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The Bible Jesus Interpreted: Seeing Jesus in the Old Testament

Título original de la obra en inglés:

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Vicepresidente de Mercadotecnia
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Director de Producción
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Dirección Editorial
Pablo Partida Gómez

Traducción
Joel Iparraguirre y Eric E. Richter

Corrección
Alvin Maya Aguilera

Diseño de portada e interiores


Ideyo Alomía Lozano

Está prohibida y penada por la ley la reproducción total o parcial de esta obra
(texto, imágenes, diagramación), su tratamiento informático y su transmisión, ya
sea electrónica, mecánica, por fotocopia o por cualquier otro medio, sin permiso
previo y por escrito de los editores.

Copyright © 2015

ISBN 978-607-9403-41-6

A menos que se indique lo contrario, los textos bíblicos pertenecen a la versión


Reina Valera Contemporánea ® © Sociedades Bíblicas Unidas, 2009, 2011.

Primera edición: Noviembre de 2017.

Impreso en México
Introducción

al buscador ferviente de la verdad.

E
STE LIBRO ESTá DIRIGIDO
Se trata de conectar el mundo de los teólogos con el de quie-
nes no han recibido educación teológica. Por ese motivo,
las referencias académicas se mantendrán al mínimo. El eje cen-
tral de este libro es la Palabra de Dios, no el mundo de la eru-
dición. Es un intento de compartir mi visión de la historia de
la redención desde Génesis hasta Apocalipsis.
El tema de este libro une dos enseñanzas de Jesucristo: Sus
afirmaciones mesiánicas y su interpretación nada convencional
del Antiguo Testamento. Lo que hoy se denomina Antiguo Testa-
mento o Biblia hebrea fue, de hecho, la única Escritura que
Jesús conoció. En los cuatro Evangelios encontramos que Jesús
presentó una nueva manera de leer el Antiguo Testamento,
centrada en él mismo. Se evidencia en sus enseñanzas y sus ac-
ciones como el Mesías esperado del Antiguo Testamento.

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8 Cómo encontrar a Jesús en toda la Biblia
Un análisis cuidadoso de la vida y las enseñanzas de Jesús
aclara la relación entre el Antiguo Testamento y el Nuevo, pro-
blema que los eruditos de la Biblia o los credos de la iglesia nun-
ca han resuelto por completo. ¿Hasta qué punto la religión de
Jesús es la misma que la del Israel del Antiguo Testamento? ¿Có-
mo es diferente? Los eruditos discuten estos temas en térmi-
nos de «continuidad y discontinuidad». Por lo tanto, reconocer
las raíces hebreas del Nuevo Testamento es un buen punto de
partida para comprender la fe cristiana. El Antiguo Testamento
está lleno de lenguaje e imágenes que se retoman en el Nuevo.
Únicamente en el Nuevo Testamento se puede ver todo el po-
tencial del Antiguo. En las enseñanzas de Jesucristo descubri-
mos la completa y constante revelación del Dios de Israel.

y todavía se practican ampliamente en la iglesia: el alegorismo y


Dos modos de interpretar la Biblia han dominado el pasado

el literalismo. Con el alegorismo, la Biblia no se toma en se-


rio. Más bien, los individuos buscan los significados más pro-
fundos y ocultos que se encuentran bajo la superficie. Con

como ellos la hubieran escrito. El literalismo a menudo se va


demasiada frecuencia, terminan por leer la Biblia exactamente

al extremo opuesto. Se toma la Biblia «tal como se lee». Es un

to bíblico. Pero muy a menudo, el literalista termina por tomar


enfoque prometedor que invita al lector a tomar en serio el tex-

la Biblia tal como él la lee. Como veremos en los capítulos 2 a


4, ambos sistemas de interpretación han tendido a eclipsar el
lugar central de Jesucristo en las Escrituras.
Esa fue la situación en la Edad Media. Hubo muchos susti-
tutos de Jesucristo, como María, los santos y los sacerdotes. Los
reformadores del siglo XVI, Lutero, Zuinglio y Calvino, señala-
ron una mejor hermenéutica al redescubrir el evangelio centra-
Introducción 9

