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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

FACULTADO DE CIENCIAS DE LA SALUD


CARRERA DE MEDICINA
GERIATRÍA

TEMA:
CAMBIOS EN EL ENVEJECIMIENTO

INTEGRANTES:
DIEGO ALVARO
JOSHUA CHIMBORAZO
EDJANIO DA SILVA
YESENIA ESCUDERO
STEVEN GUEVARA
ERIKA JARAMILLO
FABRICIO LINCANGO
DAVID LÓPEZ
DOCENTE:
DR. URBANO SOLIS

FECHA DE ENTREGA:
11/01/2021
PERIODO ACADEMICO:
NOVIEMBRE 2020 – ABRIL 2021
INTRODUCCIÓN

Se puede definir a los cambios en el envejecimiento como el proceso biológico, psicológico


y social, por medio del cual, una persona con el paso de los años se predispone más a cambios
y enfermedades, que pueden ser en varios casos mortales. El proceso de envejecimiento, tiene
un carácter universal, por tanto, todas las personas lo deberán pasar en algún momento,
siempre que la vida de los individuos transcurra normalmente, es decir, sin la intervención
de agentes externos.

Este proceso conlleva cambios biológicos, tales como predisposición a enfermedades


cardiovasculares, de los sentidos, reumáticas y degenerativas, etc. Existe un sinnúmero de
teorías que tratan de explicar, por qué la edad es predisponente a estos padecimientos, pero
generalmente tiene que ver como fallas en el proceso de regeneración celular y apoptosis.

Todos estos cambios afectan a un sinnúmero de órganos, aparatos y sistemas, como el sistema
nervioso, en el cual es conocido el envejecimiento que se da en el mismo, derivando en
disminución de la masa cerebral, atrofia y fallas en la sinapsis.

En el proceso de envejecimiento se da cambios en el sistema osteomioarticular, cardiaco,


urogenital, digestivo, predisposición a cáncer, etc., todos estos cambios requieren de un
equipo médico capaz de saber manejar todas las patologías posibles brindando al paciente un
envejecimiento, control, prevención y curación adecuado.

Si bien los padecimientos patológicos son los más comentados, existe otros factores de
relevancia similar, así es el caso de los procesos psicológicos acompañados de depresión,
cambio de las relaciones interpersonales, todos estos necesitan de un estudio que debe ir en
unión con la curación de los procesos patológicos.

Por tanto, el saber conllevar el envejecimiento, aunque en ciertos casos resulta difícil,
actualmente las nuevas técnicas y tratamientos han hecho que este proceso sea más adecuado
y que brinde una calidad de vida buena a las personas adulto-mayores.
Desarrollo

• Cambios en el sistema urogenital

Cambios en el aparato reproductor femenino

Debemos tener en cuenta que el sistema genitourinario va a presentar una serie de cambios
tanto micro como macro anatómicos los cuales se presentan desde el nacimiento, pasando
por la pubertad, período reproductivo y por último con la menopausia, aquí se desarrolla un
conjunto de síntomas sistémicos que incluyen los vasomotores, del sueño, cognitivos, del
estado de ánimo y cambios sexuales, asociados a la presencia de disminución de la
lubricación, estrechamiento y distensibilidad vaginal, atrofia vaginal, entre otros, que llevan
a presentar una clínica de dispareunia, prurito, resequedad, además de síntomas urinarios.
Para poder llegar a su examinación debemos realizar una historia clínica, examen físico y
ginecológico.

Al pasar los años se observan cambios en los distintos sistemas y órganos del cuerpo, en estos
incluyen el sistema genitourinario tanto para el género femenino como el masculino.
Podemos decir que tiene mucha importancia el periodo reproductivo en la vida del ser
humano, va desde los 20 a los 35 años. Cuando termina este proceso de reproducción van a
presentar una serie de mecanismos los cuales tienen como fin desmantelar el cuerpo lo que
se conoce como “teoría del cuerpo desechable”. Tiene mucha importancia el conocer al
máximo lo que conlleva este proceso en los diferentes ámbitos de la vida; físico, social y
mental. Por lo anterior, se torna importante el reconocimiento de estos y su impacto en la
vida sexual que se presenta en la vida adulta y en general de la calidad de vida que conlleva
el proceso. (1)

