Está en la página 1de 6

LAS ESTRELLAS Y LAS CICATRICES DE NAVIDAD

INTRODUCCIÓN: Hay un gran problema en el mundo de hoy cuando usted trata de


testificar acerca de Dios y ese problema no es primordialmente científico, es mas bien
histórico y es el problema del “SUFRIMIENTO”. Las personas se preguntan
reiterativamente: ¿Cómo se puede creer en Dios, que permite tanto y tanto sufrimiento en
el mundo? Esta manera de pensar causa muchas dudas porque la mente humana trabaja
de la siguiente manera: Bien, si Dios es amor y Todopoderoso ¿Por qué permite tanto
sufrimiento? A lo mejor Él es un Dios de infinito amor, pero no tiene ningún poder, por lo
tanto es un Dios débil. O a lo mejor es Todopoderoso pero no tiene amor, por lo tanto es
un Dios cruel. O bien, pudiera ser que no tuviera ni amor ni poder, entonces, no es ningún
Dios. El título de mi mensaje de hoy es: Las Estrellas y las Cicatrices de Navidad. Oremos.

Le invito a buscar el capítulo 20 del evangelio de Juan. Y antes de encontrarlo, le voy a


tomar una prueba. ¿Está listo? Es el curso de teología. Y la pregunta es: ¿Es Jesús Dios
o es hombre? Y la respuesta es un absoluto SI. Muy bien, él es el Dios-Hombre. El Dios
encarnado. El profeta Isaías dijo: “Porque un niño nos es nacido, Hijo nos es dado…”
Cuando dijo: “… un niño nos es nacido…” hablaba de la humanidad de Jesús. Cuando
dijo: “… hijo nos es dado…” hablaba de su Divinidad. Él es el Dios-Hombre. Ahora como
un niño él nació el Belén, como Dios ha gobernado desde la eternidad. No tiene comienzo,
solo su nacimiento en Belén y la estrella señaló donde estaba este niño, en la historia de
navidad.

Pero hay un lado oscuro en la navidad, no solo están las Estrellas sino que también
hay las Cicatrices. Porque como hombre, él nació para morir. Como Dios, murió por
nuestros pecados. ¿Puede usted imaginarse a un Dios con Cicatrices. Usted ve allí al
bebe en el pesebre y ve esos diminutos piececitos que un día serían traspasados con
horribles y crueles clavos. Ve esas pequeñas manos y esos traviesos deditos, un día
estarían cubiertas de terribles cicatrices. Jesús vivió una vida sin pecado, fue falsamente
acusado y crucificado en una cruel cruz romana. Le pusieron en una tumba y esa tumba
fue sellada con una gran piedra. Sin embargo al tercer día resucitó y salió de esa tumba
¡Vivo y Victorioso! Apareció a sus discípulos y se mostró vivo y Tomás no estuvo entre el
grupo cuando se les mostró a los discípulos. Ocho días después Jesús se les aparece otra
vez y esto es lo que leemos en Juan 20:24
24
Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús
vino. 25Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto.
(De paso le dijo que cuando usted no va a la iglesia, no sabe de lo que se va a
perder) Jesús apareció, pero Tomás estaba ausente, sigamos leyendo:
Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el
lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
En otras palabras esta diciendo: Quiero ver si al que crucificaron, resucitó.
Quiero saber ¿que es él? Y lo sabré cuando vea las cicatrices en sus manos y
costado.
26
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó
Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
27
Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en
mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28Entonces Tomás respondió y le dijo:
¡Señor mío, y Dios mío! 29Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste;
bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

Y allí, amigos y amigas, él estuvo hablando de usted y de mí. Bienaventurados son los
que creyeron sin haber visto lo que Tomás vio. Tomás vio las cicatrices y dijo: ¡Mi Señor y
mi Dios! Piense en eso… un Dios con cicatrices. Ahora quiero que considere conmigo a la
Luz de la Biblia, las cicatrices del Señor Jesús. Ellas no son incidentales, son tan
fundamentales que Jesús las llevó con él al cielo. Sabe que la única cosa que está en el
cielo hecha por la mano del hombre, son la cicatrices de Jesucristo. Jesús visitó la tierra y
cuando regresó al cielo llevo consigo algunos “recuerdos” – “Suvenires” de su visita. Esas
cicatrices son las heridas en sus manos, en sus pies y en su costado y mantiene esas
cicatrices como un memorial perpetuo de su humanidad a través de toda la eternidad.
Cuando Jesús venga otra vez, una de las maneras de saber que Él es nuestro Querido
Salvador será ver sus cicatrices. Anote al margen Zacarías 13:6 que dice: “6Y le
preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido
en casa de mis amigos.” Cuando él regrese, exhibirá esas cicatrices. Por eso quiero que
pensemos en La Estrellas y las Cicatrices de Navidad y al pensar en Dios en forma
humana, hay 2 cosas que deseo que aprenda acerca de “Las Cicatrices del Señor
Jesucristo”