do en Cristo en el Nuevo Testamento (lo veremos en el capítulo


6). Sus contribuciones se concentraron en la necesidad de res-
taurar en los creyentes la seguridad de la salvación. Pero esa
preciosa verdad por sí sola no es suficiente. Ha llegado el mo-
mento de ampliar la primera Reforma mediante la restauración
de la bendita esperanza de la Segunda Venida de Cristo a su
lugar correcto en el Evangelio (tema del capítulo 12).
Este libro se enfoca en el ministerio actual de Jesús y el del
futuro, tal como se presentan en el Nuevo Testamento. Nuestro
método será establecer las raíces hebreas del lenguaje de Cristo,
y recuperar el nuevo significado y el poder que él dio a esas
palabras. Este análisis requiere más que una lectura literal de
los textos bíblicos. Se desarrolla una interpretación centrada en
Cristo que va más allá de la superficie para extraer la unidad
interior de la Biblia. Correctamente entendidas, todas las pá-
ginas de la Biblia dan testimonio de Cristo.
Que este viaje de descubrimiento ayude a usted a crecer en el
conocimiento de Jesucristo, llevar alegría a su corazón, y encen-
der la esperanza en su pronto regreso para traer la paz al mundo.

Hans K. LaRondelle
10 Cómo encontrar a Jesús en toda la Biblia
UANDO SUPE MEDIANTE UN AMIGO en común que a

C uno de mis queridos mentores, Hans LaRondelle, no le que-


daba mucho tiempo de vida, le envié una nota de agrade-
cimiento por los años que lo he disfrutado como profesor y
colega en el Seminario de la Universidad Andrews. Él fue uno de
mis dos maestros favoritos cuando estudié allí, primero en el
programa de maestría en Divinidad, y posteriormente en mi doc-
torado. Como estudiante de Divinidad, a mediados de la dé-
cada de 1970, nunca olvidaré la clase en la que él describió la
importancia del Antiguo Testamento para comprender el libro
de Apocalipsis. Nos dijo que había mucho más por estudiar de la
relación de Apocalipsis con el Antiguo Testamento. Luego echó
un vistazo a los alumnos y dijo: «Tal vez uno de ustedes será el
que nos ayude a comprender mejor este asunto». En ese momen-
to decidí que, Dios mediante, yo sería esa persona.
Siete años más tarde volví a la Universidad Andrews para
cumplir esa promesa que me había hecho a mí mismo. Empecé
a estudiar el Nuevo Testamento y el Antiguo, y también teología
sistemática. Mi tesis fue sobre las siete trompetas de Apocalipsis,
teniendo en cuenta especialmente cómo Juan utilizó el Antiguo
Testamento para ayudarse a iluminar las difíciles imágenes en esa
parte del libro. LaRondelle aceptó ser uno de mis asesores en
ese proyecto. Unos años más tarde nos convertimos en colegas
del Seminario. Tengo una gran deuda con él.
Después de su muerte, me sentí muy honrado por la solici-
tud de ayudar a preparar la publicación póstuma de su último
manuscrito. Los cambios que se necesitaban eran del tipo que
solamente el autor original podría hacer. Dado que ya no era po-
sible, su familia se dirigió a mí, ya que LaRondelle consideraba
que yo lo entendía como erudito y teólogo mejor que cualquier
Introducción 11

otra persona. Es difícil para mí pensar en un honor más grande.


