Está en la página 1de 14

¿Es la homofobia una enfermedad?

 Pablo Uchoa
 Servicio Mundial de la BBC

21 septiembre 2018

FUENTE DE LA IMAGEN,AFP
Pie de foto,
La homosexualidad dejó de ser considerada una enfermedad mental en Estados Unidos
hace 45 años.
Hace tiempo que la ciencia abandonó la idea de cambiar la orientación
sexual de las personas.
La mayoría de los científicos están de acuerdo en que no se puede "curar" lo
que no es una enfermedad.
La homosexualidad fue desclasificada como enfermedad mental en Estados
Unidos en 1973. La Organización Mundial de la Salud lo hizo en 1990.
La homofobia, por otro lado, ha recibido desde entonces cada vez más
atención de los investigadores que intentan entender sus múltiples causas.

 "La homofobia es una admisión implícita de un deseo homosexual,


consciente o inconsciente"

"Miedo irracional"
El psicólogo estadounidense George Weinberg, quien acuñó el término en la
década de 1970, definió la homofobia como "el miedo a estar incómodamente
cerca de homosexuales".
Saltar Quizás también te interese y continuar leyendo
Quizás también te interese

Joe Sacco: "Lo que me dio una conciencia política, lo que me hizo la persona
que fui de joven fue la situación en Centroamérica"

Gilles Lipovetsky: "El mayor seductor del mundo no es una geisha ni una
supermodelo, es el capitalismo"

Beethoven: cómo se quedó sordo (y aun así pudo crear algunas de las mejores
obras de la historia de la música)

Por qué el calendario de 1993 es igual al de 2021 y otras 5 curiosidades de los


almanaques
Final de Quizás también te interese
El sufijo griego "phobia" denota un miedo irracional a algo.
FUENTE DE LA IMAGEN,EPA
Pie de foto,
Distintos estudios han intentado entender la homofobia a través del prisma de la
psicología, la cultura y la religión.
En su libro de 1972 "Society and the Healthy Homosexual" ("La sociedad y el
homosexual sano"), Weinberg escribió: "Nunca consideraría que un paciente es
sano si no ha superado su prejuicio contra la homosexualidad".
Emmanuele A. Jannini, profesor de Endocrinología y Sexología Médica en la
Universidad de Roma Tor Vergata, argumenta que la homofobia solo es "la
punta del iceberg".
Jannini asegura que esta está vinculada con determinados rasgos de la
personalidad y, si se le añade la violencia, puede ser diagnosticada como una
enfermedad psiquiátrica.

 "Es mentira que somos tan abiertos de mente": la película más taquillera
del año en México, "Hazlo como hombre", exhibe en EE.UU. su burla a
la homofobia

Jannini causó cierta controversia con un estudio publicado en la revista Journal


of Sexual Medicine en 2015, en el cual vinculaba la homofobia con el
psicoticismo (marcado potencialmente por la ira y la hostilidad), la existencia
de mecanismos de defensa inmaduros (con tendencia a proyectar emociones)
y una vinculación paterna temerosa (que lleva a una inseguridad inconsciente).
La investigación fue calificada de "basura pro-LGBT" por críticos
conservadores. Pero en conversación con la BBC Jannini defendió su
investigación, describiendo la personalidad homofóbica como "débil".
"No es un término científico, sino uno que uso para que me entiendan mejor",
dice.
La escala de la homofobia
En su estudio, Jannini aplicó una conocida escala para medir los posibles
grados de homofobia entre 551 estudiantes universitarios italianos y cruzó los
resultados con mediciones de otros rasgos psicológicos.
Y encontró que aquellas personas que tenían actitudes homofóbicas más
fuertes también obtenían un resultado mayor en rasgos psicológicos como el
psicoticismo y los mecanismos de defensa inmaduros, mientras que un vínculo
parental seguro era un indicador de niveles bajos de homofobia.

