Está en la página 1de 14

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

Departamento De Medicina

‘’La Raza’’

Presentado por:
Yabel Aurelio Mercado Rivas

Matrícula:
2-19-0492

Presentado a:
Rafaela Mercedes

Asignatura:
Antropología

6 de marzo de 2021
Santiago de los Caballeros, República Dominicana
• El hombre, ser en comunicación.

Fueron tantas las necesidades que sintió el hombre cuando comenzó a interactuar con el
mundo que siempre buscó las vías de solución a sus propias problemáticas, cuando
descubrió el fuego se dio cuenta que le servía para protegerse del frío, ahuyentar los
animales salvajes, luego fue dándole otros usos, también descubrió que de los árboles
podía tomar sus frutos para alimentarse, las pieles de los animales les servían para
cubrir su piel y las cuevas; creaciones fabulosas de la naturaleza; eran como mansiones.
Unas cosas tuvo que descubrirlas, otras formaban
parte del escenario natural. ¿Qué podía faltarles?
Podían ser muchas cosas, pero una de las más
necesarias y que lo llevarían a escalas superiores
del desarrollo era el lenguaje y la comunicación, es
por ello que la comunicación es tan antigua
como la evolución de la tierra, el hombre desde
su origen sintió la necesidad de comunicar sus
emociones, sensaciones, preocupaciones
acerca del mundo que le rodeaba para poder
enfrentar mejor la realidad que desconocía.
Comenzó a hacerlo a través de gestos, sonidos,
señales de humo, tambores, pinturas y gemidos. Este proceso comunicativo fue
evolucionando con la misma transformación del hombre, combinándose hasta producir
un sonido articulado, convirtiéndose la comunicación en una necesidad, lo que denotaba
un nivel de superioridad en el desarrollo de la humanidad.

La comunicación es el proceso que representa la expresión más compleja de las


relaciones humanas, a través de ella el hombre sintetiza, organiza y elabora toda la
experiencia y conocimiento humano, luego lo trasmite de individuo a individuo
utilizando como vía el lenguaje. La comunicación humana ha tenido, a través de los
siglos, una resaltada importancia ya que es la única manera que existe para unir a los
hombres. La unidad siempre ha sido un factor importante para los incontables logros
históricos. Esto no solo se evidencia en el pasado sino que también se manifiesta en el
presente ya que en la actualidad no se alcanza ningún objetivo sin unidad, lográndose
esta a través de la comunicación, mediante esta podemos influir en las ideas, en los
sentimientos o en las acciones de otras personas, por lo que
puede decirse que sin la comunicación no somos nada.

El hombre es un ser social. En su desarrollo histórico e


individual no puede coexistir ni satisfacer sus necesidades
materiales y espirituales sin la comunicación la cual permite
a los individuos la comprensión de sus actividades conjunta, en
todas las esferas y grupos sociales en que participa durante su
vida; grupo familiar, de juego, estudiantil y laboral. La
comunicación no solamente es un intercambio de opiniones
entre personas, es además un intercambio cuyo propósito es generar una acción, lleva
implícito el intercambio de ideas, sentimientos, actitudes y emociones.
La comunicación es un proceso innato en el hombre, una necesidad básica, para la que
venimos determinados biológicamente. El niño desde que nace se está comunicando a
través de diferentes códigos. La comunicación es un acto de relación humana en el que
dos o más participantes intercambian un mensaje mediante un lenguaje o forma de
expresión. Este proceso es interactivo y social.

La comunicación humana nos permite:

Conocer el mundo que nos rodea.

Organizar nuestro pensamiento.

Expresar nuestros sentimientos e ideas.

Comprender los sentimientos e ideas de los demás.

El contexto comunicativo sería el conjunto de elementos, factores y circunstancias


(ambientales, sociales, personales, afectivas, etc.), que hacen que un acto comunicativo
se desarrolle de una determinada manera. Para comprender la importancia de la
comunicación en las relaciones humanas, es necesario tener en cuenta que:

La comunicación se da en un contexto. Es un proceso en el que se da la siguiente


interacción: tiene efectos en el que comunica y en el que recibe e interpreta. De esta
forma, tiene influencia sobre la otra persona.