1. LAS CICATRICES NOS DICEN QUE COMO HOMBRE, JESÚS SUFRIÓ.

Ahora, es muy importante que usted aprenda esto, como hombre, Jesús sufrió. Jesús
invitó a Tomás a que examinara sus cicatrices. Ellas eran el brutal testimonio de que
Jesús ciertamente fue traspasado por esos terribles clavos.
Hay un gran problema en el mundo de hoy cuando usted trata de testificar acerca de
Dios y ese problema no es primordialmente científico, es más bien histórico y es el
problema del “SUFRIMIENTO”. Las personas se preguntan reiterativamente: ¿Cómo se
puede creer en Dios, que permite tanto y tanto sufrimiento en el mundo? Esta manera de
pensar causa muchas dudas porque la mente humana trabaja de la siguiente manera:
Bien, si Dios es amor y Todopoderoso ¿Por qué permite tanto sufrimiento? A lo mejor Él
es un Dios de infinito amor, pero no tiene ningún poder, por lo tanto es un Dios débil. O a
lo mejor es Todopoderoso pero no tiene amor, por lo tanto es un Dios cruel. O bien,
pudiera ser que no tuviera ni amor ni poder, entonces, no es ningún Dios. Así piensa la
gente. Ahh, pero hay una pregunta más importante: No es ¿por qué sufren los hombres?
La pregunta realmente importante es: ¿por qué sufre Dios? Amigo, la pregunta no es
porque sufrimos los seres humanos, pero esas cicatrices nos dices que el Dios-hombre
encarnado sufrió.
Isaías 53:3 hablando de Jesús dice: 3Despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en quebranto; Recuerde que Jesús fue Dios en carne
humana y que él sufrió. Isaías sigue diciendo: … en toda angustia de ellos (esto hace
referencia a nosotros) él fue angustiado. Y no solo que él sufrió cuando estuvo aquí, pero
permítame informarle algo: Dios todavía sufre, Dios en su gloria sufre. Y si usted dice:
¿Cómo puede Dios sufrir? Le invito a que lea Efesios 4:30

2
30
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de
la redención. ¿Ha sufrido usted de alguna forma alguna vez? La tristeza, es una forma de
sufrimiento emocional. ¡Y Dios en los cielos todavía sufre, todavía sufre! Y usted puede
entender eso. Sufre un padre cuando tiene un hijo descarriado. De eso trata la historia del
hijo pródigo. Dios el padre sufre, porque tiene hijos separados de él, aunque sean sus
hijos. Sufrir, estar triste, es una expresión de amor, usted solo experimenta pena frente a
quien le ama. La cortadora de césped le puede cansar, sus hijos le harán sufrir porque
usted les ama.
De paso diré que Efesios 4:30 es un gran versículo para enseñar la personalidad del
Espíritu Santo. Los Testigos de Jehová dicen que el Espíritu Santo no es una persona,
que es solo una influencia de Dios. Bueno, usted no puede entristecer a una influencia.
Solo una persona puede ser entristecida. Y la única persona que puede ser entristecida es
alguien que le ama. Entristecer es una palabra de amor – Dios todavía sufre.

Permítame hacerle una pregunta: ¿Sufre su cabeza cuando su cuerpo siente algún
dolor? Por supuesto que si. Cristo es la cabeza de la iglesia, nosotros somos su cuerpo.
Cuando usted sufre, nuestro Señor sufre. Él es tocado con nuestras dolencias. Cuando
Saulo de Tarso era perseguidor de la Iglesia, Jesús se le apareció en el camino a
Damasco y le dijo: Saulo, Saulo ¿por qué me persigues? Y Saulo muy bien pudo haber
respondido: No te persigo a ti, persigo a esos creyentes. Mi amigo, cuando un creyente es
perseguido, Jesús es perseguido. Cuando el cuerpo tiene un dolor, la cabeza lo siente
también. La iglesia es la novia, Jesús es el novio. Si la iglesia le es infiel al Señor
Jesucristo… ¿no será su corazón quebrantado? ¿Qué cree que sentirá el Señor
Jesucristo? Jesús sufre y como hombre él sufrió. Las cicatrices dicen que Dios, ha sufrido.
Y surge una gran pregunta: ¿Por qué, por qué el Dios Todopoderoso que puede hacer
cualquier cosa cuando quiera y dondequiera, por qué escogió el sufrir? Las cicatrices de
Jesucristo no solo nos dicen que como hombre él sufrió, sino que… en segundo lugar:

