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DESARROLLO DE LA QUIMICA
Las reacciones de oxidación y reducción. Este tipo de reacciones tiene muchas aplicaciones
importantes en nuestra vida cotidiana. Cuando ves un clavo oxidado, una cuchara de plata
que pierde su lustre o la corrosión en un metal, observas la oxidación. Históricamente, el
término oxidación se usó para las reacciones de los elementos con oxígeno para formar
óxidos.
El término reducción se usó originalmente para reacciones que quitaban oxígeno de los
compuestos. Los óxidos metálicos en los minerales se reducen para obtener el metal puro.
Por ejemplo, el metal hierro se obtiene al reducir el hierro en el mineral de hierro con
carbono.
El átomo de calcio pierde 2 electrones para formar ion calcio (Ca 2+); el calcio se oxida.
Al mismo tiempo, el átomo de azufre gana 2 electrones para formar ion sulfuro (S 2- ); el
azufre se reduce.
Por tanto, la formación de CaS implica dos reacciones que ocurren simultáneamente, una de
oxidación y la otra de reducción.
Cada vez que una reacción implica una oxidación y una reducción, el número de electrones
perdidos es igual al número de electrones ganados.
Los números de oxidación se asignan a los átomos para seguir los cambios en números de
oxidación y la pérdida y ganancia de electrones. La oxidación es un aumento en el número
de oxidación; la reducción es una disminución en el número de oxidación. En los
compuestos covalentes y los iones poliatómicos, los números de oxidación se asignan
usando un conjunto de reglas. El número de oxidación de un elemento es cero, y el número
de oxidación de un ion monoatómico es el mismo que su carga iónica. La suma de los
números de oxidación para un compuesto es igual a cero y para un ion poliatómico es igual
a la carga global.
El balanceo de ecuaciones de oxidación-reducción usando números de oxidación implica lo
siguiente:
En una celda voltaica, los componentes de las dos semi-reacciones de una reacción de
oxidación-reducción espontánea se colocan en contenedores separados llamados semi-
celdas. Con un alambre que conecta las semi-celdas se genera una corriente eléctrica
conforme los electrones se mueven del ánodo, donde tiene lugar la oxidación, al cátodo,
donde ocurre la reducción.
En una celda electrolítica, la energía de una fuente de electricidad externa se usa para hacer
que tengan lugar reacciones que no son espontáneas. Para galvanizar con cromo los rines,
con estaño o zinc el hierro, o con oro la joyería de acero inoxidable, se usa un método
llamado electrólisis. Para predecir la dirección de una reacción espontánea, se usa la serie
de actividad, donde los metales que se oxidan con mayor facilidad se enlistan en la parte
superior.