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Temporada de aves migratorias en Bogotá | Bogota.gov.

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Protege a las aves migratorias que visitan por esta época a Bogotá

Llegó la temporada de visita de aves migratorias a los humedales y cielos de la ciudad. La


tingua azul es una de las especies que hace presencia en Bogotá como parte de su
recorrido migratorio que se extenderá hasta abril del próximo año.

“Estas aves atraviesan enormes distancias alejándose de la temporada de invierno que por
estos días se da en sus lugares de origen, y aprovechar temperaturas más cálidas como las
de nuestra ciudad. A veces se pierden o se desorientan al llegar. Por eso, hacemos un
llamado a la ciudadanía para que nos ayuden a reportar los casos a través de las líneas de
teléfono 3174276828 o 3183651787 y que podamos recuperarlas y devolverlas a su
hábitat antes de que continúen su recorrido”, explicó Carolina Urrutia, secretaria de
Ambiente.
El objetivo de Secretaría de Ambiente es recuperar y rehabilitar lo más pronto posible a
las aves migratorias que puedan sufrir accidentes contra las estructuras de las casas o
edificios, debido a que llegan cansadas de sus largos recorridos. Permitir que ellas puedan
continuar su viaje sanas y salvas es la meta.

Desde el año 2000 se realiza la campaña “Recuperación y liberación de la tingua azul”, el


ave que más a presentado casos de accidentes al llegar a Bogotá, debido a que sus
recorridos son muy extensos y su nivel energético llega debilitado a la capital.

En ocasiones han sufrido depredación por parte de otros animales, incuso por animales de
compañía de los ciudadanos como perros o gatos, se pierden en los parques de la ciudad o
se golpean contra las ventanas de los edificios porque confunden su brillo con el de las
fuentes de agua.

A lo largo de la campaña, la autoridad ambiental ha logrado recuperar 1663 individuos de


esta especie de los cuales 1324 fueron liberados de manera inmediata.

Desde noviembre hasta enero del próximo año se avistará gran presencia de estas aves en
la ciudad porque esta es su época migratoria. Por lo general la Secretaría de Ambiente
recibe cerca de 400 llamadas ciudadanas que advierten sobre la presencia de estas aves
en situación de riesgo.

La tingua es un ave que habita humedales y zonas pantanosas durante su estadía en


Bogotá. Tiene el pico de color rojo con amarillo, la frente azul clara, las alas grises, que se
van volviendo azules, y las patas largas y amarillas. Los especímenes juveniles son claritos
y su lomo es café.

¿Qué hacer si te encuentras una tingua azul o cualquier otra ave migratoria?
✔️Toma una caja de cartón, libre de residuos y olores, y hazle varios orificios que permitan
el ingreso de aire y luz.

✔️Recoge la tingua y ponla en la caja de cartón.

✔️Suministrarle agua potable con un poco de azúcar, arroz crudo o cocinado y vegetales.

✔️ Llama a la Secretaría de Ambiente a los números 3174276828 o 3183651787 para que


técnicos especializados acudan a su atención y cuidado.

✔️ Si hay presencia de perros o gatos, o si esta ave se encuentra sobre una vía pública, es
necesario retirarla y ponerla a salvo.

✔️En caso de encontrarte con un animal silvestre, debes evitar la manipulación directa, no
arrojarle objetos que puedan lastimarlo, no mantenerlo en cautiverio o en calidad de
mascota y no suministrarle alimento de manera forzada.
La Administración Distrital invita a todas las personas a seguir reportando, en los teléfonos
3174276828 o 3183651787, los casos de riesgo o amenaza para los animales silvestres.
Los profesionales del grupo de Fauna de la Secretaría de Ambiente están disponibles para
atender cualquier reporte.

Historia (quintadebolivar.gov.co)
La Quinta antes de Bolívar
La historia de la Quinta de Bolívar se remonta a 1670, cuando el bachiller Pedro de
Valenzuela donó a la ermita de Monserrate 100 varas castellanas de tierra, ubicadas en el
sitio llamado La Toma de la Aduana. En 1800, el capellán de Monserrate vendió el predio a
José Antonio Portocarrero contador principal de la renta de tabaco de Santafé. El nuevo
dueño construyó una quinta campestre que arregló para agasajar en su cumpleaños a la
esposa del virrey Antonio Amar y Borbón. La familia Portocarrero fue propietaria de la
casa hasta el 16 de junio de 1820, fecha en que el gobierno de la Nueva Granada se la
regaló al Libertador como muestra de gratitud por los servicios prestados a la causa de la
independencia.

