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Se puede afirmar que uno de los paradigmas que pocos cuestionan en América Latina
consiste en que la región se divide a lo largo de líneas socioeconómicas nítidamente
diferenciadas. En su expresión más simple, muchas empresas separan a la población en tres
segmentos claramente identificados y distantes entre sí: las clases altas, medias y bajas, es
decir que la diferencia es el poder adquisitivo que varía de una a clase a otra. Y muchas
veces generan y ejecutan estrategias de ventas en función de esta segmentación básica
(D'Andrea & Lunardini, 2005). En un estudio que realizó Mckinsey & Company en cinco
ciudades latinoamericanas: Ciudad de México, Bogotá, San Pablo, Santiago y Buenos Aires,
se pudieron identificar cinco segmentos de consumidores en América Latina: los cazadores
de ofertas, los buscadores de ofertas con altos ingresos, los compradores frustrados por su
bajo presupuesto, los buscadores de variedad con presupuesto limitado y los compradores
que valoran la calidad y el tiempo. Cada uno de ellos con hábitos de compra bien marcados
y diferenciados y que van más allá de su poder adquisitivo (D'Andrea & Lunardini, 2005).
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OBJETIVOS
Objetivo general
Objetivo específicos
Plasmar una comparación de los servicios más comunes que prestan las tiendas de los barrios
del municipio de puerto Colombia en la venta de los productos de la canasta familiar.
Reconocer el consumo del mercado minorista en el municipio.
Analizar la competencia en la zona basado en el consumo del mercado minorista.
Justificación y delimitación
Las tiendas de barrio soportan los embates de grandes supermercados, de cadenas de descuentos
fuertes y otro tipo de negocios como cafeterías y salones de belleza. Estos establecimientos
siguen siendo los reyes en el país también a pesar de la aparición en sus inmediaciones de otros
formatos de comercio al detal como droguerías-supermercados, ventas de juegos de azar,
plataformas de giros de moneda, barberías, ‘corrientazos’, asaderos, tiendas para mascotas,
ferreterías y salsamentarías.
Según la empresa Servinformación, por su lado, los negocios de diversión y consumo de bebidas
alcohólicas, como bares, discotecas y juegos de suerte y azar, significan 7,2 por ciento de los
negocios, por lo que también se notan en el paisaje de los barrios colombianos. Por su parte, el
director del programa Fenaltiendas, de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Juan
Ernesto Parra, dice que las tiendas de barrio comercializan el 52 por ciento de las categorías de
productos, y el comercio moderno el 48 por ciento.
No obstante, si se mide la canasta básica familiar pueden llegar a colocar hasta el 80 por ciento.
La importancia de realizar este proyecto radica en los aportes que este mismo contribuirá a los
empresarios tenderos colombianos.
Entrando en el tema social, las tiendas de barrio en la comunidad del municipio de Puerto
Colombia son micro empresas que se caracterizan por tener en cuenta a las personas que hacen
parte de los estratos bajos y medios, quienes se han sostenido cada día más y así sosteniendo a la
“clase obrera” del país.
Otra razón que representa la importancia de realizar este proyecto hace referencia a la aplicación
del conocimiento adquirido durante los últimos años en la carrera.
MARCO DE REFERENCIA
En un estudio de la firma Yanhaas, publicado por la revista Marketing News, y citado por el
Diario Occidente (2010), se informa que en las ciudades de “(…) Bogotá, Villavicencio, Cali,
Girardot, Pasto, Popayán, Medellín, Bello, Itagüí, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta,
Bucaramanga, Cúcuta, Girón, Manizales, Pereira y Neiva, se prefiere comprar en tiendas de
barrio, siendo este, el único canal que se mantuvo ileso durante la crisis económica reciente.”
Según este estudio, “El 74% de los encuestados prefiere la tienda porque le queda cerca a su
casa, el 46% porque tiene la posibilidad de que le fíen, mientras el 43% se mantiene porque tiene
una buena relación con el dueño de la tienda. “ (Diario Occidente, 2010)
Hoy por hoy, continúa vigente en cierto sentido, la afirmación hecha por Londoño (1982 citado
por Tovar y Mendoza 2009), cuando afirma que “Las tiendas de barrio, al ser en su gran mayoría
organizaciones o empresas familiares, no pretenden en general acumular capital, sino más bien,
establecer un equilibrio o balance entre las necesidades de consumo inmediato en el hogar
(canasta familiar) y el nivel de auto-utilización de fuerza de trabajo, especialmente del trabajo
del tendero. Esto se constituye en el eje fundamental que le permite su sobrevivencia”
Una tienda constituye la unidad productiva en la que varios miembros de una misma familia
ponen su capacidad de trabajo y sus recursos financieros en un proyecto productivo consistente
en un local comercial donde se venden principalmente, artículos de primera necesidad. En
muchos casos también, los locales donde operan estos negocios son en su mayoría, predios que
tienen una doble finalidad, casa de habitación y local comercial.
Existen tiendas donde claramente existe interés en acumular ganancias, alejándose de la finalidad
estricta de la supervivencia, razón por la cual no es del todo preciso lo mencionado por Londoño,
sin embargo, existen particularidades de las empresas de familia que aplican a la dinámica de las
tiendas de barrio.
Muchas tiendas de barrio, son manejadas por miembros de una misma familia: cada uno con
responsabilidades y participación como socio dentro del negocio. Pero como en cualquier otra
empresa familiar, en una tienda de barrio es importante dar respuesta entre muchas otras, a
algunas de las siguientes preguntas que plantea Beltrán (2009), para tener una visión clara de la
orientación estratégica de la empresa familiar: ¿Qué miembros de la familia toman decisiones
sobre las compras? ¿Quién decide sobre el manejo de inventarios? ¿Sobre el manejo de los
recursos económicos que genera o que constituyen su capital de trabajo? ¿Cómo se toman
decisiones sobre los miembros de la familia que pueden participar del negocio? ¿Bajo qué
condiciones se permite el ingreso a la empresa de un miembro de la familia como socio –
trabajador? ¿Cómo se manejan los conflictos entre los socios? ¿Todos los socios están
comprometidos con el éxito de la empresa? ¿Quién reemplaza a quien decide no continuar en la
empresa? ¿La empresa tiene planes de expansión?
Aún en una pequeña unidad productiva, existen necesidades de orden y planeación de la toma de
decisiones entre las personas que allí participan, para garantizar el sostenimiento y crecimiento
de la tienda. Resulta aquí interesante, lo señalado por la Federación Nacional de Comerciantes en
su sitio web (2002), al mencionar que la tasa de creación de estas empresas y que en un periodo
de dos años, el 10% de estos negocios han cerrado. Comparativamente con otros sectores, esta
cifra de mortalidad es baja. De acuerdo a otro estudio de Yanhaas (2007), las tiendas de barrio en
Colombia son aproximadamente 400.000 y están ubicadas indistintamente del estrato social.
La relación social de un tendero con sus clientes y el conocimiento que a partir de esta relación,
pueda hacer de sus hábitos, gustos y capacidad de pago, es un argumento importante para que el
cliente decida mantener una relación duradera con una tienda.
Referencias
https://www.eltiempo.com/economia/sectores/las-tiendas-de-barrio-representan-la-
mayoria-de-los-negocios-de-comercio-al-detal-152784
OVAR, Sergio, MENDOZA, Clelia. (2009). La Importancia de la tienda de barrio como canal de
distribución aplicado en la localidad de La Candelaria. Tésis para optar al título de
Administrador de Empresas. Universidad del Rosario.