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5.

Disciplina y libertad

“Meditar es entrar en esa experiencia de ser libres para Dios, trascendiendo el deseo, el
pecado, dejándolo atrás; trascendiendo el ego, dejándolo atrás, de modo que todo nuestro ser
esté disponible para Dios.”1

¿Qué se interpone para que esté siempre disponible para Dios?

Orientaciones para meditar:

1. Estar en completa quietud.


2. Cerrar los ojos suavemente.
3. Repetir la palabra.
4. Preguntas del camino que se pueden presentar y que es necesario dejar pasar: ¿Esto es para
mí? ¿Qué significa? ¿Debería yo estar haciendo esto? ¿Estoy ganando algo con ello?

“Y esta experiencia de la libertad de espíritu es la unión del mente y el corazón en Dios” 2


“El cambio que surge en el corazón es el de cesar de pensar en ustedes mismos y abrirse a
Dios, a su asombro, a su gloria y a su amor”3
1
Main, John. El camino de la meditación. El momento de Cristo. Colombia: Convivium Press, 2009, 39.
2
Ibíd., 40.
3
Ibíd., 41.

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