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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Pedagógica Experimental


Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas
Subdirección de Extensión

DIPLOMADO DE DOCENCIA UNIVERSITARIA


COHORTE 2020 8.

MÓDULO I:
DESARROLLO DE LAS POTENCIALIDADES HUMANAS.

ASIGNACIÓN Nº 4
ENSAYO SOBRE FACTORES PROTECTORES:
PROYECTO DE VIDA
COMUNICACIÓN
TRABAJO EN EQUIPO

Participantes:
Andreína Márquez.
Emirit Moreno.
Luis Salgado.
Milena Ontivero.
Rosa Rivas.
Noviembre, 2020.
El ser humano es considerado el animal más complejo dentro de la
escala evolutiva de su especie, ya que posee inteligencia y raciocinio,
cualidades que lo diferencian ampliamente de otros animales y que lo
convierten en un ser superior, que se ha ido transformando a lo largo del
tiempo gracias a su insaciable búsqueda del conocimiento, la evolución y la
transcendencia. Todo esto, le ha permitido desarrollar un lenguaje (para
comunicarse y relacionarse con otros seres humanos), establecer formas o
códigos de conducta dentro del entorno donde se desenvuelve (producto de
la convivencia) y descubrir capacidades, habilidades y destrezas (mediante
la observación, la experimentación y el aprender-hacer-enseñar) dirigidas a
mejorar sus condiciones de vida.
En tal sentido, el ser humano presenta una serie de complejidades,
dimensiones y motivaciones que han sido objeto de estudio, originando
diversas teorías y/o corrientes del pensamiento que se enfocan en sus
necesidades biológicas, sociales, cognoscitivas y afectivas, necesidades que
se manifiestan desde el nacimiento hasta la muerte del individuo, motivo por
el cual, se deduce que es un ser multidimensional con un conjunto de
características, elementos, variables y estructuras que se desarrollan en
sistemas dinámicos, haciéndolo diametralmente opuesto a seres de su
misma especie, por cuanto, se puede inferir que cada individuo es único, con
intereses y necesidades distintas, las cuales vienen dadas según su cultura,
experiencias, entorno y realidad.
De lo antes señalado, la vida del ser humano es un ciclo (desde que
nace hasta que muere) cuyas etapas están delimitadas por las dimensiones
del desarrollo físico, cognoscitivo, psicoafectivo y psicosocial, lo cual juega
un papel de gran importancia ya que determina rasgos de personalidad,
comportamiento (en el entorno donde se desenvuelve) y capacidad de
respuesta ante situaciones de distinta índole. Dicho ciclo, puede verse como
un viaje que presenta múltiples variables de acuerdo a la óptica o perspectiva
dentro del cual se lleva a cabo, pues sobre este, no solo actúa la cultura,
experiencias, entorno y realidad del individuo sino también sus necesidades,
deseos, metas, objetivos y época donde se desarrolla, produciendo una
evolución de la conciencia y el crecimiento personal.
No obstante, la evolución de la conciencia y el crecimiento personal se
da, cuando el individuo emprende un viaje dentro de su ser (en búsqueda de
su maestro interior), a fin de averiguar y determinar quién es, en qué consiste
esta hermosa, dolorosa y misteriosa tarea de vivir, cuál es su misión o
propósito de vida, cuáles son sus potencialidades (dones, tesoros,
capacidades, habilidades y destrezas) y cómo debe desarrollarlas y
emplearlas para lograr sus objetivo de vida (los cuales se centran en el
conocimiento, la auto realización y la transcendencia como factores claves
de éxito y felicidad).
En este orden de ideas y a lo largo de los años, el ser humano ha ido
creando un conjunto de estrategias para el desarrollo de sus potencialidades,
dentro de las cuales encontramos: la identificación factores de riesgo
(biológicos, económicos, tecnológicos, sociales y/o personales), el desarrollo
de factores protectores (autoestima, manejo de emociones, valores, proyecto
de vida, comunicación, trabajo en equipo, toma de decisiones, programación
neurolingüística, inteligencias múltiples, pensamiento flexible y estratégico,
resiliencia, beneficios del humor y la risa, meditación, visualización, hipnosis)
el autoconocimiento, el manejo de tensión y estrés, entre otras.
El presente ensayo está orientado a exponer tres factores protectores
de gran importancia para el correcto y óptimo desarrollo de las
potencialidades humanas, éstos son: Proyecto de vida, Comunicación y
Trabajo en equipo.
En consecuencia, vale resaltar que los factores de protectores surgen
como mecanismos de respuesta a los factores de riesgo, pues estos
constituyen un conjunto de acciones que el individuo puede hacer, pensar o
desarrollar para enfrentar situaciones problemáticas que puedan influir de
manera negativa sobre su salud física o emocional, por cuanto se establece
que son todos aquellos elementos que lo ayudan a adaptarse al ambiente
donde se desenvuelve y a evitar situaciones conflictivas o de peligro que
desencadenen una mayor morbilidad o mortalidad futura. En atención a lo
antes mencionado, a continuación, podremos tener una visión más amplia de
los factores protectores.

