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Nitrogeno biologico(N2) la fijaciones clave para  

los sistemas agrícolas sostenibles en suelos


tropicales, que son frecuentemente deficiente en N. Sin embargo, altas temperaturas, la
sequía y la acidez del suelo limitan la legumbre de raíz la formación de nódulos y la
función en los trópicos. En la mayoría de los casos, los más afectados microsymbiont es el
socio, con plantas creciendo en N mineral generalmente son menos sensibles a estas
tensiones. La temperatura alta y la humedad son la deficiencia de las principales causas
del fracaso de la nodulación que afectan a todas las fases de la simbiosis y limitando el
crecimiento y supervivencia de rizobios en el suelo. También pueden contribuir a
cambios indeseables en los rizobios, incluyendo el plásmido deleciones,
reordenamientos genómicos y la reducción de la diversidad.

La acidez afecta a varios pasos en el desarrollo de la simbiosis, incluido el intercambio


de señales moleculares entre las leguminosas y el microsimbiontes. encalado es eficaz
en la superación de la acidez del suelo y la toxicidad de aluminio en Brasil, pero algunos
suelos son encalado hasta cerca de un pH neutro. Selección de cepas de rizobios
inoculantes que son genéticamente estable bajo condiciones de suelo con frecuencia difíciles
de esta región es fundamental, pero esa tarea se ve obstaculizada por una falta de
conocimiento de la tolerancia del  microsymbiont.e

Sin embargo, se han obtenido buenos resultados mediante la selección natural de los
rizobios a partir del ácido suelos tropicales afectados por estrés hídrico y altas
temperaturas. En Brasil, los incrementos en los rendimientos de grano de frijol de soya y han
sido el resultado de la inoculación con cepas tolerantes a ese estrés. Prácticas de gestión de
suelos apropiados, por ejemplo, la labranza de conservación, hay otros enfoques que pueden
disminuir la acidez del suelo; temperatura estrés

1. Introducción al uso de la tierra que es marginal para la producción de cultivos.

los recursos de tierras cultivables son limitadas. Satisfacer las necesidades alimentarias en
algunas regiones ya se ha llevado a la adopción de prácticas agrícolas que pueden degradar el
suelo, y al uso de la tierra que es marginal para la producción de cultivos.

La situación es más grave en los trópicos, debido a la frágil estructura del suelo, la erosión, la
materia orgánica del suelo baja y tecnologías agrícolas inadecuadas (por ejemplo, Giller y
Wilson, 1993). El agotamiento de los nutrientes y los suelos ácidos i®catión son sólo dos de las
consecuencias comunes de nutriente que más frecuentemente limita la producción de cultivos.

Condiciones ambientales tropicales pueden limitar la fijacion de  N2 y se necesitan más


estudio.

Seis géneros de bacterias, llamadas colectivamente rizobios, son capaces de formar N2-®xing
nódulos en las raíces de leguminosas y la no-leguminosa Parasponia. Mientras la gran mayoría
de estas leguminosas symbioses±rizobios se encuentran en los trópicos, es sólo recientemente
que ha habido importantes avances en la comprensión de peralte® limita- ciones a la
nodulación y fijacion  N2  de en suelos tropicales.

Este documento discute los principales fac- tores ambientales que limitan la nodulación y N2
®xation en leguminosas de gran o en los trópicos, y subraya dos legumbres importantes para la
nutrición humana y como cultivos comerciales en América Latina y África: frijol (Phaseolus
vulgaris L.) y soja (Glycine max (L.) Merr.]. Como de®ned por otros autores (p. ej. Giller y
Wilson, 1993), ''trópicos" como se usa aquí incluye algunas sub-regiones tropicales. Tres
principales limita- ciones ambientales que a menudo ocurren simultáneamente son discutidos:
alta temperatura, agua de®cit y la acidez del suelo. Por último, algunos enfoques exitosos
adoptadas en Brasil será descrito.

2. Alta temperatura

máxima las temperaturas de la tierra en los trópicos regularmente exceden 40°C a 50°C y de 5
cm a 1 cm de profundidad (Eagle- farsa y Ayanaba, 1984; Hafeez et al., 1991; Lal, 1993) y
puede limitar la nodulación (Day et al., 1978; Graham, 1981; y Ayanaba Eaglesham, 1984).
Indir ect- los efectos de las altas temperaturas en el metabolismo de la planta hospedante y
efectos directos sobre la  fijacion de  N2  han sido reconocidos por un largo tiempo (Jones y
Tisdale, 1921) y el rango de temperatura para el crecimiento óptimo de nodularon legumbres
son menores que para la misma especie recibir mineral abundante N (Joffe et al., 1961; Ferrari
et al., 1967; pequeñas y Joffe, 1968; Gibson, 1971; mentira, 1981; Piha y Munns, 1987; Hungria
y Franco, 1993). Los límites de temperatura superior para N2 ®xation en legumbres tropicales
varían entre 27 y 408C (Gibson, 1971, 1975; Dart, 1974).

En relación con el crecimiento de rizobios, límites superiores oscila entre 32 y 478C, aunque la
tolerancia varía entre especies y cepas (Pankhurst y Gibson, 1973; Gibson, 1975; Dart et al.,
1976; Day et al., 1978; y MuneÂvar Wollum, 1981a; La Favre y

Eaglesham, 1986; Karanja y madera, 1988b). La muerte puede ocurrir por encima de 378C, y la
Fig. 1 muestra que una diferencia de 68C a 5 cm de profundidad, una reducida población
bradyrhizobial soja por más de 10 000 células

1ÿg suelo (Hungria et al., 1997a). Además, phy- y genética siological modi®cationes de
bacterias, incluyendo la eliminación de plásmidos (Trevors, 1986) y geno- reordenamiento mic
(SoberoÂn-Chávez et al., 1986), probablemente ocurren en suelos sometidos a altas
temperaturas.

Porque las altas temperaturas disminuyen de rizobios supervivencia y establecimiento en


suelos tropicales, repitió la inoculación de leguminosas de grano y mayores tasas de
inoculación frecuentemente puede ser necesaria. De hecho, en contraste con la ®conclusiones
en otras regiones (p.ej. Dunigan et al., 1984; Thies et al., 1991), reinoculation de soja en Brasil
garantiza aumentos en la nodulación, nódulos de ocupación por parte de las cepas inoculadas
(aun cuando la cepa ya está presente en el suelo), N2

®xation tarifas y los rendimientos de la cosecha (p. ej. Vargas y Hungria, 1997). Esto puede ser
debido a varios factores, incluyendo la disminución de la supervivencia de los rizobios en el
suelo, genética mod- i®catión plásmido o pérdida, o a los pobres ''estado fisiológico'' de
sobrevivencia de los rizobios. En algunos sitios la respuesta a la inoculación fue obtenido
aunque el naturalizado

6 ÿ1 población de rizobios se acercó a 10 células g de suelo.

