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Régimen de comunidad

El régimen de bienes que se aplica a falta de opción entre los cónyuges tiene las siguientes
características:

a. Es una comunidad restringida de ganancias.

b. La gestión de los bienes propios y gananciales es separada.

c. El régimen de deudas de los cónyuges frente a sus acreedores es separado.

d. Los gananciales existentes a la disolución se dividen por mitades entre los cónyuges o en
caso de muerte, entre el supérstite y los herederos.

es la formación de una masa de bienes que a su conclusión deberá dividirse entre los cónyuges
o entre el supérstite y los herederos del cónyuge fallecido. Los esposos tienen así una
expectativa común sobre los bienes adquiridos. en cada uno de ellos la titularidad sobre los
bienes durante su vigencia estará vinculada al régimen de administración y disposición. el
principio de administración separada (arts. 469 y 470, CCyCN) hace que la masa común no se
forme efectivamente hasta el momento de la extinción del régimen, y es recién entonces
cuando los cónyuges actualizan sus expectativas comunes sobre los bienes que la componen.

el Código Civil y Comercial opta por la comunidad restringida de ganancias, compuesta


únicamente por las ganancias y adquisiciones que cada uno de los cónyuges realice a título
oneroso con posterioridad a la celebración del matrimonio.

El art. 463 establece que no puede estipularse que la comunidad comience antes o después a
la celebración del matrimonio, excepto en el cambio de régimen, previsto en el art. 449.

-Bienes de los cónyuges:

los bienes se dividen en propios y gananciales; estos últimos son los que integran la comunidad
y los existentes a la finalización se dividirán por mitades.

Bienes propios. Conceptos generals

son bienes propios de los cónyuges aquellos que aporta cada uno al matrimonio, los recibidos
posteriormente por herencia, donación o legado y los adquiridos con el producto de aquéllos.

Además se ha tratado de sistematizar la enunciación, agrupando los diversos supuestos de la


siguiente manera:

En el inc. a), los bienes aportados al matrimonio.

En el inc. b), los adquiridos a título gratuito.

En los incs. c) a f), los adquiridos por subrogación real con otros bienes propios.

En los incs. g) a j), los adquiridos por título o causa anterior al matrimonio.

En el inc. j), los adquiridos por accesión, y en los incs. k) y l) los adquiridos por un supuesto
especial de accesión, que mejor podría calificarse de anexión a otros bienes propios.
En los incs. m) a ñ), los bienes propios por su naturaleza.

En el inc. o) se trata la situación especial de la propiedad intelectual e industrial.

El principio de subrogación real

el remedio legalmente previsto para mantener la consistencia y el equilibrio entre la masa


común y las privativas, pues supone que, con ocasión de una alteración patrimonial, el bien
adquirido onerosamente tenga el mismo carácter que tenía el que fue utilizado como
contraprestación. De esta forma se trata de evitar que las masas patrimoniales vean
sustituidos bienes por derechos de reembolso entre ella. las características extrínsecas de un
bien se trasladan al bien que lo reemplaza manteniendo éste el mismo carácter de su
antecesor.

El principio de accession

determina que lo accesorio sigue la suerte de lo principal.

Todos los bienes que son propiedad de los cónyuges antes del casamiento, sean de carácter
mueble o inmueble se trate de créditos, de acciones o de títulos, tienen el carácter de propio,
ya que el sistema elegido es el de comunidad de ganancias.

El inc. a del art. 464 incluye dentro de los bienes propios, tanto a aquellos sobre los que se
tenga un derecho real como aquellos sobre los que se tenga un derecho posesorio. (todos los
derechos reales).

el hecho de que habiendo sido adquirido con anterioridad al matrimonio, no se puede


presumir que el bien provenga del esfuerzo común durante el matrimonio y por lo tanto no se
justifica su división por mitades al tiempo de la extinción.

El inc. b del art. 464 establece que son propio: Los bienes adquiridos a título gratuito recibidos
a título sucesorio o por donación, Los recibidos conjuntamente por herencia, legado o
donación se reputan propios por mitades, excepto que el testador o el donante hayan
designado partes determinadas.

No son propios los bienes recibidos por donaciones remuneratorias, excepto que los servicios
que dieron lugar a ellas hubieran sido prestados antes de la iniciación de la comunidad. En
caso de que el valor de lo donado exceda de una equitativa remuneración de los servicios
recibidos, la comunidad debe recompensa al donatario por el exceso.(esto es propio)- La
donación que exceda la equitativa remuneración del servicio es gratuita y debe considerarse
un bien propio. Ya que si hay un exceso en la donación remuneratoria se trata de una
liberalidad y como tal debe calificarse de bien propio.

