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*La Autoridad de Jesus en el Discipulado*

*(Mateo 11:25 – 30)*
La autoridad de Jesus es una autoridad universal (en el cielo y la tierra).

Es una autoridad que no es compartida con nadie, porque le ha sido dado a Él, y a nadie más.

Nosotros podemos hacer la tarea del discipulado, porque descansamos en la autoridad que él
tiene. Nosotros no tenemos ninguna autoridad para hacerlo, sino que nos sujetamos a Su
autoridad, para hacer discípulos.

Y para esta tarea el acompañamiento de Jesus está garantizado por Su promesa de estar con
nosotros en esa tarea (del discipulado), todos los días que lo hagamos.

*El discipulado no es estratégico, es divino de principio a fin*.

No es un programa de la iglesia, sino que, es el plan de Dios, es el plan de aquel que es Señor del
cielo y la tierra. El discipulado viene de la palabra:

*Mathetes*: Discípulo / aprendiz /.

Hay otra palabra en español que tiene esta misma raíz:

*Mathematicas*: Pensar profundamente para poder descubrir las acciones y las ideas correctas.

Entonces el discipulado es lograr que el creyente pueda desde su interior pensar y actuar con
esfuerzo, correctamente.

En Su autoridad, ocultó este misterio a sabios y a entendidos y los revelo a los niños, por eso el
discipulado, no es estratégico sino divino.

Y Dios oculto su manifestación a los sabios y a los inteligentes del mundo, para revelarlo a los
niños, a los humildes, a los sencillos.

La palabra *sabio* tiene que ver con alguien cultivado, instruido y la palabra *inteligente* es
alguien diestro.

Entonces el plan de Dios no es para los sabios e inteligentes de este mundo. Sino para los niños
según Dios.

Las verdades de Dios, se las entregó a los niños, a los niños que llegarán a ser Sabios e inteligentes.
¿Por qué lo hizo así?, es Su potestad hacerlo como Él quiere.

El discipulado no se trata del interés del futuro discípulo sino de lo que tu hagas, para atraer el
interés de tus discípulos.

Es evidente que es el Señor quien convoca a sus discípulos. Cuando Jesus llamaba, los hombres
obedecían, casos como Mateo, Pedro, Juan, Andrés, Jacob, etc. Vengan a mí, no es una sugerencia,
es una orden.

Vengan a mí los que están *cansados*, ósea es alguien que está exhausto por el excesivo trabajo
sobre su propia vida. No solo está cansado, sino que está cargado.
Son esas personas a las que llama el Señor para darles descanso.

Tanto cansados como cargados, ambas cosas tienen que ver como producto del trabajo excesivo.
Cuando ofrece el descanso, es del descanso de la satisfacción de ver el trabajo realizado, del
trabajo completado.

Y solo en Él, estamos completos, y en gran manera.

Por eso, el discipulado descansa en Su autoridad, en Su poder, y porque descansamos en esa


verdad.

Sigamos descansando en que Su gracia, Su autoridad y Su poder nos sostienen para *ir y hacer
discípulos*, recordando que mientras lo hagamos, *El estará con nosotros, todos los días que
estemos ocupados en esta tarea*.

Lee la Biblia, para seguir aprendiendo a ser discípulo, mientras haces discípulos.

Linda Semana.

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