FACTOR PROTECTOR “PROYECTO DE VIDA”

El proyecto de vida es una herramienta que apoya el crecimiento


personal, identificando las metas que deseamos conseguir y las capacidades
que poseemos, motivo por el cual, es un plan que evita la dispersión y el
desperdicio de tiempo y de recursos. “Un joven que prepara su plan de vida
se prepara para triunfar, difícilmente fracasará, y muy probablemente dejará
huella profunda en el mundo” (Castañeda, L., 2001). De tal forma, es un
proyecto en donde se expresan todas aquellas ilusiones, sueños, metas y
objetivos que se desean alcanzar, considerando los diferentes aspectos de
nuestra vida, por cuanto involucra la toma de decisiones con madurez y la
constancia y perseverancia para cumplirlo.
Asimismo, se puede decir que el proyecto de vida no es una fórmula
para vivir, sino un componente que nos apoya para dar sentido a nuestra
existencia, una dirección a dónde queremos llegar y que tiene un significado
específico para cada uno de nosotros, pues a través de él, se puede
establecer metas y la posibilidad obtener los recursos o medios para llevarlo
a cabo. Es por ello, que cuando se tiene claro lo que se quiere y cómo
obtenerlo, será sencillo retomar el camino cuando se presenten
impedimentos, obstáculos o dificultades, o cuando debido a las actividades y
responsabilidades cotidianas nos hayamos desenfocado de nuestras metas
y volvamos a trabajar por aquello que queremos lograr.
En consecuencia, este proyecto también posibilita que alcancemos la
realización y satisfacción personal ya que permite proponerse un proyecto
de vida que contemple la amplia gama de aspectos que troquelan la
personalidad humana, es decir, saber lo que uno quiere hacer con su vida y
arbitrar los medios y herramientas necesarias para poder lograrlo, teniendo
siempre presente las metas deben ser accesibles, concretas y a corto plazo.

Características del Factor Protector “Proyecto de Vida”

