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LA PROFESIÓN”
RESUMEN:
En la ingeniería civil, un factor primordial para el desarrollo de proyectos son los desastres
naturales, puesto a que estos influyen en el diseño y mantenimiento de una obra.
El presente informe busca presentar los principales elementos sobre el tema, y permitir la
comprensión de la relevancia e incidencia de los desastres naturales sobre las obras,
enlazándose en como la ingeniería civil correctamente aplicada puede presentar una valiosa
ciencia que asegure la continuidad del objetivo y seguridad de los habitantes.
INTRODUCCIÓN
Como sabemos, la ingeniería civil es la disciplina encargada de llevar a cabo toda clase de
infraestructuras necesarias para el desarrollo y bienestar humano. Uno de los principales deberes
de un ingeniero civil es la total disposición hacia al gobierno y la sociedad en general, los
conocimientos propios de su profesión, cuando ocurran circunstancias de emergencia, como lo son
los desastres naturales, aquellos cambios violentos, súbitos y destructivos en el medio ambiente
cuya causa no es la actividad humana, sino los fenómenos naturales (Geoenciclopedia, 2019), y que
a lo largo de la historia se han podido evidenciar en los diferentes rincones del planeta , originando
un gran impacto negativo en el ámbito social , económico, ambiental y de infraestructura de un
determinado país, siendo algunas de estas catástrofes, los huracanes, los tifones, los terremotos,
tsunami y epidemias. Entre las consecuencias que ocasionan estos se encuentra la pérdida de vida,
cambios ambientales, daños económicos, problemas de salud y destrucción de edificaciones.
Convirtiendo a los ingenieros civiles en vitales participantes en la solución de una emergencia
ambiental. De esta manera, el propósito de este informe es evidenciar cómo la ingeniería civil
aporta en el restructuramiento de los daños que originan los diferentes tipos de desastres naturales y
cómo a partir de ello se puede emplear habilidades y conocimientos afines para la mitigación de
daños estructurales y la creación de nuevas estructuras y materiales resistentes a los efectos de los
desastres naturales.
Tal como existen causas, los efectos de un desastre natural son incluso más importantes, pues
presentan infortunios irreversibles, que lo podemos clasificar en ámbito sociocultural, económico y
ambiental.
Otros de los efectos producidos son las pérdidas económicas causadas por los desastres naturales
son siempre uno de los primeros efectos en notarse. La CEPAL (Comisión Económica para
América Latina) reúne en tres grandes grupos las eventuales consecuencias macroeconómicas de un
desastre natural: daños directos –pérdida de capital fijo e inventarios de materias primas, productos
en proceso o terminados, y gastos directos para responder a la emergencia y atender a los
damnificados–, daños indirectos y pérdidas en los flujos –todos los bienes y servicios que dejarán
de ser producidos después del desastre– daños secundarios –efectos de largo plazo–.
Todas las áreas urbanas donde el hombre intensifica sus actividades económicas y sociales son
consideradas problemas ambientales. Todos los desastres naturales deterioran el entorno ambiental
del hombre porque degradan la calidad de vida de sus habitantes, la calidad de los recursos
naturales renovables existentes y producen un desequilibrio ecológico substancial (Carrillo &
Guadalupe, 2001). Así por ejemplo las principales consecuencias ambientales: Destrucción y
deterioro de la vivienda, tierras de cultivo; suspensión del servicio de agua; propagación de
epidemias; cortes en las vías de tránsito y destrucción de la flora y fauna.
Se encuentran los desastres meteorológicos que incluyen los ciclones, tifones, huracanes y tornados;
los desastres topográficos en donde están los deslizamientos de tierra, avalanchas e inundaciones;
Los desastres que se originan en planos subterráneos: sismos, erupciones volcánicas y tsunamis
(García, 1985). La consecuencia que tienen en común estas catástrofes, además de la pérdida de
vida, es el daño en las infraestructuras de territorio afectado, donde se ubican los sistemas de
telecomunicaciones, las escuelas, los hospitales, los aeropuertos, los puentes, las presas, las redes de
distribución de agua potable y de energía, el manejo de desechos, los puertos y por supuesto los
edificios residenciales y viviendas. A partir de lo anterior los ingenieros civiles plantean rutas de
acción para ayudar, comenzando con las inspecciones de los daños estructurales en casas, edificios,
centros comerciales, estadios, auditorios, hospitales, mercados, vialidades, sistemas de drenaje y de
distribución de agua potable, instalaciones de gas y eléctricas, para valorar su estabilidad y
operatividad y, de ser necesario, tomar las medidas pertinentes a fin de que no aumenten los daños y
de inmediato se restablezcan los servicios primarios de agua, drenaje, energía eléctrica y vialidades
(Linares,2011).
