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EL SIGNO
CALI
2020
2
EL SIGNO
¡Ay, José!
¡Ay!
Se tiene el texto anterior, podemos observar que aplica un lenguaje connotativo, esto quiere decir
que es un lenguaje que expresa una emoción y que puede significar más de un resultado. Como
primera medida es un texto decreciente que de manera sarcástica en cada frase muestra la
intención de la exclamación y lo que podría pidiéndole José. Intención que permite seducir al
lector.
Con el segundo debe elaborar un comentario crítico e interpretar el texto, es decir, ponerlo
en un plano denotativo.
FRANCISCO VILLAESPESA
El poeta quiere decir que la historia entre él y su amaba quede pendiente por tejer por encajar,
tenía las intenciones que crear una figura, una historia pero ella escapó de ese deseo. Pero
salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba reclamar las incopelusas,
cómo poco a poco las arnillas se empujaban, se iban apoltronando, reduplimiendo, hasta quedar
tendido como el trimalciato de ergomina… Y sin embargo, era apenas el principio, porque en un
momento dado ella se turlaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus
orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulicordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba
jacehollante en bocapluvia del orgumio, los espromios del merpasmo en una sobrehumítica
agopausa.
Temblaba el troc, se vencían las marioplumas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que
JULIO CORTAZAR
TEXTO REESCRITO.
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pasiones, en gemidos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamer sus piernas, se enredaba
en un gemido quejumbroso y tenía que enfrentarse de cara al orgasmo, sintiendo como poco a
poco las rodillas se separaban, se iban correspondiendo, relacionando, hasta quedar tendido como
el agua del mar a la que se le han dejado caer unas paladas del barco. Y sin embargo era apenas el
principio, porque en un momento dado ella se mojaba los labios, consintiendo en que él
motivaba, los estremecía y susurraba, de pronto era el final, las lágrimas brotaban de las pupilas,
el jadeo bullicioso del orgasmo, los esfuerzos del muchacho en una sobrehumana agonía. ¡Acabé!
¡Acabé! sudorosos en la cima del mundo, se sentían mal, perdidos y mareados. Temblaba la
tierra, se vencían las piernas y todo se resolvía en una profunda paz, en besos de muchísimas
horas, en caricias casi crueles que los llevaban hasta el límite de las palabras.
Por último digan qué tienen en común los tres textos en un breve comentario de
El común de los tres textos está en el humor que contiene y el doble sentido de las frases que