Menopausia
Con la llegada de la menopausia, la cual se presenta alrededor de los cincuenta años, vamos
a observar diferentes cambios a nivel de distintos órganos y sistemas, donde el más notable
es la irregularidad que se presenta en el ciclo menstrual reflejando un aumento en el número
de ciclos anovulatorios y ciclos con una fase folicular prolongada, entre muchos otros
cambios.
Encontramos cambios sistémicos como: los vasomotores, cambios en el sueño, alteraciones
en el estado cognitivo, estado de ánimo, entre otros.

En el sistema genitourinario femenino podemos encontrar cambios tales como:

• Encanecimiento y escasez del vello púbico.

• Disminución de las secreciones vaginales reduciendo la lubricación y aumentado el


discomfort coital.

• Pérdida de grasa subcutánea en los labios mayores y los labios menores pueden
irritarse y ser friables.

• Acortamiento, estrechamiento y reducción en la distensibilidad vaginal.

• Depósito de lipofucsina en el estroma y las fibras elásticas también presentan


fragmentación y aumenta el tejido conectivo lo que acarra una pérdida de elasticidad.

• Durante la menopausia las arterias vaginales disminuyen su diámetro y el número de


vasos sanguíneos pequeños disminuye asociado a un posible engrosamiento de la
pared de estos, aunque numerosas anastomosis proveen control regulado del flujo
sanguíneo.

• Cambio en la coloración de la pared vaginal a una tonalidad más pálida. Estos son los
signos asociados a atrofia vaginal que son diferentes a aquellos ligados a inflamación
sugestiva de vaginitis (eritema, petequias, aumento de la vascularidad, friabilidad y
descargas sanguíneas).

El cambio más impactante es la atrofia vaginal esta es una inflamación de la vagina que se
desarrolla cuando hay un decline significativo en los niveles de estrógenos circulantes.
Durante la perimenopausia los niveles de estradiol son de alrededor 120 ng/l, en la
postmenopausia estos niveles disminuyen hasta alrededor de 18 ng/l. La androstenediona
volviéndose el andrógeno más importante en la mujer postmenopáusica y la mayoría de la
testosterona secretada es transformada directamente en estradiol por medio de los ovarios.
Como los niveles de estrógenos disminuyen el epitelio vaginal pierde sus pliegues y se vuelve
delgado y pálido o también puede tornarse eritematoso con hemorragias petequiales finas.
Podemos encontrar una disminución del trofismo vaginal y su secreción, con debilitamiento,
a su vez, de su musculatura.

Cambios relacionados con la edad en los riñones


Al pasar el tiempo y con el envejecimiento de las personas, los riñones sufren cambios tales
como la pérdida de peso, ocurre después de los 30 o 40 años de edad, los dos tercios de las
personas, inclusive aquellas que no padezcan enfermedades van a experimentar una
disminución gradual en la velocidad con la que los riñones filtran la sangre.

Las arterias que irrigan los riñones van estrechándose con el pasar del tiempo y sobre todo
con el envejecimiento, con esta constricción, las arterias ya no van a poder suministrar
suficiente sangre a los riñones de tamaño normal por lo que los tamaños del mismo van a
disminuir. Por otro lado, las pequeñas arterias que afluyen a los glomérulos se hacen más
gruesas, lo cual reduce la función de los glomérulos restantes. También se produce la
disminución de la capacidad de las nefronas para eliminar productos de desecho y
medicamentos, incluso pierde la capacidad para concentrar o diluir orina y para eliminar
ácidos.