Bolívar y su Quinta

Bolívar fue propietario de la quinta por diez años aunque la habitó solamente por 423
días. En 1821, la ocupó por primera vez en dos ocasiones una en el mes de enero, antes de
partir a la campaña que terminó con la independencia de Venezuela en la Batalla de
Carabobo; y en octubre del mismo año, antes de iniciar la Campaña Libertadora del Sur, el
13 de diciembre.

Cinco años más tarde en noviembre de 1826 terminada la campaña del sur, Bolívar
regresó a Santafé y reasumió la Presidencia de la República. Desde entonces y hasta su
partida final en 1830, habitó de manera esporádica este lugar siendo su refugio luego de
sus constantes viajes y del tenso ambiente político.

En 1828, cuando Bolívar vivía sus momentos más críticos, Manuelita Sáenz llegó a la
quinta, ellos se habían conocido en Quito años antes y desde entonces surgió un profundo
amor. Manuelita brindó apoyo incondicional al Libertador y a sus amigos, de quienes se
convirtió en hábil consejera. Su presencia transformó la Quinta en lugar de fiestas y
reuniones.

La Quinta fue testigo de eventos importantes en la vida de El Libertador como la


instauración de la Gran Colombia y la culminación de la Campaña del Sur. También vivió
los momentos críticos causados por los graves sucesos de la crisis republicana y la
oposición de los enemigos a las ideas bolivarianas que culminó con su derrota política en
la Convención de Ocaña. Esta Quinta sirvió de refugio al Libertador después del atentado
del 25 de septiembre de 1828, donde su vida estuvo en peligro y cuando firmó la negativa
a conmutar la pena de muerte a los conjurados por este hecho.

La Quinta después de Bolívar

El 28 de enero de 1830, pocos días antes de abandonar la capital, Bolívar traspasó la


propiedad a su gran amigo José Ignacio París. Desde ese momento, la Quinta tuvo varios
propietarios quienes la adaptaron para cumplir funciones diversas como: local de Colegio
Santa Ana, casa de salud, fábrica de pita - bebida similar a la cerveza - y de tenería; estas
innumerables modificaciones significaron la destrucción parcial de su arquitectura
original.

En 1918, la Academia de Historia y la Sociedad de Embellecimiento - hoy llamada Sociedad


de Mejoras y Ornato de Bogotá - propusieron al Estado que adquiriera el inmueble y lo
destinara para Museo Bolivariano.

En 1922, la Nación se convirtió en su propietaria para adaptarla como museo y encargó su


administración a la Sociedad de Embellecimiento. En 1968, el Ministerio de Obras Públicas
asumió el manejo de la Quinta y en 1975 fue declarada Monumento Nacional.
En 1991, el Gobierno Nacional solicitó a la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá que
restaurara la Quinta. Luego de más de siete años de trabajo conjunto con la Subdirección
Nacional de Monumentos y el Ministerio de Cultura de Colombia, la Quinta recuperó el
carácter de casa campestre y el aspecto que tuvo cuando el Libertador la habitó.

Recuperación arquitectónica y restauración

Desde 1820, momento en que Bolívar recibió la quinta como obsequio, la casa empezó a
ser acondicionada para servir de habitación al entonces Presidente de la República. El
Libertador, pidió al vicepresidente Santander que arreglara la casa solicitando la
construcción de una chimenea, y al parecer, hizo los planos del "Mirador". Además de
hacer habitable la deteriorada casa, Santander emprendió la construcción del "Comedor";
estas reformas se realizaron cuando Simón Bolívar se encontraba en la Campaña del Sur.

Durante el proceso de restauración, se encontraron vestigios de pintura: decoración color


verde pistacho, figuras fitomorfas, representaciones alusivas a motivos vegetales y figuras
geométricas en forma de grecas. Durante este proceso y gracias a los vestigios de hollín y
grasa se ubicó la "Cocina", igualmente en ese lugar se halló el horno y una ventana que
servía para la iluminación y extracción de humo. También se hallaron canales de desagües
los cuales permitieron reconstruir uno de los lugares más antiguos de la quinta. Aquí,
como en los demás espacios, se restableció el piso original: tablones de ladrillo puestos a
45 grados.