1.- Personal. La elaboración del proyecto de vida obedecerá a tu


situación específica, a tus gustos, necesidades e intereses. Las metas son
personales y sólo tú puedes decidir a dónde quieres llegar, razón por la cual
debe ser realista, objetivo y coherente. La planeación y el establecimiento de
las metas deben corresponder a tu realidad, a tus posibilidades,
capacidades, aptitudes y habilidades. Esto implica que debes conocerte bien
y reconocer el medio en el que te desenvuelves. Debes considerar aquello
que, si depende de ti, no de lo que otros puedan hacer por ti ni del azar o de
una circunstancia externa. Debe planearse lo que se espera lograr y
especificar lo que se hará para lograrlo.
2.- Flexible. Nuestra vida va transcurriendo en diversas situaciones
(personales, familiares, escolares, laborales o sociales), que podrían
cambiar en algún momento debido a una enfermedad, un accidente, un
nuevo trabajo, un bebé, la muerte de algún ser querido, entre otras, por lo
cual será necesario replantearnos el proyecto de vida que habíamos definido
tanto en cuestión de las metas como de los medios y/o recursos. Por esas
razones el proyecto debe ser flexible, porque debe tomarse un tiempo para
revisarse y realizar los ajustes que sean necesarios y replantearlo en vista
de que las condiciones, necesidades o la nueva situación, sin dejar de lado
la voluntad de conseguir aquello que se quiere obtener.
Los Proyectos de Vida (entendidos desde la perspectiva psicológica y
social) integran las direcciones y modos de acción fundamentales de la
persona en el amplio contexto de su determinación-aportación dentro del
marco de las relaciones entre la sociedad y el individuo. (D’Angelo, O.,
1994,7). Son estructuras psicológicas que expresan las direcciones
esenciales de la persona, en el contexto social de relaciones materiales y
espirituales de existencia, que determinan su posición y ubicación subjetiva
en una sociedad concreta.
La noción de Situación social de desarrollo (SSD), ofrece una
posibilidad de comprensión de la formación de la “posición externa” del
individuo y la configuración de su experiencia personal, en la que se
estructuran los siguientes componentes en sus dinámicas propias: las
posibilidades o recursos disponibles de la persona, el sistema de
necesidades, objetivos, aspiraciones, las orientaciones (o actitudes) y
valores vitales de la persona, todos enmarcados en un contexto social
múltiple y concreto, que necesita ser considerado en todas sus
especificidades y relaciones, así como en su dinámica.
Con la aportación de las nociones de ley del desarrollo psíquico
superior y zona de desarrollo próximo, el enfoque histórico-cultural
vigotskiano aborda el desarrollo humano desde sus condiciones concretas
de existencia materiales, espirituales y psicológicas (SSD) y el papel de los
mediadores –otros significativos y productos culturales- en la construcción
dinámica de sentido y proyectos de vida de la persona.
El interés pedagógico de semejante perspectiva puede ser
importante, en tanto provee de una comprensión holística, dinámica y
contradictoria de las articulaciones complejas del individuo y su contexto
social mediato e inmediato; perspectiva en que las acciones educativas
tienen que tomar el referente de los procesos psicológicos que se recortan
en la dinámica mayor de las situaciones sociales y de las condiciones de la
praxis individual-social. Si consideramos el valor de la pro actividad
individual-social vista en la perspectiva holística de la praxis social del
individuo, apunta a que los proyectos de vida no se agotan en la
autosatisfacción de la realización personal, sino que se proyectan y
exteriorizan en la obra transformadora social a la que contribuyen.
En la comprensión de los procesos constitutivos de los proyectos de
vida individuales es preciso aplicar un enfoque dinámico e historicista. El
proyecto de vida, como veremos, es resultado de modos de enfrentamiento y
experimentación de la historia de vida personal en el contexto en el que las
actuaciones han tenido lugar, de aquí que es necesario tomar como
referente la propia estructura de la realidad en que se ha desplegado la
actividad individual. Uno de los conceptos apropiados para el estudio de la
estructura psicosocial de la vida cotidiana y sus proyectos de vida en
relación con la expresión del sentido de vida, puede ser el de ''modos de
empleo del tiempo''.
El concepto de empleo del tiempo, introducido por L. Seve (1975),
expresa la estructura temporal de la actividad de la persona. El concepto de
empleo del tiempo puede considerarse como una característica cualitativa de
la actividad general que despliega el individuo. No se reduce simplemente a
la composición y duración de las actividades diversas que realiza
cotidianamente, sino que toma en cuenta su naturaleza social y psicológica.
La relación entre el carácter y la composición del empleo del tiempo actual y
las expectativas del empleo del tiempo futuro es un aspecto muy importante
de la estructura de los proyectos de vida del individuo.
El modo en que el individuo emplea su tiempo y sus aspiraciones en
este sentido, para el futuro, pone de manifiesto la interacción de sus estilos
de vida y sus sentidos vitales con las posibilidades y exigencias que le
presentan sus condiciones de vida concretas en la sociedad. El estudio de
las formas del empleo del tiempo puede revelar el grado de armonía o
desbalance: -entre el conjunto de las actividades que el individuo realiza; por
ejemplo, entre el contenido de sus actividades de trabajo y el contenido de
sus actividades de tiempo libre. Entre el carácter auto asignado de
determinadas actividades, que se relacionan con su esfera vocacional y de
intereses y las que se realizan por obligación o imposición y no se sienten
como propias. Entre el carácter valorativo-social de determinadas
actividades y la adecuación del sentido personal que éstas tienen para el
individuo.
Los modos de empleo del tiempo se fundamentan en determinadas
orientaciones vitales de los individuos y suponen una cierta estructura que
expresa las relaciones entre las diversas actividades que se realizan, el
tiempo dedicado a cada una, la complementariedad o no de sus contenidos,
etc. y todo ello, en la perspectiva de su orientación futura, como dimensión
de los proyectos de vida, todo lo cual posee un interés pedagógico en el
sentido de la formación de estructuras psicológicas armónicas y
desarrolladoras de la persona y sus proyectos de vida.
La persona es un sistema autopoiético, orientado a su despliegue en
las dimensiones de futuro. Es y forma parte de sistemas complejos, que
requieren su auto actualización constante en medio de cursos
contradictorios, en los que la proyección perspectiva presenta la
característica de los procesos de incertidumbre y caos, a los que pretende,
intencionalmente, imponer un orden posible. Ello implica reajustes
constantes y reconstrucciones de las aspiraciones y de las valoraciones de
contextos vitales. Estas reconstrucciones deben mantener lo esencial de la
dimensión de la identidad personal en síntesis con las direcciones de
desarrollo posibles, conservar la coherencia personal en la dimensión
temporal del presente con el pasado y futuro.
El desarrollo personal que promovemos, desde la perspectiva
histórico-cultural, con connotaciones reflexivas-creativas-emancipadoras,
puede considerarse a la vez como estímulo y consecuencia del proceso de
crecimiento interpersonal que transcurre en un ámbito de reflexión creativa
entre los miembros de comunidades de indagación y diálogo.
La dimensión de futuro y la construcción de los proyectos de
vida de la persona social.

