Inspirada en los cambios económicos, sociales y políticos de la época
surgió una corriente filosófica: el Humanismo. Se inició en la península Itálica y se extendió por toda Europa Occidental entre los siglos XV y XVI. Los humanistas eran intelectuales de formación universitaria que rescataron obras filosóficas, históricas y literarias de la antigüedad clásica. Como indica el nombre dado a este movimiento, el principal interés de los humanistas eran los seres humanos (Antropocentrismo). Esto los diferenciaba de la inquietud intelectual predominante de la Edad Media, que era lo divino y las verdades considerabas eternas, reveladas por Dios en la Biblia (Teocentrismo). Para los humanistas no existen verdades indiscutibles. Proponían el debate de ideas, la reflexión, la observación y la experimentación. En su concepto las personas son libres, son capaces de conocer y modificar su realidad, y no hay buenos ni malos de manera absoluta, sino que en todos existe una mezcla de virtudes y defectos. A continuación se hará un breve comentario sobre algunos de los humanistas más conocidos. Erasmo de Rotterdam realizó en su libro “Elogio de la locura” una aguda reflexión, profundamente cristiana, de su época; en ella analizaba con ironía la sociedad de su momento y sus dirigentes. Tomas Moro, en Inglaterra, escribió “Utopía”, una obra que proponía una sociedad ideal, en la que los hombres vivían con tranquilidad y felicidad. En Italia Nicolás Maquiavelo, en su obra “El Príncipe”, reflexionó sobre aquello que era considerado una virtud cristiana (como la caridad) resultaba un defecto en un gobernante, ya que le podía ocasionar la pérdida de poder y llevar a la sociedad a luchas perjudiciales para todos. La imprenta, un invento de la época, favoreció la expansión del humanismo, ya que abarató los costos de publicación. El Renacimiento
El renacimiento se inició en norte de Italia especialmente en Florencia, a
comienzos del siglo XV. Su nombre hace referencia a un renacer de la cultura clásica, de las tradiciones griegas y romanas. Los hombres del renacimiento buscaban recuperar las formas clásicas y diferenciarse de las concepciones liberales. La pintura renacentista se caracterizó por el interés en reproducir por el interés en reproducir la figura humana y su ambiente, tanto el natural como el social. En la escultura se recuperaron líneas curvas las líneas curvas de las estatuas griegas. El uso de distintos materiales intentaba representar el cuerpo humano y su capacidad expresiva.