El intercambio de señales moleculares entre las plantas hospederas y los rizobios también se
ve afectada por la alta tempera- tura. A 398C, la versión del gen NOD-inductores de la soya y el
frijol común raíces fue disminuido (Hun- Gràcia, 1995; Hungria y Stacey, 1997). La raíz-
Proceso de infección es probablemente el componente más afectado por las altas
temperaturas, con sensibilidad situado en la nodulación sitios (Barrios et al., 1963; Pankhurst y
Gibson, 1973; Frings, 1976; mentira, 1974, 1981).

Alta temperatura también inhibe la formación de pelo de raíz, reduciendo el número de


emplazamientos para la nodulación (Jones y Tisdale, 1921; Frings, 1976); la adherencia de
bacterias a los pelos de raíz (Frings, 1976); el cabello de raíz la penetración y formación de
rosca de infección (Joffe et al., 1961; Barrios et al., 1963; Pankhurst y Gibson, 1973; Dart,
Frings, 1974; 1976). Iniciación de nódulos de rizobios, liberación de la infección el subproceso y
desarrollo bacteroid también están afectadas (Roughley, 1970; Pankhurst y Gibson, 1973;
Vincent, 1980).

Si los nódulos se forman, las altas temperaturas pueden afectar la función de nódulos (Jones y
Tisdale, 1921; Dart y Mercer, 1965; Lindemann y jamón, 1979; y MuneÂvar Wollum, 1981b;
Hungria et al., 1985, 1989;

Fig. 1. El número de células de Bradyrhizobium, NOD-gen induciendo la actividad de la


solución del suelo, la nodulación y el rendimiento de la soja, cultivar BR-37, inoculadas con la
cepa CPAC 15 y crecido bajo la 'no-till' (NT) o labranza convencional (TC). El promedio de la
temperatura del suelo a 5 cm de profundidad durante la temporada de cultivo fue de 68C a
continuación bajo el sistema NT. Medios de ®ve replica y para todos los parámetros de la NT
fue estadísticamente importantes®considerablemente mayor que el TAC (Tukey, p<0.05).

y Munns, 1987; Hernandez-Armenta et al., 1989; Hungria y Franco, 1993). Los cambios que se
producen en el sub- una función óptima incluyen la disminución de la síntesis de
leghaemoglobin (Bergersen et al., 1973), una drástica caída en la actividad nitrogenasa y
Sprent (Pankhurst, 1976; Hernandez-Armenta et al., 1989; Hungria et al., 1989; Hungria y
Franco, 1993), y el inef®ciente asignación de electrones para N2 reducción, observada como
una mayor evolución H2 (Rainbird et al., 1983; Hungria y Franco, 1993). La asimilación de
nitrógeno también se ve afectada, con disminución de la actividades de la glutamina sintetasa y
glutamato sintasa y bajado synth- esis de ureides (Hungria et al., 1989). Además, temperatura
elevada acelera la senescencia de nódulos (Pan- khurst y Gibson, 1973; Sutton, 1983; Hungria
y Franco, 1993).

Algunos autores han sugerido que el total de la balanza entre la fotosíntesis y la respiración
deter- minas niveles de N2 ®xation. Mientras que las altas temperaturas aumentan la
respiración, con menos sustrato disponible para los nódulos (Lie, 1971), dos estudios con el
frijol común han demostrado que disminuye en N2 ®xation rate no se debió a la reducción de
carbohidratos en agrupaciones de nódulos. Aunque las temperaturas diurnas de 38/398C

redujeron drásticamente la actividad nitrogenasa, nódulo solucio- ble contenido de


carbohidratos fue sólo ligeramente inferior a 38/ 378C que a 26/288C (Hernandez-Armenta et
al., 1989; Hungria et al., 1989).

3. Estrés hídrico de los trópicos húmedos abarcan tanto (&g800 mm de precipitación) y secar
(<300 mm) las regiones,

ino que se determina la disponibilidad de agua y la chie¯capacidad de retención de humedad


del sustrato. Generalmente, en la matriz del potencial de agua ÿ0.5 toÿ1.5 MPa, crecimiento y
nitrógeno ®xation están afectados en las zonas tropicales. Baja disponibilidad de agua pueden
ser los más afectados por la eliminación de vegetación profundamente arraigadas y la
conversión de bosques naturales o sabanas para la producción de cultivos o pastos, con
aumento de la escorrentía y la evaporación (Lal, 1993). La escasez de agua compromete la
planta y de rizobios de crecimiento, y es una de las principales causas de fracaso y la
nodulación baja N2 ®xation.

Agua de rizobios estrés afecta a la supervivencia y el crecimiento y la estructura de la población


en el suelo, a la formación y a largo evity de nódulos, síntesis de leghaemoglobin y función de
nódulos. Además, el estrés severo puede llevar a cese irreversible de N2

La investigación ha demostrado que las disminuciones en la actividad nitrogenasa bajo


condiciones de sequía ocurren en un proceso de dos etapas. En primer lugar, existe una
disminución de la permeabilidad de la cortical de los nódulos, imponiendo una limitación
fundamental en el suministro de oxígeno a la zona bacteroid, restringiendo la respiración y
provocando una disminución simultánea en nitrógeno- ase actividad (Sprent, 1976; Durand et
al., 1987; Walsh, 1995). El segundo paso se produce cuando la actividad de los nódulos ya se
ha reducido drásticamente, y actividad nitrogenasa puede estar limitada por otros factores
como, por ejemplo, contenido leghaemo- globina (Serraj et al., 1999).

La sequía implica que menos agua disponible para el transporte de compuestos nitrogenados
de nódulos.

Además, puesto que la actividad glutamina sintetasa declina antes que de nitrogenasa,
amoníaco y otros productos finales de ®xation pueden acumularse en nódulos plomo- ing en el
colapso total de N2 ®xation (Hungria, M., datos inéditos). A la inhibición por retroalimentación
de N2
®xation por ureides bajo condiciones de estrés hídrico ha sido mostrado y el transporte de
especies de alta concentra- ciones de estos compuestos de N2 sean más sensibles a la sequía
que aquellos con poca o ninguna ureide transporte (Sinclair y Serraj, 1995).