Se comunica con la conducta y con la ausencia de esta también hay comunicación.

El sistema de comunicación específicamente humano es el lenguaje. La lengua materna


es un sistema de signos adquiridos con propósitos de comunicación, a través del cual los
individuos de una comunidad se interrelacionan; es adquirida por el niño en contacto
con la generación que le precede en un contexto sociocultural particular.

La expresión y la comunicación

La expresión y la comunicación son fenómenos estrechamente vinculados, se producen


de manera simultánea normalmente. Expresión, según el Diccionario de uso del español
de América y España es la «representación con palabras, o con otros signos externos, de
un pensamiento, una idea, un sentimiento, etc.». Pero la expresión no se convierte de
manera inmediata en comunicación. Podríamos decir que la expresión consiste en
exteriorizar, mediante palabras u otros sistemas, una idea, un pensamiento, sentimiento
o emoción que es percibido por otros dándose entonces el fenómeno de la
comunicación.
• La racionalidad humana.

Usando la razón, el ser humano intenta elegir para conseguir los mayores beneficios, de
forma "económica", desde las variadas limitaciones del cerebro, y las limitaciones de
acción sobre el entorno. El ser humano tiene otras
formas para tomar decisiones o idear
comportamientos donde la racionalidad no parece
el principal factor. Estas decisiones o
comportamientos, adjetivadas a veces como
"irracionales" en realidad esconden
frecuentemente aspectos de racionalidad limitada
y aspectos de imitación social otras veces.
Algunas conductas humanas parecen
completamente "irracionales" (desde la
perspectiva de la maximización de la satisfacción
a corto plazo), y muy pocas son completamente
"racional" (en el sentido de maximizar la
consecución de un objetivo).

Generalmente suele decirse que todos los humanos son racionales, pero tal afirmación
pasa por alto que existen humanos que no actúan de acuerdo a lo que se define por
racional o lo hacen en un grado disminuído, por ejemplo, bebés, discapacitados
psíquicos graves, seniles, etc. Es por ello que a estos individuos no se les exigen los
mismos deberes que a humanos plenamente racionales. La cual puede variar entre etica
y poder.

El ser humano puede usar la razón para evaluar la mejor manera de alcanzar un
determinado objetivo. El ser humano tiene otras formas para tomar decisiones o idear
comportamientos donde la racionalidad no parece el principal factor. Estas decisiones o
comportamientos, adjetivadas a veces como "irracionales" en realidad esconden
frecuentemente aspectos de racionalidad limitada y aspectos de
imitación social otras veces. Algunas conductas humanas parecen
completamente "irracionales" (desde la perspectiva de la
maximización de la satisfacción a corto plazo), y muy pocas son
completamente "racionales" (en el sentido de maximizar la
consecución de un objetivo). Generalmente suele decirse que todos
los humanos son racionales, pero tal afirmación pasa por alto que existen humanos que
no actúan de acuerdo a lo que se define por racional o lo hacen en un grado disminuido,
por ejemplo, bebés, discapacitados psíquicos graves, seniles, etc. Es por ello que a estos
individuos no se les exigen los mismos deberes que a humanos plenamente racionales.

Evolutivamente, la racionalidad humana surgió a partir de un conjunto de mecanismos


cerebrales, que permitían conductas más complejas basadas en la percepción, la
memoria y el procesado eficiente de nueva información con el fin de favorecer la
supervivencia de los individuos. En el caso de los seres humanos, la sociabilidad y la
tendencia de la especie a formar grupos de individuos emparentados entre sí y que son
capaces de reconocer a sus parientes y formar alianza llevó al desarrollo de capacidades
sociales específicas, que facilitarían el desarrollo del lenguaje humano y por tanto de
una racionalidad discursiva, y la capacidad de transmitir comportamientos complejos a
las nuevas generaciones, que es la base de la tecnología humana.
• El futuro de nuestro cuerpo.

