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Revista de Ciencias Sociales (Ve)

ISSN: 1315-9518
cclemenz@luz.ve
Universidad del Zulia
Venezuela

Vallejos-Romero, Arturo; Torres Nafarrate, Javier


Los déficits de calidad de la democracia en América Latina
Revista de Ciencias Sociales (Ve), vol. XVIII, núm. 2, abril-junio, 2012, pp. 187-203
Universidad del Zulia
Maracaibo, Venezuela

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28023310002

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Revista de Ciencias Sociales (RCS)
Vol. XVIII, No. 2, Abril - Junio 2012, pp. 187 - 203
FACES - LUZ · ISSN 1315-9518

Los déficits de calidad de la democracia


en América Latina
Vallejos-Romero, Arturo*
Torres Nafarrate, Javier**

Resumen
El artículo tiene por objetivo contextualizar y precisar la posibilidad de la operación democrática en Amé-
rica Latina. Con ello se busca dar respuesta de los rendimientos que actualmente se le piden a la democracia en una
sociedad moderna, expresados en demandas de calidad, y donde se observa que su concreción se muestra más im-
probable o probable dependiendo cómo se defina y comprenda el tipo de sociedad que la contiene, los nichos con-
textuales donde se desarrolla y las muestras reales en nuestros países. Para dar cuenta de lo esbozado, se considera
la propuesta teórico-metodológica de los sistemas sociales modernos de Niklas Luhmann para ilustrar el análisis
con ejemplos en América Latina. Las conclusiones nos remiten a las limitaciones en que se encuentra la democra-
cia y sus requerimientos de calidad en América Latina, cuyos déficits se pueden explicar por una operatoria social
que tiende hacia altos grados de informalidad, exclusión, estabilización de redes clientelares, corrupción; atributos
con los cuales deben enfrentarse las orientaciones normativas de un tipo de orden social moderno y las acciones
propias de una parte del mundo que más bien tienden a dinámicas estratificadas y jerárquicas.
Palabras clave: Democracia, calidad, política, América Latina, teoría de sistemas.

Deficits of Quality in Latin American Democracy


Abstract
The objective of this article is to contextualize and specify the possibility of democratic operation in
Latin America. This study seeks to respond to the performance currently asked of democracy in a modern so-
ciety, expressed in demands for quality, where it can be observed that its materialization seems more probable
or improbable depending on how the type of society that contains it is defined and understood, on the contex-
tual niches in which it develops and real examples in Latin American countries. Niklas Luhmann´s theoretical
and methodological proposal for modern social systems is used; the analysis is illustrated with Latin America
examples. The conclusions remit us to the limitations with which democracy is confronted and its requirements

* Sociólogo y Dr. en Investigación en Ciencias Sociales. Profesor en investigador tiempo completo en el


Centro de Estudios del Desarrollo Local y Regional (CEDER) de la Universidad de Los Lagos. Chile.
E-mail: avallejos@ulagos.cl
** Dr. en Sociología de la Educación, Universidad Goethe, Frankfurt, Alemania. Profesor e Investigador
tiempo completo del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana
Ciudad de México. E-mail: javier.torres@uia.mx

Recibido: 11-05-18 • Aceptado: 11-11-10

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Vallejos-Romero, Arturo y Torres Nafarrate, Javier ___________________________________

of quality in Latin America, whose déficits can be explained by a social operation that tends toward high degrees
of informality, exclusion, stabilization of client networks, corruption; all attributes with which normative orien-
tation of a modern social order must confront and the actions belonging to a part of the world that tends toward
stratified and hierarchical dynamics.
Key words: Democracy, quality, politics, Latin America, systems theory.

Introducción principal, estaría dada por la voluntad de es-


tos. Sobre esta idea elemental gravitan los pri-
Tanto desde el ámbito académico como meros filósofos de la Grecia antigua hasta los
del no-académico se ha escrito profusamente mayores exponentes de la actualidad.
sobre la democracia. El artículo que presenta- La historia del concepto ha tomado di-
mos buscará, desde una mirada sociológica, ferentes caminos a lo largo del tiempo. En el
contextualizar y precisar la posibilidad de la Siglo XX, como lo expone De Sousa, estuvo
operación democrática en América Latina. Esta marcada por una intensa disputa sobre el con-
confrontación la haremos desde la teoría de los cepto, que al final de las dos grandes guerras
sistemas sociales modernos de Niklas Luh- mundiales se dio en torno a una democracia
mann, donde la intención será enmarcar la ope- deseable. Sus representantes fueron Max We-
ratividad de la democracia a través de la obser- ber, Carl Schmitt, Hans Kelsen, Robert Mi-
vación y descripción de una propuesta que defi- chels y Joseph Schumpeter. En un segundo
ne a la sociedad moderna como funcionalmente momento, la discusión se abocó a las condi-
diferenciada y en donde las modernidades peri- ciones estructurales, y encontró eco en inte-
féricas1, como América Latina, no cuadran per- lectuales como Barrington Moore, Guillermo
fectamente con la operación perfecta de la dife- O’Donnell y Adams Przeworsky.
renciación funcional. La primera parte del siglo XX fue sig-
Los frenos que una sociedad moderna nada por la confrontación de las dos concep-
pone en espacios como América Latina, así ciones de mundo y su relación con el proceso
como las formas o aproximaciones que ac- de modernización de occidente, surgiendo no-
tualmente se tienen sobre la democracia, son ciones como la democracia liberal (C.
relevantes para distinguir los requerimientos a McPherson) y la marxista (C. Pateman) (De
los que está sometida y las restricciones que la Sousa, 2004). La segunda parte realzó la dis-
modernidad le puede exigir para ordenar y cusión sobre la complejidad y la inevitabili-
orientar a sociedades que tienden a una alta dad de la burocracia, la cual fue creciendo en
complejidad y contingencia. funciones, principalmente por la construcción
de un Estado de Bienestar en Europa. En este
1. Democracia y calidad momento toma fuerza la idea que la represen-
de la democracia tatividad constituía la única solución posible
en las democracias de gran escala al problema
En sentido amplio podemos entender la de la autorización —postura que encarnó Ro-
democracia como una forma de (auto) organi- bert Dahl (De Sousa, 2004: 43).
zación y orientación de la sociedad (Willke, América Latina, a fines del siglo XX,
2006), donde el poder residiría en sus miem- no estando próxima a las democracias que im-
bros y la toma de decisiones, como función peraban y se discutían en occidente, observa