FUENTE DE LA IMAGEN,EPA
Pie de foto,
La Ogranización Mundial de la Salud desclasificó la homosexualidad de la lista de
enfermedades mentales en 1990.
Todos son problemas mentales que se pueden tratar con terapia, argumenta
Jannini.
"Quizás no te gusten los comportamientos homosexuales. Pero no necesitas
estar diciendo todo el tiempo que no eres homosexual, que odias a los
homosexuales, que no quieres a homosexuales en tu casa, que no quieres
profesores homosexuales en la escuela", explica.
"Tras discutir durante siglos si la homosexualidad podría ser considerada una
enfermedad, por primera vez demostramos que la verdadera enfermedad que
hay que curar es la homofobia", asegura.
El poder de las culturas
Los individuos, sin embargo, también son formados por su entorno, y un
estudio posterior del equipo de Jannini exploró cómo las culturas impregnadas
fuertemente por la hipermasculinidad, la misoginia y las actitudes
moralistas se relacionan con la homofobia.
Para ello, en 2017 compararon los resultados de 1.048 estudiantes en tres
países con una composición religiosa distinta: Italia (un país católico en su
mayoría), Albania (en su mayoría musulmán) y Ucrania (predominantemente
ortodoxo).

FUENTE DE LA IMAGEN,AFP
Pie de foto,
Los líderes religiosos y su tono hacia las minorías sexuales pueden influir en las
actitudes negativas, dice un estudio.
"Lo que fue bastante interesante fue que la religión en sí misma no está
correlacionada con la homofobia", destacó Jannini.
"Son las creencias religiosas fundamentalistas en las tres religiones las que
afectan a los niveles de homofobia", destaca.
Y, efectivamente, las voces religiosas moderadas aseguran que la religión no
defiende la homofobia.
"Odiamos el pecado, pero no a los que cometen pecados", le dice a la BBC
Vahtang Kipshidze, portavoz oficial de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
El poder del dogma
Kipshidze asegura que la Iglesia no puede modificar su visión sobre que la
homosexualidad es un pecado porque este dogma proviene de Dios, no de la
Iglesia.
"Nosotros consideramos que las personas que mantienen relaciones con otras
de su mismo sexo son víctimas de sus pecados, y como víctimas merecen un
tratamiento espiritual", explica.

FUENTE DE LA IMAGEN,AFP
Pie de foto,
La Cristiandad ortodoxa ve la homosexualidad como un pecado, pero los líderes
moderados dicen que la iglesia no apoya la homofobia.
Sin embargo, otros adoptan una línea mucho más dura.
"Las Sagradas Escrituras nos instruyen para que lancemos piedras contra
aquellos que tienen una orientación no tradicional", dijo el cura ruso Sergei
Rybko en una entrevista en 2012, después de que hombres armados atacaran
y vandalizaran una discoteca gay en Moscú.
"Estoy totalmente de acuerdo con personas que están intentando limpiar
nuestra patria de esta gente", agregó.
Pero Kipshidze asegura que "no hay evidencia en el Nuevo Testamento que
apoye lanzar piedras contra pecadores de ningún tipo".
De la misma forma en que el pecado del adulterio no está criminalizado, "la
Iglesia no defiende criminalizar las relaciones del mismo sexo", dice Kipshidze.
Sin embargo, reconoce que algunas personas realizan una lectura equivocada
de las escrituras y utilizan esto como pretexto para la violencia.
El poder del lenguaje
"No hay duda de que parte del lenguaje utilizado por muchos líderes de la
Iglesia para enseñar a las personas proyecta miedo e ira contra las
personas LGBT", dice Tiernan Brady, defensor irlandés en favor de las
personas LGTB dentro de la Iglesia Católica.
Brady es director de Equal Future, una campaña pro LGTB lanzada durante la
visita de Papa Francisco a Dublín el pasado agosto.
FUENTE DE LA IMAGEN,AFP
Pie de foto,
El Papa Francisco ha utilizado un lenguaje más moderado que sus predecesores para
referirse a las personas LGTB.
"Toda la homofobia es aprendida. No nacemos siendo homofóbicos,
absorbemos la homofobia en algún sitio", afirma Brady.
Y si bien las actitudes hacia las personas LGTB están cambiando en el mundo,
desde América del Sur y Central hasta el Sur de Asia, Europa del Este, India y
China, no cambiarán siglos de lenguaje hostil de un día para otro, dice.
"Pero la Iglesia es solo una parte de la vida de la gente. Hay otros espacios
donde aprendemos la homofobia: el deporte, la política, la sociedad",
advierte Brady.
Y eso significa que la cultura de los países conservadores puede reforzar los
aspectos más estrictos de la religión, asegura.
"Los países en los que vemos más homofobia son aquellos donde los
individuos LGBT son más invisibles, porque es más fácil crear miedo y
desconfianza".
El poder de los estereotipos
Patrick R. Grzanka es profesor asistente de psicología en la Universidad de
Tennessee y editor asociado del Journal of Counseling Psychology.
Sus investigaciones sugieren que la homofobia también se relaciona con otro
factor: los estereotipos.