El art. 464 en su inc. c)- La permuta: el supuesto de inversión de dinero propio, como el caso
de reinversión del producto de la venta de bienes propios, constituyen supuestos de
subrogación real en los cuales el bien que ingresa tiene el mismo carácter que el bien que
egresa.
cuando se adquieren bienes, entregando como contraprestación dinero en parte propio y en
parte ganancial, se le reconoce el carácter correspondiente a la entrega mayor, y si la inversión
ganancial es menor, debe existir una recompensa a favor de la sociedad conyugal. Si el aporte
propio es mayor que el ganancial, el bien será propio; si el aporte ganancial es mayor que el
propio, el bien será ganancial, sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge propietario o a
la comunidad según su caso.

El inc. d) El inciso se aplica a las indemnizaciones percibidas en virtud de la existencia de


contratos de seguros. Ellas conservan el mismo carácter del bien o el valor que vienen a
reemplazar. Así, si se trata de seguros por pérdidas o daños sufridos por las cosas, tienen igual
carácter que la cosa perdida o dañada, pues media subrogación real.

El inc. e) otro caso de subrogación real, pues reemplazan en el patrimonio propio la parte del
bien propio cuya extracción disminuye su sustancia.

El inc. f) s propios a las crías de los ganados propios que reemplazan en el plantel a los
animales que faltan por cualquier causa. Sin embargo, si se ha mejorado la calidad del ganado
originario, el cónyuge titular debe recompensa por los valores gananciales invertidos en esa
mejora. las nuevas crías reemplazan como propio el ganado que desaparece por razón del
tiempo, y que deben ser consideradas gananciales la diferencia en más de la cantidad de
ganado.

El inc. g) los adquiridos durante la comunidad, aunque sea a título oneroso, si el derecho de
incorporarlos al patrimonio ya existía al tiempo de su iniciación. p. ej., sueldos, honorarios,
frutos, intereses devengados antes del matrimonio y percibidos después; transmisión del
dominio de un inmueble en virtud de promesa bilateral de venta anterior al matrimonio;
compraventa anterior al matrimonio, etc. esto es asi ya que el derecho de incorporarlos al
patrimonio ya existía al tiempo de su iniciación se encuentra en la subrogación, en el
patrimonio del cónyuge del derecho.

El inc. h) En el caso de que exista una nulidad relativa, confirmada durante la comunidad, se
juzga que el bien se incorpora al patrimonio del cónyuge no como adquisición nueva, sino
simplemente como recuperación de la propiedad en virtud de un título anterior.

El inc. i) se considera bienes propios a los originariamente propios que vuelven al patrimonio
del cónyuge por nulidad, resolución, rescisión o revocación de un acto jurídico.

El inc. j) omprende tanto la accesión natural determinada por el acrecentamiento por efecto
de la naturaleza, como aquella que proviene de la obra del hombre, como lo es la edificación.
cuando sobre un terreno propio se ha edificado un inmueble con dinero ganancial, aun cuando
el inmueble edificado fuera mucho más valioso que el terreno sobre el cual se edificó, el bien
continúa siendo propio y sólo existe un derecho de recompensa por el valor de la mejora. Por
ej. lote de 20 m de frente por 30 m de profundidad, de carácter propio se construye un edificio
de 40 pisos con dinero ganancial, el edificio es propio de quien era titular del lote y la
comunidad sólo tiene un derecho de recompensas por el valor de la edificación.

El inc. k) El mayor valor que adquiera un bien propio reviste igual carácter que el bien al que
valoriza porque así como las cosas perecen para su dueño, aumentan para él. el aumento de
valor de bienes por progresos registrados en la zona donde se encuentren, o por razones que
no respondan al trabajo o iniciativa de los cónyuges, aumentará el patrimonio del titular, sin
variar la condición que corresponda al bien principal. si el mayor valor obedeciera a la
actividad de uno de los cónyuges, como en el caso de loteos vendidos por mensualidades, el
aumento de valor, que suele incluir intereses, puede ser considerado ganancial.

