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“Hundimiento de los terrenos y sobreexplotación de los mantos

acuíferos.”

El hundimiento de la tierra se define como el asentamiento gradual o hundimiento


repentino de la superficie de la tierra debido al movimiento subsuperficial de los
materiales de la tierra (Galloway et al., 1999). Además, el hundimiento de la tierra
suele ser cosa con deformación horizontal y la ocurrencia de fallas en el suelo.
Los daños que causan daños significativos. Se cree que el hundimiento de la
tierra.
comenzó a desarrollarse a partir de la era de la Segunda Guerra Mundial debido a
la extracción acelerada de agua, petróleo y gas del subsuelo. Actualmente, la
principal causa de hundimiento de la tierra en el mundo se atribuye a extracción de
agua subterránea, introducida por primera vez por Polonia y Davis (1969). La Guía
para estudios de hundimiento de la tierra debido a agua subterránea Drawal
(Polonia, 1984) recopila varios estudios de casos a lo largo del mundo que
constituye una rica fuente de investigación sobre el tema.
Las regiones afectadas por el hundimiento de la tierra son generalmente extensas,
por ejemplo, uno de los casos más emblemáticos ocurre en el barrio de San
Joaquín, valle donde el hundimiento ha excedido 9 m y el área afectada es
13.500 km (Galloway et al., 1999). En la década de 1990, más de 150 ciudades
con problemas relacionados con el hundimiento (Barends et al., 1995) generando
pérdidas económicas que superaron los US $ 125 millones por año (Nuhfer et al.,
1993). Hoy en día algunas de las ciudades más afectadas por el hundimiento de la
tierra debido a la extracción de agua subterránea son Beijing (Zhu et al., 2015),
Shanghai (Shi et al., 2008), Murcia (Tomás et al., 2010), Bolonia (Modoni et al.,
2013), Tokio (Sato et al., 2006), Las Vegas (Galloway et al., 1999) y Ciudad de
México (Ortiz-Zamora y Ortega-Guerrero, 2010; Sowter et al. 2016).
Las revisiones exhaustivas de la ocurrencia, los mecanismos, las técnicas de
evaluación y enfoques para la evaluación y mitigación de la tierra y el hundimiento
debido a la extracción de agua subterránea han ganado relevancia (Galloway et
al., 2008; Galloway y Burbey, 2011 ; Gambolati et al.,2005 ; Hu et al., 2004 ;
Wang et al., 2018 ; Xu et al., 2008 ).

Los hundimientos de la superficie terrestre pueden ser generados por diversos


procesos, naturales u antrópicos. No obstante, la sobreexplotación de las aguas
subterráneas crece exponencialmente en todos los continentes y en especial en
donde escasean las aguas superficiales, es decir en climas áridos, semiáridos y
mediterráneos. Una reflexión puesta sobre la mesa en este proyecto es la
siguiente: “No existe agricultura sustentable alguna basada en el riego, con
sobreexplotación de los acuíferos”. Un ejemplo de tal uso insostenible de las
valiosas aguas que atesoramos bajo nuestros pies, puede ser el tema de
investigación de “ La escasez de agua subterránea en las regiones semi-áridas del
norte de Chile: el conflicto por la demanda de agua afecta a los ecosistemas de
aguas subterráneas”, también la investigación que nos dice que “El terreno de la
Vega de Granada se hunde hasta un centímetro por año a consecuencia de la
sequía”. En ella, se aplicaban metodologías con vistas a su cuantificación anual a
nivel de centímetros. Estas investigaciones serán explicadas más adelante.

México no es un país que se salva de tales desastres y un claro ejemplo es el de


Aguascalientes en donde se produjeron serios daños económicos, asociados, al
parecer, a una zona de falla (El hundimiento de la tierra y la falla del suelo
asociada a la explotación de aguas subterráneas en el valle de Aguascalientes,
México). Usualmente, las subsidencias no inducen desastres naturales de un día
para otro. Sin embargo, en condiciones concretas y bajo el habitual desinterés de
nuestros gestores, pueden suceder en tragedias locales. En varios estudios se
constaba como la disposición y naturaleza de rocas y regolitos entre el suelo
y el acuífero son de capital importancia a la hora de generar mayores o
menores problemas.

