UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA.

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD.

ESCUELA DE IMAGENOLOGÍA.

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACION II

SECCION 2501

ESTUDIO DE RAYOS X CON PROYECCION DE LAUENSTEIN EN

LA EPIFISIOLISIS FEMORAL PROXIMAL EN PACIENTES
PEDIATRICOS DE 12 ANOS DE EDAD.

Stephany Villafañe C.I. V-29.500.179

San Diego, Junio de 2019.

 INTRODUCCIÓN
El sistema óseo (SO) está
formado por un conjunto de
estructuras de diferentes
tejidos, donde encontramos
tejido óseo, cartílago, tejido
conectivo denso, epitelio,
tejido adiposo y tejido
nervioso.1
El tejido óseo es un tejido
vivo complejo y dinámico
que experimenta un proceso
continuo llamado
remodelación, el cual
consiste en la formación de
tejido óseo nuevo y huesos ya que nacen con
destrucción simultánea del
hueso precedente. Todo el
armazón de huesos con sus
cartílagos, así como con los
ligamentos y los tendones,
constituye el sistema
esquelético. 1
En otro orden de ideas los
huesos cumplen ciertas
funciones principales donde
encontramos lo siguiente,
proporcionar sostén al
organismo, constituir los
segmentos móviles del
sistema de palancas
configurado junto a las
articulaciones y músculos,
brindar protección a los
órganos, participa en el
metabolismo de diversos
minerales, como por
ejemplo cabe destacar el
calcio o el fósforo, y en la
1. Atlas de anatomía humana 6ta edición. Frank H Netter. Atlas de anatomía humana 4ta edición. Frank H Netter.
formación de la sangre,
proceso donde está
involucrada la médula ósea
interior de algunos huesos.1
El esqueleto humano cuenta
con aproximadamente 208
huesos. Sin embargo, esta
no es una cifra que se
presente en todos los casos
debido a que algunos
individuos tienen algunos
pequeños huesos, conocidos
como supernumerarios se
encuentran localizados en el
cráneo o en los neonatos,
estos pueden tener hasta 300
algunos separados llanadas
fontanelas para de esta
manera facilitar el
nacimiento. 1
El SO se encuentra
conformado por una
variedad de tamaños donde
encontramos largos, planos,
cortos, esponjosos y cohesión fuerte, al estar
compactos. Cada uno de
estos cumple una función
específica en el organismo.1
Cabe destacar que para
estudiar el sistema óseo
suele ser dividido en 4
regiones principales que se
encuentran conformadas por
la cabeza (cráneo y cara), el
tronco (columna vertebral,
costillas, esternón, omóplato
y clavícula), las
extremidades superiores
(hombro, brazo, antebrazo y
mano) y por último las
extremidades inferiores
(caderas, muslo, pierna y
pies). 1
No obstante, cabe acotar que
las extremidades inferiores
son un componente
fundamental para el
movimiento del organismo,
este presenta muchas
similitudes con su homólogo
superior. Sin embargo, su
función de soporte del peso
condiciona que su esqueleto
óseo sea más masivo y las
articulaciones tengan la
capacidad de ser más
voluminosas y estables.2
La musculatura es más
fuerte y las fascias son más
densas, lo que asegura el
componente pasivo del
sostén. De este modo, la
cintura presenta una
inmersa en una gran
musculatura, es estable y
constituye un elemento
común con el tronco en su
parte interior.2
Asimismo, el muslo es el
segmento corporal más
fuerte y se encarga del
control de la gran
articulación de la rodilla. A
nivel distal, el tobillo y el
pie, que son menos móviles
 y más potentes que la
muñeca y la mano.2
En diversas ocasiones se
pueden presentar casos de
patología que se presenta
entre la región de la pelvis y
la cabeza del hueso femoral,
esto recibe el nombre de
Epifisiolisis femoral
proximal (EFP), donde
normalmente se ven
afectados pacientes con
sobrepeso u obesidad y
principalmente adolescentes
varones, quienes acuden a
los centros clínicos por la
presencia de algún tipo de
dolor en la región de cadera
o rodilla, en esta se produce
un desplazamiento de la
epífisis sobre la metáfisis a
través del cartílago de
crecimiento. Entre uno de
los principales factores de
riesgo que posee esta
patología podemos destacar
el sobrepeso, traumatismos
previos, actividad física,
desnutrición, la displasia
congénita de cadera,
quimioterapia y trastornos
endocrinos donde podemos
resaltar el hipotiroidismo,
hipogonadismo e carga con o sin bastones.
hiperparatiroidismo. 3
Por otra parte cabe señalar
que existen diversos tipos de
EFP, donde podemos
encontrar aquellas que
2. Tortora / derrickson. Principios de anatomía y fisiología, 13ª edición. Principios de anatomía y fisiología, 13ª
edición.
3. Fernando S. Silberman / Oscar Varaona. Ortopedia y Traumatología. Editorial Panamericana.
dependen de la dirección del
desplazamiento y semanas y la cadera del
orientación del cartílago
fisario, pero se suele valorar
únicamente el
desplazamiento dominante
en el plano frontal, aun
coexistiendo con un
desplazamiento en sentido
posterior y por ello se
denomina deslizamiento en
Varo.3
También existen aquellas
que dependen del grado del
desplazamiento, según el
grado de estabilidad lo cual
se hace es prestarle mucha
atención a los síntomas
clínicos y duración de los
mismos, ya que no se debe
basar sólo en este parámetro,
ya que en una epifisiolisis
crónica los síntomas pueden
haber comenzado en un
período inferior a las 3
semanas.3
Aquí podemos encontrar una