El inc. l) si el usufructo se extingue durante ella, así como la de los bienes gravados con otros
derechos reales que se extinguen durante la comunidad, sin perjuicio del derecho a
recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se emplean bienes
gananciales. En este último caso, surgirá también un derecho a recompensa a favor del
cónyuge no titular, equivalente a la suma ganancial que se hubiese empleado en la redención
del usufructo a favor de un tercero, que afectaba el dominio del titular.

El inc. m) los objetos de uso personal se los considera bienes propios aun cuando fueran
adquiridos durante la vigencia del matrimonio, porque su relación con la persona que los
posee, impide que estos bienes sean partidos por mitades al momento de la disolución del
matrimonio.

Los bienes necesarios para el ejercicio de la profesión de cada cónyuge, se consideran bienes
propios, aún cuando hubieran sido comprados durante la vigencia del matrimonio. Si para
adquirirlos se utiliza dinero ganancial, se debe una recompensa a favor de la sociedad
conyugal.

El inc. n) Cabe señalar que se refiere a las indemnizaciones que provengan de un daño
extrapatrimonial, antes llamado “moral” por el Código Civil.

El inc. ñ) el derecho a jubilación o pensión, y el derecho a alimentos, sin perjuicio del carácter
ganancial de las cuotas devengadas durante la comunidad y, en general, todos los derechos
inherentes a la persona.

El inc. o) otorga carácter propio a la propiedad intelectual, artística o industrial, si la obra


intelectual ha sido publicada o interpretada por primera vez, la obra artística ha sido concluida,
o el invento, la marca o el diseño industrial han sido patentados o registrados antes del
comienzo de la comunidad.

Bienes gananciales

En principio son bienes gananciales los que han sido adquiridos con el esfuerzo de ambos
cónyuges y están destinados a ser partidos por mitades al fin de la comunidad.

El inc. a) los creados, adquiridos por título oneroso o comenzados a poseer durante la
comunidad por uno u otro de los cónyuges, o por ambos en conjunto, siempre que no estén
incluidos en la enunciación del artículo anterior.

El inc. b) Adquiridos por lotería, azar, apuestas o hallazgo de tesoros- Se trata de aquellos casos
en los cuales el premio es ganado durante la vigencia de la comunidad con independencia del
momento en el cual fue adquirido el billete o boleto necesario para participar en él.

El inc. c) Los frutos son gananciales si se devengan durante la comunidad porque si se hubieren
devengado antes de la celebración de su vigencia, serían propios por ser anterior su causa de
adquisición, aunque se percibiesen después, mientras que si se percibiesen después no serían
gananciales aunque persistiese el matrimonio. Son productos los objetos no renovables que
separados o sacados de la cosa alteran o disminuyen su sustancia, mientras que los frutos
naturales e industriales y los productos forman un todo con la cosa, si no son separados.
El inc. d) son gananciales los frutos civiles de la profesión, trabajo, comercio o industria de uno
u otro cónyuge, devengados durante la comunidad. Serán gananciales siempre que las
actividades que los generan se hayan llevado a cabo durante el régimen de comunidad. El
criterio determinante es el del momento de la realización de la actividad, que ha de efectuarse
durante la vigencia del régimen de gananciales.

Si el despido incausado se produce durante la vigencia de la comunidad, éste es ganancial, en


cambio si se produce luego de extinguida será propio del cónyuge despedido dada la
naturaleza del derecho otorgado que tiende a compensar al trabajador hasta que consiga un
nuevo empleo

El inc. e) Si uno de los cónyuges entrega un bien propio o ganancial en usufructo a un tercero,
lo que se pague en concepto de usufructo tiene carácter de ganancial al igual que los frutos
civiles de los bienes propios o gananciales.

El inc. f) bienes adquiridos después de la extinción de la comunidad por permuta con otro bien
ganancial, mediante la inversión de dinero ganancial, o la reinversión del producto de la venta
de bienes gananciales, sin perjuicio de la recompensa debida al cónyuge si hay un saldo
soportado por su patrimonio propio.

El inc. h) son gananciales los productos de los bienes gananciales, y los de las canteras y minas
propias, extraídos durante la comunidad. Los productos de los bienes gananciales son
gananciales, no así los productos de los bienes propios, con excepción de los productos de las
minas.

El inc. i) las crías de los ganados gananciales que reemplazan en el plantel a los animales que
faltan por cualquier causa y las crías de los ganados propios que excedan el plantel original.

El inc. j) los adquiridos después de la extinción de la comunidad, si el derecho de incorporarlos


al patrimonio había sido adquirido a título oneroso durante ella.