En algunos estudios, el estrés hídrico no parecen limitar N2 ®xation con la disminución de la


disponibilidad de photosynthates. En nódulos de soja, actividad nitrogenasa fue casi eliminada
con la aparición de la sequía, mientras que el contenido de carbohidratos no fue afectada
(Durand et al., 1987; los becarios et al., 1987). Además, nódulo de carga energética se
recuperaron rápidamente después rewatering, mientras que la recuperación de nitro- genase
actividad requerida de 4±5 días (Patterson et al., 1979). Sin embargo, en las plantas sometidas
a elevadas atmo esférico- CO2, N2 ®xation cambió de sequía sen- sitive muy tolerante a la
sequía (Serraj et al., 1998), por lo tanto, indicando que el N2 ®xation bajo estrés hídrico fue
limitado por la disponibilidad de photosynthates.

Por último, se ha sugerido que los tres mechan- ismos, cambios de permeabilidad al oxígeno,
ureide retroalimentación, y escasez de carbono estaría implicado en la regula- ción de N2
®xation bajo estrés hídrico, actuando juntos.

En la actualidad todavía no es posible resolver la secuencia de los mecanismos que regulan la


respuesta al estrés (Serraj et al., 1999).

Como una combinación de condiciones secas y calientes condi- ciones, los suelos arenosos o
suelos descubiertos más de rizobios afectan negativamente a la supervivencia y el crecimiento,
y puede ser crucial para la nodulación efectiva cuando las lluvias se retrasan, después de la
siembra. Cepas de rizobios (Boonkerd y Weaver, 1982) y las especies vegetales (Walsh, 1995)
varían también en relación con la tolerancia a la sequía. Por último, las prácticas de gestión
agrícola, especialmente el uso de los residuos de cosecha para cubrir el suelo puede moderar
los efectos de la sequía (Morote et al., 1990), y los efectos positivos de la no-labranza manejo
de suelos serán discutidas más adelante.

4. La acidez del suelo

una gran proporción de los suelos tropicales se han desarrollado a partir de viejas formaciones
geológicas. Esto, combinado con condiciones climáticas, ha redundado en suelos altamente
erosionados, que contiene principalmente arcillas de baja actividad.

Estos son comúnmente muy lixiviados, ácidos, y estéril, y con frecuencia contienen
concentraciones tóxicas de aluminio (Al) y el manganeso (Mn) (Lal, 1993). Tales condiciones
de suelo ácido plantean problemas para la planta, la bacteria y la simbiosis (Giller y Wilson,
1993). La microsymbiont es generalmente el más sensible al pH partner. Algunas especies de
rizobios pueden tol- erate acidez mejor que otros y la tolerancia puede variar entre cepas
dentro de una especie (Lowendorff, 1981; Vargas y Graham, 1988; Brockwell et al., 1995;
Hungria et al., 1997b). El pH óptimo para el crecimiento de rizobios se considera entre 6.0 y 7.0
(Jordania, 1984) y son relativamente pocos los rizobios crecen bien a pH inferior a 5.0 (Graham
et al., 1994). Las excepciones incluyen cepas de Rhizobium tropici, Mesorhizobium loti y
Bradyrhizobium sp. Sinorhizobium meliloti en particular es altamente sensibles al ácido
(Brockwell et al., 1995), pero la variación de pH ácido tolerancia fueron reportados para esta
especie (Graham et al., 1994).

No se puede predecir la tolerancia intrínseca del pH en el sitio de aislamiento. Cuando cepas


de rizobios de crecimiento rápido fueron aisladas de nódulos de genotipos de soya primitivo y
moderno que habían sido inoculados con suelo de sitios en Brasil, donde el pH varió de 3,04 a
5,09, sólo el 37% fueron capaces de crecer en medio tamponado a pH 4.0. Sesenta por ciento
creció a pH 9,5 (Hungria, M., Chueire, L.M.O., Coca, R. MegõÂas, M., datos inéditos).

parece que pH ácido tolerancia en los rizobios depende de la capacidad de mantener un pH


intracelular (pHi) entre 7.2 y 7.5, incluso en ácido (pH externo Kashket, 1985; O'Hara et al.,
1989; Graham et al., 1994). Graham et al. (1994) informaron de ácido-Tolerancia en R. tropici
CIAT tipo IIB ˆUMR 899 (1899), y estudios posteriores han identi®ed membrana exterior
y el citoplasma respuesta (Ballen et al., 1998). La tolerancia de R. tropici a pH bajo podría
explicar la alta frecuencia de esta especie en suelos ácidos de América Central, Brasil y África.
Cuando el pHi de S.

meliloti cae por debajo de 7.0 (Perez-Galdona y Kahn, 1994) o 6.5 (O'Hara et al., 1989), el
crecimiento cesa, sugiriendo que algún proceso citoplásmico esencial es extremadamente
sensible a la acidez.

La acidez afecta a los primeros pasos en el proceso de infección, incluyendo el intercambio de


señales moleculares entre socios simbiótica y apego a las raíces.

Liberación de NOD-inductores de genes por la soja y com- mon raíces judías fue menor a pH
4.5 que a pH 5,8 (Hungria y Stacey, 1997), con algunos genes, incluyendo la nodulación nodA,
apagado por el pH cae (Richardson et al., 1988a,b). Además, McKay y Djordjevic (1993) han
informado de que el bajo pH puede afectar la producción y excreción de la nodulación factores
en cepas de R. LEGUMINOSARUM BV. trifolii. Otras etapas del establecimiento y la función de
los nódulos también son afectados por la acidez, como es el crecimiento de la planta huésped
(Graham, 1981; Munns, 1986).

Baja el pH del suelo a menudo está asociada con un aumento de Al y Mn de la toxicidad y la


reducción de calcio (Ca) de alimentación.

Estas tensiones adicionales que afectan el crecimiento de rizobios (Cooper et al., 1983;
Coventry y Evans, 1989; Campo, 1995), de la legumbre de host (Andrews et al., 1973; Kim et
al., 1985), y de la simbiosis (Murphy et al., 1984; Brady et al., 1990; Campo, 1995). Nodularon
las legumbres son más sensibles a la toxicidad de Al y Mn que las plantas reciben N mineral,
por ejemplo, Wouters et al. (1986) observaron que un al-tolerante de la variedad de frijol común
aún produce el 90% de rendimiento máximo en un 73% al de saturación del complejo de
cambio, mientras que la nodulación fue com- pleto suprimidos en el 33% de saturación.