A pesar de las alteraciones relacionadas con la edad, se va a conservar una funcionalidad


renal suficiente para satisfacer todas las necesidades del organismo. Decimos que todas las
alteraciones que se manifiestan con la edad no van a causar en sí enfermedad alguna, pero
los cambios hacen reducir la reserva funcional renal disponible. Ambos riñones pueden
necesitar trabajar con casi toda su capacidad para llevar a cabo todas las funciones normales
del riñón. Por tanto, incluso el daño más pequeño en uno o ambos riñones puede suponer una
pérdida de la funcionalidad renal. (2)

Cambios en la glándula prostática relacionados con la edad

Se puede identificar que la próstata en los hombres, la tiende a agrandarse con la edad,
obstruyendo progresivamente el flujo urinario. Necesitamos de un tratamiento ya que puede
evolucionar a un bloqueo total o casi total, causando retención urinaria y posiblemente, lesión
renal. (3)

• Cambios neurológicos
El sistema nervioso es de gran manera vulnerable en el envejecimiento debido a que al
momento en que nacemos se posee una cierta cantidad de neuronas (alrededor de un billón
de neuronas) las cuales conforme va pasando el tiempo, se va perdiendo una cierta cantidad
de estas, dando como resultado que pasado los 40 años se pierden una media de 20000
neuronas diarias, para lo cual el organismo como mecanismo de regulación produce nuevas
conexiones hasta el final de la vida (4).

Durante el proceso de envejecimiento, las neuronas que más se pierden son las neuronas
localizadas en tronco encefálico, así como también las células de la sustancia blanca
dificultando las conexiones nerviosas. Debido a esto los sistemas neuronales sintetizadores
de neurotransmisores tales como acetilcolina, noradrenalina y principalmente dopamina, van
degenerando provocando manifestaciones clínicas según el sistema neuronal afectado (5).

Puede haber alteraciones motoras tales como lo son la presencia de movimientos


involuntarios en caso de la degeneración lenta o progresiva de los ganglios basales, dificultad
de la planificación de futuros actos por degeneración de la corteza prefrontal, alteración de
la interfaz de la relación interacción acción por parte del envejecimiento de la corteza
cingulada, trastornos emotivos en la degeneración del núcleo acubens y trastornos
hormonales por parte de la perdida de células nerviosas en el hipotálamo (5).

También existe perdida de volumen de la sustancia blanca por disminución de células


nerviosas, más específicamente por perdida de mielina de estas células las cuales
normalmente ayudan a la interconexión entre células neuronales facilitando la circulación de
la información a través de ellas. En consecuencia a esto los circuitos corticales se deterioran
provocando alteración en la nitidez de la comunicación interneuronal (5).

Muchos individuos de edad avanzada cursan con alteraciones cognitivas como déficit de la
memoria y la capacidad de usar en forma adecuada la información adquirida y las habilidades
mentales. En el déficit de la memoria, debido a degeneración del lóbulo temporal, en el
subiculum e hilus del giro dentado. En el déficit del uso de información adquirida y
habilidades mentales como lo es el lenguaje, hay una degeneración de las redes léxicas lo
que ocasiona dificultades en la compresión y descripción de estructuras gramaticales
complejas (6).
Cambios auditivos
Los cambios degenerativos en el sistema auditivo relacionados con la edad incluyen cambios
celulares específicos con ciertos patrones auditivos, pérdida de la función periférica con la
edad, cambios degenerativos con las conexiones centrales auditivas, núcleo y corteza
auditiva. Las alteraciones morfológicas se localizan en el oído interno, incluido el ganglio
espiral; las alteraciones básicas se encuentran tanto en la función del oído interno como en
los procesos centrales de la audición.

Fisch demostró que existe un engrosamiento y degeneración de la túnica adventicia en las


arterias terminales del oído interno. Su hipótesis supone que estos cambios pueden interferir
con la capacidad del vaso sanguíneo para dilatarse como respuesta al flujo cerebral
disminuido y que la hipoxia resultante puede contribuir a la degeneración neural que se
presenta en los ancianos. (7)

Se considera que cerca del 30% de los individuos más grandes de 60 años poseen cualquier
tipo de pérdida auditiva, incrementando hasta un 90% en los más grandes de 80 años. La
presbiacusia es un tipo de hipoacusia que perjudica primordialmente al oído interno,
especialmente a las células ciliadas externas y a sus construcciones anexas.

