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LA GESTIÓN TECNOLÓGICA Y SUS PROPÓSITOS

Introducción
En la construcción de las sociedades modernas, la ciencia y la tecnología son
factores de gran peso socioeconómico; tienen influencia directa en la
generación de los cambios sociales y económicos que se producen a nivel
mundial. Así, en los mercados internacionales los productos con un fuerte
componente tecnológico son altamente demandados y apreciados, por lo que
las empresas que buscan desarrollar la competitividad requieren incorporar
tecnología moderna e impulsar la innovación, La competencia actual es por la
calidad y el desarrollo tecnológico, para lo cual las empresas se dirigen a
optimizar sus modelos de gestión y a adquirir o desarrollar tecnología. Los
bienes y servicios que se generan deben satisfacer un conjunto de
necesidades en una población que es cada vez más exigente y numerosa. La
definición de estrategias es fundamental para lograr el objetivo organizacional
de desempeñar una labor incremental hacia el crecimiento y el desarrollo.
1. Tecnología en la empresa y el cambio tecnológico
“la tecnología es la aplicación del conocimiento para el desempeño eficiente
de ciertas tareas y actividades, convierte la conducta espontánea y no
reflexionada en una conducta que es deliberada y racionalizada”. Está dirigida
a lograr fines prácticos e incluye manifestaciones físicas como las máquinas y
herramientas, pero también técnicas intelectuales y procesos utilizados para
resolver problemas y obtener resultados deseados, De manera que la
computadora representa un aspecto de la tecnología, también el software. Las
máquinas en la línea de producción representan tecnología así como la
planeación, la programación y el control del proceso productivo. Los procesos
de contabilidad, presupuesto, encuestas de mercado, selección de personal,
entrenamiento, entre otros, representan parte de la tecnología. La tecnología
de organización es el conjunto de técnicas utilizadas en la transformación de
insumos en productos.
Además, debe haber una actitud responsable en relación al largo plazo y con
las próximas generaciones en la región latinoamericana. El fomento de la
investigación científica, la participación de los sectores productivos y la
adecuación de la estructura política son elementos necesarios para facilitar la
transición tecnológica. Una estrategia de innovación basada en una gestión
tecnológica pertinente a la realidad de cada país y de la región, es deseable.
Profundizar los estudios de las funciones críticas de la gestión tecnológica en
el ambiente organizacional es uno de los aspectos fundamentales de la
estrategia.
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2. Incidencia de la tecnología en la administración de la empresa

La tecnología utilizada por la empresa afecta variables administrativas, vale
decir, determina aspectos gerenciales particulares. Dentro de estas variables
administrativas están las relacionadas con las personas que manejan la
tecnología, las funciones administrativas y la estrategia. En consecuencia, la
consideración de la tecnología como un elemento fundamental de gestión se
justifica y adquiere importancia en la práctica empresarial. Según Hampton
(1985) el tipo de tecnología adoptada en el proceso de producción, afecta en
primer término a las personas que trabajan en la organización. Variables tan
importantes como los requisitos del personal y la motivación se ven afectadas.
Los requisitos de personal en la tecnología por unidad están dirigidos a exigir
expertos en un oficio determinado o artesanos hábiles en diversas
herramientas. En la producción en masa se requieren empleados adiestrados
para desempeñar unas cuantas operaciones, o una sola operación. En la
tecnología por proceso se buscan técnicos o trabajadores capacitados para
supervisar operaciones automatizadas. En cuanto a la motivación de las
personas, cada tipo de tecnología de producción presenta oportunidades
desiguales de implicarse en el trabajo y de encontrar satisfacción. También las
relaciones humanas se ven afectadas por la tecnología de producción. El
diseño del sistema de producción determina quién estará cerca de quién,
afectando los sentimientos y los pensamientos que tendrán unos de otros, así
como de su situación en el trabajo. La posición de las personas en el sistema
de trabajo predispone sus interacciones, las confronta con condiciones y
problemas específicos, les da mayor o menor poder de negociación. La
tecnología puede promover el trabajo en equipo y la efectividad.
3. La gestión tecnológica
De acuerdo al Grupo de Gestión de la Tecnología (GETEC, 2008) de la
Universidad Politécnica de Madrid la gestión tecnológica se refiere al conjunto
de procesos adecuados para la identificación, evaluación, selección,
adquisición, incorporación a la empresa, optimización y mejora continua de la
tecnología necesaria en la ejecución de los proyectos. Es una poderosa
herramienta que se debe enmarcar dentro de los procesos generales de
innovación al que están sometidas todas las empresas. Según Escorsa y Valls
(2005) la gestión tecnológica comprende las actividades de gestión
relacionadas con: identificación, obtención, investigación, desarrollo y
adaptación de las nuevas tecnologías en la empresa. Incluye tanto las
tecnologías de producto y proceso como las utilizadas en las funciones de
dirección. Promueve y controla el cambio tecnológico dentro de la empresa,
relacionándola con su entorno. La gestión tecnológica juega un papel
fundamental en la coordinación e integración de las diversas funciones
directivas: estrategia empresarial, gestión de la investigación y el desarrollo,
dirección de la producción, formación, control y marketing.
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Para lograr esto, la gestión tecnológica se apoya en las cuatro funciones

