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dad imprevisible, creadora de una discontinuidad en sus etiquetas".

Sin embargo, la imposibilidad de decir


el discurso y de una ruptura en la vida representada. francamente lo acontecido, de decirse en tanto que su-
jeto, lo obliga a revertirse sobre el objeto para después
No se trata aquí, entonces, de un simple cambio de separarse de él. Así, el estado del sujeto es sólo sugeri-
isotopía textual, sino de una verdadera fractura entre la do mediante sus manifestaciones externas: un comen-
dimensión de la cotidianidad y "el momento de ino- tario razonado y nostálgico de la experiencia lo sigue,
.,
cenCia , e1 . a ese nuevo "
pasaJe dd
esta o e cosas " que se una tensa espera lo precede.
manifiesta como el empuje de una fuerza que viene del
exterior: el deslumbramiento es, en efecto, según los dic-
cionarios, el "estado de la vista golpeada por el destello La ostalgia 'dirigida hacia el porvenir comporta
demasiado brutal de la luz". Inicialmente acostado, el connotaciOnes eufóricas: "era posible cambiar sin de-
sujeto se levanta, se pone en el rectángulo de la puerta, caer"; "la larva había presentido, en un breve éxtasis,
tambalea y se siente obligado a apoyarse en el marco: que un día ella volaría". En efecto es una nostalgia de
el deslumbramiento lo alcanza de pie; sacudido, se en- la perfección: espacial primero, bajo la forma de' otra
cuentra desasosegadamente en posición oblicua. isla" entrevista un instante; instalada enseguida sobre
el eje temporal, y oculta por la pantalla de imperfección
La comunicación estética se realiza en el plano vi- que constituye "la mediocridad de sus preocupaciones".
sual-es "la isla entera", completamente transfigura-
da, lo que "ve" el sujeto- y aun solamente eidético_y el
Al observar de más cerca esta "otra isla" se percibe
7 color nunca interviene aquí: una marca más del clasi-
que las cosas, para alcanzar la perfección, efectúan
. cismo de Tournier. Pero, a fin de cuentas, es la luz lo
ante todo dos tipos de movimiento diametralmente
1 '
que golpea la vista del sujeto -la luz, que es el estadio
opuestos: primero se inclinan las unas hacia las otras
más profundo de la visualidad. El deslumbramiento
1 -es su funcionalidad su deterioro-, a continuación
alcanza al sujeto y transforma su visión. En este caso,
recaen en "su esencia" y se despliegan -se yerguen,
nos encontramos ante una estética del sujeto.
en consecuencia- y no es sino entonces que se ponen a
existir sin justificativo, en la perfección de su inmovili-
Podría esperarse que el acontecimiento estético, que dad. La tensión, obtenida por ese doble movimiento,
no es sino un "relámpago pasajero", se inserte en el es el precio de la detención definitiva. ~
discurso de la cotidianidad: un largo examen de· los de de man a fi ativa al acontecimiento.
..-
minuciosos programas de la jornada precedente es se-
guido de inmediato por la desaparición progresiva de
la cosa extraordinaria que le ha sobrevenido, y así él U na retrolectura, un retorno a la espera inicial pare-
se pierde ''en el encadenamiento de las pequeftas tareas y ce entonces necesario:
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