La audición se empieza a perder a partir del instante que el hombre nace, por diversos
componentes los que tienen la posibilidad de ser del medio ambiente, recursos
contaminantes, componentes particulares, de los genes, estado físico, aun cuando el elemento
de mayor relevancia en la pérdida de la audición es el sonido puesto que genera la devastación
de un conjunto de células encargadas de recepcionar la información auditiva.

Como se comentó, la causa fundamental de la pérdida de audición es la edad.

Sin embargo, se ha de tener en cuenta otras causas del déficit auditivo como son los
traumatismos, exposición a ambientes ruidosos, factores hereditarios, uso de medicamentos
que dañan el oído (algunos tipos de antibióticos) y enfermedades crónicas (hipertensión
arterial, cardiopatías, diabetes mellitus y dislipidemias).

Se conoce que la hipoacusia se asocia a depresión, deterioro de la calidad de vida, deterioro


cognitivo, alteraciones conductuales y del sueño, disminución de la actividad social,
profundo deterioro de la comunicación y alteraciones de la memoria. De acuerdo con la
última encuesta nacional de discapacidad, los individuos que muestran inconvenientes
auditivos y que declaran que este problema les ha afectado para hacer trabajo remunerado
alcanza hasta el 16,9%. (7)

• Cambios osteomioarticulares
Las enfermedades osteoarticulares y musculo esqueléticas han incrementado a nivel mundial,
la Organización Mundial de la Salud designó al decenio 2000-2010 como, la “Década del
hueso y la articulación”. (8)

La osteoporosis y la artrosis son procesos degenerativos que se presentan con la edad y son
progresivos, sin embargo, el desarrollo de demás enfermedades como el hipogonadismo,
hiperparatiroidismo, descenso de GH y IGF, la mala alimentación del paciente, que suele ser
un problema común en el paciente adulto mayor, son agentes que interviene mucho en la
mineralización del hueso, lo que conduce a la reabsorción ósea aumentada. (9)

En el adulto mayor existe mayor catabolismo que síntesis, esto se explicaría que cuando hay
síntesis existe crecimiento y cuando existe osteoporosis u osteopenia el catabolismo
predomina sobre la síntesis. (9)

Se ha propuesto en varios estudios acerca de la desaparición de la tensión muscular puede


ser beneficiosa, ya que evita la afección articular producida por el encorvamiento del hueso
osteoporótico, sin embargo, existe otra teoría que aporta el conocimiento acerca de que la
presencia de este musculo en contacto con la parte ósea afectada ayuda a que la reabsorción
supere la síntesis, por lo tanto es una teoría un poco contradictoria acerca del beneficio de
ayudar al paciente con procesos degenerativos. (9)

Dentro de las patologías osteoarticulares que más frecuentan al adulto mayor son:

• Artrosis.
• Osteoporosis.
• Artritis reumatoide.
• Reumatismos
• Gota
• Artropatía por cristales de pirofosfato de calcio.
Las células experimentan en el proceso del envejecimiento, se hacen grandes y pierden la
capacidad de dividirse y multiplicarse, también está el incremento en los pigmentos y las
sustancias grasas dentro de la célula, las células empiezan a funcionar de manera anormal.

El tejido conectivo es inflexible, se pierde masa conociéndose como atrofia, los órganos
poseen una capacidad de reserva para funcionar más allá de las necesidades comunes, los
cambios más significativos en la reserva orgánica se dan en el corazón, los pulmones y los
riñones. (10)

• Cambios en la esfera visual

Con el envejecimiento aumentan los cambios fisiológicos y el deterioro visual. Donde los
pacientes de más de 60 años tienen una alta probabilidad de tener un daño visual y es difícil
distinguir las alteraciones patológicas originadas por las enfermedades que afectan la visión
en el adulto mayor; por eso se debe diagnosticarlas y tratarlas a tiempo para evitar su
progresión y las discapacidades visuales. Actualmente enfermedades sistémicas relacionadas
con la edad como la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, se asocian a trastornos
oculares (11).

Presbicia: generalmente se le llama. Se produce por el envejecimiento del ojo y la pérdida


de elasticidad del cristalino. Es algo casi inevitable con el paso de la edad, y normalmente se
empieza a manifestar entre los 40 y los 45 años de edad (12).