2. COMO HOMBRE, SE IDENTIFICÓ CON NOSOTROS.

Esas cicatrices que leemos en Juan 20:27 nos dicen que Jesús nos entiende. Cuando
voy a los hogares donde ha habido una tragedia o la muerte de un ser querido, nunca
digo: Lo entiendo. Porque eso sería como insultar a la persona que está sufriendo. Y si
ellos dicen: no, usted no lo entiende. (Je) tiene toda la razón. Nadie en realidad conoce el
dolor de otra persona, nadie sabe el dolor del corazón humano, excepto Jesús. Por eso
Jesús realmente sufre. Algunas personas tienen la costumbre de comprar algunos
souvenirs cuando visitan ciudades que no conocen. Y ¿por qué los compran? Bueno, son
una forma de recordar que estuvimos en tal o cual lugar. Jesús, cuando retornó al cielo,
llevo consigo algunos recuerdos de la tierra. Esos recuerdos son las cicatrices que
permanecen en su cuerpo. ¿Qué nos dicen esos recuerdos a nosotros? Que él estuvo
aquí. Que él sintió y entendió nuestro dolor.
Anote al margen Hebreos 2:17-18 17Por lo cual debía ser en todo semejante a sus
hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se
refiere, para expiar los pecados del pueblo. 18Pues en cuanto él mismo padeció siendo
tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. Jesús dice: Cuando tú sufres,
yo sufro. Pero no solo sufro, sino que también entiendo. Porque no tenemos un sumo

