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Ref. Doctrina Especial para Utsupra. Derecho del Trabajo. Sanciones vigentes ante la falta de pago de
las indemnizaciones debidas al trabajador. Por Daiana Alejandra DATTOLI. Abogada (Universidad del
Salvador). Especialización en Contratos y derecho de daños. Socia titular de estudio jurídico
especializado en Derecho del trabajo. SUMARIO: 1. Introducción. 2. Procedencia de las multas. . 3.
Análisis. 4. Conclusión. // Cantidad de Palabras: 2754 Tiempo aproximado de lectura: 9 minutos
1. Introducción.
El objetivo del presente trabajo será analizar el dilema que producen la conjunción de las
normas relacionadas con la sanción aplicada al empleador que no cumple con el pago de
las indemnizaciones que fueran debidas al trabajador.
Por otro lado, también existe coincidencia en lo establecido por el Art. 9 de la ley 25.013 y la
ultima parte del Art. 275 de la LCT, siendo que ambas sancionan la misma conducta, “el
incumplimiento de acuerdo en sede administrativa o judicial homologado” remitiéndose el
Art. 9 al 275, con el máximo de pena previsto.
Hay una corriente doctrinaria para la cual la aplicación de dicho requisito constituye un
rigorismo excesivo, por cuanto estaría por constituido en mora quien fuese intimado en el
mismo telegrama por el cual un trabajador se ha considerado despedido. Si bien no es un
requisito que se intime el empleador al pago a los fines de su constitución en mora, luego de
considerarse despedido, si es cierto que para iniciar el reclamo será procedente que el
empleador se encuentre en mora en el pago de las indemnizaciones y dicho requisito podría
perfectamente cumplirse en el acto mismo de la audiencia del SECLO o con la interposición
de la demanda, para aquellas jurisdicciones que no cuentan con este paso previo.
Así podemos citar un fallo en el cual se ha sostenido que “Toda vez que luce razonable que
la intimación fehaciente a que alude el art. 2º de la ley nacional 25323 pueda ser efectuada
por el trabajador en el documento a través del cual comunica el despido indirecto, aún
cuando aquél acto formal sólo pueda surtir efectos una vez que haya vencido el plazo del
art. 128 de la LCT. computado desde la fecha de extinción de la relación laboral, siendo que
en el caso, la demandada no sólo no pagó las indemnizaciones dentro del plazo del art. 128
citado, sino que no efectuó manifestación oportuna alguna frente a la intimación del actor en
el sentido de que cumpliría aquellas obligaciones dentro del lapso, y ni siquiera aludió al
carácter prematuro de la mencionada interpelación, la desestimación del reclamo de la
sanción pretendida fundada en la sola circunstancia que la intimación fue practicada en la
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comunicación del despido indirecto, constituye un excesivo rigor formal, máxime teniendo en
cuenta que aquella norma no impone plazo alguno para efectuar dicha interpelación”. (1)
Ahora bien, para el otro sector de la doctrina, es necesario que exista una constitución en
mora hacia el empleador para la procedencia de la multa. Ya que no puede haber
agravamiento sino es con previa intimación y constitución en mora del deudor al pago. Con
lo cual habría que intimar, esperar al cumplimiento por el plazo previsto en el Art. 128 de la
LCT, es decir, cuatro días y vencido éste notificar la constitución en mora, intimándolo por
dos días al cumplimiento. Echando por tierra toda teoría que pudiera considerar que la
intimación pudiese ser cursada en el mismo instrumento por el cual se considera despedida
la parte.
Es la minoría la que sostiene que podrían ser de aplicación ambas multas, justificándose
que cada una de ellas prevé situaciones diferentes. La multa del Art. 2 de la ley 25.323 está
orientada a sancionar al empleador que no pague las indemnizaciones en el tiempo
establecido, mientras que la prevista por el Art. 9 de la ley 25.013, reprime una conducta
temeraria y maliciosa.
También se ha sostenido que la multa establecida por el Art. 9 de la ley 25.013 puede
operar en forma excluyente cuando el actor no pueda acceder a la multa por aplicación del
rigorismo establecido por el Art. 2 de la ley 25.323.
En este supuesto, podríamos concluir, que la multa en cuestión entonces podría ser de
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aplicación cuando, por algún defecto en la intimación excesiva que prevé la norma del Art.
2, ésta no pueda ser aplicada y consecuentemente podremos aplicar la del Art. 9.
Consecuentemente debemos los letrados iniciar las demandas contemplando esta situación
y solicitando desde el inicio la aplicación en subsidio de la multa del Art. 9.