La función principal de la personalidad, para autores como K.


Obujowsky (1976), es su tendencia de orientación hacia el futuro. A. Maslow
(1989 ) y C. Rogers(1982 ) destacan, en ese sentido, la importancia de las
tendencias a la auto actualización o autorrealización (D´Angelo O. 1999). El
Proyecto de Vida se distingue por su carácter anticipatorio, modelador y
organizador de las actividades principales y del comportamiento del
individuo, que contribuye a delinear los rasgos de su Estilo de Vida personal
y los modos de existencia característicos de su vida cotidiana en todas las
esferas de la sociedad.
En el Proyecto de vida se articulan las siguientes dimensiones de
situaciones vitales de la persona (D’Angelo, O., 1998):
- Orientaciones de la personalidad (Valores morales, estéticos,
sociales, entre otros y los fines vitales).
- Programación de tareas y metas vitales y los planes acción social.
- Autodirección personal, estilos y mecanismos psicológicos de
regulación y acción que implican estrategias y formas de
autoexpresión e integración personal y autodesarrollo.
Esta construcción estructural-funcional del Proyecto de Vida necesita
complementarse con una dirección de sentido: El enfoque historicista y
contextual crítico-reflexivo y creativo del desarrollo de la persona en su
situación social. El enfoque integrativo de la persona reflexiva y creativa, que
hemos estado construyendo, se basa en los siguientes principios teóricos:
- Interrelación funcional de competencias humanas sobre la base del
pensamiento de más alto orden, la creatividad, las disposiciones
afectivo-motivacionales y los procesos de autodirección de la
persona.
- Unidad esencial de la experiencia cotidiana de los individuos en
situación de interacción reflexiva y cooperada en torno a temas de
sentido vital., en su contexto profesional y social.
El Proyecto vital, si está basado en un autoconocimiento adecuado y
revela la autenticidad personal, puede ser un Proyecto efectivo autor
realizador, que se fundamenta en una sólida autodeterminación personal y
se construye sobre las siguientes premisas:
- Desarrollo de la imaginación y la anticipación de eventos y escenarios
futuros.
- Representación clara de las metas y aspiraciones, así como las
motivaciones que las inspiran. Elaboración adecuada de los
conflictos.
- Elaboración de estrategias de realización que promuevan su logro.
- Formación de una disposición a cumplir las tareas y planes.
Tenacidad. Disposición al riesgo y al fracaso. Todo ello requiere tomar
en cuenta la experiencia, y autor regular, rectificar o modificar las
metas, planes y acciones de acuerdo con las nuevas situaciones
presentadas y los límites de las posibilidades propias.
La proyección personal y social constructiva y desarrolladora es la
expresión del ser y hacer de un individuo armónico consigo mismo y con la
sociedad, con una conciencia ética ciudadana para la responsabilidad, la
libertad y la dignidad humana.