La naturaleza y el sitio de acción de iones Al permanecer unde®NED. Los estudios de Johnson


y Wood (1987), Matsumoto (1991) y Wood (1995) han indicado que al iones actúan al unirse al
ADN, interfiriendo con la división celular. Sin embargo, dado que tanto al-sensible y Al- cepas
tolerantes enlazado cantidades similares de Al, un

mecanismo de reparación del ADN- debe existir en cepas tolerantes. Además de la toxicidad de
Al, la acidez también puede estar relacionado con el fósforo (P) y molibdeno (Mo) de®ciencies.

Liming ha sido considerada la más ef®suficiente práctica en la superación de la acidez del


suelo, con algunos de los bene®ts a cultivos de leguminosas, no sólo debido al aumento del pH
del suelo, sino también a la mayor disponibilidad de Ca para plantas, bacterias y la simbiosis.
Tn5-ácido inducida- sensible mutantes de S. meliloti fueron capaces de crecer a pH bajo sólo
con altas concentraciones de Ca en el medio de cultivo (Reeve, 1993), y O'Hara et al.

(1989) observó que varios mutantes de rizobios de transforma- ción pHi más eficazmente
cuando se aumentó la concentración de Ca 2 veces. El calcio puede afectar la integridad de la
pared celular de rizobios (Bergersen, 1961; Vincent, 1962; de Maagd et al., 1989; Ballen et al.,
1998), algunas enzimas (Norris et al., 1991; Ballen et al., 1998), o los sistemas de transporte de
membrana (O'Hara et al., 1989).

Una mejor comprensión de los mecanismos utilizados por H‡ cepas tolerantes a
sobrevivir el estrés ácido sería de gran importancia en ning de®pro- cedimientos de selección
racional. Sin embargo, estudios genéticos de ácido tolerancia, han revelado poco. Tiwari et al.
(1996b) informó que los actos proteína en S. meliloti pueden estar implicados en "sensible" del
entorno externo y de la trans- misión de una señal que altera la transcripción génica.

La inactivación del gen actos resultados en la generación de un fenotipo sensibles al ácido,


pero la tolerancia se puede restaurar si los actos se inserta en el gen mutante. Junto a los actos
es un gen que, cuando actR inactivados por Tn5-transpos� mutagénesis, resulta en un
fenotipo sensibles al ácido. S. meliloti actA es también necesaria para el ácido tolerancia (Goss
et al., 1990; Tiwari et al., 1996a), y actA mutantes son incapaces de regular su pHi (O'Hara et
al., 1989). Tiwari et al. (1996a) de mencionar un bajo pH-gen regulado en S. meliloti
denominado phrR, adyacente al acta, que es inducido de 5 a 8 veces por condiciones de ácido
(Reeve, W.G., Tiwari, R.P., Wong, C., inédito, citado por Glenn et al., 1997).

5. Las estrategias para mitigar la alta temperatura, la sequía y el suelo ácido limitaciones

5.1. Selección de cepas de tolerancia a alta temperatura: un programa para frijol rhizobia en
Brasil

las diferencias fisiológicas entre las especies vegetales y especies y cepas de rizobios en
relación a alta temperatura, estrés hídrico y acidez han sido reportados y deben ser
considerados en la selección de programas para mejorar los rendimientos de leguminosas en
áreas sujetas a estos factores de estrés (p. ej. Ferrari et al., 1967; Gibson, 1975; Munns, 1986;
Walker y Miller, 1986; Piha y Munns, 1987; Karanja y madera, 1988b).

El frijol común es una importante fuente de proteínas en la dieta de unos 500 millones de
personas en América Latina y África Ð especialmente para aquellos que viven en la pobreza Ð
pero la planta es muy sensible a altas temperaturas.

El intervalo óptimo para la simbiosis de nódulos de raíz se considera entre 25 y 338C (Barrios
et al., 1963; Pankhurst y Sprent, 1976; Graham y Halli- día, 1977), pero disminuye en N2
®xation actividad han sido observados por encima de 288C (Hungria et al., 1985; Piha y
Munns, 1987; Hungria y Franco, 1993).

En Brasil, la nodulación del frijol es generalmente pobre, con el fracaso atribuido a las elevadas
temperaturas de suelo (Hungria et al., 1993, 1997b). La importancia de la alta tolerancia a la
temperatura en cepas seleccionadas para su uso en los Trópicos ha sido señalado por muchos
autores (Dart et al., 1976; y MuneÂvar Wollum, 1981a,b; La Favre y Eaglesham, 1986; Piha y
Munns, 1987; Karanja y madera, 1988b; Hafeez et al., 1991; Hungria et al., 1993). Sin
embargo, la tolerancia de temperatura de rizobios aparentemente no está estrechamente
relacionado con el lati- tude geográfica de su origen, o a las especies hospedadoras (MuneÂvar
y Wollum, 1981a; Karanja y madera, 1988b; Hun- gria et al., 1993). Además, la capacidad de
una cepa de crecer a altas temperaturas in vitro no se correlacionan necesariamente con la
nodulación y N2 ®xation capacidad bajo condiciones similares (La Favre y Eaglesham, 1986;
Karanja y madera, 1988b), y varía con el cultivar (host Gitonga et al., 1989). Por consiguiente,
la cepa selección para tolerancia a altas temperaturas in vitro ha demostrado no ser un enfoque
prometedor.

El frijol común es nodularon por una gama de especies de rizobios, incluyendo a R.


LEGUMINOSARUM BV. phaseoli, R.

tropici tipo IIA y tipo IIB, R. etli y el recientemente descrito R. gallicum y R. giardinii. Varios
estudios han demostrado que el R.tropici tolera importantes®considerablemente mayores
temperaturas de R. leguminosarum y R.

etli (MartõÂnez-Romero et al., 1991; Hungria et al., 1993; Mercante, 1993; Sa et al., 1993), es
más tolerante de ácido (Graham et al., 1994; Anyango et al., 1995), y tiene un amplio rango de
host (MartõÂnez-Romero et al., 1991; Hungria et al., 1993). Lo que es más importante, R.

tropici muestra una mayor estabilidad genética, manteniendo

las propiedades simbióticas bajo estrés (SoberoÂn-Chávez et al., 1986; MartõÂnez-Romero et


al., 1991; Hungria et al., 1993; Segovia et al., 1993; Michiels et al., 1994). MartõÂnez, E. (com.
pers.) estima que la frecuencia de reordenación genómica en R. tropici es 100 veces menor
que el de R. etli y R. LEGUMINOSARUM BV. phaseoli. Si se considera también la pérdida del
plásmido, la estabilidad genética de R. tropici puede ser al menos 1000 veces mayor que en el
caso de R. etli.
Las especies de rizobios que nodulate frijoles comunes también varían en N2 ®xation
capacidad y la nodulación competitividad con este host (MartõÂnez-Romero y Rosenblueth,
1990; Oliveira y Graham, 1990; Hun- gria et al., 1999a). R. tropici es más competitivo en un pH
bajo (alrededor de 5,0) que a pH>6.0 (Vargas y Graham, 1989; Streit et al., 1992; Frey y
Blum, 1994). De nuevo, esto favorece la utilización de esta especie en suelos tropicales de
ácido.