El inc. k) los bienes adquiridos por título oneroso durante la comunidad en virtud de un acto
viciado de nulidad relativa, confirmado después de la disolución de aquélla. es ganancial
porque el título de adquisición se generó durante el matrimonio aunque el dominio se
perfeccionó cuando la comunidad había dejado de existir.

El inc. l) los originariamente gananciales que vuelven al patrimonio ganancial del cónyuge por
nulidad, resolución, rescisión o revocación de un acto jurídico. Lo importante es que la
resolución tiene efectos retroactivos al día de la celebración del negocio jurídico, es decir, que
actúa ex tunc, al menos entre las partes, salvo pacto en contrario. Así si el contrato de
compraventa de un bien ganancial celebrado durante la comunidad se resuelve por
incumplimiento después del divorcio el bien recobra su carácter ganancial.

El inc. m) los incorporados por accesión a las cosas gananciales, sin perjuicio de la recompensa
debida al cónyuge por el valor de las mejoras o adquisiciones hechas con sus bienes propios.

El inc. n) partes indivisas adquiridas por cualquier título por el cónyuge que ya era propietario
de una parte indivisa de carácter ganancial de un bien al extinguirse la comunidad, sin perjuicio
de la recompensa debida al cónyuge en caso de haberse invertido bienes propios de éste para
la adquisición.

El inc. ñ) la plena propiedad de bienes cuya nuda propiedad se adquirió a título oneroso
durante la comunidad, si el usufructo se consolida después de su extinción, así como la de los
bienes gravados con derechos reales que se extinguen después de aquélla, sin perjuicio del
derecho a recompensa si para extinguir el usufructo o los otros derechos reales se emplean
bienes propios. No son gananciales las indemnizaciones percibidas por la muerte del otro
cónyuge, incluso las provenientes de un contrato de seguro, sin perjuicio, en este caso, de la
recompensa debida a la comunidad por las primas pagadas con dinero de ésta.

El art. 466 del CCyCN, establece la presunción de ganancialidad donde todos los bienes
existentes a la finalización de la comunidad se presumen gananciales salvo prueba en
contrario. El cónyuge que pretenda desvirtuarla tendrá la carga de probar que el bien fue
adquirido por herencia, legado, donación, o ha sido adquirido antes del matrimonio o durante
éste pero por una causa preexistente. indispensable para su oponibilidad a terceros la
constancia del carácter propio de los bienes y que el otro cónyuge manifieste su conformidad
con esa declaración. La falta de constancia en la escritura no impide, entre cónyuges, debatir
el carácter propio o ganancial del bien al momento de la liquidación.

EN CUANTO A LOS CONTRATOS:

La regla general es que los cónyuges no pueden celebrar entre sí contratos, esta norma se
encuentra contenida en el art. 1002 que establece que no pueden contratar en interés propio
los cónyuges bajo el régimen de comunidad entre sí. Los esposos pueden conferirse, uno al
otro, mandatos o poderes para administrar sus bienes propios (art. 474). En estos casos es de
aplicación la regulación general prevista para los mandatos.

ya no existen restricciones para que los cónyuges integren sociedades de cualquier tipo,
incluso alguna de aquéllas no constituidas según los tipos regulares, ya sea que compartan la
calidad de socios de manera originaria o derivada.

Gestión de los bienes. Deudas de los cónyuges (pag 421)

Gestión.

Llamamos “gestión” al poder que la ley otorga a uno o a ambos cónyuges para efectuar actos
jurídicos con relación a los bienes propios y a los comunes durante la vigencia de su régimen
patrimonial del matrimonio. el carácter “ganancial” de un bien no significa que ambos
cónyuges tengan un derecho actual sobre él, sino que, al concluir la “comunidad”, integrará
una masa partible.

-Gestión de los bienes propios: La gestión de los bienes comprende su administración y la


disposición. los cónyuges tienen la libre administración y disposición de los bienes propios y de
los gananciales por los adquiridos, salvo las excepciones establecidas en el art. 470 del CCyCN,
en estos casos excepcionalmente establecidos se requiere el asentimiento del otro cónyuge
para la realización de ciertos actos. contenidas en el art. 469 al que hay que relacionar con las
limitaciones dispuestas por el régimen primario de bienes. Así el art. 469 del CCyCN dispone
que cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición de sus bienes propios,
excepto lo dispuesto en el art. 456. los bienes propios los cónyuges tienen una propiedad y un
derecho de administración casi totalmente exclusivo fundado en que ellos no están destinados
a ser partidos a la disolución del régimen.
Las excepciones a la libre administración y disposición de los bienes propios: art. 456 que
impide al cónyuge titular disponer libremente los derechos sobre la vivienda familiar propia y
sobre los bienes indispensables de ésta, sin el asentimiento del otro e impide a los acreedores
ejecutar la vivienda familiar por deudas contraídas después de la celebración del matrimonio,
excepto que lo hayan sido por ambos cónyuges conjuntamente o por uno de ellos con el
asentimiento del otro. la imposibilidad de disponer de los bienes muebles destinados al
trabajo del otro cónyuge sin su consentimiento.

