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Como se pueden mejorar las relaciones humanas en el ámbito

familiar y social.

La relación con los demás es una de las cosas más importantes de la vida de cualquier
ser humano, relaciones de familia, pareja, amigos, compañeros de trabajo, vecinos,
conocidos…, y la armonía en las relaciones, la verdadera armonía, es una fuente de
bienestar, felicidad y seguridad. A su vez, el tejido social, la base de una comunidad, su
capacidad de desarrollarse y vivir en armonía, dependerá del tipo de relaciones que
establezcan sus individuos: confianza, colaboración, búsqueda del bien común. Para que
una relación sea armoniosa deberíamos ser capaces de entender a los demás, respetarles,
que no nos duelan sus errores, reconocer los nuestros, colaborar, sentir y mostrar
gratitud y afecto, valorar sus virtudes y aciertos, alegrarnos con sus alegrías, compartir
las propia, aprender juntos. Tener buenas relaciones personales requiere también
entender que estas deben ser bidireccionales.

Muchos quieren tener pareja "para que les haga feliz", la familia "está ahí para
apoyarme y darme lo que necesito", los amigos "para pasármelo bien". De ese
pensamiento egocéntrico surge también la sentencia no menos egocéntrica de "esa
persona no me aporta nada". Este egocentrismo, que da lugar a relaciones tormentosas,
surge del temor a no tener lo que se necesita, y suele desembocar en las carencias que se
temían. Para tener lo que se necesita hay que aportar, no sólo esperar recibir. Las
relaciones van creciendo según vamos resolviendo los conflictos que surgen en el día a
día. Es bueno tener presente que cada uno hace lo mejor que sabe y hay que estar
abierto a aprender, a decirle a otro sus errores, pero de su lado, no en su contra. Hay que
comunicar lo que se necesita, no exigirlo ni darlo por supuesto, no mercantilizar. Pedir
ayuda, sentir y mostrar afecto, ternura, compañerismo, ser agradecido, colaborar,
aportar, recibir, aprender juntos.

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