Está en la página 1de 9

1

ENTREVISTA
MARZO–ABRIL, 2021

COLONIALISMO E IMPERIALISMO
VOL. 5, NÚM. 2, PÁGS. 9–16

Cómo Lograr la Descolonización


Profunda
Una charla con Josef Estermann
Esta entrevista fue realizada por Javier Toro.

Josef Estermann es profesor de la Universidad de Lucerna. También es el autor del


libro Más allá de occidente: Apuntes filosóficos sobre interculturalidad,
descolonización y el Vivir Bien andino.

 DESCARGAR
 ENVIAR
 COMPARTIR

¿Qué son la colonización y el imperialismo? ¿Han sido la


colonización y el imperialismo una práctica exclusivamente
occidental?

La colonización y el imperialismo no han sido empresas exclusivamente


occidentales ni europeas. Ellos ya existían desde antes de los romanos, por
ejemplo, en Grecia, en China. Los griegos tuvieron colonias en todo el
mediterráneo e incluso llegaron hasta los límites de la India. Los chinos no
fueron muy colonialistas pero sí imperialistas. Los romanos, por su parte,
fueron muy colonialistas y también imperialistas. De los romanos proviene
la palabra colonia, la cual deriva de la palabra latina colere, que significa
labrar la tierra. La ciudad de Colonia, en Alemania, se llama así porque fue
declarada como colonia romana bajo el nombre Colonia Claudia Ara
Agrippinensium, en alusión a la emperatriz Agripina. También hay que
resaltar que la colonización árabe fue muy importante en la Edad Media.
Parte del Mediterráneo, parte de Europa y todo lo que hoy se conoce como
2

el Oriente Próximo fue conquistado por los árabes, por el Imperio otomano.
En lo que hoy se conoce como América Latina, los incas fueron muy
imperialistas y colonialistas. El Imperio incaico llegó a ocupar parte de los
actuales territorios de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
Los incas conquistaron a pueblos enteros y muchas veces los colonizó y les
impuso la lengua quechua y su religión. En México, la etnia mexica, que
hoy es comúnmente conocida como los aztecas, también fue imperialista y
colonialista.

Ahora, el colonialismo no es lo mismo el imperialismo. La colonización


se refiere al afán de ocupar un determinado territorio para poblarlo, para
cultivar la tierra, para explotar sus recursos naturales. El imperialismo se
refiere a la conquista de un territorio ajeno para dominarlo pero sin el afán
de poblarlo.

¿Por qué ocurre la colonización y el imperialismo?

Creo que hay diferentes respuestas a eso. La colonización y el


imperialismo del siglo XV en adelante son un poco distintos del
imperialismo y la colonización de los romanos, de los griegos, de los
chinos, de los mongoles o de los árabes. Para la Europa de la Edad Media,
una de las causas de la expansión imperialista fue la presión demográfica:
las tierras no rendían lo suficiente, entonces hubo que expandir el territorio.
En la Europa moderna, entre las principales causas de la expansión
imperialista están la presión económica y el afán de poder. La revolución
industrial, toda esa maquinaria que luego formó parte de lo que hoy
llamamos modernidad, requería de recursos naturales, y estos había que
buscarlos fuera de las propias fronteras. En cierto sentido, la colonización
fue una especie de vía de escape de la pobreza. Entre los siglos XVIII y
XIX, en muchos países europeos había hambruna y prácticamente muy
poco futuro. Muchos italianos, irlandeses, españoles e incluso suizos
emigraron a América del Norte y América Latina para buscar su futuro,
para colonizar las tierras vírgenes del Nuevo Mundo, como se decía. Los
3

flujos migratorios en aquel entonces eran de Europa a otras partes. Ahora


son más de otras partes a Europa. La colonización de norteamérica fue
relativamente fácil porque en norteamérica no había imperios bien
organizados. No había civilizaciones con todo una organización política,
económica, cultural, etc. que pudieran hacer frente a los colonizadores, sino
más bien un grupo de etnias dispersas a lo largo del continente. En América
Latina, especialmente en centroamérica y la región andina, donde sí había
imperios bien desarrollados que incluso tenían mucha fuerza militar, la
colonización ocurrió de todas maneras. Hay muchas razones por las cuales
hoy se puede entender cómo fue posible que un ejercito español diminuto
pudiese vencer un imperio tan grande como el Imperio incaico, por
ejemplo. En gran medida, las razones tienen que ver más con una serie de
coincidencias relacionadas con factores culturales que con la fuerza militar.
En los tiempos de los romanos, en ciertas partes de la Europa ocupada por
los romanos siempre había problemas. Los normados, los sajones, los
aglosajones, los germanos con frecuencia se sublevaban y nunca pudieron
ser conquistados por los romanos. Gran parte de la región que hoy es
conocida como Alemania, por ejemplo, nunca fue romanizada porque los
germanos eran muy aguerridos y los romanos no pudieron vencerlos. En
África del Norte, los romanos también tuvieron muchos problemas. El
general Aníbal fue uno de los mayores de ellos.

