Está en la página 1de 2

Criterios de la imputación objetiva

A) El criterio de la disminución del riesgo


Según este criterio no debe imputarse un resultado cuando éste ha supuesto
la concreción de un riesgo menor que el que amenazaba al bien jurídico antes
de la realización de la conducta que lo ha causado.

B) El criterio de la no inobservancia del cuidado


objetivamente debido o del riesgo permitido
Según este criterio no debe imputarse un resultado causado por una
conducta que no infringe el cuidado objetivamente debido.

C) El criterio de la causa sustitutoria


Según este criterio no debe imputarse un resultado cuando sin la intervención
del sujeto ese resultado se hubiera producido igualmente por la conducta
justificada de otra persona o por un acontecer natural.

Principio de Confianza

Uno de los principales aportes de la teoría de la imputación objetiva propuesta por Jakobs
radica en el principio de confianza. Así, los ciudadanos confían en la vigencia de las normas o
de forma más personalizada, en que los otros respetaran las normas, lo cual es un principio
básico de nuestro ordenamiento jurídico. Y como principio general del derecho puede
presentar una importante utilidad como criterio normativo de imputación dentro el marco de
la teoría jurídica del delito

a) El riesgo permitido: Parte de una definición claramente normativa del “riesgo”,


desligada de probabilidades estadísticas de lesión. El riesgo permitido se define como
el estado normal de interacción, es decir, como el vigente status quo de libertades de
actuación, desvinculado de la ponderación de intereses que dio lugar a su
establecimiento, hasta el punto que en muchos casos se trata de un mecanismo de
constitución de una determinada configuración social por aceptación histórica; dicho
de otro modo, se refiere más a la identidad de la sociedad que a procesos expresos de
ponderación.
b) b) Principio de confianza: Determina cuándo existe, con ocasión del desarrollo de una
actividad generadora de un cierto riesgo (permitido), la obligación de tener en cuenta
los fallos de otros sujetos que también interviene en dicha actividad (de modo que si
no se procediera así, el riesgo dejaría de ser permitido), y cuándo se puede confiar
lícitamente en la responsabilidad de esos otros sujetos.
c) c) Prohibición de regreso: Con ella pretende Jakobs enmarcar de forma sistemática la
teoría de la participación dentro de la imputación objetiva. La prohibición de regreso
satisface la necesidad de limitar el ámbito de la participación punible, tanto para
comportamiento imprudentes como dolosos, con base a criterios objetivo-normativos.
De ese modo, la prohibición de regreso se presenta en cierto modo como el reverso de
la participación punible.
d) d) Actuación a riesgo propio de la víctima o competencia de la víctima: Mediante esta
institución Jakobs propone tener en cuenta la intervención de la víctima en el suceso.
En este punto, la teoría de la imputación objetiva implica la introducción de elementos
valorativos que determinan cuáles son los límites de la libertad de actuación, implica,
en este sentido, el establecimiento de esferas de responsabilidad.

e) Clases de tentativa: la tentativa acabada e inacabada; la tentativa


idónea e inidónea
f) La tentativa es acabada cuando se practicaron todos los actos que
objetivamente deberían producir el resultado,
g) la tentativa es inacabada, en los casos en que se han practicado parte de
los actos que objetivamente deberían producir el resultado.
h) En atención a la adecuación del comportamiento externo del autor para
producir la consumación, la tentativa puede ser idónea (cuando el
comportamiento es adecuado) e inidónea (cuando no lo es).

La legítima defensa es una causa eximente de responsabilidad penal, que se


necesita para impedir o repeler toda agresión injusta de bienes propios o de un
tercero.

Está exento de responsabilidad criminal el que obre en defensa de la persona o


derechos propios o ajenos, siempre que concurran los requisitos siguientes:

Primero. Agresión ilegítima. En caso de defensa de los bienes se reputará


agresión ilegítima el ataque a los mismos que constituya delito y los ponga en
grave peligro de deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa de la
morada o sus dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada indebida
en aquélla o éstas.

Segundo. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.

Tercero. Falta de provocación suficiente por parte del defensor.

También podría gustarte