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su retorno y ve nacer democracias de tipo par- Todo lo que las formas descritas expo-
ticipativo, las cuales tienen por finalidad una nen como declaración en sus concepciones y
“redefinición de su significado cultural o de la los indicadores que tratan de medirla en la rea-
gramática social vigente (…) y de [la] incor- lidad, nos hace preguntarnos si tales eviden-
poración de nuevos actores o de nuevos temas cias se hacen visibles en donde se miden o
a la política” (De Sousa, 2004: 50), enfatizan- cuadran con lo que se define. Al parecer Amé-
do temas como los derechos, la participación, rica Latina muestra una realidad bastante dis-
la identidad. A fines de la década del 1990 y tante a los indicadores y óptimos que estos
principios del Siglo XXI, se pone en discusión pretenden medir. Si esto no es así, ¿qué hace
la Calidad de la Democracia en el mundo. Al- que en modernidades periféricas como Amé-
cántara (2008: 2), expresa que esto tiene un rica Latina la Democracia no sea de calidad o
“carácter complejo al estar vinculada […] tan- no cuadre con la definición que se hace de
to a significados diferentes para el término de ella? ¿Son las instituciones las que no funcio-
calidad de acuerdo con los sectores industria- nan? ¿Es la débil participación? ¿Los ciuda-
les y de mercadotecnia, como a visiones dis- danos y/o movimientos no pujan desde abajo
pares del concepto de democracia”. Es así ni controlan o vigilan a sus autoridades o insti-
cómo en la actualidad la sociedad trata de dar tuciones? ¿Son los políticos corruptos e irres-
cuenta o de medir el desempeño de sus siste- ponsables? ¿O las formas de organización y
mas políticos en términos democráticos. estructuración en una modernidad periférica
La democracia y calidad de la demo- imposibilitarían la calidad de la democracia
cracia, según Duhem (2006), serán esenciales como los proponen los autores e instituciones
en la medición dependiendo de la definición que la conceptualizan y la miden? A grandes
que se adopte en cada una de ellas, para lo cual rasgos estas preguntas nos servirán de guía
se han elaborado varias conceptuaciones, así para enfrentar los próximos apartados.
como variados organismos han propuesto in-
dicadores e índices para su medición. En la 2. Diferenciación funcional
Tabla I, esquematizamos lo que se ha realiza- y democracia
do al respecto.
Las dimensiones, indicadores e índices 2.1. Diferenciación funcional
que se expresan en la Tabla I tienen de fondo
tres formas que condensan la tipificación que En la Evolución Socio-cultural Luh-
se expone. Primero, que la democracia y su mann distingue dos planos: 1) la evolución de
calidad deben medirse a través de sus procedi- las formas de diferenciación, y 2) la evolución
mientos, es decir, de acuerdo a su instituciona- de las formas concretas de la sociedad (Izuz-
lidad (Morlino, 2005). Segundo, tiene que ver quiza, 1990:196). En la primera plantea tres ti-
con la participación de los individuos en la ca- pos de sistemas sociales: a) Interaccionales; b)
lidad que la democracia pueda tener (Schmi- Organizacionales, y c) Sistemas Societales. En
tter, 2005). Por último, y cuyo exponente es la segunda cuatro distintas formas de diferen-
Jáuregui (1994), un enfoque valórico que ciaciones y modos de integración, pero que po-
toma en cuenta la relación y coherencia entre drían no ser las únicas (Luhmann y De Giorgi,
legitimidad y eficacia. 1998: 293-338; Luhmann, 2002: 41-51).

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Tabla I. Principales dimensiones, indicadores, índices y organismos evaluadores de la Democracia y su Calidad

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Dimensión Objetivo Indicadores Índice*
Participación Una buena democracia es donde sus Derechos de participación política garantizados para todos B; C; D; F
ciudadanos ejercen sus derechos y con su Garantizar participación en otros procesos políticos distintos a la A; C; D; E; G
participación influyen en el proceso de emisión del voto electoral
toma de decisiones
Garantía de rendición de cuentas de las acciones públicas A
Respeto y tolerancia a las diferencias sociales y políticas A; B; C; F
Estado defensor de los derechos de grupos sociales más desprotegidos A; B; G
Competencia El sistema político debe contar con Garantizar competencias electorales regulares, libres y justas A; C; E; F; G
elecciones regulares entre diferentes Apertura para nuevas fuerzas políticas en la arena electoral A; E; G
partidos políticos.
Facilidad para derrotar al adversario C; G
Dependiendo del sistema electoral, las
democracias pueden ser más o menos Acceso a medios masivos A; E; G
competitivas en sus elecciones Distribución de fondos de campaña para partidos C; E; G
Representación proporcional como base del sistema electoral A; C; D; E; F; G
Estado de Los sistemas legales defienden los Aplicación de la ley para todos B; C; G
Derecho/ derechos políticos y los procedimientos Supremo, sin zonas dominadas por ningún tipo de poder C; D; E; F
Los déficits de calidad de la democracia en América Latina