Cada persona tiene una opinión e interpretación propia sobre cómo va a ser el

futuro: mientras que algunos creen que se va a parecer a una película de ciencia ficción

con coches voladores –al más puro estilo Blade Runner–, asistentes virtuales, robots y

modificaciones corporales que nos convertirán en cíborg; otros piensan que los cambios

van a ser más sutiles, que el mundo no va a cambiar tanto y que, simplemente, vamos a

disfrutar de unos cuantos avances tecnológicos que nos van a hacer la vida más fácil.

Lo cierto es que no podemos saber con exactitud lo que va a ser de nosotros en los

próximos años, pero una compañía de telecomunicaciones ha desarrollado un prototipo

para mostrarnos cómo será el cuerpo del ser humano en el futuro (más en concreto,

en 2100). Para llegar al resultado final, Toll Free Forwarding analizó nuestros hábitos

diarios para determinar cuáles podrían ser los cambios que observaríamos en el físico

del ser humano en futuras generaciones, prestando una atención especial al uso

excesivo de los teléfonos móviles y otros aparatos electrónicos que forman una parte

fundamental de la vida actual (y no, no tiene nada que ver con aquel estudio que una vez

determinó que a los jóvenes les iban a salir cuernos por bajar tanto la cabeza para ver

una pantalla, fruto de la adicción a los móviles).

El prototipo de la empresa, cuyo nombre es Mindy, revela cómo (supuestamente) serán


los seres humanos en el futuro. Y no tiene muy buena pinta: esta mujer del futuro tiene
la espalda encorvada, resultado de la mala postura que adoptamos al pasarnos tantas
horas sentados frente a una pantalla de ordenador en la oficina; y un cuello más
alargado, resultado de la forma en la que inclinamos nuestra cabeza para ver el teléfono.
Es conveniente indicar que esta no es más que una aproximación: de hecho, el cuerpo
del ser humano de hace un siglo es idéntico al de ahora, así que no tienen por qué
ocurrir cambios tan drásticos.
Al parecer, la postura corporal se está deformando por el uso constante de los teléfonos
móviles, por lo que nuestra figura acabará ajustándose a este hábito para ser más
eficientes en el uso de la tecnología. Para llegar a dicha concusión, Toll Free
Forwarding contactó con la empresa especializada en salud y bienestar Maple Hollistics,
la cual les explicó que “pasar horas mirando hacia abajo para usar el teléfono móvil
tensa el cuello y resta equilibro corporal”. Además, también creen que este abuso de la
tecnología podría causar que nuestro ADN se modifique para adaptar nuestros cuerpos a
la misma y evitar los problemas que tenemos ahora (es decir, no nos dolería el cuello,
pero tendríamos la espalda completamente encorvada, por lo que se limitaría mucho
nuestra movilidad). En resumen: TollFreeForwarding piensa que, en el futuro, los seres
humanos seremos una caricatura humanoide de los Tyrannosaurus Rex.

• El genoma humano.

¿Qué es el proyecto denominado Genoma Humano?

El proyecto del Genoma Humano es un proyecto científico internacional que pretende


llegar a descifrar toda la información o recetas que poseemos en cada uno de nuestros
cromosomas e interpretar su significado, regulación y funcionamiento en condiciones
normales y patológicas, para así posteriormente utilizar todos estos conocimientos en
beneficio de la humanidad, para poderlas reparar en caso de que estén taradas o se
estropeen en el transcurso de nuestras vidas.

¿En qué fase de desarrollo se encuentra actualmente el proyecto Genoma Humano?

En este momento se ha descifrado o leído el 100 % de toda la información o recetas del


conjunto de nuestros cromosomas. Esto significa que hemos adelantado mucho pero tan
solo estamos al inicio del camino, pues todavía nos queda un largo trecho por recorrer
porque debemos aprender como interaccionan y funcionan todas estas recetas entre
ellas, tanto en condiciones normales como patológicas.

¿Qué repercusiones tendrá el proyecto Genoma Humano, cuando esté totalmente


concluido?

