Está en la página 1de 8

Universidad de Baja California

DOCTORADO EN EDUCACIÓN

REPORTE DE LECTURA
El método científico y la nueva filosofía de la ciencia

ASIGNATURA
Filosofía de la Ciencia

NOMBRE DEL ALUMNO


Diego Mauricio Dejeas Moreira

NOMBRE DEL CATEDRÁTICO


Dr. Carlos Amador Ortiz

Cali, Colombia; octubre 13 de 2018


EL MÉTODO CIENTÍFICO Y LA NUEVA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA
Diego Mauricio Dejeas Moreira

INTRODUCCIÓN
Lejos tan lejos como el genio de Aristóteles podemos llevar la historia de la ciencia
y del método científico. Más de veinte siglos le ha tomado a la humanidad este
constructo llamado ciencia y el método que posibilita validar un conocimiento
como tal. Y sin embargo la discusión sigue abierta porque a pesar de este largo
recorrido todavía tenemos lecciones por aprender. En el artículo que es materia de
este reporte de lectura los autores atienden un doble cometido. Por una parte
establecer unos principios mínimos de la investigación científica que le sirvan al
lector como pie para avanzar, si es el caso, en la producción científica. Por otro,
ofrecer el derrotero que ha tomado la ciencia en sus reflexiones más actuales con
la finalidad de mostrar el hilo conductor que une al método y a los nuevos rumbos
que la reflexión filosófico-científica nos ha traído hasta el presente.
Aunque hoy estamos en posición de entender el tipo especial de conocimiento que
es la ciencia lo cierto es que sigue compitiendo con la irracionalidad y el
pensamiento mágico. Se siguen planteando a la ciencia supuestos enigmas del
pasado tales como la construcción de las pirámides de Egipto o la isla de Pascua
y otros modernos como los misteriosos círculos en trigales, que dio origen a una
película con el celebérrimo Mel Gibson contribuyendo a perpetuar el mito, el
triángulo de las Bermudas, etc., etc. En mi comunidad, una ciudad de tres millones
de habitantes plagada de todos los adelantos tecnológicos del primer mundo
todavía los niños se enferman del mal de ojo o se acude al santero que traerá la
prosperidad y alejará las energías negativas. Asistimos en el universo de
Instagram a las nuevas brujas, los millennials, los influencers: “Si algo me cuadra,
no me hace falta que esté demostrado científicamente”. (Miranda Makaroff
292.000 seguidores en Instagram e imagen de varias firmas de moda).
Importantes cadenas de televisión internacionales, que nacieron como
divulgadoras de la ciencia, abren sus espacios (porque “el público lo pide”) a una
simpática mujer que habla con los muertos conmoviendo hasta las lágrimas a sus
parientes que agradecen con sumas no despreciables los mensajes cifrados e
inaudibles de sus parientes o a un atractivo joven que cura, él no sabe cómo, por
imposición de manos; aunque éste no cobra.
Todavía falta camino por recorrer para que la ciencia ocupe el mismo sitial que
tiene entre los académicos en el mundo cotidiano de las comunidades.