Gobierno democráticos. Un desarrollado estado de


Corrupción combatida en todas áreas B; C; D; E; F; G
de la Ley derecho contribuye a la difusión de
valores liberales y democráticos. Aplicación competente, eficiente y universal de las leyes
Fuerza policíaca profesional, eficiente y respetuosa
Igualdad y libertad para acceder a los sistemas judiciales B; C; E; G
Impartición de la justicia de manera expedita G
Impartición de justicia neutral e independiente A; B; E; G
Aplicación y respeto de reglas de sistemas judiciales por todos las G
instancias estatales
Constitución suprema defendida por una corte
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Tabla I. (Continuación)
Dimensión Objetivo Indicadores Índice*
Libertad Tiene que ver con los derechos políticos, Ejercicio de derechos políticos (derecho al voto, ser candidato, hacer A; C; D; E; F; G
civiles y sociales campaña, organizar partidos políticos, voto secreto, sin coerción)
Ejercicio de derechos civiles (libertad personal, de pensamiento, A; B; C; D; E; F; G
expresión e información, religión, reunión, asociación y organización,
movimiento y residencia; seguridad y privacidad, derecho a defensa
legal y procesos legales justos).
Ejercicio de derechos económicos, civiles (empleo, salario justo, B
disfrute de descaso o tiempo libre, contrato colectivo)
Igualdad Una buena democracia debe asegurarse Igualdad política formal para todos (por ejemplo la proscripción de la A; B; C; D; E; F; G
que todos sus ciudadanos sean discriminación basada en sexo, raza, lengua, religión, opinión o
considerados iguales con los mismos condición social y personal)
derechos de protección legal Búsqueda de la igualdad sustantiva (disolución de barreras que limitan B; E; F
la igualdad social y económica: distribución equitativa de la riqueza,
igualdad de ingreso, salud y estatus socioeconómico)
Rendición de Es la obligación de los gobernantes de Transparencia A; B; C; F; G
cuentas vertical responder sobre sus políticas públicas a Control ciudadano sobre las instituciones A; B; C; E; G
los votantes e instituciones
Información, explicación o justificación de las acciones G
constitucionales
gubernamentales
Demanda ciudadana a sus gobernantes del cumplimiento de promesas B; D; E; F; G
Papel de los representantes electos en las relaciones de la rendición de
cuentas
Evaluación en períodos electorales de actuación gubernamental C; D; F; G

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Tabla I. (Continuación)

Dimensión Objetivo Indicadores Índice*

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Rendición de Es la obligación de los gobernantes de Gobierno receptivo a otros actores institucionales que vigilan y A; C; D; F; G
cuentas responder a los demás burócratas y a las sancionan su comportamiento
horizontal instituciones del estado que poseen la Actividades de monitoreo, investigación y vigilancia por actores A; E; F; G
facultad jurídica de monitorear su independientes al gobierno
desempeño.
Existencia de organismos organizados con capacidades y habilidades G
que demanden rendición
Reciprocidad Es parecido a la rendición de cuentas Manejo de políticas públicas como centro del interés público B; C; D; E; F; G
vertical e influencia el grado de Garantía de servicios públicos B; F
satisfacción de los ciudadanos con el
Distribución de bienes materiales
desempeño de la democracia. Un
gobierno democrático es recíproco Extensión de bienes simbólicos B
cuando sus políticas responden a lo que
los ciudadanos esperan.
Fuente: Elaboración propia, tomado de Duhaem (2006), Maldonado (2009) y Alcántara (2008).
* A: Freedom House; B: LatinBarómetro; C: The Economist Intelligence UNIT; D: Levine y Molina; E: PNUD; F: IDD Fundación Konrad Adenauer; G: Observatorio
Ciudadano (Costa Rica).
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Las Sociedades Segmentarias están ba- relaciones (por ejemplo, de rango) entre los
sadas en la igualdad -orientada por criterios de sistemas de función” (Luhmann, 2007: 591).
parentesco-, con diferenciaciones de unidades La diferenciación de un ámbito parcial
similares (clanes, tribus, familias, entre otras) de comunicación para cada una de las funcio-
entre sí y cada una de éstas constituye entornos nes significa que, para ese sistema (y sólo para
para las otras. La desigualdad se refiere al entor- ese), dicha función goza de prioridad y todas
no, por lo que los seres humanos no pertenecien- las demás funciones se posponen. Sólo en este
tes a la sociedad pueden, incluso, ser considera- sentido se puede hablar de primado funcional,
dos no humanos (Luhmann, 2007). En las Cen- lo que significa que en el plano del sistema to-
tro y Periferia se hace uso de la desigualdad, tal de la sociedad no puede disponerse de una
donde puede darse un centro formado por la ciu- jerarquía de funciones universalmente válida,
dad, la fortaleza o el templo y una periferia en la vinculante para todos los sistemas funciona-
que reina el criterio de la igualdad. les. Cada sistema puede clausurarse y llegar a
Las Sociedades Estratificadas pueden la reproducción de sus propias operaciones a
ser definidas como tal cuando representan un través de una red de operaciones propias, sólo
orden de clases y no se puede pensar en un or- porque la función se vuelve un punto de refe-
den sin éstas. La estratificación se produciría rencia inconfundible para sí mismo y porque
originalmente como una simple diferencia en- el sistema utiliza además un código binario
tre nobleza y pueblo (no habría vínculos de utilizado sólo en éste y no en ningún otro ám-
sangre con estratos inferiores), y las diferen- bito de comunicación.
cias se basarán en la riqueza aceptada social-
mente. Para Luhmann, la estratificación es el 2.2. Democracia
producto de la diferenciación y clausura del
estrato superior y se da principalmente a tra- En palabras de Luhmann (2002: 162), si
vés de la endogamia, pero también de una ligamos la democracia a temas como la razón,
clausura semántica: el estrato superior se dis- la libertad, la emancipación frente a la inmadu-
tingue a sí mismo como referencia al estrato rez condicionada socialmente, el hambre y la
inferior, que puede ser en un primer momento necesidad, la opresión política, racista y sexis-
ignorante de su posición (Luhmann, 2007). ta, la paz y la felicidad secular de cualquier
Las Sociedades Diferenciadas Funcio- tipo, tendríamos que empezar a preocuparnos,
nalmente. Diferenciación funcional significa pues toda acción que pretendiera dar cuenta de
que la unidad bajo la cual se separa un ámbito esto, más que solucionar cada uno de los pro-
de comunicación (p. ej., la economía) es la blemas tendería a agravarlos.
función que el sistema desempeña en y para Por lo tanto, Luhmann expresa que un
toda la sociedad. Esto significa que el ámbito concepto más restringido de democracia ne-
de comunicación monopoliza para sí la fun- cesita de delimitaciones, poniendo de inme-
ción y que en el entorno no hay ningún otro diato el acento en lo que no es posible enten-
ámbito competente para enfrentar dicho pro- der por democracia. Democracia no es ni “el
blema. Esta forma enfatiza la desigualdad de dominio del pueblo sobre el pueblo” (Luh-
los sistemas funcionales, “Pero en esta desi- mann, 2002:162), como se ha definido tradi-
gualdad son iguales. Esto quiere decir: el sis- cionalmente, ni “un principio según el cual to-
tema total renuncia a establecer un orden de das las decisiones deben tomarse de modo

