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Facultad de Psicología
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Catalina Velandia Alarcón
04 de noviembre de 2020
CASO C
Datos de identificación:
Nombre: J
Edad: 11
Género: Femenino.
Estrato socioeconómico: Medio.
Nivel de escolaridad-Ocupación: Estudiante de séptimo de bachillerato.
Motivo de consulta:
Padres: “estamos preocupados dado que la niña dice que se quiere morir, lleva al parecer dos
meses cortándose la parte superior de las piernas, ella siempre ha sido irritable”
J: “me siento sola, me corté para tratar que los problemas ya no estuvieran”
La consultante presenta activaciones frente a las situaciones en las que siente que tiene poco
o nulo control, especialmente las que están relacionadas con la interacción con sus padres
(conversaciones, reuniones, salidas familiares), responde de las siguiente forma:
Estrategia de evaluación.
A B C FUNCIÓN
problemas ya no
Respiración
estuvieran”
agitada
pues no me voy a
dejar”
J en la calle. agitada
Hipótesis de adquisición.
Predisponentes:
● Conductas de agresión verbal y maltrato psicológico entre los padres. Según varias
investigaciones revisadas por Porras en 2020 se encontró que la violencia familiar, en
este caso presentada de una forma no física se encuentra relacionada con presentación
de las conductas de autolesión, las cuales se pueden presentar en diferentes niveles
(experimental, media y ansiosa), así que, se puede decir que a mayor violencia
familiar, mayor predisposición se puede presentar a cualquiera de los tipos de
autolesión especificados anteriormente (Porras, 2020)
● Factores biológicos; se identificó que “J” suele ser más sensible ante ciertos estímulos
en comparación con otras personas, desencadenando varias respuestas intensas como:
irritabilidad, llanto, como en el caso de ver un perro callejero e incluso haber llegado
al punto de empujar a una de sus compañeras al estar en desacuerdo por las burlas que
dicha compañera le proporcionó (situaciones ante las que una persona con
sensibilidad promedio no reaccionaria o respondería de manera diferente). Esto se
relaciona con el constructo de “Sensibilidad emocional” la cual se define como gran
disposición de los sujetos a percibir las emociones negativas de manera intensa frente
a los diferentes estímulos presentados por el ambiente (Guarino, 2005).
Precipitante: La consultante refiere que en tercero de primaria su mejor amiga con quien
estuvo desde preescolar se fue para otra ciudad mencionando lo siguiente: “por eso es que
uno se va sintiendo solo, es por eso que lo mejor sería ya no estar aquí”.
Se considera esta situación como precipitante, ya que se plantea como un “Duelo” que vivió
“J” en ese entonces, por la pérdida de su mejor amiga. El duelo es el rechazo natural de las
personas frente a la pérdida, ya sea: una persona, animal, objeto o situación significativa.
Durante el desarrollo de este se verán afectados factores físicos, psicológicos y sociales en
gran magnitud, con una duración en términos temporales, que se relaciona directamente con
la persona afectada y el significado de lo que se ha perdido. Esto puede llevar a que la
persona reaccione de manera emocional y comportamental, demostrando sufrimiento ante la
ruptura de dicho vínculo afectivo; se considera que “J” desarrollo conductas auto-lesivas,
irritabilidad, bajo estado de ánimo, llanto excesivo, etc., en torno a la ruptura de esta relación
significativa en conjunto con los factores predisponentes ya mencionados (Ávila y Pachar,
2016).
Hipótesis de mantenimiento.
Teniendo en cuenta la información anterior es posible afirmar, que en algunos casos, las
conductas identificadas como “problema” son mantenidas por un refuerzo positivo, que hace
referencia a la obtención de estímulos agradables para la persona. De tal manera que los
reforzadores tienen la función de hacer más fuerte o mantener en el tiempo la conducta
antecedente a estos (Acosta, 2009)
Según lo anterior, en el caso de “J”, se podría decir que un mantenedor para conductas como:
cortarse, llanto excesivo, irritabilidad, etc., es la atención que obtiene de parte de sus padres,
puesto que estos permanecen ausentes, dejando en constante desatención a “J” frente a sus
necesidades, estableciendo como prioridades actividades relacionadas con su parte laboral,
entre otras.
La afirmación anterior evidencia cómo “J” se apoya en sus pares del contexto escolar, es por
esto que se plantea que una de las hipótesis mantenedoras de las conductas de la consultante
son factores psicosociales, relacionados con el modelado o imitación de la conducta auto-
lesiva, ya que se ha demostrado que muchas de las personas que realizan esta conducta, lo
hacen por imitación de sus relaciones significativas (Ibáñez et al, 2012).