Parece pues, que nuestra insustentable ignorancia ecológica no para de crear


problemas ambientales en cascada, incesantemente, con prisas y sin pausas.
El problema consiste en que, con mucha frecuencia, la demanda creciente
de recursos hídricos con diversos fines, en un mismo territorio, actúan
simultáneamente agravando el problema y vinculándolo de paso con otros
procesos de degradación ambiental como lo es la contaminación ambiental,
que afecta perniciosamente a la vida silvestre y las poblaciones rurales
locales. Al paso que vamos deberemos ir cambiando con celeridad los mapas
topográficos de muchas regiones del mundo, ya que estamos convirtiendo su
superficie en un tobogán de finas “ondulaciones subsistenciales”, debería de
aplicarse técnicas con vistas a estimar también las tasas de erosión/deposición del
suelo alrededor del mundo.

Por otra parte, la frase mencionada en el primer párrafo donde se afirma que
no existe agricultura sustentable alguna basada en el riego, con
sobreexplotación de los acuíferos, nos habla de que en la agricultura
sustentable deben tenerse en cuenta todos los factores, no solo que el
manejo del suelo sea el adecuado bajo las condiciones actuales. Son
muchos los espacios geográficos en los que una agricultura “aparentemente
sostenible”, resulta no serlo, al no considerar otras circunstancias que
actualmente ignoran numerosos investigadores.

 Hoy por hoy, el cultivo bajo riego es necesario para garantizar la soberanía
alimentaria. Ahora bien, al margen de los quebraderos de cabeza que suponen
para los técnicos, evitar que los suelos no se deterioren ni salinicen, debemos
añadir que gran cantidad de ellos son irrigados con aguas procedentes del
subsuelo.  Esto quiere decir que en grandes extensiones los riegos se hacen con
aguas subterráneas, cuya recarga es menor en comparación con la cantidad que
es extraída del acuífero, lo que nos habla claramente de un problema de
sobreexplotación.

Del mismo modo, en territorios dispersos por todo el mundo, el uso de tal agua,
procedente de los acuíferos con objetivos de irrigación, compite con otras
demandas, como pueden ser, por ejemplo, el abastecimiento a una población
creciente y/o urbanización en expansión. En consecuencia, incluso si la gestión de
este recurso pudiera ser en sustentable en sí misma, también lo es que  dejar de
serlo bajo una demanda en constante aumento que exigen o reclaman otras
actividades socioeconómicas. Por lo que la ONU dijo lo siguiente: “Nuestros
resultados sugieren que, para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS) de las Naciones Unidas, lo que se necesita son políticas que aborden
simultáneamente los elementos socioeconómicos y ecológicos del problema.”.

Dicho de otro modo, cuando se llevan a cabo políticas agrarias que buscan
la sustentabilidad, deben tenerse en cuenta tanto la productividad vegetal, la
no degradación del suelo, el mantenimiento de la cantidad/calidad de las
aguas subterráneas, incluida su potencial contaminación con
pesticidas/herbicidas, así como otros usos y proyecciones de futuro del
recurso explotado, es decir los acuíferos. Pero aquí no termina el problema.

En muchos países, incluso con una adecuada planificación y legislación,


lamentablemente se incrementa ilegalmente el número de pozos de extracción por
campesinos poco honestos, echando al traste todas las buenas intenciones
precedentes. Este es el caso, por ejemplo, de España. Con harta frecuencia los
políticos y legisladores vuelven la vista hacia otro lado, ante estas ilegalidades, por
lo que también debieran entrar en el grupo de los responsables.  Así pues, se
necesita también mejorar la cultura ciudadana (evitar tal fraude ambiental), así
como sostener una férrea monitorización por los técnicos a los que les
corresponde velar de tal competencia, y las propias comunidades de regantes,
que si cumplen la ley, a la hora de evitar este tipo de atropellos, que a la postre
generará daño al conjunto de toda la comunidad.