3
sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado
en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
El doctor Paul Brown, fue gran médico y misionero que paso mucho tiempo ayudando y
ministrando a los leprosos. Y él habla de “los horribles pecados de la lepra” y dice: Uno de
los debilitadores pecados de la lepra, es que elimina del cuerpo humano la capacidad de
sentir dolor. Si yo tuviera la capacidad de eliminar el dolor humano, no ejercitaría ese
poder porque la valía del dolor es demasiado grande, note esa frase “la valía del dolor”. El
doctor Brown continúa diciendo: más bien invertiré todas mis energías a hacer lo que
pueda para ayudar a mitigar el dolor cuando se torne en sufrimiento. Nuestro Señor sufrió
y nuestro Señor empatiza con nosotros y el dolor que él permite que experimentemos es
en realidad una prueba de su amor. Algunos de ustedes sarcásticamente dirán: Pues
Señor, no me ames tanto (Je, Je)
Después que Adán y Eva pecaron en el Jardín del Edén, Dios dijo: Maldita será la tierra
por tu causa. Él no dijo eso como castigo, sino en vista del bienestar de ellos. Espinas y
cardos te producirá. Dios puso una maldición en el medio ambiente en el que ellos vivían.
Porque lo peor que nos podía pasar es el tener la enfermedad, la infección del pecado y
no sentir ningún dolor.
Hay un propósito protector en el dolor. Cuando caminamos, usamos una pierna y
luego la otra, cuando nos sentamos nuestro peso se distribuye. Pero un leproso no hace
eso. El doctor Brown dice que un leproso no cojea cuando su pierna esta herida,
sangrando, destrozada… porque no siente ningún dolor. Así que, camina en la herida, su
pierna herida nunca descansa. Cuando usted se tuerce el tobillo, los nervios
inmediatamente le dicen a su cerebro que quite cualquier peso sobre ese tobillo y todo
esto sucede en brevísimos segundos y todo esto para proteger a ese tobillo de otra herida
mas grande o fractura que podamos lamentar. El dolor tiene un propósito protector.
Gracias a Dios por el dolor. Nos dice que algo no esta bien.
El dolor tiene también un propósito unificador. El dolor nos junta, nos aproxima,
todo su cuerpo viene en ayuda de un miembro que sufre. Algunas veces he usado la
siguiente ilustración: ¿Alguna vez se ha golpeado un dedo cuando estaba o trataba de
clavar algo? Hablo de un golpe que pone a su pulgar amoratado. Sabe de lo que se trata
¿verdad? Y ¿que es lo que hace? Primero, agarra el pulgar con la otra mano. Segundo,
pone el pulgar en su boca y lo chupa. Y tercero, efectúa una pequeña danza. Ahora, ¿Por
qué hace usted eso? ¿Qué tiene que ver su pulgar con sus pies? Yo no lo sé y a lo mejor
usted tampoco. Pero el punto es que el dolo tiene un propósito unificador.
¿Sabe usted lo que une a la iglesia? El sufrimiento. ¿Sabe que hace que las personas
se unan? El sufrimiento. Bien dice la Biblia: Cuando un miembro sufre, todo el cuerpo
sufre. El doctor Brown dice: Puedo determinar la salud del cuerpo humano por su reacción
al dolor. Si no hay una reacción al dolor, algo malo esta ocurriendo. Usted puede
determinar la salud de una iglesia por su reacción al dolor. (Ponch) Cuando se preocupa
una iglesia por los abandonados, los enfermos del alma, los huérfanos, los quebrantados
de corazón, los que están sin esperanza, los de hogares destrozados. Una iglesia se
unifica frente al dolor, de lo contrario… algo anda mal. Estamos caminando con las
heridas abiertas y desangradas… pero no sentimos ese dolor. El dolor tiene un propósito
protector, el dolor tiene un propósito unificador.
Y además el dolor tiene un propósito corrector. El doctor Brown dice que os
leprosos que fuman, a veces fuman los cigarrillos hasta que el fuego del cigarrillo les
quemen los dedos, pero ellos continúan fumando y quemándose los dedos y los labios,
4
porque no sienten el dolor. Dios permite que el dolor nos proteja y si no fuera por el dolor
nunca sabríamos que algo no anda bien en nuestro cuerpo. Cuando usted pone su mano
sobre algo que esta muy caliente, hay un mensaje que inmediatamente manda a su
cerebro diciendo: Eso esta caliente. Y el cerebro responde: Pues quita la mano de allí,
pedazo de tonto (ahh, si, Je, Je) ahora, usted no se da cuenta de todo ese proceso, pero
lo realiza porque el dolor dice que debe protegerse. El dolor llega de diferentes maneras:
hay dolor físico, dolor emocional, dolor espiritual y tratamos de eliminar el dolor a cualquier
precio.
Esa es la razón de porque hay tantos sedantes. Esa es la razón por la cual tantos
jóvenes y adultos usan drogas y consumen alcohol para eliminar el dolor, cualquiera que
este sea. Y aunque hay un uso legítimo de la medicina, muchos tratan de amortiguar, de
adormecer sus sensibilidades. Si los jóvenes no se llevan bien con sus padres se vuelven
a las drogas y le diré que cuando sus hijos usan drogas, no les importan lo que sus padres
piensen porque viven en otro mundo.
¿Sabía usted que la rebeldía contra Dios es una especia de “droga espiritual”? es
como si usted le dijera a Dios: Tú vive en tu cielo y a mí déjame vivir en mi mundo. ¿No
siente un profundo e inexplicable dolor cuando tiene un hijo o una hija rebelde? ¿No
quisiera en esta noche buena, dejar a un lado su rebeldía, mirar lo que Cristo hizo por
usted y pensar en las cicatrices que aun lleva y lo hacen sufrir? Porque en esta navidad no
decide verdaderamente recibir a Jesús en su corazón, dejar de ser parte de la gran
multitud que aun hace sufrir a Jesús con sus acciones y pecados. Porque no decide usted
que ya recibió a Jesús, dejar de caminar sobre su corazón herido, abierto, sangrando y
destrozado por el pecado que no le hace sentir el más mínimo dolor a arrepentirse.

Le invito en el nombre de Jesucristo a que reflexione en esto y le pida a Dios ahora


mismo, aquí enfrente que perdone sus pecados y malas acciones. Venga aquí a hacer un
compromiso con Dios.

Oremos. Querido Dios, nunca me había puesto a pensar que tú sufrieras por mi causa,
por mis pecados y rebeldías, pero evidentemente es así. Señor Jesús, estoy avergonzado
de que por mi culpa, lleves en tu precioso cuerpo lleves cicatrices eternas, perdóname.
Ten la bondad de entrar en mi corazón y ser el dueño de esta vida que desde ahora te
pertenece porque por FE te recibo como mi Señor y Salvador. En el nombre de Cristo.
Amén.

Bendiciones!
 

 
Miguel Ángel Tellaeche Bechelani.
Iglesia Bautista La Casa de Dios.
Hermosillo, Sonora, Mex.
Cel. (662) 146-3108
E-mail: miguel.tellaeche@gmail.com
Web. http://iglesiabautistalacasadedios.wordpress.com

5
Síguenos: http://twitter.com/LaCasadeDiosH
http://twitter.com/matellaeche

También podría gustarte