FACTOR PROTECTOR: COMUNICACIÓN

La comunicación es un factor sumamente valioso y necesario para


desenvolvernos asertivamente en las relaciones que tenemos con nuestro
entorno, y hasta con nosotros mismos. El discurso de una persona es rico en
información sobre el modo en que esa persona construye su experiencia del
mundo ya que su manera de comunicarse refleja su pensamiento, sus
sentimientos y creencias. Por esta razón es de vital importancia ser
congruentes entre lo que pensamos, lo que sentimos, lo que hacemos y lo
que decimos.
En toda comunicación encontramos un emisor y un receptor y lo que
los relaciona se llama mensaje. Tanto si me comunico conmigo mismo,
como si me comunico con otros, porque es un proceso de relación en donde
de una manera consciente o inconsciente se desea influir en quienes nos
rodean, compartiendo la visión personal de cada uno y recibiendo la
información del otro desde su perspectiva de cualquier situación.
Nos comunicamos en dos niveles: digital y analógico. La
comunicación digital tiene que ver con nuestro hemisferio izquierdo, está
conformada por la reunión de letras para expresarlas verbalmente, y se dice
que representa solo un 7% de lo que realmente comunicamos. El resto es
analógico, que tiene su representación en nuestro hemisferio derecho,
conformado por la intensidad, tono, cadencia, volumen de la voz, timbre y
ritmo el cual representa el 38% de la comunicación; y también por las
posturas corporales como la respiración, movimientos oculares, gestos y
desplazamientos que representa el 55% de la comunicación.
Entendiendo esto podemos tomar conciencia al momento de
comunicarnos, buscando la manera más fácil y efectiva de compartir un
mensaje. Esta toma de consciencia nos permite lograr la diferenciación entre
una comunicación agresiva, una comunicación pasiva o una comunicación
asertiva.
- La comunicación agresiva, es donde se expone un punto de vista
desde la imposición, sin empatía hacia la otra persona, llegando al irrespeto
de otras perspectivas diferentes.
- La comunicación pasiva, es todo lo contrario, es cuando una
persona no defiende su punto de vista, o le cuesta expresar sus
sentimientos, pensamientos o deseos de manera clara y concisa,
permitiendo que otros lo atropellen o lo irrespeten.
- La comunicación asertiva, es la idónea para toda relación, en
cualquier contexto, porque es equitativa y respetuosa con todas las partes
relacionadas en el proceso de comunicación. Es donde las partes pueden
expresar su visión de una manera abierta y directa, a su vez respetando la
visión de todos los involucrados.
Esta última es la que se desarrolla como un factor de protección
porque integra a todas las visiones desde el respeto, dándole el valor
requerido a cada uno de los que participan en el proceso de interrelación,
demostrando que cada persona se expresa de la mejor manera que puede
desde la visión que tiene, y las experiencias que ha obtenido a lo largo de su
vida.
Todos somos maestros y alumnos en algún momento de nuestras
vidas, porque todos tenemos algo que aprender y enseñar, por eso influimos
en todas las personas con las cuales nos relacionamos, por tal motivo es
necesario integrar en nosotros mismos, desarrollar y compartir una
comunicación congruente, respetuosa, es decir una comunicación asertiva
para seguir generando valor en aquellos con quienes compartimos.

FACTOR PROTECTOR: TRABAJO EN EQUIPO

El trabajo en equipo se define como la unión de dos o más personas


que cooperan para lograr un fin común o lograr una actividad determinada,
para ello, se deben identificar las fortalezas y debilidades de cada miembro
del equipo a fin que cada uno desempeñe un rol en función de los
conocimientos y/o potencialidades que posea, además de evaluar su
entorno, pues este factor se desarrolla como un sistema complejo y
dinámico donde lo interno y externo afecta de manera positiva o negativa la
consecución del objetivo común.
Como todo sistema, la complejización está dada por las
características pre-formadas de lo externo. El ser se desenvuelve en un
marco amplio y profundo, con límites y extensiones que lo centra en un
ambiente para el desarrollo integral de el mismo y sus alcances externos a la
sociedad y sus semejantes. Desde esta óptica, podemos definir el ambiente
externo del ser, bajo los siguientes parámetros:
1.- El tiempo, está determinado por un ciclo diario comprendido en 24
horas, 7 días a la semana y 30 días promedio por mes, para 12 meses en un
año.
2.- Por condiciones bio-físicas, el ser requiere de un lapso de 8 horas
de descanso ininterrumpido para reconstituirse.
3.- El ser dispone de 16 horas del ciclo diario, de los cuales la mitad,
son de trabajo.
4.- De las 8 horas restantes de ese ciclo diario, el ser debe cumplir
con otras metas establecidas por cada dimensión que se desenvuelve,
familia, pareja, conocimiento, desarrollo de capacidades, desarrollo físico,
espiritualidad, entre otras múltiples y diversas áreas de su atención, cuyo
orden será establecido según su preferencia y en los momentos que se
planifique.
Desde este punto, observamos que el ser esta 1/3 de su ciclo de vida
en el trabajo, pero conscientemente, atiende la mitad de su vida en esa
dimensión laboral, que, al fin de cuentas la mayor parte de su tiempo y de su
vida es, el trabajo.
La Organización Mundial Para la Salud (OMS) en el año 2010 indicó
que:
…dos millones de hombres y mujeres fallecen anualmente como
consecuencia de accidentes de trabajo y enfermedades o traumatismos
relacionados con el trabajo (1). Así mismo, se calcula que cada año se
producen 160 millones de casos nuevos de enfermedades relacionadas con el
trabajo, (2). Además, el 8% de la carga global de las enfermedades
provenientes de la depresión es actualmente atribuida a los riesgos
ocupacionales (3). (p 01)1