Para mi delicia, el manuscrito del libro abordaba los mismos
aspectos de la teología de LaRondelle que más influyeron en
mi vida. Uno de ellos era su pasión por la relación entre los dos
Testamentos de la Biblia cristiana. LaRondelle consideró todo
el Antiguo Testamento como testigo del Mesías que vendría.
Únicamente el Mesías podría comprender verdaderamente el
Antiguo Testamento y explicar sus significados más profundos
con sencillez. De acuerdo a el Nuevo Testamento, Jesús no sola-
mente era el Mesías de la profecía, él fue el autor del Antiguo
Testamento y, por lo tanto, la persona más apropiada para inter-
pretarlo. En este libro, LaRondelle expone la visión del Nuevo
Testamento para que tengamos una comprensión cristocéntrica
del Antiguo.
El otro tema del trabajo de LaRondelle que influyó en mi vida
fue el impacto de su hermenéutica (sistema de interpretación)
cristocéntrica sobre la interpretación del libro de Apocalipsis. En
el Antiguo Testamento, los asuntos de Israel deben entenderse
literalmente, en términos étnicos y geográficos. Para ser parte
de Israel había que nacer de una familia israelita. Para estar cer-
ca de Dios era necesario estar en la tierra de Israel, lo más cerca
de Jerusalén como fuera posible. Así, la relación con Israel en
el Antiguo Testamento la determinaban la etnia y la ubicación
geográfica.
Pero el aporte más importante de LaRondelle para interpre-
tar la profecía es cómo Jesús modificó la comprensión de «Israel».
Como Mesías, Jesucristo mismo es el Nuevo Israel (con doce
discípulos, al igual que el Israel original [Génesis 32: 28] tenía
doce hijos). Todos los demás, judíos y gentiles, pueden incluir-
se en Israel mediante la relación con Jesús (Gálatas 3: 29). Así
12 Cómo encontrar a Jesús en toda la Biblia
que, cuando Apocalipsis alude a los asuntos de Israel del An-
tiguo Testamento, no deben entenderse en términos de su sig-
nificado étnico y geográfico de origen. Por el contrario, ahora
Israel debe entenderse espiritual y mundialmente en Cristo. Es-
tos temas se explican en este libro y se basan en la lectura cuida-
dosa de las Escrituras.
En cierto modo, este libro parece casi un resumen de la obra
y el pensamiento de LaRondelle. El manuscrito atesora una enor-
me cantidad de información en cada frase y, a menudo, enume-
ra textos que abordaba más a detalle cuando surgían en las
clases. El resultado final habría sido confuso para los lectores
que nunca lo tuvieron como profesor. Así que he hecho todo lo
posible para aclarar y explicar sus ideas, al usar su lenguaje ori-
ginal tanto como sea posible. De vez en cuando, he añadido re-
ferencias con explicaciones en mis propias palabras, que están
identificadas con las siglas JP al principio de cada una.
Por sí mismo, el Antiguo Testamento es un libro inconcluso.
Promete muchas cosas, pero termina más bien con un gemido
que con una explosión. Como evidencia a favor de mi opinión, no
existe alguna religión importante en el mundo que se base úni-
camente en el Antiguo Testamento. Las tres grandes religiones
que se han fundamentado en el Antiguo Testamento, han descu-
bierto que es necesario un complemento. Para el judaísmo, esa
expansión se puede encontrar en las tradiciones de los rabinos,
registradas en la Mishná y el Talmud. Para el islamismo, esa expan-
sión se encuentra en el Corán. Para el cristianismo, esa expansión
se encuentra en el Nuevo Testamento. Todos los que la utilizan
están de acuerdo en que la Biblia hebrea en sí no está completa.
Entonces surge la pregunta: ¿Cuál de las tres expansiones ha
comprendido realmente la esencia de la Biblia hebrea? ¿Cuál
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ha edificado sobre su lógica interna, en vez de meramente codi-


ficar adiciones posteriores a sus enseñanzas? Hans LaRondelle
fue quien me convenció de que los escritores del Nuevo Testa-
mento proporcionaron una extensión natural de la propia ló-
gica y hermenéutica interior del Antiguo Testamento. El Nuevo
Testamento no es una distorsión del Antiguo, sino que revela
su intención definitiva del Mesías prometido y profetizado. Si
Jesús es verdaderamente el Mesías, entonces el Nuevo Testamen-
to ha comprendido el verdadero significado del Antiguo. Creo que
este libro ayudará a muchos a ver lo mismo que LaRondelle vio.
Me llena de satisfacción que mis humildes esfuerzos han ayu-
dado a hacer que la publicación de este libro fuera posible. Espe-
ro ver a mi querido amigo y colega Hans de nuevo en la eternidad.
En ese momento, confío en que estará satisfecho con lo que he-
mos hecho juntos aquí.

Jon Paulien
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El propósito de la Biblia

ARA LOS CREyENTES, la Biblia es un libro inspirado que

P nos trae la Palabra de Dios. Si así es, ¿cuál era el propósito de


Dios al entregarnos sus instrucciones? Para muchos creyen-
tes, esas instrucciones abarcan todos los aspectos de la vida, tan-
to religiosos como civiles. Pero debido a que los tiempos y lugares
han cambiado en el mundo, la Biblia requiere una interpretación.
En general, esta labor tiende a ampliar y actualizar la Biblia.
Un ejemplo de tal expansión se llevó a cabo a principios del
judaísmo, con un libro titulado Jubileos (siglo II a. C.) Este do-
cumento amplía los relatos bíblicos de Génesis 1 a Éxodo 14 con
algunas tradiciones y adiciones extrabíblicas. No obstante, Jubi-
leos afirma ser el informe de las revelaciones dadas en privado
a Moisés durante los 40 días que pasó con Dios en el monte Sinaí.
El libro divide la historia del mundo, «desde los días de Adán»,
en «semanas de años» y ciclos de jubileo de 49 años. El propó-
sito de esta historia era instruir a los contemporáneos del autor

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