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APTITUDES PERSONALES
Y PROFESIONALES DEL
PERSONAL DE COCINA.
José Martí, Héroe Nacional
de Cuba,: entre sus sabios y
variados pensamientos expresó
Hay algo de más valor que la
estimación de los demás: la
estimación propia.
Se reconoce como autoestima a
la cualidad que posee todo
individuo de reconocer sus
capacidades y de cómo es
capaz de convertir este atributo
en su mayor arma ante su vida
profesional y personal, es por
lo que la autoestima, resulta tan
necesaria para dar a una
profesión el sabor peculiar de
la dignificación del trabajo,
cualquiera que este sea.
En la Profesión de la Cocina,
existen aptitudes profesionales
y personales, que unidas a otras
virtudes hacen del cocinero, o
de todo aquel que trabaje en la
elaboración de los alimentos,
una inevitable tarea del diario
quehacer y un ejemplo de
misión estas cualidades.
Si las aptitudes físicas, como:
 Buena salud.
Que garantiza por conciencia
propia y por determinacion
medica no poseer alguna
enfermedade transmisible, la
resistencia para soportar el
cansancio, asi como los largos
períodos de pie, el
desplazamiento tan continuo y
necesario dentro del área, la
carga pesada y otras.
 Higiene.
Tanto la personal, con el aseo
corporal, el frecuente lavado de
las manos de forma profesional
y consciente, el usar
correctamente el uniforme
como medio de protección, no
usar colgantes, anillos y demás,
evitar las colonias y perfumes
en horas de trabajo y tantas
más que unidas a la higiene del
puesto de trabajo, donde al
vincular el orden con la
limpieza y ver a estas como un
solo eslabón, constituyen la
preservación de la salud
evitando contaminaciones
peligrosas o como llamamos
hoy en dia marcha adelante, de
la mas sucio a lo mas limpio.
 Las habilidades manuales
Estas son ineludibles en el
personal de la cocina, al
manejar los utensilios y

herramientas con rapidez pero
con extremo cuidado,
conociendo debidamente los
equipos y su uso adecuado,
tanto antes como después de
utilizados, así como el cuidado
del ambiente que nos rodea,
tomando las medidas de
precaución individuales y para
el colectivo.
Son también importantes las
Aptitudes Profesionales, que
sin ellas no se demuestra estar
capacitado para la labor
 El Orden.
Dice el refrán que... cada cosa
en su lugar y un lugar para
cada cosa.
Confirmado está que el orden
es eficiencia y la eficiencia
productividad en menor
tiempo.
Una mesa en plaza, con los
requisitos indispensables, deja
ver la profesionalidad y la
sabiduría de quien la prepara,
es la antesala de un seguro
resultado satisfactorio. En un
orden comparativo es la mesa
de un cirujano que debe saber
en que lugar encontrar lo
necesario para lograr su
operación .
En muchas ocasiones lo que
hace falta no es más tiempo
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sino una correcta y eficaz
planificación, el saber
diferenciar entre lo urgente y lo
importante
 La Auto-disciplina.
Es una aptitud profesional
indispensable, siempre y
cuando sea consciente y se
organice en función de la
actividad, constituye un
triunfo, sin patrón que
determine a esta, sino con
reflexión de qué se hace y el
por qué se hace.
La responsabilidad, de no
actuar como un medio más, por
la presión que se ejerce sobre
nosotros.
El mantenernos en nuestro
puesto de trabajo, saber
responder adecuadamente a la
pregunta del colega, sin
discutir y siempre con el
razonamiento en la mano,
sabiendo reprender al
subordinado, subsanar errores,
evitar discusiones acaloradas y
ver el compañerismo bien lejos
de la complicidad, todo ello es
muestra de resistencia para lo
mal hecho que pueda ocurrir.
Ante lo mal hecho la mejor
respuesta es como haberlo
evitado y como subsanar el
error

 Conocimiento de la
Materia.
Es necesario tener bien
concebido el respeto por las
normas técnicas y las recetas
clásicas, aunque adicionemos a
las mismas la estilización así
como el mejor uso en su
elaboración considerando la
correcta nutrición y la variedad
del menú.
Saber como utilizar un
alimento, su conservación, el
cuidado de la adecuada
temperatura para cada
momento, las nuevas
tendencias en la nutrición son
de suma importancia para el
conocimiento técnico.
 Avidez de superación.
Siempre hay espacio para
aprender de un colega, lo
simple o lo complejo, y deber
del que sabe, dar a la luz sus
conocimientos.
En ocasiones nos sorprende
ilustrarnos de aquel que
pensábamos no sabía lo
suficiente como para ofrecer
conocimientos.
La mejor forma de asimilar, sin
dudas, es la práctica pero no
por ello debemos obviar o
alejarnos de la buena literatura
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y de los últimos
acontecimientos de los avances
científico-técnico.
Sabe más el que siempre trata
de saber más y aquel que no se
avergüenza de preguntar, como
si aún estuviera en la etapa de
la niñez.
Mientras mas se sabe , mas
falta pro conocer.
 Orientación social y
colectiva.
Los intereses individuales y
colectivos tienen que marchar
paralelamente, no se pueden
desmembrar porque
constituyen algo indisoluble.
Uno necesita del respeto del
otro para poder actuar y como
resultado de esta actuación
conocer por todos, qué, cómo y
cuándo hacer la acción. Se
dice que para que el trabajo
fluya con resultado superior, es
fundamental, la faena en
colectivo, bajo un liderazgo
reconocido.
 Amor a la Profesión.
Reconocido como la autoridad
real.
Sin amor no existen resultados
positivos en la tarea por simple
o compleja que sea. Se puede
con amor desarrollar durante
horas la labor encomendada y
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enfrentar sorpresivas profesional y personal sino el

problemáticas, que siempre el
resultado, por pequeño o
gigante que sea, se le confiere
belleza material y espiritual.
El amor se expresa cuando
somos honrados con nosotros
mismos, con el colectivo y con
el lugar donde laboramos;
cuando la voluntad permite
hacer más con menos y
crecernos ante las dificultades
con la ayuda de la creatividad;
con esa constancia donde no se
ven dificultades, sino
optimismo; cuando
autoridad es sinónimo de
ejemplaridad y sabiduría.
de todos sus colegas, dejando
así, en el camino de la diaria
faena, el adorno preciado de la
ética gastronómica.
Tomemos toda esta teoría y
llevémosla a la práctica, pero
es fundamental, el
reconocimiento de que la
autoestima está en el lugar
correspondiente, sin herir a los
demás, ni olvidar la
importancia de la autoestima.
la

Recordemos que en una

ocupación como la nuestra,
donde no se admiten errores ni
olvidos, donde se exige
voluntad y persistencia,
compañerismo, austeridad y
flexibilidad y amor a la
profesión, elementos
substanciales que confieren el
éxito del trabajo, siempre que
todos estén concatenados.
Un verdadero profesional
culinario, orgulloso de su
profesión y de la importancia
de la labor para la humanidad
no solo cuida de su prestigio