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participativo; pues esto equivaldría a disolver 3. Las modernidades periféricas


todas las decisiones en decisiones sobre las y su sistema político
decisiones” (Luhmann, 2002: 162).
Bajo la idea de una sociedad moderna Desde lo teóricamente esbozado, la
funcionalmente diferenciada, la Democracia modernidad asume la diferenciación funcio-
para Luhmann debiera entenderse como “es- nal, es decir, sociedades que no obedecerían a
cisión de la cima” del sistema político bajo la un centro único de dirección. Bajo este patrón
distinción gobierno/oposición, pues permiti- podemos ubicar a las sociedades europeas, en
ría dar cuenta de “la paradoja fundamental que cuyo tipo de organización sus sistemas socia-
aparece en todos los sistemas con diferencias les operan descentradamente de modo autó-
de poder organizadas. Cuando en el interior de nomo aunque acoplado, estableciendo cone-
un sistema hay una situación de poder supe- xiones que les permiten un funcionamiento
rior e inferior, se observa una peculiar impo- coordinado. América Latina obedecería a un
tencia del poderoso y, por otra parte, el poder patrón distinto de operación. Mascareño
de quienes no lo poseen. La diferenciación en- (2003) lo ha llamado un tipo de diferenciación
tre gobierno y oposición consiguió encontrar funcional de tipo concéntrico, es decir, un or-
una forma que, por así decir, desparadojizó el den social que a pesar de ser comprendido
problema. La oposición no tiene ningún poder bajo criterios de modernidad, es guiado en sus
de gobierno, pero precisamente por ello puede operaciones fundamentales por la lógica par-
hacer valer el poder de los no poderosos” cial de un centro de regulación global. Otros
(Luhmann, 2002: 163). autores, como Torres Nafarrate, dirían que
En este nicho organizativo mundial de —en un marco funcionalmente diferencia-
diferenciación funcional es donde el sistema do— nuestras sociedades latinoamericanas
político pierde la posibilidad de representa- funcionarían des-diferenciadamente con cier-
ción de la unidad y puede con ello alcanzar su tos enclaves de modernidad2.
propio código. Es así, como luego veremos La operatividad que se desarrolla en
para América Latina, que cuando políticos América Latina tiene un patrón propio. Su for-
aparecen con discursos de control y ordenador ma distinta de orden social experimentada des-
de la sociedad desde la política se ponen en cribe una estructuración de sistemas funcionales
problemas con la democracia. En este sentido caracterizado por niveles de autonomía diver-
el código es esencial, pues ambas partes, go- sos, en el cual sistemas autónomos diferencia-
bierno y oposición, están en relación, princi- dos bloquean o ponen obstáculos al despliegue
palmente la oposición que se conduce de autorreferencial de lógicas parciales en vías de
acuerdo lo que el gobierno propone y acciona. diferenciación (Mascareño, 2001). Por lo tanto,
Con ello el sistema político no debiera obser- en disonancia con las modernidades centrales,
varse para operar desde un sistema altamente América Latina se ha caracterizado por estar es-
complejo, sino más bien desde sí mismo (Luh- tructurada en torno a un sistema dominante,
mann, 2002:164). Si esto fuera así, la demo- donde cada esfera se ha hecho dependiente del
cracia sería posible, de lo contrario la tenden- sistema central y los acoplamientos se transfor-
cia es a generar posturas democráticas popu- maron en procesos de desdiferenciación que im-
listas que paralizan y cortocircuitan las insti- pidieron la especialización de funciones.
tuciones.

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Observando la historia del continente, les, de modo tal que logró establecerse, a tra-
en esta particular estructuración se ha situado vés del derecho, lo que Helmut Willke deno-
el sistema político y su referente descriptivo, mina una Civilización del Poder (Mascareño,
el Estado. Este sistema funcional, desde el ori- s/f). Esto marcó la diferencia con América La-
gen de las Repúblicas ha definido los linea- tina, donde toda propuesta se hacía en pos de
mientos para el desarrollo de otras esferas. las inclinaciones del gobierno, es decir, de
Ejemplos de esta desdiferenciación producida quienes estaban en ese momento en el poder y
por la política están graficados en los estados sin pasar por la legalidad vigente.
de excepción en América Latina y el modelo Ante lo descrito volvemos a preguntar-
planificado de Industrialización por Sustitu- nos ¿ha operado la democracia en América
ción de Importaciones (de ahora en adelante Latina? Si lo ha realizado ¿cómo se ha expre-
ISI), donde la operatividad del mercado fue sado la democracia a través del sistema políti-
sometida y dirigida por el sistema político co en América Latina? ¿Se han dado los indi-
cuyo fin era la integración al desarrollo de la cadores que constatan su calidad en nuestras
población urbana excluida. regiones?
La educación, bajo la distinción civili-
zación/barbarie del Estado positivista quiso 4. El sistema político en la
transformar la barbarie en civilización, como periferia de la modernidad
también el Estado docente el siglo XX que latinoamericana
tuvo como fin la unidad estatal frente a la di-
versidad cultura (Mascareño, 2000a). El arte El hecho de que en América Latina
en el siglo XIX, a través de la pintura, fue utili- tienda a primar o prevalecer el sistema políti-
zado para la promoción del espíritu revolucio- co tiene sus raíces en los aires independentis-
nario de las nuevas naciones (Bresler, citado tas de la región. Cabe hacer notar que en Lati-
por Mascareño, 2000b) Los medios de comu- noamérica los estados fueron implantados por
nicación de masas que, a modo de ejemplo, la corona española y la portuguesa, mientras
como la prensa en el siglo XIX intentó conso- que en Europa los Estados nacen como pro-
lidar la idea de independencia en periódicos ducto de la evolución de la sociedad.
como la Aurora de Chile o los Clamores de la En este contexto, las clases en el poder
Independencia en México (Mascareño, diseñaron un Estado-nación y un tipo de eco-
2000b). nomía para los países que empiezan a tomar
En cuanto a la posición central de la po- forma, aunque no libre de sesgos, pues incluye
lítica en la estructura social no es una particula- a una clase terrateniente, ligada al campo, y ex-
ridad latinoamericana. La praxis del Estado in- cluye a los que no pertenecen a ese estrato so-
tervencionista y del Estado de Bienestar mues- cial (Larraín, 2004: 100). En este contexto y di-
tra que también en las sociedades europeo-oc- seño institucional, el Estado juega un rol gravi-
cidentales la política buscó la representación tante y decisivo en la construcción de un imagi-
de la unidad del todo social (Habermas, citado nario nacional, siendo un referente de unidad
por Mascareño, 2000b). La diferencia radica en para el proceso social que empezaba a surgir.
que en las sociedades europeo-occidentales el La base del pensamiento de aquellos que im-
derecho operó como una estructura de interme- pulsan la independencia de las florecientes re-
diación entre política y otros sistemas parcia- públicas no es la democracia representativa ni

