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Texto: Lucas.

14:28-33
Tema: Plan Estratégico para su Matrimonio

Introd: Si usted está familiarizado con el concepto de plan estratégico podría estar
pensando:“¿qué tiene que ver esto con mi matrimonio?, ¡eso es para el trabajo!” Si
usted no conoce el concepto, permítame resumirlo así. El plan estratégico es un
documento que se elabora con el fin de:

1. No olvidar los objetivos que nos planteamos al iniciar un proyecto.


2. Evaluar cómo lo hemos estado haciendo.
3. Hacer planes a corto, mediano y largo plazo.
4. Crear estrategias para alcanzar esos planes.

Al entender el matrimonio como un proyecto a largo plazo, podríamos ver el plan


estratégico como una herramienta súper útil para alcanzar lo que nos hemos
propuesto como cónyuges.

Cuando mi esposo y yo decidimos casarnos, él me enseñó algo muy valioso con esta
pregunta: “¿cómo te ves, y cómo nos ves en 5, 10 o 20 años?”. Esto nos da objetivos
claros en los que debemos concentrarnos, metas y sueños claros por los que
trabajar y, objetivamente, nos permite saber si vamos hacia allá o nos hemos
desviado.

Cuando ustedes se casaron hicieron votos; algunos repitieron los clásicos, otros
decidieron crearlos por sí mismos. ¿Los recuerdan? Iban probablemente en esta
línea: estar juntos hasta que la muerte nos separe sin importar las condiciones
externas que tengamos que enfrentar. Algunos prometieron algo más, como
cocinarle todas las noches, lavarle el uniforme de fútbol, acompañarle de compras
sin quejarse, etc. Tal vez ustedes al inicio del matrimonio o incluso antes de casarse
tomaron tiempo para pensar en una estrategia, algunos otros probablemente
pensaron que no era necesario.

En el camino del matrimonio es fácil olvidar lo que prometimos si no lo tenemos


claro, idealmente por escrito, pues las ocupaciones y las condiciones de vida
podrían hacer que nos ocupemos de lo urgente y olvidar lo importante.

Si hoy usted piensa que está lejos de lo que pensó que sería su matrimonio a los
5,19 o 35 años de casados, le tengo una buena noticia: ¡puede hacer hoy su plan
estratégico para alcanzar el matrimonio que sueña! Nunca es tarde para empezar a
trabajar, ni para soñar con el matrimonio que quiere tener.  No se desanime,
recuerde lo que nos dice Jeremías 29:11 “Porque yo sé muy bien los planes que
tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a
fin de darles un futuro y una esperanza.”

En el Señor podemos soñar en grandes planes para nuestro matrimonio, pues Él es


el más interesado en que tengamos matrimonios plenos, vidas plenas y con
bienestar, no llenas de calamidades. 
¿Cómo empiezo a construir mi Plan
Estratégico?
1.  Sueñen juntos cómo quieren que sea su matrimonio. Tal vez cambie de
alguna forma lo que soñaron cuando se iban a casar y está bien: ahora se
conocen más y han tenido experiencia en la aventura del matrimonio. Una
inversión económica como una casa o un viaje, una pareja conectada
emocionalmente y que se conocen íntimamente como pocas, una pareja que
encuentra siempre motivos para divertirse y agradecer, un pasatiempo
compartido que siempre han querido hacer, una relación sólida a prueba de
cualquier tempestad. ¡Sueñe en grande! Mi esposo y yo soñamos con llegar
fuertes y sanos a nuestra edad de carnet de oro, soñamos con viajar a visitar
a nuestros hijos donde quiera que estudien o trabajen, compartir sus logros
académicos y estar con ellos cuando vengan los nietos. Queremos trabajar
por los matrimonios y las familias hasta que el Señor así lo decida,
aprovechando cada día que pasemos juntos.
2. Evalúen el desempeño que han tenido en los últimos 6 meses, 1 año, 10
años. ¿Somos consecuentes con nuestra forma de vivir y los planes que un
día nos propusimos? ¿Está siendo usted la esposa cariñosa, paciente y
divertida que pensó que iba a ser? ¿Es usted el esposo trabajador, atento y
comprometido que pensó que iba llegar a ser? Sean honestos y hagan
introspección: ¿en qué cosas se han equivocado, en qué han fallado? ¿Qué
han hecho bien? Hágalo de forma personal, no se trata de ver las fallas en su
cónyuge. Para hacer más fácil la evaluación tome como puntos de referencia
estas grandes áreas: Comunicación, Sexualidad, Finanzas, Vida Cotidiana.
Mi esposo y yo hemos tenido que hacer nuestros altos en el camino y
reconocer que estamos haciendo mal las cosas. Esto me llevó a entender en
su momento que no era buena para manejar las finanzas por despistada y
tuve que mejorar. Tuvimos que reconocer que nos habíamos hecho daño y
que nos estábamos alejando para volver a caminar de la mano.
3. Propóngase metas a corto, mediano y largo plazo: por ejemplo mejorar la
conexión emocional con mi esposo, mejorar la vida devocional, mejorar la
salud, mejorar la comunicación, arreglar las finanzas, tener una vida
cotidiana más placentera y menos estresada, etc.
4. Haga planes específicos para alcanzar cada meta: orar juntos todas las
noches, hacer un devocional juntos 4 veces por semana; salir a caminar
juntos 5 veces por semana, buscar juntos una nutricionista, vigilar juntos la
alimentación; buscar consejo profesional para manejar las finanzas, repartir
mejor las responsabilidades; repartir de manera equitativa  las tareas de la
casa, sonreír más, ser más paciente y bondadosa cuando hablo en casa;
conversar de lo que nos gusta y lo que no en la vida sexual, buscar ayuda
profesional, romper la rutina en la cama, etc.

Recuerde que la vida matrimonial requiere de un esfuerzo intencionado: Los


grandes matrimonios no son casualidad. Implica tomar decisiones todos los días
para hacer placentero el viaje, requiere esfuerzo para alcanzar las metas que nos
hemos propuesto. Pero la recompensa vale la pena: Años de compañerismo,
creciendo juntos, riendo juntos, con mil historias que contar valen la pena.

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