subdivisión donde tenemos a
aquellas que son estables, es
decir que son aquéllas que
tienen más de 3 semanas de
duración y es posible la
Aquí se incluirían las
epifisolisis crónicas.3
Y por último aquellas
llamadas inestables, quienes
se presentan cuando los
síntomas han tenido una
duración de menos de 3
paciente es dolorosa, no
siendo posible la carga aún
con bastones. En este grupo
se incluyen las epifisiolisis
agudas. 3
A continuación para poder
llevar a cabo el correcto
diagnóstico de esta patología
se lleva a cabo una
radiografía, empleando la
proyección de Lauenstein de
ambas caderas, durante esta
proyección de rayos X se
flexiona la rodilla de la
pierna afectada del paciente
y se levanta el muslo hasta
formar un ángulo recto,
permitiéndonos visualizar
con exactitud cualquier
anormalidad que se presente
especialmente en la región
proximal del hueso fémur o
en la articulación de la
cadera, llamada
coxofemoral. 4
Existen diversos signos o
métodos con el que se puede
demostrar la presencia de
esta patología, siguiendo los
que denominamos como
signo de Steel, que se refiere
a la doble densidad
radiográfica creada por la
epífisis que se desplaza
posteriormente y se
superpone a la parte medial
de la metáfisis, y por último
 La línea de Klein, es una
línea que se traza en la parte
antero-superior del cuello
femoral en la radiografía
antero-posterior y que corta
la epífisis. Para confirmar el
diagnóstico se evidencia que
la epífisis femoral queda por
debajo de esta línea. 4
Cabe mencionar que El
primer síntoma de la
epifisiólisis femoral superior
puede ser rigidez de la
cadera que desaparece con
el reposo; es seguido de
claudicación y después,
dolor de la cadera que se
irradia por la cara
anteromedial del muslo
hasta la rodilla. Hasta el
15% de los pacientes
debutan con dolor en la
rodilla o el muslo, puede
pasar inadvertido hasta que
empeora la epifisiólisis.3
En la presentación de la
Epifisiolisis femoral
proximal crónica es típica la
presentación de dolor en la
región de la ingle, con
irradiación a la región
antero-interna del muslo y a
la rodilla de forma
intermitente o continua, que
aumenta con la actividad
física y mejora con el
reposo. El dolor se presenta
por semanas o meses. El
grado de limitación al
4. Botranger posiciones radiológicas y correlación anatómica. Editorial Panamericana.
movimiento depende del que descartar su asociación
grado de deslizamiento. Un con una patología endocrina.
acortamiento de 1.2 a 2 cm
en el lado afectado es En las epifisiólisis estables,
frecuente en los casos el diagnóstico suele ser
moderados o graves. 3 tardío, debido,
fundamentalmente, a la baja
La forma aguda puede ser frecuencia de la patología y
traumática, se presenta a que el niño suele referir
después de una lesión grave, dolor en la rodilla con cojera
caída de altura o accidente asociada. 3
vial. La exploración debe ser
realizada con movimientos Sin embargo al llevar el
suaves, ya que una mala estudio radiológico de pelvis
exploración puede agravar el en la proyección de
deslizamiento, en especial Lauenstein se puede lograr
en los casos agudos o de esta manera un
crónicos agudizados.3 diagnostico a tiempo y es
conocida como una de las
Se resalta de la presente mejores formas de
investigación 2010, detección. 4
Barcelona- España.
Osteotomía de Southwick 2012, Madrid España.
Epifisiolisis de la cabeza
para el tratamiento de la
secuela de epifisiólisis de la femoral; S. Martínez-
Álvarez , C. Martínez-
cabeza femoral con
desplazamiento grave; González, C. Miranda
Marta Oldrati, Rico Gorozarri, J.C. Abril y T.
Ramirez, Roig Llopis. Epeldegui.
En la EFP se describe como
La epifisiólisis de la cabeza
femoral es una patología el desplazamiento de la
epífisis (cabeza femoral)
poco frecuente en las
afecciones de la cadera del respecto a la metáfisis
(cuello) a través de la fisis.
niño y del adolescente, con
una incidencia anual global El término es confuso ya
que es la metáfisis la que se
media de 2 casos por cada
100.000 habitantes. Es más desplaza en dirección
anterosuperior mientras que
frecuente en el varón y en el
periodo de puberal. En la epífisis no se mueve y
mantiene su posición
pacientes de menor edad hay
respecto al acetábulo. La
ECF se considera estable finalidad de observar la
cuando el paciente es capaz eficacia de los
de caminar e inestable
cuando no puede hacerlo ni Rx en la epifisiólisis femoral
siquiera con ayuda de proximal, de esta manera el
bastones. Los pacientes con médico especialista pueda
ECF son adolescentes que elaborar correctamente el
presentan dolor en la región informe que proporcionara
inguinal y/o en la rodilla la información necesaria
asociado a cojera. El para el correcto diagnóstico
tratamiento de elección en y tratamiento.
las estables es la fijación in Teniendo como objetivo
situ con un tornillo. general observar eficacia del
Para el diagnóstico es estudio de rayos x con
importante obtener la proyección de lauenstein en
radiografía de ambas la epifisiolisis femoral
caderas por la alta proximal en pacientes
incidencia de bilateralidad. pediátricos de 12 años de
En la radiografía antero- edad.
posterior y axial de ambas
caderas podemos observar
un desplazamiento
anterosuperior de la
metáfisis proximal del
fémur.