Tendrá unas repercusiones increíbles. Es y será como entrar en una nueva dimensión, en
una nueva era de la medicina.
Desde el punto de vista humanitario, será posible curar todas las enfermedades de
origen hereditario o que presenten alteraciones a nivel del ADN. También será posible
clonar todos los órganos y estructuras de un mismo individuo a partir de sus propias
células, con lo cual el problema actual del rechazo y listas de espera para el
trasplantamiento de órganos habrá concluido.

Desde el punto de vista legal será posible decirle a una persona cuántos genes o recetas
tiene mal, o sea qué enfermedades podrá padecer o tendrá tendencia a padecer en el
transcurso de su vida. Pero llegados a este punto, será muy importante mantener toda
esta información dentro del contexto del secreto profesional. Ninguna compañía de
seguros ni empresa laboral debe tener acceso al conocimiento del porcentaje de genoma
tarado de cada individuo para evitar futuras represiones y discriminaciones, pues uno de
los derechos fundamentales del hombre es su libertad.

Y desde el punto de vista ético, será muy importante regular el uso de estas técnicas a
unas aplicaciones muy concretas, pues cuando tengamos el conocimiento de cómo
funcionan todas las recetas, este conocimiento tanto lo podremos aplicar para hacer el
bien como para hacer el mal.

Hace sesenta y dos años el geólogo, paleontólogo y jesuita Teilhard de Chardin


escribió: Desde que nació la ciencia ha crecido sobre todo por el incentivo de resolver
todos los problemas relacionados con la vida.1 Hay una relación esencial ciencia-vida.
Se hace ciencia para comprender y mejorar la vida. Y, es mucho más que la ciencia; la
vida es el alma de la ciencia –porque es también arte, cotidianidad, amor y luchas–, y en
parte tiene sentido por ella. Para algunos científicos buena parte del sentido de la vida lo
otorga la búsqueda científica.

Como porción del saber y del hacer humanos, la salud pública tiene también razón de
ser en cuanto aporta comprensión y acciones para hacer mejor la vida humana tanto en
los individuos, como en sus diferentes formas colectivas. Sin relación con la vida y con
el bienestar humanos, la salud pública en su triple dimensión de campo de
conocimientos del bienestar colectivo, conjunto de acciones sociales y estatales para
hacerlo posible, y la consiguiente situación resultante de vida mejor para cada sociedad,
perdería su objeto y su norte, se convertiría en una repetición casi sin sentido de
acciones y procedimientos técnicos, operativos y administrativos.

En esencia, el trabajo sobre el genoma humano es la incursión más avanzada de la


humanidad -de la mano de la ciencia y la tecnología- en los secretos de la vida. En una
metáfora religiosa, el entonces presidente de los Estados Unidos lo dijo así al presentar
en sociedad el hallazgo maravilloso: Estamos aprendiendo el lenguaje con que Dios
creó la vida humana. Se ha llegado ya hasta las intimidades que considerábamos
inexpugnables. Y a un ritmo que ni los más arriesgados se habían atrevido a pensar hace
más de medio siglo. James Watson, por ejemplo, dijo a finales de junio del año 2000:
Ninguno de los que tuvimos el privilegio de ver por primera vez a finales de 1953 la
doble hélice del ADN pensamos jamás que viviríamos lo suficiente para verla
totalmente decodificada.

Una década antes de que Watson, Crick y su equipo descubrieran la estructura del ADN,
el jesuita-geólogo ya citado se había atrevido a preguntar si por el descubrimiento de los
genes no iremos a controlar en poco tiempo los mecanismos de las herencias orgánicas
cuyas bases habían sido puestas desde 1865 por Gregor Mendel e ignoradas por los
científicos durante todo el final del siglo xix.2 Más aún: el propio Teilhard de Chardin
se atrevió a predecir la producción de lo que él mismo llamó Una Neovida,
artificialmente producida.1 ¿No será exactamente eso la clonación, ya experimentada en
Dolly y otras ovejas famosas,3 y que ahora se aproxima a pasos incontenibles a la
propia clonación humana?

