Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
V 05
Suplicio diario
Gustavo A. Albertengo
Sintió vergüenza. Ella era tan opresora que lograba humillarlo con facilidad, más
cuando él intentaba alguna defensa que cuando ella lo acosaba.
Ni siquiera levantó su vista del plato, pero sabía que ella estaba allí observándolo,
y su sola presencia era peor que recibir una andanada de reproches y
descalificaciones. Con su cabeza inclinada hacia la mesa, pausadamente metía la
cuchara en su boca tomando esa acostumbrada sopa tibia y grasienta. Por un
momento intentó recordar cuanto tiempo llevaba consumiendo el mismo menú,
seguramente años, pero sin embargo, salvo ciertos momentos en que le generaba
náuseas, se le hacía digerible todavía.
Sin levantar su mirada, notaba su presencia frente a él, y que aún si decir nada,
tenía en sus pensamientos un discurso lapidario en su contra.
Subió la escalera lentamente, entró en el baño y cerró la puerta. Era el único lugar
de la casa que sentía propio y en el que se aislaba evitando que ella lo invada. Se
-1 – Suplicio diario
2
Ella se asustó por la sorpresa del estampido, mientras que él caía como caen los
cuerpos de los que se suicidan disparándose en la boca.
La policía y los peritos hicieron todos los trámites de rigor, fotos del cuerpo,
medidas balísticas, requisa total de la casa. Luego llegó la morguera y retiraron el
cuerpo. Al no haber otro habitante en la casa, el juez ordenó su clausura hasta
tanto concluyera la investigación del hecho y se pudieran ubicar parientes
cercanos. El último agente en abandonar la casa echó la última mirada, apagó la
luz y cerró la puerta. A nadie le llamó la atención una mosca sobre el sofá.
-1 – Suplicio diario