¿Fue la colonización de América Latina muy diferente de la


colonización de América del Norte, de Asia y de África?

Cristóbal Colón quería llegar a la India por la vía occidental porque


pensaba que ese sería un camino más corto y más seguro a las especias de
la India. Pero en vez de la India, Colón llegó a La Española, a la isla en la
que hoy se asientan la República Dominicana y Haití. Luego descubrieron
que allí había metales preciosos, y ese fue prácticamente el detonante para
la conquista y la colonización de América Latina. De manera que, la
motivación principal fue la explotación de los metales, de los recursos
4

naturales. Y esta continúa siendo hoy la motivación principal en el


neocolonialismo. Los imperios católicos (el español y el portugués) no eran
una minoría en Europa en búsqueda de una mejor vida en otra tierras. Su
afán no era poblar otras tierras; su afán fue explotarlas. Lo opuesto ocurrió
en América del Norte, en lo que hoy es Estados Unidos e inclusive una
parte de Canadá. Allí llegaron los protestantes, los pietistas y otras minorías
huyendo de la persecución que sufrían en sus países, en Gran Bretaña, en
Alemania, en parte de Francia. Llegaron allí buscando como un refugio,
como un nuevo paraíso, como una nueva Jerusalén. Así fue como muchos
de los primeros Peregrinos que llegaron con el Mayflower, el barco que los
transportó desde Inglaterra hasta los Estados Unidos, vieron las nuevas
tierras. Su intención desde el principio era poblar esas tierras, vivir en ellas,
cultivarlas. En Asía y África, la situación fue totalmente distinta. Allí ya
había muchos imperios establecidos. Los europeos no pudieron
conquistarlos pero si lograron ganar su voluntad y conseguir su
benevolencia. Se impusieron mediante la divisa romana de “dividir para
reinar”, mediante acuerdos que muchas veces fueron no tan limpios. En la
India, por ejemplo, los británicos se impusieron como poder colonial solo
hasta cierto punto. Todo era manejado junto con la élite local —muchas
veces la población común y corriente nunca supo nada del poder colonial
británico—. La élite hindú vio muchas ventajas en hacer causa común con
los británicos —hoy en día es muy diferente, pero en aquel tiempo fueron
seducidos por eso del progreso, del éxito, del poder, del tener una vida más
cómoda—. China prácticamente nunca fue colonizada. Ellos tuvieron
mucho recelo y como consecuencia se aislaron de Occidente. En África, el
afán de colonización se centraba sobre todo en asegurar vías de navegación
seguras a lo largo del continente para los viajes entre Europa y la India —
en aquel tiempo no existía el canal de Suez—. De manera que, solo se
colonizó las costas para poder construir fortalezas y así vigilar la
navegación. Una excepción fue Sudáfrica, que sí fue colonizada en el siglo
XVI por los holandeses. Allí se asentaron, otra vez por motivos religiosos,
5

los calvinistas. Y es de allí donde se originó el Apartheid. Claro esta, otro


gran interés de los europeos en el continente fue el tráfico de esclavos.

¿Qué es la descolonización? ¿Implica la descolonización profunda el


restablecimiento de valores y formas de vida que antes eran
dominantes?