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un sistema legal conforme a derecho, pues asumir un rol preponderante ante la crisis en
para intelectuales (Portales, Bolívar, Sar- que se entrampa la modernidad a principios del
miento, Alberdi, entre otros) de la época esta siglo XX. El Estado se encargó de más educa-
forma de gobierno no era la más adecuada. Si- ción, salud, seguridad social y un apoyo al em-
món Bolívar consideraba que una democracia pleo, principalmente en las ciudades.
con instituciones representativas no era ade- Este rol predominante se acrecienta
cuada para los tipos de costumbres y el carác- luego de la Segunda Guerra Mundial: bajo el
ter de América Latina (Bolívar, 1815:15), por rótulo de un Estado de bienestar en Europa y
lo tanto, a una Latinoamérica carente de virtu- un Estado social (si así se puede denominar)
des y talentos le debía corresponder gobiernos para América Latina comienza a ser el refe-
autoritarios, con autoridades fuertes que tien- rente total de todos los problemas posibles en
dan a eternizarse en el poder y un electorado la sociedad, llegando a hacerse insostenible
reducido que avale tal situación. el gasto al que estuvo expuesto por largas dé-
Diego Portales, en Chile, tenía la visión cadas y terminando en el colapso que se co-
de que la democracia, predicada por aquellos noció entre la década de los cincuenta y fina-
soñadores, era un absurdo en países periféri- les de los setenta. La recesión del año 1982
cos llenos de vicios y donde los ciudadanos potencia un proceso de autonomización del
carecían de toda virtud, por lo que debía asu- sistema económico que irá a repercutir en la
mirse un Gobierno republicano fuerte, centra- autonomía y autopoiesis del sistema político.
lizado y cuyos hombres sean modelos de vir- Tal situación se profundizará en la década de
tud y patriotismo (De la Cruz y Feliú, 1937)3. los noventa, cuando América Latina se esta-
Así también, los códigos morales con que co- biliza democráticamente, siendo un grave
tidianamente se desdiferencia la democracia y detonador de este proceso la mayor indepen-
la política se arrastran fuertemente desde dencia ganada por el sistema económico y las
tiempos en que para algunos el buen gobierno propuestas ortodoxas del neoliberalismo en
era poder distinguir quién era el bueno y quién la región.
era el malo, y si se descubría a este último, la Los problemas y todo acto para solu-
receta era “palo y no bizcochuelo” (De la Cruz cionar las crecientes dificultades de la socie-
y Feliú, 1937). En otras palabras, es poder ex- dad latinoamericana (pobreza, exclusión,
poner hoy que quien se encuentre en un lado marginalidad, dictaduras, atraso, etc.), la cri-
de la distinción, sea de Gobierno o de Oposi- sis en que siempre se han visto envueltas las
ción, puede ser tildado como bueno o como modernidades periféricas estuvo enmarcada
malo4. en una autoobservación y autodescripción de
Este patrón que se estabiliza en América la propia sociedad, observada principal y úni-
Latina trajo consigo avances, pero también camente desde el sistema político, por lo tanto
mostró su lado desgarrador, excluyente, con un no haciendo distinción entre política y socie-
dejo de mal sabor para aquellos que creyeron dad. En este contexto el sistema político, me-
en los valores de la libertad, la autonomía, la to- diante el Estado, perdió su capacidad de ob-
lerancia, en otras palabras, en la democracia. servarse a sí mismo y se observó desde la so-
Por lo tanto, las desigualdades que se acrecien- ciedad, desde todos los problemas que aqueja-
tan y la mayor cantidad de críticas al avance de ban a otros sistemas y organizaciones, pero no
la modernidad hacen que el Estado tenga que desde sí mismo.