2
DESARROLLO TEMÁTICO
EL METOD CIENTÍFOCO
La ciencia constituye un bien en sí misma afirmación esta de los autores que
cualquiera estaría presto a suscribir. La ciencia ha llegado a la consolidación de
unos principios que nos llevan a la consecución de conocimientos de calidad que
devienen en el desarrollo de la tecnología por otra parte omnipresente en nuestra
sociedad con el advenimiento de las tecnologías de la comunicación.
Lejos estamos ya de la pretendida supremacía de las ciencias llamadas exactas
sobre las ciencias sociales. Un momento en el que se miraban las aproximaciones
de las ciencias sociales como meras disquisiciones que no tenían la validez y sin
el aura de prestigio que le otorgaban las matemáticas a las ciencias naturales. Hoy
se ha abierto el abanico de la ciencia para abarcar múltiples saberes de la
humanidad.
Las características que han hecho de la ciencia una aproximación tan poderosa
para entender y transformar la realidad son entre otras, y principalmente, que no
pretende llegar a verdades definitivas e intemporales. El absoluto está desterrado
del mundo de la ciencia y en eso radica su potencia. No existen verdades ni
reveladas, ni incuestionables sino el apego a unas reglas de procedimiento que
llevan a conclusiones parciales, siempre parciales, y siempre abiertas a la
comprobación de sus principios. Esto es lo que ha permitido, renegando
totalmente del dogmatismo, que el conocimiento científico haya avanzado en
todos los campos del saber. Todavía recuerdo la entrevista a un científico que
después de veinte años de estudiar la posibilidad de que los finos sentidos de
ciertos animales permitieran predecir movimientos telúricos se limite a decir con
sencillez al entrevistador: “creo que es posible”. Ningún lo sé, solamente la
posibilidad después de 20 años de investigación científica de alto nivel.
Los autores señalan el hecho de que el método científico se corresponde con el
proceso del pensamiento profundo lo que nos lleva a entender la génesis del
mismo, su fortaleza y su emergencia como un proceso natural que nos lleva a la
búsqueda de la verdad. Ahora bien, cabe recordar que hubimos de superar la
pretensión de la Ilustración que creyó que la sola razón llevaría al progreso de la
humanidad como un hecho lineal e inevitable y todavía hoy asistimos, a pesar de
los innegables progresos de la ciencia, a un resurgimiento del irracionalismo o
más bien a una negativa a abandonarlo; parece que nos aferramos a la ilusión de
un pensamiento mágico que nos lleve, de forma más expedita, a la realización de
nuestros deseos.
Nos encontramos, así, con una disociación que es tanto más aguda en nuestros
países. La coexistencia con la tecnología, producto del avance formidable de las

3
ciencias, con prácticas propias de un pensamiento medieval que ve con
desconfianza a la ciencia. A menudo se le oye a la gente quejarse porque la
ciencia no logra trascender el verdadero significado profundo de las cosas. A
pesar de que nos valemos a diario de la ciencia y la tecnología configurando la
paradoja de conexión-aislamiento en el tráfago de un mundo hiperconectado es
común tener que competir con las críticas que se le hacen supuestamente por ser
inhumana. Cuántas veces nos hemos encontrado que afirmar que un simulacro de
desastres puede salvar vidas no es un pensamiento negativo que tendrá el efecto
contrario de propiciarlo, por la magia de las palabras, como una especie de
catalizador cósmico. Ante la prevención de conducir con el cinturón de seguridad o
no exceder los límites de velocidad recibimos la reconvención, condescendiente,
de “cancelar” esas palabras y de no “atraer” el mal.
En el ámbito académico no cabe duda de que la ciencia permite transformar
efectivamente la realidad para vivir en un mundo mejor, pero lamentablemente en
nuestro mundo y más en nuestra Latinoamérica pobre se sigue mirando al ciencia
con desconfianza. Eso a pesar de que nosotros seguimos vendiendo a EE. UU.
toneladas de arena y ellos a nosotros los procesadores integrados que se hacen
con el conocimiento científico y el silicio extraído de esas mismas toneladas.
FALSACIÓN VERSUS VERIFICACIÓN
Y sin embargo la ciencia como constructo ha ido también transformándose y es
Karl Popper quien introduce una perspectiva para dilucidar sus procesos de
conformación. No se trata de la mera acumulación de verdades científicas. Popper
permite entender que la verificación definitiva propuesta por el círculo de Viena es
vacía, pues no hace falta sino un caso en que esa inducción encuentre un
contraejemplo para que se derrumbe una teoría. Es el clásico ejemplo de que solo
hace falta ver un cisne negro para refutar la afirmación de que todos los cisnes
son blancos.
Ya no podemos simplemente hacer coincidir ciencia con la Verdad con mayúscula
sino que tenemos que atender a que debe existir un proceso diferente para
demarcar lo que es ciencia de lo que no lo es, lo verdadero de lo falso. En un
principio y de la mano del círculo de Viena entramos en la arena movediza del
lenguaje llegando a hacer equivaler este a la ciencia. Se trataba entonces de
destrabar los malentendidos que podrían suscitar una mala interpretación del
lenguaje para llegar al valor de verdad de las proposiciones en tanto sean
verificables empíricamente aunque no con la exigencia de que lo sean
efectivamente.
Aquí es donde cobra relevancia el racionalismo crítico de Popper, popularizado
por sus seguidores y críticos como falsación o falsabilidad, como criterio de
demarcación científica. No hay entonces método infalible, entonces la potencia de

