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1. Trabajo Escrito # 1 valor 20%.

“Fecha de entrega jueves” 4 DE FEBRERO DEL 2021

Contenido:

1.1= Efectuar un análisis completo sobre la relevancia histórica de los hechos

ocurridos en 5 de Julio de 1811.

1.2= Que celebramos en esta fecha.

INTRODUCCIÓN

Este trabajo abarca los hechos ocurridos el 5 de julio de 1811, es decir, el día en que se declara la
independencia de Venezuela mediante un proceso jurídico-político que se empezó a desarrollar
desde años anteriores (entre 1810 y 1811) con el fin de romper los lazos que existían entre la
Capitanía General de Venezuela y el Imperio español. También implicó el reemplazo de la
monarquía absoluta por la república como forma de gobierno en Venezuela.

CONCLUSIÓN

En conclusión, el 5 de febrero de 1811 ha sido una de las fechas mas importantes en la historia de
Venezuela ya que se declara su independencia y se da la tarea de pasarlo a escrito mediante el
acta de independencia, como evidencia de que Venezuela paso a ser un gobierno o república
autónoma, además de dar fin a las acciones iniciadas por caraqueños el 19 de abril de 1810
cuando se proclama un gobierno propio hasta que Fernando VII volviese al trono de España.
El 5 de julio de 1811 es una fecha de mucha trascendencia para la historia de nuestra patria. Este
fue el día en que nació Venezuela como República, al lograr romper el nexo de sumisión colonial
con el imperio español.

Comienza el 19 de abril de 1810 como un movimiento autonomista por parte del Cabildo de
Caracas, pero guardando fidelidad al rey Fernando VII.

Antecedentes

La Junta Suprema fue un gobierno provisional, surgido de los sucesos del 19 de abril. Actuó hasta
el 2 de marzo de 1811, y fue eventualmente un gobierno de transición, no independiente,
partidario de la Corona española. Sin embargo, esta Junta llevó a cabo reformas en el orden
interno, trató de unificar las provincias y reforzar su autonomía, e hizo gestiones en el exterior
para obtener la solidaridad de otras colonias y el reconocimiento y la ayuda de las naciones
extranjeras. El carácter de este gobierno «conservador de los derechos de Fernando VII» no le
permitía ir más allá de la autonomía que se había proclamado el 19 de abril. Por esa razón, la Junta
resolvió convocar a elecciones e instalar un Congreso General ante el cual declinar sus poderes y
que decidiera la suerte futura de las provincias venezolanas.

La convocatoria fue hecha en junio, y fue acatada por las provincias de Caracas, Barquisimeto,
Cumaná, Barcelona, Mérida, Margarita y Trujillo, mas no por las provincias de Maracaibo, Coro y
Guayana, pues, aunque todas estaban igualmente contrariadas por la presencia de un rey
usurpador francés en la Corona española, estas tres provincias manifestaron su desacuerdo con el
desconocimiento de la autoridad del Consejo de Regencia de España e Indias reunido en Cádiz. No
obstante, la convocatoria a elecciones fue la medida de mayor trascendencia política de la Junta,
pues aseguró la transformación del gobierno de facto en un régimen constitucional independiente.

Las elecciones se practicaron entre octubre y noviembre de 1810. El reglamento electoral era
censitario pues daba el voto a los hombres libres, mayores de 25 años y propietarios de bienes
raíces, y no hubo voto para las mujeres, ni los esclavos, ni la gran mayoría de la población carentes
de bienes de fortuna. De esta manera, vino a resultar un Congreso formado en su totalidad por
representantes de la oligarquía criolla. Por eso, aquel cuerpo no pudo llevar a cabo
transformaciones radicales en el orden social o económico, y sólo realizó el cambio político que le
resultase adecuado a sus integrantes.

El reglamento dispuso, además, que las elecciones se hicieran en dos grados: primero, los votantes
nombraban a los electores de la parroquia; y luego, estos electores, reunidos en asamblea
electoral en la capital de la provincia, designaban los representantes al Congreso, a razón de un
diputado por cada 20.000 habitantes.