Bueno, en primer lugar hay que diferenciar entre una descolonización


formal y una descolonización mental. La descolonización formal, política,
tiene que ver con la independencia de los Estados modernos de los poderes
coloniales. En América Latina, este tipo de descolonización pudo ser
posible gracias a las guerras de independencia del siglo XIX. En África y
Asia este tipo de descolonización ocurrió a partir de la segunda mitad del
siglo XX. Timor Oriental, por ejemplo, se independizó de Indonesia en el
año 2002. Pero a pesar de que hoy en día las Naciones Unidas cuenta con
ciento noventa y tres estados soberanos, todavía quedan colonias en el
mundo. Los Estados Unidos, por ejemplo, que antes era una colonia de
Gran Bretaña, sigue teniendo colonias alrededor del planeta. Ahora, la
descolonización formal no implica la descolonización mental. La
descolonización mental tiene que ver con el abandono de estereotipos, de
prejuicios, de privilegios de la élite. En la India y en América Latina, por
ejemplo, las élites criollas prácticamente asumieron el papel de los
colonizadores después de la descolonización formal. Aun hoy en día, en
muchos países formalmente descolonizados, los indígenas, las mujeres y los
extranjeros, entre otros, no tiene derecho al voto o a la propiedad privada,
por ejemplo. Entonces, que un país haya alcanzado su independencia
formal no significa que este haya dejado de mantener formas de actuar
provenientes de la colonia. En muchos de estos países, el sistema judicial,
el sistema político, el sistema educativo, el sistema de salud, el idioma y
todo eso que forma una suerte de capital simbólico provienen y guardan
vestigios de la colonia. En Estado Unidos, por ejemplo, la supremacía
blanca es uno de esos vestigios.
6

En cuanto a la segunda pregunta, la descolonización profunda pone en


entredicho los estereotipos y las instituciones, pero no significa una vuelta a
un estado previo al de la colonia. Volver a un estado previo al de la colonia
es un anacronismo, es imposible y no es deseable. La mezcla (de la sangre,
religiosa, cultural) no es un resultado únicamente del colonialismo ni es
algo negativo. Las mezclas de todo tipo son una cosa natural en el ser
humano: ellas han ocurrido desde tiempos remotos. Entonces, no tiene
sentido que se hable de que se tiene que volver a un estado puro, porque los
estados puros no existen, nunca han existido. Lo que si implica la
descolonización profunda es erradicar la alineación cultural y la
autoimposición del súper yo colonial, yo diría. El sociólogo boliviano René
Zavaleta una vez dijo que lo peor que les pudo ocurrir a los pueblos
colonizados es que ellos mismo se hicieron cargo de su propia opresión. Es
decir, los pueblos colonizados prácticamente asumieron el punto de vista
del colonizador. En Perú y Bolivia, por ejemplo, donde viví casi por veinte
años, pude notar como la gente reproduce a diario, muchas veces de manera
inconsciente, esquemas que son propios de la colonia, de los europeos, y
como mucha gente indígena se avergüenza de sus propias manifestaciones
culturales porque les parecen fuera de tono con la modernidad. Ahora, el
cambio de mentalidad que implica la descolonización profunda debe
provenir, a mi parecer, desde la gente común y corriente. Las élites locales
normalmente quieren alinearse con las élites norteamericanas, con las élites
europeas. Karl Marx, en el Manifiesto comunista, hablaba de que los
pueblos del mundo debían levantarse y unirse. Sin embargo, lo que ha
ocurrido con el neoliberalismo es que todas las élites se han unido. Para que
ocurra la decolonización profunda debe haber una toma de conciencia de
que uno es alienado de su propia cultura. Debe haber un proceso de retoma
y revalorización de lo propio. Se debe adoptar una visión un poco más
crítica frente a la corriente de pensamiento dominante, frente a lo que viene
de Occidente.
7

¿Puede lograse la descolonización manteniendo las ideas hoy


dominantes sobre la manera como debe funcionar el Estado, la
economía, etc.?

Bueno, creo que no. La descolonización trastoca todo, el Estado, la


economía, el sistema educativo, el sistema de salud, el sistema jurídico, la
religión. Pero, por otro lado, no se puede deconstruír, de manera crítica,
todo a la vez. Hay que empezar con pasos pequeños. Y no basta con
cambiar las leyes, los códigos, los parámetros. Todos estos cambios deben
ir acompañados por un cambio de mentalidad. Bolivia es un caso en donde
todos estos cambios han ocurrido a la vez. La llegada de Evo Morales al
poder propició cambios profundos en los planos político, económico y
simbólico. En la Constitución de 2009, Bolivia se constituyó como un
Estado plurinacional. Al mismo tiempo, se valoró mucho más los idiomas
nativos —se introdujo nuevamente el aymara y el quechua en las escuelas
—, se revaloró los rituales ancestrales —se introdujo la salud intercultural
—. En general, el Estado-nación es una idea que hay que poner en
entredicho. El pueblo aymara, por ejemplo, hoy en día ocupa tres países —
el sur de Perú, Bolivia y una parte de Chile—, y algunos lideres aymaras ya
están a favor de constituir una nación aymara. La economía puede
funcionar de manera diferente a lo que dictan los dogmas neoliberales.
Existen, por ejemplo, la economía indígena, la economía de trueque, la
economía sostenible. Todos estos cambios se pueden iniciar en diferentes
partes del planeta, no solamente en América Latina, sino también en Asia,
África, Oceanía e incluso en Europa.