-La gestión de los bienes gananciales: i bien para los bienes gananciales al igual que para los
bienes propios rige el principio general de la libre administración y disposición de por parte del
cónyuge titular, en el supuesto de los bienes gananciales el principio sufre muchas
limitaciones. En las cuales se requiere el asentimiento del cónyuge no titular para perfeccionar
el acto jurídico. Estas restricciones están establecidas en el art. 470. la necesidad de preservar
el eventual derecho al 50% de los bienes del cónyuge no titular, que podría verse afectado en
su expectativa por enajenaciones o gravámenes fraudulentos. Es decir que al esposo no titular
del bien ganancial se le solicita solamente una expresión de conformidad con el negocio del
consorte.

Los bienes que deben ser enajenados o gravados con el asentimiento conyugal del cónyuge no
titular:

a. Los bienes registrables: los bienes registrales en general sin aclarar si se requiere el
asentimiento para disponer de los bienes inscriptos en cualquier registro o sólo en aquellos
obligatoriamente registrales.

b. Las acciones nominativas no endosables y las no cartulares, con excepción de las


autorizadas para la oferta pública.

c. Las participaciones en sociedades no exceptuadas en el inciso anterior: disponer de las


participaciones en cualquier sociedad, la ley no distingue entre sociedades regulares e
irregulares, por lo tanto se requerirá contar con la conformidad del consorte para disponer de
las participaciones gananciales.

d. Los establecimientos comerciales, industriales o agropecuarios.

e. Las promesas de venta: Antes se discutia si era requisito necesario el contar con el
asentimiento conyugal para disponer por boleto de compraventa y para ceder los derechos de
un boleto de compraventa. se ha inclinado por exigir el asentimiento en las promesas de
venta. Consideramos que la solución encierra una respuesta práctica valiosa que va evitar
multiplicidad de conflictos y que contribuye a dar seguridad jurídica. pues el otro cónyuge ya
no va a tener la posibilidad de cuestionar el acto al momento de la escrituración a favor del
cesionario. La cesión y la entrega de la posesión no son, formalmente, una “enajenación” de
inmuebles pero constituye una promesa de compraventa. La ley no requiere ninguna
formalidad especial para la expresión de un asentimiento válido. ser prestado en forma escrita,
o verbal, y la prueba de su existencia estará a cargo de quien lo invoque. Entendemos válido y
eficaz al asentimiento dado por instrumento privado incluso para actos, como la venta de un
inmueble, que requieren de escritura pública y que quien lo prestó no podría argüir la nulidad
del acto.
bienes adquiridos conjuntamente por los cónyuges corresponde en conjunto a ambos,
cualquiera que sea la importancia de la parte correspondiente a cada uno. En caso de disenso
entre ellos, el que toma la iniciativa del acto puede requerir que se lo autorice judicialmente
en los términos del art. 458. A las cosas se aplican las normas del condominio en todo lo no
previsto en este artículo. Tiene ciertas limitaciones como - supresión de la decisión por
mayoría en la administración, posibilidad de autorización judicial en caso de disenso sobre la
administración o la disposición, y limitación de la facultad de requerir la división de los
condominios. en el condominio entre cónyuges se requiere el asentimiento del otro cónyuge
para gravar o enajenar las cuotas partes de los bienes registrables y de las participaciones
accionarias, así como también para prometerlas en venta.

El art. 472 del CCyCN establece que en ausencia de prueba se reputa que pertenecen a los dos
cónyuges por mitades indivisas los bienes respecto de los cuales ninguno de ellos puede
justificar la propiedad exclusiva.

Responsabilidad por deudas: Los bienes que no se puede demostrar a cuál de los cónyuges
pertenecen responden por mitades por las deudas personales de cada uno de ellos, como así
también por las solidarias y las concurrentes.

