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El Futuro de la Socialdemocracia

DEL
POSTMODERNISMO
AL FASCISMO

Working Paper 9 de enero de 2021


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1. Por supuesto, no todo el mundo interpreta el postmodernismo de la
misma forma. Pero lo cierto es que la realidad nos está llevando por
una vía muy similar a lo que predijeron quienes consideraban la
filosofía posmoderna como una plataforma directa hacia el fascismo.

2. El vínculo más directo entre postmodernismo y fascismo es,


probablemente, el cuestionamiento de la razón como instrumento
para interpretar la realidad. Era frecuente que las corrientes
postmodernas afirmaran que “la verdad no existe” o incluso que “la
realidad no existe”. Se pretendía de esta forma llevar al absurdo el
reconocimiento de la dificultad de conocer la verdad y la realidad.

3. El que la realidad y la verdad sean difíciles de conocer y de interpretar


no quiere decir que no existan. El problema del postmodernismo es
que ha impulsado en todo Occidente el desprecio no ya a la verdad sino
incluso a la búsqueda de la verdad.

4. Los críticos del postmodernismo advertían que cuando la humanidad


se introduce en esa dinámica irracional de renunciar a la búsqueda de
la verdad el resultado no es otro que el fascismo. Un fascismo que llega
a través del hecho de que los ciudadanos que renuncian a la
interpretación de la verdad quedan en manos de la interpretación de
la misma que le da el poder establecido que, en nuestra sociedad, son
fundamentalmente los medios de comunicación.

5. Lo cierto es que esto es ni más ni menos lo que está sucediendo en


Occidente. Las ideologías que se han sometido al postmodernismo han

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progresivamente desaparecido. Nacionalismos, izquierda, derecha,
centro, … todas las corrientes políticas han ido sometiéndose
crecientemente a la visión de la realidad que les transmiten los medios,
sometidos todos ellos, de forma directa o indirecta, a la élite
corporativa.

6. Izquierda, derecha y centro siguen insultándose en los medios. Pero


esto no es más que una forma de autoafirmar su papel. Cuanto más se
parecen en la práctica más necesitan insultarse para diferenciarse. Pero
todos ellos son, de hecho, neoliberales con matices marginales que son
los que les permiten mantener la respectiva bandera de izquierda,
derecha o centro.

7. La dinámica totalitaria del postmodernismo va absorbiendo de forma


creciente al conjunto de la sociedad occidental. Partidos políticos,
universidades, … hace tiempo que han dejado de pensar y analizar por
sí mismos para seguir todos ellos los mensajes de los medios de
comunicación.

8. Finalmente, hace ya unos años, el postmodernismo neoliberal ha dado


el siguiente paso a través de la censura progresiva de todo tipo de
opiniones discrepantes. A la concentración del control de los grandes
medios le ha seguido la censura progresiva en las redes sociales de cada
vez más opiniones discrepantes. Una censura a la que nuestros líderes
supuestamente democráticos no están poniendo la más mínima

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objeción. Porque, en último término, se consideran todos ellos parte
de ese sistema ideológico controlado por las grandes corporaciones.

9. Si a las nuevas versiones del postmodernismo le añadimos la


aceleración de los mecanismos de censura y el proyecto
socioeconómico corporativo que ya han denominado como “Gran
Reinicio” o “Gran Reseteo”, tenemos ya todos los componentes del
proyecto corporativo fascista en el que ya estamos sumergiéndonos.
Con la gestión política del COVID-19 nos están demostrando también
que pueden gestionar nuestras vidas a placer y con muy poca
resistencia. El postmodernismo ha creado el contexto cultural
adecuado para hacerlo posible.

10. Como EKAI Center ha explicado repetidamente, “la verdad siempre es


progresista” o incluso “la verdad siempre es socialdemócrata”.
Precisamente porque son las grandes corporaciones las interesadas en
ocultarla, son los ciudadanos o los trabajadores asalariados los
interesados en pelear a toda costa por ella.

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