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Marzo
Objetivos de aprendizaje:
1) Analizar la crisis del Estado liberal decimonónico a comienzos del siglo XX.
2) Evaluar las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
3) Caracterizar la extendida pobreza y precariedad de la sociedad chilena de mediados del
siglo XX.
4) Analizar y comparar críticamente distintas interpretaciones historiográficas sobre el
golpe de Estado de 1973 y el quiebre de la democracia.
5) Explicar que durante la dictadura militar se suprimió el Estado de derecho y se violaron
sistemáticamente los derechos humanos, reconociendo que hubo instituciones civiles y
religiosas que procuraron la defensa de las víctimas.
6) Caracterizar el modelo económico neoliberal implementado en Chile durante el régimen
o dictadura militar.
7) Explicar los factores que incidieron en el proceso de recuperación de la democracia
durante la década de 1980.
Recordando
Durante el año 2020 trabajamos de acuerdo a algunos objetivos priorizados (explicitados
arriba). Con el fin de evaluar qué tanto lograste comprenderlos y también para profundizar en
ellos, es que haremos un breve repaso de los principales temas trabajados.
¡Cómo trabajaremos!
Para facilitar la organización de todos los objetivos planteados, los dividiremos en tres “módulos
de aprendizaje
Analizar la crisis del Estado liberal decimonónico a comienzos del siglo XX.
Evaluar las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
Introducción
El liberalismo se puede definir como un movimiento de tipo económico, político y filosófico que
defiende como idea esencial el desarrollo de la libertad personal individual como forma de
conseguir el progreso de la sociedad.
El liberalismo nació en Inglaterra durante siglo XVII y tuvo su momento de máxima expresión
con la Revolución Francesa en 1789, la Revolución Norteamericana en 1776 y los procesos
independentistas en América Latina a partir de 1810.
A) El New Deal
Ante la crisis económica de 1929, el gobierno del presidente estadounidense Herbert Hoover
(1929-1933) siguió la consigna liberal de no intervención estatal en la economía, esperando que
el mercado se autorregulara por sí mismo. En cambio, su sucesor Franklin D. Roosevelt (1933-
1945) promovió la intervención del Estado en la reactivación de la economía, proponiendo una
redistribución de los ingresos, la promoción del empleo y el estímulo del consumo para
incentivar la inversión. Para esto, entre 1933 y 1938 se implementó un conjunto de medidas
económicas conocidas como el New Deal (“Nuevo Trato”). Algunas de estas medidas fueron:
Un líder fuerte y carismático, que movilizaba a la población con un lenguaje directo, apelando a
las emociones y con actos masivos.
Un sustento político en coaliciones de distintos sectores sociales, convocando a quienes no se
sentían representados por los partidos políticos tradicionales y con un discurso de cohesión
social.
Un discurso nacionalista y antiimperialista, que rechazaba los capitales extranjeros y el
intervencionismo de Estados Unidos.
Una política económica con mayor control estatal de la economía, con programas de
industrialización y nacionalizaciones.
C) Totalitarismos
Los problemas económicos, políticos y sociales del período de entreguerras provocaron la crisis y el
desprestigio de la democracia liberal, que fue remplazada por totalitarismos como el fascismo en
Italia y el nazismo en Alemania. Por otra parte, en la Unión Soviética se desarrollaba otro tipo de
totalitarismo: el comunismo estalinista.
Las características de los totalitarismos:
Los totalitarismos fueron regímenes dictatoriales que se distinguieron por los siguientes aspectos:
Este contexto fue aprovechado por el nazismo, que prometía a los alemanes la
recuperación del orgullo y prosperidad económica.
El desarrollo del nazismo: En 1921, Adolf Hitler, un ex cabo del ejército alemán, asumió el
liderazgo del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores o Partido Nazi. En
1923, los nazis organizaron un fracasado golpe de Estado y varios de sus líderes fueron
encarcelados. Ahí Hitler escribió Mein Kampf (Mi lucha), libro en el que desarrolló las ideas
centrales del nazismo. Luego de los efectos de la crisis de 1929, los nazis aumentaron sus
representantes en el Parlamento alemán, hasta que el presidente, presionado por los
sectores más conservadores del país, ofreció a Hitler el cargo de canciller o jefe del
gobierno en 1933.
Una vez en el poder, y con una mayoría nazi en el Parlamento, Hitler puso en práctica
mecanismos para controlar el poder político y a la sociedad, formándose así el Estado
totalitario nazi.
Las relaciones internacionales tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918) pasaron por un
período de tensión y dificultades principalmente debido a la imposición de las condiciones
de paz en el Tratado de Versalles (1919) sin atender a las reclamaciones de los países
vencidos, especialmente Alemania. En este contexto, el ascenso de Hitler al poder en 1933
marcó el comienzo de una nueva etapa, caracterizada por el creciente papel expansionista
de los regímenes totalitarios y la fragilidad del orden mundial.
