Está en la página 1de 2

Lectura N° 1

Hoja Docente
2° Medio

ITACA, CONSTANTINO KAVAFIS 3

Cuando te encuentres de camino a Ítaca, _______________________ 10


desea que sea largo el camino,  16
lleno de aventuras, lleno de conocimientos.  22
A los Lestrigones y a los Cíclopes,  29
al enojado Poseidón no temas, 34
tales en tu camino nunca encontrarás,  40
si mantienes tu pensamiento elevado, y selecta  47
emoción tu espíritu y tu cuerpo tienta.  54
A los Lestrigones y a los Cíclopes, 61
al fiero Poseidón no encontrarás,  66
si no los llevas dentro de tu alma,  74
si tu alma no los coloca ante ti. 82

Desea que sea largo el camino.  88


Que sean muchas las mañanas estivales  94
en que con qué alegría, con qué gozo  102
arribes a puertos nunca antes vistos,  108
deténte en los emporios fenicios,  113
y adquiere mercancías preciosas,  117
nácares y corales, ámbar y ébano,  123
y perfumes sensuales de todo tipo,  129
cuántos más perfumes sensuales puedas,  134
ve a ciudades de Egipto, a muchas,  141
aprende y aprende de los instruidos. 147

Ten siempre en tu mente a Ítaca. _____________________________ 154


La llegada allí es tu destino.  160
Pero no apresures tu viaje en absoluto.  167
Mejor que dure muchos años,  172
y ya anciano recales en la isla,  179
rico con cuanto ganaste en el camino,  186
sin esperar que te dé riquezas Ítaca. 193

Ítaca te dio el bello viaje.  199


Sin ella no habrías emprendido el camino.  206
Pero no tiene más que darte. 212

Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó.  221


Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia, 229
comprenderás ya qué significan las Ítacas. 235
Lectura N° 1
Hoja Estudiante
2° Medio

ITACA, CONSTANTINO KAVAFIS

Cuando te encuentres de camino a Ítaca, 


desea que sea largo el camino, 
lleno de aventuras, lleno de conocimientos. 
A los Lestrigones y a los Cíclopes, 
al enojado Poseidón no temas,
tales en tu camino nunca encontrarás, 
si mantienes tu pensamiento elevado, y selecta 
emoción tu espíritu y tu cuerpo tienta. 
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al fiero Poseidón no encontrarás, 
si no los llevas dentro de tu alma, 
si tu alma no los coloca ante ti.

Desea que sea largo el camino. 


Que sean muchas las mañanas estivales 
en que con qué alegría, con qué gozo 
arribes a puertos nunca antes vistos, 
deténte en los emporios fenicios, 
y adquiere mercancías preciosas, 
nácares y corales, ámbar y ébano, 
y perfumes sensuales de todo tipo, 
cuántos más perfumes sensuales puedas, 
ve a ciudades de Egipto, a muchas, 
aprende y aprende de los instruidos.

Ten siempre en tu mente a Ítaca. 


La llegada allí es tu destino. 
Pero no apresures tu viaje en absoluto. 
Mejor que dure muchos años, 
y ya anciano recales en la isla, 
rico con cuanto ganaste en el camino, 
sin esperar que te dé riquezas Ítaca.

Ítaca te dio el bello viaje. 


Sin ella no habrías emprendido el camino. 
Pero no tiene más que darte.

Y si pobre la encuentras, Ítaca no te engañó. 


Así sabio como te hiciste, con tanta experiencia,
comprenderás ya qué significan las Ítacas.

También podría gustarte