En algunos países, como Israel, se propicia la recarga artificial de acuíferos,


cuando los embalses o caudales fluviales rebosan tras lluvias torrenciales,
realizando las obras de ingeniería oportunas.  Estas iniciativas, ayudan a mitigar,
en mayor o menor medida, la sobreexplotación de los acuíferos. Se trata de un
procedimiento poco explorado y quizás excesivamente costoso para ponerlo en
práctica en numerosos por otros países.
Además, una consecuencia de esto es la subsidencia de la tierra la cual es
es un asentamiento gradual o hundimiento repentino de la superficie de la
Tierra debido al movimiento subsuperficial de los materiales de la tierra. La
subsidencia es un problema global y, en los Estados Unidos, más de 17,000
millas cuadradas en 45 estados, un área aproximadamente del tamaño de
New Hampshire y Vermont combinadas, se han visto directamente afectadas
por la subsidencia.

Las causas principales son la compactación del sistema acuífero, drenaje de


suelos orgánicos, minería subterránea, hidrocompactación, compactación
natural, sumideros y descongelamiento del permafrost. Más del 80 por ciento
de la subsidencia identificada en la Nación es consecuencia de nuestra
explotación del agua subterránea, y el creciente desarrollo de los recursos
de tierra y agua amenaza con exacerbar los problemas existentes de
subsidencia de la tierra e iniciar nuevos. En muchas áreas del suroeste
árido, y en áreas más húmedas sustentadas por rocas solubles como la
piedra caliza, el yeso o la sal, la subsidencia de la tierra es una consecuencia
ambiental a menudo pasada por alto de nuestras prácticas de uso de tierra y
agua.

Algunas investigaciones aledañas nos demuestran la intensidad del problema con


el que estamos tratando. A continuación, se muestran algunas de ellas:

El hundimiento de la tierra por la sobreexplotación de aguas


subterráneas de los acuíferos en los valles tectónicos de México
Central

La Subsidencia Diferencial Controlada Estructuralmente (SCDS) es el hundimiento


gradual del suelo, caracterizado por el desarrollo de una banda de daños,
discontinuidades y colapsos del terreno, alineados de acuerdo con el impacto de
una estructura geológica controladora. SCDS se ha informado desde la década de
1980 en varias ciudades asentadas en valles tectónicos en el centro de México. Si
bien la extracción de agua subterránea es el principal desencadenante, los
esfuerzos de investigación recientes también señalan un componente tectónico
como una fuerza motriz. La monitorización y cuantificación de SCDS se ha
realizado a través de una variedad de técnicas, como la extensometría, el GPS y
el InSAR. Además, los peligros asociados que ponen en peligro a la población son
las inundaciones, la contaminación de los acuíferos, el agrietamiento y el colapso
de viviendas. 

Recuperado de:
https://www.researchgate.net/publication/327840046_Land_subsidence_by_groun
dwater_over-
exploitation_from_aquifers_in_tectonic_valleys_of_Central_Mexico_A_review

El origen de las fallas superficiales en el Valle de Aguascalientes,


México.

Se han observado fallas en la superficie en el valle de Aguascalientes desde


principios de los años ochenta. Sin embargo, el bombeo de agua subterránea
comenzó a principios de la década de 1950 pero se intensificó hasta finales de la
década de 1970, cuando aparecieron muchas de las fallas de la superficie. Por
esta razón, la deformación de la superficie (fallas de la superficie y hundimiento de
la tierra) se ha asociado a la extracción de agua subterránea. Las observaciones
recientes, sin embargo, sugieren que algunas de estas discontinuidades de la
superficie son el resultado de tensiones geológicas naturales en lugar de la
disminución de las aguas subterráneas asociadas, al menos en su
origen. Geológicamente, este valle es un graben tectónico flanqueado por dos
fallas normales de tendencia de norte a sur, y se ha detectado sismicidad de baja
intensidad en el valle que evidencia que el área de estudio es sísmicamente
activa. En este trabajo, presentamos y discutimos evidencias que muestran
discontinuidades tectónicas en la superficie o a poca profundidad.