Con todo, lo esencial no parece ser saber hasta dónde vamos a llegar, sino si los avances
de la ciencia en el conocimiento de la vida se
traducirán o no, en una mejor vida para todas las
especies, en especial la especie humana. En el presente
esta preocupación teórica por la relación ciencia-vida,
debe traducirse en lograr que los avances genómicos
permitan no slo prevenir y curar más y más
enfermedades; sino también estimular el trabajo
colectivo para mejorar las relaciones ambientales,
cultivar mejores estilos y calidad de vida sobre todo, recuperar el sentido de la vida casi
supremo, despreciado hoy hasta niveles irrisorios en la mortandad violenta que
padecemos. Porque en Colombia paradójicamente a la orgía de la sangre y muerte que
padecemos, experimentamos una intensa pasión por la vida. García Márquez lo expresó
así hace ocho años en la proclama introductoria al Informe de la Misión de Ciencia,
Educación y Desarrollo, mejor conocido como el Informe de los Sabios: Tenemos un
amor casi irracional por la vida, pero nos matamos unos a otros por las ansias de vivir.4

Principales áreas de aplicación del saber genómico en salud pública

En las tres dimensiones ya enunciadas de la salud pública, los avances en la ciencia del
ADN están teniendo una influencia significativa y, sin duda, la tendrán mayor en el
futuro próximo. El campo del conocimiento de la salud pública empieza a ampliarse de
manera ilimitada con las interrogantes que introduce el nuevo saber, tanto a lo que hasta
ahora dábamos ya por conocido, como lo que apenas empezamos a descubrir de la mano
del desciframiento del ADN. Las prácticas preventivas y en especial en detección
precoz de enfermedades con las consiguientes modificaciones de hábitos y estilos de
vida, tienen ahora nuevas posibilidades y muchísimos cuestionamientos ante la
inminente aplicación de nuevas, más precisas, y efectivas pruebas genéticas. Y al menos
en teoría, es de esperarse que el nuevo saber genético y sus derivaciones tecnológicas y
terapéuticas contribuyan a generar mayor bienestar para los individuos y los grupos
sociales.

Dados los más recientes desarrollos científico-tecnológicos, y el nivel de preocupación


social suscitado, merecen destacarse, entre otros, los siguientes campos específicos de
utilización e impacto del saber genómico en salud pública.
La Operación Genoma Humano es el proyecto más ambicioso de este milenio. Su meta-
descifrar el mapa genético del ser humano a partir de su ADN. Prácticamente se inicia
en 1990, como un proyecto internacional, tanto público como privado; el 26 de junio
Celera Genomics y el Proyecto Genoma Humano hicieron el anuncio conjunto del
primer borrador del "Genoma Humano". En esta primera fase se ha logrado descifrar las
"unidades biológicas básicas" presentes en los aproximadamente 60,000 genes que
forman un ser humano, ahora en un segundo paso se debe anotar correctamente la
formación secuenciada del genoma humano y describir variaciones genéticas. El
consenso de las investigaciones es
que esas variaciones, aunque tan
sólo sean de una unidad de ADN,
indican la predisposición de una
persona para desarrollar una larga y
dolorosa lista de diferentes
enfermedades hereditarias, que
actualmente son casi 3,000. Después, en otra etapa, comenzará el largo proceso de
identificación de cada gen para determinar que papel desempeña en el funcionamiento
del cuerpo humano. Este trabajo será difícil, porque también hay que descubrir como
interactúan los genes; por ejemplo, se cree que hay al menos 3 tipos de genes
implicados en el cáncer. Este portentoso descubrimiento, el más importante de este siglo
marca, sin embargo, el inicio de una lucha para saber a quien pertenece el gran mapa de
la vida, al cual lo consideran muchos grupos "patentable".

• La clonación.

