerte y evitar el movimiento de los nematodos. Los ejemplares no fueron
pesados por perdida de partes del cuerpo en la captura, lo cual es información importante
para establecer alguna relación entre su peso y la abundancia de parásitos dando la
posibilidad de entender el efecto de estos sobre el crecimiento o calidad de vida de T.
sagittatus.
Evidenciaron que la mayoría de los nematodos presentes en el cuerpo de T. sagittatus por
identificación morfológica y molecular (aloenzimas diagnósticas y citocromo oxidasa II
mitocondrial) pertenecían a A. simplex y estaban en el tercer estadio larval. La mayor
abundancia de A. simplex se encontró en el manto, específicamente en el tejido conectivo
no incrustadas en el musculo y en la zona donde se ubican todos los órganos de absorción
del alimento importantes como el estómago y el ciego. Además, ninguno fue encontrado en
el contenido estomacal lo que evidenciaría no haber una ingesta reciente de estos
anisakidos en su dieta. Sin embargo, estudios anteriores demostraban la presencia de
Anisakis sp. en otros cefalópodos e incluso por observación personal de los investigadores
se encontró A. simplex incrustados en el musculo de individuos de M. poutassou capturados
en la pesca de arrastre. Esto podría indicar una relación entre el alimento de T. sagittatus
infectado y el posible origen de las larvas encontradas en el cuerpo del calamar.
Con el conteo de los anisakidos encontrados obtuvieron una abundancia la cual tiene una
correlación positiva con el tamaño del manto de T. sagittatus, que a su vez está relacionado
con el tamaño total y con la edad del individuo. Esto permitió obtener información que
podría explicar la abundancia de parásitos en mantos de mayor longitud que por supuesto
pertenecen a individuos de mayor tamaño y por tanto de mayor edad. Lo cual se debe a que
la mayoría de los Anisakis sp. son de larga vida y pueden permanecer largos periodos de
tiempos en el hospedero. Siendo los rasgos ecológicos y el ciclo de vida de los parásitos
importantes para determinar la riqueza de estos en T. sagittatus y otros cefalópodos.
Cabe aclarar, que la abundancia en ciertas zonas anatómicas de los calamares está más
relacionada a la necesidad de los parásitos de obtener alimento constante y directo de los
órganos de absorción como el estómago o el ciego donde le es más fácil obtener los
nutrientes y alimentarse del proceso digestivo de los calamares.
En conclusión, un solo calamar puede hospedar ocho larvas de A. simplex con al menos una
de ellas ubicadas en el manto cerca del estómago de T. sagittatus. Teniendo eso en cuenta y
el gran comercio a nivel mundial que se realiza de T. sagittatus como alimento crudo o
poco cocido, el manto de estos calamares puede ser un potencial peligro para la salud
pública. De manera que debe efectuarse medidas de seguridad alimentaria como las
propuestas por la EFSA en 2010 para el consumo del manto de T. sagittatus sin representar
algún peligro para la salud de las personas frente a la enfermedad zoonótica anisakiasis
humana.

Referencias
Moreira, V. F. y López, A. Anisakiasis. 2010. Rev. Esp. Enferm. Dig., 102(3).
Cipiriani, P., Palomba, M., Giulietti, L., Bao, M., Mattiucci, S. y Levsen, A. Anisakis
simplex (s.s.) larvae (Nematoda: Anisakidae) hidden in the mantle of European flying squid
Todarodes sagittatus (Cephalopoda: Ommastrephidae) in NE Atlantic Ocean: Food safety
implications. 2021. International Journal of Food Microbiology., 339(2): 109021.

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