Gracias a estos datos, esta situación que se ha venido atendiendo en


todos los aspectos e inclusive legales, a fin de mejorar las condiciones del
capital humano continuamente, transformándose a un nuevo paradigma en
las relaciones laborales.
El trabajo es el área de mayor atención y concentración, de mayor
interacción que tiene el ser con el mundo y por ello, es un ambiente que
puede ser emocionalmente cómodo o sumamente agresivo, riesgoso e
intolerable. Los factores protectores, ayudan al ser desarrollar las estrategias
adecuadas para asumirse esta dimensión, con apoyo de nuestros recursos
psicológicos.
Estos recursos psicológicos, le permite al ser humano, adaptarse y
afrontar los retos en general, en el caso específico de la dimensión laboral,
nos ayuda a desarrollar según nuestras herramientas, estrategias que nos
permitan asumir retos, tener una actitud frente a la adversidad que permita
cohabitar y enfrentar obstáculos, utilizando nuestras experiencias vividas, las
oportunidades y reconocernos continuamente.
Pero todo esto no es solo el individuo como ser particular dentro de
esta dimensión, sino que también se trata de la interrelación con nuestros
similares en esa dimensión, sea jerárquicamente diferentes o en
similarmente responsables de tareas, actividades, objetivos y metas, las
cuales están enmarcadas en nuestra actividad diaria, y que están
equitativamente distribuida, en términos simples, un equipo de trabajo.

1
• Organización Mundial de la Salud (2010). Ambientes de Trabajo Saludables: un
modelo para la acción. Para empleadores, trabajadores, autoridades normativas y
profesionales. Extraído el día 05/11/2020 desde
https://www.who.int/phe/publications/healthy_workplaces/es/https://www.who.int/phe/publicati
ons/healthy_workplaces/es/
En este aspecto, Javier Diaz (octubre 16 2018), el axioma
fundamental es que “el trabajo en equipo es necesario para encarar los retos
complejos que nos impone la sociedad actual y además somos cada vez
más dependientes de las capacidades de otras personas”, esto nos conduce
a la realidad de dejar la individualidad y aprender a colaborar.
Para analizar esta dinámica interrelacionar las responsabilidades
propias y las responsabilidades conjuntas como equipo de trabajo, debemos
de tener en cuenta los siguientes aspectos que son sus Factores
Protectores:
1.- El Liderazgo. Es un factor fundamental por dos cosas, la primera
es que el individuo como líder, debe ser una persona balanceada entre lo
que es el como persona (carácter, actuación, historia de vida, etc.), sus
conocimientos (formación profesional) y su actuación (practica del saber),
elementos que inciden en el grupo de trabajo y su proyección.
En segundo término, debe conectarse con su equipo de trabajo de
manera tal, que se sientan no solamente identificados sino, además,
respaldados en todo momento por éste, debe contar con una buena
comunicación, empatía, proyectar calma, seguridad, confianza, apoyo,
aspectos que inciden en los resultados, clima laboral, sentido de
pertenencia, compartir méritos, evita protagonismos entre otros.
Para Doris Arango (2019):
(..) la invitación es a cultivarnos y trabajar primero nuestro ser, para
sanear todos los asuntos no resueltos, crecer y desarrollarnos cada día para
llegar a mejores versiones de nosotros mismos, asumiendo un rol activo en el
mejoramiento personal, para con el saber y saber hacer poder generar
armonía y motivación hacia el trabajo, dado que nadie puede dar de aquello
que no tiene.”2