Mucho se ha argumentado acerca de los fundamentos por los cuales algunos doctrinarios y
jueces se orientan por aplicación de la multa del Art. 2 de la ley 25.013 como también
mucho se ha escrito sobre los fundamentos por los cuales no debe ser aplicada. Siempre en
ambos sentidos teniendo en consideración el cumplimiento o no de los requisitos que
establece el ordenamiento legal, es decir, que el quid de la cuestión radica en determinar en
qué momento el trabajador intima a que se le abonen las indemnizaciones aludidas en los
arts. 232, 233 y 245 LCT.
Ahora bien, es la jurisprudencia mayoritaria la que ha entendido que las multas en estudio
son excluyentes, es decir, que no puede imponerse al empleador el pago de ambas ya que
implicaría aplicar al autor de un ilícito dos sanciones frente al mismo incumplimiento, lo que
contraria el principio constitucional “Non bis in idem”.
El tema sub lite, ha sido tratado por la Suprema Corte de la Pcia. de Bs. As. En oportunidad
de expedirse en el contexto del expediente caratulado “Agapito, Ana María C/ Mossuto,
Blanca Ester. Materia a recategorizar”.
El tribunal de origen admitió parcialmente la demanda promovida por Ana María Agapito,
condenando a Blanca Ester Mossuto al pago de la suma que estableció en concepto de
indemnización por antigüedad, sustitutiva de preaviso, las contempladas en los arts. 1 y 2
de la ley 25.323 y 53 ter de la ley 11.653, haberes del mes de abril de 2011, vacaciones no
gozadas y sueldo anual complementario proporcional. Asimismo, desestimó los reclamos
fundados en los arts. 80 de la Ley de Contrato de Trabajo (texto según ley 25.345); 9 de la
ley 25.013 y 16 de la ley 25.561, considerando abstracto el tratamiento de la reserva
formulada sobre la sanción conminatoria estatuida en el art. 132 bis de la ley sustancial.
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pago de la indemnización por despido) que justificó el progreso del agravante previsto en el
art. 2 de la ley N° 25.323, importaba una doble sanción violatoria del principio non bis in
idem.
Así, el Dr. Hitters, quien voto por le negativa, fundamentó su decisión con los siguientes
argumentos “Dicha proposición establece que en el supuesto de falta de pago en término y
sin causa justificada por parte del empleador de la indemnización por despido incausado o
de un acuerdo rescisorio homologado, se presumirá la existencia de la conducta temeraria y
maliciosa contemplada en el art. 275 de la ley N° 20.744 (t.o., 1976)”
Así es que precisa más un el tema, refiriéndose a otro precedente en donde la mayoría
había establecido que “…. esta Corte sostuvo que no corresponde que el empleador sea
condenado a pagar la sanción prevista en el art. 9 de la ley N° 25.013 si el incumplimiento
que el trabajador pretende sea reprimido mediante la aplicación de dicho precepto legal -
falta de pago en término de las indemnizaciones derivadas del despido- ya fue castigado por
el sentenciante al condenar a la demandada a pagar el resarcimiento previsto en el art. 2 de
la ley N° 25.323. Lo contrario importaría aplicar al autor del acto ilícito -el empleador remiso
a pagar en tiempo y forma los créditos alimentarios derivados de la extinción inmotivada del
contrato de trabajo- dos sanciones frente un mismo incumplimiento. (3)
Todos los demás integrantes Luis E. Genoud – Hilda Kogan – Eduardo J. Pettigiani –
Eduardo N. De Lazzari, se han adherido el voto del Dr. Hitters, con salvedades pero que no
están relacionadas con el punto que analizamos en el presente trabajo.
4. Conclusión.
En rigor, podemos concluir que siendo la aplicación de la multa del Art. 2 de la ley 25.323,
de un rigorismo importante, podemos siempre solicitar en subsidio la aplicación de la multa
contemplada por el Art. 9 de la ley 25.013. S bien muchos juzgados no exigen el
cumplimiento de las exigencias establecidas para la procedencia de la multa por considerar
un exceso de rigorismo, es de buena práctica profesional solicitar en subsidio la aplicación
de la otra multa. Ya que si bien es cierto que ambas leyes condenan el mismo proceder, la
prevista por el Art. 9 de la ley 25.013 no establece ningún tipo de exigencia en cuanto a
cómo debe ser formulada la intimación, para ésta solo basta el hecho objetivo de
encontrarse en incumplimiento de las obligaciones.
Citas:
(1) Dayan Alejandra Gabriela c/Bayton S.A. y otro s/ Despido (del voto del Dr. Oscar Zas al que
adhiere el Dr. Luis Aníbal Raffaghelli - mayoría). CNTrab. Sala V. 28/02/12.
(2) SCBA LP L 117721 25/11/2015.
(3) SCBA L. 104.565, “Florido” sent. del 05-11-14.