La clonación consiste en hacer copias idénticas de un organismo, célula o secuencia de


ADN. La clonación molecular (de ADN) es un proceso que usan los científicos para
amplificar una secuencia concreta de ADN (es decir, obtener muchas copias de ella).
Para hacerlo, primero se aísla la secuencia diana;
después se inserta este fragmento dentro de otra
molécula de ADN (conocida con el nombre de
'vector') y, finalmente, se introduce en una célula
huésped adecuada. Cada vez que esta célula huésped
se divide, se replica también la secuencia de ADN
foráneo insertado, como si fuera una parte más de su
propio ADN. También hablamos de clonación para referirnos a la reproducción asexual.

En el año 1903 el fisiólogo de plantas estadounidense Herbert J. Webber acuñó el


término clon en el sentido amplio, el cual era usado inicialmente en el área de la
agricultura.

La clonación se produce naturalmente en algunas plantas y en células unicelulares como


las bacterias. En los humanos, los gemelos idénticos se consideran clones naturales ya
que comparten el mismo ADN. Fuera de este último caso, la clonación es un proceso
científico y, como tal, persigue una serie de propósitos más amplios que la reproducción
de individuos idénticos.

La clonación aplicada al organismo humano tiene como objetivo curar enfermedades


y/o reemplazar células dañadas por medio del aislamiento y cultivo de células madres,
las cuales originan la gran parte de los tejidos del organismo humano (incluyendo el
corazón, la piel y el tejido nervioso). Se incluye dentro de la clonación terapéutica.

Tipos de clonación
En el campo de la genética, la biotecnología trata de los tres tipos de clonación
existentes: la clonación terapéutica, la clonación reproductiva y la clonación de genes.
Clonación terapéutica: producción de células germinales (que se forman cuando el
óvulo y el espermatozoide se unen) a través de las células madres para reemplazar
células dañadas. También es llamada medicina regenerativa a la creación de células
madres embrionarias.
Clonación reproductiva: producción de copias genéticamente iguales de animales. La
transferencia embrionaria es un método de reproducción asistida donde se extraen
embriones de un animal para ser implantados en vientres sustitutos.
Clonación de genes: copia de genes o trozos de ADN.
Clonación de la oveja Dolly
En el año 1996 nace la oveja Dolly, el primer mamífero nacido a partir de la clonación
de una célula adulta. La célula fue fusionada mediante electricidad en un óvulo donado.
La oveja Dolly vivió por seis años y sus creadores, los escoceses Ian Wilmut y Keith
Campbell, trabajaban para el Instituto Roslin de Edimburgo.
Este caso se convirtió en un verdadero escándalo y ha sido materia de innumerables
discusiones en el ámbito de la bioética.
• Visión del Hombre de Theilard de Chardin.

Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955), sacerdote jesuita, geólogo


y paleontólogo, su mayor preocupación fue siempre como integrar
el pensamiento cristiano dentro de la nueva cosmovisión
presentada por las ciencias de un mundo en evolución. Esta
preocupación se apoya en las dos columnas que soportan toda su
vida, su trabajo científico y su experiencia mística.

La evolución de la naturaleza, del cosmos y del hombre, en el


sentido de su progresiva divinización, constituye el núcleo filosófico-teológico-
científico del pensamiento profundo del padre Teilhard de Chardin. «Pues como en
Hegel, también en Teilhard se da -dice Hans Küng-: 1) la superación del dualismo (el
esquema de los dos mundos); y la unidad de la realidad; 2) una mundanización de Dios
y una divinización del mundo; 3) el pensar históricoevolutivo y el devenir de Dios»l. Su
pensamiento metafísico-evolutivo transcurre en el sentido de la biología evolutiva de
Darwin, desde la materia y la vida hacia Dios que es el punto de consumación del
universo, la vida, la materia y el hombre. Es una cosmogonía vitalista-evolutiva que
desemboca en una biogénesis yen una antropogénesis que, a su vez, continúa en una
cristogénesis. Su mérito consiste en haber conciliado tres grandes disciplinas: filosofía,
ciencia y teología