2.- Ambiente Laboral. Dentro del espacio de trabajo, debe existir


condiciones mínimas de seguridad e higiene adecuados, a fin de otorgarle a

2
Arango, Doris. El Liderazgo: factor protector o factor de riesgo. Coordinadora de
Proyectos. Empresa Recursos Humanos Positivo. Extraído el día 05/11/2020 desde
http://rhpositivo.net/liderazgo-factor-protector-o-factor-de-riesgo-para-el-equipo/,
los trabajadores, un espacio agradable para el desempeño de sus
actividades, como la dotación de materiales, equipos, espacios de trabajo
ergonómicamente adecuados, iluminación adaptada al espacio, zonas de
cafetería y de descanso, espacios para guardar comidas o venta de comida,
baños dotados e higiénicos, servicios de telecomunicaciones, entre otros.
Además, el clima laboral debe contar con el respeto y la confianza
mutua entre colaboradores, los equipos de trabajo pasan a ser cooperadores
en vez de competencia individual, debe existir el respeto mutuo y la
interrelación debe ser amigable.
3.- Organización, Planificación y Procedimientos. Para un
excelente desarrollo de los equipos de trabajo, cada integrante debe conocer
la visión y la misión de la empresa o institución en el cual labora, debe tener
sentido de pertenencia e identificación a los valores organizacionales, que
permite una sana productividad grupal con sentido empresarial/institucional.
Los equipos de trabajo, deben conocer las habilidades de los
colaboradores y exactamente cuáles son sus funciones, responsabilidad y
poder de decisión sobre sus asignaciones y compartir información con sus
colaboradores e incluso, con otros equipos de trabajo. Además, deben
conocer y/o tener acceso a los procedimientos que se hayan establecido,
para cualquier actividad, solicitud u otra información que se requiera, tanto a
lo interno de la organización como a lo externo de ella.
4.- Fomentar actividades motivacionales y reconocimientos. Las
oficinas de Recursos Humanos deben apoyar en todo momento a los
equipos de trabajo, desde la perspectiva de salud primaria, como las
ocupacionales y psicológicas, a fin de que los trabajadores se sientan
apoyados tanto por sus líderes como por la organización.
Además, deben ofrecer a los equipos de trabajo, incentivos laborales
dirigido a los a la preparación continua de los profesionales de cada área, el
incentivo a otros empleados a iniciar o culminar estudios profesionales,
aumentos salariales, establecer encuentros de relajación y participación
deportiva, entre otros múltiples aspectos que mejoren la interrelación entre
trabajadores sin discriminación a su posición dentro de la organización.
Es Importante para los equipos de trabajo son los reconocimientos e
incentivos, como un reforzamiento emocional, que los trabajadores se
sientan compensados por los sacrificios para cumplir sus metas y objetivos
grupales y organizacionales. estos reconocimientos pueden estar no
solamente en lo económico, sino también pueden ser educativos, cursos de
capacitación, becas-estudios para cada trabajador y/o persona de su vínculo
familiar, patrocinador, entre otras formas de motivación e incentivo individual
como del equipo de trabajo.
5.- Ambiente psicosocial (Autoestima e Inteligencia emocional).
Es necesario de parte de las Oficinas de Recursos Humanos, mantener
siempre la salud mental de los equipos de trabajo y sobre todo, de los
trabajadores individualmente, a través de equilibrar las cargas de trabajo,
evitar recargar horas laborales adicionales, el respeto de sus horas de
descanso, fomentar áreas de apoyo psicológico para atender casos
relacionados al trabajo o familiares, inclusive de apoyarlos a fortalecer y/o
mejorar los aspectos de la inteligencia emocional de los trabajadores, para
que no se sientan amenazados o constantemente perseguidos dentro de la
organización, para evitar el estrés y/o otras enfermedades ocupacionales.

