Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En política, el sol no representa exactamente la estrella que ilumina el mundo natural que
viste de azul sus aguas. De blanco sus altas montañas. O de naranja, sus tórridos desiertos.
Aunque atestado de cuantos problemas pueden ser imaginados. O tantos y multiplicados
por el número de seres humanos que convive bajo el esplendor de un cuerpo celeste que
irradia la energía de la cual depende la vida de quienes colman sus espacios.
En política, hasta los días más resplandecientes pueden ser opacos. Todo en función de las
nubosidades que se interpongan entre quien detenta el poder y lo quienes reposan o se
mueven en tierra. La política hace que hasta los hechos más usuales, se conviertan en
extrañas expresiones cuyos sonidos son tan cortantes y peligrosos cual espada de letal filo
en manos de quien no posee el dominio necesario para resistir su peso cada vez que pueda
blandirse contra el enemigo.
En política, el sol es tan particular que los arrebatos configuran un paradójico juego de
intereses que se da entre ciegos que no ven la luminosidad convertida en oportunidad. Con
necios que no saben de dónde proviene el brillo que acompaña la circunstancia. Al lado de
ingratos que no saben de las bondades del agradecimiento. En complicidad con el mezquino
que vive del egoísmo y con el soberbio para quien no hay más luz que la que puede
desplegar desde la cúpula del poder.
Por tan complicada razón, las dificultades con las que se topa para avanzar entre las
sinuosidades de una incertidumbre mal definida, hacen que la política no sea tan bien
comprendida como recurso para alinear las capacidades y potencialidades de un país
alrededor de un proyecto de consistencia nacional y cualidad soberana.
En política, no hay sombra que favorezca al hombre con la equidad que todo discurso
exalta. Cuando lo que ilumina no encoge la sombra del individuo, la agiganta efecto éste
que genera diferencias de las que se atiene quien ejerce la política para tramar contra
cualquier manifestación que sospeche problemática. Aunque no sea exactamente así. Pero
al creerlo, el político de oficio actúa amparándose en una sombra que no se corresponde
con la realidad a la que se suscribe el ámbito bajo el cual procede a ejecutar sus intenciones.
antoniomonagas@gmail.com
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas
nuestras actualizaciones