4
la ciencia es que está abierta siempre a rectificarse; aquello que sería la muerte de
cualquier otra forma de discurso no lo es de la ciencia. La capacidad de estar
abierta al error y de no ya aceptarlo, sino de convertirlo en el criterio que nos
permite encontrar la validez de una aproximación es lo que ha convertido a la
ciencia en el puntal de desarrollo de la humanidad toda.
Los filósofos nos habían legado la pretensión de que la búsqueda y el hallazgo de
la verdad eran posibles una vez se comprobaba que una hipótesis funcionaba.
Aristóteles, Descartes, Kant, Bacon y Mill creyeron todos que era posible y
necesario encontrar los criterios de verdad ya sea en la deducción, la evidencia, lo
juicios o la experimentación y sin embargo Popper nos revela que ese camino no
lleva a ninguna parte.
La rigurosidad a la que se somete la ciencia es una exigencia que pocos o quizá
ninguna otra construcción es capaz de asimilar; la religión, pongamos por caso, se
destruiría en el acto ante tal aceptación. Popper no deja ningún resquicio: ni
método infalible, ni verdad absoluta, ni conocimiento invariable, solo conjeturas,
opciones, posibilidades.
PARADIGMA
En esta otra etapa de la definición de lo científico, de la verdad científica aparece
el trabajo de Khun que propone en su Estructura de las revoluciones científicas
(1962) un enfoque historicista, psicológico y sociológico de la ciencia que
contravenía el ya altamente afincado enfoque de Popper. Presenta una visión
dinámica de la ciencia que pone de manifiesto que la ciencia, aunque en teoría
acepta el error y casi que invita a ser sometida a examen continuamente, está
hecha por seres humanos que como todos son susceptibles de veleidades. Es una
ciencia dinámica hecha por seres humanos de carne y hueso que pueden llegar a
defender y convivir con el error y que no están dispuestos simplemente a cambiar
las convicciones a las que han llegado tras largos años de ardua tarea
investigativa para aceptar que cualquier advenedizo pretenda ver una
equivocación en la arquitectura de un edificio que ha llevado tanto tiempo
construir.
Kuhn postula que los científicos conforman comunidades científicas que
comparten un mismo paradigma con ideas, conceptos y métodos similares dentro
de las cuales surgen enigmas que se van resolviendo con los recursos de la
comunidad constituida hasta que o se acumulan las anomalías o surge un
problema que no es posible resolver y entonces el paradigma hace crisis.
En este momento se forma un nuevo paradigma que da lugar a una nueva
comunidad ya que estos cambios no son paulatinos sino dramáticos y no se llega
simplemente a la aceptación del nuevo paradigma por la evidencia acumulada;