1.-Consecuencias sociales
Los crímenes de lesa humanidad. Aunque no hay acuerdo entre los historiadores sobre el
número total de víctimas, se estima que murieron alrededor de 60 millones de personas.
Aproximadamente, la mitad de esas víctimas fueron civiles que perecieron a causa de los
bombardeos y las masacres realizadas en China y el sudeste asiático por los japoneses y en
Europa por los nazis, en un genocidio conocido como el Holocausto. Esta matanza
consistió en la persecución y el asesinato sistemático de alrededor de seis millones de
judíos por parte del régimen nazi. En 1942, Hitler ordenó la “solución final”, es decir, la
eliminación total de la población judía de Europa, por medio de una inmensa red de
campos de trabajo y exterminio. En esos campos de concentración fueron torturados y
asesinados, además de los judíos, otros grupos considerados inferiores o peligrosos por los
nazis.
En 1945 se realizaron las conferencias de Yalta y Potsdam, en las que los aliados
decidieron los ajustes territoriales más importantes.
Algunos fueron:
• La ocupación y división de Alemania. Se separó en cuatro zonas, cada una ocupada por
uno de los aliados (Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética).
• El fin del expansionismo japonés. Japón perdió todos los territorios que había
conquistado desde fines del siglo XIX en China y el Pacífico.
Consecuencias políticas. Uno de los efectos más relevantes del fin de la guerra fue la caída
del fascismo. En general, el sistema fascista fue sustituido por regímenes democráticos
capitalistas en Europa occidental y Japón, respaldados por Estados Unidos. Por su parte,
en Europa oriental se impusieron regímenes comunistas que quedaron bajo la influencia
soviética. Además, en África y Asia se inició un proceso de descolonización, en el que se
comenzaron a desintegrar los imperios coloniales que habían instaurado las potencias
europeas desde el siglo XIX.
3.- Búsqueda de la Paz
Junto con realizar las labores que ya estudiaste y frente a los horrores del Holocausto y de
la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General de la ONU aprobó en 1948 la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. En ella se recogen una serie de derechos que deben
respetar todos los Estados del mundo.
La respuesta del Estado. Para enfrentar los perjuicios provocados por la Gran
Depresión, el Estado y los principales actores económicos chilenos aplicaron medidas
que transformaron el escenario económico y social a lo largo del siglo XX. Con esto se
inició una estrategia de desarrollo basada en la industrialización, en la que el aparato
estatal asumió un rol clave y se transformó en el principal impulsor del desarrollo y la
modernización del país. Hasta la Gran Depresión, la participación económica del
Estado en la economía era reducida e indirecta. Sin embargo, a partir del impacto
generado por la irrupción de la cuestión social en el debate público, y más tarde por la
crisis económica de 1929, esta situación cambió.
B) El modelo ISI (Industrialización por sustitución de Importaciones)
Frente al nuevo contexto que enfrentaba, el Estado chileno, como también muchos otros en
América Latina, se vio en la necesidad de transformar su estructura económica. La
estrategia aplicada por varios de estos países se conoció como el modelo de
Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) y buscaba crear una capacidad de
producción de bienes industriales –tanto aquellos que se consumían como los que se
utilizaban para elaborar otros productos– que permitiera abandonar la dependencia que
mantenían con zonas capitalistas económicamente más desarrolladas, como Estados Unidos
y Europa.
Las características del modelo ISI. Algunas de las medidas económicas implementadas a
partir de la década de1930 fueron las siguientes:
• Participación activa del Estado como agente industrializador. El aparato estatal no solo
apoyó a las empresas, sino que construyó mucha de la infraestructura necesaria para su
funcionamiento, e intervino directamente en la producción por medio de la compra de
acciones de algunas industrias clave para el desarrollo.
El papel de la Corfo.
La estrategia ISI fue liderada por la Corfo (Corporación de Fomento de la Producción),
organismo creado tras el terremoto ocurrido en enero de 1939, con epicentro en Chillán. La
emergencia provocada por el sismo, que afectó amplias zonas del centro y sur del país,
precipitó la constitución de una institución con amplias facultades para estimular la
reconstrucción y la producción, sobre todo en seis áreas clave: energía, industria,
agricultura, minería, comercio y transporte. La Corfo se propuso el objetivo de aumentar la
producción de estas áreas para sustituir, hasta donde fuera posible, la importación de
productos e incluso exportar excedentes.