El art. 473, CCyCN establece que son inoponibles al otro cónyuge los actos otorgados por uno
de ellos dentro de los límites de sus facultades pero con el propósito de defraudarlo. para
impedir que uno de los cónyuges sustraiga de la masa ganancial determinados bienes,
disponiendo su enajenación, mediante un acto real, o aparentándola, a través de un acto
simulado, o valiéndose de las normas de las sociedades e impida de este modo que a la
disolución de la comunidad su consorte reciba la mitad de los gananciales.

Se pueden argüir de fraudulentos los actos jurídicos realizados durante la vigencia del
matrimonio o a su disolución en la etapa de indivisión postcomunitaria siempre que persigan
el propósito de defraudar al cónyuge ya sea en el derecho a los gananciales, ya en el derecho a
la vivienda familiar o en el deber de contribución. alcanza tanto a los actos de administración
como a los de disposición siempre y cuando se intente con ellos vulnerar la integridad de la
masa ganancial o burlar los derechos sobre la vivienda familiar o sustraerse del deber de
contribución

Deudas de los cónyuges: “pasivo provisorio” ESTO ES MIENTRAS ESTAN CASADOS

El denominado “pasivo de la sociedad conyugal” comprende dos aspectos diferenciables: por


una parte, ¿con qué bienes responderán los cónyuges frente a sus acreedores? destinado a
determinar cómo responden los cónyuges frente a sus acreedores durante la vigencia del
matrimonio. Y por otra parte se establece el “pasivo definitivo” que determina las cargas de la
comunidad o dicho de otra manera qué masa de bienes debe soportar la deuda.

atiende a la relación entre el cónyuge deudor y su acreedor y que se denomina comúnmente


“cuestión de la obligación” y responde a la pregunta ¿qué bienes responden por las deudas de
una persona casada bajo el régimen de comunidad? ello implica si van a responder con todos
sus bienes propios y sus bienes gananciales o si también van a responder por las deudas
asumidas durante el matrimonio con los bienes del cónyuge que no contrajo la deuda. el art.
467 que establece que cada uno de los cónyuges responde frente a sus acreedores con todos
sus bienes propios y los gananciales por él adquiridos y por los gastos de conservación y
reparación de los bienes gananciales responde también el cónyuge que no contrajo la deuda,
pero sólo con sus bienes gananciales.

Entonces la regla general es la separación de deudas, excepción a la regla están dados por las
normas fijadas en el régimen primario para los supuestos de necesidades ordinarias del hogar
o el sostenimiento y la educación de los hijos comunes en las cuales ambos cónyuges
responden en forma solidaria por el total de la deuda. Y en el supuesto de deudas para el
mantenimiento y reparación de los bienes gananciales que el cónyuge que no la contrajo
responde sólo con sus bienes gananciales.

-Las dos excepciones al sistema de separación de deudas son diferentes: art. 461 para pagar
las necesidades del hogar y el sostenimiento y la educación de los hijos comunes constituye
una obligación solidaria que deben afrontar los dos cónyuges con todo su patrimonio
cualquiera que fuere el régimen que elijan. ya que es justo y razonable que las deudas
contraídas en el interés de los esposos y entren en la esfera de responsabilidad de ambos, en
forma igualitaria.

Mientras que las deudas contraídas para la reparación y conservación de los bienes
gananciales sólo obligan al cónyuge que no la contrajo a responder con sus bienes gananciales,
no con sus bienes propios, en forma concurrente con el cónyuge obligado. art. 467

se clasifican en personales, solidarias y concurrentes

La totalidad de las deudas contraídas por los cónyuges durante el matrimonio son personales
de quien las contrajo, independientemente de que su consorte también responde, o bien
solidariamente en el caso del art. 461 o en forma concurrente en el supuesto del art. 467.
Todas las deudas de origen contractual que no respondan a lo dispuesto por el art. 461 ni al
467.

son deudas personales las deudas por alimentos a parientes no convivientes debidos por un
cónyuge, si los parientes convivieran, entran en el art. 461 . Las deudas por honorarios son en
principio personales, siempre que los juicios en que se devengaron no hayan tenido una
finalidad susceptible de ser incluida en el art. Citado. Son deudas personales por excelencia las
establecidas durante el ejercicio de la profesión, industria o comercio de cada uno de los
esposos; las penas pecuniarias y las multas civiles; las deudas de una sucesión aceptada sin
beneficio de inventario. cesorios de las deudas personales (intereses pactados o punitorios,
deuda por cláusula penal.

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