El imperio de Japón conocido como el imperio del sol naciente ha sido uno de los estados

más poderosos del continente asiático y además a pesar de las caídas a través de la historia
ha mantenido el extra de potencia que lo posiciona en la actualidad como la tercera
economía del mundo sin embargo japón no fue siempre el país próspero que todos
conocemos te interesa conocer la historia de surgimiento y caída de su época imperial.
Remontémonos a los antecedentes a la formación imperial, aunque usted no lo crea, Japón
era un país pobre, cerrado completamente al mundo y bastante atrasado con respecto a
occidente hasta la segunda mitad del siglo XIX, la monarquía existía como tal, pero el país
era gobernado de facto, por el Shogunato Tokugawa ¿Y que es un Shogunato?, pues
algunos lo califican como una dictadura militar a la nipona, el Shogun que era el jefe de las
fuerzas armadas y pertenecía a un clan en específico, en este caso el Tokugawa que era el
líder militar que ejercía el poder sobre otros clanes a los que se le sumarían, al otorgarles
poderes provinciales o secundarios, algo así como en la época feudal europea, en ese
sistema destaca la figura de los Samuráis, guerreros de una élite militar con cierto poder
político, por este motivo es que se decía que el Shogun, tenía el poder de facto a diferencia
del emperador, al que se le concedía más poder espiritual.
Todo esto estaría a punto de cambiar para dar inicio a la gran transformación de Japón, pero
primero lo primero derrocar el poder del clan Tokugawa, el Shogun había comenzado a
perder influencia desde el inicio de presiones internacionales de EE.UU., a abrirse al
comercio internacional, lógicamente el libre mercado afectaría a los intereses de los clanes
al poder, aunque por otro lado había otros dominios principalmente en el sur, como el
dominio de Satsuma y el dominio de Chosu, que optaban por la apertura y se aliarían a la
facción imperial, ante las crecientes tensiones se daría la guerra de Boshin (1868-1869), en
la que la coalición imperial apoyada por el Reino Unido derrotaría al Shogunato
estableciendo así el Imperio de Japón y dando inicio a la Restauración Mejí, un período de
reformas políticas sociales y económicas.
Luego de la restauración del poder imperial, pero antes de consolidarse, los aún fieles del
Shogunato en la isla de Hokkaido formarían la efímera República de Ezo, en donde
solicitaron a las fuerzas imperiales para permanecer en la isla del norte y mantener la
tradición Samurái, pero se le fue denegada, y serían decisivamente derrotados en la batalla
de Hakodate, a partir de aquí comenzarían las reformas, comenzando con la apertura al
comercio internacional, una rápida industrialización y la modernización de las fuerzas
armadas, que incluía la instauración de servicio militar.
Al poco tiempo en 1875 comenzaría la anexión de las islas de Ryukyu que entre las que
destaca Okinawa que estaban organizadas bajo el reino de Ryukyu que había sido un estado
vasallo de la decadente dinastía Qing de China, con esto se podría decir que el actual
territorio de Japón ya se encontraba unificado, pero si se reestructuran las fuerzas armadas,
entonces ¡Los Samuráis irían perdiendo relevancia, no!, ¡Tal cual!, por lo que iniciarían la
rebelión Satsuma (1877), en la que luego de ser derrotado prácticamente desaparecería
como clase social, esto se podría considerar como el último levantamiento contra el nuevo
gobierno, ¡que estaba on fire!.
Durante la siguiente década se iba consolidando una reforma educativa, en la que el nivel
de la alfabetización se redujo bastante, además de impartir el sentimiento de identidad de
un recién unificado Japón. Las reformas políticas vivían en su cúspide en 1890, tras el
inicio de la constitución Mejí en la que se establecería un primer ministro y un parlamento
elegido democráticamente, además de entregar ciertas libertades, ¿Y quienes pagarían pato
por el resurgimiento en Japón?, pues los vecinos Chinos, quienes tendrían que afrontar la
primera guerra Sino-Japonesa (1894-1895), causada principalmente por la influencia sobre
la inestable Corea, que era el último vasallo de la dinastía Qing, resultando una clara
victoria nipona que acrecentó la decadencia de la dinastía Qing, y traslado a Corea a su
esfera de influencia, ¡ah claro! y de paso anexionar la isla de Formosa, actual Taiwán.
El bully a China continuaría durante la rebelión de los Bóxers (1899-1901), en la que un
grupo de nacionalistas Chinos se amotinó ante la presencia extranjera y que fue
rápidamente sofocada por la alianza de las ocho naciones, a pesar que Japón fue el país que
más contribuyó en este episodio, no obtuvo el reconocimiento como estado emergente que
buscaba ante los ojos de las potencias occidentales, el único que le daría bola sería el Reino
Unido, con quien firmaría una alianza, (acuérdate de este dato). Esto ayudaría con las
tensiones con la potencia europea de la región, Rusia.