A pesar de las transformaciones sociales que vivió Chile en la primera mitad del siglo
XX y que permitieron acercar distintas expresiones culturales y medios de
comunicación a una gran cantidad de personas, para el año 1950 la mayor parte de la
población continuaba teniendo muchos problemas. Esto quedó en evidencia en 1952,
cuando el XII Censo de Población y el I Censo de Vivienda demostraron los cambios que
había vivido la sociedad chilena
Este término alude al período de la historia mundial desarrollado durante casi toda la segunda
mitad del siglo XX y marcado por el enfrentamiento ideológico entre las dos superpotencias que
lideraban el orden mundial internacional: Estados Unidos y la Unión Soviética. El estado de
tensión permanente hizo que las superpotencias invirtieran parte importante de su presupuesto
en la producción de armas. El armamento, especialmente el que incorporaba tecnología nuclear,
se utilizó como un elemento de disuasión: un ataque hacia el enemigo garantizaba una
respuesta inmediata e igualmente contundente del rival. Ese temor a que las superpotencias
desencadenaran una nueva guerra mundial, aún más devastadora que las dos anteriores, fue
conocido como la política de “destrucción mutuamente asegurada” o MAD (“loco” por sus siglas
en inglés), y estuvo latente hasta el fin de la Guerra Fría.
• El bloque oriental, liderado por la URSS, planteaba alcanzar el desarrollo mediante un sistema
político centralizado, una economía planificada y una ideología marxista.
• El bloque occidental, con EE. UU. a la cabeza, buscaba expandir un sistema político
democrático, una economía capitalista y una ideología liberal. Pese a que algunos gobiernos
procuraron mantenerse
neutrales, no alineándose a ninguno de estos bloques, en la práctica, la política interna y las
relaciones externas de todos los Estados se vieron influidas por el delicado equilibrio de poderes
de la Guerra Fría.
B) El debate entre reforma y revolución.
Durante la segunda mitad del siglo XX América Latina estuvo marcada por un consenso general
respecto de la necesidad de transformaciones profundas y la configuración de distintas visiones
y proyectos para llevarlas a cabo. Esto se vio reflejado en el debate, que ya había surgido en
Europa a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, entre quienes planteaban la reforma como
el medio para cambiar el orden social existente, y quienes promovían la revolución para este
mismo fin. A pesar de sus diferencias, ambas perspectivas dieron cuenta de la necesidad de
transformaciones sociales que mejoraran la calidad de vida de las personas y tuvieron
realizaciones prácticas y concretas.
El fracaso del modelo ISI. A poco más de una década de su implementación, el modelo ISI
(industrialización por sustitución de importaciones) daba señales de ser una estrategia
incompleta y poco integral. Esto se puede explicar porque, aunque aumentó la producción
de bienes de consumo, no ocurrió lo mismo con la fabricación de maquinaria. Ello implicó
que la economía chilena continuara dependiendo de otras e incluso que se intensificara esa
dependencia, dado que la producción local de bienes manufacturados requirió mayor uso de
tecnología importada.
Los altos niveles de inflación y desempleo. Una de las manifestaciones más claras del
fracaso del modelo ISI fue el alza de los precios de las importaciones y la caída de los valores
de las exportaciones. Esto pronto derivó en el incremento de la inflación, que en 1955 llegó
hasta un nivel récord en la época (83,81 %), y de los niveles de cesantía. Como respuesta, se
comenzaron a producir diversas demostraciones de descontento espontáneas por parte de
la población. La llamada “revuelta de la chaucha” (1949) y la “batalla de Santiago” (1957)
fueron expresiones de descontento social que no se producían en la capital desde 1905 y
que evidenciaron de forma dramática un problema social profundo que se manifestaría con
creciente fuerza en las décadas siguientes.
D) Reformas estructurales: Tres proyectos
Lograr el cambio social representó la gran utopía de la década de 1960. Así, se conformaron
tres proyectos entre los que se repartió equilibradamente el electorado, alcanzando cada
uno prácticamente un tercio de los votos (lo que fue denominado como la política de los tres
tercios). El carácter excluyente de cada uno de estos proyectos determinaba que la
implementación de uno de ellos suponía la supresión de los dos restantes. Esto finalmente
llevó a una polarización política, en la que cada sector buscaba aplicar su propio modelo
para cambiar la sociedad chilena.
1) El proyecto de la derecha. Este proyecto fue el que se impulsó durante el gobierno de Jorge
Alessandri (1958-1964). La idea de reforma impulsada por el sector que lo apoyó partía de
la base de que era necesario un cambio profundo para terminar con un modelo estancado
que
se había revelado incapaz de guiar al país sólidamente hacia el desarrollo. Por esto, su
principal consigna fue la modernización de la economía, lo que implicaba acotar la presencia
estatal y reforzar la empresa privada, entre otras medidas.