FUENTE DE LA IMAGEN,AFP
Pie de foto,
La homofobia es peor en los países que hacen que las personas LGBT sean "invisibles",
dice el activista Tiernan Brady.
En 2016, tomaron una muestra de 645 estudiantes universitarios y los situaron
según su nivel de homofobia.
Luego los clasificaron en función de cuatro bloques de creencias: 1) que las
personas de una minoría sexual nacen así; 2) que todos los miembros de un
grupo sexual se parecen; 3) que un individuo puede pertenecer a un único
grupo sexual; 4) que una vez que conoces a alguien de un grupo, conoces a la
totalidad del mismo.
Como era de esperar, los investigadores encontraron un nivel mayor de
aceptación de la afirmación de que las minorías sexuales nacen así. Esto fue
así tanto para los participantes heterosexuales como para los homosexuales.
Lo que separó a las personas con las actitudes negativas más fuertes del resto,
es que dieron resultados más altos con respecto a las otras tres creencias.
El poder de la visibilidad
Para Grzanka, es el "sesgo implícito" en la mente de la gente lo que los
predispone a aceptar ciertos prejuicios.
Él cree que la forma de reducir la homofobia es educando a la gente sobre los
individuos que perciben como "los otros".

FUENTE DE LA IMAGEN,REUTERS
Pie de foto,
Las personas con visiones más negativas hacia las minorías sexuales no ven las
individualidades dentro del grupo, sugiere un estudio.
"Deberíamos estar haciendo campañas educativas y de información pública y
organizando políticas anti-homofobia en relación a este tipo de creencias, que
la gente gay se parece y que la orientación sexual no es potencialmente algo
fluido", dice Grzanka.
"No hay nada innato detrás de los miedos irracionales hacia las minorías
sexuales. Hubo momentos en la historia humana en los que el comportamiento
homosexual fue aceptado, legitimado e incluso reverenciado", recuerda.
Además, hay evidencia de que una mayor visibilidad puede afectar a las
percepciones de la gente y ayudar a los derechos LGTB.
En 1999, cerca de dos tercios de estadounidenses eran contrarios al
matrimonio del mismo sexo y solo un tercio pensaba que este debería ser legal,
según la encuestadora Gallup.
Menos de 20 años después, sucede lo opuesto: más de dos tercios apoyan
el matrimonio entre personas del mismo sexo y menos de un tercio está en
contra.

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES


Pie de foto,
Una mayor visibilidad de la comunidad LGBT se cita como una de las razones detrás de
los derechos LGTB.
Los investigadores aseguran que ahora más de un 10% de los adultos LGTB
están casados con alguien de su mismo sexo y su visibilidad está ayudando a
revertir la oposición de mucha gente al matrimonio gay, contribuyendo de
esta manera a superar las actitudes homofóbicas.
Todavía no sabemos si es posible "curar" la homofobia, pero los investigadores
creen que se están acercando a poder conocerla.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-45601522

También podría gustarte