Para Javier Diaz (2018),


Trabajar en equipo requiere esfuerzo y sacrificio porque supone hacer
concesiones en ciertos momentos, mostrar disconformidad en otros, negociar
y comunicar continuamente, gestionar y aceptar las diferencias individuales, y
sobre todo ser generosos y humildes a la hora de compartir conocimientos y
habilidades.3

En resumen, podemos deducir que el ser humano, es un ser


complejo, debido a las múltiples dimensiones a través de las cuales transita

3
Javier Diaz. Trabajo en equipo: factores clave. Psicólogo / Humanista digital. Extraido el
05/11/2020 desde https://javierdisan.com/2018/10/16/trabajo-equipo/
de manera consciente durante su ciclo de vida, pues ha ido evolucionando a
medida que va obteniendo conocimiento sobre sí mismo y ha puesto en
funcionamiento sus potencialidades (capacidades, habilidades y destrezas),
situación que ha permitido el desarrollo, fortalecimiento y adaptación del
individuo, a los nuevos retos que asume en su trayectoria y/o viaje, que va
repitiéndose indefinidamente en múltiples dimensiones permitiendo adquirir
experiencias y optimizar sus potencialidades con la finalidad de superar sus
obstáculos y en consecuencia, obtener la meta vinculada a su objetivo
personal.
En tal sentido, su ciclo de vida es un sistema complejo por sus
múltiples dimensiones, ya que configura o establece múltiples metas y
objetivos por cada dimensión, que a medida que va obteniendo resultados,
va reformulándose continuamente, es decir, un bucle que va evolucionando
y complejizándose a fin de cubrir sus aspectos internos, que a su vez se ven
altamente influenciado por aspectos externos donde el ser se desenvuelve.
Esta extensión externa es fundamental, ya que no solo cuenta nuestra
historia, de dónde venimos, dentro de que aspectos culturales, espirituales y
sociales nos enmarcamos sino, además, pre-establecen un patrón de
pensamiento, de valores, de visiones que son, pre-formas que van
evolucionando, cambiando o transformándose a medida que se está inmerso
en ese el mundo objetivo, real y afectivo vinculado al pensamiento interno,
la percepción intima del ser con el objeto, ese yo multidimensional frente a la
percepción objetiva-subjetiva del mundo.
De acuerdo a lo antes planteado y en concordancia con el tema
central del presente ensayo, se puede concluir que los factores protectores
son cada una de aquellas cosas que podemos hacer, pesar y desarrollar
para lograr el autoconocimiento, la autorealización, la evolución de la
conciencia y el crecimiento personal, pues para llevarlas a cabo se requiere
de una evaluación profunda de lo interno y externo dado que son procesos
subjetivos que implican el conocimiento de las potencialidades de cada
individuo y el entorno donde se desenvuelve. Englobando las ideas
expuestas, se puede decir que:
- El proyecto de vida, es un plan donde el individuo establece las
metas y objetivos (a corto, mediano y largo plazo) que desea alcanzar, así
como los recursos y potencialidades con los que dispone para dicho fin, por
cuanto debe hacerse una evaluación interna y externa con el propósito de
determinar fortalezas y debilidades pero también oportunidades y amenazas
presentes en el entorno que no dependan de él, sino de agentes externos,
motivo por el cual, el proyecto de vida debe ser flexible y adaptarse a los
cambios que se puedan ir presentando durante el ciclo de vida sin desviarse
de lo que se desea lograr.
- Comunicación, es un factor protector de gran importancia para los
seres humanos, pues gracias a este, los individuos pueden relacionarse,
interactuar e intercambiar ideas y/o pensamientos. La comunicación implica
transmitir adecuadamente una información para que la persona que reciba el
mensaje lo entienda y comprenda en los términos que se desea.
Adicionalmente, este factor permite fortalecer al individuo dentro del entorno
donde se maneja, pues lo prepara para enfrentar problemas cotidianos,
conflictos y crisis propias de las distintas etapas del ciclo de vida, dado que
le brinda herramientas (a través del aprendizaje de códigos de conducta y/o
comportamiento previamente establecidos) para actuar y/o defenderse ante
distintos escenarios.
- Trabajo en equipo, es una experiencia de vida y un nuevo reto para
el ser humano, ya que debemos desprendernos de lo particular, del yo
conmigo mismo, competitivo a convertirme en el yo con los demás,
interrelacionado, cooperativo, ya que son los nuevos retos laborales, nuevos
paradigmas empresariales y organizacionales que hoy por hoy, exigen
dentro de sus plantillas estas pequeñas estructuras colaborativas.
REFERENCIAS

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