Recuperado de:
https://www.researchgate.net/publication/251875457_Land_subsidence_and_grou
nd_failure_associated_to_groundwater_exploitation_in_the_Aguascalientes_Valley
_Mexico

El riego sostenible puede dañar otros objetivos de desarrollo.


Washington DC (SPX) Oct 10, 2017

“Perseguir un riego sostenible sin mejoras significativas en la eficiencia del riego


podría acarrear un impacto negativo en los objetivos ambientales y de desarrollo
en muchas áreas del mundo, según un nuevo estudio. La sobreexplotación de
aguas subterráneas para el riego de cultivos es una de las principales causas del
agotamiento de este recurso en regiones como México, el noreste de China, el
norte de África, Medio Oriente y el medio oeste, sur y oeste de EE. UU.”

La investigación, realizada por la Universidad de Purdue y la Universidad de New


Hampshire, examinó cómo el uso del agua a nivel local se encuentra determinada
por efectos a gran escala, como el cambio de población, la riqueza, el clima y la
tecnología. El articulo ha sido publicado en la revista Environmental Research
Letters. El autor principal, el Dr. Jing Liu, de la Universidad de Purdue, comentó:
“Nuestros hallazgos muestran que la búsqueda de un riego sostenible -que apunta
a la seguridad del agua en el futuro- no puede hacerse aisladamente. Es
importante considerar su interacción con otros objetivos de desarrollo sostenible.”

“De hecho, sin importantes mejoras simultáneas en la productividad del agua de


riego, podría causar un aumento en los precios de los alimentos y una expansión
adicional de las tierras de cultivo. Nuestro modelo muestra que tal hecho
conduciría a la desnutrición adicional de otras 800 mil personas, así como a emitir
0.87 giga toneladas adicionales de carbono a las ya generadas. “.

“También es crucial distinguir entre el riego sostenible y la conservación general


de la tierra irrigada. Para garantizar la seguridad alimentaria, se debe alentar el
riego donde y cuando sea ambientalmente sostenible, por lo que la clave estriba
en mejorar la asignación espacial y temporal del agua utilizada para irrigación.“
Recuperado de:
http://www.seeddaily.com/reports/Sustainable_irrigation_may_harm_other_develop
ment_goals_999.html

WaterCloud, Teledetección e IA para racionalizar el uso del agua


en regiones áridas

EOS; c02 Octubre 2017

Watercloud es un servicio de software basado en la nube que automatiza la


clasificación de la cobertura de la Tierra haciendo uso de la Inteligencia Artificial
(IA) para crear un modelo de consumo de agua objetivo, lo que permite por
ejemplo calcular las tarifas de agua escalonadas.

En los últimos años, muchas zonas del mundo sufren periodos de sequía de
intensidad variable, que afecta no solo a la agricultura (y a los ingresos de las
personas que viven del campo) sino también a la vida en las ciudades, afectando
al abastecimiento de agua. En situaciones extremas y en algunas zonas del
planeta puede causar la emigración de personas e incluso causar hambrunas y
muertes.

Sin llegar a esos extremos, el ahorro de agua es un tema delicado que origina
múltiples problemas en ciudades y zonas densamente pobladas.

Cuando los modelos de predicción climática indican una tendencia al incremento


de estos fenómenos, se hace evidente la necesidad de buscar soluciones. Aunque
los impactos de las sequías dependen de la capacidad de las comunidades para
enfrentar el fenómeno, en función de las condiciones socioeconómicas,
productivas y de calidad de los recursos de las poblaciones, la primera solución
que se suele plantear de manera inmediata es el hacer un uso racional del agua.