Cataratas: son provocadas por la progresiva pérdida de transparencia del cristalino, por lo
que conllevan una disminución de la agudeza visual que aumenta progresivamente. Las
posibilidades de tener cataratas aumentan con la edad avanzada, la diabetes, ciertas
infecciones o traumatismos oculares y la herencia genética. Afectan a la mayoría de los
ancianos a partir de 65 años. Afortunadamente, las cataratas tienen buen tratamiento
quirúrgico si se tiene un diagnóstico correcto, y la recuperación es muy rápida y nada
dolorosa (12).

Glaucoma: Es un aumento de la presión intraocular por falta de drenaje del líquido acuoso,
que produce lesiones en el nervio óptico con problemas en la visión. Si no se corrige a tiempo
produce ceguera. Uno de los primeros síntomas que encontraremos es la visión de moscas
volantes o centelleantes, pérdida de visión lateral o periférica, dolor en los ojos, cefalea,
visión borrosa, visión de halos tipo arco iris, náuseas y vómitos. Es aconsejable comprobarse
la tensión ocular cada año, y para los casos más complicados existe una operación quirúrgica
(12).

Degeneración macular: es una enfermedad degenerativa que no tiene cura y que suele darse
en las personas de edad avanzada. Los primeros síntomas que produce es la pérdida de visión
en un ojo o ambos. Progresivamente puede llegar a la ceguera (12).

• Cambios sociales del envejecimiento


Conforme las personas envejecen, tienden a pasar menos tiempo con otros. Con frecuencia,
el trabajo es una fuente conveniente de contacto social; por tanto, los que llevan mucho
tiempo de jubilados tienen menos contactos sociales que los jubilados más recientes o quienes
continúan trabajando. Para algunos adultos mayores, las enfermedades hacen más difícil salir
y ver a otras personas.

Los estudios también muestran que los ancianos con frecuencia pasan por alto oportunidades
para aumentar el contacto social y es más probable que, a diferencia de los adultos más
jóvenes, se sientan satisfechos con redes sociales más pequeñas. Sin embargo, el contacto
social que los ancianos sí mantienen es más importante para su bienestar que nunca antes.
Aunque es posible que los ancianos establezcan menos relaciones cercanas que las personas
más jóvenes, tienden a sentirse bien con las que tienen. A pesar de que el tamaño de la red
social y la frecuencia de los contactos se reducen, la calidad del apoyo social evidentemente
no lo hace. Gran parte de la vida de los ancianos está enriquecida por la presencia de
amistades de mucho tiempo y miembros de la familia. Aunque es posible que los ancianos
vean a las personas con menos frecuencia, las relaciones personales continúan siendo
relevantes, quizás incluso más que antes. (13)

Las relaciones con los miembros de la familia continúan siendo importantes a una edad muy
avanzada. Entre estas relaciones se encuentran los lazos con la familia en la que uno crece
(con padres, hermanos y hermanas) y con las nuevas familias que los hijos construyen cuando
son mayores. En muchos países la familia nuclear, una familia de dos generaciones
conformada por padres y sus hijos en crecimiento, es la unidad familiar común. Los hijos
adultos y los padres por lo general quieren ser mutuamente independientes. El lazo entre los
hijos en la adultez media y sus padres ancianos es fuerte, se nutre de los vínculos más
tempranos y continúa a lo largo del resto de sus vidas. Las relaciones entre la mayoría de las
personas en la adultez media y sus padres son cercanas y se basan en un contacto frecuente
y en la ayuda mutua.

Muchas personas en la adultez media consideran a sus padres más objetivamente que antes,
los ven como individuos que tienen tanto fortalezas como debilidades. Algo más ocurre
durante estos años: un día un hijo o hija ve a su madre o padre y lo ve como anciano, y este
descubrimiento puede ser estresante. Por otra parte, los ancianos pueden observar a un hijo
en la adultez media que está en la cima de sus logros con una nueva y más respetuosa mirada.