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Valenzuela y Cousiño (1994: 135), ob- su forma de operar, los grados de libertad que
servando América Latina, expresan con res- existen entre los sistemas funcionales son mu-
pecto al sistema político lo siguiente: «... En cho más laxos y no hay una conformación de
vez de reforzar [su] autonomía respecto de dependencias fuertes para que cada sistema
una sociedad (…) cada vez más compleja y di- pueda cumplir una función y pueda ofrecer
ferenciada, la política pretendió absorber toda prestaciones para el desarrollo de otros siste-
aquella complejidad y resolver el proceso de mas. Esto hace que se produzcan y reproduz-
diferenciación social, vale decir, se situó a sí can formas estratificadas que llevan a que la
misma en el punto de vista de la totalidad. [Se- política se posicione en la cima y se observe
rán] los tiempos de la sobre ideologización y desde la sociedad cual director de orquesta.
de las ‘planificaciones totales’». En este tipo de formas cobran relevan-
Como lo ya lo apuntamos, este no es una cia las clientelas que se encuentran ubicadas,
peculiaridad solamente de América Latina. Si ya no en las familias, sino en las organizacio-
pudiéramos hablar de evidencia empírica para nes, cuyas formas de operar están ancladas en
esta tesis, un ejemplo podría ser orientador: la niveles cara a cara, y en las personas influyen-
crisis argentina del año 2001 y la intervención tes en la organización que puedan estar para
del código del poder ante el sistema del dere- reproducir los favores. Esto no quiere decir
cho y el económico. Mascareño (2004: 64) lo que los procedimientos o normas legales sean
expone de la siguiente forma: «Por sensible eliminados de las organizaciones, por ejem-
que sea un orden constitucional a los intereses plo, el concurso público en una organización
políticos, lo sucedido en Argentina no puede para obtener un cargo, sino que tanto formali-
entenderse precisamente como una resolución dad como informalidad operan y donde la red
legal-procedimental de interregnum; se trató es pilar para alcanzar ciertos beneficios que
más bien de una solución derivada de la factici- por la oficialidad sería imposible obtener.
dad del poder antes que de la pertinencia cons- Luhmann lo argumenta diciendo que no es
titucional de la acción política». una cosa de más o menos dinero, sino que para
Lo anterior lleva a plantear ciertas inte- reproducir la red de relaciones clientelares y
rrogantes. Si en una modernidad periférica quedar incluido hay que cumplir las promesas
como América Latina se vive permanente- para seguir reproduciendo la red, por lo tanto,
mente en crisis, con altos grados de descon- una red de relaciones y confianzas (Luhmann,
fianza ante la democracia, con altos niveles de 1998a:183) que serán usadas en cualquier mo-
miseria, con un alto reclamo social hacia la mento para las cosas que se estimen conve-
política para intervenir en la solución de pro- nientes.
blemas como la pobreza, falta de educación,
trabajo, etc., ¿cómo es posible que la política 5. Inclusión/exclusión en América
siga observándose desde la sociedad (otros Latina: una forma para
sistemas)? ¿Cómo se explica que la política acercarse al problema de la
siga interviniendo en las operaciones basales calidad de la democracia.
de otros sistemas funcionales e imposibilitan-
do que opera la Democracia en América Lati- Si tenemos como sustento los funda-
na? La respuesta se esboza cuando concebi- mentos planteados, en modernidades periféri-
mos que en una modernidad periférica, según cas como América Latina, no es posible sólo

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mirar y tematizar un lado de la distinción que Ejemplos de lo anterior pueden existir


podamos realizar, es decir, que si el proyecto de diversa índole y la historia de los países de
modernizador tenía como fin la igualdad, el América Latina así lo señala. Entre estos, y ha-
desarrollo, entre otros, no se incluya también ciendo uso del segundo obstáculo epistemoló-
la desigualdad y el subdesarrollo. Por lo tanto, gico propuesto por Luhmann, que es el indivi-
cuando hablamos de formas, para la produc- duo, encontramos las redes que funcionan
ción y reproducción de América Latina, resul- como formas de inclusión ante las desigualda-
ta crucial un tipo de distinción como la inclu- des del continente. En este tipo de redes se pone
sión/exclusión. Así, se incluye y se excluye, énfasis en el protagonismo del individuo y no
hay pobreza y hay riqueza, no siendo el lado de los sistemas sociales y organizacionales.
derecho de la distinción algo externo a la so- Luhmann lo presenta diciendo que «Las estra-
ciedad, desechable, anómico y no ser tomado tegias de repartición de las ventajas (del asegu-
en cuenta o eliminado porque es un error. ramiento del futuro, del influyentismo) muchas
Si observamos una modernidad cen- veces se orientan por redes de ‘recomendaci-
tral, por ejemplo Europa Occidental, aparece ones’ personales –directas o mediadas–; y eso
también el otro lado de la forma, una moder- aun ahí donde las relaciones de clientelismo
nidad periférica como América Latina. Pero condicionadas por la situación agraria se han
como lo exponemos en el texto, la diferencia- derrumbado y las organizaciones han retoma-
ción funcional como forma primaria de la so- do los reductos» (Luhmann, 2007:639). Los
ciedad actual no es una estructura que cuadre efectos que producen los sistemas funcionales
completamente con un tipo de región como se combinan, amplifican, se estorban, en razón
Latinoamérica. Las formas que prevalecen y de condiciones que sólo se presentan regional-
son fundamento para su operación tienen sus mente y que, por consiguiente, produce estruc-
bases en una diferenciación secundaria (cen- turas sociales muy diferentes.
tro/periferia, estratificadas) donde los siste- De esto se puede inferir que una diná-
mas de la sociedad estarían condicionados mica como la planteada no siempre lleva una
por sistemas que actuarían como vértice. dirección definida por quienes quieren o ima-
Esto establece que una modernidad periféri- ginan un tipo de sociedad, pues esta no tiene
ca tiene una forma de operar que le es propia, fines ni obedece a un plan que la oriente hacia
diferente. algo mejor en un futuro. Por ello, ciertas ca-
En esta dinámica, los sistemas funcio- racterísticas de una modernidad, sea central o
nales han servido de oposición, de restricción periférica, ayudan a la evolución, así como
o condicionamiento para el libre operar de pueden no ayudar y más bien ser una traba.
otros sistemas funcionales, lo cual ha produci- Pueden, por ejemplo, llevar a que los sistemas
do que sistemas particulares intervengan las sociales, como el político, se corrompan y
operaciones de otros sistemas haciendo opa- pase lo que en América Latina es frecuente:
cos sus límites con los de su entorno, obstacu- intervencionismo electoral por los Gobiernos
lizando su operar autónomo y caracterizándo- de turno, la compra de votos, el nepotismo,
se (América del Sur) por estar estructurada en etc. Luhmann enfatizará que esto puede dete-
torno a un sistema que haría las veces de con- ner a tal grado el funcionamiento de la infraes-
trolador o direccionador de este tipo de mo- tructura organizativa de los sistemas funcio-
dernidad. nales (desde universidad, hospitales, hasta