Identificando las necesidades de agua en una región

Actualmente se puede calcular las necesidades de agua en las distintas regiones


utilizando datos obtenidos por teledetección, predicciones meteorológicas y datos
históricos de consumo, que permiten estimar y planificar el uso de los recursos
hídricos.

En este proceso, el factor humano no solo afecta a la precisión de los datos, sino
que también origina desconfianza entre la población y los posteriores procesos
legales. Por ejemplo, el ojo humano no siempre reconoce dónde están las
piscinas, la vegetación y los caminos usando fotografías del territorio. Asimismo,
los inspectores de gestión hídrica no pueden obtener dicha información sin violar
los derechos de propiedad privada (sin invadir propiedades privadas para efectuar
las mediciones). Esta estrategia es sumamente inexacta y es injusta con los
consumidores con un flujo elevado debido a la evaporación de agua en grandes
áreas de cultivo.

La compañía con sede en California EOS (EEUU.) ha desarrollado la tecnología


más reciente. El servicio WaterCloud, en colaboración con Google Maps y los
distritos hídricos de California (EEUU), utiliza imágenes de alta resolución para
clasificar automáticamente el terreno y separar la información de las áreas de
follaje de plantas y piscinas de tejados, caminos y edificios, y la comprara con los
datos de evaporación o uso de agua para un determinado tipo de planta. A
continuación, el flujo estimado se compara con los contadores, lo que permite
identificar a los consumidores que despilfarran agua y marcar sus zonas en el
mapa del distrito, por ejemplo, en rojo.

Tal variedad de información gráfica y estadística se puede procesar para calcular y


analizar la superficie total de cada tipo de superficie a escala de todo el distrito. El
consumo de agua se calcula utilizando la metodología aprobada por el
Departamento de Recursos Hídricos de California. El consumo de agua diario para
uso interior per cápita es de 0,25 metros cúbicos. Para efectuar los cálculos,
WaterCloud utiliza los datos s iniciales del distrito hídrico: APN (Assessor’s parcel
number) o ID único de parcela; dirección postal, (calle, ciudad/estado, código ZIP),
número de residentes registrados; datos del contador en galones; el tamaño del
terreno en pies cuadrados, etc.
Para evaluar el uso exterior, el mapa de datos importados se realiza mediante
APN; el consumo total de agua en el edificio, etc.

La compañía EOS puede resolver, usando la tecnología WaterCloud, numerosos


problemas relacionados con el desbordamiento de agua en los distritos hídricos de
California (Santa Rosa, Marine Water e East Bay). Al evaluar comparativamente la
precisión de la clasificación automática de edificios, vegetación y objetos hídricos
utilizando imágenes aéreas multiespectrales y redes neuronales, el valor medio de
la precisión de las pruebas es del 92,47%.

Recuperado de: http://www.nosolosig.com/articulos/926-watercloud-teledeteccion-


e-ia-para-racionalizar-el-uso-del-agua-en-regiones-aridas

El terreno de la Vega de Granada se hunde hasta un centímetro


por año a consecuencia de la sequía

Tres satélites espaciales han monitorizado las variaciones del terreno de la


Vega desde el año 2003, dentro de un estudio de la Universidad de
Granada (UGR) y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME). También se
ha analizado la explotación del acuífero de la Vega durante los últimos 13 años,
que fue explotado con mayor intensidad a lo largo de periodos secos en la zona
de Armilla, Atarfe, Chauchina y Santa Fe.

La Universidad de Granada y el Instituto Geológico y Minero de España han


demostrado, gracias a un análisis de las variaciones del terreno (hundimientos y
elevaciones), que la Vega de Granada se hunde hasta un centímetro al año
durante periodos secos. Para ello, han procesado las imágenes de radar
obtenidas desde 2003 por tres satélites espaciales diferentes, logrando así una
precisión milimétrica en el estudio.

