Cuando te encuentres de camino a Ítaca, _______________________ 10
desea que sea largo el camino, 16 lleno de aventuras, lleno de conocimientos. 22 A los Lestrigones y a los Cíclopes, 29 al enojado Poseidón no temas, 34 tales en tu camino nunca encontrarás, 40 si mantienes tu pensamiento elevado, y selecta 47 emoción tu espíritu y tu cuerpo tienta. 54 A los Lestrigones y a los Cíclopes, 61 al fiero Poseidón no encontrarás, 66 si no los llevas dentro de tu alma, 74 si tu alma no los coloca ante ti. 82
Desea que sea largo el camino. 88
Que sean muchas las mañanas estivales 94 en que con qué alegría, con qué gozo 102 arribes a puertos nunca antes vistos, 108 deténte en los emporios fenicios, 113 y adquiere mercancías preciosas, 117 nácares y corales, ámbar y ébano, 123 y perfumes sensuales de todo tipo, 129 cuántos más perfumes sensuales puedas, 134 ve a ciudades de Egipto, a muchas, 141 aprende y aprende de los instruidos. 147
Ten siempre en tu mente a Ítaca. _____________________________ 154
La llegada allí es tu destino. 160 Pero no apresures tu viaje en absoluto. 167 Mejor que dure muchos años, 172 y ya anciano recales en la isla, 179 rico con cuanto ganaste en el camino, 186 sin esperar que te dé riquezas Ítaca. 193
Ítaca te dio el bello viaje. 199
Sin ella no habrías emprendido el camino. 206 Pero no tiene más que darte. 212
Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó. 221
Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia, 229 comprenderás ya qué significan las Ítacas. 235 Lectura N° 1 Hoja Estudiante 2° Medio
ITACA, CONSTANTINO KAVAFIS
Cuando te encuentres de camino a Ítaca,
desea que sea largo el camino, lleno de aventuras, lleno de conocimientos. A los Lestrigones y a los Cíclopes, al enojado Poseidón no temas, tales en tu camino nunca encontrarás, si mantienes tu pensamiento elevado, y selecta emoción tu espíritu y tu cuerpo tienta. A los Lestrigones y a los Cíclopes, al fiero Poseidón no encontrarás, si no los llevas dentro de tu alma, si tu alma no los coloca ante ti.
Desea que sea largo el camino.
Que sean muchas las mañanas estivales en que con qué alegría, con qué gozo arribes a puertos nunca antes vistos, deténte en los emporios fenicios, y adquiere mercancías preciosas, nácares y corales, ámbar y ébano, y perfumes sensuales de todo tipo, cuántos más perfumes sensuales puedas, ve a ciudades de Egipto, a muchas, aprende y aprende de los instruidos.
Ten siempre en tu mente a Ítaca.
La llegada allí es tu destino. Pero no apresures tu viaje en absoluto. Mejor que dure muchos años, y ya anciano recales en la isla, rico con cuanto ganaste en el camino, sin esperar que te dé riquezas Ítaca.
Ítaca te dio el bello viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino. Pero no tiene más que darte.
Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó.
Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia, comprenderás ya qué significan las Ítacas.