Así, los preparativos para el golpe definitivo fueron iniciados por la Armada, luego se
involucró a la Fuerza Aérea y a Carabineros y, solo unos días antes, fue apoyado por el
Ejército. Se concertó para el martes 11 de septiembre a las 6:30 de la mañana.
Una vez concretado el golpe, se instaló en el poder una junta militar integrada por los
generales de las ramas de las Fuerzas Armadas y Carabineros: Augusto Pinochet Ugarte,
comandante en jefe del Ejército; José Toribio Merino, comandante en jefe de la Armada;
Gustavo Leigh, comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Chile; y César Mendoza Durán,
general director de Carabineros.
A)La dictadura
A partir del 11 de septiembre de 1973 se estableció en el país un nuevo gobierno concebido,
según sus propios integrantes, para restaurar la chilenidad, la justicia y la institucionalidad
quebrantadas durante los años que lo antecedieron. De hecho, el mismo Augusto Pinochet,
comandante en jefe del Ejército y quien se convirtió en cabeza de la junta militar gobernante,
declaró días después del golpe que “Chile volverá a su tradicional sistema democrático”. Sin
embargo, al poco tiempo se instauró un régimen autoritario que privó de sus libertades y
derechos a una parte importante de la población chilena.
El establecimiento de una dictadura, como la que se vivió en Chile entre los años 1973 y 1989,
implicó la supresión del Estado de derecho, condición en la que las autoridades se encuentran
limitadas por un marco jurídico vigente y se resguardan los derechos de las personas. En ese
sentido, si legítimamente el Estado chileno había contado hasta entonces con la fuerza pública
para proteger los derechos de las personas, nunca antes del golpe de 1973 se había usado de
forma tan masiva y organizada esta misma fuerza para vulnerarlos. Asimismo, la participación
de las Fuerzas Armadas en el gobierno no se había extendido durante tanto tiempo –diecisiete
años–
4) Los cambios a la legislación laboral. A partir de 1979 se promulgó un plan laboral que, en la
práctica, significó la renuncia del Estado a su rol de mediador en los conflictos entre empresarios
y trabajadores, y el debilitamiento de las organizaciones sindicales, al favorecer la aparición de
pequeños sindicatos dentro de una misma empresa, regular el derecho a huelga y permitir a los
patrones contratar personal de remplazo en caso de paro.
Si bien este nuevo sistema económico logró revertir las cifras negativas del crecimiento
económico y la inflación, los costos de su aplicación llevaron a que los sectores medios y
populares perdieran la red de apoyo estatal con la que habían contado hasta entonces.
A) El contexto internacional
B) El contexto nacional.
La década de 1970 en Chile terminó con una economía en expansión, lo que parecía validar
al modelo neoliberal implementado por el régimen, y una sociedad civil despolitizada, con
grupos de oposición desarticulados por la represión ejercida desde el Estado. Sin embargo, a
partir de 1982 este escenario cambiaría radicalmente iniciándose una fase de crisis y
descontento social.
1. El impacto de una recesión mundial. Desde 1981, diversos factores, como el aumento
del precio del petróleo y la recesión de economías industrializadas como la
estadounidense, alteraron el panorama económico mundial. El impacto en Chile fue
mayor, dadas las condiciones de extrema apertura de nuestra economía, la dependencia
de las exportaciones y el alto endeudamiento derivado del optimismo que generó la
recuperación económica desde mediados de 1970. Ante la recesión, Estados Unidos
subió las tasas de interés, lo que se tradujo en un alza de las deudas contraídas con el
extranjero. De este modo, los bancos y empresas nacionales se vieron imposibilitados de
saldar sus deudas.
2. Las consecuencias de la crisis económica. En 1982, el colapso de la economía fue
evidente. Las exportaciones se redujeron y tanto el endeudamiento como las
restricciones en acceso al crédito provocaron la quiebra de numerosos bancos y
empresas nacionales. Las autoridades respondieron inyectando recursos fiscales para
rescatar al sistema financiero y, siguiendo las directrices de organismos internacionales
como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional
(FMI), intensificaron el proceso de privatizaciones y de expansión de las exportaciones.
3. El resurgimiento de la movilización civil. El costo social de la crisis fue altísimo, pues el
desempleo se elevó de un 19,6 % en 1982 a un 26,4 % en 1983, en el marco de un
sistema en el que la protección social proveída por el Estado se había reducido a su
mínima expresión. Esto llevó a la movilización de distintos sectores, como organizaciones
estudiantiles, gremiales, sindicales, de mujeres y de defensa de los derechos humanos.
Las masivas jornadas de protesta y paros nacionales se complementaron con tomas de
universidades y cacerolazos a lo largo de todo el país.