Hasta antes de la restauración, el aspecto exterior de la casa era producto de las


intervenciones de los últimos años, cuando se pretendió "enlucir" la quinta. En ese
entonces, se reemplazó la modesta portada por la que se encuentra actualmente de estilo
republicano; se construyó un camellón de acceso rematado en una inapropiada escalinata
de piedra y una baranda en madera que rodeaba la casa. Durante la restauración se
construyó la escalinata, y gracias a las evidencias, el pretil posterior, uno de los elementos
más utilizados en las casas de campo de la época. Por ello, no será igual a la casa que
conocimos hace más de 30 años, pero seguramente se parecerá mucho más a la que
albergó al más grande hombre de América, Simón Bolívar.
Historia | Teatro Colón de Bogotá (teatrocolon.gov.co)
DEL COLISEO RAMÍREZ AL TEATRO COLÓN (1885 - 1895)

El Teatro Colón fue construido entre 1885 y 1895 por el arquitecto italiano Pietro Cantini.
Para su construcción fue necesario fundar una escuela de oficios que formó a 162 obreros
en los procesos necesarios de construcción y decoración. Entre sus maestros estuvo el
ornamentador suizo Luigi Ramelli, el escultor italiano Cesare Sighinolfi y a los pintores
Filipo Mastellari y Giovanni Menarini.

Antes de la edificación del Colón, hubo en el mismo emplazamiento dos teatros de


variedades. El primero fue el Coliseo Ramírez, construido a finales del siglo XVIII, y el
segundo fue el Teatro Maldonado, una remodelación del antiguo Coliseo hecha a inicios
del siglo XIX. En 1885, el presidente Rafael Núñez expropió el Teatro Maldonado para
emprender la construcción de un nuevo teatro nacional de estilo italiano. Se lo llamó
Teatro de Cristóbal Colón por ser el escenario de las celebraciones del IV Centenario del
Descubrimiento de América, el 12 de octubre de 1892.
TEATRO A LA ITALIAN
Durante el siglo XVII se empezaron a construir en Italia teatros cerrados en forma de
herradura. Ellos permitían que el público de los palcos se adentrara en el escenario al
tiempo que se podía mostrar en sociedad. Las óperas se convirtieron en vitrinas sociales
que permitieron alianzas familiares y políticas, de suma importancia para la aristocracia
del momento. Este tipo de teatro se llamó a la italiana por su origen y por ser el escenario
de las óperas italianas tan en boga en Europa y después en América.

A finales del siglo XIX, cuando se construyó el Colón, un teatro de este estilo era necesario
para cualquier ciudad en crecimiento. En la misma época se edificaron los teatros Solís en
Montevideo, Santa Ana en Ciudad de México, Municipal en Santiago de Chile y Colón en
Buenos Aires. Bogotá no se quedó atrás.
EL FOYER
Una vez definida la forma del teatro de ópera italiano se hizo necesario un espacio en el
que los visitantes pudieran reunirse antes y después de las presentaciones. Esta función la
cumplió el foyer, conocido en español como vestíbulo. En ambos casos, el origen de la
palabra es “hogar donde se conserva el fuego” en relación a las ceremonias griegas en
honor a la diosa Vesta, diosa de la fidelidad.
EL TELÓN DE BOCA
El telón de boca, que cubre el arco de proscenio y mide 11,35 por 8,75 metros, fue
realizado por el pintor italiano Annibale Gatti. A diferencia de Cantini y los maestros de
pintura y yesería, Gatti nunca vino a Colombia. El pintor realizó el telón en Italia bajo
encargo directo del presidente Núñez y fue transportado desde Europa en 1891. El telón
cuenta con treinta y seis personajes de diferentes óperas, tales como Hamlet, Rigoletto y
Fausto, además de indígenas y conquistadores
1948 - LA LÁMPARA DE RAMELLI
La lámpara del plafón principal fue diseñada por Luigi Ramelli e instalada para el día de la
inauguración del Teatro. Cincuenta y seis años después, con motivo de la IX Conferencia
Panamericana, que inicialmente se realizaría en el Colón, la lámpara de Ramelli fue
reemplazada por una de cristal traída de Checoslovaquia. A finales del siglo XX, su peso y
tamaño excesivos estaban causando daños en el plafón y reducían la visibilidad desde la
galería. Por esta razón se decidió recuperar e instalar la lámpara Ramelli.