La publicación mencionada
anteriormente guarda
estrecha relación con la
presente investigación
debido a que expone
debidamente los beneficios
que proporciona la
radiografia de pelvis para la
detección de la Epifisiolisis
femoral proximal.

Por último es importante

destacar que se elabora este
estudio de caso con la
PROCEDIMIENTO
Se habla acerca de un
paciente de 12 años, sexo
masculino, sin antecedentes
médicos de importancia,
practica deporte en forma
regular. Acude a la consulta
de su pediatra por historia de
dolor en rodilla y muslo
izquierdos de dos meses de
evolución. Al examen físico
destaca un niño obeso, con
ligera rotación externa de la
extremidad inferior
izquierda y limitación de la
rotación interna por dolor.
Se solicita radiografía de
pelvis en proyecciones
anteroposterior y de
lauenstein, es decir en
abducción y rotación
externa.
El estudio muestro un
ensanchamiento del
cartílago de crecimiento del
fémur proximal izquierdo,
determinado por una
alteración de la relación
entre la epífisis y la
metáfisis proximales, por
desplazamiento posterior de
la epífisis con respecto a la
metáfisis. Esto último es
evidente en la proyección de
Lauenstein. La cabeza
femoral está en buena
posición con respecto al
espacio articular, el que es
de amplitud normal. La
cadera derecha es normal y
puede usarse para efecto
comparativo.
CONCLUSIÓN
Es un trastorno de la
articulación de la cadera que
afecta a niños corresponde a
una fractura del cartílago de
crecimiento del fémur
proximal, con la presencia
del desplazamiento de la
cabeza femoral o epífisis
femoral proximal, con
respecto a la metáfisis
respectiva.
Esta es una patología de la
pubertad, lo que plantea la
existencia de una alteración
endocrina subyacente.
Durante la pubertad existe
además un rápido
crecimiento longitudinal de
los huesos, por aumento de
la actividad a nivel de la
fisis, con una disminución
secundaria de su resistencia.
La menor prevalencia en
mujeres se debería a que los
estrógenos reducen el ancho
de la fisis y de esta manera,
aumentarían su resistencia.
Con frecuencia se asocia a
un retardo en la maduración
esquelética y puede afectar
ambas caderas en 25 a 50%
de los casos.
Aproximadamente 50% de
los pacientes con EFP tienen
antecedentes de un
traumatismo significativo
antes del diagnóstico, los
síntomas más comunes al
momento de la presentación
son coxalgia y cojera, pero
alrededor de un 25% se
presenta con dolor de
rodilla.
Ante la sospecha clínica, el
examen inicial de elección
es la radiografía (Rx) de
pelvis, que debe incluir una
proyección anteroposterior
de ambas caderas, una
proyección lateral verdadera
y una proyección de
Lauenstein (con caderas en
abducción y rotación
externa). Si bien puede
haber compromiso de ambas
caderas, las alteraciones
radiológicas generalmente
no son simétricas y la
epifisiolisis no ocurre
simultáneamente. Puede
mostrar osteopenia regional
de la cadera y región
proximal del fémur por
menor uso.
La EFP puede ser difícil de
diagnosticar en la
proyección anteroposterior
(AP). En la Rx,
normalmente los márgenes
anterior y posterior de la
epífisis y de la metáfisis
deben calzar exactamente.
En la proyección AP se
puede observar
desplazamiento posterior o
posteromedial de la cabeza
femoral en relación al
cuello, con un
ensanchamiento variable del
cartílago de crecimiento,
irregularidad de la metáfisis
y disminución de altura de la
epífisis.

Prácticamente en todos los

casos de EFP, existe un
desplazamiento que
predomina la parte posterior
de la cabeza femoral y con
menor frecuencia se puede
presentar lo que se llama un
desplazamiento medial, por
lo que la proyección de
Lauenstein es clave para el
diagnóstico, permitiéndonos
poder evaluar ciertos
aspectos que tal vez otras
proyecciones no se
visualicen o sea difícil de
localizar ciertos aspectos
importantes.