¿Cuáles diría usted que son las mayores similitudes y diferencias


entre el proceso de descolonización de América Latina y el proceso
de descolonización de América del Norte, de Asia y de África?

Yo creo que el racismo ha sido un gran problema a resolver en los


procesos de descolonización en todas partes. La colonización implantó una
8

cierta ideología de la supremacía de la raza blanca europea sobre las razas


conquistadas. Siempre hubo esa narrativa de que nosotros somos los
civilizados y ustedes son los bárbaros, de que nosotros somos más valiosos
y ustedes son deficientes. Y esta narrativa proviene de los romanos. Los
romanos tildaron a los germanos, a los normandos y a muchos otros
pueblos de bárbaros, porque hablaban una lengua que no entendían y que
les parecía como un balbuceo. Los pueblos de América Latina también
fueron tildados de paganos. Para los romanos, los cristianos eran los
paganos. Luego los cristianos asumieron la misma mentalidad y se
refirieron a cualquiera que profesara otra religión como pagano. Y me
parece que esto del racismo no es exclusivo de los europeos o de los
estadounidenses y que es un mecanismo universal. En China hay racismo,
en Bolivia hay mucho racismo y supongo que en Venezuela hay racismo
también.

En cuanto a las diferencias, yo creo que en Asia lo autóctono ha ganado,


que los europeos no pudieron imponerse en los simbólico. Excepto por las
élites, el resto de la población mantuvo sus formas de vida. Se puede decir
que no hubo una colonización profunda y que por esta razón tampoco fue
necesario una descolonización profunda. Los franceses no pudieron
imponerse en lo simbólico en Cambodia, en Laos o en Tailandia. Los
británicos no pudieron imponerse en los simbólico en China. Los
estadounidenses no pudieron imponerse en los simbólico en Vietnam.
África es un caso un poco aparte por esto de la esclavitud. Pienso que esa es
un herida que todavía está abierta. Por otra parte, allí las élites son todavía
muy dependientes de Europa y de Estados Unidos. Y el racismo que allí se
vive, diría yo, es más entre ellos mismo, entre los mismo africanos.

Quiero agregar que la posibilidad de que ocurra una verdadera


descolonización mental está ligada con la toma de conciencia, con un
cambio de perspectiva y de horizonte. Si uno está dentro de un cierto
ámbito y nunca lo ha visto desde fuera, entonces uno puede pensar que su
9

propio mundo es el mejor mundo y el único posible. Por esta razón es tan
importante el diálogo intercultural. Este diálogo le permite a uno percatarse
de sus deficiencias. Se trata de una cierta relativización del propio lugar, de
la propia cultura, de la propia raza y del propio ser.

En su opinión, ¿cuál sería el mayor obstáculo para lograr la


descolonización profunda de América Latina?

Pienso que el mayor obstáculo para lograr la descolonización profunda


son los sistemas neocolonial, neoliberal y capitalista, que nos imponen las
reglas del juego. Para un país, y mucho más para un individuo o un grupo
de personas, no es fácil liberarse de ellos. Primero están las presiones
económicas, que son muy fuertes. Luego están las presiones de orden
simbólico, que son muy importantes. Lo simbólico se transmite a través de
los medios de comunicación masiva —la televisión, la Internet—. Y lo que
valora la televisión, por ejemplo, es gente bien blanca, alta y de ojos azules.
En el campo académico, una publicación en inglés vale mucho más que una
publicación en quechua, en hindú, en farsi o incluso en español. Uno tiene
que saber inglés para hacerse valer y ser reconocido. Pero a pesar de todas
estas presiones, se puede usar las propias estrategias del opresor para
procurar la descolonización profunda. Frantz Fanon, un intelectual oriundo
de Martinica que vivió mucho tiempo en Algeria, escribió en francés en
contra del poder colonial francés, por ejemplo. Hacer uso de la cultura del
opresor para reafirmar la propia identidad y crear espacios libres de
dominación simbólica no significa una traición a la propia cultura. Podemos
usar el idioma del dominador para sublevarnos, para hacernos escuchar.
Podemos hacer musica tradicional con rasgos modernos, por ejemplo.
Podemos hacer reinterpretaciones creativas e innovadoras.
REFERENCIA

https://www.revistaforo.com/2021/0502-02

También podría gustarte