Objetivos de la intervención.
1. Objetivo principal:
● Reducir al máximo las conductas autolesivas y pensamientos suicidas frente a
situaciones que generen estrés o algún tipo de inestabilidad emocional.
2. Objetivos específicos:
● Disminuir frecuencia de las conductas (autolesiones, llanto e irritabilidad) en
función de obtener atención por parte de sus padres.
● Entrenamiento en habilidades para discriminar las conductas que se deben o
no replicar.
El apoyo social se refiere a cualquier tipo de conductas que se dan entre las personas, como
puede ser el escuchar, demostrar cariño, guiar, expresar aceptación, entre otros. En este caso
enfocados principalmente en el apoyo emocional, ya que, es el que permitirá que la
consultante se sienta querida, amada, respetada, generando así sentimientos de seguridad.
Recibiendo por parte de sus padres y/o pares demostraciones de amor, cariño, afecto,
simpatía, pertenencia a grupos y estima; ya que, se ha demostrado que este tipo de actividad
contribuye significativamente a mantener una expectativa alta respecto a la calidad y
esperanza de vida, evitando pensamientos como “Me quiero morir” (Ibáñez, 2009)
Instrucciones:
2. Psico-educar a los padres frente a la actividad “apóyame”, para que la realicen ellos y
así mismo que brinden las instrucciones a la institución estudiantil donde recurre la
consultante para que sus compañeros y compañeras más cercanas puedan darle
continuidad a la actividad, manteniendo todo esto que es por el “bien” de la
consultante.
Según Tudela Torras, M., & Abad Más, L. (2019) esta terapia se puede aplicar en casos como
el que mencionamos durante el documento, puesto que este tiene una función de conseguir lo
que se desea (en este caso atención de sus padres); y por tal motivo un método que se
considera adecuado que hace parte de esta técnica, es el de sustituir la conducta problema
(cortarse) por una que se considere más adecuada (verbalizar necesidades). Por otro lado se
aborda la problemática al anticiparse ante situaciones o estímulos que pueden ser estresantes
para la consultante, que a su vez desencadenan dicha conducta.
Procedimiento:
- También se menciona a los padres que algunos de los estresores que posiblemente
desencadenan la conducta problema por parte de la consultante es evidenciar las
discusiones que hay entre ellos, guiándolos a buscar un dialogo pacífico y espacios
adecuados.
a). En primera instancia el terapeuta hará el papel de hijo, mientras el consultante hará
el papel de padre y de esta manera se pueda evidenciar o ejemplificar las situaciones a
las que se ven enfrentados sus padres cuando ella ejecuta determinadas conductas en
función de atención y a su vez que el consultante pueda manifestar también como le
gustaría que fuera el comportamiento de sus padres.
b). En segundo lugar el terapeuta desempeña el papel de padres y el consultante de
hijo y de esta manera poder trabajar en la aplicación de conductas verbales que el
consultante puede usar para obtener atención de los padres como por ejemplo:
“necesito ayuda”, “¿puedo hablar con ustedes?”, “no me siento bien”, “necesito un
abrazo”, entre otras.
Referencias:
Avila Samaniego, M. E., & Pachar Pesántez, M. C. (2016). Relación entre conductas
autolesivas, ansiedad y depresión en adolescentes, una guía enfocada desde el
modelo cognitivo conductual (Bachelor's thesis, Universidad del Azuay).
Ibáñez, Á. F., Costa, M. V., del Real Peña, A., & del Castillo, C. S. (2012). Conducta
autolesiva en adolescentes: prevalencia, factores de riesgo y tratamiento. Cuadernos
de Medicina psicosomática y psiquiatría de enlace, (103), 5.
Ibáñez, E. (2009). Beneficio del apoyo psicosocial a la calidad de vida de niños y niñas
enfermos de cáncer: una revisión sistemática cualitativa. Revista colombiana de
enfermería, 4, 125-145.
Tudela Torras, M., & Abad Más, L. (2019). Reducción de las conductas autolesivas y
autoestimulatorias disfuncionales en los trastornos del espectro del autismo a través de la
terapia ocupacional. Medicina (Buenos Aires), 79.
Porras, C. A. (2020). Violencia familiar y autolesión en adolescentes de dos instituciones
educativas del distrito de Comas. Universidad César Vallejo; Perú.