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oficinas de administración pública) que llega zos de reciprocidad, y sólo mediante la reli-
a ser racional apoyarse –en ellos– en las redes gión podría haber esta reciprocidad o solidari-
flexibles de las relaciones personales las cua- dad con los excluidos. Lo anterior nos muestra
les –a pesar del constante reemplazo de perso- que la diferenciación de las familias por estra-
nas– se regeneran utilizándolas (Luhmann, tos controla esta situación, y al observar per-
2007: 642-643). sonas que no tienen filiación familiar regula
Las limitaciones o las restricciones al su ubicación en lugares que le puedan dar co-
operar de la diferenciación funcional se com- bijo. Con esto vemos que la diferencia inclu-
binan con las posibilidades que esta produce, sión/exclusión se reconstruye en el interior de
posibilitando situaciones para que una moder- la sociedad, no como en las sociedades seg-
nidad periférica pueda operar y no implosio- mentarias, donde al excluir a alguien del seg-
nar o dejar de operar. O, en otras palabras, este mento se le está enviando a su muerte.
tipo de restricción serían los grados de libertad Con el paso a la diferenciación funcio-
que pueden tener los sistemas sociales en so- nal la inclusión queda a disposición de los sis-
ciedades que funcionan diferenciadamente y temas funcionales de la sociedad. En esta for-
aquellas que operan con base en estructuras ma de diferenciación las personas participan
estratificadas, lo cual permitirá que puedan re- en todos los sistemas funcionales «dependien-
solver de manera diferente los problemas que do de en qué ámbito funcional y bajo qué códi-
produce la diferenciación funcional. go se introduce la comunicación» (Luhmann,
Lo que esto nos proporciona es la posi- 2007:495).
bilidad de observar cómo se acoplan o se arti- Hoy día todo ordenamiento de las rela-
culan inclusión y exclusión con las formas de ciones de la distinción inclusión/exclusión
la diferenciación. Para explicar este punto po- está a cargo de los sistemas funcionales, es de-
dríamos remitirnos a las sociedades segmen- cir, de cada sistema funcional y no de uno en
tarias, donde la inclusión se daba por la perte- específico que asuma el control de los restan-
nencia a familias, clanes, grupos, etc., no ha- tes sistemas de la sociedad. Por lo tanto, si un
biendo muchas posibilidades de cambio y mu- partido o coalición política dispone de sufi-
cho menos de poder sobrevivir fuera de estos ciente poder, es algo que no lo decidirá el sis-
segmentos, excluyendo tajantemente la ex- tema económico ni el religioso, sino el mismo
clusión. Es decir, en este tipo de diferencia- sistema político. Estamos ante la ilusión de
ción la exclusión no es posible, pues el no per- que por poder participar en cada sistema fun-
tenecer a un segmento sería no existir: la cional tenemos acceso a cada uno de ellos. Es
muerte. decir, si el sistema jurídico proclama que el
En las sociedades estratificadas la ex- derecho es para todos, y el sistema educacio-
clusión pasa a las capas sociales. El tener per- nal dice que la educación es universal, etc.,
tenencia está dado por el estrato al cual se per- podemos soñar con desterrar las exclusiones y
tenece. La inclusión en este tipo de diferencia- optar a todos los beneficios de los sistemas
ción sigue dándose en la segmentación, es de- funcionales. Esto no es posible, pues en las
cir, en las familias, en las economías domésti- operaciones propias de los sistemas funciona-
cas. Una persona será excluida por debacle les y las organizaciones la exclusión es tal,
económica o por falta de oportunidades de ca- que siendo excluido de un sistema se restará
sarse, especialmente por una ruptura de los la- posibilidades de poder acceder a beneficios en

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otros. Por ejemplo, sin documentos oficiales bilicen las actuaciones ilegales que no esta-
que acrediten una situación, muy fácilmente rían en conformidad con el sistema en cues-
se puede ser excluido de un trabajo, de dere- tión. Al perder su capacidad de vinculación, se
chos legales, de educación, de ejercer el dere- hará más probable llegar a consenso en las re-
cho a elegir representantes, etc. des clientelares y no en las organizaciones
En la actualidad la exclusión es de un propias del sistema político (burocracia, parti-
talante totalmente distinto y tiene otra estruc- dos políticos u otro tipo de organizaciones).
tura, por lo que la limitación de los grados de
libertad, es decir, la dependencia, hará que 6. Reflexiones finales
haya una integración mayor en la exclusión
que en la inclusión. Así, en América Latina se América Latina se desenvuelve en una
muestra una falencia en la diferenciación sis- sociedad moderna diferenciada funcional-
témica, existiendo diferenciación y desdife- mente, por lo que todo lo que en su interior se
renciación, mercado y economías subterrá- desarrolle tendrá dinámicas modernas, es de-
neas carentes de toda legalidad, reduciéndose cir, sistemas funcionales clausurados opera-
al máximo los grados de libertad, generándose cionalmente y que producen y reproducen sus
débiles dependencias entre los sistemas y por propios elementos. Así, en una sociedad que
ello, en un escenario suelto en cuanto a restric- prioriza una diferenciación funcional se gene-
ciones, el sistema con mayor preponderancia ran problemas cuando la política sobrepone
en la evolución hace las veces de pieza gravi- sus códigos a otros sistemas funcionales o vi-
tante en la orquestación de la sociedad. ceversa, lo que suele suceder continuamente.
En un contexto de periferia se generan Ni la política puede resolver los problemas de
mecanismos para superar la alta exclusión en otros sistemas, ni otros sistemas pueden resol-
los estratos más bajos. Las redes de inclusión ver los problemas de la política. De suceder lo
serán –pudiendo haber otros– los dispositivos anterior, podemos hablar de politización de la
que emergerán para dar cuenta de la falta de economía (el caso del desarrollo económico
condicionamientos que generan una forma es- en América Latina), de politización de la edu-
tratificada y de desdiferenciación. Ellas actua- cación, etc.
rán como suplentes y cumplirán una función, Aunque el proceso de modernización
haciendo posible la inclusión, por lo que serán en América Latina haya llevado a que algunos
sinónimos de confianza, tendrán sus propias sistemas de la sociedad (económico, arte, en-
leyes, y generarán expectativas particulares. tre otros) pudieran haber alcanzado niveles de
Para la política, los ejemplos detallados autonomía, no ha sido un proceso homogé-
hacen que este tipo de dinámicas se vuelvan neo, pues el sistema político ha seguido tra-
contraproducentes, pues en su función de vin- tando de controlar las riendas de la sociedad.
cular colectivamente producirían acuerdos Esto ha llevado a prácticas corruptas o poco
ficticios y llevarían a sobrecargar de expecta- transparentes cuando la política ha realizado
tivas el sistema. Ante esta situación, el poder intervenciones.
escapa al control del sistema político y los re- Siendo América Latina una moderni-
presentantes elegidos a un cargo estatal ten- dad que no es carente de atributos o rasgos que
drán muy poco poder, llevando a que se esta- permitan que sea como las modernidades cen-

