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➢ También observó que los aceros de grano fino tenían menor penetración de
temple que los aceros de grano grueso.
• En los aceros de grano fino se observó con más frecuencia que la ferrita y la
cementita aparecían desordenadas, formando zonas coalescentes.
• Mientras que en los aceros de grano grueso, en la zona cementada aparecían esos
constituyentes presentando estructuras laminares, rodeados por una red muy bien
formada de cementita.
A los primeros aceros se los llamó anormales, mientras que a los de grano grueso
normales.
¿Por qué hablamos de tamaño de grano austenítico?
A lo largo de los años los estudios sobre el tamaño de grano se llevaron a cabo haciendo
foco en el tamaño de grano austenítico, ya que se determinó que éste era el de
importancia para determinar las propiedades de los aceros. El tamaño de los granos de
ferrita, perlita, etc. se observan como una consecuencia del tamaño de grano
austenítico.
Siempre que se hable de tamaño de grano, se está hablando de tamaño de grano
austenítico. Esto quiere decir que se está hablando del tamaño que tenía la austenita
antes de comenzar su enfriamiento, cuando el acero está , a temperaturas entre 750 y
1000°C, en estado austenítico.
Algunas de las conclusiones más interesantes observadas después de diferentes
estudios sobre el tamaño de grano son:
2. Cada colada de acero, es decir, barras o piezas fabricadas con una colada, tiene una forma
característica de comportarse. Las piezas o herramientas fabricadas con algunas coladas
de acero, tienen una tendencia muy marcada a dar después del temple estructuras
groseras y son, en general, frágiles, y las piezas fabricadas con otras coladas que son de
grano fino son en cambio muy tenaces.
4. En los aceros que después del temple quedan con una dureza superior a 55 HRC
(Rockwell C), hay una relación muy estrecha entre el grano de fractura y el tamaño que
tenía el grano austenítico en el momento anterior al temple.
5. Hay diferencia muy marcada entre el grano de los aceros que durante el proceso de
fabricación han sido desoxidados con silicio, y el de los aceros que han sido desoxidados
con aluminio. Los aceros fabricados con silicio, tienden en general a formar granos
gruesos, y los fabricados con aluminio, grano fino.
Cuando se calienta un acero de baja aleación por encima de Ac1, parte de la ferrita y de la
cementita se transforma en austenita. Al continuar el aumento de la temperatura los
pequeños granos formados (generalmente el tamaño de esos granos nacientes es de
entre 5 y 8 en la clasificación de ASTM) se desarrollan absorbiendo la ferrita o cementita
adyacente.
El proceso de crecimiento de esos cristales, depende mucho del tipo de acero. En los
aceros de grano grueso, en cuanto se eleva la temperatura por encima de la crítica, los
granos de austenita empiezan a crecer de manera continua hasta alcanzar tamaños de
grano grandes o bastos.
En la figura se pueden observar 4 aceros
diferentes.
Ejemplo:
Puede ocurrir que dos aceros que a una cierta temperatura tienen el mismo tamaño de
grano, a otra diferente presenten tamaños de grano muy diferentes
Por esta razón siempre hay que evaluar las temperaturas de calentamiento empleadas.
Si bien a la fecha existen ciertas cuestiones que se encuentran en discusión en lo que
respecta al tamaño de grano, no existen dudas de que el tamaño de grano depende
del proceso de fabricación, y que influye fuertemente el método de desoxidación
empleado.
Sin embargo, es posible hacer esa determinación tomando ciertas precauciones , ya que la
transformación de la austenita en otros constituyentes se puede verificar de forma que
revele su tamaño original.
3. En los aceros templados con estructura martensítica, los granos adoptan determinadas
orientaciones, que dependen del tamaño de los granos de austenita. Atacando el acero
con reactivos especiales, es posible lo mismo que en los metales puros, desarrollar un
cierto contraste que permite diferenciar unos granos de otros.
Aceros Templados
Si luego de templar un acero se ataca con el reactivo de Vilella, que contrasta la
orientación de los cristales y permite determinar su número y tamaño ( 95c.c. alcohól
etílico, 1 gr. de ácido pícrico y 5 c.c. de áceido clorhídrico concentrado) , cabe aclarar que
en algunos casos es necesario realizar el pulido y ataque 2 o 3 veces para revelar la
orientación cristalina buscada.
Aceros de Cementación
(ensayo de Mc Quaid)
Cabe aclarar que este ensayo fue desarrollado para aceros de cementación, pero en la
actualidad se utiliza para otros muchos tipos de aceros.
En ensayo consiste en cementar una probeta de acero durante 8hs a 925°C con
cementante sólido, preparado con carbón vegetal y carbonato bárico. La pieza debe ser
enfriada lentamente para asegurar en la zona cementada, cristales de perlita rodeados
por una red de cementita. El enfriamiento debe ser lo suficientemente lento en la zona de
925 a 650°C para que se efectúe sin problemas la precipitación de la cementita en las
uniones de los cristales.
Una vez terminado el enfriamiento se corta la muestra, se pule y ataca con Nital 2%
Si la dureza del acero que se ensaya es menor a dicho valor, la fractura puede ser intra-
granular y pueden aparecer varios granos rotos, como uno solo y dar falsos resultados
Cabe aclarar que para comparar aceros debemos partir de la
misma temperatura y a igualdad de permanencia de la pieza a
temperatura
Los resultados de este ensayo coinciden casi exactamente con los obtenidos por
el método microscópico de A.S.T.M.
Inclusiones no metálicas
Son elementos extraños a la matriz metálica que aparecen en los aceros (por lo que la
interrumpen), siendo muy perjudiciales su presencia, ya que reducen sus características y
propiedades.
Pueden provenir de las escorias, refractarios o de las materiales producidas en los procesos
de oxidación y desoxidación del acero.
En los aceros de bajo contenido de carbono es en los que se acusa más la presencia de
inclusiones; aunque una determinada cantidad de ellas no tiene gran importancia en los
aceros corrientes, sí la tiene en los aceros de calidad.
El aluminio es el elemento que más aumenta la viscosidad del acero y, como las buzas
de la colada continua suelen ser de pequeño diámetro, puede ocurrir que se tapone la
salida del acero líquido cuando el contenido de aluminio pasa de cierto límite.
Óxidos
Los óxidos provienen de una oxidación muy intensa y el exceso de desoxidantes (Fig.
V.10d y e).
La alúmina (Al2O3) es consecuencia de un exceso de Al agregado como desoxidante. Los
óxidos constituyen las inclusiones más comunes; la Al2O3, es muy dura y frágil, se rompe
y dispersa con la forja y la laminación.
Silicatos
Los silicatos (Fig. V.10f y g) provienen de escorias, no muy fluidas por temperatura
insuficiente del horno, lo que provoca su emulsión en el resto de la masa líquida. Son las
inclusiones más peligrosas porque reducen las buenas características del acero. Se
alargan y rompen por laminación y forja.
Hay elementos, como el hidrógeno, que no se distinguen, pero que aparecen en todos los
aceros, disminuyendo sus propiedades mecánicas. En algunos casos forma puntos brillantes
llamados "ojos de pescado" (fish eyes), que confieren mucha fragilidad a la estructura.
El fósforo en exceso, forma un eutéctico llamado steadita, que está compuesto por CFe3 y
PFe3 en matriz ferrítica, es muy frágil. (Fig. V.10h)