En paralelo, se ha llevado a cabo un seguimiento de la explotación del acuífero de


la Vega de Granada durante los últimos 13 años, conociendo dónde se han
producido los mayores focos de aprovechamiento, según los descensos o subidas
del nivel freático en el acuífero. Adicionalmente, el estudio incluye un
reconocimiento geológico del terreno mediante la interpretación de sondeos
ejecutados en la Vega de Granada desde la década de los 70.

Los resultados ponen de manifiesto que durante el periodo seco 2003-2009, el


acuífero fue explotado con mayor intensidad en la zona de Armilla, Atarfe,
Chauchina y Santa Fe, lo que generó hundimientos del terreno de hasta un
centímetro al año en zonas localizadas al norte de Chauchina, el núcleo urbano de
Santa Fe, el este de Vegas del Genil, así como en Atarfe y el sur de
Maracena. Curiosamente, estas áreas coinciden con una mayor presencia de
arcillas en el subsuelo, que se compactan durante las bajadas del nivel del
acuífero.

En el periodo más lluvioso, entre los años 2011-2014, los focos de hundimiento del
terreno desaparecen, aunque se detectan hundimientos importantes, de casi 13
milímetros al año, en el entorno del aeropuerto y en el núcleo urbano de
Cijuela, debido a obras que conllevaron movimientos de tierra en ambas zonas. En
los últimos años (2015-2016) tan solo se detectan pequeños núcleos de
hundimiento al noreste de Maracena, aunque su origen es desconocido.

El director del departamento de Geodinámica de la UGR, José Miguel Azañón, y


Rosa María Mateos, de la Unidad de Granada del Instituto Geológico y Minero de
España, son los responsables de esta investigación, de la que se ha hecho eco
larevista Journal of Hydrology. Azañón y Mateos apuntanque los datos obtenidos
“no son nada alarmantes, y no implican riesgo alguno por el momento; sí son de
enorme interés para una gestión adecuada del acuífero, especialmente durante los
periodos de sequía, como en el que nos encontramos en la actualidad”.

“En zonas muy vulnerables, con elevado contenido en arcillas, bajadas de tan solo
un par de metros del nivel freático podrían generar hundimientos del terreno que,
de acumularse, pueden suponer subsidencias de varios centímetros a la década y
representar un peligro a largo plazo para los núcleos urbanos asentados  en la
Vega de Granada”, señalan los investigadores.
Azañón y Mateos destacan cómo se han detectado grietas en calles y aceras del
municipio de Otura a causa de este fenómeno. “El verdadero riesgo lo producen
las deformaciones diferenciales, es decir, el hecho de que se generen
hundimientos en determinadas calles o zonas y no en otras anexas. Sin embargo,
la mayor parte de las deformaciones detectadas resultan menos peligrosas al
producirse de forma conjunta“.

Recuperado de: http://www.madrimasd.org/notiweb/noticias/terreno-vega-granada-


se-hunde-hasta-un-centimetro-por-ano-consecuencia-sequia

Referencias bibliográficas:

Mateos, R.M., Ezquerro, P., Luque-Espinar, J.A., Béjar-Pizarro, M., Notti, D.,
Azañón, J.M., Montserrat, O., Herrera, G., Fernández-Chacón, F., Peinado, T.,
Galve, J.P., Pérez-Peña, V., Fernández-Merodo, J.A., Jiménez, J. 2017. Multiband
PSInSAR and long-period monitoring of land subsidence in a strategic detrital
aquifer (Vega de Granada, SE Spain): An approach to support management
decisions. Journal of Hydrology, 553, pp. 71-87. DOI:
10.1016/j.jhydrol.2017.07.056

Notti, D., Mateos, R.M., Monserrat, O., Devanthéry, N., Peinado, T., Roldán, F.J.,
Fernández-Chacón, F., Galve, J.P., Lamas, F., Azañón, J.M. 2016. Lithological
control of land subsidence induced by groundwater withdrawal in new urban
AREAS (Granada Basin, SE Spain). Multiband DInSAR monitoring. Hydrological
Processes, 30 (13), pp. 2317-2331. DOI: 10.1002/hyp.10793

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