Teilhard vio el mundo como un gigantesco proceso evolutivo que transcurre durante
millones de años a través de una compleja «interiorización» de la materia cada vez
mayor, hacia una madurez y plenitud, de cuyo resultado surgen la vida, la conciencia, la
autoconciencia humana y la supraconciencia divina en la que la humanidad trasciende
hacia la conciencia cósmica crística.
En las tesis de su profesión de fe, Teilhard de Chardin formula su credo. «Yo creo que
el universo entero es una evolución. Yo creo que la evolución tiende al espíritu. Yo creo
que el espíritu se perfecciona en lo personal. Yo creo que lo máximo personal es el
Cristo Universal2. Con otras palabras: la materia evoluciona en el espíritu; lo espiritual
toma conciencia de sí mismo en el hombre, y éste realiza la plenitud de su ser en la
persona del CIisto Cósmico. Aunque Dios se manifieste en el devenir del mundo, es lo
que es desde un pIincipio, está en todo presente aunque trascendente al tiempo de este
mundo. Dios no evoluciona con el hombre o el universo; Dios es inmanente a la
evolución porque la impulsa desde «dentro»; a su vez, Dios es trascendente a la
evolución porque es el «centro de convergencia de la cosmogénesis» y de la
antropogénesis; es su causa final. Así como a Pascal se le reveló el Dios de Abraham,
de Isaac y de Jacob,
• La neurociencia.

¿Qué es la neurociencia?
“La cuestión del cerebro y la mente (qué es y cómo funciona) ha atrapado el pensamiento
desde los orígenes de la filosofía, el hombre no ha dejado de buscar respuesta. La primera
pregunta es si el cerebro y la mente son una misma unidad.”
¿Qué es la neurociencia?
La neurociencia es el conjunto de disciplinas científicas que estudian el sistema
nervioso, con el fin de acercarse a la comprensión de los mecanismos que regulan el
control de las reacciones nerviosas y del comportamiento del cerebro. Existen múltiples
disciplinas como la
neuroanatomía,
neurofisiología,
neurofarmacología,
neuroquímica… etc. Es
por ello que la
neurociencia debe ser
estudiada de manera
integrada y
complementaria con el
fin de comprender la
complejidad del
cerebro.

Aprendizaje y Neurociencia
Aprender es, en esencia, ser capaz de sobrevivir. El hombre aprendió cómo hacer fuego
para calentarse y cocinar la carne y, así, enfermar menos. Aprendió a cultivar la tierra
para asegurar alimento independientemente de la suerte en la caza y construyó viviendas
que resistieran a la lluvia y el frío. Aprendiendo el hombre se forjó un futuro y solo así
aseguró la continuidad de la especie.

El cerebro sigue siendo un gran desconocido, pero hace 30 años aún lo era más. Los
avances en neurociencias han permitido comprender cómo funciona el cerebro y ver el
importante papel que la curiosidad y la emoción tienen en la adquisición de nuevos
conocimientos. En la actualidad se ha demostrado científicamente que, ya sea en las
aulas o en la vida, no se consigue un conocimiento al memorizar, ni al repetirlo una y
otra vez, sino al hacer, experimentar y, sobre todo, emocionarnos. Las emociones, el
aprendizaje y la memoria están estrechamente relacionadas. Desde el punto de vista de
la neurociencia educativa, cabe destacar que la inteligencia es un concepto
multidimensional, por eso un mismo ambiente de aprendizaje debe llevar a los niños a
explorar, pensar y expresar sus ideas a través de una variedad de diferentes códigos.