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trales, su forma y particularidad de estructu- produce formas de operación distintas en dife-


rarse la hace diferente en la sociedad mundial, rentes lugares de la sociedad mundial. En
América Latina esto sería un tipo de orden so-
junto a regiones como África y Asia, entre
cial donde primarían más las jerarquías, la des-
otras. Bajo esta impronta particular, la exclu- diferenciación o la orientación social de una
sión ha sido mucho más desgarradora que en esfera por sobre las otras. Esta forma de opera-
las modernidades centrales, dejando a los se- ción es explicitada por Luhmann (2007:639-
res humanos expuestos a ser tratados como 640) cuando dice “¿Dónde colocar al tambori-
desposeídos de todo y carentes de dignidad. lero del África Occidental que domina un gran
número de diferentes ritmos y los sabe combi-
Así, el sistema político a través de un nar a placer, aunque debe su prominencia a los
Estado no ha logrado mediante sus políticas medios de masas y a los intereses de exoticidad
salvar las brechas de inequidad, inclusión, del público occidental? ¿Cómo explicar la for-
participación, transparencia, corrupción, de- mación de guetos observables mundialmente
rechos –factores gravitantes de una democra- en grandes urbes (…)?: ¿por los movimientos
migratorios forzados económicamente?; ¿por
cia con calidad– pues primero, no ha dejado
las diferenciaciones de los estratos sociales en
que de forma autónoma los sistemas operen en
el sistema escolar?; ¿por los diferentes órdenes
una modernidad que se organiza y estructura jurídicos; ¿por las fallas del control político?”
con base en la diferenciación funcional; y se- Cabe aclarar que el concepto de periferia no
gundo, no se ha tomado razón de que una so- tiene relación con las propuestas Centro/Peri-
ciedad de este tipo tiende a la diferencia y no a feria, ancladas en propuestas que tienen las re-
la unidad, tiende a excluir más que integrar, a giones y Estado-Nación como variable princi-
pal, sino más bien desde una “única” sociedad
la desigualdad más que a la igualdad.
mundial y moderna. En esta misma vertiente
En otras palabras, la sociedad moderna teórica ver Neves (1993) y Mascareño (2000b;
tiene como centralidad la producción de dife- 2003) en este texto.
rencias, pero no olvida que como forma se- 2. Apuntes tomados del seminario lectivo “Teo-
cundaria tiene la estratificación, que también ría de los Sistemas Sociales Autopoiéticos”
produce desigualdades; por lo tanto, las mejo- que impartió el Dr. Javier Torres Nafarrate al
res posiciones sacarán mejores dividendos Doctorado en Investigación en Ciencias Socia-
les con especialización en Ciencias Políticas de
por lo laxo o los mayores grados de libertad
FLACSO-México el primer semestre del año
entre los sistemas sociales. Esto no es fruto de 2005.
una esencia maquiavélica de quien usa las in- 3. Para profundizar el concepto de democracia en
fluencias o de las estructuras que le permiten Portales, este se refiere a ella en su Epistolario
usarla, sino que en América Latina los resa- de la siguiente forma: «… La democracia, que
bios de estratificación llevan a que en los me- tanto pregonan los ilusos, es un absurdo (…)
La república es el sistema que hay que adoptar;
canismos de inclusión (organizaciones) reine
¿pero sabe cómo yo la entiendo para estos paí-
la desigualdad y se favorezcan los estratos su-
ses? Un Gobierno fuerte, centralizador, cuyos
periores, sufriendo desmedros las no superio- hombres sean verdaderos modelos de virtud y
res (Mascareño, 2000a). patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos
por el camino del orden y de las virtudes. Cuan-
Notas do se hayan moralizado, venga el Gobierno
completamente liberal, libre y lleno de ideales,
1. En el contexto teórico en cual se inscribe este donde tengan parte todos los ciudadanos» (De
trabajo, una modernidad periférica es la que la Cruz y Feliú, 1937:176-177).

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4. En América Latina suele encontrarse continua- la autoridad. Editorial Porrúa. Méxi-


mente la tendencia a poner la moral como dis- co.
tinción principal en el sistema político a través
De la Cruz, Ernesto y Feliú, Guillermo (1937).
de la distinción bueno/malo. Esto puedo ilus-
Epistolario de Don Diego Portales. Re-
trarse en las pugnas presidenciales donde sale
copilación y notas, Ministerio de Justi-
electa a presidenta Michele Bachelet, donde el
cia, Santiago de Chile.
candidato de derecha manifiesta que su progra-
ma se asienta en el humanismo cristiano y el de Duhem, Mónica (2006). “La importancia de de-
su contrincante no. Extremando el argumento finir un concepto de calidad de la demo-
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