La heterogeneidad entre las cepas de R. tropici ha informado tanto para ef®eficacia en N2


®xation y com- petitiveness (Mercante, 1993; Sa et al., 1993; Hungria et al., 1997b, 1999a),
indicando que las cepas superiores pueden obtenerse a través de programas de selección.

Estabilidad genética, especialmente bajo condiciones de estrés es esencial para cualquier


variedad recomendada para uso en inoculantes comerciales. Esto fue demostrado en Brasil en
1994, cuando una de las dos cepas utilizadas en inoculantes comerciales , perdió su capacidad
de ®x N2 en varios experimentos de invernadero y ®ELD. Esta reiterada experiencia anterior
con otras dos cepas utilizadas en Brasil, C-05-0 de inoculantes y V-23, ninguno clásicos®ed
como R. tropici (Hungria y Araujo, 1995) y con el australiano de inoculantes de calidad de
tensión CC511 (Graham, P.H., com. pers.). Se inició un programa de selección de ®nd
ef®eficiente, competitiva y alta temperatura cepas de R. tropici tolerante, la especie se
considera más probable que sean adecuados para los suelos de Brasil. La ®rst fase de este
programa examinó tolerante a temperatura rizobios aisladas de 18 legu- minous especies
arbóreas. Sesenta y nueve aislamientos fueron evaluados para la nodulación de frijol comn.
Catorce aislamientos de leucaena, Lonchocarpus y Gliricidia fueron

 en el frijol común, y cuatro de ellas accu- formuladas por lo menos tanto como las plantas n
recibir 50 mg N por semana cuando se cultiva a 408C durante 8 h al día (Hungria et al., 1993).
Entre otras cepas obtenidas mediante la leucaena como trap host, el 84% pertenecía a R

tropici tipo IIA, y sólo el 16% pertenecía a R. tropici son más tolerantes de los estreses
ambientales así como de tipo IIB. Sin embargo, el 67% de las cepas de tipo IIB toler-
competitivo y ef®cientes con frijol en tro- ciada a altas temperaturas, mientras que sólo el 1,7%
del tipo IIA pical condiciones. El amplio uso de estas variedades podrían, cepas tolerantes de
temperatura (Mercante, 1993). a bajo costo, mejorar los rendimientos y revertir la tendenia de
baja, lamentablemente no ®eld se realizaron experimentos los rendimientos del frijol en
América Central y del Sur y África.

con las cepas seleccionadas en ambos experimentos. En un estudio paralelo en el estado de


ParanaÂ, cepas aisladas 5.2. Cómo superar el problema de la acidez?

Con el frijol común como una trampa de host, también fueron probados para la tolerancia a
estrés ambiental, capacidad de supervivencia nodulate de nódulos de raíz las bacterias a pH
ácido puede ser Leucaena, para N2 ®xation mayor capacidad, competiciones afectados por
previo historial de crecimiento, particularmente medianas, eficacia y rendimiento. Esta
investigación condujo a la composición, con una respuesta adaptativa de ácido-tolerancia la
identi®cación de una cepa, PRF ˆSEMIA 81 (4080), inducible por pH bajo en algunos
nódulos de raíz las bacterias que es intermedio en las propiedades entre R. tropici (O'Hara y
Glenn, 1994). En S. meliloti, crecimiento bajo IIA y IIB. Cepa 81 PRF es tolerante a alta tem-
levemente las condiciones ácidas, se mejora el rendimiento de peratures y acidez in vitro e in
vivo, eficaz en las células posteriormente expuestos a grave estrés ácido N2 ®xation con frijol y
altamente competitivos (O'Hara y Glenn, 1994). Preparado de inoculantes de rizobios bean
bajo contra los indígenas. Importantes®peralte medianamente ácido condiciones de
rendimiento podría ser, por consiguiente, espera a

1ÿ aumentos de hasta 900 kg ha han sido reportados funcionan mejor en suelos ácidos
tropicales, pero ese enfoque en varios sitios con alta población de indígenas con frecuencia ha
sido infructuosos (Robson y Bot- frijol rizobios (Hungria et al., 2000). Tabla 1 tomley, 1991).
Esto es probablemente debido a los rasgos muestra la respuesta obtenida por la inoculación
con PRF necesaria para sobrevivir en el suelo y efectivamente nodulate 81. La CEPA ha sido
recomendado para su uso en Brasil las legumbres son el resultado de una combinación de
características

‡ desde 1998, y un rendimiento superior ya es además de la capacidad para tolerar los iones
H. El

aumento de las demandas de los agricultores de inoculantes de frijol. La variabilidad entre las
variedades de frijol comn (Miranda las respuestas a la inoculación con PRF 81 alienta y Lobato,
1978) y cepas (Karanja y madera, mayores esfuerzos para identificar cepas genéticamente
estable que 1988a; Vargas y Graham, 1988), así como entre la

tabla 1 Respuesta de cultivares de frijol carioca a la inoculación con seis cepas de rizobio

b Tratamiento experimentos de invernadero

28/23 (8C) 37/23 (8C)

número total de nódulos c n c número de nódulos (número total de N por planta por planta)
(mg) (número por planta por planta) (mg)

un experimento de invernadero las plantas fueron cultivadas en condiciones óptimas de


temperatura (28/238C, día/noche) o bajo estrés (37/238C) condiciones, en modi®ed Leonard
frascos que contienen N-libre la solución nutriente y se cosecharon a los 45 días después de la
emergencia (modi®ed de Hungria et al., 2000).

b cepas de rizobio: PRF 81 (cepa brasileña con características mixtas de R. tropici tipo IIA y
tipo IIB); CFN 299 (R. tropici IIA), R. tropici CIAT 899 (IIB), CFN 42 (R. etli), USDA 2671 (R.
LEGUMINOSARUM BV. phaseoli).

d las semillas). Los controles no inoculado suministrada o no con N mineral (30 mg de N como
KNO3 por planta por semana).

e medio de ®ve replica y valores seguidos por la misma letra, en la misma columna, no mostró
diferencia estadística (Tukey, p<0,05).