La Neurociencia y la educación
Por lo que concierne a la neurociencia en la educación, hoy día hay diversas pruebas de
cómo un ambiente de aprendizaje equilibrado y motivador requiere a los niños de un
mejor aprendizaje. Es por ello que los niños aprenden “socialmente”, construyendo
activamente la comprensión y los significados a través de la interacción activa y
dinámica con el entorno físico, social y emocional con los cuales entran en contacto.
La neuroeducación recomienda que durante los primeros años de vida los niños estén en
contacto con la naturaleza y no se les fuerce a permanecer sentados y quietos mucho
tiempo, pues a esas edades es cuando se construyen las formas, los colores, el
movimiento, la profundidad… con los que luego se tejerán los conceptos. Para poder
madurar, es decir, crear nuevas redes de neuronas, el cerebro necesita experiencias
nuevas. De los 10 a los 12 años, en cambio, el cerebro está específicamente receptivo a
aprender aptitudes, por lo que es el momento de potenciar la comprensión de un texto y
de que aprendan a razonar de forma matemática. Y, en la adolescencia, el cerebro es
plenamente emocional y choca con el actual modelo educativo que en esta etapa les
obliga a aprender biología, física, química… materias totalmente racionales.
Por poner un ejemplo, muchas personas han olvidado el nombre de los Reyes Godos o
la fórmula para calcular la velocidad de caída de un cuerpo pero, en cambio, recuerdan
lo divertidas que eran las clases de ese profesor en especial (puede que de mates,
lengua, historia… cada uno tendrá el suyo) que despertaba su interés con ejercicios
prácticos e historias sobre cada tema. Fue él quien consiguió despertar tu atención e
interés, y por el que decidiste estudiar lo que después estudiaste… La emoción es
fundamental en el
aprendizaje, para quien
enseña y para quien
aprende. Ese profesor hizo
que la información en
clase la captásemos por
medio de nuestros
sentidos y para que
después pasara por el
sistema límbico o cerebro
emocional antes de ser
enviada a la corteza
cerebral, encargada de los
procesos cognitivos.
Dentro del sistema límbico, la amígdala tiene una función esencial: es una de las partes
más primitivas del cerebro y se activa ante eventos que considera importantes para la
supervivencia, lo que consolida un recuerdo de manera más eficiente.

Otro factor a tener en cuenta es la sorpresa, puesto que activa la amígdala. El cerebro es
un órgano al que le gusta procesar patrones (entender cosas que se repiten siempre de la
misma forma); es la manera como se enfrenta al mundo que lo rodea. Ahora bien, todo
aquello que no forma parte de esos patrones se guarda de manera más profunda en el
cerebro. De ahí que usar en la clase elementos que rompan con la monotonía benefician
su aprendizaje.

Por último, la empatía (el acercamiento emocional) es la puerta que abre el


conocimiento y con él la construcción del ser humano. Además se ha descubierto que, al
contrario de lo que se creyó durante mucho tiempo, el cerebro no es estático, sino que
existen periodos críticos en los que un aprendizaje se ve más favorecido que otro. Por
ejemplo para aprender a hablar el cerebro está más receptivo desde que uno nace hasta
los siete años. Pero esto no quiere decir que después no pueda adquirir el lenguaje: la
plasticidad del cerebro permitirá hacerlo aunque cueste más. Este descubrimiento de la
existencia de periodos de aprendizaje abre nuevos debates sobre el sistema educativo y
la necesidad de replantearse un nuevo modelo acorde con esta predisposición cerebral a
adquirir nuevos contenidos concretos por etapas. La cantidad de jóvenes desmotivados
que no quieren continuar sus estudios o creen que lo que están aprendiendo no sirve
para nada es alarmante. Y la única forma de combatirla es a través de maestros que
enseñen a los niños a afrontar nuevos retos, que transformen el cerebro de sus alumnos
aprovechando todas las herramientas que ofrece la neuroeducación para enseñar mejor.
Algunos expertos afirman que si las clases fueran más vivenciales podrían impartirse
más conocimiento en menos tiempo. Los docentes deberían aprovechar lo que se conoce
del funcionamiento del cerebro para enseñar mejor. Los niños deben entusiasmarse por
lo que están aprendiendo.

Con este objetivo ISEP presentó en 2015 el programa de Neuroeducación, un máster


que proporciona conocimientos neuropsicológicos sobre cómo aprovechar mejor el
desarrollo neurobiológico para adquirir aprendizajes y los diferentes trastornos o
alteraciones neurológicas que afectan a la cognición y emociones en los niños y
adolescentes, aportando herramientas para aprovechar el máximo sus posibilidades. Al
mismo tiempo, y en función de la propia maduración del SNC, también se pretende
desarrollar las habilidades que este posea. Se sabe que los seres humanos solo
aprovechamos de media un 10% de nuestro potencial intelectual.

También podría gustarte