Para evitar conflictos Japón había cedido Port Arthur a Rusia, pero ahora más fuerte que
antes iría a retomarlo mediante una invasión, desencadenando la guerra Ruso-Japonesa
(1904-1905), resultado victoria japonesa, que obligó a Rusia a retirarse de la recién
ocupada Manchuria. además de ceder Port Arthur y la mitad de la isla de Sajalín que había
sido entregada a cambio de las islas Kuril. Con las potencias vencidas en el área, Japón
tendría el pase libre para anexionar Corea en 1910, tras el tratado de anexión. Aunque un
gobierno de corea en el exilio se establecería en Shanghái.
Entre otros eventos el emperador Yoshihito (Taisho Tenno), sucedería al Emperador Mejí
tras su muerte, ¡Recuerdas que te comenté sobre la alianza con el Reino Unido! (alianza
Anglo-Japonesa 1902), pues se haría efectiva durante la primera guerra mundial (1914-
1918), en la que Japón se uniría a la triple entente, asegurando las vías marítimas del
pacífico oeste, contra la marina impidiera alemana, tras la guerra además de ganar el
reconocimiento como potencia obtendría parte de la Nueva Guinea Alemana convirtiéndola
en el Mandato del Pacífico Sur las actuales Islas Marianas, Marshall, Estados Federados de
Micronesia y Palaos. El período de entreguerras, se caracterizó por nuevos intentos por
ganar más influencia de China, en 1915 lanzarían las veintiún exigencias, un conjunto de
imposiciones a la República de China de las que se cumplirían sólo 13, debido a las
presiones internacionales del Reino Unido y EE.UU., a esto se suma que tras la fundación
de la Sociedad de Naciones, el Reino Unido rechazaría la propuesta de igualdad racial, que
dejaba a estados no caucásicos en desigualdad, lógicamente japón se indignaría por esto y
la alianza anglo japonesa acabaría en 1923.
En 1926 ascendería al poder el conocido emperador Hirohito (Showa) que afrontaría una
dura crisis económica como consecuencia del crack del 29, pero que se iría recuperando en
la siguiente década, Hirohito permitiría el incremento de la influencia del poder militar
sobre el gobierno, ¿Y qué puede pasar por la cabeza de los militares? ¡pues sí
expansionismo!, y así sin nada que perder Japón invadiría Manchuria, ¡si andaba afanadito
con china!, luego del incidente de Mudken, además de supuestamente buscar la liberación
de la etnia Manchú de China, luego de conseguir una exitosa campaña se crearía el estado
títere de Manchukuo, ¡Oye, pero aún queda mucho territorio en china!, ¡Si! aprovechemos
el incidente del puente Marco Polo! ¡Así es!, luego de esto se iniciaría la segunda guerra
Sino-Japonesa (1937-1945) que muchos afirman que sería el inicio de la segunda guerra
mundial en Asia, esta guerra sería de lejos las más sangrientas en el frente asiático, que
incluiría terribles episodios como en la masacre de Nankín (1937). Luego de la invasión
japonesa. Japón establecería un nuevo gobierno títere denominado como el gobierno
Nacionalista de Nankín al mando de Wang Jingwei.
Para esto la segunda guerra mundial ya había estallado en Europa, y en un juego de alianzas
Japón firmaría el pacto tripartito, aliándose a las potencias del eje, Alemania e Italia, con
esto Japón invadiría la Indochina Francesa en 1940, ante los últimos acontecimientos,
EE.UU. cortaría el suministro de petróleo a Japón, además de apoyar a China en la guerra,
en respuesta Japón hace el conocido ataque a Pearl Harbor (7 de diciembre de 1941), a la
par que iniciaría la invasión de las colonias Británicas Neerlandesas y las Filipinas de
Estadounidenses creando nuevos estados títeres. ¡Si Japón había despertado al gigante
norteamericano! lo que lo frenaría en china.
A pesar de iniciar con grandes victorias, como la batalla de Singapur (7-15 de febrero
1942), hacia mediados de 1942 comenzaría el retroceso, tras la estrategia estadounidense de
Island Hopping, en la que los aliados avanzarían por las islas no controladas por japoneses,
logrando así exitosas victorias como en Midway (4-7 junio 1942), batalla Guadalcanal
(agosto 1942 - febrero 1943) y batalla del golfo de Leyte 23-26 octubre 1944).
Hacia principios de 1945 sus aliados en Europa serían derrotados, a la par que EE.UU.,
llegaría a territorio nipón, derrotándolos e la batalla de Iwo Jima (19 febrero – 26 marzo
1945) y la batalla de Okinawa (1 abril – 21 de junio 1945), pero la remisión final de Japón
no se daría hasta los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto de1945) en
agosto de 1945, causando cientos de miles de muertos y consecuencias catastróficas.
Japón pasaría a ser ocupado por los aliados hasta 1952, tras el tratado de San Francisco,
todas sus posesiones coloniales serían entregadas y Corea obtendría su independencia. El
gran imperio del sol naciente pasaría a la historia. Si Japón hubieran llevado mejor su
política exterior, tal vez ahora sería la primera potencia asiática, en lugar de China.