f valores no considerados para el análisis estadístico. variedades de soya (Toledo et al., 1994)
y cepas (Asanuma y Ayanaba, 1990; Campo, 1995) en rela- ción a la tolerancia a la acidez y al
han sido reportados.

de También importantes®cant host/cepa interacciones en bajo pH pueden ocurrir (Vargas y


Graham, 1988) y debe ser considerada en suelos ácidos tropicales. Mutágenos químicos- esis
puede aumentar la tolerancia del ácido de rizobios (Rako- toarisoa et al., 1981), pero hasta la
fecha ninguna agronómicamente cepas útiles han sido obtenidos. Otro enfoque es utilizar los
suelos ácidos como la fuente de la raíz, las bacterias de los nódulos. Y Gemmell Roughley
(1993) observó que de rizobios aisladas de suelos ácidos eran importantes®considerablemente
más tolerante de acidez de los suelos eran de punto muerto. Madera y Pastor (1987) no pudo
obtener ácido cepas tolerantes con ese método, aunque el éxito de los resultados fueron
obtenidos con rhizobia nodu- relativos pasturas leguminosas en Australia y Colombia
(Sylvester-Bradley et al., 1983; Howieson et al., 1988).

La acidez es un problema creciente en los suelos tropicales, especialmente como resultado de


la mala gestión y el encalado es actualmente la única práctica ameliorative extensamente
utilizados. Sin embargo, en Brasil, los cultivares comerciales de soja y frijol y el recomendado
para los rizobios inoculantes comerciales tolerar niveles moderados de acidez, y encalado
hasta pH neutro no es necesario. Así, aunque la nodulación se reduce drásticamente a pH 4,5,
buena nodulación y N2 ®xation tasas pueden ser alcanzado por encima de pH 5.2. Liming
todavía deben utilizarse para llegar a esta fase, y garantizar la disponibilidad de nutrientes
como el calcio y el molibdeno.
Las disminuciones en la soya y la nodulación del frijol comn bajo condiciones ácidas puede ser
aliviado en parte por la suplementación con ¯avonoid gen NOD-

inductores (Hungria y Stacey, 1997), con estudios para examinar las diferencias de respuesta
varietal o maximizar la expresión de los genes nod-rizobios en condi- ciones de ácido que aún
son necesarios. Los estudios deberían también considerar el impacto de la acidez y la
aplicación de cal en la población de rizobios. En un estudio reciente con frijol en un suelo
brasileño con una alta población indígena, acidez de cepas de rizobios cambiado la abundancia
y la diversidad genética, que fueron inferiores en el suelo sin encalar (Andrade et al., 1999).
Tales cambios en la estructura de la población en mayo¯uence respuestas a la inoculación; sin
embargo, esto no ha sido investigado. Lo que es más importante, ya que muchas tierras
brasileñas muestran altos niveles de Al (50±70% de saturación),

programas buscando ácido-tolerantes variedades y cepas debe continuar.

5.3. La soja bradyrhizobial cepas adaptadas a la brasileña Cerrados

la ingeniería genética es una herramienta prometedora para la producción de cepas de rizobios


superior, pero el suelo continuará siendo un importante reservorio de ef®eficiente, competitiva
y cepas tolerantes. Muy a menudo el esfuerzo requerido en la selección de la cepa demuestra
menos que es necesaria para el desarrollo de cepas de ingeniería. En Brasil, un exitoso
programa de selección de la cepa ha sido desarrollada para el brasileño ''cerrados'' la sabana,
un área de 207 millones de hectáreas (25% del territorio brasileño), para que la soja se
presentó como un nuevo cultivo en la década de 1960. Hoy, la soja es el más importante de
Brasil y de exportación de granos el cultivo principal en los cerrados, donde el crecimiento es
fuertemente dependiente de N2 ®xation. Esta alta dependencia de N2 ®xation contrasta con
las prácticas en el norte de Estados Unidos, donde las plantas pueden derivar únicamente
40±50% de sus necesidades N de simbiosis.

Los cerrados originalmente eran libres de bradyrhizobia cepas capaces de establecer una
ef®ciente simbiosis con soja. La ®rst inoculantes cepa llevó 566, SEMIA recomendado
comercialmente desde 1966 hasta 1978.

Otras dos cepas, las cuales mostraron una mejor nodulación con los cultivares comerciales,
entonces sustituido SEMIA 566 (Vargas y Hungria, 1997). Más de una década después, el
mayor n demandas de las nuevas y más productivas genotipos de soya ha llevado a una
necesidad de cepas con capacidad mejorada para N2 ®xation. Sin embargo, condiciones
estresantes en los cerrados Ð largos períodos de sequía, las altas temperaturas, la acidez del
suelo y al toxicidad Ð limita la elección de cepas. Con este fin, el aislamiento de ef®ciente
cepas naturalizadas ''adaptarse'' para estas condiciones inhóspitas fue intentada desde las
zonas de producción de soya ®rst sembradas más de 15 años previamente. Estos suelos han
sido inoculados con SEMIA 566 u otras cepas, pero en ese momento no tenía más de
inoculación. Se obtuvo una buena nodulación donde había establecido poblaciones de rizobios,
y bac- terios aislada de grandes nódulos rosados fueron probados individualmente para N2
®xation capacidad bajo condiciones de invernadero y, posteriormente, para rendimiento de
grano en sev- eral ®eld juicios. Una ef®ciente aislar, CPAC ˆSEMIA 15 (5079), probó ser
superior, aumentando el rendimiento de la soja ÿ1 hasta 750 kg ha en comparación  con las
cepas recomendadas comercialmente. Esta cepa ha sido recomendada para la inoculación de
soja desde 1992 (Vargas et al., 1992, 1994).

Mientras el CAPC 15 pertenece al servi- ogroup SEMIA 566, análisis posteriores han
demostrado morfológicas, fisiológicas y las diferencias genéticas entre 15 y SEMIA CAPP 566:
producción de moco, baje la síntesis del ácido acético indol, aumento Hai pheno-tipo, y los
cambios en el ADN pro®le después ampli®catión por RAPD O POR ERIC/REP-PCR (Hungria
y Vargas, 1996; Hungria et al., 1996; Nishi et al., 1996; Boddey y Hungria, 1997). Otras cepas
seleccionadas pertenecientes al serogrupo SEMIA 566 están siendo investigados, con la gran
mayoría mucho más competitiva que la cepa parental, y algunos mostrando una mayor
capacidad para N2 ®xation y apoyar mayores rendimientos (Hungria et al., 1998). Estas cepas
también difieren de la patria SEMIA 566 en caracteres morfológicos, fisiológicos y
características genéticas; Fig. 2 muestra el ERIC-PCR pro®les de cepas seleccionadas y
SEMIA 566, así como las diferencias en sus N2 ®xation capacidad. Este programa ha
demostrado que la búsqueda de cepas adaptadas permite la selección de la tolerancia de una
variedad de factores de estrés ambiental, así como para un mayor N2 ®xation capacidad y
competitividad, permitiendo finalmente que los aumentos en el rendimiento de grano.