El equilibrio de la ayuda mutua que fluye entre los padres y sus hijos adultos tiende a cambiar
conforme los padres envejecen, cuando los hijos proporcionan una mayor cantidad de apoyo.
Sin embargo, incluso ahí, los ancianos realizan importantes aportaciones al bienestar
familiar, por ejemplo, a través de labores domésticas y cuidado de los niños. Los padres
ancianos cuyos hijos enfrentan problemas serios tienen más probabilidad de deprimirse. Para
las madres las relaciones más estresantes son aquellas en las que una hija ha perdido contacto
con la familia; para los padres, las relaciones más estresantes son con los hijos que
continuaban dependiendo emocional y financieramente de ellos. Aunque la mayoría de los
adultos ancianos se encuentran físicamente en buenas condiciones, vigorosos e
independientes, algunos buscan la ayuda de sus hijos para tomar decisiones e incluso pueden
depender de ellos para las tareas diarias y apoyo financiero. Si los ancianos enferman o son
frágiles, sus hijos pueden enfrentarse con el manejo de la vida de sus padres. Es probable que
lo ancianos se depriman si necesitan ayuda de sus hijos.

En una sociedad en la que ambas generaciones valoran su independencia, la posibilidad de


ser dependiente puede resultar desmoralizadora. Los padres no quieren ser una carga o agotar
los recursos de sus hijos. Aunque los padres también pueden deprimirse si temen que sus
hijos no los cuidarán. (13)

CONCLUSIONES
Con el pasar de los años se va produciendo un envejecimiento de todos los sistemas orgánicos
y funcionales del cuerpo humano con los cual nuestras capacidades físicas e intelectuales se
ven afectadas y mermadas de tal manera que en algunos casos es imposible el sostenimiento
del individuo de una forma autónoma y se requiere de un equipo multidisciplinario para su
estabilidad y soporte vital básico con lo cual la geriatría entra en acción brindándole los
cuidados y atenciones que el adulto mayor requiere.

Los principales sistemas orgánicos afectados son el locomotor y el psicomotor ya que son
los primeros en deteriorarse con el pasar de los años y también los primeros en fallar en
presencia de situaciones no favorables para el adulto mayor.

BIBLIOGRAFIA

1. Daniela García Chaves HJC. Envejecimiento del Sistema Urogenital y Disfunción Sexual.
Asociación Costarricense de Medicina Legal y Disciplinas Afines. 2018.

2. Preminger GM. Efectos del envejecimiento en las vías urinarias. Duke University Medical
Center. 2019.

3. Luis Lamm Wiechers HPC. Cambios fisiológicos durante el envejecimiento del sistema
reproductor masculino. Revista de Endocrinología y Nutrición. 2016.

4. Belando M. Cambios fisicos y funcionales en el proceso del envejecimiento. Deposito de


investigacion de universidad de Sevilla. 2015 Agosto; 12(3).

5. Torrades S. Aspectos neurológicos del envejecimiento. Offarm. 2014 Octubre; 23(9).

6. Von Bernhardi R. Envejecimiento: Cambios bioquímicos y funcionales del SNC. Revista chilena
neuro-psiquiatrica. 2015 Enero; 43(4).

7. McDowell I NC. General health status and quality. 1st ed. New York: Oxford University Press;
1996.

8. Rodrigez S. Percepción de la calidad de vida en anciano con dolor cronico secunadrio a patologia
ostioarticular y musculoesqueletica. Gerokomos. 2017 Marzo ; 4(28).

9. Torres R. Sobre los cambios osteoarticulares del envejecimiento. Rev Esp Geriatr Gerontologia.
2002 Oct; 6(31).

10. Medline. Cambios en huesos, músculos y articulaciones por el envejecimiento. [Online].; 2002
[cited 2002 03 05. Available from: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/004015.htm.

11. Rodríguez MM. Low vision and population aging. SCIELO. 2016; 29(03).
12. Lares Comunidad Valenciana. Lares Comunidad Valenciana. [Online].; 2018 [cited 2021 1 11.
Available from: https://www.larescvalenciana.org/perdida-de-vision-en-los-ancianos/.

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