De igual forma suceden los desastres biológicos, que son todos aquellos que surgen gracias al
origen animal y que de algún modo afectan al ambiente y a la humanidad que pueden ser: pestes,
epidemias, infecciones, entre otras. Como respuesta a este tipo de catástrofes surge la idea de
fabricar e instalar hospitales prefabricados, siempre buscando que sean inteligentes, duraderos,
móviles, y costeables. Por lo cual, conociendo la necesidad que acarrean los distintos países, esta
idea realmente atendería a la población, manifestándose en el sitio de noticias de Enrique
Rodríguez, gerente de Ingeniería y Proyectos de Infraestructura y Gobierno de CEMEX.
La infraestructura es clave para evitar desastres, una infraestructura débil puede hacer que riesgos
naturales se tornan catástrofes (Garschagen, 2016).
En cuanto a la evaluación de riesgos existen distintos tipos de evaluación que sirven de apoyo como
los catálogos de eventos destructivos y sus efectos, la zonificación de las amenazas naturales,
susceptibilidad geográfica a eventos potencialmente destructivos, la modelación del impacto de
eventos, los escenarios de sismos históricos o hipotéticos, la vulnerabilidad de la infraestructura
existente y las combinaciones de evaluaciones de obras (Vargas, 2018).
A pesar que la situación ambiental propone nuevos desafíos para la construcción, es de vital
importancia que se establezca una ruta de prevención y gestión de riesgos para los desastres
naturales de forma que las obras de infraestructura cuenten con la máxima seguridad frente a una
catástrofe, iniciando desde la supervisión adecuada a cada obra en sus procedimientos
constructivos.
Conclusiones
Luego de analizar los efectos que generan los desastres naturales, así como la colaboración de la
ingeniería civil en situaciones de catástrofes y su relevancia en la prevención, sería razonable
aseverar el impacto positivo de esta disciplina en la generación de políticas públicas y privadas en
línea a la promoción y prevención de efectos adversos ante este tipo de emergencias bien sea
generadas aquellas de tipo natural como aquellas ocasionadas por el hombre. A partir de allí que el
abordaje de esta problemática no sea solo responsabilidad de la Ingeniería Civil sino que devela la
necesidad de sinergias e integralidad de otras disciplinas, dicho de otro modo es a través de la
puesta en marcha de rutas, protocolos, y/o políticas desde lo público y lo privado, en el cual se
consolidarían acciones que busquen mejorar la gestión y desarrollo sostenible de una sociedad sobre
todo que en términos de lo humano es más factible la acción preventiva que minimice una catástrofe
en este sentido, sin embargo, en los casos de desastres naturales a prevención está más dirigida
hacia la adecuada información y puesta en marcha de acciones que permitan neutralizar o agilizar
una vez esta culmine la valoración de daños, riesgos subyacentes y acciones posteriores.
Por consiguiente, la ingeniería civil es clave para la resolución y análisis de problemáticas con
respecto a los desastres naturales, de hecho, esta disciplina esta más llamada a promover una cultura
más preventiva que reactiva como se suele ver ante este tipo de situaciones, sin embargo, es el reto
de hoy el cual no se puede precisar que todos estén dispuestos a asumir. De allí a proponer una
reflexión frente a esta temática que posibilite y se gestione una real disminución de riesgo ante este
tipo de desastres naturales.
Es así como se plantean tres conclusiones:
1. Los factores naturales, y en especial los desastres naturales, tienen un alto potencial de
generar transformaciones en el paisaje natural y en la infraestructura creada por los seres
humanos.
2. Dentro de las principales consideraciones a tener en cuenta en el diseño y desarrollo de
cualquier proyecto deben considerarse que estos sean robustos frente a los fenómenos
naturales y catástrofes que puedan ocurrir a fin de que se puedan presentar en el tiempo.
3. La ingeniería civil, en todas sus especialidades, tiene un alto impacto en la resistencia y
funcionalidad de cualquier construcción, no solo permitiendo que esta resista las exigencias
exógenas, sino que también pueda cumplir su finalidad se servir de salvaguarda para el ser
humano, y que los efectos que esta pueda presentar sean los menores posibles a fin de que
puedan garantizar la continuidad la su función primaria para que fueron concebidas.
Referencias
Ambiǝntum, (2019). El cambio climático causa el 90% de los desastres naturales. Obtenido de
https://www.ambientum.com/ambientum/cambio-climatico/cambio-climatico-causa-el-90-
de-los-desastres-naturales.asp#:~:text=En%20la%20actualidad%2C%20el%2090,efectos
%20devastadores%20de%20las%20cat%C3%A1strofes.
Carrillo, N. (2001). Desastres naturales y su influencia en el medio ambiente. Revista del instituto
de
Garschagen, M. (25 de septiembre de 2016). La infraestructura es clave para evitar desastres. (DW,
Entrevistador)