5.4. Prácticas de manejo agrícola

algunas prácticas agrícolas, como cultivos intercalados, cultivos múltiples, rotación de cultivos y
el uso de cultivos de cobertura han demostrado ser microbiológicamente y eco- nomically
atractivo, mejorar N2 ®xation y rendimiento bajo condiciones de Brasil y contribuyendo a la
agri- cultura de la sostenibilidad.

En grandes zonas de Brasil, la labranza convencional, con las prácticas tradicionales de


labranza y disking para preparar la tierra, reduce la materia orgánica de los suelos y aumenta la
erosión. En contraste, la gestión sin labranza, con semillas sembradas directamente a través de
los residuos de la cosecha anterior, protege el suelo contra la erosión por el agua, mejora la
estructura del suelo, la estabilidad y el contenido de humedad, ayuda en la regulación de la
temperatura del suelo y, con el tiempo, aumenta el contenido de materia orgánica del suelo
(Derpsch et al., 1991). Desde 'no-till' bene®ts frágiles suelos parti- particular, la mejora de
propiedades físico-químicas y biológicas, su adopción está aumentando en Brasil, nowa- días
ocupa unos 11 millones de hectáreas, o el 20% de la superficie cultivada

Fig. 2. (A) N total (mg N por planta) acumulado en el cultivo de soja, cultivar BR-16, inoculados
con siete serogrupo SEMIA 566 aislamientos, con CAPP 15 (también un serogrupo SEMIA 566
aislar, columna 8) y con SEMIA 566 (columna 9). Todas las cepas fueron estadísticamente
diferentes de SEMIA 566 (Tukey, p<0,05); (b) el ADN pro®le de las cepas después
ampli®catión por ERIC-PCR. Después de Hungria et al. (1999b).

zona. La labranza de conservación prácticas dan lugar a temperaturas de suelo máximo


5±108C menor comparado a con- ventional hasta, y las oscilaciones del suelo también son
inferiores (Lal, 1993). Estas diferencias de temperatura, añadido a mayor contenido de
humedad pueden bene enormemente®t N2

®xation. Así, en la ausencia de la población nativa de inoculación del frijol rhizobia aumentó de

3 ÿ1 2.5 10 células g suelo con labranza convencional a

4 ÿ1 3.9 10 células g con labranza de conservación. También se observaron aumentos en el


gen NOD-inducir la actividad de la solución del suelo, la nodulación, el rendimiento de los
cultivos, y en la diversidad de las cepas de rizobios (Hungria y Vargas, 1996).

Con la soja cultivada bajo la labranza de conservación, no sólo fue el número de nódulos
aumentó en comparación con con- vencionales de Till, pero la nodulación extendido a las
capas más profundas del suelo (Sidiras y Voss, 1985). Por otra parte, aumentó la soja sin
labranza bradyrhizobial población, nodula- ción y la N2 ®xation tasas (Fig. 1) con más de
diversidad de cepas encontradas (Ferreira et al., 2000).

No obstante, varios aspectos aún no se han estudiado. Uno es que la aplicación de la


superficie de cal o yeso en el sistema sin labranza con lixiviación aún más con el tiempo crea la
variable pH, contenido de Ca y Mg en las diferentes capas de suelo (Caires et al., 1998), y
podría afectar su distribu- ción y de la biodiversidad de rizobios. Por consiguiente, el uso de
prácticas agronómicas como 'no-till' no sólo puede mejorar la sostenibilidad de la agricultura,
sino que también ayudan al establecimiento de poblaciones de rizobios en el suelo y mejorar la
diversidad genética. Todos estos factores contribuyen a un mayor rendimiento a bajo costo.

6. Conclusión
Los suelos tropicales son a menudo de®ciente en N, por lo tanto, N2 ®xation biológico es un
proceso clave para la sostenibilidad de la agricultura. Sin embargo, N2 ®xation tropical puede
estar limitado por condiciones de estrés ambiental, como las altas temperaturas, la sequía y la
acidez del suelo. En Brasil, la selección de la cepa ha sido una parte integral de la producción
de frijol de soya y el foco. Apro- piadas prácticas de manejo de suelos de los trópicos, por
ejemplo,

la labranza de conservación, que dan como resultado la disminución de la temperatura del


suelo y el aumento de la humedad del suelo, también bene®t N2 ®xation.

Los estudios están comenzando a dilucidar los mecanismos asociados con tolerancia a estas
condiciones de estrés, y el esfuerzo será necesario para traer esa informa- ción básica para un
uso práctico.

Agradecimientos

La investigación descrita en este documento fue parcialmente ®nanced por FINEP/CNPq/MCT,


PRONEX, Grupo de excelencia en la fijación de nitrógeno confirmar una beca de investigación
del CNPq. El documento fue aprobado para su publicación por el director técnico de Embrapa-
Soja como manuscrito no.

la acidez del suelo

Una gran proporción de los suelos tropicales han desarrollado a partir de antiguas formaciones
geológicas. Esto, combinado con las condiciones climáticas, se ha traducido en suelos
altamente erosionados, que contiene predominantemente arcillas de baja actividad.

Estos son comúnmente altamente lixiviados, ácido, y estéril, y con frecuencia contienen
concentraciones tóxicas de aluminio disponible (Al) y manganeso (Mn) (Lal, 1993). Tales
condiciones de suelos ácidos plantean problemas para la planta, las bacterias y la simbiosis
(Giller y Wilson, 1993). El microsimbionte suele ser la más pareja sensible al pH. Algunas
especies de rizobios pueden tolerar la acidez mejor que otros, y la tolerancia pueden variar
entre cepas de una misma especie (Lowendorff, 1981; Vargas y Graham, 1988;. Brockwell et al,
1995; Hungria et al., 1997b). El pH óptimo para el crecimiento rhizobial se considera que es
entre 6,0 y 7,0 (Jordan, 1984) y relativamente pocos rizobios crecer bien a pH de menos de 5,0
(Graham et al., 1994). Las excepciones incluyen cepas de Rhizobium tropici, Mesorhizobium
loti y Bradyrhizobium sp. Sinorhizobium meliloti, en particular, es altamente sensible a los
ácidos (Brockwell et al., 1995), pero la variación en la tolerancia a pH ácido se informó para
esta especie (Graham et al., 1994) la tolerancia .Intrinsic no puede predecirse a partir de el pH
en el lugar de aislamiento. Cuando rápido crecimiento de rizobios

cepas fueron aisladas de nódulos de modernas y primitivas genotipos de soya que habían sido
inoculados con el suelo de los sitios en Brasil, donde el pH varió de 3.04 a 5.09 sólo el 37%
fueron capaces de crecer en medio tamponado a pH 4,0. El sesenta por ciento creció a un pH
de 9,5 (Hungría, M., Chueire, L.M.O., Coca, R., MegõÂas, M., datos no publicados).