5
sino que más bien solo al desaparecer la generación anterior de científicos cede
su lugar a los nuevos científicos que defienden el nuevo paradigma; se constituye
una revolución científica por oposición a la ciencia normal que se lleva a cabo
mientras el antiguo paradigma sigue siendo validado por sus miembros.
Aquí cabe mencionar a Lakatos que hace una crítica tanto al falsacionismo de
Popper como al concepto de revolución científica de Kuhn.
Lakatos postula que existen, siguiendo la línea de Popper, dos tipos de
falsacionismo: el ingenuo y el sofisticado; este último en el que se inscribe él
mismo y al Popper de los últimos años. Sostiene que las teorías no cambian
simplemente porque aparezcan aspectos que las refuten ya que esto no se
sustenta en la historia de la ciencia que abunda en ejemplos de casos en que la
teoría nace falseada (física de Newton) o no hay experimentos cruciales que
hagan que se abandone una teoría, sino que estos se revelan así a posteriori, etc.
Por su parte critica la teoría de Kuhn porque afirma que no se abandona una
teoría simplemente porque se logre entrar en razón a los científicos de que están
en un error o de lleguen a esa conclusión de manera personal después de alguna
reflexión.
Para Lakatos, en la línea de Popper como se dijo, la ciencia progresa de modo
racional y no mediante revoluciones dramáticas, ni mediante el falsacionismo
ingenuo que cree que las teorías se superan por mera falsación. Para él existe lo
que se llama el falsacionismo sofisticado. En realidad la ciencia se agrupa en un
conjunto de teorías que conforman lo que él llamó un programa de investigación
en donde unas teorías compiten con otras y el progreso de la ciencia se lleva a
como resultado no solo de falsaciones, sino también, y en un principio, por medio
de confirmaciones de las teorías implicadas en el programa.
CONTRA EL MÉTODO
Llegamos aquí al desenlace al que nos trae Feyerabend con su aproximación de
que no existe método y que la ciencia es una construcción personal de relatos con
cierto nivel de coherencia y que se adecúan a la realidad imperante o, mejor, dan
respuesta cabal a los problemas de su tiempo. Iguala, entonces, los mitos, por
ejemplo, la ciencia toda vez que permiten una interpretación de la realidad que le
sirve al que la utiliza para entender el mundo y responder a sus necesidades.
Propone lo que llama un anarquismo metodológico, un todo vale después de que
funcione como explicación.
Hay una corriente actual a la que esta posición resulta sumamente atractiva. Se
postula entonces que no existe la Verdad con mayúscula y que verdad es lo que
nosotros digamos que es verdad. En aras de la tolerancia y el respeto por los
pueblos del mundo se ha de dar validez a todos los relatos que no son sino

6
maneras de entender el mundo, así que no debe haber cabida para una especie
de imperialismo cultural que haga prevalecer el conocimiento occidental sobre
otras culturas.
Es una hipótesis sugestiva que ha hecho arraigo porque sutilmente nos seduce
con la idea del respeto por la opinión ajena; pero que esconde la hipótesis de que
las fronteras no existen de que la libertad consiste en el borramiento de las
diferencias con lo cual da lo mismo si el capital está aquí o allá y que por tanto
predicar la libertad del mercado es predicar la libertad del hombre.
CONCLUSIONES
Finalmente queda por recordar que este recorrido sinuoso de la ciencia es en sí
mismo una comprobación de su fortaleza. La advertencia del enfoque historicista y
lingüístico sobre dónde residía el valor de verdad de una afirmación permitieron
arribar a la idea de que la ciencia avanza mediante el error y la rectificación
Sin embargo también es preciso aclarar que el hecho de que la ciencia no postule
verdades absolutas no quiere decir que se haya llegado a la negación del método
científico. Este es garantía de que las hipótesis sometidas a discusión tienen el
suficiente grado de validez como para arribar a conclusiones que permitan
comprender mejor la realidad que vivimos y llegar a caminos ciertos para
transformarla en beneficio de todos.
La paradoja es que la fortaleza de la ciencia radica en su capacidad para aceptar
que puede estar equivocada. Sin duda alguna cuesta encontrar un modo de
conocer que pueda construir verdades a partir de esta, solo aparente, debilidad.

7
Referencias Bibliográficas
Kuhn y sus circunstancias Cuentos cuánticos. Tendencias de las religiones.
Recuperado en: https://cuentos-cuanticos.com/2013/07/21/los-paradigmas-y-las-
revoluciones-cientificas-hoy-va-de-kuhn/ (5/10/2018).

Las propuestas de Thomas S. Kuhn siguen vivas después de medio siglo


https://www.tendencias21.net/Las-propuestas-de-Thomas-S-Kuhn-siguen-vivas-
despues-de-medio-siglo_a10016.html (5/10/2018).

El círculo de Viena. Las bases de la filosofía. Recuperado en:


http://lasbasesdelafilosofia.blogspot.com/p/circulo-de-viena.html (5/10/2018).

Ramírez, N. Chamanas de Instagram: la invasión de las ‘influencers’ de la


pseudociencia. EL PAIS. Recuperado en:
https://smoda.elpais.com/belleza/pseudociencia-cool-influencers-chamanicas/
(5/10/2018).

También podría gustarte