gerenciales: planeamiento, estructuración, dirección y control. También, debe
identificar el ecosistema de la organización integrante del sistema de
innovación, la misión que se propone, sus objetivos y la dirección de su
crecimiento. Para la gestión tecnológica es indispensable estar delineada con
una estructura organizacional flexible y descentralizada. El planeamiento y
control debe auxiliar la toma de decisiones a nivel de dirección y a niveles
jerárquicos intermediarios de la institución, logrando integrar a la cultura
organizacional.
4. Definición de los objetivos de la gestión tecnológica
La situación deseada de una empresa en el ámbito tecnológico es aquella en
la cual las capacidades tecnológicas de la empresa aseguren su
competitividad. En tal sentido, el gerente debe orientar su labor de acuerdo a
objetivos fundamentales que garanticen el éxito organizacional. Estos pueden
ser considerados como objetivos de la práctica de una gestión diaria dirigida al
logro de resultados positivos. La definición de objetivos depende de los
gerentes de una organización quienes de manera participativa entre los
diferentes niveles directivos logran definir los propósitos hacia los cuales se
debe orientar el esfuerzo del talento humano. Particularmente, el presente
estudio pretende definir una serie de objetivos generales propios de la gestión
tecnológica en cualquier organización empresarial de pequeño o gran tamaño
con la finalidad de exponer los resultados que se deben buscar en el ámbito
de la tecnología
1) Integrar la gestión tecnológica a la estrategia de la empresa:​ la
dirección general del negocio de una empresa se establece mediante
acciones que buscan crear ventaja competitiva, y la tecnología debe estar
inserta en la perspectiva del análisis estratégico. Conceptos estratégicos tales
como barreras en la entrada al mercado, planeación a largo plazo y el análisis
FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades, amenazas) deben considerar el
mundo cambiante y complejo de la tecnología de la empresa.
2) Vigilar los avances tecnológicos: ​Estar al día en el conocimiento de las
tecnologías esenciales para la empresa es fundamental. Se debe explorar el
cuerpo de conocimientos científicos y técnicos actuales para buscar las
soluciones que se requieren. Las innovaciones tecnológicas se producen a
gran velocidad y la información sobre las mismas está hoy disponible en
diversos centros de documentación, bibliotecas, internet y publicaciones
científicas.
3) Seleccionar la tecnología adecuada para realizar las actividades de la
cadena de producción de valor: ​Porter (1999) nos habla acerca del valor
que crea la empresa, el cual puede medirse por el dinero que los clientes
estén dispuestos a pagar por sus productos o servicios. Para crear este valor
es necesario realizar una serie de actividades relativas a la producción, la
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distribución, la comercialización, las compras, el servicio postventa, la

contabilidad, la gestión del personal, el mercadeo, entre otras. Cada una de
estas actividades requiere de una tecnología que debe seleccionarse ajustada
a la estrategia de la empresa en el terreno de la competencia.
4) Impulsar la Innovación:​ Los cambios tecnológicos requieren que los
gerentes de la empresa aseguren la supervivencia organizacional mediante la
aplicación de tecnologías nuevas para crear productos y servicios
innovadores. La innovación es tecnológica cuando refiere la realización de
cambios técnicos en los productos o procesos de acuerdo a lo expresado por
Escorsa y Valls (2005). El modelo del proceso innovador más cercano a la
realidad empresarial expresa que las innovaciones suelen partir de una idea
sobre un nuevo o mejor producto o proceso de producción, emanada de
cualquier departamento de la empresa, en su mayoría de las áreas
comerciales que están en contacto con el cliente.
5) Resguardar el Know How de la empresa:​ el conocimiento acumulado por
la empresa es un activo fundamental y como tal debe ser preservado. Por lo
tanto es necesario: el registro de las operaciones de producción, la
construcción de manuales de procedimientos, el archivo de la documentación
soporte acerca de consulta con expertos y asistencia técnica de los
proveedores, así como de manuales de manejo y mantenimiento de equipos y
maquinarias.
6)​ Vincular a la empresa con las universidades:​ la educación, la
investigación y la extensión son las actividades universitarias fundamentales,
las universidades son centros de desarrollo científico y tecnológico en una
sociedad. En tal sentido la empresa debe aprovechar el conocimiento
generado desde las universidades con el fin de fortalecer sus procesos y
productos. Al respecto, Bateman y Snell (2005) y Escorsa y Valls (2005)
destacan la importancia de realizar alianzas estratégicas con sociedades de
investigación como las universidades sobre todo para perseguir desarrollos
específicos de nuevas tecnologías en forma conjunta y, para consolidar la
formación del personal como base para el impulso de la innovación.