Parece que la tolerancia pH ácido en rizobios depende de la capacidad para mantener un pH


intracelular (pHi) entre 7,2 y 7,5, incluso a pH ácido externo (Kashket, 1985; O'Hara et al,
1989;.. Graham et al, 1994 ). Graham et al. (1994) informaron de ácido tolerancia en R. tropici
tipo IIB, membrana externa CIAT 899 (?? UMR 1899), y estudios posteriores han identi®ed y la
respuesta citoplasma (Ballen et al., 1998). La tolerancia de R. tropici a pH bajo podría explicar
la alta frecuencia de esta especie en suelos ácidos de América Central, Brasil y África. Cuando
el pHi de S. meliloti cae por debajo de 7,0 (Pérez-Galdona y Kahn, 1994) o 6,5 (O'Hara et al.,
1989), el crecimiento cesa, lo que sugiere que algún proceso citoplásmico esencial es
extremadamente sensible a la acidez.

La acidez afecta primeros pasos en el proceso de infección, incluyendo el intercambio de


señales moleculares entre los socios simbióticos y el apego a las raíces. La liberación de los
inductores visto bueno de genes de soja y frijol raíces fue menor a pH 4,5 que a pH 5,8
(Hungría y Stacey, 1997), con algunos genes de nodulación, incluyendo Noda, apagado si el pH
baja (Richardson et al., 1988a ,segundo). Además, McKay y

Djordjevic (1993) han informado de que el pH bajo puede afectar la producción y excreción de
los factores de nodulación en los trenes de R. leguminosarum bv. trifolii. Otras etapas de
establecimiento de nódulos y función también se ven afectados por la acidez, como es el
crecimiento de la planta huésped (Graham, 1981; Munns, 1986).

Bajo pH del suelo a menudo se asocia con aumento de la toxicidad de Al y Mn y oferta


reducida de calcio (Ca). Estas tensiones adicionales afectan el crecimiento de los rizobios
(Cooper et al, 1983;. Coventry y Evans, 1989; Campo, 1995), de la leguminosa host (Andrews et
al, 1973;. Kim et al., 1985), y la simbiosis ( . Murphy et al, 1984; Brady et al, 1990;. Campo,
1995). legumbres noduladas son más sensibles a la toxicidad de Al y Mn que las plantas de
recepción de N mineral, por ejemplo, Wouters et al. (1986) observaron que una variedad de
frijol común Altolerant todavía se produce el 90% del rendimiento máximo al 73% de
saturación del complejo de cambio, mientras que la nodulación fue totalmente suprimida en el
33% de saturación.

La naturaleza y el sitio de acción de iones de Al permanecen unde®ned. Los estudios realizados


por Johnson y Wood (1987), Matsumoto (1991) y Wood (1995) han indicado que Al iones
actúan uniéndose al ADN, lo que interfiere con la división celular. Sin embargo, ya que las
cepas tolerantes tanto Al-sensibles y Al obligados cantidades similares de Al, un mecanismo de
reparación del ADN debe existir en cepas tolerantes. Además de la toxicidad de Al, acidez
también puede estar relacionado con el fósforo (P) y molibdeno de®ciencies.Liming (Mo) se ha
considerado la práctica más ef®cient en la superación de la acidez del suelo, con algunos de los
bene®ts a no legumecrops solamente debido al aumento de pH del suelo, sino también a una
mayor disponibilidad de Ca de plantar, las bacterias y la simbiosis. Tn5 inducida por los
mutantes de S. meliloti acidsensitive fueron capaces de crecer a pH bajo solamente con altas
concentraciones de Ca en el medio de crecimiento (Reeve, 1993), y O'Hara et al. (1989)
observaron que varios mutantes rhizobial mantienen pHi más eficazmente cuando la
concentración de Ca se aumentó 2 veces. El calcio puede afectar a la integridad de la pared
celular rhizobial (Bergersen, 1961; Vicente, 1962; de Maagd et al, 1989;.. Ballen et al, 1998),
algunas enzimas (Norris et al, 1991;.. Ballen et al, 1998), o sistemas de transporte de
membrana (O'Hara et al., 1989) .A mejor comprensión de los mecanismos utilizados por H ?? -
cepas tolerantes al estrés ácido sobrevivir serían de gran importancia en de®ning
procedimientos de cribado racionales. Sin embargo, los estudios genéticos de tolerancia al
ácido, se han revelado muy poco. Tiwari et al. (1996b) reportaron que la proteína actúa en S.
meliloti puede estar implicado en la detección `` '' el ambiente externo y en la transmisión de
una señal que altera la transcripción de genes.

La inactivación del gen de actos en la generación de un fenotipo sensible a los ácidos, pero la
tolerancia pueden ser restaurados si el gen actúa se inserta en la cepa mutante. Adyacente al
gen de ACTR actos es que, al ser inactivado mediante mutagénesis Tn5-transposón, da lugar a
un fenotipo sensible a los ácidos. S. meliloti ACTA es también
requerido para la tolerancia al ácido (Goss et al, 1990;. Tiwari et

al., 1996a), y ACTA mutantes son incapaces de regular

pHi (O'Hara et al., 1989). Tiwari et al. (1996a) de-

le prescribió un bajo pH regulado gen en S. meliloti denomina

PHRR, adyacente al Acta, que se induce de 5 a 8 veces

por condiciones ácidas (Reeve, W.G., Tiwari, R. P., Wong,

C., no publicado, citado por Glenn et al., 1997).

5. Estrategias para aliviar la alta temperatura,

la sequía y las limitaciones de suelos ácidos

5.1. la selección de cepas para la tolerancia a alta temperatura:

un programa para los rizobios de frijol común en Brasil

Las diferencias fisiológicas entre las especies de plantas y

especies y cepas de rizobios en relación a alta temperatura

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