Un dato curioso: esta lámpara fue desde un inicio eléctrica. Para este fin, y puesto que no
había redes de abastecimiento en la Bogotá de entonces, se ubicó en el sótano del teatro
una planta a vapor que consumía hasta tres cargas de carbón por función. En 1894, por
solicitud del presidente, esta planta dotó de luz eléctrica al Palacio Presidencial que se
encontraba del otro lado de la calle 10.
LAS MUSAS DEL PLAFÓN

EL PLAFÓN DEL TEATRO, ELABORADO POR FILIPO MASTELLARI Y GIOVANNI MENARINI,


REPRESENTA A SEIS DE LAS NUEVE MUSAS GRIEGAS. LAS TRES RESTANTES, POR FALTA DE
ESPACIO, NO FUERON REPRESENTADAS. TERMINANDO EL PLAFÓN Y BAJANDO AL ARCO DE
PROSCENIO, SE DISEÑÓ UN ESCUDO NACIONAL CORONANDO POR UN CÓNDOR DE ALAS
BATIENTES.
¿Quieres ver el encuentro entre Júpiter y Saturno? Hazlo con el Planetario de Bogotá
(conexioncapital.co)
Este lunes 21 de diciembre a las 6:00 p.m., se dará la conjunción entre Júpiter y Saturno,
fenómeno que ocurre cada 20 años, cuando los planetas se encuentran en el mismo
sector. Sin embargo, la manera en que se aproximarán no había ocurrido desde el 14 de
julio de 1623 y el próximo será en el año 2080.

Los mágicos 6 minutos de este evento astronómico estarán disponibles a través del
Facebook Live y canal de Youtube del Planetario de Bogotá, un suceso único en nuestras
vidas. Las conjunciones, los planetas y el solsticio serán los temas del conversatorio que se
llevará a cabo hasta las 7:00 p.m.

Aquí los detalles:


Vuelve la Ciclovía a Bogotá - Revista DC
Vuelve la Ciclovía a Bogotá
Luego de varias semanas de restricción, debido a las cuarentenas por localidades, vuelve
esta importante actividad para todos los capitalinos. La ciclovía llegará desde este
domingo 7 de febrero en su horario habitual.

Esta noticia, la confirmó en días pasados la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Por esta razón, la ciudad retomará su ritmo bajo la Nueva Realidad, donde todos deberán
seguir teniendo en cuenta las normas de seguridad.

Recordemos que la ciclovía nació en 1974, como protesta ante la ausencia de espacios
recreativos y la alta contaminación que producían los vehículos.

Hoy 46 años después, se ha convertido en una cita imperdible de miles de familias y


parches de amigos, quienes se reúnen para ejercitarse y recorrer los 127,7 kilómetros que
tienen a su disposición.

Más buenas noticias


Para los más chicos, quienes han sido también afectados por la pandemia, tendrán de
nuevo sus espacios.

Desde el jueves 3 de febrero, se encuentran habilitados en toda la ciudad, los parques


metropolitanos para que puedan retomar sus actividades físicas y recreativas.

Los gimnasios a su vez, harán parte de esta nueva realidad, y estarán también abriendo
sus puertas para los más grandes.
Imagen DC
Debes tener en cuenta
Si vas a asistir a ciclovía, te brindamos las siguientes recomendaciones:

• Revisa que esté en buen estado tu bici.


• Aplica buen bloqueador
• Mantente hidratado
• Recuerda que el uso del tapabocas es obligatorio
• Mantén distancia en el momento de tu trayecto
• Evita aglomerarte en los semáforos

Importante
Al ser declarada la alerta naranja, es porque aún, no hay la suficiente reducción de cifras.
Recuerda que aún estamos con el virus y podemos entre todos cuidarnos para no generar
más contagios y poder seguir disfrutando sanamente de estos necesarios espacios.

Para la tranquilidad de todos, equipos del IDRD estarán vigilando y controlando el


cumplimiento de las medidas de bioseguridad entre los asistentes a los parques.

En estas zonas no aplicará la medida de pico y cédula.

Imagen María del Pilar Lugo


Con todas estas recomendaciones, solo alista tu ropa más cómoda, tus artículos de
autocuidado y comienza a disfrutar de estos días soleados que nos está ofreciendo la bella
capital.

Recuerda que, en nuestros cuidados, podemos evitar nuevos confinamientos.

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