La instalación del Congreso se llevó a cabo el 2 de marzo de 1811 en la casa del Conde San Javier
(hoy esquina de El Conde) en Caracas, con asistencia de la Junta Suprema. Acto seguido se eligió
un Presidente provisional del Congreso y pasaron, precedidos por los miembros de la Junta a la
catedral de Caracas, donde el arzobispo Narciso Coll y Pratt ofició la misa y después del evangelio
los diputados prestaron juramento, bajo estos términos: "¿Juráis a Dios por los Santos Evangelios
que vais a tocar, y prometéis a la Patria conservar y defender sus derechos y los del Señor Don
Fernando VII, sin la menor relación o influjo con la Francia; independientes de toda forma de
gobierno de la península de España; y sin otra representación que la que reside en el Congreso
General de Venezuela; oponeros a toda dominación que pretendiera ejercer soberanía en estos
países, o impedir su absoluta y legítima independencia cuando la Confederación de sus Provincias
la juzgue conveniente...?". Dicho juramento expresa tres aspectos que son importante destacar. El
primero, es el rechazo por parte de la iglesia a la influencia de la Revolución Francesa en el
proceso independentista venezolano (y en toda Hispanoamérica) dado su marcado carácter
anticlerical. Segundo, la mención a la forma federativa (Confederación) de la Constitución Política,
lo cual formará parte del intenso debate centralismo-federalismo que se llevará a cabo durante el
Congreso, y que dominará todo el siglo XIX. Tercero, la declaración de la Independencia absoluta
de Venezuela, la cual además había que proteger no sólo de España sino de las demás potencias
europeas.

Mientras que se desarrollaba las sesiones del Congreso, la idea de la Independencia fue ganando
seguidores en el seno del mismo. Muchos diputados la apoyaron con apasionados alegatos, otros
con argumentos históricos. Entre los diputados que se oponían a la ruptura definitiva con la
corona española, se encontraba el sacerdote de La Grita y Manuel Vicente Maya, quien pronto se
vio abrumado por los discursos de Fernando Peñalver, Juan Germán Roscio, Francisco de Miranda,
Francisco Javier Yanes y muchos más, favorables a la idea de la Independencia absoluta. Mientras
tanto, los ánimos de los jóvenes radicales se caldeaban en las reuniones de la Sociedad Patriótica,
hasta llegar el momento en que Simón Bolívar lanzó (ante las dudas sobre la Independencia) su
famosa pregunta: "¿Trescientos años de calma, no bastan?".

Declaración de Independencia

En la mañana del 5 de julio continúo el debate en el Congreso, y a comienzos de la tarde se


procede a la votación; hecho el recuento de los votos, el presidente del Congreso Juan Antonio
Rodríguez Domínguez, anunció solemnemente a las tres de la tarde, que quedaba proclamada la
Independencia absoluta de Venezuela. De acuerdo con los testimonios de la época, luego de la
proclamación se vivieron momentos de intensa emoción. Una manifestación espontánea, a la
cabeza de la cual figuraba Francisco de Miranda, acompañado por miembros de la Sociedad
Patriótica y del pueblo, recorrió las calles de la ciudad, ondeando banderas y gritando consignas
acerca de la libertad. En la misma tarde del 5 de julio el Congreso celebró otra sesión, en la que se
acordó redactar un documento, cuya elaboración fue encomendada al diputado Juan Germán
Roscio y al secretario del Congreso, Francisco Isnardi. En este documento debían aparecer los
motivos y causas que produjeron la Declaración de la Independencia, para que, sometido a la
revisión del Congreso, sirviese de Acta y pasara al Poder Ejecutivo.

Para finalizar, debemos saber que el escrito antes citado, el cual se conoce como el Acta de la
Independencia, aunque está fechado en Caracas el 5 de julio de 1811 (porque ese día fue
declarada) en realidad ese texto fue redactado en la noche del día 5 al 6 o en el transcurso del día
6, fue aprobada el día 7 de julio por todos los diputados, con la sola excepción del padre Fernando
Vicente Maya, diputado por La Grita. Poco a poco la fueron firmando los representantes, pasada al
libro de Actas del Congreso el 17 de agosto, hasta que el 18 de ese mes estamparon las últimas
firmas. Las circunstancias de la guerra de emancipación, hicieron que se perdiera el manuscrito
original del Acta de la Independencia, el que llevaba al pie las firmas autógrafas de 41 diputados y
el sello del Congreso. Hasta el presente este documento fundamental para nuestra historia, no ha
sido localizado. Sin embargo, el texto auténtico del Acta de la Independencia se conoce
perfectamente gracias a su reproducción en El Publicista de Venezuela y la Gaceta de Caracas del
16 de ese mes.

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